Está en la página 1de 16

05/222/026 16 Cop.

(Fonología y Morfología)
Acercamiento al estudio sintáctico y prosódico de la construcción
tal/tan(to)… que
Claudia BORZI1, María Amalia GARCÍA JURADO2 y Alejandro RENATO3

1. Introducción
El presente trabajo se ocupa de la descripción de construcciones que presentan las
formas tal y tan(to)4 y sus variantes morfológicas como intensificadores de un
sustantivo, adjetivo, adverbio o construcciones equivalentes, acompañadas por una
cláusula encabezada por la forma que: 5

(1) Esto incluso llegó a ser tal escándalo --- que--- hasta las autoridades eclesiásticas
intervinieron para dilucidar el problema.
(2) ... y empiezan a rezar ellos a su vez, como nosotros, a Alá con una fuerza... se descalzan y
con una fe y con una exteriorización de su fe tan estupenda que yo dije: "¡Qué maravilla es
esta conjunción de credos!"

Como detallamos seguidamente, los autores, aunque ofrecen interesantes pistas y


productivos razonamientos para el análisis de estas construcciones, no coinciden ni en
sus consideraciones semánticas, ni en sus consideraciones sintácticas y muy pocos
tienen en cuenta factores prosódicos en el momento de la descripción. En esta
oportunidad, enmarcados en un Enfoque cognitivo prototípico, revisamos las propuestas
de los gramáticos, proponemos una descripción sintáctica e iniciamos la búsqueda de
correlatos prosódicos con la intención de ir aportando elementos probatorios a los
presupuestos de iconicidad entre la lengua y lo designado y de motivación de la sintaxis
y la prosodia sostenidos por el enfoque adoptado.

2. Estado de la cuestión

Desde el punto de vista semántico, la Gramática de la Real Academia Española de 1931,


Gili Gaya, Beinhauer, R.Seco, Vigara Tauste (1992:179),6 López Palma (1994),7
Álvarez (1995:12) y Pérez Saldanya (1999:§50.2.2.4) priorizan el significado

1
Consejo Nacional de Investigaciones Científicas y Técnicas (CONICET) y Universidad de Buenos Aires (UBA) –
Argentina. cborzi@filo.uba.ar.
2
Consejo Nacional de Investigaciones Científicas y Técnicas (CONICET) y Universidad de Buenos Aires (UBA) –
Argentina. majurado@filo.uba.ar
3
Universidad de Buenos Aires (UBA) – Argentina.
4
Los otros antecedentes un, así, cada (cosa), de, una de, no se considerarán aquí.
5
No contemplamos casos con tanto que, ni de casos muy gramaticalizados como tan es así que.
6
La incluye entre los procedimientos de realce de una parte del enunciado.
7
Matte Bon (1992) no se ocupa de los casos con (tal/...) que ni al desarrollar la comparación, ni al tratar la
consecutividad, ni en el apartado de exclamaciones e intensidad.

1/16
consecutivo e identifican atributos semánticos secundarios de realce, medida, de
intensidad o ponderación y las clasifican entre las adverbiales consecutivas. Para Gili
Gaya en estos casos la consecuencia se deduce de la intensidad con que se manifiesta
una cualidad, circunstancia o acción (1955:§245). A diferencia de éste, el Esbozo de la
Academia evita aludir a valores de intensidad, haciendo depender la consecuencia de la
acción, circunstancia o cualidad de la oración principal (1973:§3.22.4). Fernández
Ramírez, alude a estas cláusulas en nota como subordinadas consecutivas (1987: nota
293). La Gramática de la Academia (1931) y Beinhauer (1978:331) encuentran valores
comparativos que matizan la consecuencia. Franch y Blecua (1975:§8.1.3.5) acercan
estructural y semánticamente estas construcciones a las comparativas por presentar
intensivo y una consecuencia del encarecimiento del intensivo. Moliner (1981)8
menciona estos casos con intensivo y cláusula con que no solamente entre las
expresiones consecutivas, sino también entre las construcciones comparativas sin poner
en contacto ambos valores semánticos que, sin embargo, conviven en los ejemplos que
cita.9
López García (1994:§9.3) es, a nuestro juicio, quien más detenidamente estudia los
aspectos semánticos. Considera central la comparación, diferenciando las de
tal/tan(to)…que de las de desigualdad por la ponderación expresada en el grado del
comparante o fondo (la cláusula con que) que es absoluto: En tengo tanto sueño que me
iría a la cama, “me iría a la cama” da el grado más alto en relación a otros actos del día
que fijará la escala del sueño. Así la consecutividad se derivaría secundariamente de la
remáticidad de la cláusula con que.10 Al describir desde el comparado o figura (la
construcción con el intensivo) encuentra que comparante y comparado son similares, a
diferencia de lo que ocurre entre comparante y comparado en las de desigualdad como
Juan es más alto que Luis. 11

8
Moliner en el ítem tanto no ofrece ejemplos de correlación tanto…que. Al ocuparse de tan da el ejemplo que sigue en el que
advierte que “el segundo término de la comparación” queda inexpreso: No será tan insensato que rechace esa oferta. En el
desarrollo gramatical cita, por ejemplo: Hacía tal calor que no pudimos dormir.
9
En la entrada de Tan, por ejemplo, Moliner nos ofrece el ejemplo que sigue y lo describe como un uso comparativo sin aludir a
elementos consecutivos: Es tan superior a mis fuerzas que no se me ocurre intentarlo.
10
La información remática las diferenciaría de las comparativas de igualdad y desigualdad cuyo2º término sería dado. Según Borzi,
2006c, la información redundante (dada) de la cláusula con que en casos con el/la… que permite diferenciar las de realce de las
relativas adjetivas especificativas. Así en Es el único recuerdo <que tengo> de mi padre la redundancia de la cláusula con que
permite diferenciar esta cláusula de realce de una relativa sin realce que, por ejemplo, no podría ocupar esa posición sintáctica (*Es
el recuerdo que me guardó mi madre de mi padre).
11
Fernández Lagunilla y Rebollo (1995:349) advierten sobre diferencias estructurales entre nuestros casos (que admiten subjuntivo
y no admiten elipsis del verbo) y los comparativos (que se comportan de manera inversa). Pérez Saldanya (1999:§50.2.2.4) precisan
que con subjuntivo adquieren valor final (Habló de tal forma que todos pudieran entender lo que pasaba) y que cuando hay
operador modal éste tiene influencia sobre el modo de la principal y también de la subordinada (Ojalá haya ido todo tan bien que lo
contraten), fenómenos que no se dan en las comparativas.

