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Introducción

La presente cédula se tratarán dos temas íntimamente relacionados uno con el otro1) régimen de
protección de los derechos patrimoniales del derecho de autor 2) los límites y excepciones del
mismo

Solo a modo introductorio, sin entrar todavía a terreno jurídico y para efectos de explicar la
importancia y motivación que me surge en tratar estos dos conceptos me gustaría plantearles dos
escenarios hipotéticos: primero los invito a plantearse la idea de un mundo donde la protección a
los derechos de autor sea absoluta, sin excepción alguna.

¿Se imaginan lo engorroso que sería el realizar investigaciones, ya sea en propiedad intelectual,
derecho civil o procesal, si cada vez que quisieran citar una obra ajena tuviesen que pedir
autorización?

¿Cómo podríamos prepararnos para los exámenes nosotros los alumnos si es que no pudiésemos
tomar apuntes de las clases de nuestros profesores?

Ahora, por otro lado, imaginemos que no existe protección alguna, todos los libros, canciones,
películas pueden ser copiados, distribuidos, modificados, sin que se requiera autorización alguna y
sin que se siga ninguna consecuencia de esta utilización. Probablemente los escritores, músicos
compositores, pintores, dramaturgos, etc, tendrían que buscar otros medios de sustento, o bien
volver a los tiempos de Mozart en donde se buscaban a mecenas que voluntariamente les
retribuyeran su trabajo.

Desde luego, existe una tensión en el interés público y el derecho individual de los autores
subyacente en la regulación de esta materia, cuestión que fue recientemente tratada en la
convención constitucional, donde se votó incluir en el borrador de la nueva constitución la
inclusión de, por un lado, la protección de los derechos patrimoniales y morales del autor, la
protección de los derechos conexos, y por otro lado, la consagración constitucional de las
excepciones y el deber de promoción del estado del Dominio Público. Para resumir, los incisos que
se referían a la protección de los derechos de autor y conexos fueron aprobados y tanto el que se
refería al dominio público como el que se refería a las excepciones quedaron fuera del borrador.

Esta noticia fue la que motivó que en esta ocasión les esté hablando a ustedes de este tema, no
obstante no será objeto de esta cédula seguir desarrollando esta pugna entre la protección del
autor y el derecho de acceso a la información o acceso a la cultura, eso es terreno de legisladores y
no de juristas. Lo que si será objeto de esta cédula es la regulación actual que subyace la
protección a los derechos patrimoniales de autor y cuales son algunos de los límites y excepciones
del mismo, que puede ser vista como la forma en que esta pugna de intereses se regula en nuestro
sistema.

Ahora bien, ya entrando en terreno jurídico, cabe exponer de qué manera se regula en la ley
17.336 el régimen general de protección y sus límites. Desde aquí en adelante, cada vez que
nombre un artículo lo haré en referencia a esta ley, a menos de que señale lo contrario.

Parte I. Norma general de protección a los derechos patrimoniales


Aquí se encuentran 2 normas de relevancia que me gustaría pedir autorización para leer.

La primera de ellas es el artículo 19, contenida en el título que trata los derechos patrimoniales de
autor

Art. 19. Nadie podrá utilizar públicamente una obra del dominio privado sin haber obtenido la
autorización expresa del titular del derecho de autor.

La infracción de lo dispuesto en este artículo hará incurrir al o los responsables en las sanciones
civiles y penales correspondientes

La otra es el artículo 79 que se regula en el título de los delitos contra la propiedad intelectual.

Artículo 79. Comete falta o delito contra la propiedad intelectual:

a) El que, sin estar expresamente facultado para ello, utilice obras de dominio ajeno
protegidas por esta ley, inéditas o publicadas, en cualquiera de las formas o por cualquiera
de los medios establecidos en el artículo 18.

Estas 2 normas en términos generales permiten concluir que la explotación de una obra intelectual
perteneciente al dominio privado o ajeno se encuentra prohibida en principio, salvo que se cuente
con una autorización para realizar tal explotación.

Ahora bien, primero cabe analizar cuál es la conducta prohibida por ambos artículos. En ambos se
hace uso del término “utilización”, en el artículo 79 se expresa que tal autorización debe hacerse
por cualquiera de los medios establecidos en el art 18, que es el artículo que establece el catálogo
de formas de utilización, entre las cuales encontramos la reproducción, distribución, modificación,
comunicación pública y puesta a disposición. Cabe entonces cuestionarse, para efectos de
determinar el alcance de la prohibición, si el catálogo ahí representa o no las únicas formas de
utilización o bien si podrían existir otras diferentes a las expresadas.

Este problema no cuenta con una solución expresa dentro de nuestra legislación, a diferencia por
ejemplo de Paraguay, que establece expresamente que su catálogo es meramente enunciativo.
Según estima el profesor Ruiz Tagle, nuestra legislación al emplear el término “utilización”, abarca
no solo las facultades expresamente reguladas en la ley, sino que todos los posibles usos que
puedan ser desarrollados en relación con la obra.

Ahora bien, la misma norma prescribe que la prohibición general puede enervarse consiguiendo
autorización del autor o titular de los derechos. Para que se cumpla el efecto de enervar la
prohibición general de utilización la autorización que otorga el autor debe ser expresa y cumplir
con una serie de requisitos consagrados en el artículo 20 de LPI, otorgándose mediante alguna
forma contractual. El contenido debe precisar una serie de aspectos que determinarán el ámbito
en el que se permitirá la explotación de la obra.

