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PROCESO MIGRATORIO PERUANO

· MIGRACIÓN:

• La emigración consiste en dejar el propio país o la propia región para establecerse en otro
sitio. Forma parte del concepto más amplio de las migraciones de población.
Los países que registran más emigración en la actualidad son los pertenecientes al
denominado Tercer Mundo o países en vías de desarrollo, pero en otras épocas fueron los
europeos quienes emigraron a otras naciones en busca de una mejor vida.
Las emigraciones han llegado a ser uno de los problemas más graves que enfrenta hoy la
humanidad, por la precariedad en que deben vivir millones de desplazados.
Los problemas de la emigración son diferentes: los que se van tienen un efecto similar al de
la disminución de la natalidad, lo que para los países de natalidad alta será un alivio. Los que
vienen tienen que integrarse en el nuevo país, primero laboralmente con una legalidad en
permisos, identificación, seguridad social y educación; al mismo tiempo culturalmente, por
el idioma nuevo, cuando es diferente del suyo, en cualquier caso deben asumir las nuevas
costumbres y formas de vida. Los valores serán de diferente intensidad, por ejemplo el
concepto de amistad, de servicio comunitario, de tiempo libre, de horarios, de comidas,
de familia, de folclore, de gustos artísticos; estos nuevos o modificados valores se deberán
atemperar con los suyos de origen para evitar problemas inútiles, pero la diversidad cultural
y la diversidad de idiomas, de religiones, puede ser enriquecedora a veces, y creadora
de conflictos graves en otros casos. De todas formas no serán estas cuestiones los
principales problemas, salvo que haya una fuerte discriminación por los nacionales o por
otros grupos de emigrantes.
Los problemas más graves y de diferente intensidad según países
son documentos de identidad legales o permiso de trabajo legal. Para sobrevivir los adultos
y sus familias necesitan trabajar, salvo que sean jubilados y vengan por reagrupación
familiar. El Estado debe proveerles de identidad, moral y psicológicamente es preciso.
Como los mismos emigrantes reclaman: 'sólo venimos a trabajar en labores que los
nacionales no quieren hacer'. Los hechos demuestran que no es tan fácil la cuestión, pero si
se superan discriminaciones y se pone buena voluntad —diálogo— por ambas partes
de seguro que se va por el buen camino.
Cuál es el balance final, la actitud de unos y otros, es buena, ciertamente la diversidad
enriquece y el nacimiento de prácticamente todos los países ha sido por movimientos
migratorios. Piénsese también en la actitud de los que llegan con un alto grado de ilusión,
de descubrimiento, de amistad cooperante, de amor a su nueva nación y de cómo perciben
la nueva realidad: en muchos casos con sorprendente admiración.

• EMIGRACIÓN:
Inmigración es la entrada en un país de personas procedentes de otros lugares. Un inmigrante
es alguien que cambia de país de manera permanente. Puede incluir a las migraciones masivas
producidas antes de la consolidación de un Estado Nación, y también a los desplazamientos
dentro del mismo país: migración interna y éxodo rural. La emigración es un fenómeno
inherente a ésta, pues se refiere a la salida del país o lugar de origen, de manera que
cualquier inmigración tiene como contrapartida una emigración previa.
La inmigración es uno de los fenómenos mundiales más controvertidos. Todas las naciones
desarrolladas (y buena parte de las subdesarrolladas) restringen fuertemente el flujo
migratorio, justificándolo económicamente en la competencia desleal que representaría
para los ciudadanos una mano de obra a bajos costes y la carga que representarían los
inmigrantes a los servicios sociales de carácter público. La razón de fondo puede ser
muchas veces el temor de que la cultura nacional se vea ahogada por una oleada de
inmigrantes, especialmente cuando los inmigrantes son de otra raza, religión o idioma. El
aumento de la inmigración en Europa se ha combinado con la xenofobia tradicional. A pesar
de las razones aducidas, la política de cierre de fronteras plantea serios problemas
de respeto a los derechos humanos. Especialmente, cuando un país pide a otro que no
permita la libre salida de sus ciudadanos. En este caso, se produce una clara violación del
artículo 13 de la Declaración Universal de los Derechos Humanos, que reza así:

- Toda persona tiene derecho a circular libremente y a elegir su residencia en el territorio de


un Estado.
- Toda persona tiene derecho a salir de cualquier país, incluso del propio, y a regresar a su
país.
Sin embargo, es justo reconocer que los Derechos Humanos a escala internacional no
pueden ir (en la práctica), en contra o por encima de los derechos humanos de la población
de los países de inmigración. Pensar lo contrario sería inconcebible, sobre todo porque los
países receptores de inmigrantes no podrían resolver el problema de la superpoblación del
sureste asiático, para citar un ejemplo. Más bien es al revés: la inmigración en los países
desarrollados, suele tener partidarios (sobre todo entre las clases más poderosas
económicamente) para cubrir las necesidades de dichos países especialmente en lo que se
refiere a disponer de mano de obra barata y mantener los salarios relativamente bajos, aún
a costa del perjuicio social que se pueda cometer con la población obrera autóctona. Y en el
país de emigración tampoco suele ser una solución por el hecho de que los que han
emigrado son, precisamente, los que tienen mayor afán de superación e incluso mayor nivel
de preparación. Las remesas de los inmigrantes a sus países de origen suele compensar los
aspectos tan negativos de la emigración, aunque también ello crea un problema en el país
donde viven esos emigrantes.

