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TEMARIO LEGISLATIVO OPE ERA 2022

Parte general

1. La Constitución española de 1978: Título Preliminar; de los derechos y deberes fundamentales


(título I).

2. El Estatuto de Autonomía del Principado de Asturias: Título Preliminar; de los órganos institucionales
del Principadode Asturias (título II y título II.bis).

3. El texto refundido de la Ley del Estatuto Básico del Empleado Público: concepto y clases de
empleados públicos (artículo 8), definición de personal laboral (artículo 11) y derechos de los
empleados públicos (artículos 14 y 15). Regulación en materia de jornada, horario, vacaciones,
permisos y régimen de ausencias: Jornada: Acuerdo de Consejo de Gobierno de 24 de mayo de 2019
(BOPA de 27/05/2019); Horario, vacaciones, permisos y régimen de ausencias: Acuerdo de Consejo de
Gobierno de 30 de abril de 2013 (BOPA de 3/05/2013), modificado por sendos Acuerdos de 27 de
enero de 2016 (BOPA de 29/01/2016).

4. La Ley Orgánica 3/2007, de 22 de marzo, para la Igualdad Efectiva de Mujeres y Hombres:


consideraciones básicas(artículos 1 a 7). La Ley Orgánica 1/2004, de 28 de diciembre, de Medidas de
Protección Integral contra la Violencia de Género: Título Preliminar.

Parte específica

5. La Ley 39/2006, de 14 de diciembre, de Promoción de la Autonomía Personal y Atención a las


personas en situación de dependencia: Disposiciones Generales. La Ley del Principado de Asturias
7/1991, de 5 de abril, de asistencia y protección al anciano: del objeto y ámbito de aplicación; de los
derechos y deberes de los residentes en establecimientos residenciales (título III).

6. La Ley 31/1995, de 8 de noviembre, de Prevención de Riesgos Laborales: Objeto, ámbito de


aplicación y definiciones (capítulo I). Derechos y obligaciones relacionadas con el área de atenciones y
cuidados personales.

7. Secreto profesional. La Ley Orgánica 15/1999, de 13 de diciembre, de Protección de Datos de


Carácter Personal: Disposiciones generales (título I); Principios de la Protección de Datos (título II).

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TEMA 1
La Constitución Española

TITULO PRELIMINAR

Artículo 1
1. España se constituye en un Estado social y democrático de Derecho, que propugna como valores
superiores de su ordenamiento jurídico la libertad, la justicia, la igualdad y el pluralismo político.
2. La soberanía nacional reside en el pueblo español, del que emanan los poderes del Estado.
3. La forma política del Estado español es la Monarquía parlamentaria.

Artículo 2
La Constitución se fundamenta en la indisoluble unidad de la Nación española, patria común e
indivisible de todos los españoles, y reconoce y garantiza el derecho a la autonomía de las
nacionalidades y regiones que la integran y la solidaridad entre todas ellas.

Artículo 3
1. El castellano es la lengua española oficial del Estado. Todos los españoles tienen el deber de
conocerla y el derecho a usarla.
2. Las demás lenguas españolas serán también oficiales en las respectivas Comunidades Autónomas de
acuerdo con sus Estatutos.
3. La riqueza de las distintas modalidades lingüísticas de España es un patrimonio cultural que será
objeto de especial respeto y protección.

Artículo 4
1. La bandera de España está formada por tres franjas horizontales, roja, amarilla y roja, siendo la
amarilla de doble anchura que cada una de las rojas.
2. Los Estatutos podrán reconocer banderas y enseñas propias de las Comunidades Autónomas. Estas
se utilizarán junto a la bandera de España en sus edificios públicos y en sus actos oficiales.

Artículo 5
La capital del Estado es la villa de Madrid.

Artículo 6
Los partidos políticos expresan el pluralismo político, concurren a la formación y manifestación de la
voluntad popular y son instrumento fundamental para la participación política. Su creación y el
ejercicio de su actividad son libres dentro del respeto a la Constitución y a la ley. Su estructura interna
y funcionamiento deberán ser democráticos.

Artículo 7
Los sindicatos de trabajadores y las asociaciones empresariales contribuyen a la defensa y promoción
de los intereses económicos y sociales que les son propios. Su creación y el ejercicio de su actividad
son libres dentro del respeto a la Constitución y a la ley. Su estructura interna y funcionamiento
deberán ser democráticos.
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Artículo 8
1. Las Fuerzas Armadas, constituidas por el Ejército de Tierra, la Armada y el Ejército del Aire, tienen
como misión garantizar la soberanía e independencia de España, defender su integridad territorial y el
ordenamiento constitucional.
2. Una ley orgánica regulará las bases de la organización militar conforme a los principios de la
presente Constitución.

Artículo 9
1. Los ciudadanos y los poderes públicos están sujetos a la Constitución y al resto del ordenamiento
jurídico.
2. Corresponde a los poderes públicos promover las condiciones para que la libertad y la igualdad del
individuo y de los grupos en que se integra sean reales y efectivas; remover los obstáculos que impidan
o dificulten su plenitud y facilitar la participación de todos los ciudadanos en la vida política,
económica, cultural y social.
3. La Constitución garantiza el principio de legalidad, la jerarquía normativa, la publicidad de las
normas, la irretroactividad de las disposiciones sancionadoras no favorables o restrictivas de derechos
individuales, la seguridad jurídica, la responsabilidad y la interdicción de la arbitrariedad de los
poderes públicos.

TÍTULO I. De los derechos y deberes fundamentales

Artículo 10
1. La dignidad de la persona, los derechos inviolables que le son inherentes, el libre desarrollo de la
personalidad, el respeto a la ley y a los derechos de los demás son fundamento del orden político y de
la paz social.
2. Las normas relativas a los derechos fundamentales y a las libertades que la Constitución reconoce se
interpretarán de conformidad con la Declaración Universal de Derechos Humanos y los tratados y
acuerdos internacionales sobre las mismas materias ratificados por España.

CAPÍTULO PRIMERO. De los españoles y los extranjeros

Artículo 11
1. La nacionalidad española se adquiere, se conserva y se pierde de acuerdo con lo establecido por la
ley.
2. Ningún español de origen podrá ser privado de su nacionalidad.
3. El Estado podrá concertar tratados de doble nacionalidad con los países iberoamericanos o con
aquellos que hayan tenido o tengan una particular vinculación con España. En estos mismos países,
aun cuando no reconozcan a sus ciudadanos un derecho recíproco, podrán naturalizarse los españoles
sin perder su nacionalidad de origen.

Artículo 12
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Los españoles son mayores de edad a los dieciocho años.

Artículo 13
1. Los extranjeros gozarán en España de las libertades públicas que garantiza el presente Título en los
términos que establezcan los tratados y la ley.
2. Solamente los españoles serán titulares de los derechos reconocidos en el artículo 23, salvo lo que,
atendiendo a criterios de reciprocidad, pueda establecerse por tratado o ley para el derecho de
sufragio activo y pasivo en las elecciones municipales.
3. La extradición sólo se concederá en cumplimiento de un tratado o de la ley, atendiendo al principio
de reciprocidad. Quedan excluidos de la extradición los delitos políticos, no considerándose como tales
los actos de terrorismo.
4. La ley establecerá los términos en que los ciudadanos de otros países y los apátridas podrán gozar
del derecho de asilo en España.

CAPÍTULO SEGUNDO. Derechos y libertades

Artículo 14
Los españoles son iguales ante la ley, sin que pueda prevalecer discriminación alguna por razón de
nacimiento, raza, sexo, religión, opinión o cualquier otra condición o circunstancia personal o social.

Sección 1.ª De los derechos fundamentales y de las libertades públicas

Artículo 15
Todos tienen derecho a la vida y a la integridad física y moral, sin que, en ningún caso, puedan ser
sometidos a tortura ni a penas o tratos inhumanos o degradantes. Queda abolida la pena de muerte,
salvo lo que puedan disponer las leyes penales militares para tiempos de guerra.

Artículo 16
1. Se garantiza la libertad ideológica, religiosa y de culto de los individuos y las comunidades sin más
limitación, en sus manifestaciones, que la necesaria para el mantenimiento del orden público
protegido por la ley.
2. Nadie podrá ser obligado a declarar sobre su ideología, religión o creencias.
3. Ninguna confesión tendrá carácter estatal. Los poderes públicos tendrán en cuenta las creencias
religiosas de la sociedad española y mantendrán las consiguientes relaciones de cooperación con la
Iglesia Católica y las demás confesiones.

Artículo 17
1. Toda persona tiene derecho a la libertad y a la seguridad. Nadie puede ser privado de su libertad,
sino con la observancia de lo establecido en este artículo y en los casos y en la forma previstos en la
ley.
2. La detención preventiva no podrá durar más del tiempo estrictamente necesario para la realización
de las averiguaciones tendentes al esclarecimiento de los hechos, y, en todo caso, en el plazo máximo
de setenta y dos horas, el detenido deberá ser puesto en libertad o a disposición de la autoridad
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judicial.
3. Toda persona detenida debe ser informada de forma inmediata, y de modo que le sea
comprensible, de sus derechos y de las razones de su detención, no pudiendo ser obligada a declarar.
Se garantiza la asistencia de abogado al detenido en las diligencias policiales y judiciales, en los
términos que la ley establezca.
4. La ley regulará un procedimiento de «habeas corpus» para producir la inmediata puesta a
disposición judicial de toda persona detenida ilegalmente. Asimismo, por ley se determinará el plazo
máximo de duración de la prisión provisional.

Artículo 18
1. Se garantiza el derecho al honor, a la intimidad personal y familiar y a la propia imagen.
2. El domicilio es inviolable. Ninguna entrada o registro podrá hacerse en él sin consentimiento del
titular o resolución judicial, salvo en caso de flagrante delito.
3. Se garantiza el secreto de las comunicaciones y, en especial, de las postales, telegráficas y
telefónicas, salvo resolución judicial.
4. La ley limitará el uso de la informática para garantizar el honor y la intimidad personal y familiar de
los ciudadanos y el pleno ejercicio de sus derechos.

Artículo 19
Los españoles tienen derecho a elegir libremente su residencia y a circular por el territorio nacional.
Asimismo, tienen derecho a entrar y salir libremente de España en los términos que la ley establezca.
Este derecho no podrá ser limitado por motivos políticos o ideológicos.

Artículo 20
1. Se reconocen y protegen los derechos:
a) A expresar y difundir libremente los pensamientos, ideas y opiniones mediante la palabra, el
escrito o cualquier otro medio de reproducción.
b) A la producción y creación literaria, artística, científica y técnica.
c) A la libertad de cátedra.
d) A comunicar o recibir libremente información veraz por cualquier medio de difusión. La ley
regulará el derecho a la cláusula de conciencia y al secreto profesional en el ejercicio de estas
libertades.
2. El ejercicio de estos derechos no puede restringirse mediante ningún tipo de censura previa.
3. La ley regulará la organización y el control parlamentario de los medios de comunicación social
dependientes del Estado o de cualquier ente público y garantizará el acceso a dichos medios de los
grupos sociales y políticos significativos, respetando el pluralismo de la sociedad y de las diversas
lenguas de España.
4. Estas libertades tienen su límite en el respeto a los derechos reconocidos en este Título, en los
preceptos de las leyes que lo desarrollen y, especialmente, en el derecho al honor, a la intimidad, a la
propia imagen y a la protección de la juventud y de la infancia.
5. Sólo podrá acordarse el secuestro de publicaciones, grabaciones y otros medios de información en
virtud de resolución judicial.

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Artículo 21
1. Se reconoce el derecho de reunión pacífica y sin armas. El ejercicio de este derecho no necesitará
autorización previa.
2. En los casos de reuniones en lugares de tránsito público y manifestaciones se dará comunicación
previa a la autoridad, que sólo podrá prohibirlas cuando existan razones fundadas de alteración del
orden público, con peligro para personas o bienes.

Artículo 22
1. Se reconoce el derecho de asociación.
2. Las asociaciones que persigan fines o utilicen medios tipificados como delito son ilegales.
3. Las asociaciones constituidas al amparo de este artículo deberán inscribirse en un registro a los solos
efectos de publicidad.
4. Las asociaciones sólo podrán ser disueltas o suspendidas en sus actividades en virtud de resolución
judicial motivada
5. Se prohíben las asociaciones secretas y las de carácter paramilitar.

Artículo 23
1. Los ciudadanos tienen el derecho a participar en los asuntos públicos, directamente o por medio de
representantes, libremente elegidos en elecciones periódicas por sufragio universal.
2. Asimismo, tienen derecho a acceder en condiciones de igualdad a las funciones y cargos públicos,
con los requisitos que señalen las leyes.

Artículo 24
1. Todas las personas tienen derecho a obtener la tutela efectiva de los jueces y tribunales en el
ejercicio de sus derechos e intereses legítimos, sin que, en ningún caso, pueda producirse indefensión.
2. Asimismo, todos tienen derecho al Juez ordinario predeterminado por la ley, a la defensa y a la
asistencia de letrado, a ser informados de la acusación formulada contra ellos, a un proceso público sin
dilaciones indebidas y con todas las garantías, a utilizar los medios de prueba pertinentes para su
defensa, a no declarar contra sí mismos, a no confesarse culpables y a la presunción de inocencia.
La ley regulará los casos en que, por razón de parentesco o de secreto profesional, no se estará
obligado a declarar sobre hechos presuntamente delictivos.

Artículo 25
1. Nadie puede ser condenado o sancionado por acciones u omisiones que en el momento de
producirse no constituyan delito, falta o infracción administrativa, según la legislación vigente en aquel
momento.
2. Las penas privativas de libertad y las medidas de seguridad estarán orientadas hacia la reeducación
y reinserción social y no podrán consistir en trabajos forzados. El condenado a pena de prisión que
estuviere cumpliendo la misma gozará de los derechos fundamentales de este Capítulo, a excepción de
los que se vean expresamente limitados por el contenido del fallo condenatorio, el sentido de la pena
y la ley penitenciaria. En todo caso, tendrá derecho a un trabajo remunerado y a los beneficios
correspondientes de la Seguridad Social, así como al acceso a la cultura y al desarrollo integral de su
personalidad.
3. La Administración civil no podrá imponer sanciones que, directa o subsidiariamente, impliquen
privación de libertad.
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Artículo 26
Se prohíben los Tribunales de Honor en el ámbito de la Administración civil y de las organizaciones
profesionales.

Artículo 27
1. Todos tienen el derecho a la educación. Se reconoce la libertad de enseñanza.
2. La educación tendrá por objeto el pleno desarrollo de la personalidad humana en el respeto a los
principios democráticos de convivencia y a los derechos y libertades fundamentales.
3. Los poderes públicos garantizan el derecho que asiste a los padres para que sus hijos reciban la
formación religiosa y moral que esté de acuerdo con sus propias convicciones.
4. La enseñanza básica es obligatoria y gratuita.
5. Los poderes públicos garantizan el derecho de todos a la educación, mediante una programación
general de la enseñanza, con participación efectiva de todos los sectores afectados y la creación de
centros docentes.
6. Se reconoce a las personas físicas y jurídicas la libertad de creación de centros docentes, dentro del
respeto a los principios constitucionales.
7. Los profesores, los padres y, en su caso, los alumnos intervendrán en el control y gestión de todos
los centros sostenidos por la Administración con fondos públicos, en los términos que la ley establezca.
8. Los poderes públicos inspeccionarán y homologarán el sistema educativo para garantizar el
cumplimiento de las leyes.
9. Los poderes públicos ayudarán a los centros docentes que reúnan los requisitos que la ley
establezca.
10. Se reconoce la autonomía de las Universidades, en los términos que la ley establezca.

Artículo 28
1. Todos tienen derecho a sindicarse libremente. La ley podrá limitar o exceptuar el ejercicio de este
derecho a las Fuerzas o Institutos armados o a los demás Cuerpos sometidos a disciplina militar y
regulará las peculiaridades de su ejercicio para los funcionarios públicos. La libertad sindical
comprende el derecho a fundar sindicatos y a afiliarse al de su elección, así como el derecho de los
sindicatos a formar confederaciones y a fundar organizaciones sindicales internacionales o a afiliarse a
las mismas. Nadie podrá ser obligado a afiliarse a un sindicato.
2. Se reconoce el derecho a la huelga de los trabajadores para la defensa de sus intereses. La ley que
regule el ejercicio de este derecho establecerá las garantías precisas para asegurar el mantenimiento
de los servicios esenciales de la comunidad.

Artículo 29
1. Todos los españoles tendrán el derecho de petición individual y colectiva, por escrito, en la forma y
con los efectos que determine la ley.
2. Los miembros de las Fuerzas o Institutos armados o de los Cuerpos sometidos a disciplina militar
podrán ejercer este derecho sólo individualmente y con arreglo a lo dispuesto en su legislación
específica.

Sección 2.ª De los derechos y deberes de los ciudadanos

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Artículo 30
1. Los españoles tienen el derecho y el deber de defender a España.
2. La ley fijará las obligaciones militares de los españoles y regulará, con las debidas garantías, la
objeción de conciencia, así como las demás causas de exención del servicio militar obligatorio,
pudiendo imponer, en su caso, una prestación social sustitutoria.
3. Podrá establecerse un servicio civil para el cumplimiento de fines de interés general.
4. Mediante ley podrán regularse los deberes de los ciudadanos en los casos de grave riesgo,
catástrofe o calamidad pública.

Artículo 31
1. Todos contribuirán al sostenimiento de los gastos públicos de acuerdo con su capacidad económica
mediante un sistema tributario justo inspirado en los principios de igualdad y progresividad que, en
ningún caso, tendrá alcance confiscatorio.
2. El gasto público realizará una asignación equitativa de los recursos públicos, y su programación y
ejecución responderán a los criterios de eficiencia y economía.
3. Sólo podrán establecerse prestaciones personales o patrimoniales de carácter público con arreglo a
la ley.

Artículo 32
1. El hombre y la mujer tienen derecho a contraer matrimonio con plena igualdad jurídica.
2. La ley regulará las formas de matrimonio, la edad y capacidad para contraerlo, los derechos y
deberes de los cónyuges, las causas de separación y disolución y sus efectos.

Artículo 33
1. Se reconoce el derecho a la propiedad privada y a la herencia.
2. La función social de estos derechos delimitará su contenido, de acuerdo con las leyes.
3. Nadie podrá ser privado de sus bienes y derechos sino por causa justificada de utilidad pública o
interés social, mediante la correspondiente indemnización y de conformidad con lo dispuesto por las
leyes.