2
2/16
Álvarez, prioriza el significado de intensidad y crea un subgrupo (diferente del de las
consecutivas comparativas y de modo) (1999:3741). Describe un movimiento de
izquierda a derecha de “referencia catafórica” de los intensivos hacia la oración
subordinada” que es “referencia superlativa”12 (1999:3742).
La relación sintáctica que prevalentemente asignan los restantes autores queda
caracterizada dentro de los límites de la subordinación adverbial.13 El Esbozo las
adscribe a la subordinación dentro de las oraciones consecutivas de segundo tipo,
sosteniendo que la cláusula con que “se refiere” (1973:553) al antecedente (tal o
tan(to)) que generalmente está expreso dando así a entender que la cláusula queda
subordinada a este. La aclaración “generalmente” permitiría incluir en el grupo casos
como Huele [tan bien] que alimenta en los que falta el antecedente. Sin embargo el
Esbozo no ejemplifica estos últimos usos, ni resuelve sintácticamente la ausencia de un
antecedente que ha quedado descripto, en realidad, como el núcleo de una construcción
endocéntrica que por definición no puede faltar (esto ya se vio en la Gramática de 1931
(§432a)y se verá en Vigara Tauste (1992:179).14
López García, ofrece otra solución. Considera la cláusula con que en relación de
bipolaridad con la oración, donde “bipolaridad” es un esquema perceptivo con
figura/núcleo y fondo/periferia. La figura sería la oración (la primera parte de la
comparación, el antecedente), y el fondo sería, por un lado, secundario, es decir,
dependiente de la figura y por otro fundamental y necesario para la captación del
conjunto. Esta explicación basada en la relación discursiva de fondo y figura permite al
autor explicar los casos con ausencia de cláusula con que porque, a su juicio, “los
incisos dialógicos [la cláusula con que] son fundamentales en la conversación y
prescindibles en la estructura oracional” 15 (1994:215).
Álvarez las trata como construcciones consecutivas nominales16 (1995:§1.1.2.2) en
relación de interdependencia o solidaridad (1995:§1.1.2.3.1 y §1.1.4.1).17 Otra relación

12
El contenido de es tan alto que llega al techo equivaldría a “es altísimo” o “muy alto”. Otra paráfrasis sería Llega al techo de lo
alto que es construcción causal-intensiva.
13
Brucart (1999: §7.4) trata la relación entre relativas y consecutivas, pero no se ocupa de casos con tal, tan(to)que, sino de casos
con artículo indeterminado (llegó con unos humos que mejor ni hablar) y sin antecedente (Llovía que era una maravilla) que analiza
como relativas predicativas (1999:§7.1.6) aunque reconoce la cercanía entre estas y aquellas.
14
Si bien Bello también describe estos casos como con elipsis del demostrativo (1980:§1063), ha considerado anunciativo al que y
no ha descripto detenidamente la relación sintáctica, diciendo solamente que tan/tan(to) “se contraponen” a que (1980:§1062). Se
deduce, de todos modos, que la cláusula está subordinada, a un núcleo.
15
El autor habla de una interordinación primaria a la que suele acompañar una perspectiva secundaria de tipo coordinado
(1994:228).
16
Es tan alto que llega al techo y Habla con tal vehemencia que convence (1995:15)
17
En el marco de la asignación de interdependencia, y ante usos tanto sin antecedente (Canta, que ni te cuento) como sin cláusula de
que, el autor adhiere a la solución con elipsis, pone en duda la aceptabilidad de Cuenta cada chiste (1995:16) y no incluye ¡Cuenta
cada chiste...! entre las consecutivas (1995:17) sino entre las construcciones intensivas. Luego explicará estos últimos casos por
presencia de un “tonema de suspensión” (1999: 3744).

3
3/16
que asigna es la de subordinación, en el parágrafo de consecutivas de interdependencia
(1999: §58.1.4) curiosamente sostiene que si la intensidad se expresa como no real o
posible la oración de que se comporta como un sintagma subordinado, cuya supresión,
además de posible no altera el significado del antecedente, sus ejemplos son: (33a, c y
e) No es tan alto <que llegue al techo>; probablemente esté tan ocupado <que no nos
pueda recibir>; ¿es tan insensato <que lo consiente>? (1999:§58.1.4.). La llama
“subordinada sustantiva” (1999:3756) en otra oportunidad: en §58.1.7. y especialmente
§58.1.8. (donde trata el antecedente consecutivo) y sostiene que el intensivo no puede
faltar porque se producen oraciones “inviables”: les hablaba con (tal) autoridad que
enmudecían; parecían *(tan) buenos amigos que nadie entendió la separación.
Curiosamente en estos ejemplos que se vuelven inaceptables ante la falta del intensivo,
no ve interdependencia, sino subordinación. Cuando se refiere a las categorías y
funciones intensificadas: circunstanciales, atributos adjetivos o preposicionales,
predicativo, o término terciario, señala el antecedente con cursivas, y el antecedente de
la cláusula es ahora el sustantivo, adjetivo o adverbio más el intensivo: (80a) La fama de
sus gracias había llegado tan lejos, que a veces pedían permiso (así todos los ejemplos
de (80) y de (81). Finalmente, en §58.1.10 (aunque el título es “la subordinada
consecutiva”) caracteriza de manera esquemática cada uso, y aquí, los ejemplos
pertinentes para el presente trabajo quedan descriptos como consecutivas
interdependientes no suprimibles ((105) es tan alto que llega al techo) cuyo antecedente
es el intensivo solamente.
Consideremos ahora el tratamiento de las formas tal y tanto como antecedentes y de
que.
Los autores coinciden en que el antecedente de la claúsula con que es el intensivo solo
al que modifica la cláusula con que como su núcleo (a la manera de Gili Gaya y
Kovacci, por ejemplo).
Álvarez identifica de manera diferente los límites del antecedente intensivo. En una
oportunidad (1999:§58.1.2) trata la combinación tal/tan(to)… que como una frase
solidaria en la que no puede faltar ninguna de las dos partes. En ese mismo parágrafo
sostiene que si falta el intensivo estamos en presencia de una oración de relativo Es un
libro (tan) estupendo que se deja leer solo. Cierra el parágrafo diciendo que la frase
modifica como “un conjunto” a núcleos sustantivos, adjetivos o adverbiales. Si bien en
este caso probaría con la eliminación del intensivo la interdependencia de las
consecutivas (frente a la subordinación de las relativas), téngase presente que se está

