Documentos de Académico
Documentos de Profesional
Documentos de Cultura
3a siglo
veintiuno
editores
por
B E N J A M Í N CORIAT
sigkj
veintiuno
editores
:m
siglo veintiuno editores, s.a. de c.v.
CERRO DELAGUA248, DELEGACIÓN COYOACÁN, 04310, MÉXICO, D.F.
INTRODUCCIÓN: «La s e n s a c i ó n d e la l i m a »
1. LA MANUFACTURA Y EL OFICIO
I. E l oficio c o m o c o n d i c i ó n d e la i n d u s t r i a
II. El «oficio» c o m o o b s t á c u l o a la a c u m u l a c i ó n del ca-
pital
I I I . La m á q u i n a , el n i ñ o , el d e s t a j i s t a : p r á c t i c a s p r e t a y l o -
r i s t a s d e l u c h a c o n t r a el oficio
2. L A NORMA Y EL CRONÓMETRO
I. E l p r o p ó s i t o del «scientific m a n a g e m e n t » : a c a b a r con
el «oficio» p a r a a c a b a r c o n el c o n t r o l o b r e r o d e los
tiempos de producción
II. Las c o n d i c i o n e s d e la f o r m a c i ó n del t a y l o r i s m o : el
c a m b i o e n la c o m p o s i c i ó n d e l a clase o b r e r a a m e r i -
cana
III. El «pensaiíiiento económico» de Taylor .
IV. N u e v a s n o r m a s d e t r a b a j o .
3. « L A CADENA»
A) El nacimiento de la cadena
I. Las v i r t u d e s d e l a g u e r r a
I I . T r a n s p o r t a d o r e s d e c a d e n a , t r a n s p o r t a d o r e s d e cin-
t a y línea de m o n t a j e
B) Nuevas normas de productividad y de producción
III. Nuevas n o r m a s de productividad
V. N u e v a s n o r m a s d e p r o d u c c i ó n
4. E L SALARIO
A) Un nuevo uso capitalista del salario
I. La n o r m a , el s a l a r i o , el «welfare»
I I . El «five d o l l a r s » : el a c u e r d o g e n e r a l s o b r e los sa-
larios
B) Nuevas condiciones ofrecidas para la reconstitución de
la fuerza de trabajo obrera
III. Unas p r e g u n t a s de Gramsci
IV. ... Y u n a s r e s p u e s t a s d e F o r d
V. E l fin d e l e q u i l i b r i o « d o m é s t i c o » : la f o r m a c i ó n d e
n u e v a s n o r m a s del c o n s u m o o b r e r o
índice
5. L A PRODUCCIÓN CAPITALISTA EN MASA
A) «Gran industria» y «gran producción de plusvaíor» en
Marx: primera aproximación a la noción de «-produc-
ción en masa»
I. « G r a n i n d u s t r i a » y « g r a n p r o d u c c i ó n d e p l u s v a í o r » .
I I . La « m a n u f a c t u r a m o d e r n a » c o m o m o d a l i d a d d e la
g r a n producción de plusvaíor
B) El mecanismo de la producción en masa
I I I . La r a c i o n a l i z a c i ó n d e la « g r a n i n d u s t r i a »
IV. E l ú l t i m o t o q u e del n u e v o e s q u e m a d e a c u m u l a -
c i ó n : n o r m a s n u e v a s del c o n s u m o o b r e r o e ins-
t a u r a c i ó n del « s a l a r i o i n d i r e c t o »
6. Los « T I E M P O S MODERNOS»
I . De l a d é c a d a d e 1920 a la ,de 1930: « n o r m a s » » y c r i s i s .
I I . K e y n e s : el new deal y el «estado-plan»: la r e s p u e s t a
capitalista a la crisis
7. NORTE Y SUR: EL OBRERO-MASA MULTINACIONAL, H O Y
I. E l o b r e r o - m a s a m u l t i n a c i o n a l
I I . La r a c i o n a l i z a c i ó n , el a u t ó m a t a y el o b r e r o - m a s a : l o s
efectos d e la d i v i s i ó n del t r a b a j o j f d e l a m e c a n i z a c i ó n
e n el v a l o r d e u s o d e las f u e r z a s d e t r a b a j o
I I I . Los p r o c e s o s d e d e p r e c i a c i ó n del v a l o r d e c a m b i o d e
l a fuerza d e t r a b a j o
8. LA ORGANIZACIÓN CIENTÍFICA DEL TRABAJO HECHA PEDAZOS
I . U n n u e v o ciclo y u n n u e v o c o n t e n i d o d e l a l u c h a
obrera
I I . L a n u e v a eficacia d e la r e s i s t e n c i a o b r e r a
I I I . L a « a v e r s i ó n h a c i a el t r a b a j o i n d u s t r i a l » y s u d o b l e
aspecto
I V . Los l í m i t e s « t e c n i c o e c o n ó m i c o s » d e la l í n e a d e m o n -
taje
9. E L TRABAJO Y s u «PRODUCTIVIDAD». L O QUE ESTÁ EN JUEGO EN
LA C R I S I S
I. Del « r e c h a z o d e l t r a b a j o » a la c r i s i s d e l a s d é c a d a s d e
1960-1970
I I . Lo q u e e s t á e n j u e g o e n las r e e s t r u c t u r a c i o n e s e n
curso ~~
10. L A RECOMPOSICIÓN DE LA LÍNEA DE MONTAJE
I. Los n u e v o s p r i n c i p i o s d e la o r g a n i z a c i ó n c a p i t a l i s t a d e l
t r a b a j o : la e m p r e s a c o m o « s i s t e m a s o c i o t é c n i c o »
I I . P r o d u c c i ó n e n s e r i e e i n d u s t r i a s e n c a d e n a : ' la r e c o m -
p o s i c i ó n d e la l í n e a í i e m o n t a j e e n las f á b r i c a s Re-
nault
I I I . Pequeña y m e d i a n a serie de p r o d u c t o s alternativos:
del t r a b a j o e n g r u p o s a la p r o d u c c i ó n e n « m ó d u l o s » .
IV. U n a n u e v a « e c o n o m í a » del t i e m p o y del c o n t r o l
índice vii
II
La novedad, la diferencia no es sólo la introducida en el gesto
del obrero, reducido a migajas. Con la entrada del cronómetro
en el taller ^ la revolución que se emprende tiene una dimensión
múltiple. De hecho, entra en juego una triple secuencia, que
conlleva sus propios ritmos.
De entrada, secuencia completamente nueva en la relación
de -fuerza entre las clases
Al acabar con el control obrero sobre los modos operatorios, al
sustituir los «secretos» profesionales por un trabajo reducido a
la repetición de gestos parcelarios —en pocas palabras, al asegu-
r a r la expropiación del saber obrero y su confiscación por la
dirección de la empresa-^ el cronómetro es, ante todo, un instru-
mento político de dominación sobre el trabajo. Tecnología y tác-
tica pormenorizada del control de los cuerpos en el trabajo, el
taylorismo va a transformarse en un verdadero «conjunto de
1 Todas las citas de este párrafo están sacadas del formidable testimo-
n i o sobre la racionalización del trabajo que constituye el libro de Navel,
Travaux, Albin-Michel, 1964.
2 Aquí se impone una precisión. Entendámonos: decimos «taller», pero
p u e d e leerse también «obra», «tajo» u «oficina», o sea, cualquier espacio
en que se inserte la actividad de trabajo. Igualmente, decimos «cronó-
metro», pero designamos también todas las tecnologías de medición de
t i e m p o s y movimientos que se han desarrollado después del taylorismo.
Introducción 3
gestos» de producción, en un código formalizado del ejercicio
del trabajo industrial, con la Organización Científica del Tra-
bajo. Como instrumento esencial de ese procesó de reducción
del saber obrero de fabricación a la serie de sus gestos elemen-
tales, el cronómetro es, por la misma razón, mucho más que eso.
Restituido a su dimensión social —el estado de la relación
de fuerza entre clases tanto en el taller como en la sociedad—
el cronómetro (y los métodos de medición de tiempos y movi-
mientos que instaura) aparece como la avanzadilla de un ataque
dirigido, no contra el «trabajo» en general, sino contra la forma
organizada y combativa de la clase obrera: el obrero profesional
de «oficio» y su sindicato. Lo que el cronómetro pretende rom-
per, atacando la confraternidad de los gremios, es la excelsa
y avanzada figura de la resistencia obrera, condición de la pri-
mera industrialización, pero también principal obstáculo para la
acumulación del capital en gran escala. Porque el obrero profe-
sional, apoyado en la eficacia de su sindicato, llega a «regatear»
elevadas tarifas e impone, con su manera de actuar, su propio
ritmo a la producción de mercancías.
Al susj:ituir al obrero profesional por el obrero-masa recién
inmigrado, no cualificado y sobre todo no organizado, el capital
modifica, en favor suyo y por mucho tiempo, el estado de con-
junto de la relación de clases.
Con esto también se inicia una secuencia económica enteramente
nueva, un modo y un régimen nuevos de acumulación del
capital: surge la producción en masa
Al sentar el proceso de trabajo sobre una base nueva, «científi-
ca», el capital se halla en condiciones de imponer sus propios
ritmos y normas a la producción de mercancías, rompiendo así
las trabas 'puestas a su expansión por el antiguo orden del
taller. Y cuando, con Ford, la cadena de montaje viene a relevar
a las técnicas taylorianas de medición de los tiempos y movi-
mientos y a someter el gesto del obrero a una cadencia regulada,
se hace posible un nuevo modo de consumo productivo de la
fuerza de trabajo. Sin relación, ni Siquiera lejana, con lo que
permitían los antiguos métodos de organización del trabajo. Las
condiciones generales de la extracción del plustrabajo y la esca-
la de la producción de mercancías cambian por completo. En
adelante, con el apoyo de la cinta transportadora y de la cadena
de montaje, la producción de mercancías en grandes series y de
mercancías estandarizadas se convierte en la norma y la regla,
suscitando la aparición de nuevas condiciones de producción en
4 Benjamin Coriat
todas las ramas. La nueva economía del tiempo, nacida en el
taller de las nuevas tecnologías de control y medición del tra-
bajo, invade el mecanismo de conjunto de la producción social.
Se asegura así el paso a un nuevo modo de acumulación del
capital: lo que se ha llamado el sistema de la producción en-
masa.
La producción en masa: ésta ha sido la realidad en que se ha
centrado sobre todo la atención, tratando de explorar sus dife-
rentes dimensiones para darle un contenido económico preciso.
Pues si bien historiadores y sociólogos del trabajo han empren-
dido estudios concernientes a la racionalización del trabajo
obrero, en ninguna parte se ha constituido en objeto de estudio
la relación entre proceso de trabajo y acumulación del capital.
E n cuanto a la economía política, desde muy pronto consagrada
a u n a teoría del valor en la que el orden de la rareza domina el
de los precios, hacía prácticamente imposible para sí misma tal
objeto. Como señala H. Bartoli: «El capital es la categoría do-
minante en las sociedades occidentales, a él se concede toda
la atención ^.»
Así, las series descriptivas del obrero en su puesto o el aná-
lisis de las técnicas de organización del trabajo, por un lado, y
las teorías y los modelos económicos del crecimiento, por otro,
h a n permanecido ajenas entre sí"*. Había que romper con esta
exclusión recíproca. Y si hay una contribución propia de este
trabajo, reside en esto: recordar la concatenación particular que
conduce de las mutaciones introducidas en el proceso de tra-
bajo por el taylorismo y el jordismo a las que van a afectar a la
III
A la hora en que las burguesías occidentales, tras haberlo des-
truido sistemáticamente —«científicamente» decían hace poco—
descubren o redescubren la existencia del «problema» del tra-
bajo industrial y lo declaran en «crisis», esta investigación es
algo muy distinto de un ejercicio arqueológico.
Más aún, es la claridad arrojada sobre el Occidente raciona-
lizado —sus talleres de producción y control— por el ciclo de
las luchas obreras emprendidas en la década de 1960, la que ha
hecho posible un retomo a las estrategias de dominación, dentro
y fuera de la fábrica, que han asegurado el desarrollo de la pro-
ducción en masa. Como estas estrategias se deshacen 2inte nues-
tros ojos para dejar paso a nuevas políticas —en busca de una
economía del control y del tiempo más adecuada— se hace posi-
ble establecer sus intereses y desmontar sus mecanismos.
De ahí resulta ailgo así como una historia por períodos de las
relaciones capital/trabajo. Pues la nueva eficacia de la resisten-
cia obrera y la crisis de la organización «científica» del trabajo,
que es su expresión social manifiesta, permiten seguir por una
especie de recurrencia los grandes momentos del desarrollo del
capital, considerado en su relación con las formas, tradicionales
o nuevas, de la resistencia obrera. Para explicar el movimiento
del capital se ha visto la necesidad de restituir los contextos y
las coyunturas. No ateniéndose a la cronología de los historia-
dores, sino siguiendo un método que podríamos llamar «topoló-
gico», el cual conduce de un momento a otro en el que se en-
frentan las figuras esenciales de la dominación y la resistencia.
Hasta el actual estado de cosas. Reconocido en su inmedia-
tez, pero también como resultado de una historia compleja,
incesantemente representada. Pues si, como se afirma, el obrero-
m a s a ha constituido uno de los puntales del «crecimiento» mo-
derno, su irrupción en la escena social corre el peligro de tras-
tocar muchas situaciones supuestamente seguras. Es posible
abordar una serie de cuestiones, planteadas desdé hace por lo
menos un decenio, que preocupan hoy al conjunto de la socie-
Introducción 7
dad, y precisar lo que en ellas está' en juego. ¿Qué pasa con la
llEunada «crisis del trabajo industrial» y qué relaciones se pue-
den establecer entre éstas y las dificultades actuales de la acu-
mulación del capital? ¿Qué origen se puede atribuir a la reno-
vación de la resistencia obrera, a su nueva eficacia, y en qué
medida se puede ver en las actuales circunstaincias un punto de
vista obrero sobre lo que pueda ser la fábrica del mañzuia?
Por último, ¿cuáles son los objetivos perseguidos en las tentati-
vas de recomposición de la cadena de montaje o en la declarada
«revalorización del trabajo manned»...?
Concebido como u n conjunto de herramientas, este libro,
balance a su manera, pretende ser ante todo un instrumento
que permita abordar el estudio de estas cuestiones.
1. LA MANUFACTURA Y EL OFICIO
M á s q u e c u a l q u i e r o t r o p a í s , los E s t a d o s Unidos se r e s i n t i e r o n
de l a falta de o b r e r o s de oficio e n n ú m e r o suficiente, e incluso
h a s t a la d é c a d a de 1860, de la falta de o b r e r o s a secas. De ahí
la d i f i c u l t a d e n d é m i c a del c a p i t a l a m e r i c a n o p a r a a s e g u r a r s u
d e s a r r o l l o . De ahí t a m b i é n las l a m e n t a c i o n e s de los m a n u f a c t u -
r e r o s , r e p e t i d a s sin c e s a r h a s t a la s e g u n d a m i t a d del siglo xix.
