Documentos de Académico
Documentos de Profesional
Documentos de Cultura
La piel es el órgano más grande del cuerpo. Lo cubre completamente. Además de servir como protección contra el calor, la luz,
las lesiones y las infecciones, la piel también:
Es un órgano sensorial
A lo largo de todo el cuerpo, varían las características de la piel, tales como su grosor, color y textura. Por ejemplo, la cabeza
contiene más folículos capilares que cualquier otro lugar, mientras que las plantas de los pies no contienen ninguno. Además,
las plantas de los pies y las palmas de las manos tienen una piel mucho más gruesa que otras zonas del cuerpo.
La piel está formada por las siguientes capas. Cada una de ellas tiene funciones específicas:
Epidermis
Dermis
La epidermis es la capa externa delgada de la piel que consta de tres tipos de células:
Células escamosas. La capa más externa que se pela continuamente se llama estrato córneo.
Epidermis Células basales. Las células basales se encuentran debajo de las células escamosas, en la base de
la epidermis.
Vasos sanguíneos
Vasos linfáticos
Folículos capilares
Glándulas sudoríparas
Dermis Estructuras de colágeno
Fibroblastos
Nervios
Glándulas sebáceas
La dermis se mantiene unida mediante una proteína llamada colágeno. El colágeno está formado por
fibroblastos. Esta capa le da a la piel flexibilidad y fuerza. Además contiene receptores del dolor y el tacto.
La capa de grasa subcutánea es la capa más profunda de la piel. Consta de una red de colágeno y células
Capa de grasa de grasa. Ayuda a conservar el calor del cuerpo y protege el cuerpo de lesiones al actuar como absorbedor
subcutánea de golpes.
Esta capa también contiene células que pueden ayudar a regenerar la piel después de una lesión.
Con un espesor que varía desde los 0’5 milímetros hasta 1 centímetro, esta
capa de células que recubre la práctica totalidad de nuestro organismo es
imprescindible para regular la temperatura corporal, permite que
dispongamos del sentido del tacto, nos protege del ataque de patógenos,
evita que las sustancias químicas del medio nos dañen y, en definitiva, nos
aísla del exterior pero permitiendo una comunicación con este.
La piel está formada por tres capas: epidermis, dermis e hipodermis. Cada
una de ellas está formada por unas células distintas, tiene una estructura
diferente y cumple con unas funciones muy concretas que le dan a la piel la
integridad y actividad necesaria.
1. Epidermis
La epidermis es la capa más externa de la piel. Es también la más fina,
pues en la mayoría de regiones del cuerpo tiene un espesor de tan solo 0’1
milímetros, aunque puede llegar a ser de incluso 0’05 milímetros en la piel
que rodea los ojos. En las plantas de los pies es donde es más gruesa,
pudiendo llegar a tener un espesor de 5 milímetros.
Sea como sea, la epidermis es la capa más fina y externa de la piel. Las
células que la conforman reciben el nombre de queratinocitos, unas células
que se generan en la parte más inferior de la epidermis y que, mientras van
madurando y sufriendo cambios, se van desplazando a la parte más
superior, es decir, la que contacta con el medio externo.
Pero, ¿por qué van subiendo constantemente? Porque cuando llegan arriba y
están en contacto con el exterior, se van dañando sin parar. Por ello, el
cuerpo debe enviar sin descanso nuevas células hacia el exterior. Estos
queratinocitos van viajando a través de la epidermis. Y cuando llegan arriba,
lo sorprendente es que estas células ya están muertas.
Pero, ¿cómo es posible que estas células muertas se unan lo suficiente entre
ellas y que la piel sea firme? Gracias a los lípidos epidérmicos, unas
sustancias sintetizadas por las glándulas sebáceas que se unen con el agua
(que se obtiene de las glándulas sudoríparas) para formar la película
hidrolipídica, una especie de emulsión que mantiene la integridad de la piel.
3. Regenerar la piel
Como hemos dicho, la piel está constantemente renovándose. Y esto es
gracias a la increíble capacidad de la epidermis para regenerar sin descanso
los queratinocitos que conforman la capa más externa.
