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Doug Powell (Apologética Cristiana)

La teoría de la alucinación

La hipótesis planteada por la teoría de la alucinación es que, en medio de su


profundo pesar, los discípulos y otros seguidores de Jesús sufrieron alucinaciones
durante las cuales creyeron verlo resucitado. En ocasiones, estas alucinaciones
fueron personales y privadas, pero también las hubo comunitarias.
Durante estas alucinaciones comunitarias, Jesús transmitió el mismo mensaje a
todos los que vivieron esa experiencia.

El diccionario María Moliner define alucinación en los siguientes


términos:
l. Acción y efecto de alucinar [se].
2. Imagen falsa que se produce en la mente sin que exista realmente el objeto que
representa.

Sin duda, ni el objeto ni el origen de las alucinaciones están fuera de la mente. No


es que esta percibe un acontecimiento extraño en el mundo real y se esfuerza por
interpretarlo. Por el contrario, las alucinaciones son imágenes internas producidas
por la mente. La posibilidad de que diferentes personas sufran exactamente la
misma alucinación, de la misma manera y al mismo tiempo es un hecho que
debemos considerar, al menos, extremadamente improbable; ni qué decir si se
trata de 12 o hasta de 500 personas en forma simultánea.
A semejanza de la teoría del hermano mellizo, la teoría de la alucinación no
resuelve el problema de la tumba vacía. Si los seguidores de Jesús solo sufrían
alucinaciones, su cuerpo debió permanecer en la tumba. El único requisito para
acabar con el cristianismo hubiera sido hacer aparecer el cuerpo; no obstante,
todos los primeros relatos afirman que la tumba estaba vacía.
Por lo tanto, no hay razón para considerar seriamente la teoría de la alucinación.

Gary Collins Doctor, profesor durante veinte años, autor de numerosos


libros sobre cuestiones sicológicas, presidente de una asociación
nacional de sicólogos, menciona su opinión personal por las alucinaciones:

Las alucinaciones son apariciones individuales. Por su propia naturaleza, solo una
persona puede ver una alucinación dada a la vez. Ciertamente no son algo que un
grupo de personas puede ver. Ni es posible que una persona pueda de algún modo
inducir una alucinación en otra persona. Dado que la alucinación existe solo en
este sentido personal, subjetivo, es evidente que otros no puedan presenciarla.

Anunció Habermas-, es un problema grande para la teoría de la alucinación dado


que hay reiterados relatos de que Jesús se apareció a muchas personas que
contaron lo mismo. » y hay varios argumentos más acerca de por qué las
alucinaciones no pueden dar cuenta de sus apariciones -continuó-o
Los discípulos se encontraban temerosos, dubitativos y angustiados después de la
crucifixión mientras que las personas que alucinan necesitan una mente fértil de
expectativa o anticipación.
Pedro era cabeza dura, ¡por Dios!; Jacobo era un escéptico; ciertamente, no eran
buenos candidatos para las alucinaciones. »Asimismo, las alucinaciones son
comparativamente inusuales.
Por lo general son producto de las drogas o de privaciones físicas.
Las probabilidades son que usted no conoce a ninguna persona que alguna vez
haya tenido alucinaciones que no fueran causadas por una de estas dos opciones.

Sin embargo, ¿se supone que debemos creer que en el transcurso de varias
semanas, personas de todo tipo de trasfondo, de todo tipo de temperamento, en
varios lugares, todas ellas tuvieron alucinaciones? Eso es forzar la hipotesis
bastante, ¿no es así? »Además, si establecemos que los relatos de los Evangelios
son confiables, ¿como explica que los discípulos comieron con Jesús y lo tocaron?
¿Como camina con dos de ellos por el camino a Emaús? ¿Y qué de la tumba vacía?
Si la gente solo imaginaba que veía a Jesús, su cuerpo estaría todavía en la tumba.

LEE STROBEL (EL CASO DE CRISTO Y EL CASO DEL JESÚS VERDADERO)

La parte final del credo 1 Corintios 15:5-8(versículos 5 al 8) trata sus apariciones


después de la resurrección: "[Cristo] se apareció a Cefas, y luego a los doce.
Después se apareció a más de quinientos hermanos a la vez, la mayoría de los
cuales vive todavía, aunque algunos han muerto. Luego se apareció a Jacobo, más
tarde a todos los apóstoles", En el siguiente versículo Pablo agrega: "y por último,
como a uno nacido fuera de tiempo, se me apareció también a mí".