«Escasez» e «indisciplina» de las fuerzas de t r a b a j o son, según
W a k e f i e l d y d e s d e 1820, los o b s t á c u l o s f u n d a m e n t a l e s :
E n la d é c a d a d e 1840, Merivale i n s i s t e e n el m i s m o t e m a c o n
m a y o r fuerza todavía:
Nueva York al hacer sus rondas nada más peligroso para la salud pú-
blica que las tenement houses en las que se fabrican cigarros... El
doctor Tyler, m i e m b r o del Consejo de Higiene d e la ciudad de Nueva
York, aconseja no fumar dichos cigarros porque si bien no se puede
afirmar que propaguen enfermedades contagiosas, tampoco se puede
negarlo... El señor Enro, comisario de la oficina de estadística de
California, h a visitado los infiernos infectados de opio del barrio
chino de San Francisco y ha visto a los chinos morder la punta del
cigarro que liaban y mojarlo con saliva p a r a adherir las hojas de
tabaco con mayor facilidad»".
r i o s es lo q u e h a c e p o s i b l e y, a fin d e c u e n t a s , i n e l i m i n a b l e el
c o n t r o l o b r e r o d e los t i e m p o s de p r o d u c c i ó n .
E n el fondo —dirá R. L i n h a r t — se tirata d e « u n a c u e s t i ó n de
r e l a c i ó n d e fuerzas y d e s a b e r . P r e c i s a m e n t e d e r e l a c i ó n de
f u e r z a s e n el s a b e r » *. De a h í e s t a e c u a c i ó n t a y l o r i á n a : quien
domina y dicta los modos operatorios se hace también dueño de
los tiempos de producción. E n m a n o s o b r e r a s , e s t e « s a b e r » prác-
t i c o d e fabricación se c o n v i e r t e , c o m o d i r á Taylor, en u n a «hol-
g a n z a sistemática» q u e p a r a l i z a el d e s a r r o l l o del c a p i t a l ^.
D o b l e g a r al o b r e r o d e oficio, «liberar» al p r o c e s o d e t r a b a j o
del p o d e r q u e é s t e e j e r c e s o b r e él p a r a i n s t a l a r en s u l u g a r la
ley y la n o r m a p a t r o n a l e s , t a l s e r á la c o n t r i b u c i ó n h i s t ó r i c a del
taylorismo.
« C o n t r i b u c i ó n » q u e m u c h o s e l e m e n t o s p r e p a r a b a n . P u e s e s t a si-
t u a c i ó n e n la q u e el o b r e r o de oficio i m p o n e s u s n o r m a s y sus
t a r i f a s es t a n t o m á s i n t o l e r a b l e p a r a el c a p i t a l — p a r a T a y l o r q u e
es s u e x p r e s i ó n m á s c o n s c i e n t e — c u a n t o q u e el « m e r c a d o » del
t r a b a j o h a sufrido u n e n o r m e c a m b i o d e s d e Wakefield y Meri-
vale.
E n efecto, d e s d e 1815 ^, los E s t a d o s U n i d o s ven c ó m o se
p r o d u c e , en o l e a d a s sucesivas, et mayor movimiento de inmigra-
ción de la historia moderna. S i s t e m á t i c a m e n t e o r g a n i z a d a al
p r i n c i p i o p a r a p a l i a r la falta de m a n o d e o b r a , la i n m i g r a c i ó n
va a t o m a r u n a d i m e n s i ó n y a r e v e s t i r u n a s c a r a c t e r í s t i c a s tales
1 R. Linhart, Lénine, les paysans, Taylor, Seuil, 1976, p . 76. E s t a pro-
p u e s t a central p a r a la comprensión del taylorismo sólo es evocada aquí.
S o b r e este p u n t o se encontrará una explicación en R. Linhart, op. cit.,
y e n B. Coriat, Science, technique et capital, Ed. du Seuil, 1976 ICierícia,
técnica, capital, Madrid, Blume, 1976]. Este capítulo, complementario en
este sentido de los anteriores análisis publicados, está centrado en Otros
aspectos del taylorismo, como su papel en el desarrollo de la acumulación
del capital y la formación del mecanismo de la producción en m a s a .
2 Recordemos que esta pretendida «holganza sistemática» encubre de
hecho, d u r a n t e el período examinado, u n m o d o de defensa desarrollado
por la clase obrera a la vez contra el p a r o («prolongando» el trabajo se
prolonga el tiempo de ocupación remunerada) y contra el desgaste dema-
siado precoz de su fuerza, en u n a época en la que n o existían nuestras
m o d e r n a s «prestaciones indirectas»; en esas condiciones, cualquier acci-
d e n t e o enfermedad acarreaba la expulsión p u r a y simple del proceso de
producción y la pérdida completa del salario (cf. sobre este p u n t o Science,
technique et capital, op. cit.).
3 Con u n a aceleración b r u t a l en la década de 1840.
La norma y él cronómetro 25
Total
INMIGRACIÓN TOTAL ( e n 1860) 5 000 000 parcial
T— Irlandeses 2 000 000
-—Otros británicos (escoceses, galeses, in-
gleses) 750 000 2 750 000
— Alemanes 1500000 4 250 000
— Franceses, alsacianos, loreneses de habla
alemana 200 000 4 450 000
—^ Suizos 40 000
•— Noruegos 40 000
— Holandeses 20 000
^ «Brecha» (por lo demás relativa, y a que la inmigración n o cesa) que
tendrá a su vez u n papel decisivo al «liberar» la fuerza de trabajo negra
del Sur e imponer la hegemonía del Nordeste industrial p a r a asegurar el
desarrollo de la acumulación del capital. La producción de guerra —par-
tícularmente propicia a la gran serie— va a contribuir también a trans-
fórrSár las «escalas» y las dimensiones de la producción. Sobre, este punto,
apenas rozado aquí, véase Philip S. Forner, op. cit.
5 Los datos estadísticos de este párrafo proceden de dos fuentes prin-
cipales: Rachel Ertel,, Genevieve Fabre y Elise Marienstrass, Las mino-
rités aüx USA, Maspéró, 1974, y Denise Artaud y André Kaspi., Histoire
des USA, Armand Colin, 1969. Estas dos o b r a s son fáciles de encontrar
y: resumen trabajos m á s especializados. De u n modo particular, y atenién-
dose a las obras que a b o r d a n explícitamente el impacto de la inmigración
sobre el mercado del trabajo y el desarrollo industrial, véanse F. A. Hour-
wich, Inmigration and labor: the economic aspects of European inmigration
to the USA, Nueva York, GP p u t m a n ' s Sons, 1972, y E. P. Hutchinson, «In-
migrant workers in growing industries 1870-1920», en Congrés internatio-
nal de la Population, tomo I, Nueva York, 1975.
26 Benjamin Coriat
C o m o se ve, son en su a p l a s t a n t e m a y o r í a i n m i g r a n t e s de E u r o -
p a del oeste y del norte. Y, c o m o e r a de s o s p e c h a r , esto n o es
u n a c a s u a l i d a d . E n el origen de esos i n m e n s o s d e s p l a z a m i e n t o s
d e p o b l a c i ó n está la revolución industrial, la e x p r o p i a c i ó n del
p u e b l o c a m p e s i n o , ya sea el r e s u l t a d o d e m e d i o s s i m p l e m e n t e
« e c o n ó m i c o s » o de expulsiones v i o l e n t a s «legalmente» organiza-
d a s . Allí d o n d e el c a m p e s i n o n o p u e d e r e s i s t i r o a d a p t a r s e a las
n u e v a s condiciones de explotación d e la t i e r r a , n o q u e d a m á s q u e
el exilio — « t r a n s i t a n d o » p o r u n a s c i u d a d e s e u r o p e a s s u p e r n u -
m e r a r i a s ya p o r colonias e n t e r a s . L a i n e s t a b i l i d a d política t r a s
los r e a j u s t e s q u e la revolución i n d u s t r i a l lleva a c a b o e n los
a p a r a t o s de E s t a d o c u e n t a t a m b i é n m u c h o aquí, forzando a h u i r
d e l a s p e r s e c u c i o n e s q u e afectan a las m i n o r í a s . E s lo q u e ocu-
r r i r á con n u m e r o s o s católicos i r l a n d e s e s , l u t e r a n o s de P r u s i a y
c u á q u e r o s n o r u e g o s . Una a u n a son a b o l i d a s e n E u r o p a las leyes
q u e p r o h i b í a n la e m i g r a c i ó n (incluso a los a r t e s a n o s y o b r e r o s
e s p e c i a l i z a d o s * ) : 1825 y 1827 e n I n g l a t e r r a , 1848 e n Alemania,
p r o n t o s e g u i d a p o r E s c a n d i n a v i a , a m e d i d a q u e las i n s u r r e c c i o -
n e s o b r e r a s c o n v e n c e n a las clases d i r i g e n t e s de que es p r e f e r i b l e
d e j a r e m i g r a r a los i n s u r r e c t o s , a a f r o n t a r el riesgo d e q u e
r e c o n s t r u y a n sus focos r e b e l d e s .
L a revolución i n d u s t r i a l s u p r i m e así h a s t a el m a r , «liberan-
do» e n u n a d e sus orillas a las c o h o r t e s de b r a z o s q u e a s e g u r a r á n
e n l a o t r a el d e s a r r o l l o del c a p i t a l a m e r i c a n o .
D u r a n t e este p e r í o d o , la inmigración irlandesa es a la vez la
m á s i m p o r t a n t e y la m á s c a r a c t e r í s t i c a del m o v i m i e n t o d e con-
j u n t o . E n veinte a ñ o s . I r l a n d a p i e r d e 5/16 de su p o b l a c i ó n ' ' .
E s t e d e s p o b l a m i e n t o se p r o d u c e p r i m e r o e n dirección a Ingla-
t e r r a . A p a r t i r de a h í se e s t a b l e c e u n a r u t a t r i a n g u l a r I r l a n d a /
I n g l a t e r r a / A m é r i c a ; la t r a t a « m o d e r n a » d e m a n o de o b r a asala-
r i a d a a c a b a d e n a c e r . T r a t a «libre» p o r lo d e m á s . E n la d é c a d a
de 1840, I r l a n d a ya n o es m á s q u e u n d i s t r i t o agrícola de Ingla-
t e r r a , p u e s é s t a se h a c u i d a d o d e b l o q u e a r el d e s a r r o l l o m a n u -
* Aunque en el caso de los «obreros especializados» se m a n t e n d r á n mu-
chas trabas reglamentarias, como lo p r u e b a el episodio ocurrido en el
t r a n s c u r s o de la crisis algodonera de 1863. Ciertos países, particularmente
I n g l a t e r r a , se esforzarán por practicar u n a emigración «selectiva», rete-
n i e n d o a los obreros cualificados.
7 Evolución de la población irlandesa de 1811 a 1866:
H am br e
Años 1811 1821 li31 1841 '1851 1861 1866"
Población
(en millones) 6,1 6,87 7,83 8,25 6,6 5,85 5,5
La norma y el cronómetro 27
f a c t u r e r o local. Los m e d i o s d e p r o d u c c i ó n e s t á n d i s e m i n a d o s
y ni los m i s m o s c e n t r o s u r b a n o s se h a l l a n e n condiciones de
c o n s o l i d a r u n a p o b l a c i ó n a s a l a r i a d a . P e r i ó d i c a m e n t e los pro-
pios a r t e s a n o s y los o b r e r o s de las c i u d a d e s se ven obligados a
volver al c a m p o y p a r t i c i p a r en los t r a b a j o s agrícolas p a r a sub-
sistir. Sin i n d u s t r i a y con u n a a g r i c u l t u r a e l e m e n t a l , I r l a n d a va
a conocer a d e m á s u n h a m b r e e s p a n t o s a d e s e n c a d e n a d a p o r la
e n f e r m e d a d de la p a t a t a . C o m o c o n s e c u e n c i a de ella p e r e c e n
u n millón de i r l a n d e s e s . H a llegado la h o r a del éxodo m a s i v o
hacia los E s t a d o s Unidos, q u e t r a e r á la f o r t u n a a Liverpool,
«escala» f u n d a m e n t a l de e s t e tráfico.
E n América, «tierra a c o g e d o r a » , el p a í s en n:ianos d e los
WASP * relega a los inmigi-antes a u n a s funciones p r e c i s a s . Sola-
m e n t e u n 10 % d e los r e c i é n llegados p o d r á e s t a b l e c e r s e en el
c a m p o c o m o g r a n j e r o s o a p a r c e r o s . Su i g n o r a n c i a de las téc-
nicas agrícolas a m e r i c a n a s o, en el s u r , d o n d e son m á s a r c a i c a s ,
la c o m p e t e n c i a d e los esclavos n e g r o s , les dejan poco sitio. Los
i r l a n d e s e s se a m o n t o n a n en la c o s t a E s t e , e s p e c i a l m e n t e en tor-
n o a B o s t o n y N u e v a Y o r k . P r o p o r c i o n a r á n la p r i m e r a r e s e r v a
de m a n o de o b r a , tan r e c l a m a d a p o r el c a p i t a l a m e r i c a n o . Su
llegada p o n e fin al «escándalo» d e n u n c i a d o p o r Wakefield y
Merivale: el c a p i t a l a m e r i c a n o va a p o d e r d i s p o n e r al fin de
fuerzas de t r a b a j o n u m e r o s a s y casi — t r a t á n d o s e de i r l a n d e s e s
« a m a e s t r a d o s » p o r el c a p i t a l inglés— «disciplinadas».
H e aquí, e n p r i m e r l u g a r , el b a l a n c e c u a n t i t a t i v o realizado
a p a r t i r d e los p a í s e s d e o r i g e n ^:
P e r o e s t a a p r o x i m a c i ó n es t o d a y í a insuficiente, p u e s u n a visión
cualitativa del m i s m o f e n ó m e n o p e r m i t e p o n e r d e relieve ciertos
c a r a c t e r e s esenciales p a r a c o m p r e n d e r la m u t a c i ó n q u e se h a
producido:
— N o se t r a t a de u n a t r a n s f e r e n c i a d e «población»: la enor^
m e m a s a d e i n m i g r a n t e s t i e n e de seis a c u a r e n t a a ñ o s y se cona-
p o n e g e n e r a l m e n t e d e « t r a b a j a d o r e s ya h e c h o s » y, e n su g r a n
m a y o r í a , m a s c u l i n o s . E s , e n t o t a l , una inmigración de trabajo
q u e «descarga» al c a p i t a l d e los gastos d e e d u c a c i ó n y frecuente-
n j e n t e de m a n t e n i m i e n t o d e Ja faniilia,
--- Los i n m i g r a n t e s e s t á n c o n c e n t r a d q s e n z o n a s u r b a n a s . Los
«agricultores» v i n i e r o n e n s u m a y o r í a a"ntes del c i e r r e d e la fron-
t e r a y de q u e los p r e c i o s d e los t e r r e n o s e s t u v i e s e n g r a v a d o s p o r
la especulación. S e t r a t a d e e u r o p e o s d e l N o r o e s t e (noruegos,
suecos, alernanes, h o l a n d e s e s , suizos, b r i t á n i c o s ) . P o r el contra-
rio, los q u e llegaron m á s t a r d e e s t á n e n z o n a s u r b a n a s : los 5/6
de los r u s o s (y de los i r l a n d e s e s p o r las r a z o n e s a n t e r i o r m e n t e
i n d i c a d a s ) ; los 3/4 de los i t a l i a n o s y h ú n g a r o s ; los 7/10 d e los
a u s t r í a c o s , escoceses y griegos; los 2/3 d e los a l e m a n e s , etc.