Artículo 34
1. Se reconoce el derecho de fundación para fines de interés general, con arreglo a la ley.
2. Regirá también para las fundaciones lo dispuesto en los apartados 2 y 4 del artículo 22.

Artículo 35
1. Todos los españoles tienen el deber de trabajar y el derecho al trabajo, a la libre elección de
profesión u oficio, a la promoción a través del trabajo y a una remuneración suficiente para satisfacer
sus necesidades y las de su familia, sin que en ningún caso pueda hacerse discriminación por razón de
sexo.
2. La ley regulará un estatuto de los trabajadores.

Artículo 36
La ley regulará las peculiaridades propias del régimen jurídico de los Colegios Profesionales y el

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ejercicio de las profesiones tituladas. La estructura interna y el funcionamiento de los Colegios
deberán ser democráticos.

Artículo 37
1. La ley garantizará el derecho a la negociación colectiva laboral entre los representantes de los
trabajadores y empresarios, así como la fuerza vinculante de los convenios.
2. Se reconoce el derecho de los trabajadores y empresarios a adoptar medidas de conflicto colectivo.
La ley que regule el ejercicio de este derecho, sin perjuicio de las limitaciones que puedan establecer,
incluirá las garantías precisas para asegurar el funcionamiento de los servicios esenciales de la
comunidad.

Artículo 38
Se reconoce la libertad de empresa en el marco de la economía de mercado. Los poderes públicos
garantizan y protegen su ejercicio y la defensa de la productividad, de acuerdo con las exigencias de la
economía general y, en su caso, de la planificación.

CAPÍTULO TERCERO. De los principios rectores de la política social y económica

Artículo 39
1. Los poderes públicos aseguran la protección social, económica y jurídica de la familia.
2. Los poderes públicos aseguran, asimismo, la protección integral de los hijos, iguales éstos ante la ley
con independencia de su filiación, y de las madres, cualquiera que sea su estado civil. La ley posibilitará
la investigación de la paternidad.
3. Los padres deben prestar asistencia de todo orden a los hijos habidos dentro o fuera del
matrimonio, durante su minoría de edad y en los demás casos en que legalmente proceda.
4. Los niños gozarán de la protección prevista en los acuerdos internacionales que velan por sus
derechos.

Artículo 40
1. Los poderes públicos promoverán las condiciones favorables para el progreso social y económico y
para una distribución de la renta regional y personal más equitativa, en el marco de una política de
estabilidad económica. De manera especial realizarán una política orientada al pleno empleo.
2. Asimismo, los poderes públicos fomentarán una política que garantice la formación y readaptación
profesionales; velarán por la seguridad e higiene en el trabajo y garantizarán el descanso necesario,
mediante la limitación de la jornada laboral, las vacaciones periódicas retribuidas y la promoción de
centros adecuados.

Artículo 41
Los poderes públicos mantendrán un régimen público de Seguridad Social para todos los ciudadanos,
que garantice la asistencia y prestaciones sociales suficientes ante situaciones de necesidad,
especialmente en caso de desempleo. La asistencia y prestaciones complementarias serán libres.

Artículo 42
El Estado velará especialmente por la salvaguardia de los derechos económicos y sociales de los
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trabajadores españoles en el extranjero y orientará su política hacia su retorno.

Artículo 43
1. Se reconoce el derecho a la protección de la salud.
2. Compete a los poderes públicos organizar y tutelar la salud pública a través de medidas preventivas
y de las prestaciones y servicios necesarios. La ley establecerá los derechos y deberes de todos al
respecto.
3. Los poderes públicos fomentarán la educación sanitaria, la educación física y el deporte. Asimismo
facilitarán la adecuada utilización del ocio.

Artículo 44
1. Los poderes públicos promoverán y tutelarán el acceso a la cultura, a la que todos tienen derecho.
2. Los poderes públicos promoverán la ciencia y la investigación científica y técnica en beneficio del
interés general.

Artículo 45
1. Todos tienen el derecho a disfrutar de un medio ambiente adecuado para el desarrollo de la
persona, así como el deber de conservarlo.
2. Los poderes públicos velarán por la utilización racional de todos los recursos naturales, con el fin de
proteger y mejorar la calidad de la vida y defender y restaurar el medio ambiente, apoyándose en la
indispensable solidaridad colectiva.
3. Para quienes violen lo dispuesto en el apartado anterior, en los términos que la ley fije se
establecerán sanciones penales o, en su caso, administrativas, así como la obligación de reparar el
daño causado.

Artículo 46
Los poderes públicos garantizarán la conservación y promoverán el enriquecimiento del patrimonio
histórico, cultural y artístico de los pueblos de España y de los bienes que lo integran, cualquiera que
sea su régimen jurídico y su titularidad. La ley penal sancionará los atentados contra este patrimonio.

Artículo 47
Todos los españoles tienen derecho a disfrutar de una vivienda digna y adecuada. Los poderes públicos
promoverán las condiciones necesarias y establecerán las normas pertinentes para hacer efectivo este
derecho, regulando la utilización del suelo de acuerdo con el interés general para impedir la
especulación. La comunidad participará en las plusvalías que genere la acción urbanística de los entes
públicos.

Artículo 48
Los poderes públicos promoverán las condiciones para la participación libre y eficaz de la juventud en
el desarrollo político, social, económico y cultural.

Artículo 49
Los poderes públicos realizarán una política de previsión, tratamiento, rehabilitación e integración de
los disminuidos físicos, sensoriales y psíquicos a los que prestarán la atención especializada que
requieran y los ampararán especialmente para el disfrute de los derechos que este Título otorga a
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todos los ciudadanos.

Artículo 50
Los poderes públicos garantizarán, mediante pensiones adecuadas y periódicamente actualizadas, la
suficiencia económica a los ciudadanos durante la tercera edad. Asimismo, y con independencia de las
obligaciones familiares, promoverán su bienestar mediante un sistema de servicios sociales que
atenderán sus problemas específicos de salud, vivienda, cultura y ocio.

Artículo 51
1. Los poderes públicos garantizarán la defensa de los consumidores y usuarios, protegiendo,
mediante procedimientos eficaces, la seguridad, la salud y los legítimos intereses económicos de los
mismos.
2. Los poderes públicos promoverán la información y la educación de los consumidores y usuarios,
fomentarán sus organizaciones y oirán a éstas en las cuestiones que puedan afectar a aquéllos, en los
términos que la ley establezca.
3. En el marco de lo dispuesto por los apartados anteriores, la ley regulará el comercio interior y el
régimen de autorización de productos comerciales.

Artículo 52
La ley regulará las organizaciones profesionales que contribuyan a la defensa de los intereses
económicos que les sean propios. Su estructura interna y funcionamiento deberán ser democráticos.

CAPÍTULO CUARTO.De las garantías de las libertades y derechos fundamentales

Artículo 53
1. Los derechos y libertades reconocidos en el Capítulo segundo del presente Título vinculan a todos
los poderes públicos. Sólo por ley, que en todo caso deberá respetar su contenido esencial, podrá
regularse el ejercicio de tales derechos y libertades, que se tutelarán de acuerdo con lo previsto en el
artículo 161, 1, a).
2. Cualquier ciudadano podrá recabar la tutela de las libertades y derechos reconocidos en el artículo
14 y la Sección primera del Capítulo segundo ante los Tribunales ordinarios por un procedimiento
basado en los principios de preferencia y sumariedad y, en su caso, a través del recurso de amparo
ante el Tribunal Constitucional. Este último recurso será aplicable a la objeción de conciencia
reconocida en el artículo 30.
3. El reconocimiento, el respeto y la protección de los principios reconocidos en el Capítulo tercero
informarán la legislación positiva, la práctica judicial y la actuación de los poderes públicos. Sólo
podrán ser alegados ante la Jurisdicción ordinaria de acuerdo con lo que dispongan las leyes que los
desarrollen.

Artículo 54
Una ley orgánica regulará la institución del Defensor del Pueblo, como alto comisionado de las Cortes
Generales, designado por éstas para la defensa de los derechos comprendidos en este Título, a cuyo
efecto podrá supervisar la actividad de la Administración, dando cuenta a las Cortes Generales.

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CAPÍTULO QUINTO. De la suspensión de los derechos y libertades

Artículo 55
1. Los derechos reconocidos en los artículos 17, 18, apartados 2 y 3, artículos 19, 20, apartados 1, a) y
d), y 5, artículos 21, 28, apartado 2, y artículo 37, apartado 2, podrán ser suspendidos cuando se
acuerde la declaración del estado de excepción o de sitio en los términos previstos en la Constitución.
Se exceptúa de lo establecido anteriormente el apartado 3 del artículo 17 para el supuesto de
declaración de estado de excepción.
2. Una ley orgánica podrá determinar la forma y los casos en los que, de forma individual y con la
necesaria intervención judicial y el adecuado control parlamentario, los derechos reconocidos en los
artículos 17, apartado 2, y 18, apartados 2 y 3, pueden ser suspendidos para personas determinadas,
en relación con las investigaciones correspondientes a la actuación de bandas armadas o elementos
terroristas.
La utilización injustificada o abusiva de las facultades reconocidas en dicha ley orgánica producirá
responsabilidad penal, como violación de los derechos y libertades reconocidos por las leyes.

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TEMA 2

Estatuto de Autonomía para Asturias

TITULO PRELIMINAR

Artículo 1.
1. Asturias se constituye en Comunidad Autónoma de acuerdo con la Constitución y el presente
Estatuto que es su norma institucional básica.
2. La Comunidad Autónoma, comunidad histórica constituida en el ejercicio del derecho al
autogobierno amparado por la Constitución, se denomina Principado de Asturias.

Artículo 2.
El territorio del Principado de Asturias es el de los concejos comprendidos dentro de los límites
actuales de la provincia de Asturias, para cuya modificación se estará a lo dispuesto en el artículo 56 de
este Estatuto.

Artículo 3.
1. La bandera del Principado de Asturias es la tradicional con la Cruz de la Victoria en amarillo sobre
fondo azul.
2. El Principado de Asturias tiene escudo propio y establecerá su himno por Ley del Principado.

Artículo 4.
1. El bable gozará de protección. Se promoverá su uso, su difusión en los medios de comunicación y su
enseñanza, respetando en todo caso las variantes locales y la voluntariedad en su aprendizaje.
2. Una ley del Principado regulará la protección, uso y promoción del bable.

Artículo 5.
La sede de las instituciones del principado de Asturias es la ciudad de Oviedo, sin perjuicio de que por
Ley del Principado se establezca alguno de sus organismos, servicios o dependencias en otro lugar del
territorio.

Artículo 6.
1. El Principado de Asturias se organiza territorialmente en municipios, que recibirán la denominación
tradicional de Concejos y en Comarcas.
2. Se reconocerá personalidad jurídica a la parroquia rural como forma tradicional de convivencia y
asentamiento de la población asturiana.

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3. Podrán crearse Areas Metropolitanas.

Artículo 7.
1. A los efectos del presente Estatuto gozan de la condición política de asturianos los ciudadanos
españoles que, de acuerdo con las leyes generales del Estado, tengan vecindad administrativa en
cualesquiera de los Concejos de Asturias.
2. Como asturianos, gozan de los derechos políticos definidos en este Estatuto los ciudadanos
españoles residentes en el extranjero que hayan tenido la última vecindad administrativa en Asturias y
acrediten esta condición en el correspondiente Consulado de España. Gozarán también de estos
derechos, si así lo solicitan, sus descendientes inscritos como españoles en la forma que determine la
ley del Estado.

Artículo 8.
Las comunidades asturianas asentadas fuera de Asturias podrán solicitar como tales, el
reconocimiento de su asturianía, entendida como el derecho a colaborar y compartir la vida social y
cultural de Asturias. Una ley del Principado de Asturias regulará, sin perjuicio de las competencias del
Estado, el alcance y contenido de dicho reconocimiento, que en ningún caso implicará la concesión de
derechos políticos.
El Principado de Asturias podrá solicitar del Estado que para facilitar lo dispuesto anteriormente,
celebre los oportunos Tratados o Convenios Internacionales con los Estados donde existan dichas
comunidades.

Artículo 9.
1. Los derechos y deberes fundamentales de los asturianos, son los establecidos en la Constitución.
2. Las instituciones de la Comunidad Autónoma de Asturias, dentro del marco de sus competencias,
velarán especialmente por:
a) Garantizar el adecuado ejercicio de los derechos y deberes fundamentales de cuantos
residen en el territorio del Principado.
b) Impulsar una política tendente a la mejora de las condiciones de vida y trabajo.
c) Adoptar aquellas medidas que tiendan a fomentar el incremento del empleo y la estabilidad
económica.
d) Procurar la adopción de medidas dirigidas a promover las condiciones y a remover los
obstáculos, para que la libertad y la igualdad del individuo y de los grupos en que se integra,
sean efectivas y reales.
e) Facilitar la participación de todos los ciudadanos en la vida política, económica, cultural y
social de Asturias.

TITULO II. De los órganos institucionales del Principado de Asturias

Artículo 22.
Los órganos institucionales del Principado de Asturias son la Junta General, el Consejo de Gobierno y el
Presidente.

CAPITULO I. De la Junta General del Principado de Asturias


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Artículo 23.
1. La Junta General del Principado de Asturias representa al pueblo asturiano, ejerce la potestad
legislativa, aprueba los presupuestos, orienta y controla la acción del Consejo de Gobierno y ejerce las
restantes competencias que le confiere la Constitución, este Estatuto y demás normas del
ordenamiento jurídico.
2. La Junta General es inviolable.

Artículo 24.
Compete también a la Junta General:
1. Elegir de entre sus miembros al Presidente del Principado de Asturias.
2. Designar los Senadores a que se refiere el artículo sesenta y nueve coma cinco, de la Constitución,
con arreglo a lo que establezca una ley de la Junta, que asegurará, en todo caso, la adecuada
representación proporcional.
3. Ejercitar la iniciativa legislativa según lo dispuesto en la Constitución.
4. Fijar las previsiones de índole política, social y económica que, de acuerdo con el artículo ciento
treinta y uno coma dos, de la Constitución, haya de suministrar el principado de Asturias al Gobierno
para la elaboración de los proyectos de planificación.
5. Ejercer las competencias atribuidas por el artículo 10.1.2, al Principado de Asturias en lo relativo a la
alteración de los términos y denominaciones de los Concejos, así como las facultades en relación a la
creación de organizaciones territoriales en los términos establecidos en dicho artículo.
6. Regular la delegación de competencias administrativas del Principado en uno o varios municipios o
en las organizaciones territoriales a que se hace referencia en el artículo sexto.
7. Autorizar al Consejo de Gobierno la prestación del consentimiento para obligarse en los convenios y
acuerdos del Principado de Asturias con otras Comunidades Autónomas, así como supervisar su
ejecución. El Consejo de Gobierno dará cuenta a la Junta General del resto de los convenios y acuerdos
que obliguen al Principado.
8. Establecer tributos. Autorizar el recurso al crédito.
9. Aprobar el programa del Consejo de Gobierno y exigir su responsabilidad política en la forma que
determine una Ley de la Junta.
10. Examinar y aprobar la Cuenta General del Principado, sin perjuicio de lo dispuesto en los artículos
35 ter y 55 de este Estatuto.
11. Interponer recursos de inconstitucionalidad y personarse ante el Tribunal Constitucional en los
supuestos y términos previstos en la Constitución y en la Ley Orgánica del Tribunal Constitucional.
12. Recibir la información que ha de remitirle el Consejo de Gobierno sobre tratados y convenios
internacionales en cuanto se refieran a materias de particular interés para el Principado de Asturias,
emitiendo su parecer sobre los mismos.

Artículo 24 bis.
1. La Junta General podrá delegar en el Consejo de Gobierno la potestad de dictar normas con rango
de ley.
2. Las disposiciones del Consejo de Gobierno que contengan legislación delegada recibirán el título de
Decretos legislativos.
3. No podrá delegarse la aprobación de la Ley de Presupuestos ni la de normas con rango de ley para
las que este Estatuto, las leyes o el Reglamento de la Junta General requieran mayorías cualificadas.
15
4. La delegación legislativa habrá de otorgarse al Consejo de Gobierno de forma expresa para materia
concreta y con fijación del plazo para su ejercicio. La delegación se agota por el uso que de ella haga el
Consejo de Gobierno mediante la publicación de la norma correspondiente. No podrá entenderse
concedida de modo implícito o por tiempo indeterminado. Tampoco podrá permitir la subdelegación a
autoridades distintas del propio Consejo de Gobierno.
5. La delegación legislativa deberá otorgarse mediante una ley de bases cuando su objeto sea la
formación de textos articulados o por una ley ordinaria cuando se trate de refundir varios textos
legales en uno solo.
6. Las leyes de bases delimitarán con precisión el objeto y alcance de la delegación legislativa y los
principios y criterios que han de seguirse en su ejercicio. Las leyes de bases no podrán en ningún caso
autorizar su propia modificación ni facultar para dictar normas con carácter retroactivo.
7. La autorización para refundir textos legales determinará el ámbito normativo a que se refiere el
contenido de la delegación, especificando si se circunscribe a la mera formulación de un texto único o
si se incluye la de regularizar, aclarar y armonizar los textos legales que han de ser refundidos.
8. Cuando una proposición de ley o una enmienda fuere contraria a la delegación legislativa en vigor, el
Consejo de Gobierno está facultado para oponerse a su tramitación. En tal supuesto, podrá
presentarse una proposición de ley para la derogación total o parcial de la ley de delegación.
9. Sin perjuicio del control jurisdiccional, el Reglamento de la Junta General y las leyes de delegación
podrán establecer fórmulas adicionales de control.

Artículo 25.
1. La Junta General es elegida por un período de cuatro años mediante sufragio universal, libre, igual,
directo y secreto, con aplicación de un sistema de representación proporcional.
2. Por ley del Principado, cuya aprobación y reforma requiere el voto de la mayoría absoluta de la
Junta General, se fijará el número de miembros, entre 35 y 45, sus causas de inelegibilidad e
incompatibilidad y las demás circunstancias del procedimiento electoral.
3. El Presidente del Principado, previa deliberación del Consejo de Gobierno y bajo su exclusiva
responsabilidad, podrá acordar la disolución de la Cámara, con anticipación al término natural de la
legislatura.
La disolución se acordará por Decreto, en el que se convocarán a su vez elecciones, conteniéndose en
el mismo cuantos requisitos exija la legislación electoral aplicable.
El Presidente no podrá acordar la disolución de la Cámara durante el primer período de sesiones de la
legislatura, cuando reste menos de un año para su terminación, ni cuando se encuentre en tramitación
una moción de censura. Tampoco podrá acordar la disolución antes de que transcurra el plazo de un
año desde la última disolución por este procedimiento.
En ningún supuesto podrá el Presidente disolver la Cámara cuando se encuentre convocado un
proceso electoral estatal.
En todo caso, la nueva Cámara que resulte de la convocatoria electoral tendrá un mandato limitado
por el término natural de la legislatura originaria.
4. Las elecciones serán convocadas por el Presidente del Principado en los términos previstos en la Ley
de Régimen Electoral General, de manera que se celebren el cuarto domingo de mayo de cada cuatro
años, sin perjuicio de lo que dispongan las Cortes Generales, con el fin exclusivo de coordinar el
calendario de las diversas consultas electorales.
5. La Junta General electa será convocada por el Presidente del Principado cesante, dentro de los
quince días siguientes a la celebración de las elecciones.