4
4/16
haciendo referencia a la interdependencia del intensivo con la cláusula con que, a
diferencia de lo que parecen mostrar los ejemplos (11)d y (11)e donde la elipsis del
intensivo abarca no solamente a tal/tan(to) sino también al sustantivo, adjetivo o
adverbio y (80) y (81) tratados poco más adelante, donde la interdependencia se daría
entre el intensivo más el sustantivo, adjetivo o adverbio y la cláusula con que.
El que es analizado por la mayoría de los autores como una conjunción subordinante de
la cláusula al antecedente (sea el intensivo solamente o el intensivo y el núcleo al que
modifica) (así Bello (1980:§1062); el Esbozo (1973:§3.22.4); Beinhauer (1978:331);
Kovacci (1990:§20.1.1)). La Gramática de la Academia de 1931:§432), sin embargo, lo
analiza como un relativo, aunque sin argumentar respecto de la función que cumple en
la cláusula; para Álvarez el que retoma la construcción de intensivo y núcleo del
sintagma nominal, “la necesaria “causa” reproducida por que” (1995:21). En otra
oportunidad (1999:§58.1.10) sostiene que se trata de un que anunciativo que poco más
adelante llamará “consecutivo” dejando abierto a interpretación si se trata o no de una
clase de palabra diferente. Es interesante, citar a Franch y Blecua (1975: §8.1.3) porque
agregan a las propuestas ya reseñadas un valor pragmático al que y lo clasifican como
una marca de intensidad, como un que valorativo que funciona en estas estructuras
como lo hace en las construcciones comparativas.18
3. Discusión
Resumiendo el estado de la cuestión, vemos que la mayoría de los autores analizan estas
cláusulas entre las consecutivas, mientras que otros priorizan el significado
comparativo. Prácticamente todos (excepto la GRAE de 1931) destacan el valor
intensivo,
En principio, como ya han demostrado otros autores, podemos decir que en todos los
casos consecutivos hay comparación entre dos escalas graduadas de hechos. En los
ejemplos siguientes donde está presente el significado consecutivo, comparamos
respectivamente: una cierta cantidad de contactos con una cierta posibilidad de dudar
(caso (3)) y un grado X de felicidad con un grado X de cuidado en el comportamiento
del día (caso (4)).
(3) [...] los contactos [de C.Menem] con su ex cuñado Emir Yoma son tan abundantes
que dejan pocas dudas de la relación cuasi familiar de Vázquez con ambos riojanos.
[P12:9/1]

18
Los autores advierten que si se dice que el que es un relativo, “alude a un antecedente no siempre fácil de reconocer” (1975:1050).
Donde Franch y Blecua sí consideran que es fácil reconocer el valor relativo del que son casos sin intensivo cuyo antecedente es la
base semántica de la estructura, aluden casos con “cada” y “un” (le obsequió con un pellizco en el brazo que le hizo hacer unos
gestos…). En otros casos sin intensivo clasifican el que como conjunción subordinante, así en le puso la cara que era una lástima
(1975:§8.1.3.5.d). No queda totalmente clara la clasificación de que en combinación con tal/tan(to).

5
5/16
(4) Siempre recuerdo un día domingo en que me desperté feliz. No sabía por qué, pero
era feliz. Entonces, andaba con cuidado porque tenía miedo de que cualquier cosa
quebrara esa felicidad. [LN 19/1]

Por otro lado corresponde ver si el valor consecutivo es o no central. Hay cláusulas (con
o sin marcadores) que permiten inferir relación consecutiva, pero que las gramáticas no
clasifican como casos consecutivos: (5) Estaba cansado y se fue a dormir. Asimismo, la
misma estrategia con tal/tan(to)...que, aparece con valor intensivo en la oración simple
sin valor consecutivo ni comparativo explícito, como en: (6) TAn chiquIta que era la
cama de Napoleón.
A su vez, hay casos que manifiestan intensidad y tienen que, pero, pueden mostrar, por
ejemplo, valor adversativo entre las cláusulas, como en: (7) Y viceversa: hay películas
llenas de buenísimas intenciones que [sin embargo] son para quemarlas... [P12 3/4].
Así también, hay casos de tal/tan(to)...que entre cláusulas con ningún significado
consecutivo que mantienen valor de intensidad, como (8) Estaba tan cansada que ni te
cuento. Se demuestra así que, si bien existen elementos consecutivos en las
construcciones, hay argumentos suficientes para al menos poner en duda la pertenencia
de estas cláusulas a la zona central consecutiva, así como a la comparativa y para
destacar que el significado que siempre está presente es el de realce, medida, intensidad,
o ponderación.
Desde el punto de vista sintáctico además de casos semejantes a (1) y (2), donde están
expresos el intensivo y la cláusula con que, se encuentran casos donde la cláusula con
que no está presente y sí está presente el intensivo, y casos en los que no está presente el
intensivo, pero sí la cláusula. Los autores han detectado estos usos y han elegido, como
se detalló, explicaciones que se basan en la prosodia, en el fenómeno de la elipsis o
directamente han optado por la clasificación de esos casos en otro grupo, obviando la
cercanía semántica. La importancia de tener en cuenta los usos donde uno de los
miembros está ausente es que resulta en un sentido importante para la asignación de la
relación sintáctica y de la caracterización de la cláusula. Al respecto podemos concluir
que los autores proponen las siguientes soluciones sintácticas para los casos (1) y (2):
a. La subordinación de la cláusula al antecedente intensivo.
b. La subordinación de la cláusula a toda la construcción antecedente: intensivo
más sustantivo, adjetivo o adverbio (cf. Álvarez, 1999:§58.1.7/8).

