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El documento analiza el modelo de desarrollo endógeno implementado en Venezuela, el cual busca satisfacer las necesidades de la comunidad a través de la participación local y lograr la justicia social. El modelo se basa en promover la agricultura sostenible, crear empresas de producción social y transferir el poder a los consejos comunales. El objetivo es priorizar la producción social para satisfacer las necesidades básicas de la población y mejorar su calidad de vida.
El documento analiza el modelo de desarrollo endógeno implementado en Venezuela, el cual busca satisfacer las necesidades de la comunidad a través de la participación local y lograr la justicia social. El modelo se basa en promover la agricultura sostenible, crear empresas de producción social y transferir el poder a los consejos comunales. El objetivo es priorizar la producción social para satisfacer las necesidades básicas de la población y mejorar su calidad de vida.
El documento analiza el modelo de desarrollo endógeno implementado en Venezuela, el cual busca satisfacer las necesidades de la comunidad a través de la participación local y lograr la justicia social. El modelo se basa en promover la agricultura sostenible, crear empresas de producción social y transferir el poder a los consejos comunales. El objetivo es priorizar la producción social para satisfacer las necesidades básicas de la población y mejorar su calidad de vida.
Considerando que son insuficientes las investigaciones sobre la dinámica y
consecuencias de la política social vigente en Venezuela la cual, orientada a la
inclusión, este escrito realiza una aproximación al respecto, y tiene como objetivo el de revisar la orientación del modelo de desarrollo a la luz del tipo de estrategias consideradas por el gobierno para luchar la pobreza, exclusión y por lo tanto para beneficiar la inclusión social. En los últimos cuarenta años se ha aplicado una reestructuración de la economía mundial, tanto en lo que toca a la producción como al mercado. En efecto, inclusive este momento el comercio mundial había radicado generalmente en el intercambio del excedente nacional, siempre en función del grado de avance del mercado interno y de la división del trabajo. En un contexto mundial asimétrico, signado por la existencia de un centro y una periferia, el intercambio tuvo lugar en una primera fase sobre todo entre productos manufacturados y materias primas (Rodríguez & Paz , 1968). Posteriormente, los países desarrollados destinaron directamente sus capitales en los países de la periferia para aprovechar el mercado interno y exportar los eventuales excedentes, tras lo cual el comercio industrial pasó a consistir básicamente en el comercialización de productos terminados, presentándose como una relación entre naciones, vale decir, como una dependencia entre unidades productivas verticalmente integradas y autónomas, de suerte que las cadenas productivas, aguas arriba y aguas abajo, eran básicamente nacionales. La matriz de insumo producto tenía un carácter nacional, mientras que hoy en día la tendencia es hacia la conformación de cadenas de valorización global (Rodríguez & Paz , 1968). A nivel global, las actividades de producción están dispersas en el espacio, un proceso inducido no por las naciones sino por las corporaciones transnacionales. Se produce un intercambio entre bienes y servicios intermedios (Rodríguez & Paz, 1968). Una de las principales razones de las reformas de inspiración neoliberal que tuvieron lugar en la década de 1990 fue que Venezuela tenía el potencial para evolucionar en un exportador de productos manufacturados, por lo que ya no dependería del petróleo. El país debería insertarse en los ejes principales de la acumulación global, sin necesariamente tardar en pensar en el carácter potencial y hasta ambicionado de tal actividad, y menos aún en los beneficios, promovida por los intereses de las grandes corporaciones industriales, financieras y transnacionales en el proceso de la globalización. El programa de transición al socialismo en el siglo XXI que estimulan los gobiernos nacionales pretende popularizar la producción social, lo que lo diferencia del modelo económico chino que busca extender las relaciones privadas. El modelo venezolano de democracia, igualdad, subordinación al poder popular, se vende como la única garantía de que no se producirán desvíos y fracasos en la construcción del socialismo. El modelo productivo presentado por el gobierno bolivariano se organiza y ordena en torno al concepto de desarrollo endógeno. Es la colocación de políticas originales e innovadoras sembrando la acumulación hacia adentro y la tendencia a socializar la riqueza social. Ciertamente no se basa en las desastrosas fórmulas del Fondo Monetario internacional (FMI) y el Banco Mundial (BM), que sujetan la posibilidad de una acumulación sostenible basándose en la apertura comercial y financiera, expansión de la riqueza privada a través de la privatización de los servicios públicos y empresas estatales, reducción del tamaño del estado, y disminución del nivel de inflación mediante congelación de los sueldos y salarios. Ahora se sabe que la aplicación de tales recetas del FMI y BM impidió en Venezuela en el pasado y en otros países en el presente que se continuara mejorando el aumento de la productividad y el desarrollo tecnológico (Fernández Borge, 2006). A diferencia del crecimiento interior, el desarrollo endógeno es crecimiento por desde dentro. Sus objetivos principales son:
1) Satisfacer las necesidades y requerimientos de la comunidad mediante la