Artículo 26.
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Los miembros de la Junta General del Principado:
1. No están vinculados por mandato imperativo.
2. Gozarán, aún después de haber cesado en su mandato de inviolabilidad por las opiniones
manifestadas en actos parlamentarios y por los votos emitidos en el ejercicio de su cargo. Durante su
mandato no podrán ser detenidos ni retenidos por los actos delictivos cometidos en el territorio de
Asturias, sino en caso de flagrante delito, correspondiendo decidir en todo caso sobre su inculpación,
prisión, procesamiento y juicio al Tribunal Superior de Justicia de la Comunidad Autónoma. Fuera de
dicho territorio la responsabilidad penal será exigible, en los mismos términos, ante la Sala de lo Penal
del Tribunal Supremo.
3. Tienen derecho a formular preguntas, interpelaciones y mociones en los términos en que el
Reglamento determine. También les asiste el derecho a obtener de las autoridades de la Comunidad
Autónoma la información precisa para el desarrollo de sus funciones.
4. Por el ejercicio de su cargo representativo, los Diputados de la Junta General percibirán
retribuciones. Las modalidades de las asignaciones serán fijadas de acuerdo con lo que prevea el
Reglamento de la Cámara.

Artículo 27.
1. La Junta General se reunirá anualmente en dos períodos de sesiones, comprendidos entre
septiembre y diciembre el primero, y entre febrero y junio el segundo.
2. A petición del Consejo de Gobierno, de la Diputación Permanente o de la cuarta parte de los
miembros de la Junta, ésta podrá reunirse en sesión extraordinaria, que se clausurará al agotar el
orden del día determinado para el que fue convocada.
3. Las sesiones plenarias de la Junta son públicas, salvo en los casos previstos en el Reglamento.
4. Para la deliberación y adopción de acuerdos, la Junta ha de estar reunida reglamentariamente y con
asistencia de la mayoría de sus miembros. Los acuerdos se adoptan por mayoría de los presentes si el
Estatuto, las Leyes o el Reglamento no exigen otras mayorías más cualificadas.
5. El voto es personal y no delegable.

Artículo 28.
1. La Junta General aprueba su Presupuesto y el estatuto de su personal, y establece su propio
Reglamento, en el que se contendrá, además, el estatuto de sus miembros. La aprobación del
Reglamento y su reforma precisarán el voto favorable de la mayoría absoluta.
2. La Junta, en su primera sesión, elige su Presidente y demás componentes de la Mesa, que no podrán
ser en ningún caso miembros del Consejo de Gobierno ni Presidente del mismo.

Artículo 29.
1. La Junta General del Principado funciona en Pleno y en Comisiones.
2. Las Comisiones son permanentes y, en su caso, especiales o de investigación.
3. Mientras la Junta General del Principado no esté reunida o cuando hubiere expirado su mandato,
habrá una Diputación Permanente, cuyo procedimiento de elección, composición y funciones regulará
el Reglamento.

Artículo 30.
Los componentes de la Junta se constituyen en Grupos, cuyas condiciones de formación, organización
y funciones fijará el Reglamento. Todo miembro de la Cámara deberá estar adscrito a un Grupo y se
garantizará la presencia de cada uno de éstos en las Comisiones y Diputación Permanente en
17
proporción a su importancia numérica.

Artículo 31.
1. La iniciativa para el ejercicio de la potestad legislativa reconocida en el artículo 23 de este Estatuto
corresponde a los miembros de la Junta General y al Consejo de Gobierno. Por ley del Principado se
regulará la iniciativa de los Ayuntamientos y la iniciativa popular para las materias que sean
competencia exclusiva de la Comunidad Autónoma.
2. Las leyes aprobadas por la Junta General serán promulgadas, en nombre del Rey, por el Presidente
del Principado, que dispondrá su publicación en el "Boletín Oficial del Principado de Asturias", en el
plazo de quince días desde su aprobación, y en el "Boletín Oficial del Estado". Los Reglamentos serán
publicados por orden del Presidente del Principado, dentro del mismo plazo, en el "Boletín Oficial del
Principado de Asturias".

CAPITULO II.Del Presidente del Principado de Asturias

Artículo 32.
1. El Presidente del Principado de Asturias será elegido por la Junta General de entre sus miembros y
nombrado por el Rey.
La elección se hará por mayoría absoluta de los miembros de la Junta en primera convocatoria, y por
mayoría simple en las posteriores, debiendo mediar entre cada convocatoria al menos cuarenta y ocho
horas.
Si transcurrido el plazo de dos meses a partir de la constitución de la Junta ningún candidato hubiera
sido elegido, la Junta General electa quedará disuelta, procediéndose a la convocatoria de nuevas
elecciones. El mandato de la nueva Junta durará en todo caso hasta la fecha en que debiera concluir el
de la primera.
2. El Presidente del Principado de Asturias es el del Consejo de Gobierno, cuya actividad dirige,
coordina la administración de la Comunidad Autónoma, designa y separa a los consejeros y ostenta la
suprema representación del Principado y la ordinaria del Estado en Asturias.
3. El Presidente del Principado de Asturias responde políticamente ante la Junta General.
4. Una ley del Principado, aprobada por el voto favorable de la mayoría absoluta, determinará el
estatuto personal, el procedimiento de elección y cese y las atribuciones del Presidente.

CAPITULO III. Del Consejo de Gobierno

Artículo 33.
1. El Consejo de Gobierno es el órgano colegiado que dirige la política de la Comunidad Autónoma y al
que corresponden las funciones ejecutiva y administrativa y el ejercicio de la potestad reglamentaria.
2. Por ley del Principado, aprobada por mayoría absoluta, se regularán las atribuciones del Consejo de
Gobierno, así como el Estatuto, forma de nombramiento y cese de sus componentes.
3. Una ley de la Junta regulará al régimen de publicación de las normas y publicidad de las
disposiciones y actos emanados del Consejo de Gobierno y de la Administración del Principado de
Asturias.
4. El Consejo de Gobierno será informado de los convenios y tratados internacionales que puedan
afectar a materias de su específico interés.
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Artículo 34.
1. El Consejo de Gobierno responde políticamente ante la Junta General de forma solidaria, sin
perjuicio de la responsabilidad directa de cada uno de sus miembros por su gestión.
2. Una ley de la Junta, aprobada por el voto favorable de la mayoría de sus miembros, regulará la
responsabilidad establecida en el número anterior y, en general, las relaciones entre dicha Junta y el
Consejo.

Artículo 35.
1. El Presidente del Consejo de Gobierno previa deliberación del mismo puede plantear ante la Junta
General la cuestión de confianza sobre su programa o sobre una declaración de política general en el
marco de las competencias que se atribuyen al Principado en este Estatuto. La confianza se entenderá
otorgada cuando vote a favor de la misma la mayoría simple de los miembros de la Junta.
2. La Junta General puede exigir la responsabilidad política del Consejo de Gobierno mediante la
adopción por mayoría absoluta de la moción de censura. Esta habrá de ser propuesta al menos por un
quince por ciento de los miembros de la Junta y habrá de incluir un candidato a Presidente del
Principado de Asturias. La moción de censura no podrá ser votada hasta que transcurran cinco días
desde su presentación. En los dos primeros días de dicho plazo podrán presentarse mociones
alternativas. Si la moción de censura no fuese aprobada por la Junta General, sus signatarios no
podrán presentar otras mientras no transcurra un año desde aquélla dentro de la misma legislatura.
3. Si la Junta General negara su confianza, el Presidente del Principado presentará su dimisión ante la
misma, cuyo Presidente convocará en el plazo máximo de quince días la sesión plenaria para la
elección de nuevo Presidente del Principado de acuerdo con el procedimiento del artículo treinta y dos
coma uno sin que en ningún caso suponga la disolución de la Junta General.
4. Si la Junta General adoptara una moción de censura, el Presidente del Principado presentará su
dimisión ante la misma y el candidato incluido en aquélla se entenderá investido de la confianza de la
Junta. El Rey le nombrará Presidente del Principado.
5. El Presidente del Principado no podrá plantear la cuestión de confianza mientras esté en trámite
una moción de censura.
6. El Consejo de Gobierno cesante continuará en sus funciones hasta la toma de posesión del nuevo
Consejo.

Artículo 35 bis.
1. La responsabilidad penal del Presidente del Principado y de los miembros del Consejo de Gobierno
será exigible ante el Tribunal Superior de Justicia del Principado de Asturias por los actos cometidos en
el territorio del Principado. Fuera de éste, la responsabilidad penal será exigible ante la Sala de lo Penal
del Tribunal Supremo.
2. Ante los mismos Tribunales respectivamente será exigible la responsabilidad civil en que dichas
personas hubieren incurrido con ocasión del ejercicio de sus cargos.

TITULO II BIS. De los órganos auxiliares del Principado de Asturias.


Artículo 35 ter.
1. Se crea la Sindicatura de Cuentas del Principado de Asturias. Por ley del Principado se regulará su
composición y funciones.
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2. Dependerá directamente de la Junta General del Principado y ejercerá sus funciones por delegación
de ella en el examen y comprobación de la Cuenta General del Principado.

Artículo 35 quater.
Se crea el Consejo Consultivo del Principado de Asturias como superior órgano de consulta de la
Comunidad Autónoma. Por ley del Principado se regularán su composición y competencias.

TEMA 3

Texto refundido de la Ley del Estatuto Básico del Empleado Público

TÍTULO II. Personal al servicio de las Administraciones Públicas

CAPÍTULO I. Clases de personal

Artículo 8. Concepto y clases de empleados públicos.


1. Son empleados públicos quienes desempeñan funciones retribuidas en las Administraciones
Públicas al servicio de los intereses generales.
2. Los empleados públicos se clasifican en:
a) Funcionarios de carrera.
b) Funcionarios interinos.
c) Personal laboral, ya sea fijo, por tiempo indefinido o temporal.
d) Personal eventual.

Artículo 11. Personal laboral.


1. Es personal laboral el que en virtud de contrato de trabajo formalizado por escrito, en cualquiera de
las modalidades de contratación de personal previstas en la legislación laboral, presta servicios
retribuidos por las Administraciones Públicas. En función de la duración del contrato éste podrá ser
fijo, por tiempo indefinido o temporal.
2. Las leyes de Función Pública que se dicten en desarrollo de este Estatuto establecerán los criterios
para la determinación de los puestos de trabajo que pueden ser desempeñados por personal laboral,
respetando en todo caso lo establecido en el artículo 9.2.
3. Los procedimientos de selección del personal laboral serán públicos, rigiéndose en todo caso por los
principios de igualdad, mérito y capacidad. En el caso del personal laboral temporal se regirá
igualmente por el principio de celeridad, teniendo por finalidad atender razones expresamente
justificadas de necesidad y urgencia.

TÍTULO III. Derechos y deberes. Código de conducta de los empleados públicos

CAPÍTULO I. Derechos de los empleados públicos

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Artículo 14. Derechos individuales.
Los empleados públicos tienen los siguientes derechos de carácter individual en correspondencia con
la naturaleza jurídica de su relación de servicio:
a) A la inamovilidad en la condición de funcionario de carrera.
b) Al desempeño efectivo de las funciones o tareas propias de su condición profesional y de
acuerdo con la progresión alcanzada en su carrera profesional.
c) A la progresión en la carrera profesional y promoción interna según principios
constitucionales de igualdad, mérito y capacidad mediante la implantación de sistemas
objetivos y transparentes de evaluación.
d) A percibir las retribuciones y las indemnizaciones por razón del servicio.
e) A participar en la consecución de los objetivos atribuidos a la unidad donde preste sus
servicios y a ser informado por sus superiores de las tareas a desarrollar.
f) A la defensa jurídica y protección de la Administración Pública en los procedimientos que se
sigan ante cualquier orden jurisdiccional como consecuencia del ejercicio legítimo de sus
funciones o cargos públicos.
g) A la formación continua y a la actualización permanente de sus conocimientos y capacidades
profesionales, preferentemente en horario laboral.
h) Al respeto de su intimidad, orientación sexual, propia imagen y dignidad en el trabajo,
especialmente frente al acoso sexual y por razón de sexo, moral y laboral.
i) A la no discriminación por razón de nacimiento, origen racial o étnico, género, sexo u
orientación sexual, religión o convicciones, opinión, discapacidad, edad o cualquier otra
condición o circunstancia personal o social.
j) A la adopción de medidas que favorezcan la conciliación de la vida personal, familiar y
laboral.
j bis) A la intimidad en el uso de dispositivos digitales puestos a su disposición y frente al uso de
dispositivos de videovigilancia y geolocalización, así como a la desconexión digital en los
términos establecidos en la legislación vigente en materia de protección de datos personales y
garantía de los derechos digitales.
k) A la libertad de expresión dentro de los límites del ordenamiento jurídico.
l) A recibir protección eficaz en materia de seguridad y salud en el trabajo.
m) A las vacaciones, descansos, permisos y licencias.
n) A la jubilación según los términos y condiciones establecidas en las normas aplicables.
o) A las prestaciones de la Seguridad Social correspondientes al régimen que les sea de
aplicación.
p) A la libre asociación profesional.
q) A los demás derechos reconocidos por el ordenamiento jurídico.

Artículo 15. Derechos individuales ejercidos colectivamente.


Los empleados públicos tienen los siguientes derechos individuales que se ejercen de forma colectiva:
a) A la libertad sindical.
b) A la negociación colectiva y a la participación en la determinación de las condiciones de
trabajo.
c) Al ejercicio de la huelga, con la garantía del mantenimiento de los servicios esenciales de la
comunidad.
21
d) Al planteamiento de conflictos colectivos de trabajo, de acuerdo con la legislación aplicable
en cada caso.
e) Al de reunión, en los términos establecidos en el artículo 46 de este Estatuto.

Regulación en materia de jornada, horario, vacaciones, permisos y régimen de


ausencias.

JORNADA

Acuerdo de Consejo de Gobierno de 24 de mayo de 2019

Primero.—La Ley 6/2018, de Presupuestos Generales del Estado para el año 2018 regula cambios que
afectan a la jornada de trabajo en el sector público, ya que prevé que, a partir de su entrada en vigor,
la jornada de trabajo general en el sector público se computará en cuantía anual y supondrá un
promedio semanal de treinta y siete horas y media, sin perjuicio de las jornadas especiales existentes o
que, en su caso, se establezcan.

Segundo.—La Ley de Presupuestos referida determina también que cada Administración Pública podrá
establecer en sus calendarios laborales, previa negociación colectiva, otras jornadas ordinarias de
trabajo distintas de la establecida con carácter general, o un reparto anual de la jornada en atención a
las particularidades de cada función, tarea y ámbito sectorial, atendiendo en especial al tipo de
jornada o a las jornadas a turnos, nocturnas o especialmente penosas, siempre y cuando en el ejercicio
presupuestario anterior se hubieran cumplido los objetivos de estabilidad presupuestaria, deuda
pública y la regla de gasto, sin que esto pueda afectar al cumplimiento por cada Administración del
objetivo de que latemporalidad en el empleo público no supere el 8% de las plazas de naturaleza
estructural en cada uno de sus ámbitos.

Tercero.—La disposición adicional segunda de la Ley del Principado de Asturias 7/2018, de 24 de julio,
de Medidas en materia de Función Pública como consecuencia de la prórroga presupuestaria, prevé
que “la jornada general de trabajo en el sector público del Principado de Asturias será a partir del 1 de
enero de 2019, siempre que la legislación básica lo permita y previa negociación colectiva en el marco
respectivo, de treinta y cinco horas semanales de trabajo efectivo en cómputo anual o de treinta y
siete horas y media en los supuestos de configuración de los puestos de trabajo con el complemento
de dedicación especial o figuras análogas en los distintos ámbitos. Todo ello, sin perjuicio de las
jornadas
especiales existentes o que, en su caso, se establezcan”.

Cuarto.—Una vez que esta Administración ha cumplido en el ejercicio presupuestario 2018 los
objetivos de estabilidad presupuestaria, deuda pública y la regla de gasto, resulta posible la

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determinación de una jornada inferior a la ya establecida con carácter general, fijándola en un
promedio semanal de treinta y cinco horas (treinta y siete horas y media para los puestos de trabajo
con especial dedicación).
De esta forma, se unifica la regulación en materia de jornada, que se encontraba hasta la fecha en el
Acuerdo de 8 de octubre de 2012 del Consejo de Gobierno, por el que se identifican aquellos
preceptos reguladores de la jornada de trabajo que han quedado suspendidos en el V Convenio
Colectivo para el personal laboral de la Administración del Principado de Asturias, en el Acuerdo de 30
de abril de 2013 del Consejo de Gobierno, por el que se ratifica el acuerdo de la Mesa general de
Negociación de la Administración del Principado en materia de horario, vacaciones, permisos y
régimen de ausencias, así como en el Decreto 72/2013, de 11 de septiembre, por el que se aprueba el
reglamento de jornada, horario, vacaciones y permisos de los funcionarios de la Administración del
Principado de Asturias, sus organismos y entes públicos.

Fundamentos de derecho

Primero.—El artículo 37.1 del Real Decreto Legislativo 5/2015, de 30 de octubre, por el que se aprueba
el texto refundido de la Ley del Estatuto Básico del Empleado Público (TREBEP) establece las materias
que serán objeto de negociación, en su ámbito respectivo y en relación con las competencias de cada
Administración Pública y con el alcance que legalmente proceda en cada caso, señalando entre ellas
las que recoge en su apartado m), referida a calendario laboral, horarios, jornadas, vacaciones,
permisos, movilidad funcional y geográfica, así como los criterios generales sobre la planificación
estratégica de los recursos humanos, en aquellos aspectos que afecten a condiciones de trabajo de los
empleados públicos.