• INMIGRACIÓN:
Inmigración es la acción y efecto de inmigrar, este término hace referencia a la
persona que llega a otro país para residir en él, generalmente por motivos
económicos , políticos o académicos. En otras palabras, entre los objetivos que más
comúnmente persiguen quienes se marchan de su país para radicarse en uno
extranjero se encuentran la intención de conseguir un mejor trabajo, de escapar de
la persecución e su tierra natal o de estudiar en una escuela o universidad de
prestigio
• SALDO MIGRATORIO:
Cabe recordar que el saldo migratorio no es un tipo de migración; lo consideramos en
dentro del mismo punto por la estrecha relación que tiene con la emigración como con
la inmigración. Se denomina balanza migratoria o saldo migratorio a la diferencia
entre emigración e inmigración. Así, el saldo migratorio podrá ser positivo cuando la
inmigración es mayor que la emigración y negativo en caso contrario. En algunos
textos se denomina emigración neta al saldo migratorio negativo e inmigración neta al
saldo migratorio positivo. El empleo de estas últimas denominaciones se hace para
evitar la confusión entre el significado cuantitativo del término positivo (más
habitantes) y el significado cualitativo de dicha palabra (mejor). Podemos decir, en
sentido inverso, la misma idea con respecto al saldo migratorio negativo.

· TIPOS DE MIGRACIÓN:

Las migraciones constituyen un fenómeno demográfico sumamente complejo que


responde a causas muy diversas y muy difíciles de determinar, en especial porque
debido a las migraciones irregulares o disfrazadas de actividades turísticas o de otra
índole, los datos cuantitativos son difíciles de obtener, especialmente en el caso de los
países subdesarrollados. Las principales causas de las migraciones son:
• Se refieren a las causas derivadas de las crisis políticas que suelen presentarse
en ciertos países. Muchas personas que temen a la persecución y venganza
políticas abandonan un país para residenciarse en otro o, al menos, intentan
abandonarlo, la Guerra Civil española aunque a menudo pueden llegar
inclusive a perder la vida cuando se trata de regímenes totalitarios. Cuando las
personas emigran por persecuciones políticas en su propio país se habla de
exiliados políticos, como sucedió en el caso de los españoles que huían de la
persecución del gobierno franquista después de.

• Culturales:

• La base cultural de una población determinada es un factor muy importante a


la hora de decidir a qué país o lugar se va a emigrar. La cultura (religión,
idioma, tradiciones, costumbres, etc.) tiene mucho peso en esta toma de
decisiones. Las posibilidades educativas son muy importantes a la hora de
decidir las migraciones de un lugar a otro, hasta el punto de que, en el éxodo
rural, este factor es a menudo determinante, ya que los que emigran del medio
rural al urbano suelen ser adultos jóvenes, que son los que tienen mayores
probabilidades de tener hijos pequeños.

• Políticas:

• Son las causas fundamentales en cualquier proceso migratorio. De hecho,


existe una relación directa entre desarrollo socioeconómico e inmigración y,
por ende, entre subdesarrollo y emigración. La mayor parte de los que emigran
lo hacen por motivos económicos, buscando un mejor nivel de vida. La
situación de hambre y miseria en muchos países subdesarrollados obliga a
muchos emigrantes a arriesgar su vida (y hasta perderla en multitud de
ocasiones), con tal de salir de su situación

• Socioeconómicas:

Los vínculos familiares también resultan un factor importante en la decisión de emigrar,


sobre todo, en los tiempos más recientes, en los que cualquier emigrante de algún país
subdesarrollado, necesita de mucha ayuda para establecerse en otro país de mayor
desarrollo económico.

• Familiares:
Constituyen una verdadera fuente de migraciones forzadas, que han dado origen a
desplazamientos masivos de la población, huyendo del exterminio o de la persecución
del país o ejército vencedor. La Segunda Guerra Mundial en Europa (y también
en Asia), así como guerras posteriores en África (Biafra, Uganda, Somalia, Sudán,
etc.) y en otras partes del mundo, han dado origen a enormes desplazamientos de la
población o, como podemos decir también, migraciones forzadas.

• Positivos:
• nuevas oportunidades de obtener un mejor
trabajo.

• poder a llegar a tener mejores condiciones


económicas dependiendo del país.

• nuevos aprendizaje de idioma y cultura.

• Negativos :

• la situación económica por los gastos de mudanza


y los de comprar una casa.

• la dificultad de conseguir educación.

• la dificultad de encontrar trabajo

• CAUSAS DE LA MIGRACIÓN:
Las migraciones tienen consecuencias directas e indirectas tanto en los países o
áreas de emigración como en los de inmigración y en ambos casos, pueden tener
efectos tanto positivos como negativos:
Constituyen consecuencias positivas: el alivio de algunos problemas de
superpoblación; el logro de una mayor homogeneidad cultural o política (los más
descontentos son los que primero emigran, quedando sólo los más conformes que
suelen estar de acuerdo con su situación socioeconómica o política); la disminución
de la presión sobre los recursos; la inversión de las remesas de dinero que envían los
emigrantes; la disminución del desempleo; el aumento de la productividad y el
aumento de la venta de productos en otros países.
Y constituyen consecuencias negativas: la desvitalización; el envejecimiento de la
población (porque los que emigran suelen ser jóvenes); el que la población que queda
se hace más tradicionalista, conservadora, y más reacia al cambio; pérdidas en lo que
se refiere a la inversión que se ha hecho en la población emigrante
(Educación, salud, etc.); suelen irse las personas más productivas y con mayor afán
de superación; disminución del consumo.

Otra consecuencia negativa importante está constituida por la secuencia de


desestabilización de la familia, y la formación de grupos familiares con alta
vulnerabilidad, así se tienen casos de:
- Familias con jefa de hogar masculina, y la ausencia prolongada de la madre;
- Familias con jefa femenina y ausencia prolongada del padre;
- Familias donde faltan los dos adultos, padre y madre a la vez. Los hijos son
criados por:
- Los abuelos o uno de ellos;
- Los tíos o uno de los;
- Una familia vecina.
Estas situaciones provocan múltiples problemas en las familias, que van desde
un decaimiento del rendimiento escolar, incremento del fenómeno de las
pandillas juveniles, hasta el incremento del consumo de drogas, sin pretender
que la migración sea la única causa de estos fenómenos.

