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Nombre: Marcela P.

Castillo Materia: Teología de la Palabra Tema: Ciencia

La Ciencia y la Fe

Dios debe ser algo tan grande como toda la existencia y es quizás muy pretensioso
pensar que se conoce en su totalidad. Para la ciencia y para la mayoría de los científicos
Dios no existe, pero cuando se piensa en la gran parte de la comunidad científica que
continua creyendo en Él, y no solo los científicos, también muchas de las personas del
común que no creen en el dios de las religiones, pero si creen que Dios hace parte del
cosmos de una u otra manera, que Dios es toda la existencia y que todos hacen parte del
él. Concluyendo que: “Entre más estudia la ciencia el universo y la naturaleza, más
tiene que aceptar que la ciencia termina donde comienza la Biblia” (Rojas, 2016, p.
11). “Dios, en el principio, creó los cielos y la tierra” (Gn.1:1). Al profundizar en el tema del
universo o mejor específicamente en el planeta tierra, la morada de los seres humanos,
donde es casi imposible llegar si no existiera la vida inteligente, vida que existe por miles
de millones de combinaciones que habían podido fallar, pero no fallaron. Por ejemplo si el
asteroide que mato a los dinosaurios, hubiera caído un millón de años antes o después
probablemente los seres humanos no estarían aquí, así las cosas los humanos hacen
parte del último eslabón de miles de millones de combinaciones que termino en la vida
inteligente, lo que confirma de nuevo que esto solo ocurre con la existencia de Dios y de
la eternidad. Permitiendo entender una vez más que: “Al afirmar que las fuerzas que
rigen el universo están fina y exquisitamente ajustadas entre sí la ciencia le da la
razón a la Biblia” (Rojas, 2016, p. 12).
Al tocar otro concepto que es el Multiverso el cual se usa en un grupo de científicos para
definir la existencia de otros universos diferentes al nuestro, se analiza la pregunta
¿Cómo es posible que los seres humanos sean conscientes de su existencia si vienen de
algo sin conciencia?. Sin duda, algo tuvo que suceder para dotar a los seres inteligentes
de la capacidad de conocerse y sentir, porqué el sentimiento de los seres humanos parte
de algo que es imposible de medir por ser inmaterial (algo que no tiene presencia física),
pero ese algo se logra que alguien se enamore de otra persona similar, claro que
cualquier ateo o escéptico puede argumentar con infinitas propuestas; pero al final
conduce a la más razonable, que el multiverso es una conciencia universal, entonces el
multiverso podría ser Dios y las personas formar una pequeña parte de Él. Con base en
esté concepto se confirma que: “La ciencia y la teología no deben menospreciarse ni
juzgarse mutuamente sino hacer causa común en su búsqueda de la verdad”
(Rojas, 2016, p. 212). “Tú entonces, ¿por qué juzgas a tú hermano? O tú, ¿por qué lo
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menosprecias? ¡Todos tendremos que comparecer ante el tribunal de Dios!...Así que cada
uno de nosotros tendrá que dar cuentas de sí a Dios” (Rom 14:10,12).
Los científicos evolucionistas piensan que la creación y el diseño inteligente son algo que
no vale la pena analizar científicamente, debido a que todo debe estar sujeto a
observación y ser probado dentro de un marco naturalista. La creación es por definición
sobrenatural, es decir referida a Dios y lo sobrenatural no pueden ser observado y menos
probado científicamente. En este orden de ideas, el origen de la vida y del universo no
pueden ser observados ni probados, ya que: “A pesar del avance de la ciencia, el
origen del universo, de la vida y del hombre requieren cada vez más de Dios como
explicación.” (Rojas, 2016, p. 82). Los dos, la creación y la evolución, se basan en
sistemas de fe cuando hablan de los orígenes. Ninguno puede ser probado, porque no se
puede retroceder miles de millones de años atrás para observar el origen del universo y la
vida en el universo. La evolución en lo relacionado con los orígenes no encaja con los
hechos tal y como la ciencia los está formulando y la creación, contra todo pronóstico,
comienza a encajar con estos hechos vistos desde la perspectiva de la ciencia. La Biblia
dice “Con sabiduría afirmó el Señor la tierra, con inteligencia estableció los cielos” (Pr.
3:19). De acuerdo con la Palabra hay dos elecciones: se cree en el omnipotente y
omnisciente Dios, o en las explicaciones de la ilógica ciencia de los necios, dejando claro
que: “El cristianismo no condena a la ciencia, sino la arrogancia de los científicos
que pretenden tener siempre la última palabra.” (Rojas, 2016, p.95).
Al recordar la opinión del naturalista Charles Darwin que propuso la teoría de la evolución
biológica por medio de la selección natural, la cual él definió como “descendencia con
modificación”, confirmando que las diversas especies biológicas cambian a lo largo del
tiempo, dando origen a otro género (cambio de una especie a otra). Las cuales comparten
un ancestro en común.
Darwin confirma lo anterior al observar que los pájaros pinzones al pasar el tiempo sus
picos cambian de forma, esto no hace parte de un cambio de especie, los pinzones
continuaron siendo pájaros. A esto se le llama adaptación y no evolución darwiniana.
Confirmando así que “Tenemos una innegable relación biológica con los demás
seres vivos, pero eso no significa que hayamos descendido de ellos. (Rojas, 2016,
p.193).
Nombre: Marcela P. Castillo Materia: Teología de la Palabra Tema: Ciencia

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