6
6/16
c. La interdependencia entre la cláusula y el intensivo que como un todo,
discontinuo cabe entender, modifica al núcleo sustantivo, adjetivo o adverbio
(cf. Álvarez , 1999:§58.1.2).
d. La bipolaridad entre la cláusula y toda la oración previa (una idea que en el
fondo comparten López García y Álvarez). Interpretando la bipolaridad como
una relación de figura/fondo, donde la cláusula de que sería el fondo y donde
habría interdependencia primaria y coordinación secundaria.

Las soluciones a. y b. no permiten explicar los casos en los que falta el intensivo y que
sin embargo son fuertemente semejantes en el significado a los que sí tienen expreso el
intensivo. Por otro lado, si bien la elipsis sería una explicación posible, no lo es en este
caso porque lo elidido (el intensivo) es el núcleo de la construcción.
En cuanto a la solución d, en lo referente a la bipolaridad establecida con toda la oración
previa, parece no ser viable en todos los casos. En (9) Juan visitó la casa de su primo
que tiene, en el último piso, ventanas con tantos vidrios que se ve hacia los cuatro
puntos cardinales cuesta ver la bipolaridad entre la cláusula con que y toda la oración.
Tomadas globalmente, las soluciones c. y d. vuelven a tener problemas para explicar los
casos sin intensivo, en tanto la interdependencia no admitiría la ausencia de ninguno de
los dos terminales de la relación.19 Y la única explicación que se propone, basada en la
prosodia (como hace Álvarez), alude a la ausencia de la cláusula con que (no a la del
intensivo, ausencia que queda sin justificar, más allá de la alusión a la necesidad de
reponerlo para la asignación de la relación sintáctica). El uso de un contorno particular
para explicar la ausencia de la cláusula resulta difícil de aceptar en tanto los autores
responden a modelos que no integran la prosodia como posible terminal de una relación
sintáctica. El marco discursivo de López García, en el que se justifica la relación
figura/fondo vuelve a dejarnos sin una explicación sintáctica satisfactoria.
Finalmente y coherentemente con los principios de los enfoques en los que se enmarcan
los autores tratados, advertimos que en la solución que plantea subordinación hay un
momento de relación de la cláusula con el intensivo y otro momento de relación de esa
construcción endocéntrica, desde su núcleo intensivo con el sustantivo, el adjetivo o el
adverbio A su vez, en las soluciones de interdependencia y bipolaridad hay un momento
de interdependencia entre intensivo y cláusula que luego en conjunto como un todo

19
El mismo Álvarez aclara que el análisis de los casos sin intensivo para asignar interdependencia “exige la reposición como
requisito previo del elemento intensivo” (Álvarez 1999: 58.2.1), reposición de un elemento que el mensaje no tiene.

7
7/16
modifica al sustantivo, adjetivo o adverbio. Es decir, todas las soluciones son en el
fondo binarias.
4. Hipótesis de análisis sintáctico
El presente trabajo se enmarca en el Enfoque Cognitivo Prototípico que sostiene la
motivación del signo. En el enfoque cognitivo, especialmente en la Gramática cognitiva
(Langacker, 1987) se entiende que la función semiológica es básica en la estructuración
del lenguaje. La lengua comprende así estructuras semánticas, estructuras fonológicas y
conexiones simbólicas que son el lugar de la gramática. La gramática viabiliza el signo
permitiendo la simbolización de conceptualizaciones a través de secuencias fonológicas,
donde ‘viabilizar’ significa que la gramática vuelve símbolo (signo) el contenido
conceptual.
Estas estructuras simbólicas que enlazan significados con secuencias fonológicas son
producto de la experiencia interaccional de los hablantes con el mundo de los objetos,
en el seno de una comunidad dada, en la que el hablante opera con el lenguaje tratando
de alcanzar objetivos comunicativos. Es en este sentido que se dice que los hablantes
usan la lengua y la construyen en el cotidiano esfuerzo por lograr objetivos en cuya
concreción la lengua juega el papel del instrumento. Como consecuencia de esta
concepción, el enfoque sostiene que el signo en su constitución está motivado por el
objetivo comunicativo, y a su vez que el logro feliz de ese objetivo influye en la
constitución del signo porque sedimenta su gramaticalización o convencionalización. Se
sigue de lo previamente dicho, la expectativa de que la sintaxis, así como la prosodia
sean correlativas y estén motivadas por el objetivo comunicativo.
Dentro de este marco teórico, Se sostiene que el hablante usa las construcciones del tipo
de tal/tanto(to)que para describir la percepción de (un aspecto de) un participante
comprometido en solamente un evento. Es así que el objetivo comunicativo que se
intenta concretar comprometa el realce de dicho aspecto/participante de la emisión,
donde ‘realzar’ quiere decir literalmente: ‘levantar algo -desde el discurso como se hace
desde una mesa- para mostrarlo’ sosteniéndolo con una ‘mano a la izquierda’ (una
partícula como tal/tan(to)) y ‘otra mano a la derecha’ (un que). Se afirma además que
dicha iconicidad repercute en el orden del análisis. La ‘mano izquierda’ y la ‘mano
derecha’ son entidades distintas que por separado ‘agarran’ el elemento a realzar para
levantarlo y mostrarlo, se diferencia así esta explicación de la propuesta sintáctica de
interdependencia y de polaridad, en tanto se identifican simultáneamente tres elementos
diferentes: el intensificador tal/tan(to), el objeto a realzar y la cláusula con que,

