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CORONA DE ADVIENTO

Bendición de la Corona y
Oración para encender cada una de
sus velas
I DOMINGO DE ADVIENTO
Bendición de la Corona
a tierra, Señor, se alegra estos días

L y tu Iglesia desborda de gozo


ante tu Hijo, el Señor,
que se avecina como luz esplendorosa,
para iluminar a los que yacemos en las tinieblas
de la ignorancia, del dolor, de la apatía y del pecado.
Lleno de esperanza en su venida,
tu pueblo ha preparado esta corona con ramos
y la ha adornado con cirios.
Ahora, pues, que comenzamos
el tiempo de preparación para la venida de tu Hijo,
te pedimos, Señor,
que mientras se acrecienta cada día
el esplendor de esta corona con nuevas luces,
nos ilumines a nosotros con el esplendor de aquel
que, por ser la luz del mundo,
iluminará todas las oscuridades.
Él que vive y reina por los siglos de los siglos.
R. Amén.
El celebrante rocía con agua bendita la corona de adviento.
Enseguida dice la oración:
Oración
ncendemos, Señor, esta luz

E en este primer domingo de Adviento,


para mantenernos despiertos y en pie,
como centinelas avivados,
ante el Hijo del Hombre que viene,
el Futuro glorioso que nos aguarda,
a despertar nuestra débil y adormilada esperanza.
Despiértanos, Señor,
para vislumbrar a los desesperados de la vida,
para poder ver a los que sólo esperan
cosas menores que ellos mismos,
para entrever a los que no tienen
o perdieron la ilusión en Ti
para divisar a los que tienen su futuro
repleto de dudas e increencia.
Señor, para que en nuestro entorno
seamos testigos claros de tu luz
y motivos creíbles de esperanza,
Te lo pedimos a ti nuestra esperanza,
que vives y reinas por los siglos de los siglos.
R. Amén.
El mismo celebrante o algún fiel, enciende la primera vela de la corona (La contraria a la vela rosa),
mientras tanto se puede cantar la siguiente antífona:
1. Os anunciamos el gozo de adviento, con la primera llama ardiendo. Se acerca ya el tiempo de
salvación, abre las puertas de tu corazón.
Canten con gozo, con ilusión: ya se acerca el Señor (bis).
II DOMINGO DE ADVIENTO
Oración
eseamos, Señor,

D con esta segunda luz que encendemos,


que intensifiques el resplandor de tu rostro
para los que viven en tinieblas
y en sombras de muerte.
Que la Luz de tu presencia,
manifestada en nuestras vidas,
nos haga percibir nuestras orgullosas vanidades
y nuestros abismos de pecado.
Equilibra y allana nuestras vidas, Señor,
y haznos caminos de acceso hacia Ti
para los hombres en destierro,
alejados de Ti y de los hermanos.
Señor, para que seamos contigo
luz atrayente y seductora,
Te lo pedimos a ti, que eres nuestra luz,
y que vives y reinas por los siglos de los siglos.
R. Amén.
El mismo celebrante o algún fiel, enciende la segunda vela de la corona, mientras tanto se puede
cantar la siguiente antífona:
2. Os anunciamos el gozo de adviento con la segunda llama ardiendo.
Dios Padre en su gloria muestra su amor, abre tu alma a Jesús Salvador.
Canten con gozo, con ilusión: ya se acerca el Señor (bis).
III DOMINGO DE ADVIENTO GAUDETE
Oración
ncendemos, Señor, esta tercera luz

E cercanos ya a las solemnidades de la Navidad.


Queremos dar testimonio de tu Luz, Señor,
como hizo Juan el Bautista.
Deseamos, Señor, que el fuego de tu Espíritu
encienda nuestros corazones
y los convierta en lámparas para los demás.
Danos un corazón que vea
las necesidades de todos
para compartir con él lo mejor que somos y tenemos.
Quema en tu hoguera, Señor, la paja de nuestras vidas
y reúne nuestros granos en pan comunitario
para renacer en Belén, la Casa del Pan.
Para que Te revelemos
como buena y gozosa Noticia para los hombres,
tan necesitados de reconocerse como hijos de Dios
Te lo pedimos a ti nuestro gozo,
y que vives y reinas por los siglos de los siglos.
R. Amén.
El mismo celebrante o algún fiel, enciende la tercera vela de la corona (vela rosa), mientras tanto se
puede cantar la siguiente antífona:
3. Os anunciamos el gozo de adviento, con la tercera llama ardiendo.
El tiempo se acorta, ya viene el Señor, el mundo se alegra en tan buen Redentor.
Canten con gozo, con ilusión: ya se acerca el Señor (bis).
IV DOMINGO DE ADVIENTO
Oración
ncendemos, Señor, esta cuarta luz,

E redoblando nuestro deseo de llegar,


limpios e irreprochables, a tu gran Día sin ocaso.
Oh Dios, restáuranos; que brille tu rostro y nos salve.
Te necesitamos, Cristo, a Ti, Luz Viva y Verdadera,
para aclarar e iluminar los caminos que nos llevan a Ti,
Enciéndenos tú, Señor,
nuestras lámparas que te esperan,
cargadas del aceite de nuestras mejores obras.
Que Te irradiemos, como María,
Aurora del Sol naciente,
en nuestras palabras y obras
Para que así sea, Luz de Luz,
Dios verdadero de Dios verdadero.
Te lo pedimos a ti, que estás cerca
y que vives y reinas por los siglos de los siglos.
R. Amén.
El mismo celebrante o algún fiel, enciende la cuarta vela de la corona, mientras tanto se puede
cantar la siguiente antífona:
4. Os anunciamos el gozo de adviento, miren la cuarta llama ardiendo.
La luz de la estrella nos lleva a Belén, acoge a Dios Niño que ahí va a nacer.
Canten con gozo, con ilusión: ya se acerca el Señor (bis).

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