• PARA EL LUGAR DE LA INMIGRACIÓN:


Constituyen consecuencias positivas: el rejuvenecimiento de la población; la
población se hace más dispuesta a los cambios (sociales, culturales, técnicos);
aportes de capital y de mano de obra; aportes de nuevas técnicas (innovación
tecnológica); llegan personas ya preparadas sin que haya tenido que invertirse en su
preparación; aumenta el consumo.
Y constituyen consecuencias negativas: pueden aparecer desequilibrios en cuanto a
la estructura por edad y sexo; introducen una mayor diversidad cultural,
política, lingüística, religiosa, llegando a formarse grupos completamente
segregados y marginales; perjudica a la conciencia gremial de la clase trabajadora,
ya que los inmigrantes suelen aceptar salarios inferiores a los de la población local;
aumentan las necesidades de servicios, sobre todo, asistenciales y educativos;
aumentan las importaciones de productos de los lugares de procedencia de los
inmigrantes; remesas de dinero hacia los lugares de procedencia de los inmigrantes;
disminución de los salarios en algunas ramas o sectores por la explotación laboral de
los inmigrantes, etc.

• CONSECUENCIAS DE LA MIGRACIÓN:
Las migraciones han sido una necesidad para la humanidad desde la más remota
antigüedad, cuando el hombre se desplazaba de un lugar a otro en busca
de medios de subsistencia o para eludir a enemigos humanos o naturales,
recorriendo de esta forma el planeta. Históricamente, las migraciones han
cambiado totalmente el aspecto de los países, influyendo en su composición racial,
lingüística y cultural, así como otros cambios importantes de gran repercusión.
Hace mil quinientos años, en lo que actualmente conocemos como Moscú, no había
un sólo ruso, en Hungría no había un sólo húngaro, en Turquía no había
turcos, España empezaba a ser visigoda, en América sólo vivían indígenas, en
Australia sólo polinesios y melanesios, en la región de Kosovo vivía en forma
minoritaria los albaneses, lo que hace todavía más complejo el término.
Luego de que los europeos llegaran a América, una parte de los indígenas
originarios fueron desplazados o exterminados por los europeos y otra gran parte
terminó también mezclándose con ellos, dando origen al mestizaje, que forma en
Hispanoamérica principalmente, la mayor parte de la población actual, en especial
en países o regiones como México y América Central, Colombia, Ecuador, Argentina,
Perú, Bolivia, Chile y otros. Entre los pueblos europeos que participaron activamente
en estas emigraciones masivas hacia América, además de los españoles, podemos
citar a los ingleses, portugueses, franceses y holandeses. Debido a la escasez de
mano de obra, sobre todo en el trabajo de las llamadas plantaciones, se importaron
esclavos africanos de raza negra, en especial de los países del Golfo de Guinea, lo
que cambió nuevamente la composición de la población y creó
nuevas mezclas raciales: mulatos, zambos, y otras denominaciones que ya no suelen
emplearse. Los descendientes de los antiguos esclavos, cada vez más mezclados
con los otros grupos raciales, predominaron en las regiones de clima cálido
próximas a la costa, donde constituían la mano de obra de las principales haciendas
o plantaciones de caña de azúcar, cacao y algodón, entre otros cultivos. En las islas
del Caribe, donde el impacto de la Conquista diezmó a la población indígena muy
pronto, los europeos sustituyeron el trabajo de los indígenas con el de los esclavos,
por lo cual, el impacto africano en el poblamiento fue más importante que el
indígena: podríamos decir que, mientras que los Andes siempre han sido indo
americanos, las Antillas se convirtieron en afro americanas. También el sureste de
los Estados Unidos recibió una gran cantidad de esclavos como mano de obra para
trabajar en las plantaciones de algodón. La costa del Golfo de México (en México y
Nicaragua) también recibió cierta cantidad de inmigrantes africanos como esclavos.
Lo mismo sucedió en las costas de Colombia y Venezuela y, sobre todo, en el Brasil.
Durante la época posterior a la independencia de los países americanos hubo una
fuerte afluencia de inmigrantes desde Europa, fomentada por los gobiernos
americanos. Notorios son los casos de los italianos en Argentina y de los alemanes
en el sur de Chile.

• MIGRACIÓN INTERNACIONAL EN LA ACTUALIDAD:


