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“Nuestro cuerpo tiene muchas fuentes de energía, no sólo la alimentación, también la luz,
que se transforma en electricidad a través de la melanina, los bio fotones y puede que
también los neutrinos, como la bio-resonancia terrestre que absorbe el cuerpo cuando
duerme. Estos son campos de la biofísica que están todavía por ser desarrollados y el día
que se conozcan a ciencia cierta, serán capaces de añadir un gran conocimiento al
funcionamiento del cuerpo humano.”
Como antes hemos dicho la enfermedad es falta de energía, en teoría es fácil obtener
energía simplemente comiendo y haciendo deporte, claro está. El problema es que una
persona enferma habitualmente no dispone de energía para correr, y tampoco de suficiente
oxígeno para que se realicen todos los procesos del sistema inmune en el cuerpo. Por otro
lado, los microbios o los virus son capaces de multiplicarse mucho más rápido de lo que
nuestro sistema inmune puede engullirlos a través de un proceso llamado fagocitosis.
El dióxido de cloro, no sólo aporta oxígeno, también el ion de cloro es un oxidante eficaz
en la lucha contra las bacterias, virus, hongos y parásitos.
Esta combinación única es, además, extremadamente soluble en agua, ya que se disuelve
mucho más que la propia sangre, que es más espesa. Esta solubilidad hace que pueda
aportar oxígeno a lugares del cuerpo donde normalmente no llega, como por ejemplo los
cartílagos, los líquidos amnióticos, o las mucosas.
La falta de energía, como causante principal de toda enfermedad, también puede tener
su origen en un trauma, ya sea físico o psíquico. En ambos casos significa un desgaste
enorme de energía que el cuerpo tiene que compensar de alguna u otra manera y esta
misma energía se tiene que restar de otro lugar del cuerpo, dejando ese lugar más
afectado o débil. Un ejemplo clásico es la persona dominada por la ira. Una persona furiosa
fácilmente tiene afectado el hígado, ya que hay una relación directa entre las emociones y
los distintos órganos del cuerpo. La nueva medicina germánica como la biodescodifícación,
tratan estos temas los que son muy interesantes y eficaces cuando se trata de recuperarse de
enfermedades crónicas o diagnosticadas incurables. Ya que sólo cuando eliminamos el
residuo de estos traumas psíquicos, el cuerpo se puede recuperar totalmente, dejando atrás
tanto los bloqueos físicos como psíquicos. Este trauma, que nos ha robado tanta energía,
deja un órgano afectado más débil y esta falta de energía es la responsable de que se puedan
alojar patógenos que crean acidez en este lugar sin protección ni equilibrio.
Al mismo tiempo, la falta de oxígeno favorece la fermentación, que a su vez crea más
acidez, incrementando el crecimiento de patógenos. Los patógenos a su vez, consumen
más energía del cuerpo volcando toxinas metabólicas ácidas en el sistema, empeorando
poco a poco toda la situación hasta que se desarrolla un cuadro de enfermedad crónica o
grave. La pregunta que hay que hacerse ahora es: ¿cómo podemos incrementar esta energía
que nos falta?
Para incrementar la energía, debemos evitar todo tipo de toxinas, ya sean las clásicas
conocidas como: fumar, el alcohol o las drogas, (da lo mismo que sean legales como
ilegales, en ambos casos se trata de toxinas) y la comida industrial inadecuada, fabricada
con sustancias nocivas.
Al mismo tiempo podemos incrementar la energía del enfermo con el aporte de
cariño y amor ¿Qué es amor?: La definición de amor en términos biofísicos, es
“resonancia”. Cuando experimentamos amor (resonancia entre personas, animales, plantas
permite el incremento de energía creando un vórtice energético entre ambos, que produce
armonía y bienestar), experimentamos cómo fluye la energía entre ambas partes de manera
infinita.
Para que fluya la energía se necesita un medio conductivo. Las sales y minerales de
nuestro cuerpo son los responsables de la conductividad eléctrica y el flujo de los iones.
Si incrementamos la conductividad en nuestro cuerpo, permitimos un mayor flujo
energético.
De manera simplificada se puede decir, que las sales y minerales son los cables invisibles
de nuestro cuerpo eléctrico. Cuanto mayores sean los cables, mejor fluirá la energía. Para
incrementar la energía, se necesita incrementar la eficacia de la combustión y por lo tanto
del oxígeno ya que sin él, no hay combustión posible.
Podemos resumir que nuestro cuerpo con tal de generar energía utiliza la oxidación
para tener una combustión óptima. Al mismo tiempo, la oxidación ayuda a mantener
el equilibrio alcalino-ácido necesario para su buen funcionamiento. Los glóbulos rojos
transportan este oxígeno imprescindible. Existe otra substancia capaz de hacer lo
mismo, es el dióxido de cloro, que básicamente no es otra cosa que sal y oxígeno visto
de manera simplificada. Esta substancia, al igual que los glóbulos rojos, también es
capaz de almacenar el oxígeno y al igual que la sangre, lo libera en la zona más ácida,
a través de una reacción, cuando se desintegra la molécula de dióxido de cloro
-durante el proceso de oxidación en sal por un lado, y en oxígeno por otro lado. Esta
desintegración, libera muchísima energía electroquímica, que a su vez elimina los
patógenos ácidos de nuestro cuerpo, convirtiéndolos en “cenizas” alcalinas.
