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Este artículo –el primero de dos que se harán cargo de examinar el concepto de
justicia ocupacional– presenta los hallazgos de una revisión de antecedentes
respecto de cómo se ha conceptualizado la justicia ocupacional y sus conceptos
asociados (privación, marginación, alienación, desequilibrio y apartheid
ocupacional). Su objetivo es examinar posibles vías de desarrollo y aplicación de
estos conceptos y sus potenciales obstáculos. Los resultados indican que las
perspectivas sobre la justicia ocupacional ponen énfasis en los conjuntos
particulares de necesidades y capacidades ocupacionales de los individuos en
entornos específicos. Sobre la base de la idea de que la participación en las
ocupaciones puede tener efectos sobre la salud, la justicia ocupacional se
sustenta en la convicción del derecho de todas las personas de ejercer
ocupaciones diversas y significativas que satisfagan sus necesidades individuales
y permitan desarrollar su potencial. Según la bibliografía, las barreras al ejercicio
de ocupaciones significativas son consideradas injusticias. Un impedimento para
propiciar la justicia ocupacional en la práctica es la falta de claridad conceptual
acerca de la justicia ocupacional y sus términos relacionados. Antes de seguir
desarrollando y utilizando una perspectiva sobre la justicia ocupacional, es
necesario aclarar las bases conceptuales de la justicia ocupacional y elaborar con
mayor profundidad los modelos de una práctica ocupacionalmente justa.
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Las teóricas de la justicia ocupacional argumentan que los individuos cuentan con
un conjunto particular de capacidades, necesidades y rutinas ocupacionales en el
contexto de su entorno y que tienen el derecho de ejercitar estas capacidades
para promover y mantener su salud y calidad de vida (Stadnyk, Townsend y
Wilcock, 2010). Estas ideas, que originalmente provienen del ámbito de la ciencia
ocupacional, amplían la reflexión actual centrándose en el acceso a las
ocupaciones significativas en aras de la justicia. Si bien es cierto en las carreras y
programas de terapia ocupacional y ciencia ocupacional de todo el mundo se
discuten, elaboran y enseñan las teorías sobre la justicia ocupacional, aún no se
han consolidado ideas aceptadas universalmente en torno a este tema. En este
sentido, la falta de un entendimiento y un enfoque unificado sobre la justicia
ocupacional limita su potencial de desarrollo y aplicación.
Métodos
Se llevó a cabo una revisión de antecedentes de la literatura (Arksey y
O’Malley, 2005) con el fin de examinar el concepto de justicia ocupacional. Los
métodos de análisis de antecedentes mapean “conceptos clave que sustentan un
ámbito de investigación”, particularmente cuando “se trata de un ámbito complejo
o que no ha sido revisado exhaustivamente con anterioridad” (Mays, Roberts y
Popay, 2001, pág. 194). Las revisiones de antecedentes analizan la profundidad,
la amplitud y la naturaleza de la investigación vigente, sacan conclusiones acerca
de la actual actividad de investigación en la literatura e identifican brechas ahí
donde todavía no se aportan pruebas (Arksey y O’Malley, 2005). Los métodos
aplicados en esta investigación difieren de aquellos de los estudios de
antecedentes tradicionales en cuanto a que se analizó la bibliografía empírica y la
teórica.
Hallazgos
La estrategia de búsqueda arrojo un total final de 13 obras para incluirlas en la
revisión: cuatro artículos (Hammell, 2008; Townsend y Wilcock, 2004;
Whiteford, 2000; Wilcock y Townsend, 2000) y nueve capítulos de libros
(Kronenberg y Pollard, 2005; Stadnyk, 2008; Stadnyk et al., 2010; Whiteford, 2010;
Whiteford y Townsend, 2011; Wilcock, 1998, 2005, 2006; Wilcock y
Townsend, 2009). Dos teóricas, Wilcock y Townsend, dominaban en la literatura y
eran las autoras o coautoras de nueve de las obras, mientras que otras dos
teóricas, Stadnyk y Whiteford, son las autoras o coautoras de dos o tres obras,
respectivamente. Los otros dos artículos son de autoría de Kronenberg y Pollard
(2005) y Hammell (2008).
¿Qué es la justicia ocupacional?
Privación ocupacional
Marginación ocupacional
Alienación ocupacional
Desequilibrio ocupacional
Aunque estos dos ejemplos describen situaciones que calzan con la definición de
injusticia ocupacional, se podría argumentar que estas injusticias quedan
neutralizadas por otras preocupaciones morales o de salud. Un argumento con
más matices tiene que ver no tanto con definir e identificar las injusticas
ocupacionales sino con determinar si la injusticia obliga a una determinada
respuesta. Obviamente, las situaciones de esclavitud, guerra, pobreza, abusos,
desplazamiento y un sinnúmero de otras circunstancias pueden indicar la
necesidad de una respuesta ante la injusticia, pero se requiere deliberar si estas y
otras injusticias apuntan a la necesidad de intervenir frente a las injusticias
ocupacionales. En ese sentido, el concepto de derechos ocupacionales está en
estrecha relación con las formas de injusticia descritas en la literatura.
