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La extorsión en Barranquilla y su área metropolitana como un fenómeno de control

territorial
Dany Jiménez; Alex Martínez; Valentina Mancera; Emmanuel Valencia
1. Introducción.

“Comisión del delito, recaudo ilegal y captación de una renta criminal” son los
calificativos comunes que se utilizan en lo académico para describir y asociar los conceptos
de extorsión. Esto subyace en situaciones donde la extorsión es simplemente la manifestación
superficial de un problema profundo y poco analizado desde lo académico e institucional. Se
trata de una problemática de control territorial ilegal donde se puede visualizar una disputa
entre la soberanía del estado y la protección violenta.

De este modo, la base de esta investigación se enfocará en el análisis de la extorsión en


Barranquilla y su área metropolitana como un fenómeno social y político. Tomando como
punto de partida el entender las causas de la problemática, teniendo en cuenta la alta
presencia de grupos ilegales en el territorio, para así precisar cuál es el efecto de una mayor
presencia de grupos ilegales en Barranquilla y su área metropolitana sobre el aumento de la
extorsión y la distribución territorial. Desde distintos escenarios académicos, se han
presentado investigaciones que intentan abordar la problemática de la extorsión, pero estas
mismas han dejado una brecha para poder entender el trasfondo real de la problemática en
distintos sectores sociales. En lo que se refiere al área del Atlántico colombiano, se han
presentado distintas maneras de abordar la problemática social que rodea a los grupos
armados y las olas de violencia, pero ninguna de estas se ha enfocado en analizar la manera
en que se percibe el control territorial y las disputas de estos territorios por parte de los
grupos armados ilegales.

Autores como Saborío (2019) nos permiten entender al control territorial como un
fenómeno que es llevado a cabo por distintas bandas criminales en Latinoamérica, abordando
la problemática de forma generalizada, planteando conceptos que nos permitan una
apropiación más clara de la problemática, pero que no serán suficientes para comprender el
contexto colombiano situado en el sector escogido para análisis en el Atlántico. Ya que se
asume una definición clara del control territorial, y un planteamiento superficial de las
distintas formas de presenciar ese control, de tal forma por medio de esta investigación se
buscará, profundizar en la extorsión como uno de estos mecanismos y las características
asociadas a su aumento y el crecimiento exponencial de la presencia de distintos grupos
armados. Por su parte Duran (2014), Tourinho (2015), Briceño (2015), proponen que este
tipo de estrategias son de utilidad para estas bandas criminales, ya que permiten la
consolidación de un delito organizado, y en el caso colombiano la instauración de oligopolios
criminales para el control comercial de los territorios. Aspectos importantes para nutrir la
investigación pero que por sí solos no logran abordar la problemática de análisis.

Es importante tener en cuenta la teoría de Bhatia (2020) y Salas et al. (2019), citados en el
artículo de Trejos et al (2021), que afirma que después de una desmovilización en territorios
que tienen recursos ilegales habrá un aumento de actores armados que busquen quedarse con
estos recursos. En este artículo analizaremos la extorsión como recurso ilegal de Barranquilla,
territorio que vivió en 2006 la desmovilización del grupo dominante del bloque norte de las
AUC (Autodefensas Unidas de Colombia) (Autodefensas Unidas de Colombia), quienes
tenían el monopolio de los recursos ilegales en la ciudad. Luego del proceso de
desmovilización sus disidencia llamadas los 40 se enfrentaron a los grupos los nevados y las
águilas negras, después en 2008 con los paisas, todos buscando el control de las rentas
ilegales y del territorio, su accionar en la ciudad consistían en asesinatos selectivos, amenazas
y extorsiones, a medida que avanzaba la disputa por el control de los recursos ilegales de la
ciudad iban debilitándose algunos grupos y surgiendo nuevos como los rastrojos y las AGC,
que buscaban, como los anteriores a dominar los recursos ilegales que habían dejado las AUC
tras su desmovilización (Trejos et al, 2022).

Es importante mencionar la investigación base para nuestra propuesta investigativa y nace


desde la postura propuesta por un primer estudio llamado ¿Cómo comprender la extorsión
hoy en Medellín?, de Moncada y Lopera (2017), Donde se plantea las distintas problemáticas
que surgen de la extorsión y se propone la misma como un tipo de control en el territorio, de
tal forma se intentará usar la base teórica de su planteamiento para interpretar el contexto
establecido en Barranquilla y su área metropolitana.

2. Pregunta de investigación

¿Cuál es el efecto de una mayor presencia de grupos ilegales en Barranquilla y su área


metropolitana sobre el aumento de la extorsión y la distribución territorial?

3. Revisión de Literatura

En un país tan conflictivo e inmerso en un escenario de violencia como Colombia, se


presentan distintos actores que propensa y propagan estos conflictos para adquirir control
económico y social en distintos territorios. Por ende, es importante, de acuerdo con Bedoya et
al (2021) comprender la existencia de fronteras invisibles, límites establecidos por la
confrontación armada entre grupos ilegales, lo que encubre otras realidades y oculta
dinámicas de poder. Se trata de una especie de velo que oculta las verdaderas relaciones e
intereses de poder, además de los agentes que lo ejercen.

