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LA PURIFICACIÓN
DE LA SANTÍSIMA VIRGEN
II clase, blanco
Esta fiesta, con la cual se termina el tiempo de Epifanía, se nos presenta como el puente
entre el misterio de Navidad y el de Pascua: María tiene todavía al Niño en sus
brazos, pero lo lleva al templo para ofrecerlo. A los cuarenta días del Nacimiento de
Jesús, María se dirigió a Jerusalén para ofrecer el sacrificio prescrito por la ley
mosaica. Es una fiesta del Señor y, a la vez, una fiesta de María, la fiesta mariana
más antigua de toda la liturgia, y la que completa el contenido simbólico de este tiempo
de Navidad. Con alegrías de Nochebuena, “la luz brilló en la tinieblas”; con el
esplendor de Epifanía, “la luz envolvió a Jerusalén”, es decir, a la Iglesia; con la
liturgia de hoy, en esa procesión, que recuerda el viaje de María a Jerusalén, la luz
arde ya en nuestras manos y, como cantamos en el Introito, “hemos tomado en nuestras
brazos la misericordia de Dios” –hecha carne-, pues el cirio que recibimos de la manos
del sacerdote es un símbolo de Cristo, “luz para iluminar a las gentes”, como decimos
en la liturgia de este día recogiendo las palabras del viejo Simeón. “La cera –enseña
San Anselmo-, significa la carne virginal del divino Infante; el pabilo, su alma; la
llama, su divinidad.” Por eso los orientales llaman a esta fiesta el Encuentro
(Hypapante). Es el encuentro de la Iglesia, de cada una de nuestras almas, con Cristo,
el Esposo, que ha bajado a nuestra tierra para buscarnos. Escuchemos, pues, ansiosos la
voz de la liturgia, que nos dice: “He aquí que viene a su santo templo el Dominador y
el Señor; Sión, sal al encuentro de tu Dios, llena de alegría y de amor.” Vayamos a
recibir la candela simbólica y guardémosla devotamente en nuestras casas, para que sea
nuestra defensa en las tentaciones y en las tormentas interiores y exteriores, y, como
hacían nuestros antiguos, tomémosla en nuestras manos como una confesión de la
Divinidad de Cristo y de nuestro amor hacia Él, cuando llegue la hora de nuestro
encuentro definitivo.
Segunda oración
ORÉMUS. Omnípotens sempitérne OREMOS. Omnipotente y
Deus, qui hodiérna die Unigénitum sempiterno Dios, que en el día de hoy
tuum ulnis sancti Simeónis in templo presentaste a tu Hijo unigénito en el
sancto tuo suscipiéndum præsentásti: templo para que fuese recibido en los
tuam súpplices deprecámur brazos de Simeón: imploramos
cleméntiam; ut has candélas, quas nos humildemente tu clemencia para que
fámuli tui, in tui nóminis te dignes ben+decir y santi+ficar y
magnificéntiam suscipiéntes, gestáre encender con la luz celeste de tu
cúpimus luce accénsas, bene+dícere et bendición estas candelas, que
sancti+ficáre atque lúmine supérnæ nosotros, tus siervos, intentamos
benedictiónis accéndere dignéris: recibir y llevar encendidas a gloria de
quaténus eas tibi Dómino, Deo tu nombre; para que siendo dignos de
nostro, offeréndo digni, et sancto igne ofrecértelas, Señor Dios nuestro, e
dulcíssimæ caritátis tuæ succénsi, in inflamados de tu dulcísima caridad,
templo sancto glóriæ tuæ repræsentári merezcamos ser presentados en el
mereámur. Per eúndem Dóminum santo templo de tu gloria. Por nuestro
nostrum Jesum Christum, Filium Señor Jesucristo, tu Hijo, que contigo
Tuum, qui Tecum vivit et regnat in vive y reina en la unidad del Espíritu
unitate Spiritus Sancti, Deus, per Santo y es Dios por los siglos de los
omnia saecula saeculorum. Amen. siglos. Amén.
