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Fiebre reumática: actualización de los criterios diagnósticos

La fiebre reumática aguda es una de las consecuencias de una faringitis estreptocócica


mal tratada, causada por una respuesta autoinmune provocada por esta infección. Un
mayor número de casos de fiebre reumática aguda se ha registrado en niños de 5 a 14
años, y por el contrario es muy raro en personas mayores de 30 años.

El origen de esta enfermedad es de tipo autoinmunitaria, dado que al producirse la


infección causada por la bacteria Streptococcus pyogenes, las células presentadoras de
antígenos (CPA), como macrófagos y células dendríticas captan los antígenos y los
presentan a los linfocitos T, que a su vez estimulan a los linfocitos B para la producción
de anticuerpos en contra de este patógeno. Sin embargo, estos anticuerpos tienen una
reacción cruzada y no cumplen su función y por error atacan a nuestro propio tejido, y se
ha descrito que atacan en contra de las proteínas valvulares principalmente. Es por ello
que la complicación más grave a largo plazo, es el daño en las válvulas cardíacas y al no
existir un diagnóstico temprano y con ello un tratamiento, los pacientes pueden
desarrollar la enfermedad cardíaca reumática crónica.

Las manifestaciones clínicas causadas por la fiebre reumática no son específicas y los
pacientes en su mayoría pueden presentar fiebre, manifestaciones articulares y problemas
cardíacos, otros pueden desarrollar corea y manifestaciones cutáneas. De igual forma, los
análisis que se realiza en el Laboratorio como la evaluación de los anticuerpos
antiestreptiolisinas O (ASTO), un cultivo bacteriano, Proteína C reactiva, VSG, son
inespecíficos y la interpretación muchas de las veces son inciertas. Es por ello que el
diagnóstico de la fiebre reumática aguda se basa en un conjunto de criterios (Criterios de
JONES), en los que se establecen criterios mayores y menores. Los criterios mayores son:
poliartritis, carditis, corea, eritema marginado, nódulos subcutáneos; mientras que los
criterios menores son: fiebre, artralgias, fiebre reumática previa; VSG elevada, PCR
positivo. Un paciente tiene fiebre reumática aguda, cuando presenta 2 criterios mayores
positivos o 1 mayor y 2 menores positivos, junto con un ASTO positivo.

La prevención de la fiebre reumática se puede clasificar en temprana (mejorar la


condición socioeconómica para evitar la propagación de la infección), primaria
(diagnóstico temprano y tratamiento oportuno) y secundaria (prevenir las recaídas
después un primer ataque de FR).

Referencia bibliográfica
● Blanco C., Gomez N., Orozco D. Fiebre reumática: actualización de los criterios
diagnósticos [Internet] Rev. Med. Sinerg. 2020 Feb; 5 (2). Disponible en:
https://revistamedicasinergia.com/index.php/rms/article/view/357/717

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