— P o r tUtimo, e s t a p o b l a c i ó n n o e s t á d i s t r i b u i d a p o r el con-
j u n t o del t e r r i t o r i o a m e r i c a n o , sino en u n e s p a c i o m u c h o m á s
r e s t r i n g i d o : al e s t e del Misisipí y al n o r t e d e la línea M a s o n /
Dixon. Más a ú n , c u a t r o E s t a d o s acogen a la m i t a d d e los inmi-
g r a n t e s de la s e g u n d a o l e a d a : N u e v a Y o r k (2,75 m i l l o n e s de
p e r s o n a s ) , M a s s a c h u s e t t s , P e n s i l v a n i a e Illinois ( m á s d e u n
millón c a d a u n o ) .
E n total, se h a c o n s t i t u i d o u n f o r m i d a b l e ejército d e reserva,
q u e p o r a ñ a d i d u r a p o s e e c a r a c t e r í s t i c a s más. favorables al g r a n
p r o y e c t o i n d u s t r i a l en el q u e t r a b a j a A m é r i c a q u e aquellas áe. las
q u e se b e n e f i c i a r o n los p a í s e s del O c c i d e n t e e u r o p e o .
M á s explícito todavía:
A t a c a d o e n su c o n t r o l d e los m o d o s o p e r a t o r i o s , el o b r e r o
t a m b i é n lo e s en s u c o n t r o l d e los t i e m p o s . A u n q u e de u n a
m a n e r a e n c u b i e r t a (por r e d u c c i ó n d e los « t i e m p o s m u e r t o s » ) ,
e s t a s m u t a c i o n e s p e r m i t e n d e h e c h o u n a l a r g a m i e n t o de la
duración del t r a b a j o . P o r eso, a m e d i d a q u e las n u e v a s n o r m a s
de t r a b a j o se e x t i e n d e n a t r a v é s d e las r a m a s y las i n d u s t r i a s ,
se m a n i f i e s t a u n c a m b i o en las condiciones (sociales) de la ex-
tracción del plustrabajo.
F u n d a m e n t a l m e n t e , y e n la m e d i d a e n q u e i n a u g u r a n un
nuevo modo de consumo productivo de la fuerza de trabajo
obrera, las n u e v a s n o r m a s d e t r a b a j o deben atribuirse a un
aumento formidable de la tasa de explotación.
F u n d a m e n t a l m e n t e , y e n la m e d i d a e n q u e i n a u g u r a n un
nuevo modo de consumo productivo de la fuerza de trabajo
obrera, las n u e v a s n o r m a s d e t r a b a j o deben atribuirse a un
aumento formidable de la tasa de explotación.
Al o r g a n i z a r el taller y el t r a b a j o s o b r e u n a n u e v a b a s e
«científica», el c r o n ó m e t r o a s e g u r a u n c a m b i o «de r é g i m e n » a la
a c u m u l a c i ó n del c a p i t a l . La p r o d u c c i ó n e n m a s a h a e n c o n t r a d o
u n o d e sus p i l a r e s e n el s e n o m i s m o del p r o c e s o d e t r a b a j o .
A) EL NACIMIENTO DE LA CADENA
E n el origen de la cadena, violencia calculada, sistemáticamente
aplicada contra el trabajo de los hombres, ese sueño original
del capital en busca del «movimiento perpetuo» de la fábrica.
La producción de flujo continuo, «piedra angular» de todos los
sistemas de organización del trabajo, como dirá cincuenta años
después el sociólogo Emery, nace en América, como era de es-
perar.
^ Ibid.
* Por supuesto esto acarreará muchas modificaciones en la composición
técnica del capital invertido y también, por consiguiente, en su composi-
ción de valor y orgánica.
9 Esta presentación corresponde a una visión obrera de la configuración
del nuevo taller: la de Navel en Travaux, op. cit. Comparémosla con la
d a d a por el propio Ford: «No hay en los talleres una sola pieza que no
esté en movimiento. Unas, suspendidas en el aire por ganchos de cadenas
que se dirigen al montaje en el orden exacto que les ha sido asignado.
O t r a s , se deslizan sobre u n a plataforma móvil; otra, por su propio peso;
«La cadena» 43
Para los trabajadores, la línea de montaje significa confusión,
fatiga suplementaria, desorden:
El tiempo que se ganaba y se perdía esperando la muela, la tala-
dradora o la grúa de puente. Estos fallos en la organización de una
fábrica que pasaba por funcionar a la americana para nosotros
suponían fatiga i".
Pero este desorden es sólo superficial. O quizá no es más que
la apariencia necesaria en que- se- expresan las nuevas leyes
de bronce del capital, ya que- también:
Era como en las películas donde las imágenes se suceden a una
velocidad sorprendente (...). Se llegaba a una velocidad de gestos
asombrosa 'i.
«Velocidad sorprendente», «velocidad de gestos asombrosa»; ni
siquiera el prodigioso escritor que es Navel se libra de esta
palabra para describir el trabajo del nuevo taller: la «veloci-
dad» . se repite en cada frase.
Y finalmente, ahí reside la terrible eficacia del fordismo,
pues, al inaugurar el despotismo tranquilo y absoluto de los
tiempos y los movimientos, va aún más lejos que el taylorismo
y, desde el punto de vista económico, contribuye de manera
propia y específica a acelerar las mutaciones en curso.
5 An era of Welfare.
* La expresión utilizada por los autores es «Taylor's scientific capita-
lism-»: el taylorismo se constituye así en etapa del capitalismo, ¡nada
menos!
7 S. Perlman y Ph. Taft, History of the labor movement in the United
States, McMillan, Nueva York, vol. 4, pp. 581-582.
El salario 55
p o r o t r o , c o m o r e s u l t a d o de u n m i s m o m o v i m i e n t o . Q u e d a n así
p r e c i s a d o s t a n t o el objetivo «económico» c o m o el objetivo «so-
cial» d e e s t a política de «sustitución» (de las g a r a n t í a s a n t e s
a s e g u r a d a s p o r el s i n d i c a t o p o r las de origen p a t r o n a l ) : se tra-
t a b a de p r i v a r a los sindicatos de las funciones g e n e r a l e s «de
asistencia» q u e los h a c í a n p o p u l a r e s e n t r e los o b r e r o s , y e n este
s e n t i d o el -welfare p a r t i c i p a a su m a n e r a en la open shop cam-
paign.
La lógica de la explotación y la del c o n t r o l del t r a b a j o obre-
r o c o n j u g a n así sus efectos: el n u e v o u s o capitalista del salario
r e s p o n d e a u n a s funciones diferentes q u e d e b e d e s e m p e ñ a r
p a r a p e r m i t i r el d e s a r r o l l o del n u e v o e s q u e m a d e a c u m u l a c i ó n
del capital.
H e aquí, según N e v i n s y B e y n o n — c r o n i s t a s m i n u c i o s o s de la
F o r d M o t o r C o m p a n y — , las condiciones q u e p r e s i d i e r o n la pues-
t a e n m a r c h a del five dollars day. A finales del siglo xrx, Detroit,
9 Sobre este p u n t o , cf. A. Nevins, Ford: the times, the man, the com-
pany, Scribner, 1954, p. 516.
1" H. Beynon, Working for Ford, Penguin, Modern Sociology, 1973.
11 A. Nevins, op. cit., p . 517.
12 J. Wolff, «Entrepreneurs et firmes: Ford et Renault de leurs debuts
á 1914», Revue Economique, marzo de 1957, p p . 297-323.
El salario 57
Las fábricas son un polvorín... [Nevins, p. 518]. Hay que hacer algo
^something has to be done}.
El aumento de los salarios pretende romper es€e estado de insu-
bordinación crónica. Pues, y ésta es la segunda de las condicio-
nes en las que se aplica, la asignación del five dollars day está
estrictamente regulada.
2. El five dollars day instaura, mediante el control del gasto
del salario, una influencia en las condiciones de existencia de
Va'población obrera.
En efecto, n^o todo el mundo puede beneficiarse del five dollars
day. En primer lugar no afecta:
— a los obreros que no tengan por lo menos seis meses de
antigüedad (tiempo mínimo del período de prueba);
—. a los jóvenes menores de veintiún años;
— a las mujeres: Ford «espera que las jóvenes se casen».
Además se exige una «moral intachable»: «limpieza y reser-
va eran cualidades claves; estaba prohibido el uso del tabaco y
del alcohol»; también «el juego estaba proscrito como estaba
piróhibida la frecuentación de bares, en particular de bares de
hombres» (H. Beynon, p. 21; también Nevins, p. 556).
Esta época —señala Benyon— marca el principio de la coope-
ración entre expertos de formación universitaria (sociólogos,
psicólogos, psicotécnicos, etc.) y hombres de negocios. Eqrd se
rodea muy pronto de un «departamento de sociología» y de un
c u e r p o ^ é inspectores y controladores. (Se trata de treinta «in-
^vestigators».) Su misión esencial: controlar, desplazándose a los
hogares obreros y a los lugares que frecuentan, cuál es su com-
portamiento general y, en particular, de qué manera se gastan
el salario. Pues, como señala John R. Lee, director del departa-
mento de sociología: ^
Era fácil prever que cinco dólares diarios en manos de ciertos hom-
bres podrían constituir un serio obstáculo en el camino de la rec-
titud y de la vida ordenada y hacer de ellos una amenaza para la
sociedad en general; por eso se estableció desde el principio que
no podría recibir este aumento ningún hombre que no supiera usarlo
de manera discreta y prudente ".
" J. R. Lee, «The so-called profit sharing system in the Ford plant».
Annals of the Academy of Political Sciences, mayo de 1916, vol LXV, p. 303.
58 Benjamin Coriat
Cosa n o t a b l e , F o r d r e s p o n d e p r á c t i c a m e n t e p u n t o p o r p u n t o a
las p r e g u n t a s q u e G r a m s c i p l a n t e a b a d e s d e la cárcel. P a r a ex-
plicar su política d e «salarios altos», d e c l a r a sin r o d e o s :
Ni r a s t r o , p u e s , de ese « m i s e r a b i l i s m o » q u e j a l o n a las e n c u e s t a s
del siglo XIX. El «salario alto» es u n i m p e r a t i v o del n u e v o pro-
ceso de a c u m u l a c i ó n , del n u e v o m o d o d e - c o n s u m o d e la fuerza
de t r a b a j o o b r e r a . Y en e s t e t e r r e n o t a n p r e c i s o de la relación
e n t r e gasto d e la fuerza viva de t r a b a j o y condiciones d e su
r e c o n s t i t u c i ó n , F o r d a n t i c i p a algunas p r o p o s i c i o n e s . De e n t r a d a
señala p r u d e n t e m e n t e :
Quizá sería posible calcular con exactitud (...) la energía que una
jornada de trabajo quita a un hombre. Pero no es posible en abso-
luto determinar exactamente lo que costará restituirle esa energía
que nunca recuperará (p. 142, Ma vie, mon oeuvre).
Sin e m b a r g o , e s t a p r u d e n c i a n o i m p i d e en m o d o alguno a f i r m a r
—ya q u e a q u í es la experiencia la q u e h a b l a — q u e los «salarios
m á s altos q u e se h a y a n p a g a d o h a s t a el p r e s e n t e e s t á n lejos de
ser t a n elevados c o m o d e b e r í a n . . . » si se tiene en c u e n t a «... sus
fatigas y el i n e v i t a b l e d e s g a s t e de sus fuerzas» {id., p . 142) ^*.
Tal es la p r i m e r a m u t a c i ó n f u n d a m e n t a l q u e registra, que
debe registrar la n u e v a política p a t r o n a l del salario. E n su b a s e
Eviternos a n t e t o d o q u e alguien se l l a m e a e n g a ñ o p r e c i s a n d o
b i e n el t e r r e n o de q u e a q u í se t r a t a . N o p a r t i m o s de u n a defini-
c i ó n del v a l o r de la fuerza de t r a b a j o , q u e ya fue p l a n t e a d a de
m a n e r a a b s t r a c t a , e n t é r m i n o s d e t i e m p o d e t r a b a j o necesario.
E s t á e n t e l a de juicio ú n i c a y p r e c i s a m e n t e la alteración q u e
p r o d u c e la «racionalización» en las condiciones ofrecidas m a t e -
r i a l m e i i t e , t a l corao se h a n d e s a r r o l l a d o históricamiente, en la re-
c o n s t i t u c i ó n de las fuerzas de t r a b a j o .
D e s d e e s t e p t i n t o de vista, p u e d e decirse q u e , en u n m i s m o
y tinico p r o c e s o , la «racionalización» a c t ú a en dos direcciones
complementarias:
— p o r u n lado, favoreciendo la a p a r i c i ó n de las g r a n d e s
c o n c e n t r a c i o n e s i n d u s t r i a l e s y u r b a n a s , va a c o n t r i b u i r a dis-
t a n c i a r p r o g r e s i v a m e n t e al t r a b a j a d o r d e las «condiciones do-
m é s t i c a s » d e la r e c o n s t i t u c i ó n de su fuerza de t r a b a j o , a r r a n c á n -
d o l e del m a r c o r u r a l o s e m i r r u r a l del q u e s a c a b a — e n u n a s
c o n d i c i o n e s n o p r o p i a m e n t e merccintiles— m u c h o s de los ele-
m e n t o s de s u r e p r o d u c c i ó n ;
— p o r o t r o , a m e d i d a q u e a s i e n t a su h e g e m o n í a en los sec-
tores de producción de los bienes de uso necesarios ( p a r a la re-
c o n s t i t u c i ó n de la fuerza de t r a b a j o ) , la «racionalización» con-
t r i b u i r á a que estos bienes de uso sólo sean disponibles en
forma de mercancías, las c u a l e s sólo p o d r á n ser a d q u i r i d a s des-
de e n t o n c e s por mediación de la forma dinero, es decir por el
salario. L
É s t e d o b l e p r o c e s o —ruina del equilibrio doméstico y pro-
ducción sobre una base capitalista de los bienes de uso necesa-
rios— d a r á origen a lo q u e se d e s i g n a r á c o m o nuevas normas
S e t r a t a a q u í de la «gran i n d u s t r i a » * y, p o r t a n t o , d e la p r o d u c -
c i ó n e n serie, p e r o e n el s e n o de u n p r o c e s o d e t r a b a j o disgre-
g a d o e n casi t a n t o s «domicilios» c o m o o b r e r o s hayj el «bajo
p r e c i o de los artículos» se d e b e a u n a p r o l o n g a c i ó n del t r a b a j o
« t o d o lo q u e p u e d e n » .
E n e s t e s e n t i d o , y en la m e d i d a e n q u e h a y u n a producción
en serie de mercancías cuyo valor unitario ha bajado, p u e d e
a n a l i z a r s e e s t e tipo d e organización d e la p r o d u c c i ó n c o m o u n a
p r i m e r a f o r m a de lo q u e s e r á la « p r o d u c c i ó n en m a s a » m o d e r n a .
P e r o d e u n a f o r m a «inestable», t r a n s i t o r i a y, p o r t a n t o , contra-
d i c t o r i a , c o m o t a m b i é n se h a dicho. P o r u n l a d o , p r e s e n t a nu-
m e r o s a s v e n t a j a s d e s d e u n p u n t o d e vista capitalista, lo q u e
e x p l i c a q u e se m a n t e n g a a veces h a s t a m u y t a r d e . P o r o t r o , en
c u a n t o q u e s e b a s a e n u n m o d o de explotación d e m a s i a d o « b m -
t a l y s i m p l i s t a » , e n c u e n t r a — s i e m p r e d e s d e u n p u n t o d e vista
c a p i t a l i s t a — ciertos límites m á s allá d e los cuales se c o n s u m a r á
su. d i s o l u c i ó n .