El único trabajo entre aquellos que revisamos en nuestro estudio que menciona
esta Declaración de Principios es el de Whiteford y Townsend (2011). Si bien
reconocemos que siete de las obras revisadas se escribieron antes de la
publicación de la Declaración de Principios de la WFOT (2006), seis son de 2008 o
posteriores, lo cual implica tiempo suficiente para haberla considerado. Una
referencia a la Declaración de Principios podría reafirmar la importancia de seguir
elaborando la teoría que la sustenta y otorgarle sentido al desarrollo de los
conceptos, los marcos y los modelos de la justicia ocupacional.
Este marco de tres partes persigue ilustrar “el cruce de ideas que dieron origen a
una teoría evolutiva de la justicia ocupacional” (Stadnyk et al., 2010, pág. 334). Si
bien es útil para catalogar algunos conceptos clave que se discuten en la
bibliografía sobre la justicia ocupacional, las explicaciones son limitadas y no se
ofrecen ejemplos ni pruebas que permitan dilucidar estos conceptos, justificar su
relación en el diagrama o explicar la selección de flechas en una o dos
direcciones. Además, no existe un análisis que permita elaborar sobre el
surgimiento del diagrama o explicar su aplicación teórica o práctica. Los conceptos
planteados en el diagrama tienen distintas definiciones en la literatura y entre las
disciplinas. Las definiciones de los conceptos y sus relaciones probablemente
ayudarían a mejorar la compresión sobre la justicia ocupacional y su aplicación.
Del mismo modo, los ejemplos de situaciones reales explicados según la
perspectiva de este marco podrían ser útiles para ilustrar de qué manera la justicia
ocupacional está arraigada en la práctica.
En la tercera parte del marco, Stadnyk et al. (2010) describen cuatro creencias y
cuatro principios básicos. Las creencias se basan en valores y supuestos acerca
de los humanos, entre ellos que la participación en “ocupaciones [tiene lugar] en
condiciones sociales que determinan la salud y la calidad de vida” (pág. 340) y se
nutren a partir de teorías de distintos ámbitos de estudios, como la ciencia
ocupacional, la terapia ocupacional, la filosofía, la ciencia y la antropología. Las
cuatro creencias indican que los humanos son seres ocupacionales, que realizan
ocupaciones como agentes autónomos, que el ejercicio de una ocupación es a la
vez interdependiente y contextual y, por último, que el ejercicio de una ocupación
es un determinante de la salud y la calidad de vida (Stadnyk et al., 2010).
Con respecto a las actuales teorías y modelos sobre la justicia ocupacional, si bien
Stadnyk (2008) aportó un ejemplo de gran utilidad sobre la aplicación de los
postulados básicos de la teoría evolutiva de la justicia ocupacional a un escenario
que implicaba la atención de ancianos, contar con más ejemplos serviría para
profundizar la comprensión de la teoría y ilustraría su aplicación. Sin embargo, lo
que es más importante es que tales ejemplos se deberían usar para complementar
una pauta general sobre cómo la aplicación de este modelo puede orientar la
práctica en distintas situaciones. Una pauta de ese tipo aún no se ha elaborado. El
único marco que intenta orientar la práctica de la terapia ocupacional es el marco
participativo de justicia ocupacional de Whiteford y Townsend (2011). Si bien se
ofrece una gran cantidad de información, algunos de los conceptos siguen siendo
intangibles. Por ejemplo, el marco se describe como “una herramienta conceptual
para hacer justicia” (pág. 65). Esta definición es bastante vaga e impone una
demanda que podría obstaculizar los esfuerzos por aplicar el marco. Además, si
bien las preguntas que orientan los seis procesos son bastante detalladas y es
probable que resulten útiles a la hora de orientar una reflexión crítica acerca de
situaciones de injusticia ocupacional, estos procesos se establecen en dos niveles
de contextos que solo se describen de manera breve y en términos muy
generales. Contar con un conjunto de preguntas para cada uno de los dos niveles
de contexto, similares a las que se plantean para cada uno de los procesos,
facilitaría la respuesta de las interrogantes de los seis procesos puesto que
ayudaría a trazar los límites y los recursos en su contexto, orientando de ese
modo aún mejor su aplicación práctica. Del mismo modo, contar con ejemplos que
apliquen el marco a situaciones prácticas tangibles, ya sea individuales o sociales,
serviría para modelar su uso.