2. Dermis
La dermis es la capa intermedia de la piel. Es también la más gruesa y,
pese a ser de consistencia firme, sigue siendo elástica. Tiene una capa
superior que comunica con la epidermis y una inferior que se relaciona con
la hipodermis.
1. Amortiguar golpes
Toda la piel es importante para amortiguar golpes y presiones, pero la
dermis, gracias a su elevado contenido en colágeno y elastina, es la más
importante en este aspecto.
3. Nutrir la epidermis
La epidermis, como hemos visto antes, es muy importante y constantemente
está renovándose. El problema es que, para garantizar que forma una capa
compacta, no llegan los vasos sanguíneos. Por ello, la dermis, que sí que
dispone de irrigación sanguínea, se comunica con la epidermis y le envía
todo el oxígeno y nutrientes necesarios, al mismo tiempo que recoge las
sustancias de desecho para su posterior eliminación.
4. Contener las glándulas sebáceas
Como hemos visto antes, las glándulas sebáceas son las que sintetizan los
lípidos epidérmicos tan necesarios para garantizar la correcta salud de la
epidermis. En este sentido, la dermis es muy importante ya que es en ella
donde se localizan estas glándulas, liberando después los lípidos a la capa
más externa de la piel.
6. Regular la temperatura
Una de las funciones más importantes de la piel es la de la regulación de la
temperatura corporal. Y es precisamente la dermis la que tiene un papel más
notorio a la hora de mantener estable la temperatura del cuerpo
independientemente de la que haya en el exterior.
1. Aislar el cuerpo
Esta capa de grasa que constituye la hipodermis es muy efectiva a la hora de
aislar el cuerpo tanto del frío como del calor. En este sentido, la hipodermis
es nuestro “abrigo” natural, pues hace que seamos más resistentes a las
temperaturas demasiado frías. La grasa funciona como aislante.
2. Amortiguar golpes
Gracias tanto al tejido graso en sí como a las fibras de colágeno, la
hipodermis sigue siendo una capa resistente que amortigua los golpes de
una forma muy efectivas.
Mariana Gelambi
Características
La piel es el órgano que ocupa mayor superficie – con un área mayor a los 2 m2 y
con un peso aproximado de 4 kg – por lo que cumple con una enorme variedad
de funciones, principalmente de protección.
Este órgano posee una estructura formada por dos capas principales: la dermis y
la epidermis.
Otras células que forman parte de la epidermis, pero en menor cantidad que los
queratinocitos, son los melanocitos. Estos son los encargados de la producción de
melanina, la molécula encargada de dale color a la piel y protegerla.
Capas
En la epidermis logramos reconocer cuatro capas principales o estratos. Estas son
la capa córnea, la capa granulosa, la capa espinosa y la capa basal. A
continuación describiremos las características más relevantes de cada estrato
celular:
Capa córnea
La capa más externa de la epidermis es la córnea. Está formada de múltiples
láminas de células muertas llamados queratinocitos. Estas células son
productoras de una proteína fibrosa llamada queratina.
Las células que las componen se caracterizan por ser grandes, planas y de forma
poliédrica. Se encuentran apiladas en capas verticales de un grosor cercano a las
25 capas, aunque en las palmas de manos y pies pueden encontrarse más de 100
capas.
Capa granulosa
Inmediatamente después a la capa cornea encontramos a la granulosa, formada
por láminas de queratinocitos que van degenerándose paulatinamente hasta que
mueren y son reemplazadas por otras células, sufriendo de una descamación
constante.
Capa espinosa
La tercera capa de epidermis también está formada por queratinocitos. Sin
embargo, la forma de estas células ya no es plana, sino que adquiere formas
irregulares con numerosos lados, que recuerdan a diferentes formas geométricas.
En esta capa se encuentran los melanocitos y otras células relacionadas con la
respuesta inmune, llamadas células de Langerhans.
Capa basal
La última capa está formada por un fino estrato de queratinocitos, cuyas formas
recuerdan a un cubo o a un cilindro. Es bastante activa desde el punto de vista
metabólica y también de la división celular. En este punto se establecen los
límites entre la epidermis y la dermis.
