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y no por
Problemática:
Las mujeres somos muy sensibles a nuestras emociones y en muchos casos, tomamos
decisiones incorrectas dejándonos llevar por lo que sentimos y no por principios.
Introducción:
Necesitarás recortar los papelitos con las siguientes palabras:
Felicidad - Tristeza - Ira - Miedo - Sorpresa - Alegría - Vergüenza - Amor
Preocupación - Enojo - Frustración - Aburrimiento - Soledad - Empatía.
(encuentra estas palabras para recortar en los anexos)
Pide a los participantes que formen un círculo y que tomen un papelito de dentro del
recipiente.
Cada persona debe pensar en una situación personal que haya vivido y en la que
hayan tomado alguna decisión basada únicamente en esa emoción que le tocó en el
papelito. Una vez hayan identificado esa situación personal, cada una deberá compar-
tir su experiencia con el grupo.
Ahora cuenta una historia tuya, acerca de un momento donde te hayas dejado llevar
por tus emociones hasta un punto, pero que tus principios fueron más importantes y
dejaste las emociones de lado y permitiste que Dios te guiara.
Pregunta: ¿Qué pasaría si en lugar de dejar que nuestras emociones nos controlen,
nos basamos en principios sólidos y confiables para tomar decisiones sabias? ¡Hoy es
un día para hablar de este tema!
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Tiempo con la Biblia:
Para ilustrar la importancia de vivir por principios, podemos tomar como ejemplo las
siguientes historias: (Cuenta las historias de estos personajes, pueden buscar las citas bíbli-
cas y que algunas mujeres participen leyéndolas)
Eva (Génesis 3): Dios creó el Jardín del Edén y colocó allí a Adán y Eva. Dios les permitió
comer de cualquier árbol del jardín, excepto del árbol del conocimiento del bien y del
mal. Sin embargo, Eva fue tentada por la serpiente, quien le dijo que el fruto del árbol
prohibido le daría conocimiento y sabiduría como Dios, lo que motivó a Eva, a pesar de
saber lo que Dios les había dicho, a decidir comer del fruto prohibido que también le
ofreció a Adán. Como resultado, Dios los expulsó del Jardín del Edén y tuvieron conse-
cuencias negativas.
Abigaíl con su esposo Nabal (1 Samuel 25:1-10): Nabal era un hombre que poseía muchí-
simas cabras y ovejas, David y sus hombres, como vivían cerca, constantemente le
ayudaban cuidando sus rebaños para evitar que les hicieran daño o los robaran. Un
día, en el tiempo de esquilar las ovejas, David le pidió a Nabal que compartiera con él
la abundancia de su alimento, pero Nabal se enfureció, le habló feo a los hombres de
David, se negó a brindarles ayuda y cuando David se enteró de lo sucedido se enojó y
decidió matarlo, pero gracias a la intervención de su esposa Abigaíl (quién fue sabia y
tomó acción) hizo lo posible para que David no lo matara, (a pesar de que las accio-
nes del hombre, provocaron su muerte de forma natural en menos de una semana).
Sara (Génesis 21): A pesar de la experiencia con Agar y su hijo Ismael, Sara aprendió que
no debía dejarse llevar por sus emociones, así como pudo hacerlo en varios momentos,
y decidió confiar en Dios y seguir sus principios. Con el tiempo y la prueba de la espera,
Dios le concedió a Sara el milagro de tener un hijo a los 90 años, como le había prome-
tido, y su hijo Isaac se convirtió en un importante patriarca del pueblo de Israel.
Pregúntales: ¿En qué situaciones de mi vida he dejado que las emociones me contro-
len? ¿Cuál hubiera sido el resultado de estas personas si se dejaban guiar más por
principios que por sus emociones?
Conclusión:
Sin lugar a dudas podemos dar muchos consejos, pero nuestra sabiduría humana es
muy limitada, necesitamos de Dios para aprender a tomar decisiones. Todos experi-
mentamos cuando las emociones quieren salirse de control, pero debemos aprender
a ser sabías y controlarlas, eso solo lo podemos hacer de forma correcta cuando las
sometemos a Dios.
En las historias de Eva y parte de la de Sara, vemos cómo sus emociones descontrola-
das las llevaron a tomar decisiones equivocadas, que resultaron en consecuencias trá-
gicas.
2
Es importante recordar que, cuando estamos bajo la presión de las emociones, debe-
mos tomar un momento para reflexionar antes de actuar, pedir ayuda al Espíritu Santo,
someter todo pensamiento a la obediencia de Cristo, ya que la mente ayuda a exage-
rar las situaciones, fortaleciendo el dominio de las emociones.
En la Biblia encontramos muchos versículos donde Dios nos repite constantemente que
no debemos dejarnos guiar de nuestros sentimientos, también encontramos muchas
estrategias para quitarle el control de nuestra vida a nuestros sentimientos y emocio-
nes y entregarle esto al Espíritu Santo.
Cuando nos dejamos guiar por nuestras emociones y nuestros sentimientos, termina-
mos dándole más importancia a estos que a Dios, Jesús fue enfático en que debemos
adorar a Dios y servirle solo a Él, no a lo que sentimos, también debemos tener cuidado
cuando creemos que podemos controlar, debemos confiar plenamente en Dios para
evitar ser controlados porque al final, el que se deja dominar de sus emociones y sus
sentimientos termina convirtiéndose en un esclavo. 2 Pedro 2:19.
Tiempo íntimo
Cuando permitimos que las emociones y los sentimientos nos controlen, nos converti-
mos en un río que se desborda y se vuelve incontrolable, pero cuando le damos el con-
trol de lo que sentimos al Espíritu Santo, nuestro cause va a permanecer tranquilo a
pesar de lo que suceda.
Un recurso de
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“El que tarda en airarse es grande de entendimiento; mas el
que es impaciente de espíritu enaltece la necedad”.
Proverbios 14:29 RVR 1960
Alegría
Felicidad
Sorpresa
Frustración
“Por esto, mis amados hermanos, todo hombre sea pronto
para oír, tardo para hablar, tardo para airarse”.
Santiago 1:19 RVR 1960
Vergüenza
Amor
Soledad
“La respuesta amable calma el enojo, pero la agresiva echa leña al fuego”.
Empatía
“Ustedes saben que si se dejan llevar por cualquier pasión, ésta los esclaviza”.
2 Timoteo 3:16 NTV
Preocupación