Segundo.—El artículo 38 del propio TREBEP prevé que en el seno de las Mesas de Negociación
correspondientes, los representantes de las Administraciones Públicas podrán concertar pactos y
acuerdos con la representación de las Organizaciones Sindicales legitimadas a tales efectos, para la
determinación de condiciones de trabajo de los funcionarios de dichas Administraciones y que, de
conformidad con lo establecido en el artículo 37, aquéllos que contengan materias y condiciones
generales de trabajo comunes al personal funcionario y laboral, tendrán la consideración y efectos
previstos en este artículo para los funcionarios y en el artículo 83 del Estatuto de los Trabajadores para
el personal laboral. El mismo artículo 38, regula que los Acuerdos si versan sobre materias
competencia de los órganos de gobierno de las Administraciones Públicas, para su validez y eficacia
será necesaria su aprobación expresa y formal por estos órganos, si bien cuando tales Acuerdos hayan
sido ratificados y afecten a temas que pueden ser decididos de forma definitiva por los órganos de
gobierno, el contenido de los mismos será directamente aplicable al personal incluido en su ámbito de
aplicación, sin perjuicio de que a efectos formales se requiera la modificación o derogación, en su caso,
de la normativa reglamentaria correspondiente.

Tercero.—Por las razones expresadas, y en el ejercicio de la competencia atribuida al Consejo de


Gobierno por el artículo 14.2.c) de la Ley del Principado de Asturias 3/1985, de 26 de diciembre, de
Ordenación de la Función Pública, en relación con los artículos 32,36,37 y 38 del Real Decreto
Legislativo 5/2015, de 30 de octubre, por el que se aprueba el texto refundido de la Ley del Estatuto
Básico del Empleado Público y el artículo 21.2 de la Ley del Principado de Asturias 2/1995, de 13 de
marzo, sobre Régimen Jurídico de la Administración, previa negociación en la Mesa General de
Negociación de la Administración del Principado de Asturias, a propuesta de la Consejera de Hacienda
y Sector Público, el Consejo de Gobierno.

23
Horario, vacaciones, permisos y régimen de ausencias

Acuerdo de Consejo de Gobierno de 30 de abril de 2013 modificado en enero 2016

Segunda.—Parte variable del horario general.


Para aquellos empleados públicos que realicen jornada y horario general, la parte variable del horario,
de 12 horas y 30 minutos semanales será de cómputo y recuperación semanal conforme a las
siguientes reglas:
a) En horario de mañana, entre las 7.30 y las 9.00 horas y entre las 14.00 y las 15.30 horas. En
esta última franja, siempre que vaya a continuarse la jornada durante el horario de tarde,
deberá producirse un descanso mínimo de media hora para la comida.
b) En horario de tarde, entre las 15.30 y las 19.00 horas, en módulos mínimos de 1 hora y 30
minutos.
No obstante, las anteriores franjas horarias podrán modificarse por razones del servicio
debidamente acreditadas.

Cuarta.—Vacaciones.
1. El personal tendrá derecho anualmente a los días de vacaciones legalmente establecidos o bien a los
que proporcionalmente le correspondan si el tiempo de prestación de servicios fuera inferior a un año.
Las vacaciones deberán disfrutarse dentro del correspondiente año natural, pudiendo llevarse a cabo
su disfrute, a petición del interesado, por períodos no inferiores a 5 días hábiles consecutivos. Sin
perjuicio de lo anterior, se podrá solicitar el disfrute independiente de hasta 5 días hábiles por año
natural que podrá realizarse en cualquier momento a lo largo del año, salvo necesidades del servicio
debidamente motivadas, y siempre con autorización de las Secretarías Generales Técnicas u órganos
competentes en materia de personal, previo informe de las jefaturas de servicio correspondientes.
2. A los efectos de la presente cláusula, no se considerarán como días hábiles los sábados, sin perjuicio
de las adaptaciones que se establezcan para las jornadas especiales.
Quienes no hubiesen completado un año efectivo de servicios, tendrán derecho al disfrute de un
número de días, redondeando al alza la fracción inferior a un día, correspondientes al tiempo de
servicios que previsiblemente prestarán durante el año natural, sin perjuicio de la liquidación que
proceda en el supuesto de cese con anterioridad a la fecha prevista.
3. Cuando el período de vacaciones previamente fijado o autorizado, y cuyo disfrute no se haya
iniciado, pueda coincidir en el tiempo con una situación de incapacidad temporal, riesgo durante la
lactancia, riesgo durante el embarazo o con los permisos de maternidad, adopción, acogimiento,
paternidad o permiso acumulado de lactancia, se podrá disfrutar en fecha distinta.
Cuando las situaciones o permisos indicados en el párrafo anterior impidan iniciar el disfrute de las
vacaciones dentro del año natural al que correspondan, las mismas se podrán disfrutar en el año
natural siguiente. En el supuesto de incapacidad temporal, el período de vacaciones se podrá disfrutar
una vez haya finalizado dicha incapacidad y siempre que no hayan transcurrido más de dieciocho
meses a partir del final del año en que se hayan originado.
Si durante el disfrute del período de vacaciones autorizado sobreviniera el permiso de maternidad,
adopción, acogimiento, paternidad o una situación de incapacidad temporal, el período de vacaciones
quedará interrumpido pudiendo disfrutarse el tiempo que reste en un período distinto. En el caso de
que la duración de los citados permisos o de dicha situación impida el disfrute de las vacaciones dentro
del año natural al que correspondan, las mismas se podrán disfrutar en el año natural posterior.
Cuando concurran las causas referidas en los dos párrafos anteriores, el disfrute de las vacaciones

24
pendientes del año natural anterior se producirá de forma inmediata a la reincorporación,
disfrutándose ininterrumpidamente, salvo por necesidades del servicio debidamente acreditadas.
4. Las vacaciones anuales retribuidas no podrán sustituirse por compensación económica. No
obstante, quienes cesen en el servicio antes de haber disfrutado sus vacaciones, percibirán en efectivo
la retribución de los días que proporcionalmente les correspondan.
5. Al personal funcionario docente al servicio de la Administración del Principado de Asturias, que
preste sus servicios en centros educativos vinculados al calendario escolar, le será de aplicación lo
previsto en el presente artículo, a excepción del párrafo segundo del apartado uno. Las vacaciones se
disfrutarán conforme a lo dispuesto en el calendario escolar que para cada curso apruebe la Consejería
competente en materia de educación.

Séptima.—Permisos no retribuidos.
1. El personal que haya cumplido al menos un año de servicios efectivos podrá solicitar permisos sin
sueldo por un plazo no inferior a diez días, ni superior a diez meses. Dichos permisos le serán
concedidos por la Consejería u organismo al que la persona esté adscrita, dentro del mes siguiente al
de la solicitud, siempre que lo permitan las necesidades del servicio, que habrán de ser debidamente
motivadas. La duración acumulada de estos permisos no podrá exceder de doce meses cada dos años.
2. La Administración mantendrá en alta especial en el correspondiente régimen de previsión social al
empleado público mientras dure el permiso sin sueldo. El tiempo de permiso sin sueldo tendrá la
consideración de servicios efectivamente prestados, a efectos de antigüedad.
3. El empleado público, cuyo cónyuge padezca enfermedad grave o irreversible, que requiera una
atención continuada, podrá solicitar un permiso sin sueldo de hasta un año de duración. La calificación
de la enfermedad a los efectos indicados deberá ser acreditada suficientemente. Las condiciones de
este permiso serán las previstas en el apartado anterior.
Asimismo, se podrán conceder permisos sin sueldo, en las mismas condiciones y con una duración
máxima de un año, para:
a) Cursar estudios oficiales o de especialización relacionados con su puesto de trabajo.
b) Tratamientos rehabilitadores de alcoholismo, toxicomanías u otras adicciones, en régimen
de internado en centros habilitados o reconocidos por la Administración.
4. El personal tendrá derecho a un permiso no retribuido para el cuidado de hijos menores de doce
años que, por prescripción médica, no puedan asistir al centro escolar en tanto se prolongue esta
circunstancia y hasta un máximo de cinco días al año.
5. El personal nombrado funcionario en prácticas como consecuencia de su participación en procesos
selectivos a efectos de ingreso en cualquiera de las Administraciones Públicas tendrá derecho a
permiso sin sueldo durante el período de prácticas o desarrollo del curso selectivo previsto en la
convocatoria de que se trate.
6. El personal tendrá derecho a un permiso no retribuido, de una duración máxima de tres meses al
año, para la asistencia a cursos de perfeccionamiento profesional, siempre que la gestión del servicio y
la organización del trabajo lo permitan.
7. Al personal funcionario docente al servicio de la Administración del Principado de Asturias, que
preste sus servicios en centros educativos vinculados al calendario escolar, le será de aplicación lo
dispuesto en la presente cláusula, excepto su apartado uno, que se aplicará en los términos de las
instrucciones que dicte la Consejería competente en materia de educación.

Novena.—Justificación de ausencias.
1. Los empleados públicos deberán registrar en el sistema de control horario de su centro de trabajo
todas las entradas y salidas correspondientes a su modalidad de jornada, debiendo justificarse las
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ausencias y su causa en todo caso.
2. Las ausencias injustificadas y faltas de puntualidad de cada jornada de trabajo implicarán la
deducción proporcional de haberes en los términos previstos en la normativa reguladora del régimen
de retribuciones del personal al servicio de la Administración del Principado de Asturias, sus
organismos y entes públicos.
3. Las ausencias y faltas de puntualidad y permanencia del personal en que se aleguen causas de
enfermedad, incapacidad temporal y otras de fuerza mayor requerirán el aviso inmediato a la
correspondiente Secretaría General Técnica o superior jerárquico directo, así como su ulterior
justificación en los términos fijados en los apartados siguientes y en la regulación autonómica de la
prestación económica en situación de incapacidad temporal. En el ámbito de los centros e
instituciones sanitarias del Servicio de Salud del Principado de Asturias, el personal deberá comunicar
la ausencia y la causa de la misma con anterioridad al inicio de la jornada laboral.
4. La ausencia del puesto de trabajo durante una jornada se considerará justificada cuando, una vez
iniciada la jornada de trabajo, se produzca una enfermedad sobrevenida que motive que no se
complete la jornada iniciada.
5. En el caso de ausencia al puesto de trabajo como consecuencia de la asistencia a consultas, pruebas
o tratamientos médicos, dicho período de tiempo se considerará como de trabajo efectivo, siempre
que la ausencia se limite al tiempo necesario, y sea justificada documentalmente la asistencia y hora
de la cita.
6. En caso de intervención médica invasiva o cirugía mayor ambulatoria que no genere incapacidad
temporal y ocasione la ausencia de un día, se entenderá justificada la ausencia durante todo el día,
aunque no se haya acudido a trabajar, con la presentación del justificante médico que indique que se
ha producido la citada actuación. Del mismo modo
se procederá en los tratamientos de hospital de día. Dichas intervenciones podrán justificar la ausencia
de días previos o posteriores siempre que traigan causa directa de las mismas.
7. La ausencia al trabajo por causa de enfermedad o accidente en casos distintos de los previstos en los
tres apartados anteriores que no dé lugar a una situación de incapacidad temporal, por parte del
personal incluido en el ámbito de aplicación de este reglamento, comportará un descuento en nómina,
por cada día de inasistencia, del cincuenta por ciento de las retribuciones diarias ordinarias acreditadas
en nómina con carácter fijo, en los términos previstos en la normativa reguladora del régimen de
retribuciones del personal al servicio de la Administración del Principado de Asturias, sus organismos y
entes públicos.
Este descuento en nómina no será de aplicación a cuatro días de ausencias a lo largo del año natural,
de las cuales sólo tres podrán tener lugar en días consecutivos, siempre que estén motivadas en
enfermedad o accidente, y no den lugar a incapacidad temporal. A partir del cuarto día consecutivo de
ausencia, se aplicará lo previsto en el apartado 8 de esta cláusula.
La justificación de este tipo de ausencia exigirá la aportación del oportuno justificante de asistencia al
médico
8. La ausencia al trabajo por encontrarse el personal en situación de incapacidad temporal deberá
justificarse de conformidad con lo dispuesto en la regulación autonómica de la prestación económica
en situación de incapacidad temporal.
El incumplimiento de la obligación, derivada de las previsiones del régimen de Seguridad Social que
resulte de aplicación, de presentar en plazo el correspondiente parte de baja, implicará la deducción
proporcional de haberes en los términos previstos en la normativa reguladora del régimen de
retribuciones del personal al servicio de la Administración del Principado de Asturias, sus organismos y
entes públicos.

26
TEMA 4

La Ley Orgánica 3/2007, de 22 de marzo

Igualdad Efectiva de Mujeres y Hombres

TÍTULO PRELIMINAR. Objeto y ámbito de la Ley

Artículo 1. Objeto de la Ley.


1. Las mujeres y los hombres son iguales en dignidad humana, e iguales en derechos y deberes. Esta
Ley tiene por objeto hacer efectivo el derecho de igualdad de trato y de oportunidades entre mujeres y
hombres, en particular mediante la eliminación de la discriminación de la mujer, sea cual fuere su
circunstancia o condición, en cualesquiera de los ámbitos de la vida y, singularmente, en las esferas
política, civil, laboral, económica, social y cultural para, en el desarrollo de los artículos 9.2 y 14 de la
Constitución, alcanzar una sociedad más democrática, más justa y más solidaria.
2. A estos efectos, la Ley establece principios de actuación de los Poderes Públicos, regula derechos y
deberes de las personas físicas y jurídicas, tanto públicas como privadas, y prevé medidas destinadas a
eliminar y corregir en los sectores público y privado, toda forma de discriminación por razón de sexo.

Artículo 2. Ámbito de aplicación.


1. Todas las personas gozarán de los derechos derivados del principio de igualdad de trato y de la
prohibición de discriminación por razón de sexo.
2. Las obligaciones establecidas en esta Ley serán de aplicación a toda persona, física o jurídica, que se
encuentre o actúe en territorio español, cualquiera que fuese su nacionalidad, domicilio o residencia.

TÍTULO I.El principio de igualdad y la tutela contra la discriminación

Artículo 3. El principio de igualdad de trato entre mujeres y hombres.


27
El principio de igualdad de trato entre mujeres y hombres supone la ausencia de toda discriminación,
directa o indirecta, por razón de sexo, y, especialmente, las derivadas de la maternidad, la asunción de
obligaciones familiares y el estado civil.

Artículo 4. Integración del principio de igualdad en la interpretación y aplicación de las normas.


La igualdad de trato y de oportunidades entre mujeres y hombres es un principio informador del
ordenamiento jurídico y, como tal, se integrará y observará en la interpretación y aplicación de las
normas jurídicas.

Artículo 5. Igualdad de trato y de oportunidades en el acceso al empleo, en la formación y en la


promoción profesionales, y en las condiciones de trabajo.
El principio de igualdad de trato y de oportunidades entre mujeres y hombres, aplicable en el ámbito
del empleo privado y en el del empleo público, se garantizará, en los términos previstos en la
normativa aplicable, en el acceso al empleo, incluso al trabajo por cuenta propia, en la formación
profesional, en la promoción profesional, en las condiciones de trabajo, incluidas las retributivas y las
de despido, y en la afiliación y participación en las organizaciones sindicales y empresariales, o en
cualquier organización cuyos miembros ejerzan una profesión concreta, incluidas las prestaciones
concedidas por las mismas.
No constituirá discriminación en el acceso al empleo, incluida la formación necesaria, una diferencia de
trato basada en una característica relacionada con el sexo cuando, debido a la naturaleza de las
actividades profesionales concretas o al contexto en el que se lleven a cabo, dicha característica
constituya un requisito profesional esencial y determinante, siempre y cuando el objetivo sea legítimo
y el requisito proporcionado.

Artículo 6. Discriminación directa e indirecta.


1. Se considera discriminación directa por razón de sexo la situación en que se encuentra una persona
que sea, haya sido o pudiera ser tratada, en atención a su sexo, de manera menos favorable que otra
en situación comparable.
2. Se considera discriminación indirecta por razón de sexo la situación en que una disposición, criterio
o práctica aparentemente neutros pone a personas de un sexo en desventaja particular con respecto a
personas del otro, salvo que dicha disposición, criterio o práctica puedan justificarse objetivamente en
atención a una finalidad legítima y que los medios para alcanzar dicha finalidad sean necesarios y
adecuados.
3. En cualquier caso, se considera discriminatoria toda orden de discriminar, directa o indirectamente,
por razón de sexo.

Artículo 7. Acoso sexual y acoso por razón de sexo.


1. Sin perjuicio de lo establecido en el Código Penal, a los efectos de esta Ley constituye acoso sexual
cualquier comportamiento, verbal o físico, de naturaleza sexual que tenga el propósito o produzca el
efecto de atentar contra la dignidad de una persona, en particular cuando se crea un entorno
intimidatorio, degradante u ofensivo.
2. Constituye acoso por razón de sexo cualquier comportamiento realizado en función del sexo de una
persona, con el propósito o el efecto de atentar contra su dignidad y de crear un entorno
intimidatorio, degradante u ofensivo.
3. Se considerarán en todo caso discriminatorios el acoso sexual y el acoso por razón de sexo.
4. El condicionamiento de un derecho o de una expectativa de derecho a la aceptación de una
situación constitutiva de acoso sexual o de acoso por razón de sexo se considerará también acto de
28
discriminación por razón de sexo.

La Ley Orgánica 1/2004, de 28 de diciembre

Medidas de Protección Integral contra la Violencia de


Género

TÍTULO PRELIMINAR

Artículo 1. Objeto de la Ley.


1. La presente Ley tiene por objeto actuar contra la violencia que, como manifestación de la
discriminación, la situación de desigualdad y las relaciones de poder de los hombres sobre las mujeres,
se ejerce sobre éstas por parte de quienes sean o hayan sido sus cónyuges o de quienes estén o hayan
estado ligados a ellas por relaciones similares de afectividad, aun sin convivencia.
2. Por esta ley se establecen medidas de protección integral cuya finalidad es prevenir, sancionar y
erradicar esta violencia y prestar asistencia a las mujeres, a sus hijos menores y a los menores sujetos a
su tutela, o guarda y custodia, víctimas de esta violencia.
3. La violencia de género a que se refiere la presente Ley comprende todo acto de violencia física y
psicológica, incluidas las agresiones a la libertad sexual, las amenazas, las coacciones o la privación
arbitraria de libertad.
4. La violencia de género a que se refiere esta Ley también comprende la violencia que con el objetivo
de causar perjuicio o daño a las mujeres se ejerza sobre sus familiares o allegados menores de edad
por parte de las personas indicadas en el apartado primero.

Artículo 2. Principios rectores.