La migración internacional es una realidad creciente en las últimas décadas y el proceso
de globalización ha acelerado esta tendencia. En la actualidad se cuentan alrededor de
125 millones de migrantes en el mundo (es decir, gente desplazada de un país a otro),
de los cuales 80 millones se consideran como migrantes recientes. Este movimiento
creciente de hombres, mujeres y niños tiene impactos importantes tanto en los países
"expulsores" como en los receptores. Sin embargo, los gobiernos se han negado a
incluir el tema en las negociaciones de liberalización comercial, a pesar de las peticiones
reiteradas de numerosas organizaciones no gubernamentales. Los acuerdos de
liberalización se limitan a la libre circulación de capital, mercancías y de los agentes del
capital y excluyen la movilidad de la mano de obra.
La problemática que lleva a migrar es multidimensional. El mayor motivo, fuera de
la violencia política, es el problema del desempleo. La migración afecta no sólo a los
migrantes, sino que tiene importantes consecuencias en las relaciones económicas y
sociales de los países involucrados. Por ello deben pactarse reglas internacionales para
enfrentar el problema tanto en la defensa de los derechos humanos y laborales de los
migrantes, como para regular la circulación de mano de obra.
Los impactos de la migración son complejos. Los países en vías de desarrollo se han
convertido en exportadores de trabajadores, a menudo vulnerables a la explotación.
Las empresas obtienen buen provecho de esta situación, colaborando así a la
contracción de los salarios en los países receptores. Por otra parte, las remesas
de divisas enviadas por estos trabajadores a sus familias son un factor importante en la
disminución de los problemas de la balanza de la cuenta corriente en las economías
subdesarrolladas a la vez que amortiguan los problemas sociales y de pobreza extrema.
La Organización Mundial para las Migraciones calcula que hay aproximadamente 30
millones de migrantes trabajadores en el mundo que envían a sus países de origen
alrededor de 67 mil millones de dólares anuales. Muchos estudios sitúan estas remesas
en el segundo lugar como fuente de divisas en el ámbito mundial, sólo superada por
el petróleo. En varios países, como El Salvador, la principal entrada de divisas depende
de los envíos de las trabajadoras y los trabajadores migrantes a sus familias. Incluso en
países como México, que tiene una economía altamente exportadora y con una
amplia industria maquiladora, las remesas enviadas por los trabajadores migrantes
ocupan el cuarto lugar en importancia como entrada de divisas. Es por ello que a
muchos gobiernos no les interesa reglamentar la movilidad de la mano de obra.
Los Estados Unidos, el mayor país receptor de mano de obra migrante, ha endurecido y,
en gran medida, militarizado, su política migratoria. Ha subordinado la política
migratoria de otros países, como México, para que sirvan de muro de contención a
los flujos migratorios de Centroamérica y el Caribe. El resto de los países del continente
no está exento de graves problemas fronterizos vinculados con el flujo de trabajadores
migrantes.
La migración internacional constituye uno de los fenómenos más característicos del
mundo contemporáneo. Como provocadoramente señalan M. Hardt y A. Negri, "un
fantasma recorre el mundo y es el fantasma de la migración" (Hardt y Negri, 2002).
Sucede que una mayor conciencia de las oportunidades de trabajo y de
desarrollo personal en los países industrializados, impulsada por una
considerable integración económica y el efecto demostrativo de los medios masivos
de comunicación, así como por el incremento y modernización de las redes de
transportes y comunicaciones, ha dado lugar a una significativa expansión de los
movimientos migratorios internacionales. Según la Organización Internacional de
Migraciones (OIM), en los últimos 35 años, la población migrante internacional, se ha
duplicado, para llegar a 175 millones de personas (2,9% de la población mundial), de los
cuales el 48% son mujeres (OIM, 2003). Además, las tendencias de los movimientos
migratorios internacionales se han modificado radicalmente. Las sociedades, como las
de América Latina, que en los últimos 500 años han sido receptoras de migrantes, en la
segunda mitad del siglo XX, se han convertido en países de emigración. Sin embargo, a
pesar de que el fenómeno migratorio se ha intensificado y, a no dudarlo, esta tendencia
seguirá haciéndose cada vez más importante, existen restricciones institucionales a la
migración. De allí que en un mundo cada vez más globalizado en términos
del mercado financiero y del mercado de bienes y servicios, existen restricciones para la
conformación de un mercado de trabajo global. Manuel Castell señala con acierto que
"mientras el capital circula libremente en los circuitos electrónicos de las redes
financieras locales, la fuerza de trabajo está aún muy constreñida y lo estará en el futuro
previsible por las instituciones, la cultura, la policía y la xenofobia".
La movilidad y el nomadismo masivo de los trabajadores están erosionando
las estructuras económicas, políticas y culturales del mundo tal como lo hemos
conocido y otra estructura de poder, muy diferente, está surgiendo delante de
nosotros. La migración no solo afecta al mundo del trabajo, en el sentido de la
existencia de una creciente masa de asalariados que han perdido sus empleos
tradicionales y tienen que adaptarse a la inseguridad de trabajos inestables y mal
pagado. También modifica las relaciones entre mundos culturales diferentes. Se ha
llegado a señalar que la migración puede poner en peligro una sociedad como la de
Estados Unidos por la creciente presencia de la comunidad hispana en ese país. Es el
caso de Samuel Huntington, quien, en su último libro, propone la tesis de que Estados
Unidos está en peligro de desintegrarse por la avalancha de inmigrantes de América
Latina. "El desafío más inmediato y serio a la tradicional identidad de Estados Unidos
viene de la inmensa y continua inmigración de América Latina, especialmente de
México, y las tasas de natalidad de esos inmigrantes".
En el Perú, el éxodo de millones de personas ha puesto en evidencia los agudos
trastornos sociales, económicos, políticos y culturales que vive el país en los últimos
veinticinco años. La migración internacional nos revela el malestar de un orden social
que ha sido profundamente reestructurado como consecuencia de la crisis del capital a
escala mundial. La mayor parte de esta población emigrante vive en los países
fronterizos (Chile, Bolivia y Ecuador) y en los Estados Unidos, Argentina, España,
Venezuela, Italia, Japón. La mayoría ha dejado el país definitivamente; otros esperarían
volver si las condiciones sociales y económicas del Perú mejoran. Pero todos ellos han
partido porque consideraban que sus expectativas no podían realizarse en las
condiciones tan precarias como las de la sociedad peruana de las últimas décadas.
Dentro de la población emigrante, los profesionales y técnicos constituyen
un grupo significativo. Su situación ha dado lugar a un amplio debate centrado en el
bran rain. La "fuga de cerebros" ha sido considerada como un poderoso obstáculo al
desarrollo de los países pobres. Desde los años sesenta, en América Latina, se ha
debatido, particularmente desde la teoría de la dependencia, sobre cómo la migración
de mano de obra calificada constituía un mecanismo que mantenía a los países pobres
en el subdesarrollo. Se consideraba que los profesionales y los técnicos serían los que
permitirían llevar adelante el desarrollo de la ciencia y la tecnología, condición juzgada
necesaria para salir del atraso. En la actualidad, ese debate, aunque con otras
características, se ha reabierto, pues en los últimos veinte años, la migración
internacional de trabajadores con educación superior reviste cada vez mayor
importancia debido a la revolución de las tecnologías de la información y de
la globalización económica. Los países desarrollados requieren de manera creciente
trabajadores especializados para satisfacer la progresiva demanda de una economía
que cada vez más se basa en la ciencia y la tecnología y, también, y este es un hecho
fundamental, por el paulatino envejecimiento de la fuerza de trabajo.

