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Sor Juana Inés de la Cruz

Tarea
Juana Inés de la Cruz probablemente nació el 12 de noviembre de 1651, en la
aldea Nepantla, aunque se encontró una fe de bautismo en la parroquia de
Chimulhuacán, donde también se dice que nació el 2 de diciembre de 1648.
Fue hija del español Pedro Manuel de Asuaje y de la criolla Isabel Ramírez. Tuvo
dos hermanas: María y Josefa.
Aprendió a leer con tres años, a los cinco años ya sabía escribir y contar.
Se crio entre las haciendas de Nepantla y Panoaya junto a su abuelo materno. Allí
aprendió náhuatl con los indios.
Tras la muerte de su abuelo, su madre la envió a casa de su hermana María
Ramírez, en la capital, donde además de aprender labores femeninas, estudió
latín. Después ingresaría a la Corte Virreinal como dama de honor de Leonor
Carreto, esposa del virrey Antonio Sebastián de Toledo.
Ingresó en un convento de carmelitas descalzas del cual salió por enfermedad.
Finalmente profesó en 1669 en el convento de San Jerónimo de la ciudad de
México, donde permaneció hasta su muerte ocurrida durante una epidemia de
peste. En el convento tuvo oficios como contadora y archivista dedicándose al
estudio y a la escritura. Redactó un testamento en el que renunció a todos sus
bienes.
Su época más fecunda comenzó en 1680 con la concepción del Neptuno
Alegórico, arco triunfal en honor de los virreyes de la Laguna.
Por entonces despidió a su confesor, según se deduce de la descubierta Carta al
Padre Núñez, escrita en torno a de 1682, y que demuestra una faceta polémica y
argumentativa de la monja.
En los villancicos, quizá uno de los aspectos menos estudiados de su obra,
despliega su mayor riqueza literaria. Autora de todo tipo de obras, cortesanas y
religiosas, comedias de enredo, Los empeños de una casa, La segunda Celestina;
la comedia mitológica Amor es más laberinto, escrita con Juan de Guevara; autos
sacramentales: El Divino Narciso, El cetro de José, San Hermenegildo, en las loas
que preceden a los dos primeros autos mencionados se reitera la relación de los
sacrificios humanos aztecas con la Eucaristía.
En 1688 falleció su madre.
Primero Sueño es un extraordinario poema en forma de silva de 975 versos. En
1690, el obispo Fernández de Santa Cruz publicó la Carta Atenagórica, precedida
por la Carta de Sor Filotea, y en la que conmina a sor Juana a dejar sus escritos
profanos y abrazar los religiosos.
Es célebre la obra, Respuesta a sor Filotea (1691), contestación a la Carta del
obispo de Santa Cruz, una auto hagiografía y a la vez una brillante defensa del
derecho a expresarse libremente. Una polémica sobre los últimos años de su vida
dividió a los sorjuanistas: unos postulaban la tesis de su conversión, otros
atribuían su silencio final a una persecución.
En 1693, sor Juana renuncia a las letras y dona su biblioteca y aparatos
científicos.
El 8 de febrero de 1694 ratificó sus votos religiosos; el 18 protesta (Promesa)
defender la Inmaculada Concepción. El 5 de marzo firma la Protesta de la fe con
su sangre.
Sor Juana Inés de la Cruz falleció de tifus en Ciudad de México el 17 de abril de
1695.
Fue sepultada en el coro bajo de la iglesia del templo de San Jerónimo, donde
actualmente se asienta la Universidad Claustro de Sor Juana, en esta capital.

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