En esta capa se generan las células que reemplazaran a las que mueren en las
regiones más superficiales. Es decir, se producen en este estrato y luego tienen la
capacidad de migran a donde sean requeridas. El tiempo promedio de migración
desde la capa basal es de unas dos semanas. Si la piel está herida, este proceso
incrementa su velocidad.
Por ello, la capacidad regenerativa de la piel depende en gran medida del estado
de la capa basal. En caso de la capa se vea afectada serán necesarios los injertos
de piel.
Algunas regiones corporales tienen una capa de epidermis adicional. Las palmas
de las manos y de los pies suelen ser un poco más gruesas gracias a la presencia
de otra capa superficial denominada capa lúcida.
Formación
De las tres capas embrionarias, la piel tiene una formación dual. Mientras que la
dermis se desarrolla a partir del mesénquima, la epidermis lo hace del ectodermo
superficial.
En las primeras etapas del desarrollo, el embrión se encuentra recubierto por una
única capa de células ectodérmicas. A las seis semanas de gestación el epitelio
experimenta una división y aparece una capa de células llamadas periderma.
Funciones
Protección
La primera función de la primera capa de la piel es intuitiva: protección y
prevención de la pérdida de fluidos. Esta se encarga de formar una barrera contra
distintos tipos de posibles perturbaciones, tanto físicas como químicas. Además
de proteger contra distintas clases de patógenos que podrían ingresar al
organismo.
Fotoprotección
Un caso particular de protección es la fotoprotección. La epidermis funciona como
una barrera contra la radiación ultravioleta gracias a la presencia de melanina, un
pigmento encargado de la absorción de la radiación nociva proveniente del sol.
Esta conversión de una energía nociva a una inocua es crucial para la protección
del material genético. Esta protección contribuye a mantener la integridad
del ADN, ya que la exposición continua a la radiación puede causar daños a la
molécula, siendo asociado con el desarrollo de cáncer.
Las pieles oscuras se relacionan con la protección ante la radiación solar intensa y
la piel clara a zonas donde la captación de la poca luz solar que reciben es
indispensable para la síntesis de vitamina D (ver más adelante).
Termorregulación
Regular la temperatura es un fenómeno muy importante y trabajoso al que se
enfrentan los organismos endotermos. La piel – y por lo tanto la epidermis – es el
órgano involucrado en este proceso de regulación.
Percepción
La piel es un órgano rico en receptores de todo tipo, por lo que interviene en el
fenómeno de la percepción y media la comunicación del organismo y su medio
ambiente. Estas sensaciones incluyen el tacto, la presión, la temperatura y el
dolor. Además, permite responder a estas sensaciones.
Por ejemplos, las células de Merkel son componentes escasos ubicados en la capa
más profunda de la epidermis y se relacionan con la mecanorrecepción táctil.
Intercambio de sustancias
La piel está involucrada en la absorción y excreción de diferentes sustancias como
sales minerales, urea, ácido úrico, ácido láctico y otras sustancias de desecho.
También se encarga de mediar el tránsito de gases como oxígeno y dióxido de
carbono.
Autoreparación de heridas
La piel no solo es el órgano más grande del ser humano, sino que también es el
primero que establece un contado directo con el medio ambiente, por lo que está
constantemente expuestos a entes físicos y químicos que podrías lesionarlo y
causar heridas.
Referencias
1. Audesirk, T., Audesirk, G., & Byers, B. E. (2003). Biología: La vida en la Tierra.
Pearson educación.
2. Callen, J. P., Jorizzo, J. L., Bolognia, J. L., Piette, W., & Zone, J. J.
(2009). Dermatological Signs of Internal Disease E-Book: Expert Consult-Online
and Print. Elsevier Health Sciences.
3. Freeman, S. (2016). Biological science. Pearson.
4. Hickman, C. P., Roberts, L. S., Larson, A., Ober, W. C., & Garrison, C.
(2007). Integrated Principles of Zoology. McGraw-Hill.
5. Hill, R. W., Wyse, G. A., Anderson, M., & Anderson, M. (2004). Animal
physiology. Sinauer Associates.
6. Junqueira, L. C., Carneiro, J., & Kelley, R. O. (2003). Basic histology: text & atlas.
McGraw-Hill.
