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NOVENA POR LAS BENDITAS ALMAS DEL PURGATORIO

Por la señal de la Santa Cruz, de nuestros enemigos, líbranos, Señor, Dios nuestro. En el nombre del Padre
y del Hijo y del Espíritu Santo. Amén.

Acto de Contrición
¡Señor mío, Jesucristo! Dios y Hombre verdadero, Creador, Padre y Redentor mío; por ser Vos quien sois, Bondad
infinita, y porque os amo sobre todas las cosas,
me pesa de todo corazón de haberos ofendido; también me pesa porque podéis castigarme con las penas del
infierno. Ayudado de vuestra divina gracia propongo firmemente nunca más pecar, confesarme y cumplir la
penitencia que me fuere impuesta.
Amén.

Oración propia de la Novena


Padre misericordioso, en unión con la Iglesia Triunfante en el cielo, te suplico tengas piedad de las almas del
Purgatorio. Recuerda tu eterno amor por ellas y muéstrales los infinitos méritos de tu amado Hijo. Dígnate librarles
de penas y dolores para que pronto gocen de paz y felicidad.
Dios, Padre celestial, te doy gracias por el don de perseverancia que has concedido a las almas de los fieles
difuntos.
Amable Salvador, Jesucristo. Eres el Rey de reyes en el país de la dicha. Te pido que por tu misericordia oigas mi
oración y liberes las almas del Purgatorio, en particular, N...............
Llévalas de la prisión de las tinieblas a la luz y libertad de los hijos de Dios en el Reino de tu gloria.
Amable Salvador, te doy gracias por haber redimido las pobres almas con tu preciosísima Sangre, salvándolas de
la muerte eterna.
Dios Espíritu Santo, enciende en mí el fuego de tu divino amor. Aviva mi fe y confianza, acepta benignamente las
oraciones que te ofrezco por las almas que sufren en el Purgatorio. Quiero aplicar los méritos de esta devoción en
favor de toda la Iglesia Sufriente y en especial por mis difuntos padres, hermanos, hermanas, bienhechores,
parientes y amigos. Atiende mi plegaria para que podamos reunirnos en el Reino de tu gloria.
Dios Espíritu Santo, te doy gracias por todos los beneficios con que has santificado, fortalecido y aliviado a estas
benditas almas y en especial por consolarlas en los actuales sufrimientos con la certeza de la felicidad eterna. Que
pronto se unan contigo y oigan aquellas benditas palabras que las llaman al hogar del Cielo: "¡Vengan, los
Bendecidos por mi Padre! Tomen posesión del Reino que ha sido preparado para ustedes desde el principio del
mundo" (Mt 25, 34).

Dia 2

Señor mío Jesucristo, que eres cabeza de todos tus fieles cristianos que en ti nos unimos como miembros de
un mismo cuerpo que es la Iglesia: te suplicamos nos unas más y más contigo y que nuestras oraciones y
sufragios de buenas obras aprovechen a las ánimas de nuestros hermanos del purgatorio, para que lleguen
pronto a unirse a sus hermanos del cielo.

Oración final y responso:

Oh María, Madre de misericordia: acuérdate de los hijos que tienes en el purgatorio y, presentando nuestros
sufragios y tus méritos a tu Hijo, intercede para que les perdone sus deudas y los saques de aquellas tinieblas a la
admirable luz de su gloria, donde gocen de tu vista dulcísima y de la de tu Hijo bendito.

Oh glorioso Patriarca San José, intercede juntamente con tu Esposa ante tu Hijo por las almas del purgatorio.

V. No te acuerdes, Señor, de mis pecados.


R. Cuando vengas a purificar al mundo en fuego.
V. Dirige, Señor Dios mío, a tu presencia mis pasos.
NOVENA POR LAS BENDITAS ALMAS DEL PURGATORIO

R. Cuando vengas a purificar al mundo en fuego.


V. Dales, Señor, el descanso eterno y luzca para ellos la luz eterna.
R. Cuando vengas a purificar al mundo en fuego.

Padrenuestro.

V. De la puerta del infierno


R. Saca, Señor, sus almas.
V. Descansen en paz.
R. Amén.
V. Señor, oye mi oración.
R. Y llegue a ti mi clamor.

Oremos. Oh Dios mío, de quien es propio compadecerse y perdonar: te rogamos suplicantes por las almas de tus
siervos que has mandado emigrar de este mundo, para que no las dejes en el purgatorio, sino que mandes que tus
santos ángeles las tomen y las lleven a la patria del paraíso, para que, pues esperaron y creyeron en ti, no padezcan
las penas del purgatorio, sino que posean los gozos eternos. Por Cristo nuestro Señor. Amén.

V. Dales, Señor, el descanso eterno


R. Y brille para ellos la luz perpetua.
V. Descansen en paz.
R. Amén.

CONSIDERACIÓN

La segunda pena que aflige en alto grado a estas benditas almas es el tiempo que en vida perdieron, durante el
cual habrían podido adquirir mayores méritos para el cielo, y el pensamiento de que esta pérdida es para
siempre irreparable terminando con la vida el tiempo de merecer.
¡Infeliz de mí, oh Señor, que por espacio de tantos años he vivido en la tierra no mereciendo sino los castigos del
infierno!
Gracias os doy porque todavía me concedéis tiempo para remediar el mal que he hecho y el bien que he dejado
de hacer.

Concededme vuestro socorro para que lo que me queda en vida, lo empleé únicamente en serviros y en amaros.
Tened piedad de mí y de esas almas benditas que arden en el Purgatorio por no haber empleado como debían
el tiempo que Vos les disteis para su santificación.
Y Vos, ¡oh María, Madre de Dios! socorredlas con vuestros poderosos ruegos.

Padrenuestro, Avemaría y Gloria


Aquí esforzando cada cual su devoción, pedirá interiormente a Cristo crucificado lo que desea
conseguir por medio de esta novena para sufragio de las almas del Purgatorio.

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