D e s d e el p u n t o d e vista de las v e n t a j a s , p u e d e n d e s t a c a r s e
varios aspectos:
— M i e n t r a s el m e r c a d o del p r o d u c t o sea i n e s t a b l e y e s t é
s o m e t i d o a fluctuaciones i m p o r t a n t e s y n o d o m i n a d a s , el r e c u r s o
a u n a «reserva» de t r a b a j a d o r e s «a domicilio» — o a simples ar-
t e s a n o s manufactureros—•- seguirá s i e n d o el m e d i o m á s eficaz
d e e n f r e n t a r s e a las e v e n t u a l i d a d e s ; en caso de e x p a n s i ó n del
m e r c a d o , b a s t a c o n «movilizar» a e s t a r e s e r v a d e t r a b a j a d o r e s
de la p e q u e ñ a i n d u s t r i a : se o b t i e n e e n t o n c e s la p r o d u c c i ó n en
serie, evitando al c a p i t a l m a n t e n e r u n a i m p o r t a n t e fuerza de
t r a b a j o a s a l a r i a d a en el s e n o de la fábrica y p e r m i t i é n d o l e
r e d u c i r d e m o d o s u s t a n c i a l la inmovilización en c a p i t a l fijo
( m á q u i n a s e i n s t r u m e n t o s de t r a b a j o ) r e q u e r i d a en el m a r c o
de u n a «gran p r o d u c c i ó n » b a s a d a e n la fábrica.
— Además, al m a n t e n e r al « t r a b a j a d o r » en u n m a r c o «do-
méstico» y «familiar», se realiza u n a doble e c o n o m í a de gastos
de m a n o de o b r a . P o r u n lado, p o r q u e e n el m a r c o «doméstico»
de s u actividad, el t r a b a j a d o r «a domicilio» a p r o v e c h a —y de
r e c h a z o t a m b i é n la a p r o v e c h a el capitalista— la a y u d a d e su
m u j e r y de sus hijos (un solo salario, p o r lo general p a g a d o «a
destajo», r e m u n e r a el c o n j u n t o del t r a b a j o p r o d u c i d o ) . Por
o t r o lado, p o r q u e al s e r las m á s de las veces p r o p i e t a r i o d e u n a
vivienda y de u n c a m p o del q u e o b t i e n e la m a y o r p a r t e d e los
m e d i o s d e s u b s i s t e n c i a q u e necesita, el c o n j u n t o de la recons-
titución de su fuerza de t r a b a j o n o p a s a p o r la forma moneta-
ria, lo q u e p e r m i t e r e d u c i r los salarios.
P o r t o d a s e s t a s r a z o n e s , e s t e t i p o d e organización d e la
p r o d u c c i ó n a p a r e c e r á c o m o u n m o d o m u y eficaz d e explotación.
Todo se b a s a a q u í e n el h e c h o de q u e la existencia de secciones
m e c a n i z a d a s del p r o c e s o d e t r a b a j o , al r e d u c i r el valor social
m e d i o d e las m e r c a n c í a s , obliga al t r a b a j a d o r «a domicilio»,
en la m e d i d a en q u e se esfuerza p o r r e p r o d u c i r s e c o m o pro-
d u c t o r «independiente», a a c e p t a r q u e la r e m u n e r a c i ó n que
p e r c i b e se e q u i p a r e con la q u e p e r m i t e la t a s a m e d i a de pro-
d u c t i v i d a d . De este m o d o , los t r a b a j a d o r e s de la « p e q u e ñ a in-
d u s t r i a » e s t á n así obligados a c o m p e n s a r m e d i a n t e u n incre-
m e n t o d e la i n t e n s i d a d del t r a b a j o ( d u r a c i ó n y r i t m o d e tra-
bajo) el a u m e n t o de p r o d u c t o s q u e la fábrica o b t i e n e a n t e todo
p o r el i n c r e m e n t o d e la productividad del t r a b a j ó .
Sin e m b a r g o , e s t a «articulación» e n t r e « p e q u e ñ a i n d u s t r i a »
y «fábrica» t r o p e z a r á con ciertos límites i n f r a n q u e a b l e s p a r a
ella, m á s allá de los cuales se c o n s u m a r á la «proletarización
real» del t r a b a j a d o r a domicilio. E s t a «disolución» de la gran
i n d u s t r i a tiene v a r i a s series de c a u s a s :
— E n p r i m e r lugar, e s t e tipo d e explotación, d e m a s i a d o
« b r u t a l y simplista», choca con u n o s límites d e o r d e n fisioló-
gico q u e h a c e n i m p o s i b l e s su r e p r o d u c c i ó n y su profundización.
«El a b a r a t a m i e n t o d e la fuerza de t r a b a j o p o r el m e r o empleo
a b u s i v o de fuerzas d e t r a b a j o f e m e n i n a s e i n m a d u r a s , p o r el
m e r o d e s p o j o de t o d a s las condiciones n o r m a l e s de t r a b a j o y de
v i d a y la simple b r u t a l i d a d del t r a b a j o excesivo y del t r a b a j o
74 Benjamin Coriat
n o c t u r n o , t e r m i n a p o r t r o p e z a r con ciertas b a r r e r a s n a t u r a l e s
q u e ya n o es posible f r a n q u e a r » •'.
— Además, y esto es lo i m p o r t a n t e , este límite de la e c o n o m í a
d e las fuerzas físicas se c o n v i e r t e en u n o s límites e c o n ó m i c o s
p r o p i a m e n t e dichos:
Y lo mismo le ocurre al abaratamiento de las mercancías y a la
explotación capitalista fundados sobre estas bases *.
L a p r o s e c u c i ó n d e la p r o d u c c i ó n de m e r c a n c í a s b a r a t a s en
s e r i e d e b e p r o c u r a r s e o t r a b a s e . E n t o n c e s i n t e r v i e n e el E s t a d o
p a r a a c e l e r a r las inevitables t r a n s f o r m a c i o n e s .
La h i s t o r i a inglesa p r o p o r c i o n a n u m e r o s a s i l u s t r a c i o n e s de
p r o c e s o s . E l m á s c é l e b r e es el q u e vio n a c e r la «legislación
fabril» de la d é c a d a d e 1860. Las leyes d e 1864 y 1867 9 inter-
v i e n e n en esta c o y u n t u r a en q u e la «fábrica», al d e s a r r o l l a r s e ,
a s e g u r a t a m b i é n el n u e v o d e s p e g u e de la « i n d u s t r i a a domicilio»,
p e r o s o b r e la n u e v a b a s e q u e se h a i n d i c a d o . De a h í la inquie-
t u d del i n f o r m e p a r l a m e n t a r i o de 1866 q u e p r e p a r a la ley, d e
a h í t a m b i é n ese m i s m o p a t e r n a l i s m o a u t o r i t a r i o q u e señalába-
m o s en F o r d , s i e m p r e a p u n t a l a d o p o r el m i s m o i n t e r é s de clase.
J u z g ú e s e : «[La ley] les i m p o n d r í a u n h o r a r i o d e t r a b a j o mo-
d e r a d o y r e g u l a r ; [...] e c o n o m i z a r í a y a c r e c e n t a r í a e s a s r e s e r v a s
d e fuerza física de las q u e t a n t o d e p e n d e n su p r o p i o b i e n e s t a r
y e l del p a í s ; salvaría a la nueva generación de ese esfuerzo exte-
n u a n t e , e f e c t u a d o a e d a d t e m p r a n a , que m i n a su c o n s t i t u c i ó n
y lleva a una decadencia prematura» •o.
De h e c h o , si la «legislación fabril» i n t e n t a «proteger» al tra-
b a j a d o r , t a m b i é n i n t e n t a «liberarlo» y «movilizarlo» p o r c u e n t a
d e la fábrica, p u e s en las n u e v a s condiciones de la ley la p r o -
s e c u c i ó n de su a c t i v i d a d «doméstica» es imposible. «Al a n i q u i l a r
l a s esferas de la p e q u e ñ a i n d u s t r i a y de la i n d u s t r i a domicilia-
r i a , a n i q u i l a t a m b i é n los ú l t i m o s refugios d e los " s u p e r n u m e r a -
rios'...», obligándolos a e n r o l a r s e c o m o simples a s a l a r i a d o s p o r
c u e n t a de la fábrica o a u n i r s e a esa m a s a de t r a b a j a d o r e s su-
p e r n u m e r a r i o s , «reserva-» del capital.
Se a b r e así u n n u e v o espacio a la a c u m u l a c i ó n del capital.
A u n q u e o b t e n i d a p o r m e d i o s r u d o s , la p r o d u c c i ó n en serie
7 Marx, El capital, libro l, vol. 2, p . 572.
« Ibid., p. 572.
9 1864: «Factory Acts»; 15 de agosto de 1867: «Factory Extension Act»
(ley para la extensión de las leyes de fábrica, que afecta a la gran indus-
tria) y «Workshop Regulation Act» (ley de regulación de los talleres).
•o Extraído de Children's Employement Commission, V. Report 1866,
citado por Marx, El capital, libro i, vol. 2, p. 599.
La producción capitalista en masa 75
de artículos «baratos» ha podido desarrollarse. A la «gran indus-
tria» corresponde una «gran producción de plusvalor» que anun-
cia en sus rasgos esenciales lo que será la «producción en
masa». Ante tal estado de cosas, puede comprenderse la plena
significación de las revoluciones tayloriana y fordiana.
a b s t r a c t o , u n i n c r e m e n t o de la p r o d u c t i v i d a d del t r a b a j o *''
no p e r m i t e i n c r e m e n t a r m á s q u e la c a n t i d a d de m e r c a n c í a s
p r o d u c i d a s en u n m i s m o t i e m p o de t r a b a j o , y n o p r o d u c e efec-
tos e n la m a s a de v a l o r « n u e v a m e n t e p r o d u c i d a » '^. Dicho d e
o t r a m a n e r a , el r e s u l t a d o esencial d e u n i n c r e m e n t o d e la p r o -
ductividad del t r a b a j o es r e d u c i r el v a l o r u n i t a r i o d e las mer-
cancías a u m e n t a n d o la c a n t i d a d p r o d u c i d a en u n m i s m o t i e m p o .
P o r el c o n t r a r i o , u n i n c r e m e n t o del g r a d o (social medio) de
la i n t e n s i d a d del t r a b a j o se analiza en p r i m e r lugar como una
extracción suplementaria de plustrabajo en el c o n j u n t o de la
sociedad, e n la m e d i d a en q u e t o d o i n c r e m e n t o de la i n t e n s i d a d
del t r a b a j o c o r r e s p o n d e de h e c h o a u n a p r o l o n g a c i ó n de la du-
ración de la j o r n a d a de t r a b a j o social. Según e s t a hipótesis,
cosa n o t a b l e , el t r a b a j o «...produce al m i s m o t i e m p o no sólo
m á s p r o d u c t o s , sino t a m b i é n m á s valor» ^*
Si, c o m o se h a p r e t e n d i d o , es v e r d a d q u e las n u e v a s n o r m a s
de t r a b a j o y p r o d u c t i v i d a d afectan a la vez a la p r o d u c t i v i d a d
y a la i n t e n s i d a d del t r a b a j o , h a y q u e a d m i t i r t a m b i é n q u e de
ellas r e s u l t a u n c a m b i o general q u e afecta a la f o r m a c i ó n de
los v a l o r e s d e c a m b i o , p u e s t o q u e se m a n i f i e s t a n simultánea-
m e n t e u n a u m e n t o del valor nuevamente producido y del nú-
mero de mercancías sobre las cuales se distribuye, así como
una reducción de su valor unitario.
T a n t o en el o r d e n del p r o c e s o de t r a b a j o c o m o e n el de la
f o r m a c i ó n d e las m e r c a n c í a s , la « g r a n i n d u s t r i a » e n su f o r m a
nueva, «racionalizada», da origen a u n m e c a n i s m o completa-
m e n t e d i s t i n t o d e «gran p r o d u c c i ó n d e plusvalor». E s t e p u e d e
r e s u m i r s e así: producción en serie de mercancías estandari-
zadas cuyo valor ha bajado. La p r o d u c c i ó n c a p i t a l i s t a en m a s a ,
b a j o la f o r m a « m o d e r n a » q u e c o n o c e m o s hoy, t i e n e su origen
aquí.
La v e r d a d e r a dificultad p a r a q u e el n u e v o e s q u e m a de a c u m u -
lación a f i r m e su d o m i n i o de m a n e r a i r r e v e r s i b l e e s t r i b a en las
^é Ibid.
27 Referido por H. Hatzfeld, Du paupérisme á la Sécurité sociale:
1850-1940, A. Colín, 1971 (el subrayado es nuestro).
La producción capitalista en masa 83
ros: los «externos» —carboneros y vagoneros— y los «internos»
—que trabajan en la extracción propiamente dicha—. Los prime-
ros, sin cualificación especial; los segundos, por el contrario,
muy cualificados y además poco numerosos. El número de
éstos, legados por las corporaciones, es muy insuficiente en
relación con las necesidades de la revolución industrial. Sin
embargo, ambas categorías de obreros tienen en común el he-
cho de constituir una mano de obra perfectamente inestable.
Unos (los «externos»): «campesinos poco hechos a la disciplina
industrial... (están) siempre propensos a abandonar a su patrón,
tan pronto como los reclaman las faenas del campo». Los otros,
los «internos», al ser escasos, están muy «solicitados y dispues-
tos a ceder a los ruegos del dueño de la mina que prometa
pagar más...»^.
La gran industria carbonera y minera no puede acomodarse
a una inestabilidad y a una indisciplina semejantes.
Tres «cajas» (accidentes-paro-jubilación) van a entrelazar sus
disposiciones para convertir la asistencia en un instrumento al
servicio de la expansión de la gran industria, coincidiendo en
asegurarle «disciplina» y sumisión de las fuerzas de trabajo.
Prácticamente, lo esencial reside en la caja de socorro a los
«obreros heridos-», pues en su conjunto la nueva institución
está montada en torno al gran problema de los «accidentes».
Aparte de ser muy frecuentemente el origen de esa «intolerable
independencia» de la que habla B. Gilíes, el peligro profesional
es reconocido hasta el punto de que una garantía en este terreno
aparece pronto como la condición para atraer, mantener y re-
novar la mano de obra necesaria.
Pero las cajas de «socorro» no cobran plena significación si
no se las relaciona con las cajas «de paro», que completan el
dispositivo. La caja «de paro» se utiliza también para anular
los efectos de la temeraria ley de 1896 que dejaba abierta la
posibilidad de establecer la «responsabilidad patronal». Por eso
se convino que esa caja «...debía dar una indemnización en
concepto de paro a los obreros heridos que renunciaran a cual-
quier acción judicial. El hecho de haber cobrado la primera in-
demnización de paro implicaba la aceptación, de esta regla-
mentación» ^.
g a n , o c u p a n de nuevo el p r i m e r p l a n o de la e s c e n a . E s , en cierto
m o d o , la vuelta del objetivo: la crisis está ahí.