7. Lesmes, J. D. (2007). Evaluación clínico-funcional del movimiento corporal
humano. Ed. Médica Panamericana.
8. Marks, J. G., & Miller, J. J. (2017). Lookingbill and Marks’ Principles of Dermatology
E-Book. Elsevier Health Sciences.
9. Randall, D., Burggren, W., French, K., & Eckert, R. (2002). Eckert animal
physiology. Macmillan.
10. Rastogi S.C. (2007). Essentials of Animal Physiology. New Age International
Publishers.
APA
11. Ross, M. H., & Pawlina, W. (2006). Histology. Lippincott Williams & Wilkins.
Gelambi, Mariana. (16 de julio de 2019). Epidermis: formación, características, capas,
funciones. Lifeder. Recuperado de https://www.lifeder.com/epidermis/.Co
Mariana Gelambi
La hipodermis, o tejido subcutáneo, es la capa de tejido conectivo fibroso y acumulador de grasa que
rodea el cuerpo. Está ubicada justo debajo de la dermis. También se la conoce como fascia superficial,
panículo adiposo, subcutis y tela subcutánea. No hay consenso sobre si la hipodermis debe ser
considerada la capa más profunda de la piel, o simplemente tejido subcutáneo.
Las únicas áreas de piel sin o casi sin hipodermis están en los párpados, los labios y el oído externo. La
hipodermis puede contener capas de musculatura estriada, particularmente en la cabeza, la nuca, la
areola, la región anal (esfínter anal externo) y el escroto. En la cara, posibilita las expresiones faciales,
tales como la sonrisa.
La hipodermis de las mujeres contiene más grasa que la de los hombres. Esta diferencia es la causa de
los contornos redondeados del cuerpo femenino.
Estructura y escala
La piel está compuesta de un estrato córneo externo (grosor, 8–20 μm; hasta 1,5 mm en las palmas de
las manos y plantas de los pies), que recubre a la epidermis viva (30–80 μm), la cual a su vez recubre a
la dermis (1–2 mm). La hipodermis (0,1 a varios centímetros; 4–9 mm en promedio) se encuentra bajo
la piel.
La hipodermis está estructural y funcionalmente integrada con la piel debido a la posesión compartida
de redes vasculares y nerviosas, y a la continuidad de los apéndices epidérmicos, tales como pelos y
glándulas. La hipodermis conecta a la piel con músculos y huesos.
El tejido conectivo está compuesto por fibras de colágeno y reticulina, que representan extensiones de
la dermis. El tejido conectivo forma septos que, por ser compartimientos flexibles, proveen resistencia
y movilidad mecánica a la hipodermis.
El tejido adiposo está dispuesto en lóbulos (diámetro, ~1 cm) con forma de aceituna formados por la
agregación de microlóbulos (diámetro, ~1 mm), a su vez formados por la agregación de adipocitos y
lipocitos (diámetro, 30–100 μm). Cada adipocito está en contacto con al menos un capilar. Los lóbulos
de tejido adiposo están rodeados por los septos de tejido conjuntivo.
Composición
La hipodermis consiste de: 1) fibroblastos; 2) tejido conectivo laxo contentivo de vasos sanguíneos y
linfáticos, fibras nerviosas, y corpúsculos de Vater-Pacini; 3) adipocitos; 4) tejido adiposo contentivo
de ~50% de la grasa corporal; 4) leucocitos y macrófagos.
Los corpúsculos de Vater-Pacini son cápsulas ovoides macroscópicas llenas de fluido y penetradas por
un axón nervioso mielinado. Son receptores importantes de estímulos táctiles, específicamente presión
y vibración.
La hipodermis es penetrada por continuaciones de apéndices epidérmicos, tales como pelos, glándulas
sudoríparas apocrinas y glándulas mamarias.
El sudor apocrino es un líquido lechoso y viscoso rico en lípidos, nitrógeno, lactatos, e iones (Na +, K+,
Ca2+, Mg2+, Cl–, y HCO3–) aportados por la dermis y la hipodermis.
Las glándulas sudoríparas apocrinas desembocan en folículos pilosos y están presentes en las axilas, el
pubis, la región anogenital, el prepucio y alrededor de los pezones. Las glándulas de Moll del párpado y
las glándulas ceruminosas del canal auditivo son subtipos de glándulas sudoríparas apocrinas.
