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25 octubre 2011
Lo que nos lleva a que es del género dramático, porque los personajes se
enfrentan a problemas, en especial cuando se compromete la dignidad y
existencia humana, que suelen ser momentáneos pues se trata de encontrar una
solución, y generalmente sí la hay. Por ejemplo, entre las primeras 50 páginas,
cuando D’Artagnan se enfrenta a Athos, Porthos y Aramis, resuelve el conflicto
que tiene con cada uno al ponerse de su lado y combatir a la Guardia del
Cardenal.
Con esto, paso a otro punto, que sería El Héroe, quién tenía que ser casi
perfecto. Generalmente de sexo masculino, de gran carisma y el salvador de todo
mundo y que pertenece a una sociedad secreta y protectora, que en este caso
sería Los Mosqueteros de M. de Tréville. Ese personaje, el protagonista, llega a
parecer un superhombre, inmortal, que nada puede hacerle daño, prácticamente
con características fantásticas que hacen que parezca invencible. En este caso,
D’Artagnan es ágil, hábil con la espada y tiene el instinto de liderazgo. Athos era el
líder del trío hasta que le cede el lugar a D’Artagnan, sensato e inteligente.
Porthos es brutal, “más músculo que fuerza” y Aramis es el tranquilo, el obligado a
pertenecer a la liga de Mosqueteros.
Así que, como conclusión personal, puedo escribir que la novela Los Tres
Mosqueteros (1844) es una novela popular que cumple con las características
anteriores, algo que no debe confundirse con novela vulgar, que son muy
diferentes. O como Eco (1998) dice, como cita final: “…nace como medio de
entretenimiento, de diversión de masas, y no se preocupa tanto de proponer
modelos heroicos de virtud…”.
Bibliografía