P a s o a p a s o , p o r p a r t e d e los g o b e r n a n t e s y b a j o el formi-
d a b l e e m p u j e de las l u c h a s o b r e r a s , h a b r á q u e h a c e r el inven-
t a r i o , t r a t a r d e r e u n i r los f r a g m e n t o s q u e se p u e d a .
E n t r e t o d o s , u n h o m b r e s a b r á i n t e r p r e t a r la crisis en sus
n o v e d a d e s , en lo q u e c o n t i e n e ya del o r d e n f u t u r o . Convencido
de q u e la crisis que se p r e s e n t a n o es la s i m p l e r e p e t i c i ó n del
p a s a d o , sino o b r a de fuerzas nuevas, s a b r á d a r u n vuelco, em-
p l e a n d o u n lenguaje s i e m p r e a u d i b l e p o r sus colegas, a la teoría
y l a p r á c t i c a de lo q u e todavía se llama el «equilibrios^. D e s p u é s
de T a y l o r y Ford, Keynes viene así a t e r m i n a r el edificio. Tras
la teoría y la práctica de la producción en masa en el táller,
la teoría y la práctica del tipo de Estado y de regulación que le
corresponden.
D e s d e luego, t o d o e s t o d e s d e u n p u n t o d e vista estricta-
m e n t e capitalista, en b u s c a de u n a operatividad de la r e e s t r u c -
t u r a c i ó n y d e la regulación, p e r o la eficacia r e s u l t a r á real y
duradera.
Así p u e s , la crisis da origen al E s t a d o m o d e r n o . P e r o ¿ d e
d ó n d e viene la crisis en sí?
P a r a t r a t a r d e c o m p r e n d e r lo q u e está en j u e g o en la crisis de
la d é c a d a de 1930, hay q u e volver a la noción d e p r o d u c c i ó n en
m a s a . P a r a e s t a b l e c e r la n o v e d a d y la s i n g u l a r i d a d del tipo de
t r a n s f o r m a c i ó n q u e i n s t a u r a , se h a b í a definido la p r o d u c c i ó n
e n m a s a a p a r t i r de u n «juego» e n t r e n o r m a s n u e v a s — d e tra-
b a j o , d e p r o d u c c i ó n y de c o n s u m o — y las c o n d i c i o n e s concre-
t a s d e su a c u m u l a c i ó n (c/. c u a d r o a d j u n t o ) . P e r o h a y q u e se-
g u i r a d e l a n t e . P o r q u e el e n u n c i a d o del « e s q u e m a formal» al
q u e se p u e d e referir la p r o d u c c i ó n en m a s a d e b e p r o l o n g a r s e
c o n c i e r t a s precisiones que c o n c i e r n e n a los p r o c e s o s r e a l e s p o r
los c u a l e s y a través de los cuales se h a e x t e n d i d o . D e b e n seña-
l a r s e así varios p u n t o s relativos a las c o n d i c i o n e s del estableci-
miento de cada una de estas normas nuevas, p o r u n a p a r t e , y a
su a r t i c u l a c i ó n y «funcionamiento» en un proceso de conjunto,
por otra. La «crisis» de la d é c a d a de 1930, c o m o el t i p o de Esta-
d o q u e va a r e s u l t a r de ella, p u e d e n así ser « c o n t e m p l a d o s en
p e r s p e c t i v a » y r e c o n s i d e r a d o s con relación al n u e v o e s q u e m a de
a c u m u l a c i ó n del capital s u r g i d o del f o r d i s m o .
Los «tiempos modernos» 89
1. C e n t r á n d o s e en p r i m e r l u g a r en las m u t a c i o n e s q u e
afectan a la p r o d u c c i ó n de m e r c a n c í a s , h a y q u e s e ñ a l a r que la
i n t r o d u c c i ó n y la h e g e m o n í a del t a y l o r i s m o y el f o r d i s m o en
los talleres no se p r o d u c e n en u n día ni de u n a vez. Iniciada a
principios de siglo, la lucha e m p r e n d i d a p o r el capital p a r a im-
p o n e r las técnicas del «scientific management» se extiende a lo
largo de décadas. Conoce m o m e n t o s de aceleración y p r o g r e s o
r á p i d o (sobre todo con ocasión de la guerra) o, p o r el contra-
rio, r i t m o s lentos y m o m e n t o s de e s t a n c a m i e n t o . Según las
i n d u s t r i a s , las localidades, las t r a d i c i o n e s de organización y la
eficacia de la resistencia o b r e r a , son diferentes los r i t m o s d e
t r a n s f o r m a c i ó n y íiigunas veces sus propios c u r s o s . A esto h a y
que- a ñ a d i r que p e r d u r a r á n d u r a n t e m u c h o t i e m p o f o r m a s ma-
n u f a c t u r e r a s , «pretaylorianas», ya q u e los m i s m o s gerentes se
m o s t r a r á n f r e c u e n t e m e n t e escépticos con r e s p e c t o a la eficacia
de los nuevos dispositixos >• xacilarán en a c o i n e t e r las transfor-
m a c i o n e s necesarias. En r e s u m e n , si es cierto q u e la racionaliza-
ción del t r a b a j o avanza, lo h a c e sólo p r o g r e s i v a m e n t e , a sacu-
didas, a u n r i t m o y u n a velocidad desiguales según las r a m a s ,
las* i n d u s t r i a s y los talleres.
E n t é r m i n o s económicos, y eso es lo i m p o r t a n t e , esto sig-
nifica que, en todo m o m e n t o , p a r a u n c o n j u n t o de m e r c a n c í a s
de valor de u s o c o m p a r a b l e , h a y s i e m p r e u n a coexistencia de
diferentes tipos de procesos d e t r a b a j o , q u e t a m b i é n son des-
igtialmente eficaces desde el p u n t o de vista de la valorización
del valor y del capital i n v e r t i d o .
Así se manifiestan sin c e s a r u n a s diferencias de productivi-
dad e n t r e u n i d a d e s de p r o d u c c i o n e s i n v e r t i d a s en la p r o d u c -
ción de las m i s m a s m e r c a n c í a s (o de m e r c a n c í a s con valores
de u s o c o m p a r a b l e s ) . E s t a s diferencias de p r o d u c t i v i d a d n o
p u e d e n d u r a r m u c h o . A la larga, a c a b a n p o r t r a e r la r u i n a a las
u n i d a d e s de p r o d u c c i ó n b a s a d a s en los s o p o r t e s m e n o s eficaces.
Si se acelera el r i t m o de la «ruina» de las u n i d a d e s m á s débiles
y si esta «ruina» afecta a u n a c a n t i d a d significativa de talleres,
entonces nos h a l l a m o s a n t e lo q u e se llama u n a «crisis», ya se
t r a d u z c a é s t a en u n a simple desvalorización de capital (que ya
sólo p u e d e v e n d e r s e p o r d e b a j o de su valor) o en su p u r a y
simple d e s t r u c c i ó n , en su expulsión de la esfera m e r c a n t i l .
C o n s i d e r a d a d e s d e este p u n t o de vista, la racionalización
tayloriana y fordiana de los p r o c e s o s de t r a b a j o no podía des-
a r r o l l a r s e m á s q u e p o r y a t r a v é s de u n i n c e s a n t e p r o c e s o de
r e e s t r u c t u r a c i o n e s i n d u s t r i a l e s r e q u e r i d o p a r a p e r m i t i r —a ve-
ces de m a n e r a b r u t a l — el n e c e s a r i o r e a j u s t e en las relaciones
90 Benjamin Coriat
Los «tiempos modernos» 91
de valor entre mercancías de valor de uso comparable * pero
producidas sobre bases diferentes y desigualmente eficaces des-
de el punto de vista de la valorización del valor. Reajustes que
van a resultar periódicamente necesarios y cuya forma concreta
es: quiebras industriales, comerciales o bancarias, eliminación
de unidades de producción, concentración y centralización del
capital. En el fondo, todo proviene de que la racionalización de
los procesos de trabajo es un constante vehículo y factor de
«crisis». Cuando se desarrolla, provoca la invalidación de con-
juntos-mercancías producidos sobre bases que su mismo pro-
greso ha hecho arcaicas.
Tal es el origen de las quiebras y minas industriales en cade-
na que caracterizan a la década de 1930^.
2. El establecimiento de lo que se ha dado en llamar «nue-
vas normas de consumo» no va a efectuarse, por su parte, sin
sacudidas ni rupturas. La destrucción del antiguo equilibrio «do-
méstico» y rural, la producción sobre una base capitalista de los
bienes de uso necesarios, la extensión del salariado y la hege-
monía de la forma dinero como instrumento y soporte del cam-
bio son otros tantos fenómenos interdependientes que se apoyan
unos en otros y se refuerzan, pero que también entran en con-
tradicción a veces violenta con el antiguo orden de cosas. A me-
dida que se impone el nuevo, provoca mutaciones profundas y
radicales en las condiciones de existencia y reproducción de las
clases obreras. La afirmación de la producción «en serie» de
las mercancías necesarias creaba ciertamente las condiciones
del desarrollo del consumo en masa, pero la continuidad entre
la producción y el consumo en masa sólo se establece tras un
largo período de tiempo y recurriendo frecuentemente a medios
forzados.
Ya a principios de siglo, Ford insistía con su manera directa
y particular (y mucho antes de las construcciones keynesianas
relativas a la «demanda efectiva») en la necesidad de mantener
ciertos equilibrios si se quería preservar a la incipiente pro-
ducción en masa:
R e c o r d e m o s que, p a r a a u m e n t a r el « m e r c a d o i n t e r i o r » , F o r d
p r e c o n i z a b a distribuir «salarios altos».
De hecho, el «salario alto» (incluso c u a n d o es llevado a la
p r á c t i c a , lo que sigue siendo excepcional) n o c o n s e g u i r á «ab-
s o r b e r » p o r sí m i s m o las m e r c a n c í a s p r o d u c i d a s en lo sucesivo
a u n a s escalas y series p r o l o n g a d a s . P a r a a s e g u r a r l e s m e r c a d o s
y e s t a b l e c e r con la p r o d u c c i ó n en m a s a el c o n s u m o en m a s a q u e
r e q u i e r e , se multiplican las técnicas de consumo «forzoso». El
d e s a r r o l l o de la p r o d u c c i ó n en m a s a es c o n t e m p o r á n e o de los
«economatos», a l m a c e n e s d o n d e el o b r e r o debe a l i m e n t a r s e y
a b a s t e c e r s e . Se paga al t r a b a j a d o r todo o p a r t e de lo q u e se le
a d e u d a no en dinero —equivalente general de las m e r c a n c í a s —
s i n o en «vales de c o m p r a » sólo canjeables p o r d e t e r m i n a d a s
m e r c a n c í a s vendidas en d e t e r m i n a d o s e s t a b l e c i m i e n t o s .
. Con el desarrollo del c r é d i t o al c o n s u m o se h a b u s c a d o o t r o
r e l e v o e n t r e la p r o d u c c i ó n y el c o n s u m o en m a s a . A finales de
la d é c a d a de 1920, se p u e d e n e n u m e r a r en F r a n c i a cerca de
c u a r e n t a e s t a b l e c i m i e n t o s de u n nuevo tipo: s o c i e d a d e s de fi-
n a n c i a c i ó n p a r a la v e n t a a c r é d i t o . No es posible s o s t e n e r q u e
ello sea o b r a de la c a s u a l i d a d : las m á s i m p o r t a n t e s son c r e a d a s
p o r fábricas de automóviles y p r e t e n d e n facilitar la c o m p r a de
é s t o s . E s el caso de la sovAC (Société de V e n t e a Credit), c r e a d a
e n 1919 p o r iniciativa de Citroen; de la DIAC (Diffusion Indus-
t r i e l l e et Automobile p a r le Credit), c r e a d a en 1928 y ligada a
l o s E s t a b l e c i m i e n t o s Peugeot, de la CAVIA (Credit p o u r l'Achat
d e s Véhicules Automobiles), ligada a Simca. O t r a s sociedades
se i n t e r e s a n por a r t í c u l o s m á s variados, e s p e c i a l m e n t e p o r los
e l e c t r o d o m é s t i c o s . La S e m e u s e , c r e a d a en 1919; el CREG (Credit
E l e c t r i q u e et Gazier), c r e a d o e n 1927 p o r T h o m s o n - H o u s t o n ; la
Radio-fiducilaire, p o r Philips. E n t o d o s los casos se t r a t a de
e s t a b l e c i m i e n t o s d e venta a c r é d i t o de bienes d u r a d e r o s o semi-
d u r a d e r o s q u e c o r r e s p o n d e n a las n u e v a s e s t r u c t u r a s del con-
s u m o en las sociedades u r b a n a s e i n d u s t r i a l e s de O c c i d e n t e ' .
E n el fondo d e estos m ú l t i p l e s dispositivos hay u n a idea
n u e v a a u n q u e sencilla: la p r o d u c c i ó n en m a s a s u p o n e la distri-
b u c i ó n de un poder adquisitivo suficiente en f o r m a d e salario y
de r e n t a . So p e n a de q u e a ias posibilidades de «crisis» q u e
r e s u l t a n de las d i s t o r s i o n e s i n t r o d u c i d a s p o r las diferencias de
p r o d u c t i v i d a d e n t r e procesos d e t r a b a j o p r o d u c t o r e s de valores
de u s o similares se a ñ a d a n u n a s «crisis» q u e r e s u l t a r í a n p u r a y
s i m p l e m e n t e de la falta de a d e c u a c i ó n e n t r e las n u e v a s estruc-
t u r a s de la p r o d u c c i ó n y del c o n s u m o .
H a y q u e p r e c i s a r todavía q u e esté p r o c e s o n o es sólo virtual
y potencial, es el proceso social necesario por el cual se extiende
y desarrolla el salariado en u n a serie de desfases c o n s t a n t e s y
r e p e t i d o s a p a r t i r del «juego» e n t r e n o r m a s nuevas de t r a b a j o ,
de^ p r o d u c c i ó n y d e c o n s u m o en sus sucesivos «niveles» en el
c u r s o de su instalación.
A p a r t i r de e s t o s e l e m e n t o s p u e d e p r e c i s a r s e m e j o r el papel
y el lugar del f o r d i s m o en la crisis de la d é c a d a de 1930. Ante
t o d o , d e s d e el s i m p l e p u n t o d e vista de la sucesión de los acon-
t e c i m i e n t o s , no se p u e d e d e j a r de r e l a c i o n a r el h e c h o con la
crisis de las m u t a c i o n e s en las condiciones de existencia de las
clases o b r e r a s q u e lo p r e c e d e n y q u e c o n s t i t u y e n las racionaliza-
ciones t a y l o r i a n a s y f o r d i a n a s de la gran i n d u s t r i a capitalista.
Al i n t r o d u c i r en la b a s e m i s m a de los a p a r a t o s de producción
u n a s diferencias a c e n t u a d a s d e l r e n d i m i e n t o y p r o d u c t i v i d a d del
t r a b a j o , al a c e l e r a r la r u i n a d e la «pequeña» i n d u s t r i a , al alte-
r a r el m o d o de c o n s u m o y d e r e p r o d u c c i ó n de la clase o b r e r a ,
al s u s c i t a r m e d i a n t e el c r é d i t o y el c o n s u m o forzoso unos pro-
cesos en c a d e n a de «seudo-validación» * de las m e r c a n c í a s , la
I. EL OBRERO-MASA MULTINACIONAL
m o d a l i d a d e s d e la t r a n s f o r m a c i ó n d e la e s t r u c t u r a d e oferta d e
t r a b a j o a largo plazo ^.
