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DERECHO MUNICIPAL

TEMA VII

EL RÉGIMEN DE LOS BIENES MUNICIPALES. Clases de bienes. Adquisición de los bienes. El


uso de los bienes municipales de dominio público. El uso y disposición de los bienes municipales
del dominio privado. El régimen de los ejidos.

De acuerdo a lo establecido en el artículo 538 del Código Civil, los Municipios, pueden ser titulares
de bienes, y conforme al artículo 132 de la Ley Orgánica del Poder Público Municipal, son bienes
municipales, sin menoscabo de legítimos derechos de terceros, los bienes muebles e inmuebles que
por cualquier título formen parte del patrimonio del Municipio, o aquellos destinados en forma
permanente a algún establecimiento público o servicio del Municipio o a algún ramo de su
administración, salvo disposición o convenio expreso en contrario.

A. CLASES DE BIENES

Los bienes de los Municipios, de acuerdo del Código Civil son bienes del dominio público o del
dominio privado.

Son bienes del dominio público, de conformidad con lo previsto en el artículo133 de la Ley Orgánica
del Poder Público Municipal:

1.Los ejidos. Se exceptúan las tierras correspondientes a los pueblos y comunidades indígenas.
2. Las vías terrestres urbanas, rurales y de usos comunales.
3. Los que adquiera el Municipio mediante expropiación conforme a la ley

Los bienes que dejen de estar destinados al uso público, pasan del dominio público al dominio privado
(Artículo 541 del Código Civil)

En el campo urbano, por ejemplo, indudablemente que pueden identificarse los bienes del dominio
público municipal urbanístico con ayuda de las normas de las Ordenanzas sobre Arquitectura,
Urbanismo y Construcciones en general que se refieren a las avenidas, calles, plazas, ramales de
cloacas (servicios de alcantarillado), instalaciones de alumbrado público y demás construcciones que
por su origen, naturaleza y destino no sean de propiedad particular, sino que correspondan al uso
público.

Los bienes del Municipio del dominio privado: el edificio donde tenga sus oficinas administrativas
(bien inmueble), los escritorios, las sillas, computadoras, teléfonos, los vehículos utilizados para el
traslado de los funcionarios municipales (bienes muebles).

B. AQUISICIÓN DE LOS BIENES

Un bien determinado no puede afectarse legítimamente a un uso público, en otras palabras, un bien
no puede adquirir la categoría de bien de dominio público de uso público, si dicho bien no se encuentra
en poder del ente público (la Municipalidad) en virtud de un título jurídico que le haya permitido
adquirir el dominio de ese bien, pues el Estado no puede afectar al uso público cosas que no le
pertenezcan. De allí que el artículo 132 de la Ley Orgánica se refiera a los bienes muebles e inmuebles
que por cualquier título formen parte del patrimonio del Municipio. De lo contrario, se vulneraría la
garantía constitucional de la propiedad.

Ahora bien, el medio jurídico mediante el cual el Municipio adquiere la propiedad de una bien, puede
ser indistintamente de derecho público, por ejemplo, expropiación, o de derecho privado, por ejemplo,
compraventa, donación, cesión, pero en todo caso, se trata de uno de los títulos de adquisición
previstos en el ordenamiento jurídico.

Por ello la expresión del artículo 132 de la Ley Orgánica del Poder Público Municipal, el cual al
definir los bienes municipales insiste en que son los que por cualquier título ingresen al patrimonio
Municipal.

Por lo tanto, no basta que un bien de propiedad particular se afecte a un uso público, para que éste
pase a ser del dominio público, sino que el mismo, para adquirir esta categoría, tiene que ser adquirido
formalmente por el Municipio, por los medios regulados en el ordenamiento jurídico, incluida la
expropiación.

Ahora bien, de acuerdo al artículo 135 de la Ley Orgánica, la adquisición, enajenación,


administración, conservación, custodia, mejora, restitución, desincorporación y demás operaciones
que tengan por objeto bienes municipales se rigen por las ordenanzas y reglamentos dictados en la
materia por los municipios. La legislación sobre bienes nacionales se aplicará con carácter supletorio
en cuanto sea procedente.

De acuerdo al artículo 136 de la Ley Orgánica, la adquisición de los bienes inmuebles necesarios para
el uso público o servicio oficial del Municipio se hará por el alcalde, siempre que conste el informe
favorable del contralor, conforme a las disposiciones aplicables.

C. EL USO Y DISPOSICIÓN DE LOS BIENES MUNICIPALES DEL DOMINIO PRIVADO

En cuanto a los bienes inmuebles del dominio privado municipal, el artículo 137 de la Ley Orgánica
establece una serie de limitaciones a su uso y disposición.

En primer lugar, se establece que el Municipio no puede donar ni dar en usufructo, comodato o
enfiteusis bienes inmuebles de su dominio privado, salvo a entes públicos o privados para la ejecución
de programas y proyectos de interés público en materia de desarrollo económico o social, mediante
autorización del Concejo Municipal a solicitud del Alcalde, con el voto de las dos terceras (2/3) partes
de sus integrantes.