A través de esta Ley se articula un conjunto integral de medidas encaminadas a alcanzar los siguientes
fines:

a) Fortalecer las medidas de sensibilización ciudadana de prevención, dotando a los poderes


públicos de instrumentos eficaces en el ámbito educativo, servicios sociales, sanitario,
publicitario y mediático.
b) Consagrar derechos de las mujeres víctimas de violencia de género, exigibles ante las
Administraciones Públicas, y así asegurar un acceso rápido, transparente y eficaz a los servicios
establecidos al efecto.
c) Reforzar hasta la consecución de los mínimos exigidos por los objetivos de la ley los servicios
sociales de información, de atención, de emergencia, de apoyo y de recuperación integral, así
como establecer un sistema para la más eficaz coordinación de los servicios ya existentes a
nivel municipal y autonómico.
d) Garantizar derechos en el ámbito laboral y funcionarial que concilien los requerimientos de
la relación laboral y de empleo público con las circunstancias de aquellas trabajadoras o
funcionarias que sufran violencia de género.
e) Garantizar derechos económicos para las mujeres víctimas de violencia de género, con el fin
de facilitar su integración social.
f) Establecer un sistema integral de tutela institucional en el que la Administración General del

29
Estado, a través de la Delegación Especial del Gobierno contra la Violencia sobre la Mujer, en
colaboración con el Observatorio Estatal de la Violencia sobre la Mujer, impulse la creación de
políticas públicas dirigidas a ofrecer tutela a las víctimas de la violencia contemplada en la
presente Ley.
g) Fortalecer el marco penal y procesal vigente para asegurar una protección integral, desde las
instancias jurisdiccionales, a las víctimas de violencia de género.
h) Coordinar los recursos e instrumentos de todo tipo de los distintos poderes públicos para
asegurar la prevención de los hechos de violencia de género y, en su caso, la sanción adecuada
a los culpables de los mismos.
i) Promover la colaboración y participación de las entidades, asociaciones y organizaciones que
desde la sociedad civil actúan contra la violencia de género.
j) Fomentar la especialización de los colectivos profesionales que intervienen en el proceso de
información, atención y protección a las víctimas.
k) Garantizar el principio de transversalidad de las medidas, de manera que en su aplicación se
tengan en cuenta las necesidades y demandas específicas de todas las mujeres víctimas de
violencia de género.
TEMA 5

La Ley 39/2006, de 14 de diciembre

Promoción de la Autonomía Personal y Atención a las personas en situación de dependencia

TÍTULO PRELIMINAR. Disposiciones generales

Artículo 1. Objeto de la Ley.


1. La presente Ley tiene por objeto regular las condiciones básicas que garanticen la igualdad en el
ejercicio del derecho subjetivo de ciudadanía a la promoción de la autonomía personal y atención a las
personas en situación de dependencia, en los términos establecidos en las leyes, mediante la creación
de un Sistema para la Autonomía y Atención a la Dependencia, con la colaboración y participación de
todas las Administraciones Públicas y la garantía por la Administración General del Estado de un
contenido mínimo común de derechos para todos los ciudadanos en cualquier parte del territorio del
Estado español.
2. El Sistema para la Autonomía y Atención a la Dependencia responderá a una acción coordinada y
cooperativa de la Administración General del Estado y las Comunidades Autónomas, que contemplará
medidas en todas las áreas que afectan a las personas en situación de dependencia, con la
participación, en su caso, de las Entidades Locales.

Artículo 2. Definiciones.
A efectos de la presente Ley, se entiende por:
1. Autonomía: la capacidad de controlar, afrontar y tomar, por propia iniciativa, decisiones personales
acerca de cómo vivir de acuerdo con las normas y preferencias propias así como de desarrollar las
actividades básicas de la vida diaria.
2. Dependencia: el estado de carácter permanente en que se encuentran las personas que, por
razones derivadas de la edad, la enfermedad o la discapacidad, y ligadas a la falta o a la pérdida de
autonomía física, mental, intelectual o sensorial, precisan de la atención de otra u otras personas o

30
ayudas importantes para realizar actividades básicas de la vida diaria o, en el caso de las personas con
discapacidad intelectual o enfermedad mental, de otros apoyos para su autonomía personal.
3. Actividades Básicas de la Vida Diaria (ABVD): las tareas más elementales de la persona, que le
permiten desenvolverse con un mínimo de autonomía e independencia, tales como: el cuidado
personal, las actividades domésticas básicas, la movilidad esencial, reconocer personas y objetos,
orientarse, entender y ejecutar órdenes o tareas sencillas.
4. Necesidades de apoyo para la autonomía personal: las que requieren las personas que tienen
discapacidad intelectual o mental para hacer efectivo un grado satisfactorio de autonomía personal en
el seno de la comunidad.
5. Cuidados no profesionales: la atención prestada a personas en situación de dependencia en su
domicilio, por personas de la familia o de su entorno, no vinculadas a un servicio de atención
profesionalizada.
6. Cuidados profesionales: los prestados por una institución pública o entidad, con y sin ánimo de
lucro, o profesional autónomo entre cuyas finalidades se encuentre la prestación de servicios a
personas en situación de dependencia, ya sean en su hogar o en un centro.
7. Asistencia personal: servicio prestado por un asistente personal que realiza o colabora en tareas de
la vida cotidiana de una persona en situación de dependencia, de cara a fomentar su vida
independiente, promoviendo y potenciando su autonomía personal.
8. Tercer sector: organizaciones de carácter privado surgidas de la iniciativa ciudadana o social, bajo
diferentes modalidades que responden a criterios de solidaridad, con fines de interés general y
ausencia de ánimo de lucro, que impulsan el reconocimiento y el ejercicio de los derechos sociales.

Artículo 3. Principios de la Ley.


Esta Ley se inspira en los siguientes principios:
a) El carácter público de las prestaciones del Sistema para la Autonomía y Atención a la
Dependencia.
b) La universalidad en el acceso de todas las personas en situación de dependencia, en
condiciones de igualdad efectiva y no discriminación, en los términos establecidos en esta Ley.
c) La atención a las personas en situación de dependencia de forma integral e integrada.
d) La transversalidad de las políticas de atención a las personas en situación de dependencia.
e) La valoración de las necesidades de las personas, atendiendo a criterios de equidad para
garantizar la igualdad real.
f) La personalización de la atención, teniendo en cuenta de manera especial la situación de
quienes requieren de mayor acción positiva como consecuencia de tener mayor grado de
discriminación o menor igualdad de oportunidades.
g) El establecimiento de las medidas adecuadas de prevención, rehabilitación, estímulo social y
mental.
h) La promoción de las condiciones precisas para que las personas en situación de dependencia
puedan llevar una vida con el mayor grado de autonomía posible.
i) La permanencia de las personas en situación de dependencia, siempre que sea posible, en el
entorno en el que desarrollan su vida.
j) La calidad, sostenibilidad y accesibilidad de los servicios de atención a las personas en
situación de dependencia.
k) La participación de las personas en situación de dependencia y, en su caso, de sus familias y
entidades que les representen en los términos previstos en esta Ley.
l) La colaboración de los servicios sociales y sanitarios en la prestación de los servicios a los
31
usuarios del Sistema para la Autonomía y Atención a la Dependencia que se establecen en la
presente Ley y en las correspondientes normas de las Comunidades Autónomas y las aplicables
a las Entidades Locales.
m) La participación de la iniciativa privada en los servicios y prestaciones de promoción de la
autonomía personal y atención a la situación de dependencia.
n) La participación del tercer sector en los servicios y prestaciones de promoción de la
autonomía personal y atención a la situación de dependencia.
ñ) La cooperación interadministrativa.
o) La integración de las prestaciones establecidas en esta Ley en las redes de servicios sociales
de las Comunidades Autónomas, en el ámbito de las competencias que tienen asumidas, y el
reconocimiento y garantía de su oferta mediante centros y servicios públicos o privados
concertados.
p) La inclusión de la perspectiva de género, teniendo en cuenta las distintas necesidades de
mujeres y hombres.
q) Las personas en situación de gran dependencia serán atendidas de manera preferente.

Artículo 4. Derechos y obligaciones de las personas en situación de dependencia.


1. Las personas en situación de dependencia tendrán derecho, con independencia del lugar del
territorio del Estado español donde residan, a acceder, en condiciones de igualdad, a las prestaciones y
servicios previstos en esta Ley, en los términos establecidos en la misma.
2. Asimismo, las personas en situación de dependencia disfrutarán de todos los derechos establecidos
en la legislación vigente, y con carácter especial de los siguientes:
a) A disfrutar de los derechos humanos y libertades fundamentales, con pleno respeto de su
dignidad e intimidad.
b) A recibir, en términos comprensibles y accesibles, información completa y continuada
relacionada con su situación de dependencia.
c) A ser advertido de si los procedimientos que se le apliquen pueden ser utilizados en función
de un proyecto docente o de investigación, siendo necesaria la previa autorización, expresa y
por escrito, de la persona en situación de dependencia o quien la represente.
d) A que sea respetada la confidencialidad en la recogida y el tratamiento de sus datos, de
acuerdo con la Ley Orgánica 15/1999, de 13 de diciembre, de Protección de Datos de Carácter
Personal.
e) A participar en la formulación y aplicación de las políticas que afecten a su bienestar, ya sea
a título individual o mediante asociación.
f) A decidir, cuando tenga capacidad de obrar suficiente, sobre la tutela de su persona y bienes,
para el caso de pérdida de su capacidad de autogobierno.
g) A decidir libremente sobre el ingreso en centro residencial.
h) Al ejercicio pleno de sus derechos jurisdiccionales en el caso de internamientos
involuntarios, garantizándose un proceso contradictorio.
i) Al ejercicio pleno de sus derechos patrimoniales.
j) A iniciar las acciones administrativas y jurisdiccionales en defensa del derecho que reconoce
la presente Ley en el apartado 1 de este artículo. En el caso de los menores o personas
incapacitadas judicialmente, estarán legitimadas para actuar en su nombre quienes ejerzan la
patria potestad o quienes ostenten la representación legal.
k) A la igualdad de oportunidades, no discriminación y accesibilidad universal, en cualquiera de
32
los ámbitos de desarrollo y aplicación de esta Ley.
l) A no sufrir discriminación por razón de orientación o identidad sexual.
3. Los poderes públicos adoptarán las medidas necesarias para promover y garantizar el respeto de los
derechos enumerados en el párrafo anterior, sin más limitaciones en su ejercicio que las directamente
derivadas de la falta de capacidad de obrar que determina su situación de dependencia.
4. Las personas en situación de dependencia y, en su caso, sus familiares o quienes les representen, así
como los centros de asistencia, estarán obligados a suministrar toda la información y datos que les
sean requeridos por las administraciones competentes para la valoración de su grado de dependencia,
a comunicar todo tipo de ayudas personalizadas que reciban, a aplicar las prestaciones económicas a
las finalidades para las que fueron otorgadas y a cualquier otra obligación prevista en la legislación
vigente

Artículo 5. Titulares de derechos.


1. Son titulares de los derechos establecidos en la presente Ley los españoles que cumplan los
siguientes requisitos:
a) Encontrarse en situación de dependencia en alguno de los grados establecidos.
b) Para los menores de 3 años se estará a lo dispuesto en la disposición adicional
decimotercera.
c) Residir en territorio español y haberlo hecho durante cinco años, de los cuales dos deberán
ser inmediatamente anteriores a la fecha de presentación de la solicitud. Para los menores de
cinco años el periodo de residencia se exigirá a quien ejerza su guarda y custodia.
2. Las personas que, reuniendo los requisitos anteriores, carezcan de la nacionalidad española se
regirán por lo establecido en la Ley Orgánica 4/2000, de 11 de enero, sobre derechos y libertades de
los extranjeros en España y su integración social, en los tratados internacionales y en los convenios
que se establezcan con el país de origen. Para los menores que carezcan de la nacionalidad española
se estará a lo dispuesto en las Leyes del Menor vigentes, tanto en el ámbito estatal como en el
autonómico, así como en los tratados internacionales.
3. El Gobierno podrá establecer medidas de protección a favor de los españoles no residentes en
España.
4. El Gobierno establecerá, previo acuerdo del Consejo Territorial del Sistema para la Autonomía y
Atención a la Dependencia, las condiciones de acceso al Sistema de Atención a la Dependencia de los
emigrantes españoles retornados.

La Ley del Principado de Asturias 7/1991, de 5 de abril

De asistencia y protección al anciano

TÍTULO PRELIMINAR. Del objeto y ámbito de aplicación

Artículo 1.
La presente Ley tiene por objeto la regulación de los derechos y sistemas de protección
específicamente aplicables a la población anciana en el Principado de Asturias, de las condiciones
básicas a que deben someterse los establecimientos residenciales para ancianos, ubicados en el
territorio del Principado de Asturias, así como la organización y gestión de los dependientes de la
Comunidad Autónoma.
33
Artículo 2.
1. A los efectos previstos en la presente Ley se consideran establecimientos residenciales para
ancianos aquellos Centros destinados a servir de residencia permanente o habitual a esta población.
2. Reglamentariamente se determinarán las categorías y régimen específico de los establecimientos
residenciales para ancianos, de acuerdo con las características de los Centros, el grado de validez o
invalidez de sus usuarios y las circunstancias sociales de las personas a cuya atención se destinan.

Artículo 3.
1. Al solo efecto de obtención de plaza residencial dependiente del Principado de Asturias se
consideran ancianos:
a) Las personas mayores de sesenta y cinco años.
b) Los pensionistas mayores de sesenta años.
c) Los pensionistas mayores de cincuenta años con incapacidad fisica o psíquica cuyas
circunstancias personales, familiares o sociales aconsejen el ingreso en un establecimiento
residencial.
2. Las personas ancianas a que se refiere el párrafo anterior deberán, con carácter general y salvo
supuestos excepcionales, residir en el ámbito del Principado de Asturias desde al menos los dos años
anteriores a la presentación de la solicitud de ingreso en establecimiento residencial dependiente del
Principado de Asturias para las comprendidas en los párrafos a) y b), y tres años para las comprendidas
en el párrafo c).

TÍTULO III. De los derechos y deberes de los residentes en establecimientos residenciales

Artículo 15.
1. Los residentes en establecimientos residenciales para ancianos radicados en el ámbito del
Principado de Asturias utilizarán las instalaciones y servicios dentro de los límites fijados en la presente
Ley, en las normas que se dicten en desarrollo de la misma y en los reglamentos de régimen interior de
cada establecimiento.

2. Los residentes tendrán derecho a:


a) Alojamiento y, en su caso, manutención.
b) Utilización de los servicios comunes en las condiciones que se establezcan en las normas de
funcionamiento interno de cada uno de los establecimientos residenciales, de acuerdo con las
características de los mismos.
c) Participar en las actividades de los establecimientos residenciales y colaborar en el desarrollo
de las mismas.
d) Elevar por escrito a los órganos de participación del establecimiento o a la dirección del
mismo propuestas relativas a la mejora de los servicios.
e) Participar en la gestión del establecimiento de titularidad pública a través de los órganos de
representación y participación.
f) A ser respetados en sus convicciones políticas, morales y religiosas.
Las formas de participación que recogen los apartados c) y e) se determinarán reglamentariamente.

34
Artículo 16.
Son deberes de los residentes:
a) El respeto a las convicciones políticas, morales y religiosas de cuantas personas se relacionen
con ellos.
b) El conocimiento y cumplimiento de las normas que rijan el establecimiento.
c) Respetar el buen uso de las instalaciones del Centro y colaborar en su mantenimiento.
d) Poner en conocimiento de los órganos de representación o de la dirección del
establecimiento las anomalías o irregularidades que observen en el mismo.
e) Guardar las normas de higiene y aseo, tanto en su persona como en las dependencias del
establecimiento.

TEMA 6

La Ley 31/1995, de 8 de noviembre

De Prevención de Riesgos Laborales

CAPÍTULO I. Objeto, ámbito de aplicación y definiciones

Artículo 1. Normativa sobre prevención de riesgos laborales.


La normativa sobre prevención de riesgos laborales está constituida por la presente Ley, sus
disposiciones de desarrollo o complementarias y cuantas otras normas, legales o convencionales,
contengan prescripciones relativas a la adopción de medidas preventivas en el ámbito laboral o
susceptibles de producirlas en dicho ámbito.

Artículo 2. Objeto y carácter de la norma.


1. La presente Ley tiene por objeto promover la seguridad y la salud de los trabajadores mediante la
aplicación de medidas y el desarrollo de las actividades necesarias para la prevención de riesgos
derivados del trabajo.
A tales efectos, esta Ley establece los principios generales relativos a la prevención de los riesgos
profesionales para la protección de la seguridad y de la salud, la eliminación o disminución de los
riesgos derivados del trabajo, la información, la consulta, la participación equilibrada y la formación de
los trabajadores en materia preventiva, en los términos señalados en la presente disposición.
Para el cumplimiento de dichos fines, la presente Ley regula las actuaciones a desarrollar por las
Administraciones públicas, así como por los empresarios, los trabajadores y sus respectivas
organizaciones representativas.
35
2. Las disposiciones de carácter laboral contenidas en esta Ley y en sus normas reglamentarias tendrán
en todo caso el carácter de Derecho necesario mínimo indisponible, pudiendo ser mejoradas y
desarrolladas en los convenios colectivos.

Artículo 3. Ambito de aplicación.


