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Novena por los Fieles Difuntos

Oraciones para cada día de la novena, la puedes hacer tantas veces desees, de manera especial los
días previos a su fiesta (24 de octubre al 1 de noviembre)

Por la señal, de la santa cruz de nuestros enemigos, líbranos señor Dios nuestro. En el nombre del
Padre, del Hijo y del Espíritu Santo. Amén.

En Esta novena te rogamos por nuestros difuntos o almas del Purgatorio, para que nuestras
oraciones y sufragios de buenas obras les aprovechen y lleguen pronto a unirse con Dios en el
cielo. _En Especial por el alma de ANTONIO JOSE HINCAPIE DIAZ____ para que logren el descanso
eterno.

Empezar con el Salmo penitencial 130 liturgia de difuntos.

De Profundis
De lo profundo a ti grito. Señor:

V. ¡Señor escucha mi voz!


¡Estén tus oídos atentos,
A la voz de mis súplicas!

Si llevas cuenta de los pecados, Señor,


¿Quién se salvará?, ¿Quién se salvará?,
más cerca de ti está el perdón,
Sólo en ti se encuentra el amor.

Yo espero en el Señor, mi alma espera en su palabra;


mi alma aguarda al Señor más que el centinela la aurora;
Israel espera al Señor más que el centinela espera la aurora.

Porque solo en el Señor está el amor,


Solo en el señor se encuentra el perdón.
El señor redime a Israel de todos sus pecados.

Rezar la oración del día que corresponda y terminar con la oración final y el responso:

Oración Final y Responso

Oh María, Madre de misericordia: acuérdate de los hijos que tienes en el purgatorio y,


presentando nuestros sufragios y tus méritos a tu Hijo, intercede para que les perdone sus deudas
y los saque de aquellas tinieblas a la admirable luz de su gloria, donde gocen de tu vista dulcísima y
de la de tu Hijo bendito.

Oh glorioso Patriarca San José, intercede juntamente con tu Esposa ante tu Hijo por las almas del
purgatorio.

V. No te acuerdes, Señor, de mis pecados.


R. Cuando vengas a purificar al mundo en fuego.
V. Dirige, Señor Dios mío, a tu presencia mis pasos.
R. Cuando vengas a purificar al mundo en fuego.
V. Dales, Señor, el descanso eterno y brille para ellas la luz perpetua.
R. Cuando vengas a purificar al mundo en fuego.

Padrenuestro. Avemaría y Gloria

V. De la puerta del infierno


R. Saca, Señor, sus almas.
V. Descansen en paz.

R. Amén.

V. Señor, oye mi oración.


R. Y llegue a ti mi clamor.

Oremos. Oh Dios mío, de quien es propio compadecerse y perdonar: te rogamos suplicantes por
las almas de tus siervos que has mandado emigrar de este mundo, En especial por ANTONIO JOSÉ
HINCAPIE DÍAZ, para que no las dejes en el purgatorio, sino que mandes que tus santos ángeles las
tomen y las lleven a la patria del paraíso, pues esperaron y creyeron en ti, para que no padezcan
las penas del purgatorio, sino que posean los gozos eternos.

Por Nuestro Señor Jesucristo, que vive y reina por los siglos de los siglos. Amén.

V. Dales, Señor, el descanso eterno.


R. Y Brille para ellas la luz perpetua.
V. que las almas de los fieles difuntos Descansen en paz.
R. por la misericordia de Dios.
R. Amén.

Cada día después de realizar la novena

Recordar a la persona fallecida: (participan todos, o los que quieran según la emotividad, o una
sola persona por día)

Día uno: Que recuerdo nos dejo


Día dos: Que aprendizaje tuvo con su vida
Día tres: diga unas palabras a su ser querido
Día cuatro: que le gustaría tener de él (un dibujo, un libro, un juguete)
Día quinto: haga una oración por su alma
Día seis: dedíquele una canción
Día siete: comparta un versículo o pasaje de la biblia en su honor
Día Ocho: (todos) en secreto escriba una palabra que lo recuerde y luego compártala
Día nueve: Acción de gracias por su vida y su pascua (álbum de fotos, pequeño video, cartas
escritas a la persona agradeciendo su vida, su amor, su enfermedad
Reflexión de cada día:

DÍA PRIMERO

Por la señal, de la santa cruz de nuestros enemigos, líbranos señor Dios nuestro. En el nombre del
Padre, del Hijo y del Espíritu Santo. Amén.

¡Señor mío, Jesucristo!, Dios y Hombre verdadero, Creador, Padre y Redentor mío; por ser Vos
quien sois, Bondad infinita, y porque os amo sobre todas las cosas, me pesa de todo corazón
haberos ofendido; también me pesa porque podéis castigarme con las penas del infierno.
Ayudado de vuestra divina gracia, propongo firmemente nunca más pecar, confesarme y
cumplir la penitencia que me fuere impuesta. Amen.

