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El documento discute los impactos ambientales del desperdicio de alimentos y el uso ineficiente de recursos. Señala que la mitad de los alimentos producidos en el mundo se desperdician y que esto causa contaminación, a pesar de que los alimentos son considerados "naturales". También explica que acciones aparentemente insignificantes como hervir más agua de la necesaria para hacer té, tienen un gran impacto acumulativo en el consumo de energía. Finalmente, argumenta que para reducir los efectos en el medio ambiente se deben crear productos considerando no solo
El documento discute los impactos ambientales del desperdicio de alimentos y el uso ineficiente de recursos. Señala que la mitad de los alimentos producidos en el mundo se desperdician y que esto causa contaminación, a pesar de que los alimentos son considerados "naturales". También explica que acciones aparentemente insignificantes como hervir más agua de la necesaria para hacer té, tienen un gran impacto acumulativo en el consumo de energía. Finalmente, argumenta que para reducir los efectos en el medio ambiente se deben crear productos considerando no solo
El documento discute los impactos ambientales del desperdicio de alimentos y el uso ineficiente de recursos. Señala que la mitad de los alimentos producidos en el mundo se desperdician y que esto causa contaminación, a pesar de que los alimentos son considerados "naturales". También explica que acciones aparentemente insignificantes como hervir más agua de la necesaria para hacer té, tienen un gran impacto acumulativo en el consumo de energía. Finalmente, argumenta que para reducir los efectos en el medio ambiente se deben crear productos considerando no solo
Saber que la mitad de la comida que se produce en el mundo se desperdicia, son
datos alarmantes pero sorprendentes, pero lo que en verdad debe llamarnos la atención es el hecho de que no consideramos el impacto ambiental que esto produce, solo pensamos, “es comida, son verduras, es algo “natural” y por ser natural no pasa nada si lo regresamos a la tierra o lo dejamos así” y estamos muy equivocados, no consideramos el tiempo, el lugar de donde se producen los alimentos, en general no tomamos en cuenta todo el trabajo que existe detrás de una lechuga por ejemplo, toda la huella de carbono que hay detrás para poder producir una lechuga, que al fin de cuentas si no la queremos, simplemente dejamos que se pudra y ya la tiramos pero al hacer eso estamos contaminando y nunca lo vemos de esa forma.
Cosas simples como comprar un refrigerador más grande y llenarlo requiere de
mucho esfuerzo detrás de eso, o como el ejemplo de la tetera, el 90% de las casas británica tienen una en sus cocinas y no es el producto en sí lo que contamina, si no el uso que le dan las personas y ahí está el problema, el 65% de los británicos que tienen 1 tetera eléctrica en sus cocinas reconocen que llenan de más la tetera cuando solo pensaban hacer una sola taza de té, entonces, toda esa agua extra que se hierve requiere electricidad, energía y tiempo y los datos dicen que en 1 día toda esta energía extra que se pierde alcanza para poder proveer luz a todo el alumbrado público en Inglaterra por una noche.
Entonces, en mi opinión, se deben de crear productos estudiando las necesidades
de las personas, pero la problemática que puede ocasionar el producto en sí a un futuro próximo, no solo dejarlo en la necesidad del momento, así como tener conciencia de los que usamos y cuanto usamos, ya sean productos electrónicos, como gas para calentar el agua incluso el cuanto comprar en el súper para comer en la semana, todos estos puntos afectan a el medio ambiente por muy insignificantes que parezcan.
“El problema más grave es el consumo, pero el diseño es una de las mejores soluciones”