Está en la página 1de 2

¡SÍ!

UNO ERA DIFERENTE

NOÉ ERA ALGUIEN COMÚN

Noé era un evangelista mundialmente conocido, tampoco era el director


de alabanza de su iglesia, no era un discipulador, ni líder de algún grupo.
Noé era un teólogo con muchos títulos ni un predicador capaz de reunir
multitudes. Y si no fuera por su edad (600 años) y por su blanca barba,
tranquilamente podría pertenecer al ministerio juvenil. Y nosotros
seguramente lo criticaríamos diciendo: “Míralo a Noé, cuándo pensará
comprometerse en algún ministerio, nunca hace nada”.
Aunque las apariencias nos engañen, Noé sí estaba COMPROMETIDO,
pero con algo mucho más importante que un ministerio. Su compromiso era
tan intenso que, entre todos, él fue el único a quien Dios tuvo en cuenta.

¿Por qué juzgó Dios a la tierra con el diluvio? (6:11-13).


Ya sabes cómo era Noé y que él estaba comprometido con la santidad de
Dios. ¿Cómo piensas que habrá reaccionado la gente que lo conocía al ver
que él era diferente y qué cosas habrá tenido que soportar por no ser
como ellos?
¿Crees que ser diferente le sirvió para algo a Noé?
Noé era un auténtico diferente, comprometido con la santidad de Dios.
Él no se dejaba arrastrar por la corriente de sus amigos, familiares o
conocidos. Y fíjate que ni siquiera se dice que su propia familia fuera
como él; si Dios los salvó y los bendijo fue exclusivamente por la vida de
Noé.
El pacto fue con Noé (6:18) porque él decidió no pactar con el pecado.
¿Valió la pena su decisión? ¿Tú qué piensas?

PIÉNSALO FRÍAMENTE

Tú, ¿qué decisión hubieras tomado? ¿Vivir cómo todos y morir ahogado, o
vivir en santidad encerrado durante un año en el arca, oliendo “la caquita”
de los bichos y vivir para contarlo?”
A veces creemos, equivocadamente, que ser diferentes es “ser pavos”,
“ser tontos”, “ser amargos”, “no disfrutar nada”, “tener todo prohibido”,









“ser raros” o “anormales “. Si piensas esto o te sientes así es porque estás


permitiendo que Satanás te confunda. Alguien te ha enseñado mal y tú
estás creyendo cualquier pavada.

SER DIFERENTES es tener vida en medio de la muerte. Ser luz en medio


de la oscuridad del pecado. Tener fortaleza en las debilidades. Poder
decir NO a todo lo que corrompe (en cuerpo, mente y espíritu). Y es decir
SI a todo lo que te permite disfrutar de la vida plenamente.
SER DIFERENTES es defender la verdad de Dios entre tantas mentiras
y falsificaciones, es vivir sin pecado entre tanta pecaminosidad, es
sonreír y gozar auténticamente entre tanta falsedad.
SER DIFERENTES es vivir en santidad, es pagar el precio de no ser
entendido por muchos. Es vivir haciendo lo que Dios quiere, pensando
como Dios piensa y hablando como Dios habla.

SER DIFERENTES es permitirle al Espíritu Santo gobernar nuestras


vidas y que su fruto de amor, gozo, paz, paciencia, bondad, fe,
mansedumbre y dominio propio se muestren en nuestra manera de vivir
todos los días.
¿Estás dispuesto a serlo, ser un auténtico diferente?
¿Hay corrupción hoy?
¿Qué cosas y quiénes te parecen que se han corrompido?
¿Eres diferente a tus amigos en tu manera de pensar, de hablar, de
sentir, de decidir, de reaccionar?
¿Cuáles crees que son los peligros de “hacer lo que todos hacen”?
¿Cuáles piensas que son las bendiciones de ser diferentes y
comprometidos con la santidad de Dios?
¿Qué cambios importantes piensas que tendrías que hacer en tu vida para
ser auténticamente diferente?
¿Estás dispuesto a hacerlo?
Por uno solo, la misericordia de Dios pudo alcanzar a muchos. Tu vida de
santidad puede ser el medio para que Dios salve a quienes tienes cerca
tuyo.





También podría gustarte