ACIDEZ
El cuerpo, al ser una máquina de combustión, respira oxígeno. Nada más al nacer
empezamos a respirar llenando los pulmones con el oxidante más abundante que existe:
el oxígeno. Consecuentemente, llenamos nuestros glóbulos rojos de oxígeno y
eliminamos el dióxido de carbono C02. En el momento en que la sangre venosa pasa por el
pulmón, tiene un pH de aproximadamente 7,35 y una vez que se carga de oxígeno el
glóbulo rojo (hematíe), la sangre arterial tiene un ph más alto, de aprox 7,45. Significa que
alcalinizamos el cuerpo a través de la respiración, que es constante durante las 24 horas
del día, incluso durmiendo. Una vez que los glóbulos rojos de la sangre se cargan de
oxígeno en el pulmón, lo llevan a través del sistema sanguíneo a todas las partes del cuerpo.
Un dato es que la sangre libera el oxígeno allí donde hay más acidez en el cuerpo, esto
también se conoce como el efecto Bohr. El cuerpo a su vez utiliza el oxígeno en las
mitocondrias para crear reacción. Esta reacción, que es una combustión, a su vez convierte
muchas sustancias ácidas tóxicas, en óxidos más alcalinos, que el cuerpo luego puede
eliminar o incluso utilizar con otros fines. El aporte de suficiente oxígeno es lo más
esencial, para poder mantener el equilibrio entre la acidez y la alcalinidad del cuerpo.
Cuando hay una intoxicación lo primero que hace el cuerpo es incrementar la frecuencia e
intensidad de bombeo del corazón, que a su vez incrementa la combustión y la temperatura.
Si la intoxicación perdura, el cuerpo intenta crear más calor, lo que se conoce como fiebre,
para eliminar las toxinas por oxidación. Hay que tener en cuenta que no es la bacteria en sí
la que nos hace daño, si no sus “defecaciones” ácidas, que intoxican nuestro sistema. Lo
mismo pasa con los parásitos que cuanto más grandes son, producen más cantidad de
acidez.
La acidificación crea problemas de todos los tipos. Los problemas coronarios debido a la
inflamación de las arterias por ejemplo. Las paredes de las arterias por naturaleza son muy
lisas. Si el cuerpo se vuelve demasiado ácido, esta acidez causa inflamación. Por tanto, el
cuerpo tiene que' contrarrestar la inflamación diluyendo su toxicidad con más agua. Este
aporte de agua adicional crea hinchazón y estrechamiento del flujo sanguíneo. Como al
cerebro no le llega suficiente oxígeno para su buen funcionamiento, el corazón lo tiene que
compensar bombeando más fuerte y más rápido ( hipertensión). Al mismo tiempo, el
cuerpo quiere compensar la acidez apagando este fuego ácido con calcio. Sabemos que el
calcio es un antagonista del ácido. El cuerpo hace lo mismo pero al revés, compensando la
acidez con calcio. Si no dispone de suficiente calcio, el cuerpo lo roba de donde sea,
habitualmente de los huesos, creando a largo plazo una enfermedad conocida como
osteoporosis. Una vez que el cuerpo ha compensado la acidez con calcio, queda como
residuo piedras calcáreas. La más conocida verdón es la de las piedras en los riñones o en la
vesícula, sin embargo también parece ser responsable de los problemas arteriales en las
válvulas coronarias, problemas de la microcirculación, las varices y un largo etcétera.
Existen varias formas de eliminar estas calcificaciones, una es el uso terapéutico de óxido
de magnesio, o las infusiones de la planta que se conoce popularmente como rompepiedras.
