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La combustión humana espontánea (CHE) es un raro fenómeno térmico en el que un cuerpo humano se quema desde el interior hasta las cenizas, mientras que el entorno queda casi intacto. Varias teorías han intentado explicar su causa, como el alcohol, las cetonas o los gases internos, pero ninguna ha podido demostrarse definitivamente. Tampoco se ha identificado algún combustible externo capaz de alcanzar las altas temperaturas de 2000°C necesarias para pulverizar los huesos durante una CHE. Por lo tanto
La combustión humana espontánea (CHE) es un raro fenómeno térmico en el que un cuerpo humano se quema desde el interior hasta las cenizas, mientras que el entorno queda casi intacto. Varias teorías han intentado explicar su causa, como el alcohol, las cetonas o los gases internos, pero ninguna ha podido demostrarse definitivamente. Tampoco se ha identificado algún combustible externo capaz de alcanzar las altas temperaturas de 2000°C necesarias para pulverizar los huesos durante una CHE. Por lo tanto
La combustión humana espontánea (CHE) es un raro fenómeno térmico en el que un cuerpo humano se quema desde el interior hasta las cenizas, mientras que el entorno queda casi intacto. Varias teorías han intentado explicar su causa, como el alcohol, las cetonas o los gases internos, pero ninguna ha podido demostrarse definitivamente. Tampoco se ha identificado algún combustible externo capaz de alcanzar las altas temperaturas de 2000°C necesarias para pulverizar los huesos durante una CHE. Por lo tanto
¿Cómo y por qué se da la Combustión Humana Espontánea (CHE)? La CHE se trata de un fenómeno térmico que no es totalmente comprendido y, además, poco común ya que se conocen unos 200 casos en los últimos 300 años. En todos los casos se presenta algo en común, un cuerpo en cenizas mientras que el entorno se muestra casi intacto. Otro punto por considerar es el hecho de que todos los casos registrados se dice que no existe una chispa externa que genere una combustión por influencia del medio, dando a entender que ésta se genera dentro del cuerpo humano. Hay muchas teorías respecto al origen de la CHE. La primera se trata del alcohol, puesto que coincidentemente los primeros casos sucedían en personas alcohólicas. Sin embargo, se desmintió por medio de varias vías: 1. Había casos en los que la combustión se presentaba en una persona no consumidora de alcohol ni de tabaco 2. Si la combustión fuese ocasionada por alcohol, no tendría consecuencias tan letales como las observadas. El alcohol se apaga al poco tiempo de encender, ya que se consume rápidamente. 3. Se requeriría tener un muy alto nivel en la sangre para que el alcohol queme a tal nivel el cuerpo humano, esto considerando que una persona se compone de 60% agua. Por lo tanto, el alcohol no provoca una CHE. El segundo posible culpable es la acetona. El origen de estas en nuestro organismo viene de la metabolización de las grasas y las proteínas, éstas producen compuestos cetónicos Uno de sus derivados es la acetona, la cual ya conocemos y sabemos que realmente es muy inflamable. El exceso de acetona se suele asociar a personas con problemas alimenticios. Se trata de una sustancia tóxica, por lo cual obviamente es liberada, en este caso, por la vía respiratoria. Al igual que con el alcohol, la teoría de la cetona puede desmentirse: 1. La concentración máxima de cetonas en la sangre, son prácticamente gotas 2. Si la acetona en la sangre llega a prenderse, el calor liberado por las gotas es prácticamente insignificante, pues su combustión sería inmediata Por lo tanto, las cetonas no provocan la CHE. Otro de los posibles causantes de este fenómeno son los gases internos del cuerpo (nitrogenados), puesto que éstos al arder generan una flama similar a la de una CHE, sin embargo, no hay pruebas que lo confirmen. En resumen, los compuestos de nuestro interior son inflamables, pero no pueden generar un efecto tan intenso como para ser considerados causantes de una CHE Si comenzamos a considerar combustibles no pertenecientes a la naturaleza del cuerpo, tampoco encontramos alguno que cumpla las condiciones necesarias. Al producirse una CHE, el cuerpo termina en cenizas blancas y un par de huesos, dichas cenizas blancas significan que la combustión se llevó a una temperatura extremadamente alta, de unos 2000°C. Este dato aproximado se comparó con la temperatura de ignición de diversos combustibles, pero no hubo alguno que coincidiera. La CHE se define como: “Esta combustión se caracteriza por llamas pequeñas de altas temperaturas que duran muchas horas y provocan que los huesos se pulvericen, que los alrededores sufran poco daño y parezca que el cuerpo se quemó de adentro hacia afuera. Los brazos y las piernas tienen un bajo contenido de grasa y en ocasiones no están cubiertos por ropa, por lo que generalmente se conservan intactos, sin sufrir el efecto mecha” (Calderón I., s.f.) Referencias: Calderón I. (s.f.) Las Cenizas de una mentira persistente. aCércate. 3(5). 20-25 Piera J. (s.f.) La combustión humana espontánea. México: Universidad Virtual Académica. Recuperado de: http://www.luciabotin.com/publicaciones/combustionhumana.pdf
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