8
8/16
resultando ser una construcción simultáneamente tripartita que en lo sintáctico opera de
la misma manera que en la morfología el procedimiento de formación de palabras
parasintético.20
Si bien aquí no desarrollamos los casos donde no está enunciado el intensivo o donde no
está enunciada la cláusula con que, pero se mantiene el significado intensivo, casos que
merecen detenido estudio, la hipótesis planteada los contempla en tanto intensivo y
cláusula ‘agarran’ y ‘levantan’ el núcleo a realzar por separado y son, en algún sentido,
‘manos diferentes’21 y según el peso de lo realzado, y quizás el grado del realce, puede
bastar con una sola mano. El fenómeno, por otro lado, se da también en la morfología
en la que muchas veces hay dos formas vigentes, una parasintética y otra que no lo es.
Resultados parciales de un trabajo anterior donde se comparó la estructura con otros
conectores consecutivos sobre un cuerpo de datos escrito 22 aportan evidencia a favor de
la hipótesis. Para sostener la existencia de un solo evento se buscó si los verbos de la
cláusula sin conector eran o no descriptivos pensando que esto probaría que se busca
describir una sola percepción23. El 68.28% de los casos registraron este tipo de verbos.
Se midió además si la cadena tópica hacia la derecha del discurso retomaba la cláusula
sin conector o la cláusula con conector,24 en el 73.16% de los casos se retoma la
cláusula sin conector o se cierra el discurso de manera tal que el contenido de la
cláusula con que vuelve sobre el elemento a realzar (no se va hacia la derecha del
discurso). Los casos con frases estereotipadas (estaba tan cansada que ni te cuento) o
interjecciones (¡Estaba cansada que… buff¡) en la cláusula con que apoyan también la
hipótesis planteada. Por último, en tanto de la hipótesis se sigue que las cosas que se
pueden levantar (cosas, sustantivos, adjetivos…) tienen que ser livianas o fáciles de levantar.
En consecuencia, se midió la extensión del constituyente realzado en cantidad de palabras. Se
construyó una escala de 0 a 10 o más de 10 palabras. Los resultados apoyan la hipótesis, el

20
En Borzi (2005), por medio de pruebas de completamiento hechas a hablantes de Buenos Aires, se compararon contextos de uso
con y sin realce con la hipótesis de que el uso parasintético realza más el significado de la raíz que el no-parasintético. Se analizaron
comparativamente usos que coexisten en Buenos Aires: empalidecer versus palidecer y anaranjado versus naranja.
21
Ténganse en cuenta, por ejemplo los casos en que la mano izquierda es una forma ‘si’ y la derecha el verbo ‘ser’ como en Si algo
me preocupa es su salud (cf. Borzi, 2003a); o cuando la mano izquierda es el verbo ‘ser’ y la derecha es un que como en Soy yo (la)
que te lo digo (cf. Borzi, 2006b); o cuando la mano izquierda es un artículo determinante como en ¡Lo fuertes que eran! (cf. Borzi,
2006a); o una preposición como en ¿No viste con la cara que te miró? (cf. Borzi, 2005).
22
Se analizaron 186 casos provenientes de diarios en circulación en Buenos Aires en los años 2001-2002.
23
Se buscaron verbos tales como: ser; estar (+adjetivo); parecer; quedarse; seguir (+adjetivo); encontrar (con el valor de ver); salir
(+adjetivo/adverbio); aparecer (+adjetivo); andar (+adjetivo /adverbio).
24
“A comienzos del año último, no se las pintaban [las pestañas] para nada. A tal punto que las modelos se enojaban un poco.
Mucha sombra en los párpados y nada en las pestañas”LNR64/1]

9
9/16
55.92% del total de casos presenta 1 palabra y el 8.07% 2 palabras lo que totaliza un
63.99%.25 El elemento realzado es así ‘liviano’ y fácil de levantar.
5. El contorno melódico
Algunos autores se preocuparon por las correlaciones que establecen los hablantes entre
la estructura sintáctica de casos semejantes a (1) y (2) y los contornos melódicos o
patrones entonativos. Entre los gramáticos advertimos poco interés por tener en cuenta
esta correlación,26 sin embargo, Álvarez Menéndez27 describe el esquema tonal de estos
ejemplos diciendo que la entonación sufre una inflexión ascendente –de anticadencia o
semianticadencia- antes de que, de manera que la oración transpuesta suele constituir
“una unidad fónica independiente” (1995:29). El autor no describe el contorno del
intensificador y del núcleo intensificado, y tampoco correlaciona su descripción con la
sintaxis, estudio que iniciamos con el presente trabajo.

Por su parte, Navarro Tomás, preocupado por la prosodia de las enumeraciones


describe el contorno de un ejemplo con tan/tan(to) que semejante a los que estamos
tratando, aunque en un contexto de enumeración -Encuentran tanta belleza en las
figuras,|expresión tan mística en todas ellas|y propiedad tanta en sus trajes||que no
conocen obra más perfecta (1948: 90)- e identifica una anticadencia ascendente antes
del que.

5.1. Metodología del análisis fonético


Con el objetivo de comenzar a delinear los patrones entonativos que usamos con mayor
frecuencia, seguimos el camino sugerido por Sosa (1999) para el español, al afirmar que
todas las configuraciones entonativas de nuestra lengua podrían darse por medio de un
número limitado de contornos melódicos y de reglas de asignación de acentos tonales, y
que en todos los casos el análisis es métrico y autosegmental28.
Las mediciones se realizaron sobre un corpus de lectura de 480 oraciones29 que fueron
construidas teniendo en cuenta, en principio, estudios previos de frecuencia de uso de

25
El resto de los casos se distribuyen como sigue: 0 palabras: 29 casos (15.59%); 3 palabras: 11 casos (5.90%); 4 palabras: 9 casos
(4.84 %); 5 palabras: 10 casos (5.38%); de 6 a 10 palabras: 8 casos (4.30%). Téngase presente que en esa oportunidad se incluyeron
casos como caminó tanto que se cansó.
26
Decimos esto porque López García (1994: §9.3); Gili Gaya (1961: §245); el Esbozo (1973: §3.22.4); Fernández Lagunilla y
Rebollo (1995§9.3.3.10) y Alcina Franch y Blecua (1975: §8.1.3.5) no aluden al contorno melódico al ocuparse de estas
construcciones.
27
Fernández Ramírez alude al contorno de ‘oraciones especificativas de relativo consecutivas’ muy cercanas a las que tratamos
aquí, pero con artículo determinado o indeterminado (1987:231 -§167/169). En ese mismo parágrafo, el autor que
metodológicamente ha decidido tomar un criterio fonético-ortográfico (1987:Nota 508), señala que, como la cláusula y el nombre se
encuentran ligados conceptualmente de manera muy estrecha, a pesar de la pausa, cuando existe, en la escritura no suelen estar
separadas del antecedente por signos de puntuación.
28
En la Fonología, los elementos de cada plano de análisis fónico se llaman “autosegmentos” y el tipo de representación que se
explica en estos términos, es en consecuencia “autosegmental” (Cfr.García Jurado, 1988:117)
29
Estos resultados fueron presentados en el X Congreso Nacional de la Sociedad Argentina de Lingüística de Salta cuyas actas se
publicaron en 2006.