1. Esta Ley y sus normas de desarrollo serán de aplicación tanto en el ámbito de las relaciones
laborales reguladas en el texto refundido de la Ley del Estatuto de los Trabajadores, como en el de las
relaciones de carácter administrativo o estatutario del personal al servicio de las Administraciones
Públicas, con las peculiaridades que, en este caso, se contemplan en la presente Ley o en sus normas
de desarrollo. Ello sin perjuicio del cumplimiento de las obligaciones específicas que se establecen para
fabricantes, importadores y suministradores, y de los derechos y obligaciones que puedan derivarse
para los trabajadores autónomos. Igualmente serán aplicables a las sociedades cooperativas,
constituidas de acuerdo con la legislación que les sea de aplicación, en las que existan socios cuya
actividad consista en la prestación de un trabajo personal, con las peculiaridades derivadas de su
normativa específica.
Cuando en la presente Ley se haga referencia a trabajadores y empresarios, se entenderán también
comprendidos en estos términos, respectivamente, de una parte, el personal con relación de carácter
administrativo o estatutario y la Administración pública para la que presta servicios, en los términos
expresados en la disposición adicional tercera de esta Ley, y, de otra, los socios de las cooperativas a
que se refiere el párrafo anterior y las sociedades cooperativas para las que prestan sus servicios.
2. La presente Ley no será de aplicación en aquellas actividades cuyas particularidades lo impidan en el
ámbito de las funciones públicas de:
–Policía, seguridad y resguardo aduanero.
–Servicios operativos de protección civil y peritaje forense en los casos de grave riesgo,
catástrofe y calamidad pública.
–Fuerzas Armadas y actividades militares de la Guardia Civil.
No obstante, esta Ley inspirará la normativa específica que se dicte para regular la protección de la
seguridad y la salud de los trabajadores que prestan sus servicios en las indicadas actividades.
3. En los centros y establecimientos militares será de aplicación lo dispuesto en la presente Ley, con las
particularidades previstas en su normativa específica.
En los establecimientos penitenciarios, se adaptarán a la presente Ley aquellas actividades cuyas
características justifiquen una regulación especial, lo que se llevará a efecto en los términos señalados
en la Ley 7/1990, de 19 de julio, sobre negociación colectiva y participación en la determinación de las
condiciones de trabajo de los empleados públicos.
4. La presente Ley tampoco será de aplicación a la relación laboral de carácter especial del servicio del
hogar familiar. No obstante lo anterior, el titular del hogar familiar está obligado a cuidar de que el
trabajo de sus empleados se realice en las debidas condiciones de seguridad e higiene.

Artículo 4. Definiciones.
A efectos de la presente Ley y de las normas que la desarrollen:
1.º Se entenderá por «prevención» el conjunto de actividades o medidas adoptadas o previstas en
todas las fases de actividad de la empresa con el fin de evitar o disminuir los riesgos derivados del
trabajo.
2.º Se entenderá como «riesgo laboral» la posibilidad de que un trabajador sufra un determinado daño
derivado del trabajo. Para calificar un riesgo desde el punto de vista de su gravedad, se valorarán
conjuntamente la probabilidad de que se produzca el daño y la severidad del mismo.
3.º Se considerarán como «daños derivados del trabajo» las enfermedades, patologías o lesiones
36
sufridas con motivo u ocasión del trabajo.
4.º Se entenderá como «riesgo laboral grave e inminente» aquel que resulte probable racionalmente
que se materialice en un futuro inmediato y pueda suponer un daño grave para la salud de los
trabajadores.
En el caso de exposición a agentes susceptibles de causar daños graves a la salud de los trabajadores,
se considerará que existe un riesgo grave e inminente cuando sea probable racionalmente que se
materialice en un futuro inmediato una exposición a dichos agentes de la que puedan derivarse daños
graves para la salud, aun cuando éstos no se manifiesten de forma inmediata.
5.º Se entenderán como procesos, actividades, operaciones, equipos o productos «potencialmente
peligrosos» aquellos que, en ausencia de medidas preventivas específicas, originen riesgos para la
seguridad y la salud de los trabajadores que los desarrollan o utilizan.
6.º Se entenderá como «equipo de trabajo» cualquier máquina, aparato, instrumento o instalación
utilizada en el trabajo.
7.º Se entenderá como «condición de trabajo» cualquier característica del mismo que pueda tener una
influencia significativa en la generación de riesgos para la seguridad y la salud del trabajador. Quedan
específicamente incluidas en esta definición:
a) Las características generales de los locales, instalaciones, equipos, productos y demás útiles
existentes en el centro de trabajo.
b) La naturaleza de los agentes físicos, químicos y biológicos presentes en el ambiente de
trabajo y sus correspondientes intensidades, concentraciones o niveles de presencia.
c) Los procedimientos para la utilización de los agentes citados anteriormente que influyan en
la generación de los riesgos mencionados.
d) Todas aquellas otras características del trabajo, incluidas las relativas a su organización y
ordenación, que influyan en la magnitud de los riesgos a que esté expuesto el trabajador.
8.º Se entenderá por «equipo de protección individual» cualquier equipo destinado a ser llevado o
sujetado por el trabajador para que le proteja de uno o varios riesgos que puedan amenazar su
seguridad o su salud en el trabajo, así como cualquier complemento o accesorio destinado a tal fin.

CAPÍTULO III. Derechos y obligaciones

Artículo 14. Derecho a la protección frente a los riesgos laborales.


1. Los trabajadores tienen derecho a una protección eficaz en materia de seguridad y salud en el
trabajo.
El citado derecho supone la existencia de un correlativo deber del empresario de protección de los
trabajadores frente a los riesgos laborales.
Este deber de protección constituye, igualmente, un deber de las Administraciones públicas respecto
del personal a su servicio.
Los derechos de información, consulta y participación, formación en materia preventiva, paralización
de la actividad en caso de riesgo grave e inminente y vigilancia de su estado de salud, en los términos
previstos en la presente Ley, forman parte del derecho de los trabajadores a una protección eficaz en
materia de seguridad y salud en el trabajo.
2. En cumplimiento del deber de protección, el empresario deberá garantizar la seguridad y la salud de
los trabajadores a su servicio en todos los aspectos relacionados con el trabajo. A estos efectos, en el
marco de sus responsabilidades, el empresario realizará la prevención de los riesgos laborales
mediante la integración de la actividad preventiva en la empresa y la adopción de cuantas medidas

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sean necesarias para la protección de la seguridad y la salud de los trabajadores, con las especialidades
que se recogen en los artículos siguientes en materia de plan de prevención de riesgos laborales,
evaluación de riesgos, información, consulta y participación y formación de los trabajadores, actuación
en casos de emergencia y de riesgo grave e inminente, vigilancia de la salud, y mediante la constitución
de una organización y de los medios necesarios en los términos establecidos en el capítulo IV de esta
ley.
El empresario desarrollará una acción permanente de seguimiento de la actividad preventiva con el fin
de perfeccionar de manera continua las actividades de identificación, evaluación y control de los
riesgos que no se hayan podido evitar y los niveles de protección existentes y dispondrá lo necesario
para la adaptación de las medidas de prevención señaladas en el párrafo anterior a las modificaciones
que puedan experimentar las circunstancias que incidan en la realización del trabajo.
3. El empresario deberá cumplir las obligaciones establecidas en la normativa sobre prevención de
riesgos laborales.
4. Las obligaciones de los trabajadores establecidas en esta Ley, la atribución de funciones en materia
de protección y prevención a trabajadores o servicios de la empresa y el recurso al concierto con
entidades especializadas para el desarrollo de actividades de prevención complementarán las acciones
del empresario, sin que por ello le eximan del cumplimiento de su deber en esta materia, sin perjuicio
de las acciones que pueda ejercitar, en su caso, contra cualquier otra persona.
5. El coste de las medidas relativas a la seguridad y la salud en el trabajo no deberá recaer en modo
alguno sobre los trabajadores.

Artículo 15. Principios de la acción preventiva.


1. El empresario aplicará las medidas que integran el deber general de prevención previsto en el
artículo anterior, con arreglo a los siguientes principios generales:
a) Evitar los riesgos.
b) Evaluar los riesgos que no se puedan evitar.
c) Combatir los riesgos en su origen.
d) Adaptar el trabajo a la persona, en particular en lo que respecta a la concepción de los
puestos de trabajo, así como a la elección de los equipos y los métodos de trabajo y de
producción, con miras, en particular, a atenuar el trabajo monótono y repetitivo y a reducir los
efectos del mismo en la salud.
e) Tener en cuenta la evolución de la técnica.
f) Sustituir lo peligroso por lo que entrañe poco o ningún peligro.
g) Planificar la prevención, buscando un conjunto coherente que integre en ella la técnica, la
organización del trabajo, las condiciones de trabajo, las relaciones sociales y la influencia de los
factores ambientales en el trabajo.
h) Adoptar medidas que antepongan la protección colectiva a la individual.
i) Dar las debidas instrucciones a los trabajadores.
2. El empresario tomará en consideración las capacidades profesionales de los trabajadores en materia
de seguridad y de salud en el momento de encomendarles las tareas.
3. El empresario adoptará las medidas necesarias a fin de garantizar que sólo los trabajadores que
hayan recibido información suficiente y adecuada puedan acceder a las zonas de riesgo grave y
específico.
4. La efectividad de las medidas preventivas deberá prever las distracciones o imprudencias no
temerarias que pudiera cometer el trabajador. Para su adopción se tendrán en cuenta los riesgos
adicionales que pudieran implicar determinadas medidas preventivas, las cuales sólo podrán

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adoptarse cuando la magnitud de dichos riesgos sea sustancialmente inferior a la de los que se
pretende controlar y no existan alternativas más seguras.
5. Podrán concertar operaciones de seguro que tengan como fin garantizar como ámbito de cobertura
la previsión de riesgos derivados del trabajo, la empresa respecto de sus trabajadores, los trabajadores
autónomos respecto a ellos mismos y las sociedades cooperativas respecto a sus socios cuya actividad
consista en la prestación de su trabajo personal.

Artículo 16. Plan de prevención de riesgos laborales, evaluación de los riesgos y planificación de la
actividad preventiva
1. La prevención de riesgos laborales deberá integrarse en el sistema general de gestión de la empresa,
tanto en el conjunto de sus actividades como en todos los niveles jerárquicos de ésta, a través de la
implantación y aplicación de un plan de prevención de riesgos laborales a que se refiere el párrafo
siguiente.

Este plan de prevención de riesgos laborales deberá incluir la estructura organizativa, las
responsabilidades, las funciones, las prácticas, los procedimientos, los procesos y los recursos
necesarios para realizar la acción de prevención de riesgos en la empresa, en los términos que
reglamentariamente se establezcan.

2. Los instrumentos esenciales para la gestión y aplicación del plan de prevención de riesgos, que
podrán ser llevados a cabo por fases de forma programada, son la evaluación de riesgos laborales y la
planificación de la actividad preventiva a que se refieren los párrafos siguientes:
a) El empresario deberá realizar una evaluación inicial de los riesgos para la seguridad y salud
de los trabajadores, teniendo en cuenta, con carácter general, la naturaleza de la actividad, las
características de los puestos de trabajo existentes y de los trabajadores que deban
desempeñarlos. Igual evaluación deberá hacerse con ocasión de la elección de los equipos de
trabajo, de las sustancias o preparados químicos y del acondicionamiento de los lugares de
trabajo. La evaluación inicial tendrá en cuenta aquellas otras actuaciones que deban
desarrollarse de conformidad con lo dispuesto en la normativa sobre protección de riesgos
específicos y actividades de especial peligrosidad. La evaluación será actualizada cuando
cambien las condiciones de trabajo y, en todo caso, se someterá a consideración y se revisará,
si fuera necesario, con ocasión de los daños para la salud que se hayan producido.
Cuando el resultado de la evaluación lo hiciera necesario, el empresario realizará controles
periódicos de las condiciones de trabajo y de la actividad de los trabajadores en la prestación
de sus servicios, para detectar situaciones potencialmente peligrosas.
b) Si los resultados de la evaluación prevista en el párrafo a) pusieran de manifiesto situaciones
de riesgo, el empresario realizará aquellas actividades preventivas necesarias para eliminar o
reducir y controlar tales riesgos. Dichas actividades serán objeto de planificación por el
empresario, incluyendo para cada actividad preventiva el plazo para llevarla a cabo, la
designación de responsables y los recursos humanos y materiales necesarios para su ejecución.
El empresario deberá asegurarse de la efectiva ejecución de las actividades preventivas incluidas en la
planificación, efectuando para ello un seguimiento continuo de la misma.
Las actividades de prevención deberán ser modificadas cuando se aprecie por el empresario, como
consecuencia de los controles periódicos previstos en el párrafo a) anterior, su inadecuación a los fines
de protección requeridos.
2 bis. Las empresas, en atención al número de trabajadores y a la naturaleza y peligrosidad de las
actividades realizadas, podrán realizar el plan de prevención de riesgos laborales, la evaluación de

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riesgos y la planificación de la actividad preventiva de forma simplificada, siempre que ello no suponga
una reducción del nivel de protección de la seguridad y salud de los trabajadores y en los términos que
reglamentariamente se determinen.
3. Cuando se haya producido un daño para la salud de los trabajadores o cuando, con ocasión de la
vigilancia de la salud prevista en el artículo 22, aparezcan indicios de que las medidas de prevención
resultan insuficientes, el empresario llevará a cabo una investigación al respecto, a fin de detectar las
causas de estos hechos.

Artículo 17. Equipos de trabajo y medios de protección.


1. El empresario adoptará las medidas necesarias con el fin de que los equipos de trabajo sean
adecuados para el trabajo que deba realizarse y convenientemente adaptados a tal efecto, de forma
que garanticen la seguridad y la salud de los trabajadores al utilizarlos.
Cuando la utilización de un equipo de trabajo pueda presentar un riesgo específico para la seguridad y
la salud de los trabajadores, el empresario adoptará las medidas necesarias con el fin de que:
a) La utilización del equipo de trabajo quede reservada a los encargados de dicha utilización.
b) Los trabajos de reparación, transformación, mantenimiento o conservación sean realizados
por los trabajadores específicamente capacitados para ello.
2. El empresario deberá proporcionar a sus trabajadores equipos de protección individual adecuados
para el desempeño de sus funciones y velar por el uso efectivo de los mismos cuando, por la
naturaleza de los trabajos realizados, sean necesarios.
Los equipos de protección individual deberán utilizarse cuando los riesgos no se puedan evitar o no
puedan limitarse suficientemente por medios técnicos de protección colectiva o mediante medidas,
métodos o procedimientos de organización del trabajo.

Artículo 18. Información, consulta y participación de los trabajadores.


1. A fin de dar cumplimiento al deber de protección establecido en la presente Ley, el empresario
adoptará las medidas adecuadas para que los trabajadores reciban todas las informaciones necesarias
en relación con:
a) Los riesgos para la seguridad y la salud de los trabajadores en el trabajo, tanto aquellos que
afecten a la empresa en su conjunto como a cada tipo de puesto de trabajo o función.
b) Las medidas y actividades de protección y prevención aplicables a los riesgos señalados en el
apartado anterior.
c) Las medidas adoptadas de conformidad con lo dispuesto en el artículo 20 de la presente Ley.
En las empresas que cuenten con representantes de los trabajadores, la información a que se refiere el
presente apartado se facilitará por el empresario a los trabajadores a través de dichos representantes;
no obstante, deberá informarse directamente a cada trabajador de los riesgos específicos que afecten
a su puesto de trabajo o función y de las medidas de protección y prevención aplicables a dichos
riesgos.
2. El empresario deberá consultar a los trabajadores, y permitir su participación, en el marco de todas
las cuestiones que afecten a la seguridad y a la salud en el trabajo, de conformidad con lo dispuesto en
el capítulo V de la presente Ley.
Los trabajadores tendrán derecho a efectuar propuestas al empresario, así como a los órganos de
participación y representación previstos en el capítulo V de esta Ley, dirigidas a la mejora de los niveles
de protección de la seguridad y la salud en la empresa.

Artículo 19. Formación de los trabajadores.

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1. En cumplimiento del deber de protección, el empresario deberá garantizar que cada trabajador
reciba una formación teórica y práctica, suficiente y adecuada, en materia preventiva, tanto en el
momento de su contratación, cualquiera que sea la modalidad o duración de ésta, como cuando se
produzcan cambios en las funciones que desempeñe o se introduzcan nuevas tecnologías o cambios en
los equipos de trabajo.
La formación deberá estar centrada específicamente en el puesto de trabajo o función de cada
trabajador, adaptarse a la evolución de los riesgos y a la aparición de otros nuevos y repetirse
periódicamente, si fuera necesario.
2. La formación a que se refiere el apartado anterior deberá impartirse, siempre que sea posible,
dentro de la jornada de trabajo o, en su defecto, en otras horas pero con el descuento en aquélla del
tiempo invertido en la misma. La formación se podrá impartir por la empresa mediante medios propios
o concertándola con servicios ajenos, y su coste no recaerá en ningún caso sobre los trabajadores.

Artículo 20. Medidas de emergencia.


El empresario, teniendo en cuenta el tamaño y la actividad de la empresa, así como la posible
presencia de personas ajenas a la misma, deberá analizar las posibles situaciones de emergencia y
adoptar las medidas necesarias en materia de primeros auxilios, lucha contra incendios y evacuación
de los trabajadores, designando para ello al personal encargado de poner en práctica estas medidas y
comprobando periódicamente, en su caso, su correcto funcionamiento. El citado personal deberá
poseer la formación necesaria, ser suficiente en número y disponer del material adecuado, en función
de las circunstancias antes señaladas.
Para la aplicación de las medidas adoptadas, el empresario deberá organizar las relaciones que sean
necesarias con servicios externos a la empresa, en particular en materia de primeros auxilios,
asistencia médica de urgencia, salvamento y lucha contra incendios, de forma que quede garantizada
la rapidez y eficacia de las mismas.

Artículo 21. Riesgo grave e inminente.


1. Cuando los trabajadores estén o puedan estar expuestos a un riesgo grave e inminente con ocasión
de su trabajo, el empresario estará obligado a:
a) Informar lo antes posible a todos los trabajadores afectados acerca de la existencia de dicho
riesgo y de las medidas adoptadas o que, en su caso, deban adoptarse en materia de
protección.
b) Adoptar las medidas y dar las instrucciones necesarias para que, en caso de peligro grave,
inminente e inevitable, los trabajadores puedan interrumpir su actividad y, si fuera necesario,
abandonar de inmediato el lugar de trabajo. En este supuesto no podrá exigirse a los
trabajadores que reanuden su actividad mientras persista el peligro, salvo excepción
debidamente justificada por razones de seguridad y determinada reglamentariamente.
c) Disponer lo necesario para que el trabajador que no pudiera ponerse en contacto con su
superior jerárquico, ante una situación de peligro grave e inminente para su seguridad, la de
otros trabajadores o la de terceros a la empresa, esté en condiciones, habida cuenta de sus
conocimientos y de los medios técnicos puestos a su disposición, de adoptar las medidas
necesarias para evitar las consecuencias de dicho peligro.
2. De acuerdo con lo previsto en el apartado 1 del artículo 14 de la presente Ley, el trabajador tendrá
derecho a interrumpir su actividad y abandonar el lugar de trabajo, en caso necesario, cuando
considere que dicha actividad entraña un riesgo grave e inminente para su vida o su salud.
3. Cuando en el caso a que se refiere el apartado 1 de este artículo el empresario no adopte o no
permita la adopción de las medidas necesarias para garantizar la seguridad y la salud de los
trabajadores, los representantes legales de éstos podrán acordar, por mayoría de sus miembros, la
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paralización de la actividad de los trabajadores afectados por dicho riesgo. Tal acuerdo será
comunicado de inmediato a la empresa y a la autoridad laboral, la cual, en el plazo de veinticuatro
horas, anulará o ratificará la paralización acordada.
El acuerdo a que se refiere el párrafo anterior podrá ser adoptado por decisión mayoritaria de los
Delegados de Prevención cuando no resulte posible reunir con la urgencia requerida al órgano de
representación del personal.
4. Los trabajadores o sus representantes no podrán sufrir perjuicio alguno derivado de la adopción de
las medidas a que se refieren los apartados anteriores, a menos que hubieran obrado de mala fe o
cometido negligencia grave.