Señor mío Jesucristo, que quieres que tengamos suma delicadeza de conciencia y santidad
perfecta: te rogamos nos la concedas a nosotros; y a los que por no haberla tenido se están
purificando en el purgatorio, te dignes aplicar nuestros sufragios y llevarlos pronto de aquellas
penas al cielo. Te lo pedimos por la intercesión de tu Madre purísima y de San José.

Terminar con la oración final, el responso


Dedicatoria del día

DÍA SEGUNDO

Por la señal, etc.


¡Señor mío, Jesucristo!, Dios y Hombre verdadero, Creador, Padre y Redentor mío; por ser Vos
quien sois, Bondad infinita, y porque os amo sobre todas las cosas, me pesa de todo corazón
haberos ofendido; también me pesa porque podéis castigarme con las penas del infierno.
Ayudado de vuestra divina gracia, propongo firmemente nunca más pecar, confesarme y
cumplir la penitencia que me fuere impuesta. Amen.

Señor mío Jesucristo, que eres cabeza de todos tus fieles cristianos que en ti nos unimos como
miembros de un mismo cuerpo que es la Iglesia: te suplicamos nos unas más y más contigo y que
nuestras oraciones y sufragios de buenas obras aprovechen a las ánimas de nuestros hermanos del
purgatorio, para que lleguen pronto a unirse a sus hermanos del cielo.

Terminar con la oración final, el responso


Dedicatoria del día

DÍA TERCERO

Por la señal, etc.


¡Señor mío, Jesucristo!, Dios y Hombre verdadero, Creador, Padre y Redentor mío; por ser Vos
quien sois, Bondad infinita, y porque os amo sobre todas las cosas, me pesa de todo corazón
haberos ofendido; también me pesa porque podéis castigarme con las penas del infierno.
Ayudado de vuestra divina gracia, propongo firmemente nunca más pecar, confesarme y
cumplir la penitencia que me fuere impuesta. Amen.
Señor mío Jesucristo, que a los que pecan castigas con justicia en esta vida o en la otra:
concédenos la gracia de nunca pecar y ten misericordia de los que, habiendo pecado, no pudieron,
por falta de tiempo, o no quisieron, por falta de voluntad y por amor del regalo, satisfacer en esta
vida y están padeciendo ahora sus penas en el purgatorio; y a ellos y a todos llévalos pronto a su
descanso.

Terminar con la oración final, el responso


Dedicatoria del día

DÍA CUARTO

Por la señal, etc.


¡Señor mío, Jesucristo!, Dios y Hombre verdadero, Creador, Padre y Redentor mío; por ser Vos
quien sois, Bondad infinita, y porque os amo sobre todas las cosas, me pesa de todo corazón
haberos ofendido; también me pesa porque podéis castigarme con las penas del infierno.
Ayudado de vuestra divina gracia, propongo firmemente nunca más pecar, confesarme y
cumplir la penitencia que me fuere impuesta. Amen.

Señor mío Jesucristo, que exiges la penitencia aun de los pecados veniales en este mundo o en el
otro: danos temor santo de los pecados veniales y en misericordia de los que, por haberlos
cometido, están ahora purificándose en el purgatorio y líbralos a ellos y a todos los pecadores de
sus penas, llevándoles a la gloria eterna.

Terminar con la oración final, el responso


Dedicatoria del día

DÍA QUINTO

Por la señal, etc.


¡Señor mío, Jesucristo!, Dios y Hombre verdadero, Creador, Padre y Redentor mío; por ser Vos
quien sois, Bondad infinita, y porque os amo sobre todas las cosas, me pesa de todo corazón
haberos ofendido; también me pesa porque podéis castigarme con las penas del infierno.
Ayudado de vuestra divina gracia, propongo firmemente nunca más pecar, confesarme y
cumplir la penitencia que me fuere impuesta. Amen.

Señor mío Jesucristo, que a los regalados en esta vida, que no pagaron por su culpa o no tuvieron
bastante caridad con el pobre, castigas en la otra con la penitencia que aquí no hicieron:
concédenos las virtudes de la mortificación y de la caridad y acepta misericordioso nuestra caridad
y sufragios, para que por ellos lleguen pronto a su descanso eterno.

Terminar con la oración final, el responso


Dedicatoria del día

DÍA SEXTO

Por la señal, etc.


¡Señor mío, Jesucristo!, Dios y Hombre verdadero, Creador, Padre y Redentor mío; por ser Vos
quien sois, Bondad infinita, y porque os amo sobre todas las cosas, me pesa de todo corazón
haberos ofendido; también me pesa porque podéis castigarme con las penas del infierno.
Ayudado de vuestra divina gracia, propongo firmemente nunca más pecar, confesarme y
cumplir la penitencia que me fuere impuesta. Amen.

