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En sus orígenes, en el siglo VII a.C., la escultura griega adopta el hieratismo, la frontalidad,
la simetría, las formas geométricas, la claridad e idealización del arte egipcio y asirio. Su
máxima representación son las estatuas arcaicas del estereotipo masculino y femenino
(llamados kuroi y korai, respectivamente).
El interés de la cultura griega por alcanzar la perfección, el ideal de belleza platónico, lleva
a los escultores a buscar el equilibrio, la armonía y el dominio técnico a través de distintas
fórmulas que irán evolucionando hasta el siglo II a.C.
Aunque la idealización es una constante del arte griego en favor de la claridad y la belleza,
la tendencia será una mayor observación del natural y un incremento paulatino del efecto
realista y la caracterización particular. Se mejoran los conocimientos de anatomía humana
superficial, cómo se articulan las distintas partes del cuerpo y el efecto de las tensiones
generadas por el movimiento y la expresión. Conocimientos que no serán superados hasta
el Renacimiento.
El bronce a la cera perdida fue la técnica predilecta para la creación de estatuas públicas,
pero también se usó mármol, piedra caliza y terracota. Las estatuas criselefantinas de
mármol y oro fueron más escasas por su alto coste y reservadas para las estatuas de culto
más relevantes.
La policromía se aplicó a esculturas de piedra, en especial a las obras de piedra caliza por
tener un acabado más basto, comenzando como una decoración de colores vistosos y
tornándose más discreta y naturalista durante el desarrollo del arte griego.
Estos tres temas nunca dejaron de estar presentes en el arte griego. Otros se fueron
añadiendo después:
Retratos de cuerpo entero de personajes ilustres en los que predomina aún una
caracterización general sobre la apariencia real.
Personificaciones (ejemplo: musas) y criaturas mitológicas (ejemplo: esfinges).
Escenas cotidianas.
El cuerpo humano fue esculpido abundantemente. Cubierto con paños o desnudo. Tanto
que se fueron ampliando las posibilidades, explorando y dominando un mayor rango de
posturas, emociones, edades y etnias.
La difusión del arte griego por un territorio cada vez más amplio también provocó la
creación de escuelas artísticas con sus propios signos de identidad:
PRINCIPALES ESCULTURAS
Las primeras manifestaciones de la escultura griega son los kuroi y
las korai. Son esculturas de bulto redondo.
«Permanece triste, en pie junto a la estela del fallecido Kroisos, luchador de primera línea,
a quien el tempestuoso Ares ha arrebatado»
Por ella sabemos que esta escultura tiene finalidad funeraria y que Kroisos murió,
probablemente, en batalla.
Las korai representan a mujeres jóvenes ataviadas con largas túnicas (el
desnudo femenino era en esa época un tabú).
Las korai manifiestan también arcaísmos como los kuroi, más ostensibles en
la cara, donde se aprecian los ojos almendrados, el pelo geométrico y la
sonrisa arcaica.
También evolucionan hacia una representación más sensual de la mujer
griega.
Siglo V a.C.
Es el siglo de Pericles que hace grande a Atenas. Reconstruye la Acrópolis y confía para su
reconstrucción en uno de los más grandes escultores de toda la historia: Fidias.
Junto a Fidias tenemos que citar otros dos escultores universales de este siglo: Mirón y
Policleto. Con ellos se consigue la completa idealización en la representación del cuerpo
humano mediante el canon. Mejoran la representación natural del cuerpo humano según
las normas de la proporción y el equilibrio. Los hombres se representan como si fueran
dioses.
Los artistas que destacan en este siglo son: Mirón, Policleto y Fidias cada uno con sus
peculiaridades dentro de las características propias del momento.
DISCÓLOBO
POLICLETO
Escultor griego del período clásico. Realizó un cuidadoso estudio sobre las proporciones
del cuerpo humano, un canon de la belleza ideal masculina basado en proporciones
matemáticas; es el llamado canon de 7 cabezas. El Doríforo fue la mejor expresión plástica
de sus teorías. Otra obra suya es el Diadumeno.
Metopa. Centauro y lapita
Sus aportaciones estilísticas son: la perfección anatómica y la flexibilidad de sus figuras, así
como la armonía entre lo físico y lo espiritual y el delicado tratamiento de los paños.Crea
la técnica de "los paños mojados". Los pliegues de las túnicas se pegan sugerentemente a
los cuerpos como si se tratase de transparencias, acentuando su sensualidad.