Tercera oración
ORÉMUS. Dómine Jesu Christe, lux OREMOS. Señor Jesucristo, luz
vera, quæ illúminas omnem hóminem verdadera que ilumina a todo hombre
veniéntem in hunc mundum: effúnde que viene a este mundo: derrama tu
bene+dictiónem tuam super hos ben+dición sobre estos cirios, y
céreos, et sancti+fica eos lúmine santi+fícalos con la luz de tu gracia; y
grátiæ tuæ, et concéde propítius; ut, así como estas antorchas encendidas
sicut hæc luminária igne visíbili con fuego visible ahuyentan las
accénsa noctúrnas depéllunt ténebras; tinieblas de la noche, así nuestros
ita corda nostra invisíbili igne, id est, corazones alumbrados con luz
Sancti Spíritus splendóre illustráta, invisible, esto es, con la claridad del
ómnium vitiórum cæcitáte cáreant: Espíritu Santo, se libren de la
ut, purgáto mentis óculo, ea cérnere ceguedad de todos los vicios, para que,
póssimus, quæ tibi sunt plácita et purificada la vista del alma, podamos
nostræ salúti utília; quaténus post ver lo que te es grato y útil a nuestra
hujus sǽculi caliginósa discrímina ad salvación, y así merezcamos llegar,
lucem indeficiéntem perveníre después de las peligrosas tinieblas de
mereámur. Per te, Christe Jesu, este mundo, a la luz indeficiente. Por
Salvátor mundi, qui in Trinitáte ti, Jesucristo, Salvador del mundo,
perfécta vivis et regnas Deus, per que en Trinidad perfecta vives y
ómnia sǽcula sæculórum. reinas y eres Dios, por los siglos de los
Amen. siglos. Amén.
Cuarta oración
ORÉMUS. Omnípotens sempitérne OREMOS. Dios todopoderoso y
Deus, qui per Móysen fámulum tuum eterno, que has ordenado por medio
puríssimum ólei liquórem ad de Moisés, tu siervo, preparar aceite
luminária ante conspéctum tuum purísimo para mantener encendidas
júgiter concinnánda præparári jussísti: continuamente las lámparas en tu
bene+dictiónis tuæ grátiam super hos presencia; derrama propicio la gracia
céreos benígnus infúnde; quaténus sic de tu bendi+ción sobre estas velas,
adminístrent lumen extérius, ut, te para que alumbrándonos en el
donánte, lumen Spíritus tui nostris exterior, por tu gracia no falte a
non desit méntibus intérius. Per nuestras almas la luz interior de tu
Dominum nostrum Jesum Christum, Espíritu. Por nuestro Señor Jesucristo,
Filium Tuum, qui Tecum vivit et tu Hijo, que contigo vive y reina en la
regnat in unitate ejúsdem Spiritus unidad del mismo Espíritu Santo y es
Sancti, Deus, per omnia saecula Dios por los siglos de los siglos.
saeculorum. Amen. Amén.
Quinta oración
ORÉMUS. Dómine Jesu Christe, qui OREMOS. Señor Jesucristo, que
hodiérna die, in nostræ carnis apareciste entre los hombres en la
substántia inter hómines appárens, a sustancia de nuestra carne, y quisiste ser
paréntibus in templo es præsentátus: presentado por tus padres en el templo y
quem Símeon venerábilis senex, a quien el anciano Simeón, iluminado
lúmine Spíritus tui irradiátus, por la luz de tu Espíritu, conoció, recibió
agnóvit, suscépit et benedíxit: præsta y bendijo: dígnate en tu misericordia,
propítius; ut, ejúsdem Spíritus Sancti que iluminados y adoctrinados por la
grátia illumináti atque edócti, te gracia del mismo Espíritu Santo, te
veráciter agnoscámus et fidéliter conozcamos verdaderamente y te
diligámus: Qui cum Deo Patre in amemos fielmente. Que vives y reinas
unitáte ejúsdem Spíritus Sancti vivis con Dios Padre en la unidad del mismo
et regnas Deus, per ómnia sǽtula Espíritu Santo y eres Dios, por los siglos
sæculórum. Amen. de los siglos. Amén.
