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La inmigración ilegal

Se considera inmigración irregular o inmigración ilegal al movimiento migratorio de


personas a través de las fronteras sin atender los requerimientos legales del país
de destino y en ocasiones también del país de procedencia. La persona que se
encuentra en esta situación es un inmigrante irregular, un inmigrante ilegal, un
inmigrante sin papeles o simplemente un sin papeles (sin documentos tales como
el permiso de residencia o el permiso de trabajo).

Las situaciones de restricción migratoria, las cuales se pueden asumir como


políticas de diferentes estados o como parte de la propia dinámica de acción de un
gobierno, para evitar flujos migratorios no deseados hacia y desde sus fronteras,
dan lugar a controles migratorios que dificultan la entrada legal a un determinado
país. La búsqueda de mejores condiciones de vida y de trabajo, las desigualdades
económicas, sociales y demográficas persistentes, las violaciones de los derechos
humanos, los cambios o catástrofes ambientales, así como los conflictos políticos,
guerras y la violencia en general, son impulsores de la inmigración y más aún de
la ilegal. En general, los inmigrantes ilegales de Latinoamérica llegan a Estados
Unidos porque huyen de la inseguridad y la criminalidad en sus propios países
(por ejemplo, el reclutamiento forzoso en las bandas criminales), y/o en busca de
mejores oportunidades económicas.

Causas

1.- Políticas: Los conflictos políticos de un país pueden impulsar la migración


según la gravedad del caso. Golpes de Estado, inestabilidad en la alternancia del
poder, irrespeto a la expresión de la voluntad popular, entre otros, generan una
situación de inestabilidad que suele forzar la migración. Cuando una persona es
perseguida por su ideología política y debe salir de su país de forma voluntaria o
porque fue expulsado por las autoridades, se le llama refugiado político. Por
ejemplo, la presión del actual gobierno chino contra los disidentes políticos ha
llevado a muchos de ellos a salir del país después de haber sido perseguidos o
encarcelados y más cerca, el caso de venezolanos que han huido a USA donde
han solicitado asilo político.

2.- Económicas: El nivel de desarrollo económico de un país incide directamente


en la calidad de vida de sus habitantes. Por eso, los países con crisis económicas
graves suelen ser un caldo de cultivo para de procesos migratorios, ya que sus
habitantes deben desplazarse para buscar más o mejores ingresos para
sobrevivir. Un ejemplo es Venezuela, cuya severa crisis hiperinflacionaria sumada
a la escasez de alimentos y al deterioro de los servicios públicos, ha generado una
migración estimada para 2020 en unas siete millones de personas, según cifras de
ACNUR. Esto es el equivalente a la población de Paraguay para el año 2021. Otro
ejemplo es Haití, un país con una grave crisis económica, lo que ha generado la
migración del 14% de su población para 2019, según datos de la ONU. Esos
desplazamientos son, en su mayoría, hacia República Dominicana.

3.- Sociales: La migración puede estar impulsada por dificultades en el entorno


social que le restan calidad de vida al migrante y su entorno familiar. La
inseguridad y el desempleo son causas comunes de migración en América Latina,
lo que promueve las movilizaciones hacia otros países dentro o fuera del
continente. Por ejemplo, una de las causas de la migración en México tiene que
ver con la inseguridad, expresada en asaltos, robos y violencia generada por los
carteles del narcotráfico que operan en el país. Estas situaciones han estimulado
migraciones dentro y fuera del territorio, en este caso hacia hacia Estados Unidos.

4.- Ecológicas: Estas causas tienen que ver tanto con desastres naturales
(terremotos, huracanes, inundaciones, etc.) como con efectos del cambio climático
(desertización, desaparición de las fuentes de agua potable, temperaturas
extremas). Estas situaciones suelen generar migraciones forzadas, ya que los
habitantes del territorio deben abandonar su lugar de residencia para poder
sobrevivir.

5.- Bélicas: Las guerras, bien sean entre fuerzas de un mismo territorio o entre
países, generan una situación de zozobra que obliga a las personas a desplazarse
para preservar su vida. Muchas veces, las guerras son la consecuencia de
conflictos políticos, por lo cual se trata de dos causas de migración que están
estrechamente relacionadas. Ejemplo de ello son los Sirios, Afganos, entre otros
que por no contar con visas respectivas, tratan de entra ilegalmente a cualquier
otro país (principalmente a Europa) que les brinde estabilidad y mejores
condiciones de vida.

Consecuencias

¿Qué pasa cuando los migrantes llegan a su lugar de destino? Los intercambios
entre los migrantes y la población local puede generar consecuencias políticas,
económicas, culturales y sociales. Además, la migración puede tener efectos en la
salud mental en las personas. Todas estas causas son descritas a continuación.

La migración ilegal puede causar un impacto tanto en los países de origen de los
migrantes como en el país al que se dirigen, El país receptor aparece
(imaginariamente) como un espacio de grandes oportunidades e ingresos. La
búsqueda de mejores condiciones de vida motoriza los movimientos migratorios,
cuyas consecuencias políticas, económicas y sociales, provocan en muchos
casos, problema en la integración y adaptación, la competencia laboral, los nuevos
bolsones de pobreza, el aumento de la discriminación y la xenofobia, la
disminución de los salarios de los trabajadores nativos por la competencia con los
migrantes. Si a esto le sumamos que los gobiernos no tienen políticas sociales y
demográficas coherentes para afrontar los problemas de la migración, y que la
población migratoria irregular presiona sobre el mercado de trabajo, observaremos
cómo los efectos de los movimientos migratorios impactan en el mercado de
trabajo, en el sistema de salud, en los servicios públicos (agua, electricidad) y en
todas las estructuras de los países emisores y receptores.