MIGRACIÓN NACIONAL INTERNA


• MIGRACIÓN INTERNA:
Las migraciones internas constituyen procesos sociales que tienen un carácter histórico
estructural, las mismas que adquieren características significativas por su intensidad a
partir de la década del 50, contribuyendo a acelerar el proceso de urbanización y
laterización en el Perú, con el crecimiento inicial de las ciudades de la costa,
posteriormente algunas ciudades de la sierra y más recientemente, otras menores que
abren un proceso de solarización, urbano-rural.
La contribución de las migraciones en la redistribución de la población en nuestro
territorio, se evidencia en la aparición de nuevos focos de atracción de población. En el
periodo 1981-1993, puede observarse cómo se acentúan y expanden estas tendencias
en especial en ciertas áreas de la selva alta (San Martín y Ucayali) y en algunas ciudades
que corresponden al Trapecio Andino. De otro lado, aunque se aprecia un descenso
relativo de las migraciones a Lima Metropolitana; en términos absolutos el incremento
es significativo. La capital sigue siendo la principal receptora de población a nivel
nacional.
Las migraciones están articuladas y condicionadas por otros procesos socio-
económicos que giran en torno a la estructura productiva, especialmente la
agropecuaria, la violencia, el narcotráfico, etc. a los cuales hacemos referencia pero no
con la rigurosidad del caso. Hablar de las migraciones internas en el Perú
conlleva riesgos como caer en generalidades o eludir aspectos sin duda importantes.
Sin embargo, haremos el esfuerzo de abordar las tendencias más relevantes de este
proceso.

•CONDICIONANTES ECONÓMICO-SOCIALES ASOCIADOS:

En el capítulo anterior estudiamos las causas por las cuales la gente tendía a migrar.
Eso, de un punto de vista general, que se puede aplicar a las diferentes realidades de
distintos países. En el caso del Perú, también se dio la migración condicionado por
distintos factores singulares, entre ellas, la producción cocalera y la violencia por
el terrorismo.

• En la década del 80, a la escasez de tierras de cultivo, la concentración de


la propiedad, el predominio de tierras de secano, la presión demográfica sobre
la tierra, la falta de apoyo técnico y crediticio, además de oportunidades de
empleo, educación y recreación, como condicionantes de la migración, se añade
un nuevo elemento: la espiral de violencia, índole a la migración interna un
carácter compulsivo y masivo. La violencia terrorista se focalizó en la sierra
central del país. Se estima que aproximadamente 200 mil familias (alrededor de
1 millón de personas) han sido desplazadas por la violencia entre 1980 y 1992.
Los 5 primeros años de la década del 80, los atentados violentistas estuvieron
focalizados principalmente en el departamento de Ayacucho y en menor medida
Junín, Huancavelica, Cusco, Arequipa y Apurímac. Entre 1983-85 se habrían
producido el 23% del total de desplazados, esencialmente de procedencia
ayacuchana. A partir de 1985 las acciones subversivas se incrementan de manera
alarmante en Lima y Callao, pasando de 16.6% en 1984 a alrededor de 30% en
los años 1985, 1986 y 1987. Declina ligeramente los años siguientes y adquiere
características dramáticas a partir de 1991, registrando casi la mitad de todos los
atentados del país. Entre 1986 y 1989 los desplazamientos se elevan al 45%.
La escalada de violencia originada en Ayacucho, se extiende a la Sierra Central
(Junín, Huancavelica), Sierra Norte (Ancash) y posteriormente hacia el resto y
del país. Entre 1989 y 1993, el promedio anual de atentados subversivos fue de
2,725, significativamente mayor al registrado entre 1981-88, con una media de
1749. El incremento de las últimas acciones subversivas, además de Lima, se
opera en Junín, Ayacucho, Ancash, Huancavelica y en menor medida Huánuco.
Son precisamente estos 4 últimos departamentos que en el quinquenio (1988-
93) expulsan mayor volumen de población. Entre 1990-92 se producen el 27% de
desplazados por la violencia.
Según regiones naturales, se observa que desde el inicio de las acciones
subversivas más del 50% de las mismas tuvieron lugar en la sierra, llegando
incluso al 72% en los años 1983 y 1984. A partir de 1990 declinan, ubicándose
alrededor de 40%, pasando la capital de la República a concentrar la mayoría de
los atentados. Las áreas de recepción más importantes de los desplazados
después de Lima son Junín, Cusco, Ica, y los mismos departamentos de
Huancavelica, Apurímac y Ayacucho. La inmigración se orienta principalmente
hacia el área urbana especialmente a sus capitales departamentales.

• PRODUCCIÓN DE COCA Y MIGRACIONES:


• En la década del 80 y los primeros años del 90 varias actividades económicas
de la Selva, especialmente de la parte alta, se encuentran influenciadas por
el narcotráfico, el mismo que ha contribuido significativamente a un mayor
crecimiento demográfico especialmente de sus ciudades. En esta década de
20 importantes productos tropicales, la coca ocupaba formalmente el sexto
lugar con 26,000 hectáreas de cultivo. Los primeros lugares se reservaban
para el café, maíz y arroz con 249 mil, 163 mil y 127 mil hectáreas de cultivo
respectivamente. Sin embargo, por estos años la superficie cocalera era
realmente mayor. Según la ENACO los cultivos de coca en 1980 se
estimaron en 35,000 hectáreas, aumentando en 1986 a 135,000.
Según fuentes de la DINANDRO la superficie cultivada de coca se estima
que decrece de 129 mil a 108 mil hectáreas entre 1992 y 1994
respectivamente. En el primer año más del 55% de la superficie cultivada se
concentraba en el valle del Huallaga, ubicado mayormente en el
departamento de San Martín, descendiendo al 47 y 41 por ciento en los años
1993 y 1994 debido a la erradicación y represión de estos cultivos
especialmente en el Alto Huallaga.
• Entre 1993 y 1994 la producción de coca evoluciona favorablemente de
55,500 a más de 163,000 toneladas métricas. En el primer año el 58% de esta
producción corresponde al valle del Huallaga, descendiendo después al 51%.
La misma fuente afirma que 200 mil familias se dedican al cultivo de la coca
o a la producción de droga, quiere decir que un millón de personas vivirían de
este negocio ilícito. Muchas de las cuales anteriormente se dedicaban a
cultivos legales pero no encontraron canales adecuados
de comercialización y precios razonables para sus productos. Además
conspiraba contra esta población su aislamiento por la ausencia de vías
secundarias de comunicación. A esto habría que agregar la degradación de la
capacidad productiva del suelo, la baja productividad, la baja capitalización y
baja rentabilidad. Para estos agricultores, muchos de ellos inmigrantes
serranos, la coca resuelve los problemas de rentabilidad, estabilidad y
adaptabilidad que no tienen otros productos tropicales.
• En 1993, San Martín es el quinto departamento del país con mayor volumen
de inmigrantes. Entre 1981 y 1993‚estos se incrementaron rápidamente en
100,000 personas, el más numeroso después de Lima-Callao. Sólo entre
1988 y 1993 llegaron 70,000. Ucayali es otro departamento cuya población
inmigrante aumenta significativamente (55,000) entre 1981 y 1993. En estos
departamentos se opera un proceso de solarización que implica un
crecimiento demográfico urbano-rural.