Al llegar aquí, el sacerdote pone incienso en el incensario, asperga después las candelas
con agua bendita, diciendo la Antífona Asperges me sin salmo y luego las inciensa con
tres golpes de incensario. Mientras tanto, los fieles se acercan al altar para recibir de
rodillas la candela de manos del sacerdote. Al recibir la candela, se besa primero ésta y
después la mano del sacerdote. Mientras se distribuyen las candelas, se canta:
2. PROCESIÓN
Terminado el canto de la oración anterior, el sacerdote pone incienso en el incensario y
el mismo o el diácono de cara al pueblo dice o canta:
V/. Procedamus in pace. V/. Salgamos en paz.
R/. In nómine Christi. Amen. R/. En nombre de Cristo. Amén.
La procesión se pone en marcha: primero el turiferario, el subdiácono revestido con la
cruz en medio de dos acólitos con candelabros, el resto del clero asistente, el celebrante
con el diácono a su izquierda, y detrás de él, los fieles llevando las candelas
encendidas. Durante la procesión se cantan las siguientes antífonas.
ANTIFONA PRIMERA
Adórna thálamum tuum, Sion, et Oh Sion, adorna tu lecho nupcial, y
súscipe Regem Christum: ampléctere recibe a Cristo, tu Rey: sal al
Maríam, quæ est coeléstis porta: ipsa encuentro de María, porque ella, que
enim portat Regem glóriæ novi es la puerta del cielo, trae a ti al
lúminis: subsístit Virgo, addúcens glorioso Rey de la nueva luz; se
mánibus Fílium ante lucíferum detiene la Virgen llevando en sus
génitum: quem accípiens Símeon in manos al Hijo engendrado antes que
ulnas suas, prædicávit pópulis, la aurora; le recibe Simeón en sus
Dóminum eum esse vitæ et mortis et manos, y predica a los pueblos que Él
Salvatórem mundi. es el Señor de la vida y de la muerte y
el Salvador del mundo.
ANTÍFONA SEGUNDA Lucas 2, 26, 27 et 28- 29.
Respónsum accépit Símeon a Spíritu Simeón recibió una respuesta del
Sancto, non visúrum se mortem, nisi Espíritu Santo, que no vería la muerte
vidéret Christum Dómini: et cum antes de haber visto al Cristo del
indúcerent Púerum in templum, Señor, y cuando llevaron al Niño al
accépit eum in ulnas suas, et benedíxit templo, él lo tomó en brazos y bendijo
Deum, et dixit: Nunc dimíttis servum a Dios, y dijo: "Ahora, Señor, puedes
tuum, Dómine, in pace. V/. Cum dejar a tu siervo irse en paz. V/.
indúcerent púerum Jesum parentes Cuando sus padres introdujeron al
ejus, ut fácerent secúndum niño Jesús, para hacer por él conforme
consuetúdinem legis pro eo, ipse al rito de la ley, él le tomó en sus
accépit eum in ulnas suas. brazos.
ANTÍFONA TERCERA
Al entrar de nuevo en la Iglesia se canta:
V/. Obtulérunt pro eo Dómino par V/. Ofrecieron por él al Señor un par
túrturum, aut duos pullos de tórtolas o dos pichones, R/.Como
columbárum: R/.Sicut scriptum est in está escrito en la ley del Señor.
lege Dómini. V/. Después de los días de la
V/. Postquam impléti sunt dies purificación de María, de acuerdo a la
purgatiónis Maríæ, secúndum legem ley de Moisés, llevaron a Jesús a
Moysi, tulérunt Jesum in Jerúsalem, Jerusalén para presentarle al Señor.
ut sísterent eum Dómino. R/. Sicut R/.Como está escrito en la ley del
scriptum est in lege Dómini. Señor.
V/. Glória Patri, et Fílio, et Spirítui V/. Gloria al Padre y al Hijo, y al
Sancto. R/. Sicut scriptum est in lege Espíritu Santo. R/.Como está escrito
Dómini. en la ley del Señor.
