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Escuela de Sabidurías 2022_2023 (24)

Dr. Gómez (21/11/2022)

El COSUSAPEN advierte que con el Dr. Gómez, veterano vocero de esta Escuela, se
confirma el dicho: “no todo lo que brilla es oro”, porque después de presentarlo con
bombos y platillos, el tipo cometió dos errores cuando dijo: “15aba”, sustituyendo el
ordinal “decimoquinto” por un número partitivo y la “v” por una “b”… ¡Mira tú, tanto
nadar para morir ahogado en la orilla! Lo estaremos monitoreando, porque una cosa
es ser veterano y otra decadente.

En clase dialógica-mente-bancaria-mente-dialógica

No lo disimularemos y repetiremos los argumentos que hemos sostenido desde hace


tiempo: El próximo 10 de diciembre cumplirá 74 años la Declaración Universal de
Derechos Humanos (DUDH), sin que se le haya modificado ni una coma, lo que debe
llamarnos la atención, porque hasta las piedras cambian con el tiempo.

¿Qué tendrá esa Declaración que no cambia ni su forma ni su contenido? Es tal su


“solidez” que se ha planteado refundar la ONU, pero no se escuchan propuestas ni
siquiera para reformular dicha Declaración. ¿Por qué? Para “medio” responder
haremos una breve reseña de su historia que es parte de la historia de los Estados
Unidos y que no se comprende sin la historia de la Revolución Rusa.

Entre los antecedentes de la DUDH, hay dos que consideramos los más importantes,
uno: los discursos sobre el Estado de la Unión, pronunciados por el Presidente
Franklin D. Roosevelt el 6 de enero de 1941, conocido como el discurso de “las
cuatro libertades”, y el 11 de enero de 1944. El otro antecedente es la Carta de las
Naciones Unidas, de 1945. Ambos vinculados a la visión liberal de mundo y al destino
manifiesto estadounidense.

Le sugerimos tener una DUDH a la mano o en la pantalla de su TI, para que


comprueben que, palabras más o menos, sus 30 “artículos” son reproducción de los
derechos propuestos por Roosevelt como “fundamentales” para su pueblo y el mundo.

En1941, el presidente Roosevelt expresó:

“En los días futuros, que pretendemos hacer seguros, esperamos ver un mundo
fundamentado en cuatro libertades humanas esenciales:

La primera es la libertad de discurso y expresión–en cualquier sitio del mundo.

La segunda es la libertad de cualquier persona para adorar a Dios a su propio modo–


en cualquier sitio del mundo.

La tercera es la libertad de querer–que, traducido en términos mundanos, significa


llegar a acuerdos económicos que aseguren a toda nación una vida en paz y con
salud para sus habitantes– en cualquier sitio del mundo.

La cuarta es la libertad de miedo –que, traducido en términos mundanos, significa una


reducción a nivel mundial de los armamentos hasta un punto y de una manera tan
concienzuda que ninguna nación estará en situación de cometer ningún acto de
agresión física contra ningún vecino– en cualquier sitio del mundo”.

Y en el discurso del 11 de enero de 1944, indicó:


“Hemos llegado a una comprensión más clara del hecho de que la verdadera libertad
individual no puede existir sin seguridad e independencia económica”, y a
continuación soltó su lista de derechos:
-El derecho a un empleo útil y remunerado en las industrias, comercios, granjas o
minas de la nación;

-El derecho a devengar lo suficiente para disponer de alimentos, vestuario y


recreación adecuados;

-El derecho de los agricultores a cultivar y vender sus productos con un rendimiento
que les proporciones a ellos y a sus familias una vida decente;

-El derecho de todo hombre de negocios, grande y pequeño, a comerciar en un


ambiente libre de competencia desleal y dominación de los monopolios nacionales y
extranjeros;

-El derecho de toda familia a una vivienda decente;

-El derecho a asistencia médica adecuada y a la oportunidad de lograr y disfrutar de


buena salud;

-El derecho a la protección adecuada contra el temor económico de la vejez, la


enfermedad, los accidentes y el desempleo;

-El derecho a una buena educación.

Y concluye afirmando que: “Todos estos derechos significan seguridad”.

Y nuestra “intuición” se hace argumento en el análisis del Samuel Moyn, profesor de


la Universidad de Yale, en su libro de 2019: “No bastan. Los derechos humanos en
un mundo desigual”, donde afirma que:

“Este listado tiene un parecido notable con el que se consagró algunos años más tarde
en la Declaración Universal de los Derechos Humanos (1948) y por ello con lo que era
entonces el conjunto de posibles aspiraciones de alcance global”.

Ante este panorama, vale preguntarse, ¿Son los derechos humanos un arma para la
liberación de los pueblos, o son como la rueda donde el Hámster corre y corre sin
llegar a ninguna parte? ¿Serán una de las “armas melladas” del capitalismo que
rechazaba el Che? ¿Es suficiente la lucha por los derechos humanos para impedir que
el Sistema-Mundo-Capitalista se reorganice como lo está haciendo? Complejas las
preguntas y mucho más sus respuestas.

Hasta la próxima clase. FESTEJEMOS LAS NAVIDADES, ¡SÍ! PERO CON UN PIE


EN LA FIESTA Y OTRO EN LA TRINCHERA, PORQUE EL IMPERIALISMO NI
BORRACHO NOS DEJARÁ EN PAZ

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