NUTRICIÓN
La nutrición industrial aporta muchas toxinas químicas que el cuerpo no sabe cómo digerir
y por lo tanto le quedan dos opciones: una la eliminación a través de la oxidación y la otra
es utilizando el colesterol. Por lo tanto, hay que abstenerse de productos industriales y
alimentarse lo más orgánico posible. En segundo lugar, la mezcla óptima sería un 40%
de hidratos de carbono, un 30% de proteínas y un 30% de grasas. Con esta dieta
habitualmente los enfermos mejoran y los obesos adelgazan. Somos omnívoros por
naturaleza. Mucha gente es vegetariana o incluso vegana, es decir que no se alimenta de
ningún producto de origen animal. El problema, es que si se mantiene este tipo de
alimentación a largo plazo, se puede crear un desequilibrio hacia el otro lado. La comida
vegetariana, mayoritariamente sirve para la limpieza de nuestro cuerpo de depósitos no
deseados. Las fibras ayudan a arrastrar y limpiar el sistema digestivo; sin embargo, a largo
plazo, no nos nutren de manera suficiente. Aunque al principio funcionan muy bien, con los
años entran en deficiencias nutritivas: de proteínas, B12, calcio, zinc, los ácidos grasos de
cadena larga EPAy DHA, y vitaminas solubles en grasa como A & D. También se puede
observar la falta de hierro y creatina. Las consecuencias pueden ser: falta de energía, falta
de libido, problemas de fertilidad y otros. El cuerpo necesita por un lado alimentos como
las fibras, que limpien y por otro lado, componentes que favorezcan su crecimiento
natural, una nutrición equilibrada y adecuada en términos biológicos, acordes con su
especie. Ahora, este equilibrio en cada persona es individualmente diferente, ya que unos
cuerpos necesitan más proteínas en forma de carne, pescado o huevo, que otros. Cada
persona tiene que averiguar por sí misma cuál es su propio equilibrio y nutrirse según su
propio criterio. Principalmente, hay que conseguir dos cosas esenciales: en primer lugar
la alimentación tiene que ayudar a optimizar el metabolismo y por lo tanto la
desintoxicación, y en segundo lugar, tiene que incrementar la circulación de la sangre
para su perfecta oxigenación y la correcta asimilación de los nutrientes. Si logramos
desintoxicar el cuerpo, habitualmente desaparecen los efectos conocidos como la fatiga
crónica o la depresión, se fortalece el sistema inmune, tienen mejorías las personas que
sufran de artritis, artrosis, eczema, psoriasis,se observa también desaparición de alergias.
También podemos observar que la comida picante como otras especies nos pueden hacer
sudar más, y ayudar a expulsar toxinas a través de la piel, la pimienta de Cayena, ayuda al
cuerpo incrementando el riego sanguíneo y evitando la aglutinación sanguínea y las
plaquetas. Al mismo tiempo, nos aseguramos de que los nutrientes lleguen adonde se
necesitan, evitando problemas de ataques cardíacos y reduciendo la probabilidad de
accidentes cerebrovasculares.
La importancia de un estómago ácido:
El ácido del estómago en su mayoría se compone de ácido clorhídrico. Pero se plantea un
serio problema cuando la gente tiene reflujo gastrointestinal molesto, ya que habitualmente
se les recetan productos que alcalinizan el estómago. Cuando alcalinizamos el estómago,
abrimos las puertas de Troya. El hecho de alcalinizar el estómago, en realidad es lo último
que uno debe hacer, ya que abre las puertas para que los parásitos nos invadan.
Que es MMS, también llamado CD?
MMS: Es la mezcla de clorito sódico (NaC10?) activado con ácido cítrico.
CD: Es la mezcla de clorito sódico (NaC102) activado con ácido clorhídrico.
CDS: Es el gas de la mezcla disuelto en agua.
MMS es la denominación que dio Jim Humble a la mezcla de clorito sódico (NaC102)
activado con ácido cítrico al 50%, El CD es la mescla de clorito sódico con el ácido
clorhídrico (HCL) al 4%. mucho más suave y eficaz que el antiguo MMS y apenas causa
efectos secundarios. Jim Humble, un ingeniero que Estando de prospección de oro en la
jungla de Guayana y aproximadamente a 400 millas de cualquier hospital y en plena selva,
su equipo enfermó de malaria, el equipo no llevaba ningún medicamento que los pudiera
aliviar. La única cosa que tenía Jim Humble, era un desinfectante de agua potable llamado
oxígeno estabilizado. Al final decidió dar unas pocas gotas a su gente, que estaba con más
de 40 C° de fiebre, delirando en pleno ataque de malaria. Su sorpresa fue, que después de
cuatro horas los encontró reunidos alrededor del fuego, recuperados de una de las peores
enfermedades infecciosas del mundo, como si no hubiera sucedido nada!
Cuando el clorito sódico llega al estómago, que contiene ácido clorhídrico, se produce una
reacción entre estas dos sustancias, y la liberación de un gas llamado ‘dióxido de cloro’
responsable de estas curas “milagrosas”. Este gas fácilmente se absorbe en agua y por lo
tanto por las mucosas y el suero sanguíneo, siendo capaz de funcionar con muchas otras
enfermedades. La clave de las recuperaciones de distintas enfermedades a partir del uso del
dióxido de cloro (única sustancia) es que se trata de un oxidante, es decir, de una sustancia
que facilita la combustión porque añade oxígeno a todos los proceso. El oxígeno no se
acumula en el cuerpo y por lo tanto es un proceso farmacodinámico muy diferente.
La oxidación, además, es utilizada de manera similar y natural por nuestras células de
defensa, como los neutrófilos en el proceso de fagocitosis, que no es otra cosa que engullir
y combustionar al enemigo, dicho de manera simple.
Uno de los aspectos más importantes, es que el dióxido de cloro es un gas que tiene una
estructura molecular extremadamente parecida a la molécula del agua y por ésta y otras
razones más, se disuelve completamente en el agua sin crear enlaces químicos, una vez que
está disuelto en el agua también es capaz de reaccionar rápidamente con otros
componentes, sobre todo si son de pH ácidos. El dióxido de cloro, al ser muy reactivo, es
capaz de exterminar patógenos en el agua a través de un proceso llamado oxidación.