10
10/16
unidades lingüísticas del español (Guirao/García Jurado, 1993). También, se
controlaron las palabras realzadas,30 el número de sílabas por palabra31 y el número de
palabras entre “tal/tan(to)” y “que”32. Las oraciones grabadas por 4 hablantes (2
mujeres y 2 varones) de habla culta y buena capacidad de lectura, se segmentaron en
fonos para medir tanto la duración de cada uno como la de las sílabas. Luego se
obtuvieron curvas de F0 (frecuencia fundamental) y de energía medida en RMS (root
mean square), medición más sensible a las variaciones de amplitud entre sílabas. El
análisis tonal se realizó sobre tres aspectos acústicos: frase entonativa, tonos de juntura
y tonos componentes. Finalmente se hizo una transcripción tonal alineada
temporalmente, y se procesaron las mediciones con un procedimiento estadístico que
permitió la modelización fonética de estos contornos.
5.2. Análisis de los Resultados
El aspecto más destacado de los resultados es que tomando en consideración pausas y
cambios tonales pronunciados como pistas acústicas, se ha encontrado una marcada
tendencia a que la frase realzada tienda a formar una frase entonativa escindida del resto
de la oración. Por ejemplo:
(10) [ Es tan ocurrente ] [ que siempre hace una broma acorde a la circunstancia ]
(11) Los hechos reflejaron [ tal grado de intuición personal ] que el resultado sorprendió a
todos.
(12) [ Hablamos de un sentimiento tan profundo ] que pocas veces puede ser interpretado por
la gente común.

Las configuraciones entonativas observadas pueden incluir en su contorno a “que” en la


frase entonativa de tal/tan(to) y también frases más abarcativas, como en (4). Los tonos
de juntura, corroboran, por otra parte, la demarcación en frases entonativas, ya que éstos
se ubican en un registro alto o medio del hablante (H% y M%), marcando cambios
tonales pronunciados. Algunos de los resultados obtenidos se perfilan en la Figura 1, en
la que quedan representados tres tipos de registros acústicos (de arriba abajo: curvas de
energía y F0 y espectrograma) y dos transcripciones (una ortográfica y la otra tonal) de
la oración (13) Era una maniobra tan peligrosa que puso la mano y se protegió la cara.

30
Por ejemplo, la palabra “tan” está entre las primeras 150 palabras más usadas dentro del corpus de 4000 palabras diferentes del
español de Buenos Aires, “tanto” entre las 170, “tal” entre las 370 y “tantas” entre las 1095 primeras palabras. “Tales” no apareció.
Además de la frecuencia, como “tanto”, a diferencia de “tan” y “tal” tiene más de una sílaba, solamente se incluyeron 8 casos con
“tanto/a(s) + sustantivo” y ningún caso con “tales”.
31
Dado que las palabras monosilábicas contrastan en la alta frecuencia de uso y en la baja densidad de palabras diferentes, las
oraciones se construyeron combinando “tan” y “tal” preferentemente con palabras bisílabas y trisílabas. Recordemos que las
bisílabas son coincidentes en frecuencia y cantidad de palabras diferentes que generan, y las trisílabas presentan menos frecuencia
de uso que las anteriores, pero con mayor densidad léxica.
32
En esa posición el número oscila entre 1 y 7 palabras.

11
11/16
Figura 1: Contorno melódico de una oración representativa del corpus

Sobre la primera ventana -la curva de energía medida, como ya dijimos, en RMS-
quedan bien delimitados los recuadros correspondientes a los picos de “TAN” y
“peliGROsa”. En la segunda, los picos de F0, se corresponden con los acentos H* (alto)
y L+H* (bajo+alto), señalados en la última ventana, la de transcripción tonal. Las barras
verticales delimitan la frase entonativa, mostrando los cambios tonales producidos en
los límites. Recordemos que los tonos de juntura son determinados de acuerdo al valor
en Hertz de la frecuencia fundamental en el punto de inicio y finalización de las frases
entonativas. Si este valor es superior a la media del registro o rango tonal del hablante,
entonces se considera que el tono es alto (H%), o su variante media (M%), más
característico de algunos dialectos como el rioplatense, en oposición al tono de juntura
bajo L% (por defecto), característico de las oraciones declarativas.33 En cuanto al
espectrograma, se utiliza en este caso uno de banda angosta para correlacionar los
cambios del F0 con sus respectivos armónicos.34
Observamos que dentro de la gramática tonal propia de estas frases, tan adquiere un

33
El tono de juntura alto al inicio y/o final es característico también en oraciones dislocadas a la izquierda, interrogativas,
exclamativas, etc.
34
Cfr. García Jurado y Arenas (2005), para un análisis acústico-fonético del plano segmental y el suprasegmental.

12
12/16
papel determinante, porque produce una estructura tonal escindida que depende en su
“contextura” de dos tonos que deben especificarse: el correspondiente a esta palabra
monosilábica y al último acento de la estructura, en el ejemplo la palabra “peligrosa”.
Pero los resultados indican que sin importar el número de palabras que se inserte dentro
de la frase tal/tan(to)...que, los tonos relevantes ocurrirán en estas posiciones, aunque la
segunda palabra no sea el foco en términos fonosintácticos. Por ejemplo, en las
siguientes oraciones:
(14) Los hechos reflejaron TAL grado de intuición persoNAL que el resultado sorprendió a todos.
(15) La casa está TAN oscura en ese rinCÓN que es necesario encender un par de velas.
(16) Es TAN insistente en sus reCLAmos que no es fácil decirle que no.