D e j a n d o a u n lado p o r el m o m e n t o el c o n c e p t o o s c u r o de
«cualificación» y r a z o n a n d o d e s d e el p u n t o de vista de las mo-
dificaciones i n t r o d u c i d a s e n el ejercicio del t r a b a j o c o n c r e t o ,
h a y q u e a t r i b u i r a n t e t o d o el d e s a r r o l l o y la división del t r a b a j o
y del m a q u i n i s m o , consecutivo al p r o g r e s o d e la racionalización,
a u n doble proceso:
— un proceso de separación entre el trabajo de concepción
y el trabajo de ejecución;
— y u n p r o c e s o de parcelación y repetitividad en los propios
trabajos de concepción y de ejecución.
Y h a y q u e a f i r m a r r o t u n d a m e n t e q u e el nivel de p a r c e l a c i ó n
y r e p e t i t i v i d a d del t r a b a j o a l c a n z a d o en las d é c a d a s de 1920-
1930 —sea cual fuere la «revolución» q u e i n t r o d u c e c o n relación
al a n t e r i o r e s t a d o de cosas— n o es todavía m á s q u e u n juego
de niños en c o m p a r a c i ó n con los r e s u l t a d o s de la aplicación en
la p o s g u e r r a d e los m é t o d o s «científicos» de la segunda genera-
ción: el f a m o s í s i m o M-T-M. E s t o , o b s e r v a b l e en la evolución
d e los e m p l e o s de taller, es t o d a v í a m á s evidente e n los d e ofi-
cina, d o n d e la m o d e r n i z a c i ó n y la racionalización, b a j o el doble
p r i n c i p i o q u e a c a b a m o s d e e n u n c i a r , n o e s t á n todavía m á s q u e
en sus principios. C o m o indica u n r e c i e n t e i n f o r m e de la Comi-
s a r í a del P l a n :
lo q u e sólo se consigue c r e a n d o p a r a g r u p o s r e s t r i n g i d o s d e
t r a b a j a d o r e s u n o s p u e s t o s q u e conllevan t a r e a s d e concepción.
E n el s e g u n d o c a s o ( i n d u s t r i a s b a s a d a s en el e m p l e o d e
complejos integrados de autómatas) hay una misma tendencia,
p e r o a q u í c o n d i c i o n e s de o r d e n t a n t o «técnico» (el b u e n d e s a r r o -
llo d e los p r o c e s o s exige u n a fuerza de t r a b a j o flexible, fluida,
susceptible de e n f r e n t a r s e r á p i d a m e n t e a los imprevistos) c o m o
«social» (necesidad de «estabilizar» en el seno del p r o c e s o d e
t r a b a j o a u n niicleo de o b r e r o s e n c a r g a d o s de las t a r e a s d e guía
y c o n t r o l de los a p a r a t o s a u t o m á t i c o s ) llevan a q u e se reconoz-
can c o m o «cualificadas» a u n a s categorías de o b r e r o s q u e , p r o -
p i a m e n t e h a b l a n d o , n o p o s e e n oficio alguno (fuera de su indus-
tria, la «cualificación» deja de ser r e c o n o c i d a ) . Sin e m b a r g o ,
h a s t a en este c a s o —si se t o m a en c o n s i d e r a c i ó n el c o n j u n t o de
la fuerza de t r a b a j o o b r e r a q u e t r a b a j a en un sitio— se siguen
utilizando a m p l i a s m a s a s de o b r e r o s especializados y p e o n e s (en
la a l i m e n t a c i ó n , la limpieza, la m a n u t e n c i ó n , el acondiciona-
m i e n t o , la e x p e d i c i ó n . . . ) . Los m i s m o s p r i n c i p i o s básicos de la
organización científica del t r a b a j o {separación concepción/eje-
cución y f r a c c i o n a m i e n t o del t r a b a j o en el seno d e la concepción
y de la ejecución) se aplican, a u n q u e de u n a m a n e r a p a r t i c u l a r ,
a u n n ú m e r o r e s t r i n g i d o de o b r e r o s , e n c a r g a d o de la guía y
c o n t r o l de los a p a r a t o s a u t o m á t i c o s ' " .
E n total, y en e s t e caso c o m o en el o t r o , n o es el «retraso»
sino el progreso de la modernización —si se q u i e r e al m e n o s
a d m i t i r q u e h a y q u e referirla a las condiciones verdaderas y
reales en las cuales se aplica a partir de la organización cientí-
fica del trabajo— lo q u e d a o r i g e n a la e n t r a d a en m a s a en la
p r o d u c c i ó n de u n o b r e r o del q u e n o se c o n s u m e n más q u e u n a s
a p t i t u d e s p a r t i c u l a r e s n o v a l i d a d a s c o m o e l e m e n t o s d e cualifi-
cación. Presente en el origen de la racionalización y de la pro-
ducción en masa, el obrero-masa no cualificado aparece de nue-
vo en su extremidad como figura necesaria de aquéllas.
Trabajadores
procedentes de Población
la agricultura activa total
1. El principio de la «reserva-»
En las condiciones «modernas» —mercantiles y capitalistas—
impuestas a la reconstitución de las fuerzas de trabajo, la
emigración en masa sólo encuentra su líltima explicación si se la
relaciona con la función económica que cumple: hacer posible,
en pleno corazón de las concentraciones urbanas e industriales
de Occidente, la bicoca de un obrero móvil desorganizado, man-
tenido en una situación infra jurídica, cuyos gastos de manuten-
ción y reproducción sólo son cubiertos en pequeña parte por
quien consume su fuerza.
La forma pura, el «tipo ideal», de esta figura particular de
la explotación capitalista se da en los bantustans y corresponde
a C. Meillassoux el mérito de haber mostrado sus modalidades
de aplicación en el caso de la inmigración de hoy día en los
países occidentales después de haber puesto al descubierto su
mecanismo ". Todo se reduce a algunos sencillos principios.
Muy en primer lugar en los bantustans. Manteniendo —a la
fuerza si es necesario '^— en territorios enteros unas condiciones
precapitalistas de trabajo y reconstitución de las fuerzas de tra-
bajo, procurando no sacar de estos espacios «domésticos» más
que los brazos necesarios (y por el tiempo necesario) para las
necesidades de los sectores capitalistas y, por último, despidien-
do a los trabajadores gastados (o enfermos), el capital hace po-
sible para sí mismo un suministro continuo de fuerzas de tra-
bajo a las que ocupa en la manufactura o la mina y a las que no
remunera más que durante el período efectivamente activo y
productivo. Los gastos de crianza, accidente, enfermedad o ve-
jez están asegurados en lo esencial por la comunidad «domés-
tica» de origen.
'7 C. Meillassoux, Femmes, greniers et capitaux, Maspéro, 1975 [Muje-
res, graneros y capitales, México, Siglo XXI, 1976]. Se hace referencia
aquí al segundo ensayo que compone este libro y que lleva por título:
«L'immigration comme mode de reproduction de la main-d'oeuvre á bon
marché».
18 Por medios tales como la prohibición de la práctica del dinero.
114 Benjamin Coriat
P r á c t i c a m u y p r o n t o d e s a r r o l l a d a y c o n plena conciencia
p o r lo d e m á s . H e aquí dos textos, c i t a d o s a m b o s p o r C. Mei-
Uassoux, q u e r e s u r a e n p e r f e c t a m e n t e la situación:
21 H e a q u í el c u a d r o q u e d a el a u t o r (p. 14):
Encuesta sobre los salarios y los costos de mano de obra en la CEE
( C o n j u n t o d e la i n d u s t r i a - e m p r e s a o e s t a b l e c i m i e n t o d e 50 a s a l a r i a d o s
p o r lo m e n o s . P r o m e d i o e n f r a n c o s b e l g a s , 1966) .
Países Liixem-
RFA Francia Bélgica Italia
Bajos burgo
Obreros:
(Salarios direc-
tos + primas
y gratificacio-
n e s regulares.) 56,22 40,56 49,70 34,77 47,81 62,39
Importe horario.
La organización científica del trabajo 133
— m i n i m i z a r la m a n o de o b r a n e c e s a r i a (el n ú m e r o d e pues-
t o s d e t r a b a j o ; esto p u e d e c o m p l i c a r s e todavía m á s si se i n t e n t a
d i s t i n g u i r e n t r e las «cualificaciones» n e c e s a r i a s ) ;
— m a x i m i z a r el « t i e m p o de ocupación» d e c a d a o b r e r o en
c a d a p u e s t o de t r a b a j o y «equilibrar» el t i e m p o global d e ocupa-
c i ó n d e c a d a u n o d e los o b r e r o s e m p l e a d o s ^.
Dicho d e o t r a m a n e r a , se p u e d e definir el «equilibrado» c o m o
u n p r o c e d i m i e n t o q u e i n t e n t a «optimizar» — d e s d e el p u n t o de
v i s t a d e los t i e m p o s y los costos— un conjunto de puestos de
trabajo individuales c u y a sucesión e s t á s o m e t i d a p o r p r i n c i p i o a
c i e r t a s obligaciones d e anterioridad y / o de simultaneidad.
EL EQUILIBRADO
e J"
^MV 3 7
g \
// 17^ 12
// Xíü
a// aV 23^ 2lV
//5 ^^^
// y^^ 15\
o
10 © —Í8 ®
*^
d
14 '
que la línea debe montarse a partir del elemento básico que cons-
tituye el individuo vigilado en su puesto de trabajo (id., p. 9).
Para Emery, una parte muy grande de los problemas y de las di-
ficultades con que tropieza hoy día masivamente el M-T-M pro-
viene de que el objeto de su saber y los límites de las soluciones
que puede aportar están determinados por .este axioma jamás
discutido: la organización del trabajo es la organización de
puestos individuales de trabajo controlables y vigilables.
1947-1966 1966-1973
Industria manufacturera
S t o c k de capital productivo por hombre-
3,7 3,8
E q u i p o p o r h o m b r e - h o r a (1) 5,4 4,6
E s t r u c t u r a s p o r h o m b r e - h o r a (1) 1,9 2,4
Financiéres, id., 1976, num. 3; así como ciertos datos del artículo de
Aglietta, «Monnaie et inflation: quelques lemons de l'experience américaine
d e s dix dernieres années», Economie et Statistique, INSEE, núm. 77, abril
d e 1976.
— En el caso de Francia, además de los elementos contenidos en
A. Sauvy, Histoire économique de la France entre les deux guerres, Ed.
Fayart, me he basado en los números especiales de Economie et Statistique
( n ú m . 60 de 1974 y n ú m . 68 de 1975): «La rentabilité des entreprises» (nú-
m e r o 60), y el n ú m e r o especial «Redeploiement» (núm. 68), en particular
la referencia especial al artículo de Christian Sauter, «L'efficacité et la ren-
tabilité de l'économie frangaise de 1954 á 1974».
2 Datos tomados de M. Aglietta, art. cit.
El trabajo y su «productividad» 149
P u n t o s u p l e m e n t a r i o q u e c o n f i r m a la tesis a n t i c i p a d a , se r e g i s t r a
u n e s t a n c a m i e n t o o u n a caída d e la p r o d u c c i ó n del t r a b a j o
m i e n t r a s q u e crece la intensidad capitalista (tasa d e sustitución
c a p i t a l / t r a b a j o y r i t m o d e las inversiones de e q u i p o ) . En la in-
d u s t r i a m a n u f a c t u r e r a p r o p i a m e n t e dicha, e s t e c r e c i m i e n t o de
la i n t e n s i d a d c a p i t a l i s t a n i s i q u i e r a se t r a d u c e e n ganancias
significativas en las c a p a c i d a d e s d e p r o d u c c i ó n e x i s t e n t e s , c o m o
lo d e m u e s t r a el c u a d r o supra'.
A p a r t i r de e s t o s d a t o s , q u e él califica de « e s t r u c t u r a l e s » ,
M. Aglietta c o n s t r u y e u n a serie de h i p ó t e s i s q u e p e r m i t e n in-
t e r p r e t a r el paso d e los d a t o s r e l a t i v o s a las e s t r u c t u r a s pro-
d u c t i v a s a los r e l a t i v o s a la financiación de la a c u m u l a c i ó n . La
h i p ó t e s i s c e n t r a l es q u e «la d i s m i n u c i ó n de la p r o d u c t i v i d a d , la
p e n u r i a de los r e c u r s o s d i s p o n i b l e s p a r a la f o r m a c i ó n de capital,
el a g r a v a m i e n t o d e las c a r g a s fijas en el p r e c i o de coste»'', van
a ir a c o m p a ñ a d o s de u n c r e c i m i e n t o del e n d e u d a m i e n t o en rela-
ción con la autofinanciación, u n a r e d u c c i ó n d e los fondos dis-
p o n i b l e s p a r a la a c u m u l a c i ó n y, e n r e s u m e n , d e u n agravamien-
t o d e los g a s t o s financieros. S e g ú n el a u t o r , a las m a l a s condi-
ciones « e s t r u c t u r a l e s » va a a ñ a d i r s e u n «fuerte d e t e r i o r o d e las
condiciones financieras d e la a c u m u l a c i ó n » . E l p a s o d e la dismi-
n u c i ó n de la p r o d u c t i v i d a d al d e b i l i t a m i e n t o d e la r e n t a b i l i d a d
e s t á así a s e g u r a d o (c/. gráfico infra ^).
2. E n el caso de F r a n c i a , c o m o se h a b í a i n d i c a d o , la distri-
b u c i ó n p o r p e r í o d o s o b e d e c e a o t r o r i t m o — d e b i d o a la «acumu-
lación» de las g a n a n c i a s de p r o d u c t i v i d a d p r o c e d e n t e s de las
dos bases de la r a c i o n a l i z a c i ó n — en el p e r í o d o d e p o s g u e r r a .
P e r o la lección f u n d a m e n t a l ( p a r a el p e r í o d o 1954-1974) q u e en
en %
1 1 1 1 1 1 1 1 11
1 —L (
Ganancias netas ante impuestos y corrección de amortización^
incluidos Diusvalor sobre stock
15 \ /
\ f
• ." \ .• . ".
10
- ; ^ •-., .• \
••.
\ ' V ..' • \ r-.. ^
"i j \ Cash-flow Cneto de los dividendos
V f SI< // distribuidos)
^ • 3*-rV
\ r \ • / •
•x • * . , > • • ,*H
5 - L^ I \Á\ s • \r >•»
/ ^
> Impuestos sobre las sociedades^ ^^
Ganancias netas después de los impuestos V í3» ^
t •
Cargas netas de interés {-^^ _ • • m» •
•• ^ • ««
1948 1950
•hhf-l-f-f-l-l-
1955 1960 1965 1970
C r e c i m i e n t o del v a l o r a ñ a d i d o (2) (a
p r e c i o s c o n s t a n t e s 1959) 5,5 6,0 5,9
C r e c i m i e n t o de los efectivos 1,0 1,4 1,4
C r e c i m i e n t o del c a p i t a l fijo p r o d u c t i -
v o b r u t o (a p r e c i o s c o n s t a n t e s 1959). 3,4 5,3 7,0
S u s t i t u c i ó n d e l t r a b a j o p o r el c a p i t a l
( c r e c i m i e n t o del c a p i t a l p e r c a p i t a ) . 2,4 3.9 5,5
P r o d u c t i v i d a d a p a r e n t e del t r a b a j o (3)
( c r e c i m i e n t o del valor a ñ a d i d o p e r
capita) 4,4 4,5 4,4
P r o d u c t i v i d a d a p a r e n t e del c a p i t a l
(valor a ñ a d i d o p o r u n i d a d d e ca-
pital) 2,0 0,7 -1,0
P r o d u c t i v i d a d t o t a l del t r a b a j o y del
c a p i t a l (4) • 3,8 3,5 3,0
(1) 1950, 1957, 1964 y 1973 son cuatro años de coyuntura favorable.