Los ductos de las glándulas mamarias, que evolutivamente proceden de glándulas sudoríparas, forman
un sistema de ramificaciones, terminado en alvéolos, que penetra profundamente en la hipodermis.
Estos alvéolos están rodeados de células hipodérmicas productoras de leche, que aportan grasa y otros
nutrientes.
Capas
La hipodermis es continua con la dermis. El límite entre ambas capas es irregular y pobremente
definido. Algunos autores consideran que la hipodermis no tiene subcapas. Otros admiten la existencia
de un tejido membranoso conectivo que la dividiría en dos subcapas, denominadas tejido adiposo
superficial (TAS) y tejido adiposo profundo (TAP).
La TAS y la TAP poseen retináculos que conectan la hipodermis a la dermis que la recubre y a la fascia
profunda subyacente. Las TAS y las TAP son la causa de que la hipodermis (y por ende la piel) pueda
deslizarse sobre la fascia profunda y regresar después a su posición normal.
Las TAS son estructuras elásticas y fuertes, perpendiculares a la superficie de la piel, constituidas por
grandes lóbulos de grasa intercalados (como las púas de un peine y los espacios que las separan) entre
septos fibrosos (retinaculus cutis superficialis) bien definidos.
Las TAS pueden estar todas al mismo nivel, o estar organizadas en planos sobrepuestos, dependiendo
del contenido de grasa local e individual.
Las TAP son estructuras poco elásticas, poseen septos fibrosos (retinaculus cutis profundus) oblicuos, y
lóbulos adiposos pequeños con tendencia a desplazarse.
La diferenciación TAS-TAP es particularmente evidente en la parte baja del tronco, los glúteos y los
muslos.
Embriología
La epidermis se desarrolla a partir del ectodermo. La dermis y la hipodermis lo hacen a partir del
mesodermo. Las células adiposas y los fibroblastos proceden de células mesenquimáticas. Durante los
dos primeros meses de vida fetal, la dermis e hipodermis son muy celulares y no pueden distinguirse
una de otra.
A partir del segundo mes de desarrollo embrionario, aparece la substancia fibrilar intersticial. De ella
surgen las fibras elásticas. Ello es seguido por la diferenciación del mesénquima en una capa periférica
compacta y densa (dermis) y en una capa más profunda y laxa (hipodermis).
El tejido graso subcutáneo aparece por primera vez (15–16 semanas de desarrollo embrionario) en la
hipodermis del tórax. Seguidamente (17 semanas) aparece en las mejillas, alrededor de la boca y en la
barbilla.
Los huesos dermatocraneales que rodean al neurocráneo se forman a partir de la dermis e hipodermis
embrionarias. Estos huesos surgen de células mesenquimáticas. El proceso se denomina formación
intramembranosa de hueso.
Funciones
Permite el deslizamiento de la piel sobre músculos y huesos. Su movilidad disipa el estrés mecánico de
la piel. Su tejido adiposo amortigua impactos dañinos para órganos internos, músculos y huesos.
Su tejido adiposo almacena y genera energía. También aporta aislamiento térmico, facilitando así la
termorregulación. Este tejido mantiene la tersura de la piel y el contorno del cuerpo, fomentando la
atracción sexual y creando zonas acolchadas sobre las cuales se puede descansar al sentarse o acostarse.
Aporta nutrientes para la cicatrización. Aloja y nutre estructuras cutáneas, tales como las glándulas
mamarias y apocrinas, y los folículos pilosos. La producción de leche y de los lípidos protectores del
sudor apocrino, así como la regeneración capilar, están vinculados a la adipogénesis.
Enfermedades
En las cicatrices por quemadura en las cuales la hipodermis ha desaparecido, la piel pierde su
movilidad. Sufre daños mayores de lo normal en caso de estiramiento o roce.
La estrecha relación entre hipodermis y piel explica por qué la inflamación de esta última puede afectar
secundariamente al tejido adiposo, produciendo granuloma subcutáneo anular, necrobiosis lipoídica,
nódulos reumatoides, paniculitis septal, o xantogranuloma necrobiótico.