• Los movimientos migratorios se explican por el desarrollo desigual de las


áreas. Sin la comprensión de la estructura desigual del desarrollo en el orden
espacial no pueden ser comprendidas, las causas de los cambios de
población en la ocupación del territorio. Las áreas de mayor atraso expulsan
población hacia otras que presentan mejores condiciones. Por tanto los
desequilibrios regionales asociados a la existencia de una sobrepoblación
relativa regional, constituyen el punto de partida en la explicación de los
flujos poblacionales desde las áreas rurales a las urbanas y de la Sierra a la
Costa y la Selva.
• Durante las últimas seis décadas la sociedad peruana ha estado marcada por
una clara tendencia a la urbanización, expresada en la redistribución
poblacional en el territorio. Los flujos migratorios se evidencian, primero, a
través de un acelerado crecimiento de la población de las áreas urbanas, así
como de un lento crecimiento y una pérdida relativa de población de las
áreas rurales.

• Los cambios en la composición de la población peruana entre 1940 y 1993,


son significativos. De una población mayoritariamente rural en 1940 (65%)
pasa a una población predominantemente urbana en 1972 (60%),
aumentando su participación en 1993 a 70%. La población urbana ha crecido
mucho más rápidamente que la rural. As¡, las tasas de crecimiento de la
primera en los períodos 1940-61 y 1981-93 fueron de 3.7 y 2.8 por ciento
respectivamente. Mientras que la segunda en los mismos periodos creció a
un promedio de 1.3 y 0.9 por ciento respectivamente. Se aprecia en el último
periodo un descenso relativo de la velocidad de la urbanización.
• De 1940 a 1993, la población urbana ha crecido 6 veces, mientras la
población nacional casi 3 veces, la rural apenas en 0.6. Dada la intensidad del
crecimiento demográfico urbano en 4 departamentos (Ucayali, Ica, Loreto y
Piura), casi duplican su participación relativa entre 1940 y 1993. En otros 4
departamentos (Tumbes, Ancash, La Libertad y Madre de Dios) se
incrementan en más del doble y un departamento (Moquegua) más que
triplica su aporte porcentual urbano.
• Por el volumen de población urbana destacan los departamentos de Lima,
Piura, La Libertad, Arequipa, Lambayeque, Junín y Ancash. Todos los
departamentos de la Costa, así como los de la Selva, tienen poblaciones
predominantemente urbanas. Hacia estos confluyen los principales
desplazamientos poblacionales, teniendo como punto de origen la región
andina.
• El predominio de la población urbana, expresión del proceso de urbanización
de la sociedad peruana, cobra especial interés en la década de 1980. El
crecimiento desigual entre las áreas urbana y rural, debido al flujo de
migrantes orientado a las ciudades de mayor tamaño, se ha ampliado a otras
intermedias y menores, configurando un proceso de urbanización
secundaria.

• CAMBIOS EN LA COMPOSICIÓN URBANO-RURAL:


La población de las ciudades evidencia un rápido crecimiento. Se advierte la
presencia de 32 ciudades que en 1940 representaban más del 18% de la
población nacional y en 1993, superan el 50%. Es decir, más de la mitad de la
población del país se distribuye en apenas 32 localidades urbanas.
Para 1940, sólo una ciudad con más de 100 mil hab., albergaba al 10% de la
población del país. Para 1993, existen 17 ciudades con más de 100,000 hab. que
concentran más del 45 por ciento de la población del país. En este contexto, la
participación de Lima Metropolitana evoluciona del 10 por ciento en 1940 a
cerca del 29 por ciento en 1993, es decir, casi, uno de cada tres peruanos vive en
la capital de la República. Esta concentración de población tiene que ver con la
débil existencia de ciudades secundarias.
La población de las 32 localidades urbanas, incluidas las capitales de
departamento, posee altas tasas de crecimiento demográfico, entre 1981-93.
Pero varias son decrecientes respecto a períodos anteriores (1961-72 y 1972-81)
especialmente aquellas superiores a 100,000 habitantes como Lima
Metropolitana, Arequipa, Trujillo, Chiclayo, Piura, Iquitos, Sullana, Ica y Cusco,
entre otros.
En el mismo periodo (81-93) se advierte el acelerado crecimiento demográfico
de otro grupo de ciudades, con tasas ascendentes, como Pucallpa (5.6%),
Huánuco (5.6%), Tarapoto (6.9%), Abancay (7.4)%), Huancavelica (3.3%),
Moyobamba (4.6%), Chachapoyas (2.4%), Toca che (15.4%), Moquegua (4.8%) y
Huancayo (3.8%). La mayor parte de estas ciudades corresponden a la Selva y
algunas a la Sierra que secundariamente configuran nuevos focos de atracción y
concentración de población en el conjunto de conglomerados urbanos del país.
Esta redistribución de la población especialmente en los espacios urbanos
andinos y selváticos, responde en la última década a una dinámica influida por la
violencia y por actividades vinculadas al narcotráfico. De todas formas, las
ciudades de la costa siguen constituyendo los principales focos de atracción de
población.