Otro aspecto interesante del dióxido de cloro, es que reacciona incluso con la luz
ultravioleta y la luz solar, convirtiéndose en: cloro, gas y oxígeno, y ésta es la razón
por la que debe ser mantenido lejos de la luz solar y ultravioleta. Las botellas de cristal
marrón son las más adecuadas ya que las botellas transparentes o de cristal azul dejan pasar
la luz ultravioleta, y es capaz de hacer reaccionar el dióxido de cloro.
Si se ingiere el dióxido de cloro, rápidamente reacciona con patógenos ácidos liberando
oxígeno y formando iones de clorito, que después se convierten en iones de cloruro, es
decir, la sal común. Nuestro cuerpo metaboliza esta mínima cantidad en sal sin ningún
problema, ya que todos nuestros fluidos son salinos. De hecho, el cuerpo pierde sal de
manera constante al orinar y sudar.
El efecto positivo del CD, está basado en gran parte por su capacidad para fortalecer
el sistema inmunológico de nuestro cuerpo, no solo por la oxidación de los patógenos,
sino también por otros efectos más complejos. También es muy importante su poder para
aportar oxígeno a las células.
Parte de sus posibles efectos ‘negativos’ serían las molestias derivadas de las
eliminaciones por parte del organismo, de los residuos de los patógenos y otros agentes
dañinos que han quedado destruidos. Por ello se aconseja empezar siempre con dosis
bajas, las que paulatinamente se podrán incrementar, para así ir eliminando esos
residuos progresivamente, sin molestias.
Como regla general se puede decir, que cuanto más enferma se encuentre la persona, más
cargada de residuos tóxicos se encontrará, y por esta razón que con personas que sufran
enfermedades graves se incrementara la dosis poco a poco. En este proceso de oxidación,
hay que entender que los residuos tienen que ser eliminados por el organismo. Se puede
decir que la dosificación, depende más del grado de salud, que del peso de la persona.
¿Cómo se hace?
Cómo obtener el líquido de manera adecuada a través de clorito en polvo:
Para preparar una solución acuosa de clorito, simplemente se utiliza el 30%.
11 de agua = un kilo, el 30% son 300 g
Para disolver el clorito en el agua por lo tanto se utilizan 700 g de agua y 300 g
de clorito en polvo al 80%. La resultante es una solución acuosa al 24%.
Para hacer otras cantidades de disoluciones, simplemente se utiliza..la regla de tres
matemática. ¿Por qué el 80%? Sencillamente porque el 30% de una sustancia al 80% es 24.
Si disponemos de un clorito con un porcentaje un poquito más concentrado, podemos
obtener 25%. La diferencia no es grande, ya que no se trata de pureza, sino simplemente de
concentración. ¿Por qué no se puede comprar clorito al 100% de pureza? Simplemente
porque el clorito necesita una base donde se pueda adherir, que es la sal común, también
llamada ‘cloruro sódico’ que es aproximadamente el 15 al 20% del polvo que compramos.
Para saber si se está comprando un clorito de calidad, hay que fijarse que el clorito de sodio
en polvo, no supere el 1% de clorato, en ningún caso.
Oxidación
Oxidación, en el fondo significa combustión. Existen diferentes formas: Ejemplo por
oxidación lenta: Cuando una manzana se vuelve marrón al cortarse y entrar en contacto con
el oxígeno, oxidando su pulpa. Ejemplo de oxidación rápida: Un fuego o una explosión, es
una oxidación rápida.
El oxígeno es esencial para nuestra vida, ya que en primer lugar llenamos los glóbulos rojos
de oxígeno en nuestros pulmones, y eliminamos “el humo contaminante” del CO2 al
exhalar. No hacemos otra cosa distinta a la que hace cualquier motor de combustión,
simplemente que de forma mucho más eficaz. De hecho, durante el proceso, no sólo
captamos oxígeno y eliminamos el C02, también alcalinizamos el cuerpo con cada
respiración que hacemos.
Nosotros somos fuego y lo somos literalmente, la llama de la vida, pero hay que recordar
que no hay fuego sin oxígeno.
Volvemos a los glóbulos rojos, que se llenan de oxígeno en nuestros pulmones. Una vez
que están saturados de oxígeno, salen de los pulmones hacia nuestros órganos, donde
liberan este oxígeno.
¿Y qué pasa con el estrés oxidativo?”
la teoría del “estrés oxidativo”, que es una antigua hipótesis de Denham Harman de 1956,
ha sido probada falsa en muchos de sus aspectos.¿Quién cree usted que está más sano, una
persona que practica ejercicio o una persona con una vida sedentaria en el sofá?
“El que hace deporte”, me van a contestar prácticamente todos. Pero vamos a ver... si los
que están haciendo deporte pasan mucho más estrés oxidativo, según la teoría antigua,
deberían estar más enfermos, porque el oxígeno es el radical libre más abundante de
nuestro cuerpo...