Artículo 22. Vigilancia de la salud.


1. El empresario garantizará a los trabajadores a su servicio la vigilancia periódica de su estado de
salud en función de los riesgos inherentes al trabajo.
Esta vigilancia sólo podrá llevarse a cabo cuando el trabajador preste su consentimiento. De este
carácter voluntario sólo se exceptuarán, previo informe de los representantes de los trabajadores, los
supuestos en los que la realización de los reconocimientos sea imprescindible para evaluar los efectos
de las condiciones de trabajo sobre la salud de los trabajadores o para verificar si el estado de salud
del trabajador puede constituir un peligro para el mismo, para los demás trabajadores o para otras
personas relacionadas con la empresa o cuando así esté establecido en una disposición legal en
relación con la protección de riesgos específicos y actividades de especial peligrosidad.
En todo caso se deberá optar por la realización de aquellos reconocimientos o pruebas que causen las
menores molestias al trabajador y que sean proporcionales al riesgo.
2. Las medidas de vigilancia y control de la salud de los trabajadores se llevarán a cabo respetando
siempre el derecho a la intimidad y a la dignidad de la persona del trabajador y la confidencialidad de
toda la información relacionada con su estado de salud.
3. Los resultados de la vigilancia a que se refiere el apartado anterior serán comunicados a los
trabajadores afectados.
4. Los datos relativos a la vigilancia de la salud de los trabajadores no podrán ser usados con fines
discriminatorios ni en perjuicio del trabajador.
El acceso a la información médica de carácter personal se limitará al personal médico y a las
autoridades sanitarias que lleven a cabo la vigilancia de la salud de los trabajadores, sin que pueda
facilitarse al empresario o a otras personas sin consentimiento expreso del trabajador.
No obstante lo anterior, el empresario y las personas u órganos con responsabilidades en materia de
prevención serán informados de las conclusiones que se deriven de los reconocimientos efectuados en
relación con la aptitud del trabajador para el desempeño del puesto de trabajo o con la necesidad de
introducir o mejorar las medidas de protección y prevención, a fin de que puedan desarrollar
correctamente sus funciones en materia preventiva.
5. En los supuestos en que la naturaleza de los riesgos inherentes al trabajo lo haga necesario, el
derecho de los trabajadores a la vigilancia periódica de su estado de salud deberá ser prolongado más
allá de la finalización de la relación laboral, en los términos que reglamentariamente se determinen.
6. Las medidas de vigilancia y control de la salud de los trabajadores se llevarán a cabo por personal
sanitario con competencia técnica, formación y capacidad acreditada.

Artículo 23. Documentación.


1. El empresario deberá elaborar y conservar a disposición de la autoridad laboral la siguiente
documentación relativa a las obligaciones establecidas en los artículos anteriores:
a) Plan de prevención de riesgos laborales, conforme a lo previsto en el apartado 1 del artículo
42
16 de esta ley.
b) Evaluación de los riesgos para la seguridad y la salud en el trabajo, incluido el resultado de
los controles periódicos de las condiciones de trabajo y de la actividad de los trabajadores, de
acuerdo con lo dispuesto en el párrafo a) del apartado 2 del artículo 16 de esta ley.
c) Planificación de la actividad preventiva, incluidas las medidas de protección y de prevención
a adoptar y, en su caso, material de protección que deba utilizarse, de conformidad con el
párrafo b) del apartado 2 del artículo 16 de esta ley.
d) Práctica de los controles del estado de salud de los trabajadores previstos en el artículo 22
de esta Ley y conclusiones obtenidas de los mismos en los términos recogidos en el último
párrafo del apartado 4 del citado artículo.
e) Relación de accidentes de trabajo y enfermedades profesionales que hayan causado al
trabajador una incapacidad laboral superior a un día de trabajo. En estos casos el empresario
realizará, además, la notificación a que se refiere el apartado 3 del presente artículo.
2. En el momento de cesación de su actividad, las empresas deberán remitir a la autoridad laboral la
documentación señalada en el apartado anterior.
3. El empresario estará obligado a notificar por escrito a la autoridad laboral los daños para la salud de
los trabajadores a su servicio que se hubieran producido con motivo del desarrollo de su trabajo,
conforme al procedimiento que se determine reglamentariamente.
4. La documentación a que se hace referencia en el presente artículo deberá también ser puesta a
disposición de las autoridades sanitarias al objeto de que éstas puedan cumplir con lo dispuesto en el
artículo 10 de la presente Ley y en el artículo 21 de la Ley 14/1986, de 25 de abril, General de Sanidad.

Artículo 24. Coordinación de actividades empresariales.


1. Cuando en un mismo centro de trabajo desarrollen actividades trabajadores de dos o más empresas,
éstas deberán cooperar en la aplicación de la normativa sobre prevención de riesgos laborales. A tal
fin, establecerán los medios de coordinación que sean necesarios en cuanto a la protección y
prevención de riesgos laborales y la información sobre los mismos a sus respectivos trabajadores, en
los términos previstos en el apartado 1 del artículo 18 de esta Ley.
2. El empresario titular del centro de trabajo adoptará las medidas necesarias para que aquellos otros
empresarios que desarrollen actividades en su centro de trabajo reciban la información y las
instrucciones adecuadas, en relación con los riesgos existentes en el centro de trabajo y con las
medidas de protección y prevención correspondientes, así como sobre las medidas de emergencia a
aplicar, para su traslado a sus respectivos trabajadores.
3. Las empresas que contraten o subcontraten con otras la realización de obras o servicios
correspondientes a la propia actividad de aquéllas y que se desarrollen en sus propios centros de
trabajo deberán vigilar el cumplimiento por dichos contratistas y subcontratistas de la normativa de
prevención de riesgos laborales.
4. Las obligaciones consignadas en el último párrafo del apartado 1 del artículo 41 de esta Ley serán
también de aplicación, respecto de las operaciones contratadas, en los supuestos en que los
trabajadores de la empresa contratista o subcontratista no presten servicios en los centros de trabajo
de la empresa principal, siempre que tales trabajadores deban operar con maquinaria, equipos,
productos, materias primas o útiles proporcionados por la empresa principal.
5. Los deberes de cooperación y de información e instrucción recogidos en los apartados 1 y 2 serán de
aplicación respecto de los trabajadores autónomos que desarrollen actividades en dichos centros de
trabajo.
6. Las obligaciones previstas en este artículo serán desarrolladas reglamentariamente.

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Artículo 25. Protección de trabajadores especialmente sensibles a determinados riesgos.
1. El empresario garantizará de manera específica la protección de los trabajadores que, por sus
propias características personales o estado biológico conocido, incluidos aquellos que tengan
reconocida la situación de discapacidad física, psíquica o sensorial, sean especialmente sensibles a los
riesgos derivados del trabajo. A tal fin, deberá tener en cuenta dichos aspectos en las evaluaciones de
los riesgos y, en función de éstas, adoptará las medidas preventivas y de protección necesarias.
Los trabajadores no serán empleados en aquellos puestos de trabajo en los que, a causa de sus
características personales, estado biológico o por su discapacidad física, psíquica o sensorial
debidamente reconocida, puedan ellos, los demás trabajadores u otras personas relacionadas con la
empresa ponerse en situación de peligro o, en general, cuando se encuentren manifiestamente en
estados o situaciones transitorias que no respondan a las exigencias psicofísicas de los respectivos
puestos de trabajo.
2. Igualmente, el empresario deberá tener en cuenta en las evaluaciones los factores de riesgo que
puedan incidir en la función de procreación de los trabajadores y trabajadoras, en particular por la
exposición a agentes físicos, químicos y biológicos que puedan ejercer efectos mutagénicos o de
toxicidad para la procreación, tanto en los aspectos de la fertilidad, como del desarrollo de la
descendencia, con objeto de adoptar las medidas preventivas necesarias.

Artículo 26. Protección de la maternidad.


1. La evaluación de los riesgos a que se refiere el artículo 16 de la presente Ley deberá comprender la
determinación de la naturaleza, el grado y la duración de la exposición de las trabajadoras en situación
de embarazo o parto reciente a agentes, procedimientos o condiciones de trabajo que puedan influir
negativamente en la salud de las trabajadoras o del feto, en cualquier actividad susceptible de
presentar un riesgo específico. Si los resultados de la evaluación revelasen un riesgo para la seguridad
y la salud o una posible repercusión sobre el embarazo o la lactancia de las citadas trabajadoras, el
empresario adoptará las medidas necesarias para evitar la exposición a dicho riesgo, a través de una
adaptación de las condiciones o del tiempo de trabajo de la trabajadora afectada. Dichas medidas
incluirán, cuando resulte necesario, la no realización de trabajo nocturno o de trabajo a turnos.
2. Cuando la adaptación de las condiciones o del tiempo de trabajo no resultase posible o, a pesar de
tal adaptación, las condiciones de un puesto de trabajo pudieran influir negativamente en la salud de
la trabajadora embarazada o del feto, y así lo certifiquen los Servicios Médicos del Instituto Nacional
de la Seguridad Social o de las Mutuas, en función de la Entidad con la que la empresa tenga
concertada la cobertura de los riesgos profesionales, con el informe del médico del Servicio Nacional
de Salud que asista facultativamente a la trabajadora, ésta deberá desempeñar un puesto de trabajo o
función diferente y compatible con su estado. El empresario deberá determinar, previa consulta con
los representantes de los trabajadores, la relación de los puestos de trabajo exentos de riesgos a estos
efectos.
El cambio de puesto o función se llevará a cabo de conformidad con las reglas y criterios que se
apliquen en los supuestos de movilidad funcional y tendrá efectos hasta el momento en que el estado
de salud de la trabajadora permita su reincorporación al anterior puesto.
En el supuesto de que, aun aplicando las reglas señaladas en el párrafo anterior, no existiese puesto de
trabajo o función compatible, la trabajadora podrá ser destinada a un puesto no correspondiente a su
grupo o categoría equivalente, si bien conservará el derecho al conjunto de retribuciones de su puesto
de origen.
3. Si dicho cambio de puesto no resultara técnica u objetivamente posible, o no pueda
razonablemente exigirse por motivos justificados, podrá declararse el paso de la trabajadora afectada
a la situación de suspensión del contrato por riesgo durante el embarazo, contemplada en el artículo
45.1.d) del Estatuto de los Trabajadores, durante el período necesario para la protección de su

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seguridad o de su salud y mientras persista la imposibilidad de reincorporarse a su puesto anterior o a
otro puesto compatible con su estado.

4. Lo dispuesto en los números 1 y 2 de este artículo será también de aplicación durante el período de
lactancia natural, si las condiciones de trabajo pudieran influir negativamente en la salud de la mujer o
del hijo y así lo certifiquen los Servicios Médicos del Instituto Nacional de la Seguridad Social o de las
Mutuas, en función de la Entidad con la que la empresa tenga concertada la cobertura de los riesgos
profesionales, con el informe del médico del Servicio Nacional de Salud que asista facultativamente a
la trabajadora o a su hijo. Podrá, asimismo, declararse el pase de la trabajadora afectada a la situación
de suspensión del contrato por riesgo durante la lactancia natural de hijos menores de nueve meses
contemplada en el artículo 45.1.d) del Estatuto de los Trabajadores, si se dan las circunstancias
previstas en el número 3 de este artículo.
5. Las trabajadoras embarazadas tendrán derecho a ausentarse del trabajo, con derecho a
remuneración, para la realización de exámenes prenatales y técnicas de preparación al parto, previo
aviso al empresario y justificación de la necesidad de su realización dentro de la jornada de trabajo.

Artículo 27. Protección de los menores.


1. Antes de la incorporación al trabajo de jóvenes menores de dieciocho años, y previamente a
cualquier modificación importante de sus condiciones de trabajo, el empresario deberá efectuar una
evaluación de los puestos de trabajo a desempeñar por los mismos, a fin de determinar la naturaleza,
el grado y la duración de su exposición, en cualquier actividad susceptible de presentar un riesgo
específico al respecto, a agentes, procesos o condiciones de trabajo que puedan poner en peligro la
seguridad o la salud de estos trabajadores.
A tal fin, la evaluación tendrá especialmente en cuenta los riesgos específicos para la seguridad, la
salud y el desarrollo de los jóvenes derivados de su falta de experiencia, de su inmadurez para evaluar
los riesgos existentes o potenciales y de su desarrollo todavía incompleto.
En todo caso, el empresario informará a dichos jóvenes y a sus padres o tutores que hayan intervenido
en la contratación, conforme a lo dispuesto en la letra b) del artículo 7 del texto refundido de la Ley del
Estatuto de los Trabajadores aprobado por el Real Decreto legislativo 1/1995, de 24 de marzo, de los
posibles riesgos y de todas las medidas adoptadas para la protección de su seguridad y salud.
2. Teniendo en cuenta los factores anteriormente señalados, el Gobierno establecerá las limitaciones a
la contratación de jóvenes menores de dieciocho años en trabajos que presenten riesgos específicos.

Artículo 28. Relaciones de trabajo temporales, de duración determinada y en empresas de trabajo


temporal.
1. Los trabajadores con relaciones de trabajo temporales o de duración determinada, así como los
contratados por empresas de trabajo temporal, deberán disfrutar del mismo nivel de protección en
materia de seguridad y salud que los restantes trabajadores de la empresa en la que prestan sus
servicios.
La existencia de una relación de trabajo de las señaladas en el párrafo anterior no justificará en ningún
caso una diferencia de trato por lo que respecta a las condiciones de trabajo, en lo relativo a
cualquiera de los aspectos de la protección de la seguridad y la salud de los trabajadores.
La presente Ley y sus disposiciones de desarrollo se aplicarán plenamente a las relaciones de trabajo
señaladas en los párrafos anteriores.
2. El empresario adoptará las medidas necesarias para garantizar que, con carácter previo al inicio de
su actividad, los trabajadores a que se refiere el apartado anterior reciban información acerca de los
riesgos a los que vayan a estar expuestos, en particular en lo relativo a la necesidad de cualificaciones

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o aptitudes profesionales determinadas, la exigencia de controles médicos especiales o la existencia de
riesgos específicos del puesto de trabajo a cubrir, así como sobre las medidas de protección y
prevención frente a los mismos.
Dichos trabajadores recibirán, en todo caso, una formación suficiente y adecuada a las características
del puesto de trabajo a cubrir, teniendo en cuenta su cualificación y experiencia profesional y los
riesgos a los que vayan a estar expuestos.
3. Los trabajadores a que se refiere el presente artículo tendrán derecho a una vigilancia periódica de
su estado de salud, en los términos establecidos en el artículo 22 de esta Ley y en sus normas de
desarrollo.
4. El empresario deberá informar a los trabajadores designados para ocuparse de las actividades de
protección y prevención o, en su caso, al servicio de prevención previsto en el artículo 31 de esta Ley
de la incorporación de los trabajadores a que se refiere el presente artículo, en la medida necesaria
para que puedan desarrollar de forma adecuada sus funciones respecto de todos los trabajadores de la
empresa.
5. En las relaciones de trabajo a través de empresas de trabajo temporal, la empresa usuaria será
responsable de las condiciones de ejecución del trabajo en todo lo relacionado con la protección de la
seguridad y la salud de los trabajadores. Corresponderá, además, a la empresa usuaria el
cumplimiento de las obligaciones en materia de información previstas en los apartados 2 y 4 del
presente artículo.
La empresa de trabajo temporal será responsable del cumplimiento de las obligaciones en materia de
formación y vigilancia de la salud que se establecen en los apartados 2 y 3 de este artículo. A tal fin, y
sin perjuicio de lo dispuesto en el párrafo anterior, la empresa usuaria deberá informar a la empresa
de trabajo temporal, y ésta a los trabajadores afectados, antes de la adscripción de los mismos, acerca
de las características propias de los puestos de trabajo a desempeñar y de las cualificaciones
requeridas.
La empresa usuaria deberá informar a los representantes de los trabajadores en la misma de la
adscripción de los trabajadores puestos a disposición por la empresa de trabajo temporal. Dichos
trabajadores podrán dirigirse a estos representantes en el ejercicio de los derechos reconocidos en la
presente Ley.

Artículo 29. Obligaciones de los trabajadores en materia de prevención de riesgos.


1. Corresponde a cada trabajador velar, según sus posibilidades y mediante el cumplimiento de las
medidas de prevención que en cada caso sean adoptadas, por su propia seguridad y salud en el trabajo
y por la de aquellas otras personas a las que pueda afectar su actividad profesional, a causa de sus
actos y omisiones en el trabajo, de conformidad con su formación y las instrucciones del empresario.
2. Los trabajadores, con arreglo a su formación y siguiendo las instrucciones del empresario, deberán
en particular:
1.º Usar adecuadamente, de acuerdo con su naturaleza y los riesgos previsibles, las máquinas,
aparatos, herramientas, sustancias peligrosas, equipos de transporte y, en general,
cualesquiera otros medios con los que desarrollen su actividad.
2.º Utilizar correctamente los medios y equipos de protección facilitados por el empresario, de
acuerdo con las instrucciones recibidas de éste.
3.º No poner fuera de funcionamiento y utilizar correctamente los dispositivos de seguridad
existentes o que se instalen en los medios relacionados con su actividad o en los lugares de
trabajo en los que ésta tenga lugar.
4.º Informar de inmediato a su superior jerárquico directo, y a los trabajadores designados para
realizar actividades de protección y de prevención o, en su caso, al servicio de prevención,

46
acerca de cualquier situación que, a su juicio, entrañe, por motivos razonables, un riesgo para
la seguridad y la salud de los trabajadores.
5.º Contribuir al cumplimiento de las obligaciones establecidas por la autoridad competente
con el fin de proteger la seguridad y la salud de los trabajadores en el trabajo.
6.º Cooperar con el empresario para que éste pueda garantizar unas condiciones de trabajo
que sean seguras y no entrañen riesgos para la seguridad y la salud de los trabajadores.
3. El incumplimiento por los trabajadores de las obligaciones en materia de prevención de riesgos a
que se refieren los apartados anteriores tendrá la consideración de incumplimiento laboral a los
efectos previstos en el artículo 58.1 del Estatuto de los Trabajadores o de falta, en su caso, conforme a
lo establecido en la correspondiente normativa sobre régimen disciplinario de los funcionarios
públicos o del personal estatutario al servicio de las Administraciones públicas. Lo dispuesto en este
apartado será igualmente aplicable a los socios de las cooperativas cuya actividad consista en la
prestación de su trabajo, con las precisiones que se establezcan en sus Reglamentos de Régimen
Interno.