(2) El valor añadido viene dado en precios reales, al margen de los
stocks.
(3) En realidad, las variaciones de la duración anual del trabajo debe-
rían ser tenidas en cuenta. Dado que la duración semanal se ha reducido
a partir de 1966, la productividad por hora trabajada y el capital por hora
trabajada han aumentado en consecuencia: de 1959-64 a 1964-73, la produc-
tividad p o r hora trabajada ha pasado de u n 5,0 % anual a u n 5,3 %. De
1961-67 a 1967-72 ha pasado de un 4,7 % anual a un 5,7 %.
(4) La productividad total se obtiene calculando la productividad apa-
rente del trabajo y la productividad aparente del capital por el reparto del
valor añadido de 1959 al coste de los factores entre ingresos del trabajo
(73 %) y del capital (27 % ) .
Rentabilidad
GRÁFICO I X . 2 : real y rentabilidad nominal (empresas
no agrícolas; 1954-1974).
X
40
Excedente real
/ Capital fijo productivo "«'o
Tasa de ref<tabllldad
nominal (l|iclulda
apreciación <ie stocks)
Tasa de rentabilidad
Tasa de rentabíHdad noinlnal Cal r'""'aen de
reai tras el tnnpuesto los stocks a partir de 1969)
19é9
1. P u e d e decirse q u e la c u e s t i ó n p l a n t e a d a , c o n s i d e r a d a de
la m a n e r a m á s i n m e d i a t a , es la de la e l a b o r a c i ó n de los princi-
pios y las técnicas de organización del t r a b a j o — o , si se prefiere,
de los m o d o s de c o n s u m o p r o d u c t i v o de la fuerza de t r a b a j o —
q u e p e r m i t a n a la vez afrontar y anular los efectos más desor-
ganizadores de las nuevas formas de resistencia obrera (absen-
t i s m o , r o t a c i ó n del p e r s o n a l , «falta de cuidado», vulnerabilidad
de la cadena en caso de huelga) y paliar las pérdidas de eficacia
que resultan de la aplicación estricta del M-T-M («transferencia»,
« m a r c h a » , «equilibrado», s o b r e c a r g a de las oficinas de méto-
dos...). S i m p l e m a n e r a de indicar, p r i m e r o de f o r m a negativa, el
o b j e t o de las r e e s t r u c t u r a c i o n e s q u e hay q u e p r o m o v e r ; éste
viene d a d o con t o d a s las l e t r a s p o r los «límites» con q u e tropieza
h o y día la aplicación d e la organización científica del t r a b a j o en
o b r a i n m i g r a d a p r o p o r c i o n a y seguirá p r o p o r c i o n a n d o todavía
d u r a n t e m u c h o t i e m p o las g r a n d e s m a s a s de o b r e r o s especia-
lizados necesarias p a r a la p r o d u c c i ó n d e las e c o n o m í a s occiden-
tales. P e r o los límites m a n i f i e s t o s con q u e t r o p i e z a la línea de
m o n t a j e , d e s d e el e s t r i c t o p u n t o de vista d e la valorización del
valor, la i m p o r t a n c i a del p a r o «juvenil» y la p e r s p e c t i v a de u n a
reutilización p r o d u c t i v a d e las a p t i t u d e s de este t i p o de m a n o
d e o b r a s u m a n sus efectos p a r a decidir a los m e d i o s p a t r o n a -
les a i n t e n t a r u n a i n c o r p o r a c i ó n , a u n q u e sea parcial, de las nue-
vas clases d e e d a d al taller. Desde este p u n t o d e vista, es inte-
r e s a n t e s e ñ a l a r q u e las comisiones p r e p a r a t o r i a s del V I I Plan
h a n c o n t a d o en s u cálculo de «la oferta d e t r a b a j o » con u n sal-
do m i g r a t o r i o d e 50 000 p e r s o n a s p a r a el p e r í o d o 1975-1980^"*
frente a las 90 000 p a r a el p e r í o d o a n t e r i o r . E n el p e r í o d o m á s
reciente, las b r u t a l e s m e d i d a s «Stoléru» — a d e m á s de las funcio-
n e s p u r a m e n t e c o y u n t u r a l e s " q u e p r e t e n d e n c u m p l i r — al pro-
p o n e r s e a c t u a r s o b r e la i n m i g r a c i ó n ya existente, n o h a c e n m á s
q u e confirmar, si se c o m p a r a n con las q u e t r a t a n d e favorecer
«el e m p l e o de los jóvenes», la existencia, si n o la realidad, d e la
v o l u n t a d aF m e n o s d e llevar a c a b o la «sustitución» p a r c i a l in-
vocada.
Sin e m b a r g o , en e s t a h i p ó t e s i s , el « e n r i q u e c i m i e n t o » de las
t a r e a s sólo p o d r í a ser u n o d e los e l e m e n t o s de u n dispositivo
d e gestión d e la fuerza de t r a b a j o o b r e r a m u c h o m á s complejo,
p u e s del o b r e r o d e c a d e n a i n m i g r a d o al j o v e n francés escolari-
zado y p r o v i s t o de la t o t a l i d a d d e s u s d e r e c h o s h a y u n a dife-
r e n c i a d e n a t u r a l e z a c u a l i t a t i v a y t e n d r á n q u e p r o d u c i r s e cam-
bios en el m o d o de r e m u n e r a c i ó n , el a c c e s o a las p r e s t a c i o n e s
i n d i r e c t a s y el « e s t a t u t o » o b r e r o .
no sea «sustituible» por otra sin que se modifiquen las condiciones esen-
ciales de extracción del plustrabajo.
M Sobre este punto, cf. Guy Caire, «Le septiéme plan et l'emploi», en
Sociologie du Travail, num. 1, enero-marzo de 1976. En la práctica, el
cierre de la inmigración decidido por las medidas «Stoléru» h a reducido
esta cifra a menos de 30 000 en 1977.
15 «Funciones coyunturales» que a su vez pueden interpretarse a varios
niveles. Se t r a t a simplemente y ante todo de actuar sobre el índice de paro,
eliminando de él a solicitantes de empleo reales o potenciales (mujeres
e hijos de inmigrados). Y también se t r a t a de descargar las listas de solici-
tantes de empleo mediante la incitación al «regreso"», haciendo al mismo
tiempo «economías», a veces sustanciales, en las sumas debidas a. los
inmigrados a título de prestaciones indirectas a las que les da derecho
su período de empleo en caso de paro. Por último, sé t r a t a , ' m e d i a n t e el
bloqueo de la inmigración, unido a las disposiciones sobre el «regreso»,
de conseguir una disminución del «stocíc» de inmigrados, para adaptarlo
a la nueva coyuntura.
158 Benjamin Coriat
3) Pero si se reflexiona aún más profundamente sobre la
acumulación del capital tal como se ha desarrollado histórica-
mente y, por tanto, sobre las condiciones de la reproducción del
mecanismo general de lo que se ha llamado la producción en
masa, los límites y las obligaciones son todavía más estrictos.
Desde este punto de vista, la cuestión de los nuevos modos de
organización del trabajo —a no ser que se pongan otra vez en
entredicho los principios mismos sobre los que se ha efectuado
el crecimiento de los países capitalistas desde hace un siglo—
debe someterse a una triple exigencia:
5 Ibid.
Recomposición de la línea de montaje 165
p r o d u c c i ó n e n serie. P r e c i s e m o s t a m b i é n q u e n o s c e n t r a r e m o s
d e l i b e r a d a m e n t e e n las prácticas «francesas-a, b a s á n d o n o s c a s i
e x c l u s i v a m e n t e e n b a l a n c e s d e origen p a t r o n a l *. Por ú l t i m o , n o
d i r e m o s a q u í n a d a de las e x p e r i e n c i a s l l a m a d a s de «enriqueci-
m i e n t o » y « a m p l i a c i ó n » d e las t a r e a s ' ' , p o r lo e v i d e n t e q u e r e -
s u l t a a q u í el a s p e c t o d e « t r a b a j o a r t e s a n a l » y el p o c o a l c a n c e
d e las m o d i f i c a c i o n e s a q u e h a n p o d i d o c o n d u c i r en c o m p a r a -
c i ó n con los p r o b l e m a s p l a n t e a d o s . T a m p o c o e m i t i r e m o s n i n g ú n
j u i c i o s o b r e el g r a d o d e «motivación» e n el t r a b a j o q u e se su-
p o n e r e s u l t a n t e d e e s t a s m o d i f i c a c i o n e s . Aquí n o t i e n e c a b i d a
e s t e t i p o d e análisis, de c a r á c t e r psicosociológico. Nos i n t e r e s a -
m o s por otros fenómenos, en nuestra opinión más importantes,
q u e d e c i d i r á n f i n a l m e n t e a c e r c a d e la g e n e r a l i z a c i ó n o n o d e
los n u e v o s p r i n c i p i o s d e o r g a n i z a c i ó n del t r a b a j o .
E n el p u n t o a q u e h a n l l e g a d o las c o s a s , p u e d e , a f i r m a r s e q u e del
c o n j u n t o d e los e x p e r i m e n t o s e f e c t u a d o s se d e s p r e n d e , d e s d e
el p u n t o d e v i s t a t é c n i c o , u n a solución alternativa a la línea de
TRABAJO
TRABAJO
TRABAJO e n nxó-
parcelario ampliado
dulo
en cadena e n c a d e n a d o -f (Tren
(Tren d e l a n t . R6) autorretoque delante-
( T r e n d e l a n t . R6) r o R6)
N ú m . de trenes p o r
p e r s o n a y día ... 26,5 30 33,5
fl e p u e s t o s de
suministro
fijos
©©0©G>0©00©©0
i trabajadores
cadena
N N K K N, r
I
i trayecto efectuado por
I \\ I
I \ I ,\ I\ I ^. I
ti ! cada trabajador
^
DD DD puesto de
suministro
fijos
Recomposición de la línea de montaje 169
Ante t o d o , a l g u n a s p r e c i s i o n e s d e v o c a b u l a r i o . Se l l a m a «produc-
tos a l t e r n a t i v o s » a los p r o d u c t o s - m e r c a n c í a s s u s c e p t i b l e s de
c o n s t i t u i r , a p a r t i r d e m o n t a j e s a l t e r n a t i v o s de los c o m p o n e n t e s
e l e m e n t a l e s e s t á n d a r , p r o d u c t o s - m e r c a n c í a s q u e p o s e e n valo-
r e s d e u s o d i f e r e n t e s . De h e c h o , en t o d a s las i n d u s t r i a s de
e x p o r t a c i ó n de p r o d u c t o s a c a b a d o s se m a n i f i e s t a n i m p e r a t i v o s
especiales de f a b r i c a c i ó n d e s d e el m o m e n t o en q u e es preciso
p r o d u c i r b i e n e s q u e r e s p o n d a n a las « n o r m a s » técnicas de los
países clientes, las c u a l e s son, en g e n e r a l , diferentes d e las «nor-
mas» t é c n i c a s de los p a í s e s p r o v e e d o r e s . Así, p o r ejemplo, en
1974, la RNUR d e b í a s u m i n i s t r a r varias decenas de modelos dife-
rentes d e n t r o d e la g a m a d e los R16, según el país cliente y p a r a
r e s p o n d e r a s u s « n o r m a s » p a r t i c u l a r e s i".
Sin e m b a r g o , e s t e «imperativo» sólo a d q u i e r e t o d a su am-
p l i t u d para constituir una condición insoslayable de valorización
del valor en a l g u n a s r a m a s c o n c r e t a s . E l sector d e p r o d u c c i ó n
de los medios de cálculo, medición, control y mando ofrece u n
caso p a r t i c u l a r m e n t e i l u s t r a t i v o .
— El caso Olivetti
A m e d i d a q u e la e l e c t r ó n i c a h a ido s u s t i t u y e n d o a los simples
p r i n c i p i o s m e c á n i c o s , la composición técnica y la composición de
valor de los p r o d u c t o s - m e r c a n c í a s han alterado totalmente las
condiciones de producción y valorización del valor mercantil.
El e x a m e n d e la p o l í t i c a de la f i r m a Olivetti — f u e r t e m e n t e im-
p l a n t a d a d e s d e h a c e t i e m p o en el m e r c a d o m u n d i a l d e este tipo
de a p a r a t o s — m o s t r a r á el especial i n t e r é s q u e ofrece e n estas ra-
m a s el p a s o a u n a organización del t r a b a j o y d e la p r o d u c c i ó n
s o b r e la b a s e de « m ó d u l o s » .
E n p r i m e r lugar, u n a s indicaciones s o b r e la a m p l i t u d de las
t r a n s f o r m a c i o n e s p r o d u c i d a s en el m e r c a d o . De 1965 a 1971, el
p o r c e n t a j e del « m a t e r i a l de oficina» ( m á q u i n a s d e escribir,
c a l c u l a d o r a s y a r t í c u l o s diversos) p a s a del 68,1 % del total al
49 %; en el m i s m o p e r í o d o , los p r o d u c t o s sofisticados b a s a d o s
en la electrónica ( m á q u i n a s c o n t a b l e s electrónicas, análisis auto-
m á t i c o de d a t o s , etc.), p a s a n del 21,7 % al 38 % del total. De
h e c h o , este d o b l e p a s o —del m a t e r i a l de oficina al d e los me-
10 Esta observación cobra todo su sentido si se añade que los sistemas
nacionales de «normas» podrían utilizarse en numerosos casos como me-
dios de frenar la penetración de mercancías producidas en el extranjero.
174 Benjamin Coriat
dios de cálculo, mando y control, que es también el de los apa-
ratos que funcionan por un principio electrónico va a acarrear
el siguiente conjunto de mutaciones tecnoeconómicas:
— ampliación del mercado de productos a fabricar y, dentro
de cada producto-tipo (una calculadora, por ejemplo), una gama
m á s extensa;
— al mismo tiempo que se amplían los «productos-tipos» y
las «gamas», se reduce la escala de la producción por tipo de
producto: si el mercado de las máquinas de escribir exige la
producción en grandes series, el de los ordenadores se rige por
unidades o en series muy restringidas;
— el riesgo de que el producto quede anticuado aumenta con-
siderablemente, más aún cuando la composición de valor media
de cada producto (que sufre un notable aumento) encarece ade-
m á s el costo que resultaría de cualquier venta mal enfocada o
cualquier retraso en la realización de las mercancías.
Estas nuevas condiciones dan origen a nuevos principios en
la organización del trabajo y en la fabricación. Un artículo sobre
el caso Olivetti '^ ofrece dos ejemplos de modificaciones en el
taller:
— La primera (producto A) consiste en introducir grupos
de trabajo vinculados a un transportador central: en suma, se
t r a t a de la simple aplicación de los principios ya descritos a
propósito del automóvil;
— la segunda (producto B) presenta unTinterés particular en
la medida en que se trata por excelencia de lo que se ha llamado
u n «producto alternativo».