Pero hoy en día nuestro problema es que hay sobreoferta alimenticia, en combinación con
sedentarismo televisivo, y el oxígeno no llega a las células para la oxidación, que significa
combustión. Sin combustión no hay energía, sin energía no hay defensas, y sin defensas
hay enfermedad.
Explicado de manera simple, el dióxido de cloro al disociarse libera oxígeno en las zonas
ácidas del cuerpo, muy similar a como lo hacen los glóbulos rojos de la sangre, pero de
forma mucho más potente. Sabemos que la mayoría de los enfermedades están
relacionadas con demasiada acidez en el cuerpo, también llamada ‘acidosis metabólica’.
Este oxígeno liberado reacciona, oxidando los componentes o toxinas ácidas que están
en la sangre o en el tejido intersticial, donde ni siquiera la sangre llega. El dióxido de
cloro, se disuelve extremadamente bien en el agua y por lo tanto puede repartirse por todo
nuestro cuerpo, que en un 70% es agua. Si una persona pesa 100 kilos, son 70 kilos de agua
pero sólo 61 de sangre, que hacen la función de líquido hidráulico de transporte. El dióxido
se reparte mucho mejor en el agua y llega a zonas escondidas también, al tejido intersticial.
Sabemos que el dióxido de cloro es selectivo por pH y por lo tanto reacciona con toda
substancia que sea más ácida que el 7,3 del cuerpo humano. También sabemos que
prácticamente todos los patógenos ya sean bacterias, virus, hongos o pequeños parásitos,
son más ácidos. Debido a su capacidad selectiva, el dióxido de cloro libera el oxígeno
justo donde están los patógenos ácidos, provocando la oxidación de los mismos. Dicho
de manera simple, los quema. No existe ninguna resistencia posible a la oxidación, si
es lo suficientemente potente. De hecho nuestro cuerpo y el de todos los demás
vertebrados, utilizan el mismo principio en el interior de los neutrófilos, que son las células
asesinas de defensa de nuestro sistema inmune, hace millones de años. La capacidad de
oxidación selectiva del dióxido de cloro en nuestro organismo es la clave de todo .
Lo interesante es que el dióxido de cloro no sólo es selectivo, también reacciona de
manera diferente con cada patógeno, es decir, cuanto más ácida es la bacteria, más
fuerte es la reacción química de oxidación y cuanto menos ácida es, menos fuerte es la
oxidación. Esta es la razón por la que no afecta tanto a las bacterias simbióticas del cuerpo,
ya que habitualmente tienen un rango de pH similar al del cuerpo, y esto es lo que les
permite ser simbióticas. Para que una bacteria pueda atacar a nuestro cuerpo, ésta debe
tener un pH más ácido que el de nuestros células, al igual que los imanes. Si nos
imaginamos dos imanes con la misma carga, el resultado es que se repelen; sólo si tienen
cargas diferentes, es decir si uno es positivo y el otro negativo, se atraen y se quedan
pegados. Con las bacterias pasa exactamente lo mismo, ya que el pH negativo es necesario,
para poder atacar a través de un intercambio de electrones, las células de pH neutro o
ligeramente alcalinas de nuestro cuerpo.
No hay fuego sin oxígeno, el oxígeno es el responsable de la vida y al mismo tiempo
convierte todo en cenizas alcalinas, impidiendo que nuestro cuerpo se acidifique.
Así que podemos resumir los peligros del fuego (es decir de la oxidación) del siguiente
modo: demasiado fuego nos quema, mientras que poco no nos calienta.
Un fuego con falta de oxígeno sólo saca humo y el humo nos asfixia.
Los oxidantes
Los oxidantes son sustancias capaces de almacenar el oxígeno de manera química, como
una batería es capaz de almacenar electricidad y liberan este oxígeno bajo ciertas
condiciones (reacción química). La oxidación puede ser lenta (oxidación del hierro), o
puede ser muy rápida (una explosión). No sólo el oxígeno puede oxidar, también otras
sustancias químicas pueden hacerlo, sin embargo, el oxígeno es capaz de oxidar en el
cuerpo combustibles como el azúcar o la grasa para generar calor, y las células puedan
crear la electricidad necesaria para que el cuerpo y la mente funcionen.
Los oxidantes son capaces de robar electrones a otras sustancias químicas, son como una
especie de cemento eléctrico, que todo lo mantiene unido. Si ahora se roban los electrones a
la materia, la construcción se caería a pedazos, es como si quitáramos el cemento a una
pared de ladrillos.
La diferencia entre un oxidante y otro es su fuerza (potencial oxidativo). El oxígeno
podemos verlo como un elemento básico, que oxida en el cuerpo exactamente lo que debe
oxidar y no afecta las piezas vitales.