En segundo lugar, el citado artículo prohíbe a los Municipios dar en enfiteusis los inmuebles
municipales, incluyendo los ejidos.

Enfiteusis: Es un contrato por el cual se concede un fundo a perpetuidad o por tiempo determinado,
con la obligación de mejorarlo y de pagar un canon o pensión anual expresado en dinero o en especies
(Artículo 1.565 del Código Civil).

Cuando los inmuebles dejen de cumplir el fin específico para el cual se hizo la adjudicación, revertirán
o se restituirán de pleno derecho al Municipio, libres de gravamen y sin pago alguno por parte de la
entidad. A fin de promover la transparencia de estos procesos, el alcalde incluirá en la memoria y
cuenta anual, información actualizada sobre el estado de ejecución de los proyectos cuya realización
fue causa de la adjudicación, de acuerdo el artículo 137 comentado.

Como consecuencia de esta disposición, se deduce que los Municipios pueden disponer, siempre que
se trate de una disposición onerosa, sus bienes inmuebles del dominio privado.

Por supuesto, la venta de terrenos, se hace a riesgo del comprador que no puede reclamar saneamiento
por evicción (Artículo 149 de la Ley Orgánica).

D. EL RÉGIMEN DE LOS EJIDOS

Los ejidos son bienes inmuebles expresamente declarados como del dominio público de los
Municipios.

De conformidad con el segundo párrafo del artículo 181 de la Constitución Nacional son ejidos “Los
terrenos situados dentro del área urbana de las poblaciones del Municipio, carentes de dueño o dueña”.

Igualmente, prescribe la señalada disposición constitucional que constituyen ejidos “las tierras baldías
ubicadas en el área urbana”.

Debemos entender por tierras baldías, aquellas que se hallan en el territorio nacional que no están
comprendidas dentro de un patrimonio particular, es decir, nunca han sido propiedad de un particular
y pertenecen a la Nación.

De acuerdo al artículo 147 de la Ley Orgánica del Poder Público Municipal, los ejidos son bienes del
dominio público destinados al desarrollo local.

a. ENUMERACIÓN DE LOS EJIDOS

Asimismo, la citada disposición legal establece que también son ejidos los TERRENOS SITUADOS
DENTRO DEL ÁREA URBANA de las poblaciones del Municipio, que no tengan dueño, sin
menoscabo de los legítimos derechos de terceros válidamente constituidos.

Igualmente, se consideran ejidos las TIERRAS BALDÍAS UBICADAS EN EL ÁREA URBANA. Se


exceptúan las tierras correspondientes a las comunidades y pueblos indígenas.

Generalmente, las Ordenanzas sobre Ejidos disponen que los mismos son:

1. Todos aquellos terrenos que haya venido disfrutando el Municipio.


2. Los adquiridos por el Municipio, conforme a las leyes que han venido rigiendo la materia.
3. Los que con dicho carácter adquiera en el futuro o se le asignen como tales.
4. Los terrenos baldíos que circundan las poblaciones del Municipio, conforme a la previsible
expansión, de acuerdo a los señalamientos previstos en la Ley Orgánica del Poder Público
Municipal.
5. Los terrenos propiedad del Instituto Nacional de Tierras, cuando sean necesario para el
ensanche urbano. El Municipio, celebrará con el Instituto Nacional de Tierras los
correspondientes convenios de donación o compra; y en este último caso, el precio a
pagar por el Municipio al Instituto Nacional de Tierras, no podrá ser mayor a la cantidad
que este efectivamente haya pagado al momento de adquirirlo, más el valor de las
bienhechurías, si la hubiere y los intereses causados calculados a la rata del doce por
ciento (12%) anual.

b. LA ADQUISICIÓN DE INMUEBLES A LOS EFECTOS EJIDALES

La concesión y ampliación de ejidos a los Municipios que carezcan de ellos o no los tengan en cantidad
suficiente, el artículo 150 de la Ley Orgánica del Poder Público Municipal declara de utilidad pública
o de interés social la actividad, a los efectos de aplicabilidad de la Ley de Expropiación por causa de
utilidad pública o social.

En todo caso, en cuanto la adquisición de tierras particulares para la concesión o ampliación de ejidos,
sin que la ley distinga el modo de adquisición (compraventa o expropiación) se establece a favor del
ente público adquirente un privilegio de pago mediante bonos.