Además de que las personas que migran a otros países por necesidad o por
buscar una vida mejor, normalmente dejan la vida que habían construido en su
país de origen, y esto puede afectarla psicológicamente, ya que la mayoría debe
dejar a sus familiares y conocidos y esto puede impactar tanto a la persona que se
queda como a la que se va, no solo económicamente en ambos lados sino
también en el hecho de que están teniendo la necesidad de separarse por una
razón que escapa de sus manos, lo cual puede llegar a conmover o impactar
negativamente en ellos.

Pero también existen efectos positivos sobre todo en la economía del país
receptor, ya que no cabe duda de que la economía se vuelva más dinámica con la
circulación de personas. Por eso, hay que destacar una serie de puntos a favor de
la inmigración en términos económicos.

• Más personas, más trabajo: Cuantas más personas haya, más trabajos se
ocuparán. El clásico de “los inmigrantes nos roban el trabajo” es mentira, ya que
ellos toman los trabajos que los otras personas no quieren porque se consideran
mejores que eso.

• Más personas, más consumo: Cuantas más personas haya, más consumo
habrá. Eso sí, es muy importante que los inmigrantes se integren en la cultura del
país al que llegan para que sea lo más justo y equitativo posible.

• Nuevos tipos de trabajo: Con la llegada de la inmigración se generan


diferentes puestos de trabajo, personas con diferentes culturas que pueden
ofrecer conocimiento de ambos lados y con resultados muy positivos. De nuevo, la
integración, la información y el respeto por parte de todos es básico para que
funcione a la perfección.

Pero esto también puede llegar a ser un problema o causar conflicto ya que
cuando se contrata, transporta y emplea a trabajadores migratorios en desafío de
la ley (ilegalmente), sus derechos y libertades fundamentales corren mayores
riesgos. La pobreza masiva, el desempleo y subempleo existentes en muchos
países en desarrollo, ofrecen a empleadores y agentes privados sin escrúpulos, un
terreno fácil para la contratación. En algunos casos, el traslado clandestino de los
trabajadores adquiere carácter de operación delictiva.

Desprovisto de condición jurídica o social alguna, el trabajador migratorio ilegal es,


por naturaleza, objeto de explotación. Queda a merced de sus empleadores y
puede verse obligado a aceptar todo tipo de trabajo, en cualquier condición laboral
de su vida. En el peor de los casos, la situación de los trabajadores migratorios es
similar a la esclavitud o al trabajo forzoso. El trabajador migratorio ilegal rara vez
trata de buscar justicia, por temor a ser descubierto y expulsado, y en muchos
países no tiene derecho de apelación contra decisiones administrativas que le
afectan.

Otra de las formas de impacto de los movimientos migratorios se da a partir del


desplazamiento de la mano de obra nacional de las áreas rurales, especialmente
fronterizas, donde se prefiere emplear inmigrantes ilegales, por sus niveles de
eficiencia y los bajos sueldos que devengan. También sobre el Sistema de Salud,
en particular en hospitales y centro de salud rurales, que se ven desbordados en
su capacidad de atención a la población en general. El retorno de ciertas
enfermedades, que se consideraban erradicadas, por cuanto la población que
ingresa en condiciones de ilegalidad no se somete, ni es sometida, a controles
higiénicos sanitarios debido a su propia situación jurídica irregular; aumenta la
demanda sobre el servicio educativo y la matrícula escolar; se produce la invasión
de terrenos municipales y privados en forma ilegal y proliferan una serie de
actividades ligadas a la economía informal, el juego de azar y la prostitución, así
como el incremento en el tráfico y consumo de drogas.

Desde la alimentación, hasta los usos más abstractos e intangibles, como la


oración y los rituales religiosos particulares de la región de origen, son parte de la
cultura con la que viajan los migrantes, conservando sus símbolos sociales y
recreando espacios para mantenerla.

Un caso en donde se vieron afectadas muchas personas por la inmigración ilegal


han sido los venezolanos desde hace un tiempo por regiones debido a las
circunstancias políticas, socioeconómicas y de derechos humanos por la que ha
atravesado Venezuela, las personas continúan saliendo del país para huir de la
violencia, la inseguridad, las amenazas, y la falta de alimentos, medicinas y
servicios esenciales que en su momento han ocurrido. Con más de 6 millones de
personas refugiadas y migrantes de Venezuela la mayoría de las cuales vive en
países de América Latina y el Caribe, esta se ha convertido en la segunda crisis
de desplazamiento externo de mayor magnitud en el mundo.

Si se mejoran las condiciones de vida de la población susceptible de migrar (ya


sea legal o ilegalmente), y con ello cesan los conflictos políticos, económicos,
bélicos, entre otras causas de la inmigración ilegal, este fenómeno podría
decrecer.

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