Así que estos oxidantes almacenan el oxígeno por un lado, y facilitan la combustión por el
otro lado. Ejemplos:
El ozono (O3) molécula triplete de oxígeno, se utiliza para la limpieza de residuos en el
agua y es una forma excelente de desinfección, ya que por un lado tiene un potencial fuerte
que 2,07 V, y por el otro lado no deja más residuos que oxígeno.
También se utiliza en terapias, la terapia de ozono (enriquecer el oxígeno en sangre) es muy
conocida y ha ayudado a muchísima gente a superar sus problemas de salud. Sin embargo
debido a su potencial alto, no sólo afecta a las bacterias, sino también a las propias células
de la sangre y hay que tener sumo cuidado en su dosificación y aplicación. El ozono se
consume a través de la oxidación.
El peróxido de hidrógeno, también llamado agua oxigenada, que tiene un potencial
oxidativo de 1,78 V, también, es demasiado fuerte en términos técnicos.
El dióxido de cloro tiene un potencial oxidativo de 0,95 V en condiciones estándar y
además es selectivo por pH, a diferencia de los otros. Puestos a elegir es el mejor de todos.
PRECAUCIONES
Precauciones en el uso del dióxido de cloro o su precursor el clorito sódico.
Precaución uno
NO ES HIPOCLORITO (Lejía). Cuando mezclamos el clorito sódico con el ácido,
generamos dióxido de cloro, si mezclamos hipoclorito con un ácido, la reacción crean gases
muy tóxicos, además de burbujas efervescentes, lo que no ocurre con el clorito sódico.
Precaución dos
No inhalar de manera masiva los gases del dióxido de cloro, ya que puede causar irritación
en la garganta y dificultades respiratorias. En pequeñas cantidades durante breve tiempo es
inocuo. La documentación científica sobre la toxicidad del dióxido de cloro, se refiere en
principio a la inhalación, en cambio la ingestión en cantidades pequeñas es inocua.
Precaución tres
Siempre se añade agua a la mezcla, nunca se utiliza de forma concentrada. Si salpica
algo de líquido encima de la piel o la ropa, hay que lavarlo con agua abundante.
Precaución cuatro
No utilizar recipientes de metal ya que reaccionan con el dióxido de cloro, ya que se
oxidan.
Precaución cinco
No utilizar goteros de goma, ya que éstos no tienen suficiente resistencia al pH 13 alcalino
del clorito sódico y con el tiempo, se puede disolver la goma en el líquido, dejando
partículas en disolución, además sus gotas son demasiado grandes.
Precaución seis
Sólo utilizar botellas de gotero oftalmológico del PP / HDPE/ PE. Todos estos materiales
son resistentes y soportan la alcalinidad y acidez (pH 13 / pH 1), y mantienen las
propiedades durante muchos años. Los plásticos transparentes del tipo PET no son
recomendables para guardar el clorito sódico concentrado durante tiempo, ya que a la larga
se desintegran y dejan residuos en la solución del clorito de sodio. El indicador de si el
producto está mal, es su color, que debe ser transparente, después siempre debe ser
amarillo-ámbar transparente.
Precaución siete
Usar como activador el ácido cítrico, puede provocar una acidosis intestinal con diarreas,
malestar, citrobacter (una bacteria que se nutre del citrato). (Esta mezcla no es la ideal
aunque es igualmente eficaz). Sí se puede utilizar ácido cítrico, para hacer CDS, ya que no
entra en la mezcla final, porque solamente se utiliza el gas creado que se burbujea a
través del agua, cambiando a color amarillo y saturándose de dióxido de cloro.
Precaución ocho
Neutralización de clorito de sodio/dióxido de cloro en casos de emergencia. Se utiliza
estrictamente bicarbonato de sodio y nunca vitamica C (ácido ascórbido). En caso de una
emergencia (si se ha ingerido una cantidad grande de clorito de sodio o de dióxido de
cloro), se toma un vaso de 240 mi de agua con una cucharadita de postre de bicarbonato de
sodio. Con eso se neutraliza el efecto inmediatamente. La vitamina C, lo que hace es
reaccionar con el clorito de sodio y producir de manera espontánea gas de dióxido de cloro
y eso no es lo que se quiere.
¿Es tóxico?
Una de las grandes preocupaciones cuando tomamos cualquier sustancia, es qué efecto
tendrá sobre mi cuerpo en términos de toxicidad.
La toxicidad siempre depende de la cantidad v el Lugar, así que si se ingiere una gran
cantidad concentrada, puede experimentar irritaciones incluso fuertes, aunque la mayoría de
las personas no se expondrán a cantidades suficientemente grandes como para dañar
permanentemente su cuerpo. La inhalación masiva sí es tóxica, ya que ocupa el espacio
aveolar.
1. El dióxido de cloro no es una toxina que se acumula en el cuerpo, se consume en el
momento que reacciona con los patógenos.
2. En 100 años de uso existen sólo cinco casos de intoxicación documentados (de los cuales
tres fueron intentos de suicidio fallidos), todos sobrevivieron con dosis cientos de veces
superiores a las mencionadas en los protocolos recomendados.