En primer lugar, aunque solo esté registrado en una sola fuente, ¡resulta ser el
pasaje más antiguo y mejor autenticado de todos! Y eso sí que es algo. »En
segundo lugar, parece que Pablo tuvo cierta cercanía a estas personas. Dice: "la
mayoría de los cuales vive todavía, aunque algunos han muerto". Pablo conocía a
algunas de estas personas o se lo dijo alguien que las conocía y sabía que todavía
estaban con vida y dispuestos a ser entrevistados. »Ahora deténgase a
considerarlo por un momento: uno nunca incluiría esa frase a menos que tuviera la
seguridad de que esas personas confirmarían que en verdad sí habían visto a Jesús
con vida. ¡Quiero decir que Pablo prácticamente estaba invitando a las personas a
que lo corroboraran por sí mismos! No lo habría dicho si no supiera que lo iban a
respaldar.

Donde debe haber ocurrido este encuentro con quinientas personas? -le pregunté.
-Bueno, en los campos de Galilea -especulo Habermas-. Si Jesús pudo alimentar a
cinco mil, podía predicar ante quinientos.
Y Mateo sí menciona que Jesús apareció en una montaña; quizás allí hubo más
gente que los once discípulos.

A primera vista, este es un testimonio de gran influencia de que Jesús sí apareció


vivo después de su muerte. Aquí se mencionaban los nombres de personas
específicas y grupos que lo vieron, escritos en un tiempo durante el cual la gente
podía corroborarlos si deseaban confirmación.
»Hay tres líneas de pruebas: el testimonio de Pablo acerca de los discípulos; las
tradiciones orales que se transmitieron dentro de la iglesia primitiva; y las obras
escritas de la iglesia primitiva.
»Las explicaciones de Pablo son especialmente importantes porque el apóstol
pretendía conocer personalmente a algunos de los discípulos como Pedro, Santiago
y Juan. El Libro de los Hechos lo confirma." Y en 1 Corintios
15:11 Pablo dice que: "haya sido yo o ellos, así predicamos y así creísteis,"
haciendo referencia a la resurrección de Jesús. En otras palabras, Pablo conocía
a los apóstoles y consigna que éstos afirmaban -como también él- que Jesús había
resucitado de entre los muertos.
»Después tenemos la tradición oral. Es evidente que en aquel tiempo no había
grabadoras y que pocos sabían leer, de modo que, para comunicar lo que había
sucedido, dependieron de la transmisión verbal hasta que más tarde se pusieron
por escrito los relatos de los distintos sucesos. Los eruditos han identificado varios
pasajes en que esta tradición oral fue insertada en el Nuevo Testamento en forma
de credos, himnos y resúmenes de sermones. Esto es realmente importante
porque, para que los autores del Nuevo Testamento pudieran incluirla, la tradición
oral debía existir antes de los escritos del Nuevo Testamento

»Muchos eruditos creen que Pablo recibió este credo de Pedro y Santiago durante
su visita a Jerusalén tres años después de su conversión. Este suceso habría que
situarlo dentro de los cinco años posteriores a la crucifixión -Licona puso los ojos
como platos--. Piénselo, ¡es algo realmente sorprendente! --dijo, en un tono de
voz que expresaba una genuina estupefacción--.
Como dijo un experto, "Este es el tipo de dato que hace babear a los historiadores
de la Antigüedad.'?' No solo es extraordinariamente antiguo, sino que, según
parece, a Pablo le fue transmitido por testigos presenciales que él consideraba
dignos de confianza, y esto hace que su grado de credibilidad sea todavía más
elevado.

»Tenemos también a Policarpo. Ireneo dice que Policarpo fue "instruido por los
apóstoles, y conversó con muchos de quienes habían visto a Cristo," entre los que
estaba Juan; dice igualmente que "recordaba sus palabras"; y que "siempre
enseñó las cosas que él había aprendido de los apóstoles." Tertuliano
confirma que Juan nombró a Policarpo obispo de la iglesia en Esmirna.
En primer lugar, su disposición a morir por sus creencias prueba, sin lugar a
dudas, que éstos las consideraban ciertas --dijo él-o No es muy probable que
mintieran a sabiendas con respecto a estas cuestiones. Los mentirosos no suelen
ser buenos mártires. En segundo lugar, no es que los discípulos creyeran que
Jesús resucitó de los muertos, sino que, para ellos, era un hecho.