Su primera gran obra es una colosal Atenea en bronce, para la Acrópolis de Atenas. Luego,
Pericles lo escoge para que cree unas estatuas para el Partenón, pero también para que
supervise el conjunto de trabajos escultóricos. Lleva a cabo personalmente la estatua
crisoelefantina, es decir, hecha de oro y marfil, de Atenea Pártenos y hace las maquetas
para los dos frontones. En ellos representa, en el oriental, el nacimiento de Atenea y en
el occidental, la disputa de Atenea con Poseidón por el dominio del Ática. En las
92 metopas representa la Gigantomaquia, la Amazonomaquia, la Guerra de troya y la
Centauromaquia. La Procesión de las Panateneas está representada en el friso del
interior del pórtico.
Posteriormente, en Olimpia, realiza la estatua crisoelefantina de Zeus olímpico, una de las
Siete maravillas del mundo y de la que sólo quedan pequeñas reproducciones. Casi todas
las esculturas que se conservan están en Londres en el British Museum.
Reconstrucción del frontón oriental: El nacimiento de Atenea
El friso da la vuelta al edificio en lo alto del muro que hay tras la columnata del peristilo.
Ergastinas. Nobles doncellas atenienses que habían tejido y bordado el nuevo peplo para
la estatua de la diosa Atenea. Nueve meses antes las ergastinas habían empezado a tejer
un gran peplo para la diosa y a bordar en su trama los combates entre los dioses y los
gigantes.
Siglo IV a.C.
Después de las guerras del Peloponeso, Atenas y las demás polis griegas, se hunden en
una crisis política, social y económica, crisis que se manifiesta en el arte en ciertos
cambios del ideal de belleza aunque las obras sigan siendo clásicas:
Los artistas que destacan en este siglo son Lisipo, Praxíteles y Scopas cada uno con sus
peculiaridades dentro de las características propias del momento.
Lisipo
Con Lisipo la escultura se estiliza, pues alarga el canon de las esculturas y destaca la
individualización realista en los retratos. Multiplica los puntos de vista de la figura.
Apoxiomeno
Representa a un atleta que, tras competir, se quita el polvo con un "strigilis".
Desde el punto de vista formal, Lisipo crea en esta obra un nuevo canon de
proporciones: ocho veces la cabeza.
Se acentúa el volumen y la musculatura se hace más pesada.
Compositivamente también rompe con los criterios clásicos. El brazo derecho se
extiende hacia el espectador, lo que da lugar a que se multipliquen los puntos de
vista y ocupe parte del espacio del propio espectador.
En cuanto a la expresión, el realismo de Lisipo le lleva a presentar a un atleta
cansado, además de dar un tratamiento más naturalista a la musculatura.
Praxíteles
Sin romper con los rasgos estilísticos de la etapa anterior, Praxíteles los interpretó desde
una visión muy personal, que sentó las bases para el posterior desarrollo de la escultura
helenística.
Evolucionó hacia una mayor humanización de las estatuas, hacia una plasmación algo más
intensa de los sentimientos.
Destaca también como características de su obra la suavidad del modelado y la postura
indolente de los cuerpos, que gravitan fuera de su eje, descansando sobre un punto de
apoyo. Imprime a sus figuras un movimiento en forma de S (la curva praxiteliana).
Hermes y Dionisio
Hermes es hijo de Zeus y de Maya (hija de Atlas). Su función era la de ser el mensajero de
los Dioses. Estaba provisto de unas pequeñas alas colocadas estratégicamente en su casco
y en sus sandalias que le hacían ir a gran velocidad. Hermes aparece como el protector de
comerciantes, pastores, ladrones e inventores. Otra de sus características era que fue el
encargado de llevar las almas de los mortales hacia el Hades.
Dionisio. Es el dios de la vid y de la yedra, del delirio, del entusiasmo, del éxtasis, de la
danza, de la tragedia y de las fiestas. Dos veces nacido (de su madre, Sémele, y del muslo
de su padre, Zeus) fue criado por las ninfas de Nisa. Los romanos lo llamaron Baco.
Venus/Afrodita de Cnido
Los italianos la descubrieron en 1506, cuando excavaban en el foro romano, y causó una
enorme impresión en Miguel Ángel. Esta impresión quedaría reflejada en la fuerza
expresiva del Moisés.