3. En caso de respirar aire que contenga una cantidad de gas de dióxido de cloro, puede
experimentar irritación de garganta, nariz y pulmones.
4. De manera demasiado concentrada, produce irritaciones en el ojo, que son reversibles.
5. Debido a los datos obtenidos hasta la fecha , se puede considerar que el dióxido de cloro
no produce cáncer, es decir no es carcinógeno.
6. Tampoco existen pruebas de toxicidad dañina en términos de reproducción. Por el
momento en la literatura científica confirmada:
No existen efectos endocrinológicos, ni efectos en los aparatos reproductores, ni cambio de
peso, ni efectos inmunológicos linfáticos documentados, ni efectos neurológicos, ni efectos
mutagénicos, ni efectos donde el cáncer pueda ser asociado al igual que los anteriores al
uso de dióxido de cloro en humanos.
No existen efectos conocidos de acumulación del dióxido de cloro o clorito en humanos.
No hay caso mortal documentado de intoxicación por ingestión de dióxido de cloro en la
literatura científica. Probablemente induce al vómito mucho antes de llegar a una cantidad
crítica posible por ingestión.
ATRIBUTOS DE CLO2
CL02 controla efectivamente algas y bio film
CLOa evapora rápidamente a partir de 11 °C
CLO2 es un verdadero desodorante eliminando olores por oxidación
CL02 es un gas de carga neutra en agua
CLO2 es un gas extremadamente soluble en agua y no se combina químicamente
CLOa es un oxidante químico, pero no es por cloración ya que no queda cloro residual
CL02 es un potente biocida eficaz tanto en el aire como en agua en un amplio rango de pH
CLO2 no es corrosivo si el pH es neutro para la mayoría de equipos y superficies
CLOa no forma cloraminas (THM) cancerígenos
CLOa no forma subproductos clorados dañinos
CLOa no reacciona con amoníaco como lo hace el cloro
CLOa puede matar microorganismos en biopelículas penetrándolas, debido a su gran
solubilidad en agua
CLOa tiene un mayor potencial de eliminacón microbiana que otros oxidantes con m¡
potencial oxidativo
Contra bacterias: El dióxido de cloro elimina las bacterias atacando sus funciones
fisiológicas celulares básicas, como es la interrupción de la síntesis de proteínas, además
ataca la estructura celular o los ácidos en el interior de la célula. Según la literatura
científica convencional, el dióxido de cloro reacciona directamente con aminoácidos y el
ARN de la célula. Al mismo tiempo altera la permeabilidad de la membrana celular externa
ya que es capaz de difundirse a través de la capa protectora de la bacteria inactivando
patógenos de esta manera. Se ha podido observar que afecta tanto a bacterias anaeróbicas
como aeróbicas que no han sido capaces de desarrollar un sistema de resistencia y por lo
tanto este sistema sigue siendo eficaz después de 80 años de uso en agua potable.
Contra virus: El dióxido de cloro reacciona con la peptona, que es una sustancia soluble
en agua que se origina en la hidrólisis de proteínas y aminoácidos. El dióxido de cloro mata
los virus mediante la prevención de la formación de proteínas, siendo más efectivo en los
virus que el ozono o el cloro. Otras fuentes indican que impide el desarrollo de los capsides
que son como un “Velero”, necesario para conectarse a las células que
quiere invadir. Para A.K. hay una clara relación electromagnética, ya que el virus se
debe “nutrir de energía eléctrica celular”, y no puede crear esa energía al no tener un
metabolismo propio. El dióxido de cloro es paramagnético y libera un “impulso”
electromagnético en el momento de la oxidación, este efecto de descarga
electromagnética es el elemento principal de la farmacodinamia.
Contra mucosas y Biofílm: Como el dióxido de cloro permanece como gas en el agua,
tiene la habilidad de poder atravesar todo el sistema intersticial, llegando de esta manera a
las bacterias dentro de la mucosidad, incluso cuando éstas están escondidas y encapsuladas.
Alguna gente que ha tomado el dióxido de cloro estando sanas, ha reportado al principio
haber obtenido un ligero resfriado o mucosidad. Esto pudo ser debido a que el dióxido de
cloro es capaz de deshacer estas mucosas donde se esconden bacterias encapsuladas y
matarlas ahí mismo. Como reacción, el cuerpo posteriormente expulsa estas mucosidades
y bacterias muertas. El dióxido de cloro oxida la matriz de los polisacáridos, que mantienen
el biofílm entero. Durante esta reacción, el dióxido de cloro es reducido a iones de cloruro.
Estos se reparten en trozos de biofílm, donde se mantienen estables. Cuando el biofilm
empieza a crecer de nuevo, creando un ambiente ácido, los iones de cloruro se transforman
en dióxido de cloro, que elimina el biofilm restante. Esto explicaría su eficacia el protocolo
contra el autismo, donde se ha podido recuperar a más de 200 niños de esta enfermedad
considerada irrecuperable.