Señor mío Jesucristo, que quisiste que honrásemos a nuestros padres y parientes y
distinguiésemos a nuestros amigos: te rogamos por todas las ánimas del purgatorio, por los
padres, parientes y amigos de cuantos hacemos está novena, pero especialmente Por ANTONIO
JOSÉ HINCAPIE DÍAZ para que logren el descanso eterno.

Terminar con la oración final, el responso


Dedicatoria del día

DÍA SÉPTIMO

Por la señal, etc.


¡Señor mío, Jesucristo!, Dios y Hombre verdadero, Creador, Padre y Redentor mío; por ser Vos
quien sois, Bondad infinita, y porque os amo sobre todas las cosas, me pesa de todo corazón
haberos ofendido; también me pesa porque podéis castigarme con las penas del infierno.
Ayudado de vuestra divina gracia, propongo firmemente nunca más pecar, confesarme y
cumplir la penitencia que me fuere impuesta. Amen.

Señor mío Jesucristo, que a los que no se preparan a tiempo para la muerte, recibiendo bien los
últimos sacramentos y purificándose de los residuos de la mala vida pasada, los purificas en el
purgatorio con terribles tormentos: te suplicamos, Señor, por los que murieron sin prepararse y
por todos los demás, rogándote que les concedas a todos ellos la gloria y a nosotros recibir bien
los últimos sacramentos.

Terminar con la oración final, el responso


Dedicatoria del día

DÍA OCTAVO

Por la señal, etc.


¡Señor mío, Jesucristo!, Dios y Hombre verdadero, Creador, Padre y Redentor mío; por ser Vos
quien sois, Bondad infinita, y porque os amo sobre todas las cosas, me pesa de todo corazón
haberos ofendido; también me pesa porque podéis castigarme con las penas del infierno.
Ayudado de vuestra divina gracia, propongo firmemente nunca más pecar, confesarme y
cumplir la penitencia que me fuere impuesta. Amen.

Señor mío Jesucristo, que a los que vivieron en este mundo demasiado aficionados a los bienes
terrenales y olvidados de la gloria, los retienes apartados del premio, para que se purifiquen de su
negligencia en desearlo: calma, Señor misericordioso, sus ansias y colma sus deseos, para que
gocen pronto de tu presencia, y a nosotros concédenos amar de tal manera los bienes celestiales,
que no deseemos desordenadamente los terrenos.

Terminar con la oración final, el responso


Dedicatoria del día
DÍA NOVENO

Por la señal, etc.


¡Señor mío, Jesucristo!, Dios y Hombre verdadero, Creador, Padre y Redentor mío; por ser Vos
quien sois, Bondad infinita, y porque os amo sobre todas las cosas, me pesa de todo corazón
haberos ofendido; también me pesa porque podéis castigarme con las penas del infierno.
Ayudado de vuestra divina gracia, propongo firmemente nunca más pecar, confesarme y
cumplir la penitencia que me fuere impuesta. Amen.

Señor mío Jesucristo, cuyos méritos son infinitos y cuya bondad es inmensa: mira propicio a tus
hijos que gimen en el purgatorio anhelando la hora de ver tu faz, de recibir tu abrazo, de
descansar a tu lado y; mirándolos, compadécete de sus penas y perdona lo que les falta para pagar
por sus culpas.
Nosotros te ofrecemos nuestras obras y sufragios, los de tus Santos y Santas; los de tu Madre y tus
méritos; haz que pronto salgan de su cárcel y reciban de tus manos su libertad y la gloria eterna.

Terminar con la oración final, el responso


Dedicatoria del día

ORACIONES INDIVIDUALES Y OPCIONALES AL INICIO

Oración a las Benditas Ánimas del Purgatorio


“Esposas muy queridas del Señor, que encerradas en la cárcel del purgatorio sufrís indecibles
penas, careciendo de la presencia de Dios hasta que los purifiquéis, como el oro en el crisol, de las
reliquias que os dejaron las culpas.
Con cuánta razón, desde aquellas voraces llamas, clamáis a vuestros amigos pidiendo misericordia.
Yo me compadezco de vuestro dolor y quisiera tener caudal suficiente para satisfacer por vosotras
a la Justicia Divina.
Pero siendo más pobre que vosotras mismas, apelo a la piedad de los justos, a los ruegos de los
bienaventurados, al tesoro inagotable de la Iglesia, a la intercesión de María Santísima y al precio
infinito de la Sangre de Jesucristo.
Concédeles Señor, a esas pobres almas, el deseado consuelo y descanso, pero confío también,
almas agradecidas, que tendré en vosotras poderosas medianeras que me alcancen del Señor
gracia con que deteste mis culpas, adelante en virtud, sojuzgue mis pasiones y llegue a la eterna
bienaventuranza por toda la eternidad.
Amén”.