participación activa de la población local en los procesos de desarrollo; 2) Lograr la justicia social y la equidad, eliminando la pobreza. Los esfuerzos del modelo de desarrollo endógeno conducirán a la formación de núcleos tecnológicos y el desarrollo holístico de la sociedad en su conjunto, en un proceso que parte de abajo hacia arriba. Si bien las estrategias económicas y sociales para las cuales se planteó por primera vez dicho modelo endógeno. Inmediatamente después de la adopción del modelo endógeno, las misiones sociales fueron presentadas como su forma estratégica de implementación. También se han impulsado otros mecanismos de articulación. La estrategia básica aquí es promover la agricultura sostenible como base para el desarrollo rural y la soberanía alimentaria. Se ha constituido los Núcleos de Desarrollo Endógeno (NUDE), que se convertirán luego en las Empresas de Producción Social (EPS). Se pretende que reactivando cooperativas, pymes, fincas en Zamora. El Plan Zamora se irá transformado en una misión para dotar de suelo y dar apoyo económico y técnico a la gente del campo, y aumentar la adquisición de terrenos baldíos en la lucha contra el latifundio (Alvarado Chacín, 2012). En cuanto a la estrategia de inclusión social, desde 2006 el gobierno ha tratado de dar mucha más organización y autoridad a la gestión comunitaria, con la introducción de un nuevo organismo de gobernabilidad denominado Consejo Comunal, como elemento de transferencia directa del poder a la comunidad, en el marco de principios de empoderamiento y corresponsabilidad. Los gobiernos de la Cuarta República no respondieron a la política de descentralización pregonada pasando del Estado Central a los órganos de gobierno regionales, municipales y comunales. A través de él, el gobierno faculta a los organismos competentes para organizar y gestionar directamente las políticas públicas, diseñar e implementar sus propios proyectos comunitarios, administrar sus presupuestos y cumplir con sus responsabilidades de "controlaría social" (Álvarez R., 2009). Los Consejos Comunales actúan en estrecho enlace con las misiones sociales y contiguo a los mecanismos que dinamizan la economía social, ahora llamada economía comunal (cooperativas, empresas asociativas, empresas de producción social, misión Che Guevara), tienen bajo su encargo formar las bases de la sociedad y la economía socialistas (Fernández Borge, 2006). Al principio, las misiones sociales concurrieron decididas como programas de emergencia, pero luego muchas de éstas continuaron para Impulsar la economía social en el marco de la construcción del nuevo modelo económico pasa por trasladar e impulsar la propiedad y el control de la producción a la comunidad y a los trabajadores directos en aquellas ramas de acciones relacionadas con la elaboración de los bienes y servicios destinados a satisfacer sus necesidades básicas y esenciales de alimentación, calzado, vestido, medicinas, vivienda, entre otras. El control directo de la producción por parte de la comunidad y de los trabajadores (mediante los consejos productivos de trabajadores) es lo que permitirá en gran medida priorizar la producción social basada en la satisfacción de las necesidades de la comunidad. Se trata de promover una economía social basada en las relaciones personales y laborales basadas en el compromiso social y el desarrollo global (Álvarez R., 2009). Por tanto, la creación de empleo y el esfuerzo productivo deben estar destinados a la producción de bienes y servicios de acuerdo con las necesidades sociales; es decir, imperiosas para satisfacer las necesidades básicas e indispensables de la población, entiéndase que por producción social el desarrollo humano integral y el bienestar colectivo mediante de la inversión excedente en el mejoramiento sostenible de la calidad de vida y del nivel los intereses de los trabajadores y de la comunidad (Alvarado Chacín, 2012). El socialismo del Siglo XXI y el desarrollo endógeno que constituyen el modelo productivo venezolano, mediante cada actividad que realizan las personas sirve para transformarlas. Al trabajar en relaciones jerárquicas, al operar sin poder de decisión en el lugar de trabajo o en la sociedad, por privilegio más que por solidaridad, estas actividades crean personas marginadas, alienadas y resignadas todos los días. Pero cuando la producción se enfoca en las personas y su desarrollo, se activa una sinergia entre el proceso de producción-distribución- consumo para liberar a las personas, haciéndolas sentir útiles, beneficia y desbloquea el potencial para el desarrollo humano integral (Alvarado Chacín, 2012). Referencias Alvarado Chacín, N. (2012). El modelo endógeno socialista de Venezuela y sus estrategias de inclusión social. (U. d. Zulia, Ed.) Revista de Ciencias Sociales, 18(4), 641-666. Obtenido de https://www.redalyc.org/pdf/280/28025469006.pdf Álvarez R., V. (2009). Venezuela : ¿Hacia dónde va el modelo productivo? Caracas: Centro Internacional Miranda. Obtenido de http://biblioteca.clacso.edu.ar/Venezuela/cim/20170102045053/pdf_199.pdf Fernández Borge, F. (2006). VENEZUELA EN LA ETAPA DE TRANSICIÓN: MODELO PRODUCTIVO, DESARROLLO ENDÓGENO E INTEGRACIÓN. Obtenido de CLACSO: http://biblioteca.clacso.edu.ar/ar/libros/cuba/if/marx/documentos/22/ Venezuela%20en%20la%20etapa%20de%20transici%F3n....pdf Rodríguez, O., & Paz , P. (1968). CINCO MODELOS DE CRECIMIENTO ECONOMICO. CUADERNOS DEL INSTITUTO LATINOAMERICANO DE PLANIFICACION ECONOMICA Y SOCIAL, 1(3). Obtenido de https://repositorio.cepal.org/bitstream/handle/11362/9682/S6800512_es.pdf? sequence=1&isAllowed=y