¿Fuimos hechos por un ser supremo o por la misma naturaleza?

El mundo gira alrededor de esta pregunta, al mismo tiempo; hay quienes afirman la
existencia de un ser supremo, y estas mismas personas son las que infunden creencias
religiosas en los niños cuando todavía no son capaces de razonar por sí mismos, una
manipulación en todo sentido, cuando los niños deben crecer libres. No obstante, no
culpo a estas personas, ya que; también fueron producto de dicha manipulación.

Continuando con lo anterior, habrá quienes expresen que crecieron libres, sin
embargo; la libertad no pasa por elegir un camino, sino por revelarse contra todos los
que quieren imponer uno.

El ser humano busca creer en un más allá, en una vida eterna por su miedo a morir, lo
lamentable es que, esa fe está representada por una empresa que ha triunfado teniendo
como logo a un hombre clavado en una cruz.

“Pero si los bueyes, los caballos y los leones tuvieran manos, y pudiesen pintar y
representar obras como los hombres, los caballos pintarían a los dioses con forma de
caballo y los leones como leones, haciendo que los cuerpos de los dioses se pareciesen a
sus formas propias” (Roberto Cañas, Ética y Política, pág. 13)

El agnosticismo es una doctrina filosófica que afirma a la razón humana como

limitada, o sea; que la verdadera naturaleza de las cosas es inaccesible al conocimiento
humano. Según esta doctrina, el mundo que vemos con nuestro conocimiento no es una
realidad objetiva, sino solo una subjetividad de nuestros sentidos y nuestra razón.

La doctrina anteriormente mencionada no afirma que dios no exista, porque tiene

claro que las pruebas son inexistentes, pero tampoco afirma que sí exista, contrario a lo
que hacen la mayoría de creyentes.

Si vives esperando entender la vida, esperarás una eternidad, qué tal si la vida en
general es ilógica, pero los seres humanos se esfuercen en darle sentido a algo que nunca
lo tuvo.

Referencias bibliográficas.
Cañas, R. (2020). Ética y Política. Editorial Uned.

Edgardo Vega