Oración por nuestros difuntos “Te fuiste”


Señor, solo Tú eres el dueño de la vida; nos concedes la gracia de nacer, siempre con un propósito
y del mismo modo nos llamas a tu reino de luz cuando consideras nuestra misión en la tierra ya
está cumplida, no antes, ni tampoco después.

Hoy me presento ante Ti con humildad profunda y seguro que mi pedido será escuchado, para
implorar por el alma de (nombre del difunto) a quien has llamado a descansar a tu lado. Elevo a Ti
esta oración, oh señor, porque solo Tú eres paz incluso en medio de las más fuertes tempestades.

Padre celestial, por favor permite el descanso en el paraíso del alma de quien ya abandonó este
plano terrenal y emprendió un viaje al cielo prometido. Tú, que eres un Dios de amor y perdón,
por favor exime las faltas que esta persona puedo haber cometido y concédele la gracia de la vida
eterna.

Te pido también Señor, por aquellos que hoy lloran la partida de un ser querido. A ellos, abrázalos
con tu amor infinito y dales sabiduría para entender lo que está pasando, tranquilidad para
mantener la calma en estos momentos difíciles, inteligencia para comprender que la mejor
manera de honrar a quien ya ha partido es recordarlo con amor y valentía para que puedan
reponerse de la tristeza y continúen adelante con tu compañía y haciendo tu santa voluntad.

Te agradezco padre santo, por escuchar mi clamor, que con tanto fervor elevo, para que en un
acto de misericordia le brindes la paz y perdón al alma de quien ya no se encuentra con nosotros y
seas Tú guiando los pasos y cada una de las decisiones de quienes, tal como yo, continuamos
disfrutando del regalo más maravilloso que nos has entregado: el sublime regalo de la vida, Amén.

Oración de consuelo a los padres por su hijo muerto


"Dios, tú que sacrificaste a tu hijo para que nosotros y nuestros hijos podamos trascender la
muerte física. Sabemos que sufriste cuando fue crucificado y que sientes dolor por todas las
atrocidades hechas por los hombres -especialmente en tu nombre. Tú conoces y comprendes el
dolor como sabes y conoces todo a nuestro alrededor. Tú sabes mejor que nadie cómo consolar a
los padres. Levanta sus corazones a ti y llénalos con tu paz. Tu comprensión va más allá de nuestra
comprensión humana, pero dales el conocimiento y la fe para soportar aun lo que no pueden
entender. Déjales ser conscientes de que tú eres siempre Dios, y ayúdales a recordar que tu amor
es vida que nunca puede ser realmente quitada".

Acción de Gracias y Consuelo de Nuestro Señor (de la segunda Carta de Pablo a los Corintios 1, 3-7 )
Alabado sea Dios y padre nuestro Señor Jesucristo, pues él es el padre que nos tiene compasión y
el Dios que siempre nos consuela. Él nos consuela en todos nuestros sufrimientos, para que
nosotros podamos consolar también a los que sufren, dándoles el mismo consuelo que él nos ha
dado a nosotros. Porque así como los sufrimientos de Cristo se desbordan sobre nosotros y
nosotros sufrimos con él, así también por medio de Cristo se desborda nuestro consuelo. Pues si
nosotros sufrimos, es para que ustedes tengan consuelo y salvación; y si Dios nos consuela,
también es para que ustedes tengan consuelo y puedan soportar con fortaleza los mismos
sufrimientos que nosotros padecemos. Tenemos una esperanza firme en cuanto a ustedes, porque
nos consta que, así como tienen parte en los sufrimientos, también tienen parte en el consuelo.
Palabra de Dios

Para pedir fuerza de la actual gracia cooperante – Sor Faustina Kowalska

(Cuando el corazón este desgarrado por el dolor)


¡Oh Jesús Crucificado!, tu eres mi fuerza.
(Cuando el alma ofuscada por el dolor se esfuerza y lucha sin respiro)
¡Oh Jesús Crucificado!, esperanza de mi salvación.
(Cuando el alma se hunde en un mar de amargura y el corazón se diluye en lágrimas)
¡Oh Jesús Crucificado!, tú me iluminas como la aurora.
(Cuando el cáliz de amargura ya rebosa y todo conspira contra ella y el alma vive momentos de Getsemaní)
¡Oh Jesús Crucificado!, en ti tengo mi defensa
(Cuando el alma consiente de su inocencia acepta en Dios esta prueba)
¡Oh Jesús Crucificado!, cambia mi debilidad en omnipotencia

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