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Personajes De La Termodinámica:

James Prescott Joule.

Nicolas Leonard Sadi Carnot.

Benoit Paul Emile Clapeyron.

Rudolf J.E. Clausius.

William Thomson.

Biografias.
James Prescott Joule.
James Prescott Joule nació en el seno de una familia dedicada a la fabricación
de cervezas. De carácter tímido y humilde, recibió clases particulares en su
propio de hogar de física y matemáticas, siendo su profesor el químico
británico John Dalton; compaginaba estas clases con su actividad profesional,
trabajando junto a su padre en la destilería, la cual llegó a dirigir. Dalton le
alentó hacia la investigación científica y realizó sus primeros experimentos en
un laboratorio cercano a la fábrica de cervezas, formándose a la vez en la
Universidad de Manchester.

Joule estudió aspectos relativos al magnetismo, especialmente los relativos a


la imantación del hierro por la acción de corrientes eléctricas, que le llevaron
a la invención del motor eléctrico. Descubrió también el fenómeno de
magnetostricción, que aparece en los materiales ferromagnéticos, en los que
su longitud depende de su estado de magnetización. Pero el área de
investigación más fructífera de Joule es la relativa a las distintas formas de
energía: con sus experimentos verifica que al fluir una corriente eléctrica a
través de un conductor, éste experimenta un incremento de temperatura; a
partir de ahí dedujo que si la fuente de energía eléctrica es una pila
electroquímica, la energía habría de proceder de la transformación llevada a
cabo por las reacciones químicas, que la convertirían en energía eléctrica y de
esta se transformaría en calor. Si en el circuito se introduce un nuevo
elemento, el motor eléctrico, se origina energía mecánica. Ello le lleva a la
enunciación del principio de conservación de la energía, y aunque hubo otros
físicos de renombre que contribuyeron al establecimiento de este principio
como Meyer, Thomson y Helmholtz, fue Joule quien le proporcionó una
mayor solidez.

En 1840 Joule publicó Producción de calor por la electricidad voltaica, en la


que estableció la ley que lleva su nombre y que afirma que el calor originado
en un conductor por el paso de la corriente eléctrica es proporcional al
producto de la resistencia del conductor por el cuadrado de la intensidad de
corriente. En 1843, después de numerosos experimentos, obtuvo el valor
numérico del equivalente mecánico del calor, que concluyó que era de 0,424
igual a una caloría, lo que permitía la conversión de las unidades mecánicas y
térmicas; este es un valor muy similar al considerado actualmente como de
0,427. De ese modo quedaba firmemente establecida la relación entre calor y
trabajo, ya avanzada por Rumford, que sirvió de piedra angular para el
posterior desarrollo de la termodinámica estadística. En estos trabajos Joule
se basaba en la ley de conservación de la energía, descubierta en 1842.

A pesar de que en 1848 ya había publicado un artículo refrene a la teoría


cinética de los gases, donde por primera vez se estimaba la velocidad de las
moléculas gaseosas, abandonó su línea de investigación y prefirió convertirse
en ayudante de William Thomson (Lord Kelvin), y, como fruto de esta
colaboración, se llegó al descubrimiento del efecto Joule-Thomson, según el
cual es posible enfriar un gas en expansión si se lleva a cabo el trabajo
necesario para separar las moléculas del gas. Ello posibilitó posteriormente la
licuefacción de los gases y llevó a la ley de la energía interna de un gas
perfecto, según la cual la energía interna de un gas perfecto es
independiente de su volumen y dependiente de la temperatura.
Nicolas Leonard Sadi Carnot.
Nicolas Leonard Sadi Carnot. Nació en París, 1 de junio de 1796 - 24 de
agosto de 1832, normalmente llamado Sadi Carnot fue un físico e ingeniero
francés pionero en el estudio de la termodinámica. Se le reconoce hoy como
el fundador o padre de la termodinámica. Era hijo de Lazare Carnot, conocido
como el Gran Carnot, y tío de Marie François Sadi Carnot, que llegó a ser
Presidente de la República Francesa. Licenciado en la Escuela Politécnica, en
1824 publicó su obra maestra: "Reflexiones sobre la potencia motriz del
fuego y sobre las máquinas adecuadas para desarrollar esta potencia", donde
expuso las ideas que darían forma al segundo principio de la termodinámica.
Estos trabajos, poco comprendidos por parte de sus contemporáneos, fueron
más tarde conocidos en Alemania por Rudolf Clausius (que fue quien los
difundió) y por William Thomson (Lord Kelvin) en el Reino Unido. Como
reconocimiento a las aportaciones del primero, el principio de Carnot se
rebautizó como principio de Carnot-Clausius. Este principio permite
determinar el máximo rendimiento de una máquina térmica en función de las
temperaturas de su fuente caliente y de su fuente fría. Cuando Luis XVIII
envió a Carnot a Inglaterra para investigar el elevado rendimiento de sus
máquinas de vapor, se dio cuenta que la creencia generalizada de elevar la
temperatura lo más posible para obtener el vapor mejoraba el
funcionamiento de las máquinas. Poco después descubrió una relación entre
las temperaturas del foco caliente y frío y el rendimiento de la máquina.
Como corolario se obtiene que ninguna máquina real alcanza el rendimiento
teórico de Carnot (obtenido siguiendo el ciclo de Carnot), que es el máximo
posible para ese intervalo de temperaturas. Toda máquina que sigue este
ciclo de Carnot es conocida como máquina de Carnot.

Sadi Carnot no publicó nada después de 1824 y es probable que él mismo


creyera haber fracasado, él mismo se refería como un simple "constructor de
motores de vapor” 1 sin embargo su pensamiento es original, único en la
historia de la ciencia moderna, pues a diferencia de lo que le sucede a
muchos otros científicos, no se apoya en nada anterior y abre un amplio
campo a la investigación. Ese libro, ignorado hasta entonces por la
comunidad científica de la época, fue rescatado del olvido por el ingeniero
ferroviario Emile Clapeyron, que contribuyó con su nueva representación
gráfica a hacer más fácil y comprensible la teoría de Carnot. A partir de
entonces influyó de manera definitiva en Clausius y Thomson, quienes
formularon de una manera matemática las bases de la termodinámica.

Sadi Carnot se retiró del ejército francés en 1828 y con su patrimonio pudo
llevar una vida tranquila necesaria para su pobre estado de salud mental,
dedicándose a sus estudios de motores de vapor y como un asiduo lector de
clásicos franceses como Blaise Pascal, Molière y Jean de La Fontaine. Murió
en 1832 víctima de una epidemia de cólera que asoló París en el hospital de
Ivry-sur-Seine y sus funerales civiles se llevaron a cabo en condiciones de
anonimato.

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