• EL CRECIMIENTO DE LAS CIUDADES:


• LITORIZACIÓN Y SELVATIZACIÓN:

• LA REDISTRIBUCIÓN ESPACIAL DE LA POBLACIÓN EN EL PERÚ:


La distribución de la población según Regiones Naturales se ha transformado
significativamente en los últimos 50 años, como consecuencia de las migraciones
internas, generándose un doble y simultáneo proceso de laterización y urbanización
acelerado, o lo que es lo mismo una alta concentración de la población en la Costa y en
las principales ciudades del país. Siendo los más importantes desplazamientos de
población los rural urbano y Sierra-Costa, puede advertirse en estas dos últimas
décadas una moderada reorientación de los movimientos migratorios hacia la Región
de la Selva, especialmente a su parte alta. Por el interés que adquieren estos últimos
desplazamientos podría hablarse de un proceso de solarización, que incluye no sólo el
poblamiento de las principales ciudades, sino también de las áreas rurales.
La Región de la Costa, principal receptor de los flujos migratorios andinos, concentra la
mayor población. Entre 1940 y 1993 eleva su participación del 28 al 52 por ciento de la
población total del país. La Costa es una estrecha franja de cerca de 130,000 km2 donde
residen más de 15'500,000 habitantes generando una densidad de 120 personas por
km2. Esta región posee las ciudades m s importantes del país, las tierras m s ricas, casi
en su totalidad irrigadas, permitiendo desarrollar una agricultura de alta productividad
(algodón, azúcar, arroz). La tasa de crecimiento demográfica entre 1981 y 1993 es de
2.6 por ciento. Contiene además el conglomerado urbano más importante del país: El
Área Metropolitana de Lima y Callao con una población 10 veces mayor respecto al año
1940.
La Selva, a partir de 1,940 comienza a crecer significativamente. En ese año
representaba cerca del 7% de la población nacional; en 1,972 aumenta al 10%, llegando
en 1993 al 12.1%. Su dinámica demográfica se expresa también en tasas de crecimiento,
muy superiores a las del país y en evidente detrimento de la región serrana. La Selva
tiene dos subregiones: Alta y Baja, que es la más extensa. Hasta 1961 la Selva baja tenía
una población superior. En 1972, la población de la Selva Alta es mayor, tendencia que
se acentúa entre 1981-1993, con una tasa de crecimiento que alcanza a 3.5 por ciento
mientras que la selva Baja llega a 3.1 por ciento.
Esta rápida expansión selvática en el curso de medio siglo, es resultado del
desplazamiento de amplios sectores de población serrana, generando mayormente las
denominadas colonizaciones espontáneas y en menor medida las colonizaciones
dirigidas. Al igual que en otras regiones del país, la selva, experimenta un rápido
proceso de concentración urbana, pero que no hace perder la importancia de las áreas
rurales. La presencia significativa de la población urbana sería mayor, si no estuviera la
rural nutriéndose continuamente con el arribo de cientos de nuevos colonizadores. El
proceso de solarización involucra el crecimiento de la población urbana y rural. Esta
última sigue creciendo en términos absolutos contribuyendo a expandir
la frontera agrícola. La población rural de los departamentos de San Martín y Ucayali
configuran altas tasas de crecimiento llegando a 3.8% y 5.1% respectivamente. La
inserción de los inmigrantes en las ciudades selváticas, en general, es precaria y
desordenada, la barriada resulta siendo el inevitable lugar de asentamiento
poblacional.

LAS MIGRACIONES EN EL SUR DEL PERÚ


• Para una mejor comprensión de la migración interna, se abordarán los
desplazamientos poblacionales en el marco de la Región Sur, con su principal
centro, la ciudad de Arequipa y otras importantes como: Cusco, Puno y Juliaca en la
Sierra; Tacna en la Costa, importantes ejes comerciales y de servicios.
Desde el oncenio de Leguía hasta el gobierno de Bustamante, Arequipa se ve
favorecida por algunas inversiones en infraestructura vial y una política
proteccionista, especialmente industrial. Sobre esta base, se amplía el mercado
interno y surge una incipiente industria de corte regional, asentado en Arequipa,
que estimula las migraciones internas campo-ciudad.
La crisis de la exportación lanar, en la década del 40, posibilita la expansión
industrial y la conversión de comerciantes y capitalistas agrarios en industriales.
Nuevas fábricas emergen en este periodo, como Clisa, Lanificio, Leche Gloria y
otros, que van configurando el mercado de trabajo arequipeño, sobre la base de la
disponibilidad de mano de obra local y la fuerza de trabajo inmigrante que sale
expulsada del agro por la crisis de la lana. En esta década se da el primer gran flujo
migratorio interno campo-ciudad de importancia del siglo XX, teniendo como
destino la ciudad de Arequipa y Lima Metropolitana.
Posterior a la II Guerra Mundial, una nueva etapa se inaugura en la región Sur, como
en el resto del país. El patrón de acumulación ya no se concentra en la explotación
de las actividades primarias extractivas; sino, se diversifican hacia la agroindustria,
la pesca industrial, la industria liviana, los sectores financieros, comerciales y de
servicios. Estas actividades se asientan principalmente en Lima, Arequipa y en
menor medida Trujillo.
Este cambio, en el sur, se expresó mediante:
- Sustitución del desarrollo industrial orientado hacia la región por una relativa
industrialización sustitutiva de carácter dependiente asentada en la ciudad de
Arequipa.
- La emergencia de un dinámico sector exportador sobre la base del cobre de
Moquegua y Tacna, de harina y aceite de pescado de Mollendo, Matarían, Hilo, y
- El estancamiento del sector agrario andino.
Este proceso se da al tiempo que el Estado interviene en respuesta a la iniciativa de
los sectores industriales que proponen un programa de desarrollo regional, creando
en 1964 en la ciudad de Arequipa el Parque Industrial. A la par que continúa la
ampliación de la infraestructura vial, se expande la burocracia estatal creando
oficinas públicas de varios sectores. Todo esto configura la ampliación del mercado
interno regional que abre las posibilidades de una segunda oleada migratoria hacia
la ciudad de Arequipa y a las principales ciudades de la región y Lima Metropolitana.
En la década del 70, la tendencia del desarrollo desigual de la región no varió antes
bien se complicó a partir de 1975, con la crisis económica del país, que impactó
sobre la estructura productiva y por consiguiente en el empleo, los niveles
de ingresos agravando las condiciones de vida de amplios sectores de la población.
Esta crisis, se acentúa por la espiral de violencia que tiene su punto culminante el
año 1986, con 589 acciones subversivas, mayormente concentradas en el
departamento de Puno (47%), seguido por Apurímac (24%), Arequipa (17%) y Cusco
(12%). En los años posteriores hasta 1992, existen un promedio de 287 atentados
anuales, con la misma tendencia anterior, excepto 1987 y 1988, con acciones
concentradas en el departamento de Apurímac. Este fenómeno y la pobreza,
asociada o generada por la crisis económica, desencadenó desplazamientos
poblacionales de carácter compulsivo y orientadas preferentemente hacia las
capitales de provincia, departamento o ejes de desarrollo regional, reales o
potenciales: Arequipa, Cusco, Juliaca y Abancay en la sierra; Moquegua y Tacna, en
la Costa, y Puerto Maldonado en ceja de selva, como se ver más adelante.