Fueron testigos de las apariciones y podían establecer con seguridad que había
resucitado. De modo que, la razón por la que estuvieron dispuestos a morir, era la
verdad de la Resurrección.

»Aun Lüdemann, el crítico ateo concedió: "Puede considerarse históricamente


cierto que Pedro y los discípulos tuvieron ciertas experiencias después de la
muerte de Jesús en las que éste se les apareció como el Cristo resucitado.?"
Lüdemann afirma que tales experiencias no fueron sino visiones, lo cual,
personalmente, no considero una explicación creíble.

"Paula Fredriksen de la Universidad de Boston -y, tampoco ella es una


erudita evangélica sino muy liberal- afirma:
Sé que en su opinión lo que vieron era el Jesús resucitado. Esto es lo que dicen y
toda la evidencia histórica posterior da fe de su convicción que esto es lo que
vieron. No estoy diciendo que vieran realmente al Jesús resucitado. Yo no estaba
allí. No sé lo que vieron. Pero como historiadora, sí sé que debieron de haber visto
algo."

CONVERSION DE PABLO (PERSEGUIDOR DE LOS CRISTIANOS)

Sabemos por múltiples fuentes que Pablo (a quien entonces se conocía como Saulo
de Tarso) era un enemigo de la iglesia y estaba comprometido con la persecución
de los fieles -siguió diciendo Licona.- Pero el propio Pablo afirma que se convirtió
en seguidor de Jesús a raíz de un encuentro personal con el Jesús resucitado." De
modo que la resurrección de Jesús la atestiguan por igual amigos y enemigos, y
esto es algo muy significativo.

»Tenemos, pues, seis fuentes antiguas además de Pablo -Lucas, Clemente de


Roma, Policarpo, Tertuliano, Dionisio de Corinto, y Orígenes- que
atestiguan que Pablo estuvo dispuesto a sufrir y a morir por sus convicciones.
Recordemos, como ya hemos dicho, que los mentirosos no suelen ser buenos
mártires. Y esto nos da la confianza de que Pablo no solo afirmaba que el Jesús
resucitado se le había aparecido, sino que realmente lo creía.
»No se puede decir que Pablo fuera un amigo de Jesús que estaba predispuesto a
tener una visión de Él debido a sus ilusiones o al dolor causado por su crucifixión.

Por su perfil, Saulo de Tarso no era un candidato muy probable a la conversión.


Su mentalidad le llevaba a oponerse al movimiento cristiano que para él estaba
siguiendo a un falso mesías. Su radical transformación de perseguidor a misionero
demanda una explicación, y creo que la mejor es que, cuando Pablo afirma que se
encontró con el Jesús resucitado camino de Damasco, está diciendo la verdad.

»Inventándose esto no tenía nada que ganar en este mundo (solo el sufrimiento y
la muerte).

EL CASO DE LA RESURECCION DE JESÚS (MICHAEL LICONA)

El transtorno de conversión de Pablo

El trastorno de conversión es un problema psicológico en el que una persona


experimenta síntomas o déficits en los sentidos que no se producen
intencionalmente y pueden tener un origen neurológico.

Los síntomas típicos del trastorno de conversión son ceguera, parálisis, pérdida de
la voz, dolor, vómitos descontrolados, tics y convulsiones. El término conversión no
se usa aquí en un sentido relacionado con una conversión religiosa, pero podemos
preguntarnos si la conversión religiosa de Pablo del judaísmo al cristianismo fue un
resultado del trastorno de conversión. Quizás la luz brillante que lo cegó podría
haber sido el resultado de un mal funcionamiento neurológico u otras causas
médicas en lugar de una visita divina.
Un trastorno de conversión por parte de Pablo no refuta la resurrección de Jesús
debido a las siguientes razones cruciales:

Primero, incluso si es plausible, en el mejor de los casos, un trastorno de


conversión solo podría explicar la apariencia única de Pablo. No puede explicar
adecuadamente las apariencias a los discípulos o la aparición a Juan.

Segundo, el trastorno de conversión no puede explicar la tumba vacía.

En tercer lugar, Pablo no se ajusta al perfil de alguien que probablemente


experimente una psicosis de conversión.