Contra tumores y cáncer: Hay que tener en cuenta los subproductos del dióxido de cloro,
ya que las reacciones que tienen lugar entre el dióxido de cloro y los patógenos se produce
en dos fases y los productos de desinfección permanecen en el agua durante estas etapas.
En la primera etapa, se forma el clorito (aceptando un electrón) en la segunda etapa el
dióxido forma un cloruro (aceptando cuatro electrones). También si hubiera presencia de
trazas de clorato, que tanto como el clorito es un agente oxidante, se disociaría en cloruro
de sodio, en otras palabras: sal común.
Procedimiento detallado:
Colocar un vaso de cristal tipo Shot dentro de otro Frasco de vidrio de cierre hermetico de
tapa de vidrio de 0,5 1ts, una tapa de metal no sería la adecuada ya que se oxidaría en el
proceso. Si se utiliza este tipo de cierre, debe envolverse la tapa en plástico, y asegurarse
luego de cerrarlo bien. Hay que evitar la luz solar directa en el proceso, ya que el
líquido es reactivo. Se agregan 250 ml al tarro de cristal con agua fría Se puede utilizar
agua destilada, filtrada o también agua mineral ya que el resultante CDS no se puede
contaminar con bacterias, al ser un desinfectante. El agua de grifo no es recomendable,
porque contiene cloro y otras sustancias, que podrían reaccionar con el dióxido, mermando
su eficacia. Al parecer se mantiene mejor a largo plazo en agua destilada.
Se mezclan 5 ml de clorito sódico con la misma cantidad de activador de HCL al 4% en un
vaso pequeño, limpio y seco. Luego este vaso se introduce dentro del tarro de cristal que
contiene 250 ml de agua, teniendo cuidado que no se derrame la mezcla en el agua, y se
cierra la tapa inmediatamente, procurando que quede cerrada lo más herméticamente
posible, manteniéndolo así durante 12 horas en un sitio oscuro, a temperatura ambiente.
Cuanto menos aire exista en el tarro, mejor. Después se puede poner el tarro con el vaso
- sin derramar- dentro del frigorífico para que se enfríe. Una vez enfriado se lleva al
exterior (bien ventilado) abriendo la tapa y sustituyendo el vaso de cristal por otra nueva
mezcla de 5 ml de clorito sódico activado con otros 5 ml de HCL al 4%, guardando el
frasco otras 12 horas en un armario. Cuando ambos líquidos tienen el mismo color, se ha
terminado el proceso y se retira (en el exterior) el vaso del tarro enfriado con cuidado de no
derramar. Después se coloca en el frigorífico y tenemos listo el concentrado de 3000 ppm
(= 0,3 %). De esta manera se fija el gas en el agua y se evita la excesiva evaporación al
abrir el tarro. Posteriormente, se cierra la tapa del tarro y se guarda en el frigorífico o
preferiblemente en una botella farmacéutica de cristal de color ámbar. El agua
enriquecida del gas, la llamamos CDS.
El color nos indica la concentración, cuanto más fuerte el amarillo, más concentrado está.
El punto de saturación habitualmente es de alrededor de 3000 ppm que significa el 0,3%.
En términos técnicos son 3 g de gas por litro (1000 g) de agua. Podemos comprobarlo con
tiras de dióxido de cloro, para esto, tenemos que diluir el CDS del tarro 1:9, es decir una
parte CDS y nueve partes de agua destilada. Introducimos la tira de prueba y obtenemos un
valor de 300 significa que todo el proceso ha sido óptimo. En el caso de que no consigamos
la concentración, simplemente añadimos más CDS a la toma diaria, para compensar. Para
todos aquellos que no tienen tiras para medir la concentración, se puede indicar que el color
del CDS de 0,3% (3oooppm) es equivalente al color del aceite de girasol.
REGLAS GENERALES
Cada patógeno debe tratarse según su naturaleza, se puede generalizar asi:
1. Vírico: Múltiples dosis pequeñas, por su capacidad reproductiva rápida
2. Bacterias: Dosis mayor, más espaciada.
3. Hongos: Protocolos con Persistencia, compruebe si hay parásitos.
4. Eliminar metales: Requieren dosis altas durante tiempo.
5. Intoxicación: Sorbos pequeños cada pocos minutos.
6. Parásitos: Dosis altas. Una semana de mantenimiento como mínimo.
Se puede utilizar el tiempo que cada uno lo vea necesario. En teoría toda la vida, pero
tampoco veo razón para esto. Hay que escuchar el cuerpo y cuando está mal podemos
recurrir al dióxido de cloro, para ayudarle en su recuperación, aportando oxígeno a todas las
zonas ácidas y enfermas.
Una dosis alta de CD en ayunas puede causar vómito. El clorito sódico (NAC102)
acidificado (Activado) provoca una segunda reacción en el estómago, a diferencia del CDS.
Hay que estudiar bien el caso, para saber qué protocolo es el que se aplica según la urgencia
del caso. En casos sensibles siempre se debe empezar con CDS.
Activado con ácido cítrico puede provocar en personas sensibles acidosis intestinal y
malestar, citrobácter y algunos hongos.