Por otra parte y dentro del interjuego que se da entre las distintas variables analizadas, la
presencia de “tal/tan(to)” hace elevar el tono de juntura izquierdo H%. La tendencia
señala que esto es más marcado en los casos donde la oración empieza con “Es tan ...”.
En las otras, donde se hay material léxico (como en (6) y (7)) previo al intensivo, el
tono de juntura izquierdo tiende a ser bajo, L%, que es el tono por defecto. El criterio
utilizado es que el tono de juntura izquierdo se mide de acuerdo al rango tonal del
hablante, como ya se dijo, y es porque no hay ningún tono que lo preceda. Los
resultados muestran esta diferencia:
Tabla 1. Promedios en Hertz del tono de juntura inicial.
Oraciones Hablante 1 Hablante 2 Hablante 3 Hablante 4

Que empiezan con Es tal/tan(to) 212,27 160,28 235,33 119


Oraciones con inserciones léxicas 185,11 131,72 195,23 107

Con respecto al tono de juntura del margen derecho que precede a “que”, los hablantes
2, 3 y 4 realizaron tonos altos H% o de suspensión M%, manifestándose una diferencia
tonal apreciable entre el tono de juntura y el tono de la palabra “que” inacentuada. La
excepción la encontramos en el hablante 1 femenino, que realizó tonos bajos L%, con
elevación de la frecuencia fundamental en el “que”, logrando también una diferencia
tonal significativa, pero a la inversa de los otros tres hablantes.

En la Figura 1 los tonos relevantes estan separados por un puente de dos sílabas pero se
dan algunos ejemplos en los que la presencia de estos tonos altos específicos son
contiguos y constituyen un encuentro de sílabas acentuadas (clash tonal)35. Por ejemplo:
(17) Los HEchos refleJAron TAL GRAdo de intuiCIÓN persoNAL que el resultado sorprendió a
todos.
(18) PareCÍa TAN TONto que perdía las cosas y se le venía el mundo abajo.
(19) Llegó a ser TAN POco corTÉS que jamás se acordaba de saludar a sus vecinos.
(20) TIEne Una Mímica TAN BUEna que a veces no necesita hablar.

35
El acento nuclear H* es el tono más característico e inequívoco, ya que el pico tonal se encuentra dentro de la sílaba acentuada.

13
13/16
(21). Es TAN BUEN jugaDOR que con un gol inesperado salvó el partido.
(22) Es TAN CAUto en la preparación de sus muestras que nunca termina de hacer el control de
calidad.

En la Tabla 2, se correlaciona el encuentro de palabras acentuadas ya mencionado y la


posibilidad de marcar mayor grado de realce en las palabra tal/tan(to)
Tabla 2. Los valores están expresados en Hertz. Hablantes femeninos 1 y 3 masculinos 2 y 4. En rojo los resultados con encuentro
silábico no prominente en “tal/tan”.

Oración 6 10 11 12 13 14
Hablante TAL GRAdo TAN TONto TAN POco TAN BUEna TAN BUEN TAN CAUto
1 251 206 303 280 260 203 227 220 313 227 283 169
2 167 160 194 165 176 178 173 185 177 145 166 153
3 262 232 284 348 258 287 268 238 247 206 253 237
4 171 151 133 165 154 149 162 154 166 159 181 140

La oración muestra un elevado ascenso tonal en TAN, y en la palabra anterior a que,


como si fuera una gran U, con excepción de la hablante femenina número 1. En los
demás casos, en los que no hay encuentro de sílabas acentuadas, el ‘tan’ es más
prominente que la palabra o palabras subsiguientes.

6. Conclusiones
En el presente trabajo se ha propuesto que el hablante persigue el objetivo comunicativo
de realzar un elemento del mensaje cuando elige una construcción con tal/tan(to)…que,
por lo que el significado de realce se presenta como el más prominente frente a los
significados de consecuencia y comparación. Coherentemente con este objetivo, se
describió una hipótesis de uso que resulta ser icónica con el acto de levantar algo desde
una superficie para mostrarlo o realzarlo. Esta hipótesis mostró correlatos en la sintaxis
en tanto el elemento a realzar estaba sostenido simultáneamente a la izquierda por las
partículas tal/tan(to) y a la derecha por un que encabezador de una cláusula cuyo
contenido volvía hacia el elemento a realzar o cerraba el discurso, siendo a su vez, el
elemento a realzar corto (de 1 a 2 palabras), es decir, liviano. La interpretación
sintáctica resultó así tripartita a la manera de la parasíntesis.
Por otro lado, dados los resultados de medición de la prosodia, se puede sostener
entonces que el objetivo comunicativo motiva no solamente la sintaxis de la
construcción sino también su curva melódica. El hablante delimita prosódicamente el
elemento a realzar. Demarca una frase entonativa que queda escindida y la 'levanta' con
un ascenso de F0 en “tan”, 'la mano izquierda' que se replica al final de esa frase
entonativa, 'la mano derecha'.
El análisis de los tonos relevantes muestra diferencias en la intención de los hablantes
que correspondería medir con más detenimiento, ya que corresponde evaluar en

14
14/16
contextos contrastantes el objetivo de realzar más la gradación (prominencia en “tan”) o
el contenido léxico (prominencia en la palabra siguiente).
Los resultados del análisis de los tonos relevantes (estructura en U) confluyen en la
delimitación de la frase entonativa, la ‘levantan’.
El trabajo muestra variaciones que corresponde precisar en trabajos futuros: 1. los
contornos de los casos con "Es tan..." y los ejemplos en que "tan" precede a una palabra
bisilábica con acento en la primera sílaba (Los Hechos alcanzaron TAL GRAdo de
intuiCIÓN...) o monosilábica (Es TAN BUEN jugaDOR...) donde hay ´clash tonal´ y 2.
los casos en que el valle de la cláusula de ‘que’ empieza antes (casos de suspensión), así
como en los casos en que, por el contrario, el ‘que’ queda dentro de la frase entonativa.
3. el análisis del ‘foco’ en el sentido prosódico de ‘prominencia’ que en el caso de las
estructuras que nos ocupan podría localizarse en las palabras que se encuentran a
izquierda y a derecha.36
Al margen de esto corresponde decir que la cláusula de que no es, como sugerían
algunos gramáticos, una unidad fónicamente ‘independiente’. Por el contrario,
acústicamente en su silueta de valle presenta valores disminuidos de energía, frecuencia
y acento, silueta que evoca uno de los cinco tonemas propuestos por Navarro Tomás.37
El contorno que adquiere es el resultado de los niveles acústicos altos obtenidos por el
énfasis. No es independiente, porque su contorno emerge como resultado del período
tensivo propio de la frase entonativa previa de quien depende. Si solo atendiéramos a la
juntura, podríamos quizás hablar de ‘independencia fónica’, pero, como estamos
midiendo todos los fenómenos que intervienen en una frase entonativa corresponde una
reflexión unificada que trate los aspectos acústicos interrelacionados entre sí, que es
como se dan en el habla corrida.
6. Bibliografía
Alcina Franch, J. y J. M. Blecua, (1975). Gramática española, Barcelona: Ariel.
Álvarez, A. I. (1999). Las construcciones consecutivas. En I. Bosque y V. Demonte coords. Gramática
descriptiva de la lengua española (vol. 3, pp. 3739-3804). Madrid: Espasa.
Álvarez, A. I. (1995). Las construcciones consecutivas, Madrid:Arco/Libros
Beinhauer, W. (1978). El español coloquial, Madrid: Gredos.
Bello, A. (1980) [---]. Gramática de la lengua castellana, Madrid:EDAF.
Borzi, C. (2003a). “El período condicional como forma de relieve.” Reconsiderando a Ofelia Kovacci,
en Actas del IX Congreso de la Sociedad Argentina de Lingüística, Córdoba, noviembre de 2002.