De acuerdo con el Manual estadístico y de diagnóstico de trastornos mentales:


DSM-1V, "la fuente principal utilizada por los psicólogos y psiquiatras
profesionales para diagnosticar afecciones psicológicas, es más probable que las
mujeres experimenten psicosis de conversión en una proporción de hasta 5: 1 .
Los adolescentes, los militares en batalla, los de bajo estatus económico y los que
tienen un bajo coeficiente intelectual son igualmente más propensos a
experimentar el fenómeno. Paul no encaja en ninguna de estas categorías.

Esto no significa que no pudo haber experimentado el transtorno.

El trastorno de conversión también requiere que la experiencia de Paul incluya otra


psicosis a menudo denominada "complejo de mesías". Aquí, una persona
realmente cree que Dios le habló y le dijo que le dijera algo a los demás. Ahora,
por supuesto, podemos encontrar ejemplos de personas que han experimentado
alucinaciones visuales, alucinaciones auditivas y un complejo de mesías. Es muy
raro encontrar a alguien que haya experimentado los tres simultáneamente.
¿Experimentó Pablo los tres durante el mismo período? Los datos sugieren que no
lo hizo, ya que no encaja en el perfil psicológico del trastorno de conversión y no
parece haber estado en el estado de ánimo para alucinar a un Jesús
resucitado.

LAS ALUCINACIONES DE LOS DISCIPULOS

¿Podrían las alucinaciones ser responsables de las apariciones a los discípulos? Es


común que una persona experimente alucinaciones de dolor después de la muerte
de un ser querido. No diferentes a nosotros los modernos, los antiguos utilizaban
el vino y las drogas para aliviar el dolor emocional. Demasiado de cualquiera de
ellos puede hacer que las personas vean cosas que no están allí.

Aunque la teoría de la alucinación gozó de cierta popularidad hace más de cien


años y todavía tiene algunos adeptos, tiene varios problemas.

Primero, hoy sabemos que las alucinaciones son ocurrencias privadas, que ocurren
en la mente de un individuo. No son experiencias colectivas'. En un grupo, todas
las personas pueden estar en el estado de ánimo para alucinar, pero cada una
experimenta alucinaciones de forma individual. Tampoco experimentarán la misma
alucinación.

EJEMPLO: Las alucinaciones son como los sueños. Despiertas a tu esposa y dices:
"Cariño, acabo de soñar que estábamos en Hawai. Vuelve a dormir y únete a mí en
mi sueño y disfrutaremos de unas vacaciones gratis". Sería imposible para ella
hacerlo, ya que un sueño existe solo en la mente del individuo. No se puede
compartir con otra persona. Del mismo modo, una alucinación no puede ser
compartida.

Como se mencionó anteriormente, durante la vida de Jesús, Santiago no creía que


su hermano fuera el Mesías. De hecho, parecía que estaba entre aquellos que
pensaban que Jesús estaba incluso engañado .
CONVERSION DE SANTIAGO HERMANO DE JESÚS

Durante la crucifixión, ¿a quién encomienda Jesús el cuidado de su madre? No a


uno de sus hermanos, que hubiera sido lo natural, sino a Juan, que era creyente.
¿Por qué razón lo hizo? Creo que la deducción es muy fuerte: si Santiago o
cualquier otro de sus hermanos hubiera sido creyente, hubiera recibido el encargo
en lugar de Juan.

»Sin embargo, después de esto se produjo el momento crucial: el antiguo material


del credo que tenemos en 1 Corintios 15 nos dice que el Jesús resucitado se
apareció a Santiago. Quiero repetir que éste es un relato extraordinariamente
antiguo que tiene toda traza de fiabilidad. De hecho, es posible que
Santiago hubiera participado en la transmisión de este credo a Pablo, en cuyo caso
él mismo habría certificado personalmente lo que el credo afirma acerca de él.
»Como consecuencia de su encuentro con el Jesús resucitado, Santiago
no solo se hace cristiano, sino que más adelante llega a convertirse en un
importante dirigente de la iglesia de Jerusalén. Esto lo sabemos por el
libro de los Hechos y la Epístola a los Gálatas." De hecho, la Resurrección
convenció hasta tal punto a Santiago de que Jesús era el Mesías, que
estuvo dispuesto a morir como mártir, como atestiguan fuentes tanto
cristianas como no cristianas.