Al envejecer, el grosor del tejido adiposo subcutáneo se reduce en muchas partes del cuerpo. Ello
disminuye la capacidad protectora de la hipodermis, incrementando la susceptibilidad de la piel a daños
mecánicos y quemaduras solares, así como haciendo a los músculos y huesos más vulnerables a daños
por impacto.
Entre las infecciones de la piel que a menudo involucran a la hipodermis se cuentan: 1) eripiselas,
causadas por estreptococos; 2) celulitis, causadas por Staphylococcus aureus y estreptococos; 3)
abcesos de uno (furunculosis) o múltiples (carbunculosis) folículos pilosos, causados por S. aureus. La
carbunculosis puede causar fiebre y transformarse en celulitis.
Tumores
Los lipomas e hibernomas son tumores benignos formados, respectivamente, por los adipocitos de la
grasa corporal blanca y parda.
Los tumores fibrohistocísticos (= con células similares macrófagos) son un grupo heterogéneo de
neoplasmas que a menudo presentan, lado a lado, diferenciaciones de tipo histocístico, fibrobástico, y
miofibroblástico. Entre los tumores fibrohistocísticos que involucran a la hipodermis se cuentan el
histocitoma fibroso y el fibroxantoma atípico.
El fibroxantoma atípico es un tumor ulcerado, con forma de domo, de crecimiento rápido. Aparece de
manera casi exclusiva en la piel que ha sido dañada por rayos solares. Típicamente afecta a la piel.
Sin embargo, una variedad de fibroxantoma atípico, denominada sarcoma cutáneo pleomórfico, penetra
profundamente la hipodermis. Esta variedad es un tumor maligno, con potencial metastásico. Aunque
se le extirpe, tiende a ser recurrente.
Referencias
1. Abzhanov, A., Rodda, S. J., McMahon, A. P., Tabin, C. J. 2007. Regulation of skeletogenic differentiation
in cranial dermal bone. Development 134, 3133–3144.
2. Alexander, C. M., Kasza, I., Yen, C.-L. E., Reeder, S. B., Hernando, D., Gallo, R. L., Jahoda, C., A. B.,
Horsley, V., MacDougald, O. A. 2015. Dermal white adipose tissue: a new component of the
thermogenic response. Journal of Lipid Research, 56, 2061–2069.
3. Al-Nuaimi, Y., Sherratt, M. J., Griffiths, C. E. M. 2014. Skin health in older age. Maturitas,
http://dx.doi.org/10.1016/j.maturitas.2014.08.005.
4. Bloom, W., Fawcett, D. W. 1994. A textbook of histology. Chapman & Hall, Nueva York.
5. Hügel, H. 2006. Fibrohistiocytic skin tumors. JDDG, DOI: 10.1111/j.1610-0387.2006.06021.x.
6. Humbert, P., Fanian, F., Maibach, H. I., Agache, P. 2017. Agache’s measuring the skin: non-invasive
investigations, physiology, normal constants. Springer, Cham.
7. James, W. D., Berger, T. G., Elston, D. M. 2011. Andrews’ diseases of the skin: clinical dermatology.
Saunders, Philadelphia.
8. Langevin, H. M., Huijing, P. A. 2009. Communicating about fascia: history, pitfalls, and
recommendations. International Journal of Therapeutic Massage and Bodywork, 2, 3–8.
9. Segura, S., Requena, L. 2008. Anatomy and histology of normal subcutaneous fat, necrosis of adipocytes,
and classification of the panniculitides. Dermatol. Clin., 26, 419–424.
10. Simor, A. E., Roberts, F. J., Smith, J. A. 1988. Infections of the skin and subcutaneous tissues. Cumitech
23, Infections of the skin and subcutaneous tissues, American Society for Microbiology, Washington,
D.C.
11. Stecco, C., Macchi, V., Porzionato, A., Duparc, F., De Caro, R. 2011. The fascia: the forgotten structure.
Italian Journal of Anatomy and Embryology, 116, 127–138.