Al respecto, el artículo 152 de la Ley Orgánica del Poder Público Municipal establece que “En el caso
de la adquisición de tierras particulares para la concesión o ampliación de ejidos, el pago podrá hacerse
en bonos emitidos por la República, redimibles en un plazo no mayor de veinte años y al interés que
se fije en cada emisión, previa la autorización del Ejecutivo Nacional. Los bonos y sus intereses serán
pagados en el plazo convenido entre la República y el Municipio, con un tanto por ciento de la
proporción del Situado Municipal que corresponda al respectivo Municipio, porcentaje que podrá ser
retenido por el Ejecutivo Nacional”.

c. LA ENAJENACIÓN DE LOS EJIDOS

El principio de la posibilidad, por vía de excepción, de la enajenación de ejidos está previsto en el


artículo 181 de la Constitución de la República, luego de declarar que “son inalienables e
imprescriptibles”, en la siguiente forma “Sólo podrán enajenarse previo cumplimiento de las
formalidades previstas en las ordenanzas municipales y en los supuestos que las mismas señalen,
conforme a esta Constitución y a la legislación que se dicte para desarrollar sus principios”.

Así, los bienes del dominio público del Municipio se declaran inalienables e imprescriptibles, “salvo
que el Concejo Municipal proceda a su desafectación con el voto favorable de las tres cuartas (3/4)
partes de sus integrantes, previa consulta con los Consejos Locales de Planificación Pública.

De acuerdo al artículo 147 de la Ley Orgánica SÓLO PODRÁN ENAJENARSE para construcción
de viviendas o para usos productivos de servicios y cualquier otro de interés público.

En el caso, de construcción de vivienda o el uso convenido para el terreno, el Concejo Municipal debe
siempre proceder a desafectar de su condición ejidal los terrenos a urbanizar, de conformidad con lo
previsto en el artículo 148 de la Ley Orgánica.
En el expediente administrativo de desafectación debe constar la opinión del Síndico Procurador o del
Contralor Municipal, conforme al artículo 134 de la Ley Orgánica.

d. LA RECUPERACIÓN DE LOS BIENES MUNICIPALES

Ahora bien, el artículo 148 de la Ley Orgánica prescribe que en caso que la construcción de vivienda
o el uso convenido, por ejemplo concesión de uso a fines industriales (matadero industrial), no se
realice dentro del plazo previsto en el respectivo contrato traslativo de la tenencia o propiedad y si
vencido éste, sin haberse solicitado su prórroga con la justificación correspondiente o cuando la
ampliación del plazo le fuere negada por el órgano competente, previo acuerdo expreso del Concejo
Municipal, queda autorizado el alcalde o la alcaldesa, con la apertura del debido proceso y audiencia
de parte o su representante legal, dictar, por resolución motivada, la rescisión del contrato.

Publicada en Gaceta Municipal, esta decisión surtirá sus efectos ante terceras personas y el Municipio
procederá a rescatar el terreno, sin obligación de pago de indemnización alguna. Esta penalidad se
considerará inserta y formando parte de todos los contratos que celebre el Municipio, en los cuales su
objeto sea la cesión en uso, tenencia o propiedad sobre terrenos ejidos, los que posea bajo presunción
de ser ejidos o sobre sus terrenos propios.

En el caso de que se trate de contrato otorgado, cuyo documento se haya autenticado o protocolizado,
bastará que el Alcalde remita con oficio al Notario o Registrador Subalterno, copia de la Gaceta
Municipal donde aparece publicada la Resolución, para que de oficio protocolice el acto
administrativo que la contiene, estampando las notas marginales en los protocolos respectivos,
revirtiendo de pleno derecho la propiedad del inmueble al Municipio.

Existe abundante jurisprudencia la cual ha dejado establecido que los contratos cuyo objeto se refieren
a terrenos ejidos -en principio inalienables según nuestra Constitución-, son contratos administrativos
y que el acto administrativo que los declara rescatados para el patrimonio municipal, es un acto
resolutorio de tal contrato.

Es por ello, que interpretando el espíritu del texto constitucional, se reafirma el principio de la
inseparabilidad de los bienes de su destino público, como meta y razón de ser de la inalienabilidad; y
únicamente cuando el “interés público” exige tal separación, esta se produce con la desafectación
determinadora del cese del dominio público y de la inalienabilidad, de tal manera, que existe la
posibilidad de enajenación de estos terrenos de origen ejidal, bajo condición sujeta al cumplimiento
de determinadas formalidades legales, siempre y cuando se cumplan las señaladas en las Ordenanzas
Municipales, entre ellas, el requisito de la “previa desafectación”

Bibiografía
Constitución de la República Bolivariana de Venezuela
Ley Orgánica del Poder Público Municipal
Ley Organica del Régimen Municipal 1989. Allan Brewer-Carías, Hildegard Rondón de Sansó. Carlos
Ayala Corao
Los Ejidos. Alfredo Arimendi. Revista Jurisprudencia Constitucional Venezolana.
Federalismo y Municipalismo en la Constitución de 1999. Allan Brewer-Carías.
Ordenanza sobre Ejidos y demás Bienes Inmuebles del Municipio Valencia del Estado Carabobo,
Gaceta Municipal Nº 09/1292 Extraordinario del 15/12/2009

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