Está en la página 1de 4

TÉCNICA DEL OSO ARTURO

La técnica del Oso Arturo conjuga el entrenamiento en autoinstrucciones


con el entrenamiento en solución de problemas. Se utiliza para:

1. Resolver problemas (sean cuales sean) utilizando los cuatro grandes


pasos: identificación, búsqueda de soluciones, elección de la más
adecuada y valoración de los resultados.
2. Mejorar su capacidad atencional.
3. Favorecer el control de sus impulsos.
4. Aumentar su autonomía.
5. Desarrollar su flexibilidad de pensamiento, logrando dar distintas
soluciones a un mismo problema.
6. Potenciar su capacidad de tomar decisiones.

CÓMO APLICAR LA TÉCNICA DEL OSO ARTURO


Comienza enseñándole una imagen del Oso Arturo y contándole que ese
oso tiene los mismo problemas que él, pero que ha aprendido un truco
para poder solucionarlos. 
Ahora que ya has creado la magia y ya tienes la atención, vas a ir
explicando cada paso de la resolución de problemas con ayuda de las
láminas del Oso Arturo.
Recuerda los cuatro pasos para solucionar problemas:

1. Preguntarse: ¿Cuál es mi problema?

Por ejemplo: Pedro está jugando con sus juguetes, pero llega Juan y se los
quita. Entonces Pedro reacciona pegando a Juan para recuperar sus
juguetes.
En este ejemplo, la definición del problema sería: «Me quitan los
juguetes».

2. Plantearse: ¿Cómo puedo solucionarlo?

Pedro plantea como posibles soluciones a su problema:


«Aviso a la profesora», consecuencia: la profesora me ayuda a hablar con
el otro niño y recupero mis juguetes.
«Le digo al otro niño que me devuelva mis juguetes», consecuencia: puede
que el otro niño me devuelva el juguete o no lo haga.
«Me voy a jugar a otro sitio», consecuencia: los otros niños me dejan
tranquilo jugando con mis juguetes.
Cuando ya tengáis todas las consecuencias, puede escoger qué acción será
la que lleve a cabo para solucionar su problema.

3. Pensar: ¿Cómo poner en marcha la solución?

Establecer las instrucciones de la acción, repasarlas en voz alta y realizar la


acción repitiendo las instrucciones que debe seguir.

4. Valorar: ¿Cómo lo he hecho?

Esta es la última de las fases. Está pensada para que el niño se autoevalue,
para que pueda valorar el resultado de sus acciones. Cuando encontréis
donde ha fallado su plan, retomar desde ahí como lo haría el Oso Arturo. 

Los pasos para establecer cualquier tipo de autoinstrucciones serían:

1. En voz alta.
2. En susurros.
3. En silencio, con el lenguaje interno del propio niño.

Recuerda mostrarle las imágenes del Oso Arturo cuando le expliques los
cuatro momentos de la técnica, de esta forma la aprenderá con mayor
facilidad y se sentirá más motivado para ponerla en práctica.
1. ¿Cuál es mi problema?

2. ¿Cómo puedo solucionarlo?


3. ¿Cómo poner en marcha la solución?

4. ¿Cómo lo he hecho?

También podría gustarte