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Economía en el virreinato

La economía en el virreinato del Perú durante la segunda mitad del


siglo XVI y finales del siglo XVII, estuvo influenciada por objetivos
comerciales. De esta forma para alcanzar estos objetivos se dependía de la
abundancia de dinero, a través de la acumulación de oro y metales
preciosos. La minería por lo tanto se constituyó en el principal pilar de
la economía. Así mismo a parte de la extracción de metales, la explotación
y exportación materias primas obtenidos del sector agrícola los cuales
eran destinados para abastecer el mercado europeo, todas estas
actividades fueron determinando la creación de diversos núcleos
exportadores en cuyo alrededor se crearon otras actividades productivas
que en conjunto formaron sistemas de explotación y apropiación.

Minería

La actividad minera pasó a ser uno de los pilares de la economía


colonial. Si bien no fue la única actividad productiva introducida por los
colonizadores, fue la que determinó más cambios económicos, sociales e
inclusive políticos. Resulta sintomático que frases como ¡Vale un
Perú! o ¡Vale un Potosí! se acuñaran en la época colonial, debido a la
marginación de quienes soñaban con las riquezas, especialmente el oro y la
plata que el Perú producía.
Actividad Agropecuaria

La agricultura y la ganadería prehispánicas fueron profundamente


transformadas con la introducción de las nuevas técnicas, especies y
herramientas de los conquistadores. Los patrones andinos también
cambiaron con la implantación de nuevas formas de organización social de
la actividad agropecuaria. Los peninsulares trajeron el cereal europeo
más preciado, el trigo; también plantas como la vid, los cítricos y el ajo;
animales como la vaca, los cerdos y las gallinas. Se introdujo el uso del
caballo y el burro, que fueron utilizados en los ingenios y en la preparación
de la tierra con el arado de tiro. El consumo del maíz y la coca, que antes de
la conquista estuvo reservado para las élites, fue masificado por los
españoles.
Los Obrajes

En 1545 se fundó en jauja el primer taller de manufactura textil,


llamado obraje. Si bien estos textiles no llegaron a tener el refinamiento
logrado por los antiguos peruanos, la calidad de la producción era
suficiente para satisfacer a los florecientes mercados urbanos y
mineros. Los primeros obrajes fueron instalados por los encomenderos,
quienes monopolizaban el poder y la riqueza de las regiones.

Comercio

Los metales preciosos extraídos de las colonias americanas se


convirtieron en la base del expansionismo de España y la consolidación
de las economías europeas, además de estimular su comercio exterior y
permitirles subsidiar las numerosas guerras que protagonizaron las
monarquías absolutistas en los inicios de la edad moderna. Por ello, en el
siglo XVI se instauró una política comercial exclusivista y una serie de
instancias de control estatal que permitieran exportar la mayor cantidad de
estos metales hacia la península del modo más eficaz.
Todo este auge por el comercio convirtió al puerto del Callao hasta bien
entrada la época colonial en el más importante de la América española. Por
eso no debería sorprender que fuera, en ese tiempo, victima de ataques de
piratas, corsarios y filibusteros.

Hacienda Pública en el virreinato

La Rentabilidad de las colonias americanas dependía de una hacienda


pública organizada que encauzara de modo eficiente los ingresos
percibidos por concepto de impuestos hacia las arcas de la corona. Dado
que las posesiones americanas eran patrimonio de la monarquía española,
se las denominaba hacienda real o real hacienda. Esta contaba con
diferentes tipos de patrimonio; el que era del rey, el de la Corona y el fiscal.

AHÍ TA NIÑA LINDA <3

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