-¿Cree usted de verdad que la conversión de Santiago es una prueba significativa


de la Resurrección?
-Sin lugar a dudas, sí, lo creo --dijo él-o Como erudito de la Resurrección William
Lane Craig pregunta, "¿qué hubiera tenido que ocurrir para convencerle a usted
de que su hermano es el Señor?" Realmente, lo único que podría explicar este
cambio en el caso de Santiago es lo que se consigna en el antiguo credo: que el
Jesús crucificado se le apareció vivo.

EL TESTIMONIO DE LOS EVANGELIOS.

Jesús se apareció:
• A María Magdalena, en Juan 20:10-18;
• A las otras mujeres, en Mateo 28:8-10;
• A Cleofas y a otro discípulo en el camino a Emaús, en Lucas
24:13-32;
• A once discípulos y otros, en Lucas 24:33-49;
• A diez apóstoles y otros, con Tomás ausente, en Juan 20:19-
23;
• A Tomás y a los otros apóstoles, en Juan 20:26-30;
• A siete apóstoles, en Juan 21:1-14;
• A los discípulos, en Mateo 28:16-20;
• Y estuvo con los apóstoles en el Monte de los Olivos antes de su ascensión, en
Lucas 24:50-52 y Hechos 1:4-9.

Lo que es interesante en particular -agregó Habermas-,es que C.H. Dodd, el


erudito de la Universidad de Cambridge, analizó detenidamente estas
apariciones y llegó a la conclusión de que varias de ellas están basadas en material
muy temprano, entre ellas, el encuentro de Jesús con las mujeres, en Mateo
28:810; su encuentro con los once apóstoles en el cual les dio la gran comisión, en
Mateo 28:16-20; y su encuentro con los discípulos, en Juan 20:19-23, en el cual
les mostró sus manos y su costado.
Nuevamente, allí había una gran cantidad de ocasiones en que se vio a Jesús. No
era una mera observación fugaz de una figura borrosa por parte de una o dos
personas. Hubo numerosas apariciones a gran cantidad de personas y muchas de
las apariciones quedaron confirmadas en más de un Evangelio o por el credo de 1
Corintios 15.

WILLIAM CRAIG (FE RAZONABLE)

Paley (Filósofo y teólogo britanico) responde la afirmación de que las apariciones


de la resurrección fueron el resultado del "entusiasmo religioso" (es decir, eran
alucinaciones) al argumentar que la teoría falla en varios aspectos.

1. Primero, no solo una persona, sino muchas vieron a Cristo aparecer .


2. Segundo, lo vieron no individualmente sino juntos.
3. En tercer lugar, lo vieron aparecer no solo una vez, sino varias veces.
4. En cuarto lugar, no solo lo vieron, sino que lo tocaron, conversaron con él y
comieron con él.
5. Quinto y decisivamente, la hipótesis del entusiasmo religioso no explica la
no producción del cuerpo.

Hubiera sido imposible para los discípulos de Jesús haber creído en


la resurrección de su maestro si su cadáver todavía estuviera en la
tumba.

Norman Geisler (Apologetica)

1. Jesús era de carne y hueso (Lucas 24:39), comió pescado (VV. 42, 43) y
desafió a los escépticos para que lo tocaran y vieran (V. 39)
 A tomas le dijo: Pon aquí tu dedo, y mira mis manos y acerca tu
mano y métela en mi costado (Juan 20:27).
Esta clase de contacto imposibilita sugerir que los discípulos vieron un espíritu o
una ilusión, hasta la Biblia deja en claro que hay cierta diferencia entre ver una
visión (donde algo no se manifiesta en el mundo sino solo en la mente Hechos
7:54-58, caso de Esteban) y una aparición de Jesús donde todos los que estaban
alrededor vieron o escucharon con sus sentidos físicos.
 Y se quedó lo suficiente para enseñarles del reino de Dios (hechos
1:3) 40 días.
 Además, las apariciones duraron lo suficiente para cerciorarse de la
identidad del hombre que caminó y hablo con algunos (Lucas 24:13)
Camino a Emaús 11,100 metros (11 kilómetros)

CONCLUSIÓN:

El teólogo e historiador Carl Braaten: "Hasta los historiadores más escépticos


concuerdan en que para el cristianismo primitivo... la resurrección de Jesús de
entre los muertos fue un hecho real de la historia, el propio fundamento de la fe, y
no una idea mítica salida de la imaginación creativa de los creyentes."

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