3. SANTA MISA
Terminada la procesión, los ministros toman los ornamentos para la Santa Misa, En la
misa que sigue a la bendición se omite el salmo Iudica me, así como la Confesión y las
oraciones Aufer a nobis y Oramus te. El sacerdote sube al altar, lo besa. En la misa
cantada sigue con la incensación, en la misa rezada recita el introito. Los fieles deben
tener encendidas las velas durante el Evangelio y el Canon.
COLECTA
Omnípotens sempitérne Deus, Dios omnipotente y eterno,
majestátem, tuam súpplices humildemente pedimos a tu majestad,
exorámus: ut, sicut unigéntius Fílius para que hagas que así como tu Hijo
tuus hodiérna die cum nostræ carnis unigénito fue presentado este día en el
substántia in templo est præsentatus; templo revestido con la sustancia de
ita nos fácias purificátis tibi nuestra carne, así también nosotros nos
méntibus præsentári. Per eundem presentemos a ti con el alma
Dóminum nostrum Jesum Christum, purificada. Por Nuestro Señor
Filium Tuum, qui Tecum vivit et Jesucristo, tu Hijo, que contigo vive y
regnat in unitate Spiritus Sancti, reina en la unidad del Espíritu Santo y
Deus, per omnia saecula saeculorum. es Dios por los siglos de los siglos.
Amen. Amén.
ALELUYA
Allelúia, alleluia.- V/. Senex púerum Aleluya. Aleluya. V/. El anciano
portábat: puer autem senem regébat. llevaba al niño, pero el Niño guiaba al
Allelúia. anciano. Aleluya.
PREFACIO DE NAVIDAD
Vere dignum et iustum est, æquum En verdad es digno y justo, equitativo
et salutáre, nos tibi semper et ubíque y saludable darte gracias en todo
grátias ágere: Dómine, sancte Pater, tiempo y lugar, Señor, Padre santo,
omnípotens ætérne Deus: Quia per Dios omnipotente y eterno, pues por el
incarnáti Verbi mystérium, nova misterio del Verbo ha brillado a los
mentis nostræ óculis lux tuæ ojos de nuestra alma un nuevo
claritátis infúlsit: ut dum visibíliter resplandor de tu gloria, para que,
Deum cognóscimus, per hunc in conociendo a Dios bajo una forma
invisibílium amórem rapiámur. Et visible, seamos atraídos por él al amor
ídeo cum Angelis et Archángelis, de las cosas invisibles. Y por eso, con
cum Thronis et Dominatiónibus, los Ángeles y los Arcángeles, con los
cumque omni milítia cæléstis Tronos y las Dominaciones, y con toda
exércitus, hymnum glóriæ tuæ la milicia del ejército celestial
cánimus, sine fine dicéntes: cantamos el himno de tu gloria,
diciendo sin cesar
COMUNIÓN Lucas 2, 26
Respónsum accépit Símeon a Spíritu Recibió una respuesta del Espíritu
Sancto, non visúrum se mortem, nisi Santo, que no vería la muerte antes de
vidéret Christum Dómini. haber visto al Cristo del Señor.
POSCOMUNIÓN
Quǽsumus, Dómine Deus noster: ut Te pedimos, Señor Dios nuestro, que
sacrosáncta mystéria, quæ pro por la intercesión de la bienaventurada
reparatiónis nostræ munímine siempre Virgen María, hagas que los
contulísti, intercedénte beáta María misterios sagrados misterios que nos
semper Vírgine, et præsens nobis has dado para la preservación de
remédium esse fácias, et futúrum. nuestra vida espiritual, nos sirvan de
Per Dominum nostrum Jesum remedio presente y futura. Por
Christum, Filium Tuum, qui Tecum nuestro Señor Jesucristo, tu Hijo, que
vivit et regnat in unitate Spiritus contigo vive y reina en la unidad del
Sancti, Deus, per omnia saecula Espíritu Santo y es Dios por los siglos
saeculorum. Amen. de los siglos. Amén.