36
Un caso similar se da en la interrogación. En una pregunta simple, las sílabas prominentes están ubicadas en la forma Qu y en la
última palabra de la frase: ¿CÓmo estÁS? Pero con la inserción de nuevas palabras, pueden darse casos como ¿DÓNde están los
pantalones que compraste aYER? Donde se sigue manteniendo la misma estructura. Hay que recordar que el español es ‘reacio’ a la
no acentuación de sílabas. Esto significa que todas las sílabas acentuadas tienden a recibir un nivel de prominencia.
37
Como es sabido Navarro Tomás realiza un inventario de tonemas e incluye cinco para las oraciones declarativas: cadencia
(descenso pronunciado), anticadencia (ascenso pronunciado), semicadencia (descenso leve), semianticadencia (ascenso leve) y
suspensión (nivel).

15
15/16
Borzi, C. (2005). Iconicidad, Parasíntesis y Realce, en L. Cantú Ortiz (ed.) Memorias del XIV Congreso
Internacional de la ALFAL, Universidad Autónoma de Nuevo León y ALFAL, Monterrey, pp.77-82.
Borzi, C. (2006a) Otra explicación para “¡Lo fuertes que eran!”, en E.R. de López del Carril y
Colaboradores, Estar con la memoria, Histórica/E.J.Perrot, Buenos Aires, pp. 269-280.
Borzi, C. (2006b) Cláusulas hendidas: ‘que’ galicado y concordancia del verbo, Lingüística Española
Actual XXVIII/1, Arco/Libros - Madrid, pp. 5-27
Borzi, C. (2006c) ¿Cláusulas relativas o construcciones de realce? Información conocida y
sobreespecificación, Pragmalingüística N° 13, Universidad de Cádiz – Cádiz, pp. 7-24
Borzi, C., García Jurado, M. A. y Renato, A., (2006d). Contornos Melódicos en Estructuras de
Realce Nominal, en Actas del X Congreso Nacional de Lingüística (SAL), Salta, pp1-9
Borzi, C. (2008) ¿No viste con la cAra que te miró?, en Estudios en Lingüística y Antropología.
Homenaje a Ana Gerzenstein, C. Messineo, M. Malvestitti y R. Bein (eds.), Instituto de Lingüística –
UBA – pp. 355-368
Brucart, J.M. (1999). La estructura del sintagma nominal: Las oraciones de relativo, en Gramática
descriptiva de la Lengua Española, I.Bosque y V.Demonte (coord.), Madrid:Espasa, pp.395-522.
Butt J. y C.Benjamin, (1988). A new reference grammar of modern spanish, London:Arnold.
Fernández Lagunilla, M. y A. Anula Rebollo (1995). Sintaxis y cognición, Madrid: Síntesis.
Fernández Ramírez, S. (1987). Gramática Española. 3.2. El Pronombre, Madrid: Arco/Libros.
García Jurado, M.A. (1988), Aspectos fonéticos y fonológicos en una teoría de descripción integral del
español. Tesis inédita. Facultad de Filosofía y Letras, UCA.
García Jurado, M.A.y Arenas, M. (2005), La fonética del español; análisis e investigación de los sonidos
de habla. Buenos Aires, Quorum/UMSA.
Gili Gaya, S. (1955). Curso Superior de Sintaxis española, Barcelona:Spes.
Guirao, M. y García Jurado, M.A.(1993), Estudio estadístico del español. Buenos Aires, CONICET.
Kovacci, O. (1990/92). El Comentario Gramatical, T I y II Madrid:Arco/Libros.
Ladd, R. (1996), Intonational phonology. New York, Cambridge University Press.
Langacker, R. (1987). Foundations of Cognitive grammar. Theoretical Prerequisites, Vol.I, Stanford:
Stanford University Press.
López García, A. (1994), Gramática del español I: La oración compuesta, Madrid:Arco/Libros.
López Palma, E. (1994). ‘Esto te pasa por exagerar’. Sobre las construcciones consecutivas intensivas en
español, Verba 21:279-302
Matte Bon, F. (1992). Gramática comunicativa del español, T.II. Madrid:Difusión.
Moliner, M. (1981). Diccionario de uso del español, Madrid:Gredos.
Navarro Tomás, T. (1948), Manual de entonación española. La Habana, Cuba, Ucak y Cía Impresores.
Pérez Saldanya, Manuel (1999) El modo en las subordinadas relativas y adverbiales. En I. Bosque y V.
Demonte coords. Gramática descriptiva de la lengua española (vol. 2, pp. 3253-3322). Madrid:
Espasa.
Real Academia Española, (1931). Gramática de la lengua española, Madrid:Espasa Calpe.
Real Academia Española, (1973). Esbozo de una nueva gramática de la lengua española, Madrid:Espasa
Calpe.
Seco, R. (1978). Manual de Gramática española, Madrid: Aguilar.
Sosa, J.M. (1999), La entonación del español. Madrid, Cátedra.
Vigara Tauste, A.M. (1992). Morfosintaxis del español coloquial, Madrid: Gredos.

16
16/16

También podría gustarte