TEMA 7

Secreto profesional

La Ley Orgánica 15/1999, de 13 de diciembre

De Protección de Datos de Carácter Personal

TÍTULO I.Disposiciones generales

Artículo 1. Objeto.
La presente Ley Orgánica tiene por objeto garantizar y proteger, en lo que concierne al tratamiento de
los datos personales, las libertades públicas y los derechos fundamentales de las personas físicas, y
especialmente de su honor e intimidad personal y familiar.

47
Artículo 2. Ámbito de aplicación.
1. La presente Ley Orgánica será de aplicación a los datos de carácter personal registrados en soporte
físico, que los haga susceptibles de tratamiento, y a toda modalidad de uso posterior de estos datos
por los sectores público y privado.
Se regirá por la presente Ley Orgánica todo tratamiento de datos de carácter personal:
a) Cuando el tratamiento sea efectuado en territorio español en el marco de las actividades de
un establecimiento del responsable del tratamiento.
b) Cuando al responsable del tratamiento no establecido en territorio español, le sea de
aplicación la legislación española en aplicación de normas de Derecho Internacional público.
c) Cuando el responsable del tratamiento no esté establecido en territorio de la Unión Europea
y utilice en el tratamiento de datos medios situados en territorio español, salvo que tales
medios se utilicen únicamente con fines de tránsito.
2. El régimen de protección de los datos de carácter personal que se establece en la presente Ley
Orgánica no será de aplicación:
a) A los ficheros mantenidos por personas físicas en el ejercicio de actividades exclusivamente
personales o domésticas.
b) A los ficheros sometidos a la normativa sobre protección de materias clasificadas.
c) A los ficheros establecidos para la investigación del terrorismo y de formas graves de
delincuencia organizada. No obstante, en estos supuestos el responsable del fichero
comunicará previamente la existencia del mismo, sus características generales y su finalidad a
la Agencia de Protección de Datos.
3. Se regirán por sus disposiciones específicas, y por lo especialmente previsto, en su caso, por esta Ley
Orgánica los siguientes tratamientos de datos personales:
a) Los ficheros regulados por la legislación de régimen electoral.
b) Los que sirvan a fines exclusivamente estadísticos, y estén amparados por la legislación
estatal o autonómica sobre la función estadística pública.
c) Los que tengan por objeto el almacenamiento de los datos contenidos en los informes
personales de calificación a que se refiere la legislación del régimen del personal de las Fuerzas
Armadas.
d) Los derivados del Registro Civil y del Registro Central de penados y rebeldes.
e) Los procedentes de imágenes y sonidos obtenidos mediante la utilización de videocámaras
por las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad, de conformidad con la legislación sobre la materia.

Artículo 3. Definiciones.
A los efectos de la presente Ley Orgánica se entenderá por:
a) Datos de carácter personal: cualquier información concerniente a personas físicas
identificadas o identificables.
b) Fichero: todo conjunto organizado de datos de carácter personal, cualquiera que fuere la
forma o modalidad de su creación, almacenamiento, organización y acceso.
c) Tratamiento de datos: operaciones y procedimientos técnicos de carácter automatizado o
no, que permitan la recogida, grabación, conservación, elaboración, modificación, bloqueo y
cancelación, así como las cesiones de datos que resulten de comunicaciones, consultas,
interconexiones y transferencias.
d) Responsable del fichero o tratamiento: persona física o jurídica, de naturaleza pública o
privada, u órgano administrativo, que decida sobre la finalidad, contenido y uso del
tratamiento.
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e) Afectado o interesado: persona física titular de los datos que sean objeto del tratamiento a
que se refiere el apartado c) del presente artículo.
f) Procedimiento de disociación: todo tratamiento de datos personales de modo que la
información que se obtenga no pueda asociarse a persona identificada o identificable.
g) Encargado del tratamiento: la persona física o jurídica, autoridad pública, servicio o cualquier
otro organismo que, sólo o conjuntamente con otros, trate datos personales por cuenta del
responsable del tratamiento.
h) Consentimiento del interesado: toda manifestación de voluntad, libre, inequívoca, específica
e informada, mediante la que el interesado consienta el tratamiento de datos personales que le
conciernen.
i) Cesión o comunicación de datos: toda revelación de datos realizada a una persona distinta
del interesado.
j) Fuentes accesibles al público: aquellos ficheros cuya consulta puede ser realizada, por
cualquier persona, no impedida por una norma limitativa o sin más exigencia que, en su caso, el
abono de una contraprestación.
Tienen la consideración de fuentes de acceso público, exclusivamente, el censo promocional,
los repertorios telefónicos en los términos previstos por su normativa específica y las listas de
personas pertenecientes a grupos de profesionales que contengan únicamente los datos de
nombre, título, profesión, actividad, grado académico, dirección e indicación de su pertenencia
al grupo. Asimismo, tienen el carácter de fuentes de acceso público los diarios y boletines
oficiales y los medios de comunicación.

TÍTULO II. Principios de la protección de datos

Artículo 4. Calidad de los datos.


1. Los datos de carácter personal sólo se podrán recoger para su tratamiento, así como someterlos a
dicho tratamiento, cuando sean adecuados, pertinentes y no excesivos en relación con el ámbito y las
finalidades determinadas, explícitas y legítimas para las que se hayan obtenido.
2. Los datos de carácter personal objeto de tratamiento no podrán usarse para finalidades
incompatibles con aquellas para las que los datos hubieran sido recogidos. No se considerará
incompatible el tratamiento posterior de éstos con fines históricos, estadísticos o científicos.
3. Los datos de carácter personal serán exactos y puestos al día de forma que respondan con veracidad
a la situación actual del afectado.
4. Si los datos de carácter personal registrados resultaran ser inexactos, en todo o en parte, o
incompletos, serán cancelados y sustituidos de oficio por los correspondientes datos rectificados o
completados, sin perjuicio de las facultades que a los afectados reconoce el artículo 16.
5. Los datos de carácter personal serán cancelados cuando hayan dejado de ser necesarios o
pertinentes para la finalidad para la cual hubieran sido recabados o registrados.
No serán conservados en forma que permita la identificación del interesado durante un período
superior al necesario para los fines en base a los cuales hubieran sido recabados o registrados.
Reglamentariamente se determinará el procedimiento por el que, por excepción, atendidos los valores
históricos, estadísticos o científicos de acuerdo con la legislación específica, se decida el
mantenimiento íntegro de determinados datos.
6. Los datos de carácter personal serán almacenados de forma que permitan el ejercicio del derecho
de acceso, salvo que sean legalmente cancelados.

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7. Se prohíbe la recogida de datos por medios fraudulentos, desleales o ilícitos.

Artículo 5. Derecho de información en la recogida de datos.


1. Los interesados a los que se soliciten datos personales deberán ser previamente informados de
modo expreso, preciso e inequívoco:
a) De la existencia de un fichero o tratamiento de datos de carácter personal, de la finalidad de
la recogida de éstos y de los destinatarios de la información.
b) Del carácter obligatorio o facultativo de su respuesta a las preguntas que les sean
planteadas.
c) De las consecuencias de la obtención de los datos o de la negativa a suministrarlos.
d) De la posibilidad de ejercitar los derechos de acceso, rectificación, cancelación y oposición.
e) De la identidad y dirección del responsable del tratamiento o, en su caso, de su
representante.
Cuando el responsable del tratamiento no esté establecido en el territorio de la Unión Europea y
utilice en el tratamiento de datos medios situados en territorio español, deberá designar, salvo que
tales medios se utilicen con fines de trámite, un representante en España, sin perjuicio de las acciones
que pudieran emprenderse contra el propio responsable del tratamiento.
2. Cuando se utilicen cuestionarios u otros impresos para la recogida, figurarán en los mismos, en
forma claramente legible, las advertencias a que se refiere el apartado anterior.
3. No será necesaria la información a que se refieren las letras b), c) y d) del apartado 1 si el contenido
de ella se deduce claramente de la naturaleza de los datos personales que se solicitan o de las
circunstancias en que se recaban.
4. Cuando los datos de carácter personal no hayan sido recabados del interesado, éste deberá ser
informado de forma expresa, precisa e inequívoca, por el responsable del fichero o su representante,
dentro de los tres meses siguientes al momento del registro de los datos, salvo que ya hubiera sido
informado con anterioridad, del contenido del tratamiento, de la procedencia de los datos, así como
de lo previsto en las letras a), d) y e) del apartado 1 del presente artículo.
5. No será de aplicación lo dispuesto en el apartado anterior, cuando expresamente una ley lo prevea,
cuando el tratamiento tenga fines históricos, estadísticos o científicos, o cuando la información al
interesado resulte imposible o exija esfuerzos desproporcionados, a criterio de la Agencia de
Protección de Datos o del organismo autonómico equivalente, en consideración al número de
interesados, a la antigüedad de los datos y a las posibles medidas compensatorias.
Asimismo, tampoco regirá lo dispuesto en el apartado anterior cuando los datos procedan de fuentes
accesibles al público y se destinen a la actividad de publicidad o prospección comercial, en cuyo caso,
en cada comunicación que se dirija al interesado se le informará del origen de los datos y de la
identidad del responsable del tratamiento así como de los derechos que le asisten.

Artículo 6. Consentimiento del afectado.


1. El tratamiento de los datos de carácter personal requerirá el consentimiento inequívoco del
afectado, salvo que la ley disponga otra cosa.
2. No será preciso el consentimiento cuando los datos de carácter personal se recojan para el ejercicio
de las funciones propias de las Administraciones públicas en el ámbito de sus competencias; cuando se
refieran a las partes de un contrato o precontrato de una relación negocial, laboral o administrativa y
sean necesarios para su mantenimiento o cumplimiento; cuando el tratamiento de los datos tenga por
finalidad proteger un interés vital del interesado en los términos del artículo 7, apartado 6, de la
presente Ley, o cuando los datos figuren en fuentes accesibles al público y su tratamiento sea
necesario para la satisfacción del interés legítimo perseguido por el responsable del fichero o por el del
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tercero a quien se comuniquen los datos, siempre que no se vulneren los derechos y libertades
fundamentales del interesado.
3. El consentimiento a que se refiere el artículo podrá ser revocado cuando exista causa justificada
para ello y no se le atribuyan efectos retroactivos.
4. En los casos en los que no sea necesario el consentimiento del afectado para el tratamiento de los
datos de carácter personal, y siempre que una ley no disponga lo contrario, éste podrá oponerse a su
tratamiento cuando existan motivos fundados y legítimos relativos a una concreta situación personal.
En tal supuesto, el responsable del fichero excluirá del tratamiento los datos relativos al afectado.

Artículo 7. Datos especialmente protegidos.


1. De acuerdo con lo establecido en el apartado 2 del artículo 16 de la Constitución, nadie podrá ser
obligado a declarar sobre su ideología, religión o creencias.
Cuando en relación con estos datos se proceda a recabar el consentimiento a que se refiere el
apartado siguiente, se advertirá al interesado acerca de su derecho a no prestarlo.
2. Sólo con el consentimiento expreso y por escrito del afectado podrán ser objeto de tratamiento los
datos de carácter personal que revelen la ideología, afiliación sindical, religión y creencias. Se
exceptúan los ficheros mantenidos por los partidos políticos, sindicatos, iglesias, confesiones o
comunidades religiosas y asociaciones, fundaciones y otras entidades sin ánimo de lucro, cuya
finalidad sea política, filosófica, religiosa o sindical, en cuanto a los datos relativos a sus asociados o
miembros, sin perjuicio de que la cesión de dichos datos precisará siempre el previo consentimiento
del afectado.
3. Los datos de carácter personal que hagan referencia al origen racial, a la salud y a la vida sexual sólo
podrán ser recabados, tratados y cedidos cuando, por razones de interés general, así lo disponga una
ley o el afectado consienta expresamente.
4. Quedan prohibidos los ficheros creados con la finalidad exclusiva de almacenar datos de carácter
personal que revelen la ideología, afiliación sindical, religión, creencias, origen racial o étnico, o vida
sexual.
5. Los datos de carácter personal relativos a la comisión de infracciones penales o administrativas sólo
podrán ser incluidos en ficheros de las Administraciones públicas competentes en los supuestos
previstos en las respectivas normas reguladoras.
6. No obstante lo dispuesto en los apartados anteriores, podrán ser objeto de tratamiento los datos de
carácter personal a que se refieren los apartados 2 y 3 de este artículo, cuando dicho tratamiento
resulte necesario para la prevención o para el diagnóstico médicos, la prestación de asistencia sanitaria
o tratamientos médicos o la gestión de servicios sanitarios, siempre que dicho tratamiento de datos se
realice por un profesional sanitario sujeto al secreto profesional o por otra persona sujeta asimismo a
una obligación equivalente de secreto.
También podrán ser objeto de tratamiento los datos a que se refiere el párrafo anterior cuando el
tratamiento sea necesario para salvaguardar el interés vital del afectado o de otra persona, en el
supuesto de que el afectado esté física o jurídicamente incapacitado para dar su consentimiento.

Artículo 8. Datos relativos a la salud.


Sin perjuicio de lo que se dispone en el artículo 11 respecto de la cesión, las instituciones y los centros
sanitarios públicos y privados y los profesionales correspondientes podrán proceder al tratamiento de
los datos de carácter personal relativos a la salud de las personas que a ellos acudan o hayan de ser
tratados en los mismos, de acuerdo con lo dispuesto en la legislación estatal o autonómica sobre
sanidad.

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Artículo 9. Seguridad de los datos.
1. El responsable del fichero, y, en su caso, el encargado del tratamiento deberán adoptar las medidas
de índole técnica y organizativas necesarias que garanticen la seguridad de los datos de carácter
personal y eviten su alteración, pérdida, tratamiento o acceso no autorizado, habida cuenta del estado
de la tecnología, la naturaleza de los datos almacenados y los riesgos a que están expuestos, ya
provengan de la acción humana o del medio físico o natural.
2. No se registrarán datos de carácter personal en ficheros que no reúnan las condiciones que se
determinen por vía reglamentaria con respecto a su integridad y seguridad y a las de los centros de
tratamiento, locales, equipos, sistemas y programas.
3. Reglamentariamente se establecerán los requisitos y condiciones que deban reunir los ficheros y las
personas que intervengan en el tratamiento de los datos a que se refiere el artículo 7 de esta Ley.

Artículo 10. Deber de secreto.


El responsable del fichero y quienes intervengan en cualquier fase del tratamiento de los datos de
carácter personal están obligados al secreto profesional respecto de los mismos y al deber de
guardarlos, obligaciones que subsistirán aun después de finalizar sus relaciones con el titular del
fichero o, en su caso, con el responsable del mismo.

Artículo 11. Comunicación de datos.


1. Los datos de carácter personal objeto del tratamiento sólo podrán ser comunicados a un tercero
para el cumplimiento de fines directamente relacionados con las funciones legítimas del cedente y del
cesionario con el previo consentimiento del interesado.
2. El consentimiento exigido en el apartado anterior no será preciso:
a) Cuando la cesión está autorizada en una ley.
b) Cuando se trate de datos recogidos de fuentes accesibles al público.
c) Cuando el tratamiento responda a la libre y legítima aceptación de una relación jurídica cuyo
desarrollo, cumplimiento y control implique necesariamente la conexión de dicho tratamiento
con ficheros de terceros.
En este caso la comunicación sólo será legítima en cuanto se limite a la finalidad que la
justifique.
d) Cuando la comunicación que deba efectuarse tenga por destinatario al Defensor del Pueblo,
el Ministerio Fiscal o los Jueces o Tribunales o el Tribunal de Cuentas, en el ejercicio de las
funciones que tiene atribuidas. Tampoco será preciso el consentimiento cuando la
comunicación tenga como destinatario a instituciones autonómicas con funciones análogas al
Defensor del Pueblo o al Tribunal de Cuentas.
e) Cuando la cesión se produzca entre Administraciones públicas y tenga por objeto el
tratamiento posterior de los datos con fines históricos, estadísticos o científicos.
f) Cuando la cesión de datos de carácter personal relativos a la salud sea necesaria para
solucionar una urgencia que requiera acceder a un fichero o para realizar los estudios
epidemiológicos en los términos establecidos en la legislación sobre sanidad estatal o
autonómica.
3. Será nulo el consentimiento para la comunicación de los datos de carácter personal a un tercero,
cuando la información que se facilite al interesado no le permita conocer la finalidad a que destinarán
los datos cuya comunicación se autoriza o el tipo de actividad de aquel a quien se pretenden
comunicar.
4. El consentimiento para la comunicación de los datos de carácter personal tiene también un carácter

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de revocable.
5. Aquel a quien se comuniquen los datos de carácter personal se obliga, por el solo hecho de la
comunicación, a la observancia de las disposiciones de la presente Ley.
6. Si la comunicación se efectúa previo procedimiento de disociación, no será aplicable lo establecido
en los apartados anteriores.

Artículo 12. Acceso a los datos por cuenta de terceros.


1. No se considerará comunicación de datos el acceso de un tercero a los datos cuando dicho acceso
sea necesario para la prestación de un servicio al responsable del tratamiento.
2. La realización de tratamientos por cuenta de terceros deberá estar regulada en un contrato que
deberá constar por escrito o en alguna otra forma que permita acreditar su celebración y contenido,
estableciéndose expresamente que el encargado del tratamiento únicamente tratará los datos
conforme a las instrucciones del responsable del tratamiento, que no los aplicará o utilizará con fin
distinto al que figure en dicho contrato, ni los comunicará, ni siquiera para su conservación, a otras
personas.
En el contrato se estipularán, asimismo, las medidas de seguridad a que se refiere el artículo 9 de esta
Ley que el encargado del tratamiento está obligado a implementar.
3. Una vez cumplida la prestación contractual, los datos de carácter personal deberán ser destruidos o
devueltos al responsable del tratamiento, al igual que cualquier soporte o documentos en que conste
algún dato de carácter personal objeto del tratamiento.
4. En el caso de que el encargado del tratamiento destine los datos a otra finalidad, los comunique o
los utilice incumpliendo las estipulaciones del contrato, será considerado también responsable del
tratamiento, respondiendo de las infracciones en que hubiera incurrido personalmente.

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