Indice De Contenido [Ocultar]
1 ¿Qué es la Hipodermis?
o 1.1 Cuando la hipodermis cesa en sus funciones
2 Función de la Hipodermis
3 Características de la Hipodermis
4 Capas de la Hipodermis
o 4.1 Capa areola
o 4.2 Capa lamelar
o 4.3 Funciones del tejido adiposo
5 Órgano de secreción interna
6 Epidermis, dermis e hipodermis
¿Qué es la Hipodermis?
Se trata de la capa más espesa de la piel, la cual está enlazada a la dermis por
fibras de la proteína elastina y de colágeno. Está compuesta especialmente por
células llamadas adipocitos, especialistas en la elaboración y el acopio de grasas.
Estos cuerpos grasosos son requeridos para la adecuada operatividad de cada
célula de la piel, por cuanto, al descomponerse generan energía vital.
Función de la Hipodermis
Como se ha señalado, la Hipodermis es la capa más profunda y gruesa de la piel.
Se invagina en la Dermis que está seguidamente por arriba de ella, a la cual se
une mediante fibras de colágeno y elastina.
Fundamentalmente se constituye de un tipo de células especialistas en la
provisión y la acumulación de grasas, llamadas adipocitos. Estas células se
aglomeran en lóbulos divididos por tejido conectivo, por lo que desarrollan las
siguientes labores, las cuales a su vez son funciones de la piel
1. Poseen gran cantidad de vasos sanguíneos que aportan nutrientes y
descartan residuos de la Epidermis y la Dermis.
2. Tiene la capacidad de aislar el cuerpo por lo que controlan la
temperatura.
3. Hacen de amortiguadores que atraen una porción de la fuerza de un
choque físico.
4. Almacenan grasa y agua: la guía de deposición de grasa es
determinado genética y sexualmente. En los hombres tiende a ser
más copioso alrededor del abdomen, en tanto que en la mayoría de las
mujeres se acumula en torno a las caderas, los muslos y los pechos.
Cerca de la mitad del suministro de grasa del cuerpo se acumula en la
Hipodermis; más abundantes en las mujeres regularmente.
5. Por debajo de la hipodermis se hallan la estructura músculo-ósea, en
ciertos sitios.La Hipodermis tiene la función de unir la Dermis a esa
estructura, la cual se encuentra seguidamente debajo de ella, lo que
hace sin oprimirla. Esto posibilita que la piel experimente libertad de
movimientos.
Características de la Hipodermis
Por su ubicación a la Hipodermis también se le conoce como capa subcutánea.
Está compuesta de células grasas que resguardan los sistemas nervioso,
linfático y sanguíneo. Contribuyen a preservar tu temperatura corporal,
suministra figura al contorno corporal y le proporciona movimiento a toda su
piel. Su espesor puede variar en las diferentes partes del cuerpo, y es distinto
entre las personas.
Capas de la Hipodermis
En este segmento les hablaremos de las capas que se encuentran en nuestra
piel, continua leyendo y conoce a cada una de estas y la importancia que
conllevan las mismas.
Capa areola
Es la capa más superficial de la hipodermis, que hace contacto con la dermis, y
está formada por adipocitos.
Capa lamelar
Es la más subyacente, sus células son fusiformes (alargadas como un huso),
diminutas y se dividen horizontalmente: Esta capa se engruesa cuando las
personas logran peso, esto se debe al incremento de volumen de los adipocitos,
los cuales tienen la capacidad de penetrar en la capa más exterior de la piel.
VLDL.
adiposo.
Podemos reconocer la piel superficial (epidermis), la dermis o corion y
finalmente el tejido subcutáneo, hipodermis o subcutis. La epidermis y la dermis
configuran el cutis, o lo que llamamos piel propiamente dicha. Igualmente, se
consideran parte de esta a los órganos anexos a ella como el pelo, las uñas y las
diversas glándulas.
La Epidermis
Es un epitelio plano en permanente procedimiento de cornificación, que se
estructura de cinco capas celulares distintas, teniendo lugar la regeneración en
los dos estratos celulares subyacentes. A partir de allí las células emigran hacia
la parte superior de la piel, alcanzando cornificarse totalmente
(queratinización) a lo largo de dicha migración.