- Derechos concedidos
- Plazo de duración
- Remuneración
- Forma de pago
- Mínimo o máximo espectáculos o ejemplares (forma de explotación)

Como fluye del mismo tenor de ambos artículos, el otorgamiento de la autorización constituye un
límite a la regla general antes mencionada que prohíbe utilizar obras intelectuales de dominio
ajeno o privado, toda vez que la autorización se pida antes y no después de la utilización.

Otro límite que fluiría del tenor de estas disposiciones, por obvio que pueda resultar, es que
utilizan la denominación “dominio privado” o “dominio ajeno”, por lo que la utilización de las
obras pertenecientes al dominio público no cabría dentro del alcance de estas normas. Ahora bien,
dentro de tal noción de dominio público habría que incluir todo el catalogo de obras que se
contempla en el artículo 11 de la Ley de Propiedad Intelectual.

Parte II. Excepciones al derecho de autor.

Las excepciones se configuran como normas permisivas que facultan al titular para realizar una
actividad que, de no existir tal excepción, se encontraría prohibida. En este sentido, son casos
especiales, en donde la norma general (que prohíbe el uso de las obras de dominio privado sin
constar con la autorización del autor) no se aplica en función de entrar en un caso especial
establecido legalmente cuyo efecto es permitir la conducta que en principio estaba prohibida.

La regulación de las excepciones al derecho de autor se encuentra reguladas en el título III de la


LPI, titulado “limitaciones y excepciones al derecho de autor y los derechos conexos”.

Asimismo, con respecto a los límites de nuestra legislación en la materia es necesario mencionar la
famosa “Regla de los 3 pasos” consagrada en el Convenio de Berna

Conclusiones; el legislador al regular excepciones al derecho de autor debe:

(1) circunscribirse a determinados casos especiales,

(2) no debe atentar la explotación normal de la obra, y

(3) no debe causar un perjuicio injustificado a los intereses legítimos del autor

Sin más preámbulo ahora se analizarán en concreto algunas de las condiciones de aplicación de 2
de las excepciones, que serán aquellas cuyo ejemplo enuncié en la introducción

El mecanismo de análisis será el propuesto por el profesor Schuster; primero se analizará si el caso
especial se refiere o no a alguna categoría de obras en específico, luego se determinarán las
explotaciones cubiertas por la excepción, en tercer lugar se delimitará la extensión de la
explotación autorizada o “el quantum”

Primero partiré con el derecho de cita:

Artículo 71 B. Es lícita la inclusión en una obra, sin remunerar ni obtener autorización del titular, de
fragmentos breves de obra protegida, que haya sido lícitamente divulgada, y su inclusión se realice
a título de cita o con fines de crítica, ilustración, enseñanza e investigación, siempre que se
mencione su fuente, título y autor.
Para imaginar el predicado fáctico que prescribe la norma hay que imaginarnos 2 obras
intelectuales, la conducta aquí permitida es la “inclusión” de un fragmento de una de las obras
dentro de la otra.

a) ¿El caso especial se delimita a algún tipo de obra en particular?

Del tenor literal se puede concluir que no incluye a las obras inéditas, no obstante no hay que
tener en cuenta solo el tenor literal, también hay que tomar en cuenta si las demás condiciones de
aplicación del caso especial se pueden o no circunscribir a todas las obras.

La complicación surgiría a partir de expresión “fragmentos”, desde luego no hay problemas en


fragmentar una obra musical o literaria, pero ¿Como podríamos fragmentar e incluir una obra
arquitectónica o una escultura dentro de otra obra? Desde luego que no es posible aplicar el
derecho de cita en tales obras.

b) ¿Qué explotaciones están permitidas?

La norma emplea el término “inclusión” lo que no podría ser otra cosa que una reproducción,
para “incluir” un fragmento de una obra en otra es necesario realizar una copia del mismo, la que
se incluye dentro de otra obra intelectual que está siendo elaborada por el usuario.

c) Dimensión del uso permitido.

Con respecto al quantum, tal como se dijo, la norma especifica que se limita solo a “fragmentos
breves”, desde luego no puede citarse copiando una obra completa ni una parte considerable de
la misma. Además la norma añade la finalidad que se debe perseguir “crítica, ilustración,
enseñanza e investigación” y establece que debe especificarse la fuente, título y autor.

Ahora, para terminar toca revisar la excepción contenida en el artículo 71 letra D

Artículo 71 D. Las lecciones dictadas en instituciones de educación superior, colegios y escuelas,


podrán ser anotadas o recogidas en cualquier forma por aquellos a quienes van dirigidas, pero no
podrán ser publicadas, total o parcialmente, sin autorización de sus autores.

a) Aquí la protección se limita a las lecciones dictadas en instituciones educacionales, las


lecciones son obras intelectuales en virtud del artículo 3 numeral 2, tanto en su forma oral
como escritas o grabadas. (¿Se aplicaría también a clases online?)
b) La explotación permitida es la de “anotar o recoger en cualquier forma”, podría incluirse
por ejemplo la grabación de las clases.
c) La norma establece expresamente la prohibición de publicación sin que se cuente con
autorización, es decir, para efectos de publicarla se aplicaría el régimen general que
implica la necesidad de contar con autorización

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