' Según la descripción dada por Butera, el producto B, cons-
tituido por una parte mecánica y otra electrónica, ha podido ser
subdividido en subconjuntos que requieren una verificación an-
tes del montaje final. Punto decisivo, pues ahí reside la espe-
cificidad y la particularidad: «el proceso requerido (de fabrica-
ción y montaje) es un proceso de secuencias».
Esto quiere decir que «mientras que los productos mecáni-
cos tradicionales están concebidos como partes/elementos, aquí
el producto está concebido (es decir, perfilado y montado) como
u n sistema cuyos miembros no son ya piezas elementales, sino
m á s bien subsistemas compuestos a su vez de piezas elemen-
tales» (p. 11). De ahí deduce que, en materia de organización
del trabajo.
Gracias a la n u e v a organización, a la i n m e d i a t a c a p a c i d a d de
r e s p u e s t a al m e r c a d o q u e a p o r t a , p r o d u c c i ó n y m o n t a j e se ha-
cen a h o r a siguiendo de c e r c a el flujo de los pedidos (en canti-
d a d y c a l i d a d ) . La firma «vende» por catálogo, p r o p o n i e n d o los
diferentes t i p o s de p r o d u c t o s q u e p u e d e n o b t e n e r s e a p a r t i r de
las diferentes c o m b i n a c i o n e s de e l e m e n t o s n o r m a l i z a d o s . Cuan-
d o se t r a t a — c o m o s u c e d e a q u í — d e p r o d u c t o s q u e q u e d a n rá-
p i d a m e n t e a n t i c u a d o s , de la n u e v a o r g a n i z a c i ó n r e s u l t a n g r a n d e s
v e n t a j a s . P e r o m á s g e n e r a l m e n t e t o d a v í a , c a d a vez q u e la com-
p e t e n c i a influye m e n o s s o b r e los c o s t o s q u e sobre los productos,
este s i s t e m a d e p r o d u c c i ó n - m o n t a j e de s u b c o n j u n t o s normali-
zados q u e p e r m i t e n o b t e n e r u n a v a r i e d a d de p r o d u c t o s s o b r e la
b a s e de c o m p o n e n t e s e l e m e n t a l e s d e m o s t r a r á a d a p t a r s e mu-
cho m á s .
2. La s e g u n d a s e r i e d e r a s g o s específicos d e la n u e v a línea
de m o n t a j e r e s i d e e f e c t i v a m e n t e en el «juego» a b i e r t o p o r la
c o n s t i t u c i ó n del «grupo» o b r e r o c o m o s u j e t o d e la p r o d u c c i ó n .
Ante todo, q u e d a a s e g u r a d a u n a m u t a c i ó n en m a t e r i a de
control. Al ser a s i g n a d o el t i e m p o global n o y a a u n individuo
sino a u n g r u p o , le i n c u m b e a é s t e ejercer, p o r a u t o c o n t r o l , la
regulación de las diferencias de r a p i d e z en la ejecución del tra-
b a j o y m á s g e n e r a l m e n t e e n las diferencias d e r e n d i m i e n t o d e
c a d a u n o de los i n d i v i d u o s q u e lo c o n s t i t u y e .
De este m o d o , la « a u t o n o m í a » se c o n v i e r t e e n i n s t r u m e n t o d e
autodisciplina. E s t o p o r lo q u e r e s p e c t a al «control» e n el c u r s o
d e la p r o d u c c i ó n . E n c u a n t o al c o n t r o l del p r o d u c t o ( r e c o r d e m o s
q u e la falta d e c u i d a d o , el c r e c i m i e n t o d e los talleres d e «reto-
cado», de « r e p a r a c i ó n » , etc., e r a n la b a s e de las n u e v a s f o r m a s
de resistencia o b r e r a ) , d e a h o r a es d i r e c t a m e n t e efectuado por
el mercado. E l g r u p o p o n e sello a sus p r o d u c t o s ; de e s t e m o d o ,
t o d o defecto es i m p u t a b l e a q u i e n les h a d a d o origen, cosa fre-
c u e n t e m e n t e i m p o s i b l e en la línea de m o n t a j e clásica. Un siste-
m a d e sanciones s a l a r i a l e s a p a r t i r d e u n n ú m e r o d e t e r m i n a d o
d e «defectos» c u l m i n a el edificio.
T a m b i é n se s u p e r a a h o r a la v u l n e r a b i l i d a d d e la c a d e n a clá-
sica a los i n c i d e n t e s t é c n i c o s , q u e b l o q u e a b a n t o d a la línea al
s o b r e v e n i r en u n p u n t o . Y lo q u e es m á s , c o m o señala u n infor-
m e p a t r o n a l d e la OCDE i^, « o t r a v e n t a j a esencial de e s t e s i s t e m a
es q u e es m e n o s v u l n e r a b l e a la h u e l g a q u e el s i s t e m a convencio-
nal. U n a huelga d e u n a p a r t e , p o r i m p o r t a n t e q u e sea, del per-
sonal, q u e e n la c a d e n a clásica a c a r r e a la d e t e n c i ó n d e toda la
línea de m o n t a j e , n o c o n d u c e a q u í m á s q u e al p a r o de ciertos
«equipos», p u d i e n d o los d e m á s seguir f u n c i o n a n d o . L o s efectos
d e s o r g a n i z a d o r e s del a b s e n t i s m o y d e la r o t a c i ó n del p e r s o n a l
q u e d a n p r á c t i c a m e n t e a n u l a d o s p o r análogas r a z o n e s " .
Y p o r ú l t i m o , « r e f i n a m i e n t o » p a r t i c u l a r f i n a l m e n t e de e s t a
tecnología social del c o n t r o l , en m u c h o s casos la p r e s e n c i a física
del c a p a t a z (en el c u r s o de la p r o d u c c i ó n ) o del c o n t r o l a d o r (al
final de la línea) p u e d e s u p r i m i r s e , con lo q u e se a b r e la posi-
b i l i d a d de s u p r i m i r n u e v o s p u e s t o s : ¡no h a y g a n a n c i a s pe-
queñas!...
3. T e r c e r a serie d e rasgos específicos de la n u e v a organiza-
ción: posibilita u n a a d e c u a c i ó n m u c h o m e j o r a la composición
a c t u a l de las fuerzas d e t r a b a j o y a ciertos n u e v o s i m p e r a t i v o s
de la valorización del capital.
" OCDE, Nouveües tendances dans ['organisation du travail, París, 1973.
14 OC0E, op. Cit.
178 Benjamin Coriat
Adecuación a la nueva composición de la fuerza de trabajo.
La cadena en tareas ampliadas puede aprovecharse de las apti-
tudes «profesionales» que la masificación de la escolarización
e n la posguerra ha contribuido a propagar. En ciertos casos,
puede proponerse un verdadero trabajo «complejo» en el marco
d e unos espacios de trabajo particulares. Con ello se espera
poder incorporar y estabilizar a las capas «jóvenes» de las clases
obreras occidentales, cosa que con la línea de montaje clásica
e r a sumamente improbable. Sobre todo, y el punto es notable,
esta reutilización productiva de las características de las nuevas
fuerzas de trabajo puede hacerse sobre la base de un trabajo
desde luego «recompuesto», pero que no corresponde en abso-
luto a un oficio. Se trata de un conjunto recompuesto de gestos
antes roto, pero el obrero que es destinado a estos nuevos pues-
tos de trabajo no puede invocar una «cualificación» socialmente
reconocida. La «recomposición» de las tareas efectuada se guar-
da bien de reconstituir los oficios socialmente reconocidos y
convalidados por y en las tablas de clasificaciones. En cierto
modo, se trata a la vez de reutilizar productivamente unas apti-
tudes adquiridas (en el curso de la formación en el taller o en
el período escolar) sin asegurar la posibilidad de que esas aptitu-
des sean reconocidas socialmente. De este modo, la nueva or-
ganización puede servir de base a una renovación de las técnicas
de depreciación del valor de la fuerza de trabajo, en el sentido
q u e hemos dado a este término (c/. capítulo 7).
— Adecuación a los nuevos imperativos de la valorización
del valor. Se ha expuesto ya el caso típico a propósito de Oli-
vetti. Pero también se puede observar una mejor adaptación de
l a producción al mercado y a sus variaciones en un taller de
producción en serie. En el taller de cambio para motores nor-
malizados de Choisy-le-Roi, la organización en grupos de trabajo
permitía afrontar, con toda la flexibilidad deseable, las variacio-
nes estacionales y las que afectaban a la naturaleza del producto
(recuérdese que había que tratar sesenta «índices» de motores
diferentes).
En las industrias que funcionan sobre la base del continuo
lanzamiento de productos nuevos (incluso si las variaciones son
mínimas), donde la competencia influye menos en el costo que
e n los productos, este deseo de obtener una organización «flexi-
ble», susceptible de adaptarse rápidamente a las variaciones del
mercado, es el origen más frecuente de las modificaciones de la
línea de montaje.
Recomposición de la linea de montaje 179
Si se r a z o n a e n t é r m i n o s formales, en el ciclo g e n e r a l d e
p r o d u c c i ó n y realización d e la m e r c a n c í a :
Mp
(D-M ... (P) . . . - M ' - D ' ) "
T
fesional, los p u e s t o s de t r a b a j o p e o r p a g a d o s y c e d e r el p a s o
a los jóvenes, a u n a s fuerzas físicas n u e v a s *.
A p a r t i r de e s t a triple p r o p o s i c i ó n , y de los efectos de «acu-
mulación» q u e de ella p u e d a n r e s u l t a r , el i n f o r m e c o n t i n ú a in-
sistiendo en la necesidad de a p l i c a r m e d i d a s «a c o r t o plazo». Las
p r i n c i p a l e s se r e s u m e n en u n c a p í t u l o final: los títulos i n d i c a n
c l a r a m e n t e p o r sí solos q u e e s t a s m e d i d a s estáíi e n t e r a m e n t e
d i c t a d a s p o r el análisis p r e c e d e n t e . H e a q u í el t e x t o de los «ob-
jetivos a lograr»:
m e n s u a l i z a c i ó n m á s c o m p l e t a d e los t r a b a j a d o r e s m a n u a l e s ;
a u m e n t o de las r e m u n e r a c i o n e s de los t r a b a j a d o r e s m a n u a l e s
e n relación con las d e los d e m á s a s a l a r i a d o s ;
a r m o n i z a c i ó n de los m í n i m o s y de s u evolución e n el t i e m p o ;
m e j o r a de las c a r r e r a s de los t r a b a j a d o r e s m a n u a l e s ;
medidas diversas:
— r e c u p e r a c i ó n d e las clasificaciones de las diferentes cate-
gorías j e r á r q u i c a s ;
— c o o r d i n a c i ó n d e la política del s a l a r i o m í n i m o con la po-
lítica general d e s a l a r i o s ;
— r e m u n e r a c i ó n del t r a b a j o f e m e n i n o ;
— exoneración s u p l e m e n t a r i a en m a t e r i a de cálculo del im-
p u e s t o s o b r e la r e n t a .
1'' Sólo firmarán el «acuerdo» la. UIMM, por u n lado, y FO, la CFrc y la
CGC, por otro. Tras largas negociaciones, la CFDT y la CGT tomarán final-
m e n t e la decisión de no rubricar el acuerdo.
18 Claro está que Jio se trata tampoco de un verdadero «mínimo garan-
tizado»; el salario sigue dependiendo del n ú m e r o de horas trabajadas.
«La revalorización del trabajo manual^ 193
ANEXO 1
CLASIFICACIÓN
— Obreros.
— Contramaestres.
— Técnicos y administrativos (empleados, técnicos y dibujantes).
D e e s t e m o d o , la «habilidad de m o v i m i e n t o s » ^^ t o m a el p u e s t o
o c u p a d o a n t e s p o r el «oficio» y m a n t i e n e la confusión. Además,
l a doble p r e c i s i ó n q u e a p o r t a d e s p u é s el t e x t o , q u e supuesta-
m e n t e clarifica las c o s a s , n o h a c e sino c o n f i r m a r y c o n s o l i d a r
la a m b i g ü e d a d esencial d e esta categoría, d e c r e t a d a sin e m b a r g o
« p u n t o d e a p o y o d e la o r d e n a c i ó n d e t o d a s las categorías
o b r e r a s » . P u e s si p o r u n l a d o se sostiene q u e
p o r o t r a , la c i r c u l a r de la U I M M d e s t a c a c u i d a d o s a m e n t e el he-
c h o de q u e
B) «ESTABILIZACIÓN» Y «DESESTABILIZACION»
D E LA F U E R Z A D E T R A B A J O O B R E R A
m o d o que el t r a b a j a d o r q u e estuviera o c u p a d o en él p u d i e r a a la
vez t r a b a j a r en t a r e a s r e c o m p u e s t a s , ser p a g a d o p o r m e n s u a -
lidades y ser c o n s i d e r a d o c o m o P l , perfil qu,e lo distinguiría
del o b r e r o - m a s a sin m á s y p o d r í a c o n t r i b u i r así a la s e p a r a c i ó n
e n t r e sus i n t e r e s e s y su c o m p o r t a m i e n t o y los del grueso de
la clase.
De u n a m a n e r a m á s general, h a y q u e a p r e c i a r e n su m e d i d a
el h e c h o d e q u e el c o n j u n t o de los dispositivos e m p l e a d o s a b r e
u n a p o s i b i l i d a d de i n t r o d u c i r u n «juego» t o t a l m e n t e nuevo en
la gestión d e la fuerza de t r a b a j o o b r e r a . Su r e s u l t a d o general
es q u e el obrero-masa p u e d e s e r «serializado», diferenciado, a
p a r t i r de e l e m e n t o s q u e c o n c i e r n e n a la vez al m o d o de con-
s u m o p r o d u c t i v o de su fuerza d e t r a b a j o y al m o d o de su re-
constitución.
Así p u e d e o b t e n e r s e u n a «estabilización» relativa e n el salario,
el e m p l e o y la r e n t a p a r a c i e r t a s fracciones de o b r e r o s a n t e s
c o n s i d e r a d o s c o m o «no cualificados» y c o m o m i e m b r o s de u n a
m i s m a clase indiferenciada.
Desde e s t e p u n t o de vista, n o conviene d e s e s t i m a r los posi-
bles efectos de la «revalorización» del t r a b a j o m a n u a l .
Sin e m b a r g o , el m a r g e n sigue s i e n d o e s t r e c h o . N o está de
m á s r e p e t i r l o : d e b e t r a t a r s e d e u n a acción «específica» ^'*, te-
n i e n d o c u i d a d o de n a v e g a r e n t r e el riesgo «social» de q u e «la
revalorización de los salarios d e los t r a b a j a d o r e s m a n u a l e s p r o -
d u c e p r e s i o n e s de las o t r a s c a t e g o r í a s de a s a l a r i a d o s p a r a resta-
b l e c e r las p o s i c i o n e s relativas actuales» (p. 62) y el riesgo «econó-
mico» q u e r e s u l t a r í a de u n alza del p r e c i o del t r a b a j o q u e ata-
c a r a a «la c o m p e t í t i v i d a d [ d e las e m p r e s a s ] frente a u n o s com-
p e t i d o r e s q u e d i s p u s i e r a n de u n a m a n o de o b r a ráenos c a r a »
(p. 63) ^.
Iz
o
V
ui
>-
1U
Ml siglc
veint'
edite, ei.