Estrato basal
Llamado también estrato germinal; configura la capa celular más subyacente de
la epidermis. Está constituido por queratinocitos cilíndricos, que están aptos
para efectuar la partición celular (mitosis) y avalan la constante renovación de
la epidermis. La división celular se encuentra sometida a una
regulación mediante un elevado número de diferentes sustancias, por ejemplo,
hormonas, vitaminas y los factores de crecimiento.
Estrato espinoso
Posee seis capas de células estructuradas de forma desordenada, las cuales
sintetizan queratina y muestran una dinámica mitótica escasa. Estos estratos
están enlazados a través de puentes celulares (desmosomas), que son los que
dan a las células su aspecto espinoso. En los intersticios de los puentes celulares
se acumula agua.
Estrato granuloso
La cornificación paulatina empieza en el estrato granuloso. De acuerdo al
espesor que presente el estrato córneo, el estrato granuloso puede comprender
hasta tres capas de células planas, donde se pueden ver compactos gránulos
(granula) de queratohialina. Los gránulos están compuestos, entre otros
elementos, por una proteína pionera que se presume sea es copartícipe en la
producción de fibras de queratina en el intersticio celular.
Estrato lúcido
Se encuentra constituido por células sin núcleo celular, en las cuales se puede
apreciar una acelerada dinámica enzimática. En el estrato continúa prosigue la
queratinización, que engloba asimismo la conversión de los gránulos de
queratohialina de la capa granulosa en eleidina; sustancia esta acidófila de
abundante grasas y proteínas, la cual tiene poderosas cualidades refractantes;
se muestra como un manto homogéneo y brillante.
De esta última cualidad es que hereda el nombre con el cual se identifica esta
capa celular. Este estrato resguarda la piel frente a actividades de soluciones
acuosas.
Estrato córneo
Se encuentra constituido por células queratinizadas y sin núcleo, llamados
corneocitos. Se hallan dispuestas unas sobre otras, en figura de tejas y se
encuentran sólidamente enlazadas entre sí mediante la queratohialina,
igualmente por fibras muy delgadas (tono fibrillas). El estrato córneo
comprende cerca de 15 a 20 estratos celulares, de los cuales el estrato
exterior va mermando por descamación.
La Dermis
A la cara interior de la membrana basal de la epidermis se le acopla la dermis, la
cual es un tejido conjuntivo vascularizado y con cuantiosos extremos nerviosos,
que histológicamente se subdivide en dos mantos distintos: capa papilar externa
y capa reticular interna. Ambas se distinguen entre sí por su espesor y la
colocación de sus fibras de tejido conjuntivo, no obstante, se hallan contiguas
una de otra.
Estrato papilar
Está íntimamente enlazado a la epidermis mediante diminutas protuberancias
cónicas de tejido conjuntivo, que se denominan papilas. En el área de las papilas
se hallan las asas capilares que garantizan el suministro alimenticio de la
epidermis avascular; igualmente se encuentran los extremos nerviosos
independientes, vasos linfáticos y receptores sensoriales.
Estrato reticular
Está integrado por fuertes fascículos de fibras colágenas entre lazados, en
cuyos intersticios se hallan incrustadas redes fibrilares elásticas. Esta
organización es la que le confiere flexibilidad a la piel, para que pueda
adecuarse a los diversos movimientos y variaciones de volumen del cuerpo.
Asimismo, está capacitado para succionar agua y expelerla nuevamente, lo cual
efectúa mediante un proceso dinámico.
tipo I.
La Hipodermis
Constituye el estrato más subyacente de la capa corporal externa. Está
conformada por tejido conjuntivo laxo y no representa una demarcación
evidente con el cutis. En lo más profundo se enlaza a las fascias musculares o al
periostio. Excepto pocos lugares del organismo, en toda la hipodermis se puede
acumular tejido adiposo, el cual efectúa labores aislantes, modeladoras y de
almacenamiento.
Los corpúsculos de Krause poseen gran significación para la captación del frío, y
los corpúsculos de Ruffini que se localizan en la hipodermis hacen de
perceptores de calor. Las células nerviosas autónomas que se localizan próximas
a la superficie de la piel, comunican las sensaciones de dolencia. Los corpúsculos
de Vater-Pacini dispuestos en el subcutis reaccionan ante las desfiguraciones y
oscilaciones mecánicas.
APA