• ANTECEDENTES Y MARCO CONTEXTUAL:

La participación de los 7 departamentos de la región sur en el PBI


nacional, muestra variaciones significativas en los años 1985 y 2005, 14.0% y 30.3%
para cada año. Estas cifras constituyen casi la tercera parte del aporte de Lima y
Callao. Al interior de la Región, Arequipa contribuye m s al PBI nacional, aún cuando
este es significativamente menor, comparado con Lima ( 5.6% frente a 42.6%). Sin
embargo, respecto del PBI regional, Arequipa ocupa un lugar de privilegio,
interviene con más de un tercio, seguido de lejos por el departamento de Cusco, que
recupera el segundo lugar, desplazando al tercer lugar a Moquegua. Este
departamento tuvo un importante cambio en su estructura productiva después de
1975, debido al dinamismo alcanzado por la producción minero metalúrgica; antes,
su producción se sustentaba en las actividades agrícola y pesquera. Los
departamentos que menos contribuyen al PBI son: Apurímac en la sierra (0.5%) y
Madre de Dios en la selva (0.4%). El examen de las colocaciones de
la banca comercial hace más evidente el rol de Arequipa en la economía regional. En
los últimos años más de tres cuartos de las colocaciones de la banca comercial de la
región se orientan a Arequipa, seguido de lejos por Cusco.
El ritmo de crecimiento del PBI de los Departamentos de la Región Sur, muestra
tendencias similares a la observada en el nivel nacional. Es decir, declinación del
ritmo de crecimiento posterior al quinquenio 1970-75, hasta llegar a niveles muy
bajos entre 1985-90, sobretodo en Moquegua y Tacna que registran -7.6 y -5.7
respectivamente. El caso de Tacna es particular, pues en los tres quinquenios de
1970 a 1985, presenta un ritmo ascendente (1.4%, 2.0% y 3.2%), descendiendo
abruptamente de 3.2% a -5.7% entre 1985-90.
La recuperación comienza en el periodo 1990-92 alcanzando Moquegua el
crecimiento más alto (11.3%), seguido por Tacna (8.1%) y Madre de Dios (6.0%). En
el mismo periodo los departamentos de Arequipa y Cusco con mayores niveles de
participación en la estructura del PBI. de la región, crecen a tasas relativamente
bajas, 0.1% y 1.5% respectivamente, en el mismo periodo.
Según actividades económicas es sorprendente que el departamento de Moquegua
tenga una Industria Manufacturera que aporta más de la mitad (51%) al PBI
Industrial de la Región; Arequipa por su parte, contribuye con 26%, y Cusco 10%.
En minería, Arequipa y Moquegua comparten el mismo nivel de participación (24.7%
y 25.5%), seguido de Tacna que aporta el 24% del PBI del sector. En agricultura
y ganadería, destaca Arequipa con el 32.5% del PBI agropecuario regional, seguido
por Cusco (30%) y Puno (16%).
• Indicadores ECONÓMICOS Departamentales de la REGIÓN SUR
La base del proceso de redistribución espacial de la población y por consiguiente de
la concentración urbana, se halla en el intenso e importante desplazamiento
poblacional, que sigue una tendencia creciente y en las postrimerías de la década
del 80 adquiere carácter compulsivo y masivo, en muchas áreas del país; originado
por los atentados terroristas. Las acciones subversivas desde su origen (1980), han
estado focalizadas en las áreas rurales de la sierra, para luego desplazarse hacia la
selva o ceja de selva y posteriormente, las áreas urbanas, preferentemente, Lima.
Los departamentos más afectados en el Sur son: Puno, Apurímac, Arequipa y Cusco.

Definicion de Cultura costumbre e identidad :


DEFINICION DE CULTURA
La cultura es dinámica y está sometida a cambios. Muchos de los cambios
culturales de una nación se deben a la influencia de otras culturas, como
consecuencia de los diferentes procesos de integración económica, política y
social; los medios de comunicación y los avances tecnológicos.
si me refiero a ejemplos es decir la variedad de culturas que hay en distintos
continentes es decir nuestra sociedad mundial es pluralidad y colores.
IDENTIDAD
La identidad también es la conciencia que una persona tiene respecto de sí
misma y que la convierte en alguien distinto a los demás. Aunque muchos de los
rasgos que forman la identidad son hereditarios o innatos, el entorno ejerce una
gran influencia en la conformación de la especificidad de cada sujeto; por esta
razón tienen validez expresiones tales como “estoy buscando mi propia
identidad”.
si hablamos de algun ejemplo nos referiremos a distintas identidades como
identidad sexual, nacional, entre otras
COSTUMBRES
Las costumbres son formas de comportamiento particular que asume toda una
comunidad y que la distinguen de otras comunidades; como sus danzas, fiestas,
comidas, idioma o artesanía.
es un hábito o tendencia adquirida por la práctica frecuente de un acto. Las
costumbres de la vida cotidiana son distintas en cada grupo social, conformando
su idiosincrasia distintiva, que, en el caso de grupos definidos localmente,
conforman un determinado carácter nacional, regional o comercial

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