Para entender el fenómeno de estas fronteras invisibles, es necesario desligar el velo y a


través de la revisión teórica comprender los conceptos y comportamientos que lo consolidan
para entender a los grupos ilegales que ejercen este poder como agentes de control por medio
de distintos mecanismos, con un enfoque claro en el estudio de la extorsión y su vinculación
con la distribución territorial. En constancia con esto, en la ciudad de Medellín; Duncan y
Eslava (2019) con la alcaldía, presentan una investigación que se enfoca en el análisis de la
coerción extorsiva dentro la comuna 10 y 15, la cual lanzo como resultado que existen
territorios dentro de la ciudad rodeados de líneas fronterizas que albergan poblaciones
sometidas a un nivel de control extorsivo, denominados por dicha investigación “entornos
cautivos”. Algunos poseen dinámicas tan concentradas e intensas que pueden asumir la
característica de verdaderas burbujas de seguridad y poder por parte de bandas criminales,
dando poder a la teoría de que los grupos obedecen a fronteras invisibles para su accionar,
pero hay complicaciones cuando dichas fronteras no están establecidas.

Contextualización teórica: Uso de la extorsión por partes de grupos armados

Existen autores como Thrasher (1927) que postulan que las bandas eran un elemento
constitutivo del urbanismo, que vigilan sus territorios de invasores y los enfrentan
sangrientamente, donde se dedicada continuamente a actividades ilícitas para capturar rentas,
con escala urbana y posibles conexiones transnacionales. Por lo general, tiene un comando
local, poca jerarquía y mayor centralización de actividades y funciones. Lo que conlleva a su
apropiación de los territorios de forma constante. La postura de comando locales la respalda
Alvarado sobre la creación y establecimiento de los grupos criminales, quienes no tienen
clases o estatus sociales, buscan el poder y el control de los recursos económicos, mostrando
como la figura de delegación cumple un gran rol, ya que no deja ver a los grandes mandos,
haciendo el uso de bandas para diversificar sus actividades y así tener mayor control
económico y tener ventajas en la población, ya que esta banda apoyará a el grupo que la
contrató, similar a los Rastrojos en Barranquilla. (Trejos et al, 2022).
Estos grupos enfrentan costos de transacción particulares que intentan cubrir con actos que
van desde la evasión fiscal, hasta la captura del aparato de Estado Bergman (2016). Algunos
son muy competitivos en los mercados dinámicos, como el de drogas. Para mantenerse tienen
que combinar otras actividades como extorsión y secuestro de los sistemas de transporte,
redes migratorias, mercado del entretenimiento, turismo o bienes raíces.

En esta misma dirección, pero aplicando un estudio histórico autores como López y
Camacho (2007 proponen que el origen de los recursos económicos de estas bandadas en
gran parte se da desde el tráfico de drogas, es el contrabando de electrodomésticos, armas,
cigarrillos y productos suntuarios. Por su parte Bedoya (2010) demuestra por medio de su
investigación cómo los contrabandistas de aparatos de alta tecnología, hacia los años 80, se
insertaron en el contrabando de armas y en las redes de la cocaína, y más tarde se
convirtieron en “redes empresariales” de la delincuencia organizada especializada en la
protección violenta.

Otro punto de partida para explicar el uso de extorsión en un territorio, es propuesto por
Castro (2016), que afirma que toda la sociedad es consciente de que la extorsión y el chantaje
son algunas de las formas más comunes de la criminalidad en Colombia, pero que la
problemática de su identificación nace en que las informaciones al respecto se encuentran
dispersas, lo que no permite apreciar el problema en toda su magnitud, pero se entiende que
los grupos acogen esta figura para el fortalecimiento económico, que les ayuda a posicionarse
en el territorio donde la llevan a cabo y a financiar sus otras actividades que lo ayudan a tener
el poder del área(Álzate, et al, 2021).

Siguiendo la importancia de su uso, nos ayuda a explicar por qué fue usada por las AUC
en Barranquilla, junto a otros mecanismos como asesinatos o secuestros y posteriormente
adoptada por los grupos criminales que querían hacerse con el control de la ciudadanía
(Trejos, et al,2021), enfocándonos en las extorsiones, así mismo Castro (2016) puntualizó que
el acuerdo de paz con las FARC generaría un cambio en la estructura delincuencial,
provocando que las bandas criminales crezcan y las organizaciones ya existentes con los
reductos de estas guerrillas que no deseen reincorporarse a la vida civil y acostumbradas
como están a delinquir, provocaran que la inseguridad en el país sea seriamente proliferada
en aumento. Donde se puede ver entre los delitos que más han incidido en el aspecto
económico ha sido la extorsión, delito del que han sido víctima no solamente las grandes
empresas, petroleras, por ejemplo, sino que éste afecta a pequeños y medianos comerciantes
al menudeo, sectores ganaderos, amas de casa; en fin, la extorsión tiene un muy amplio rango
de posibles víctimas.

En esta misma postura se encuentra Ochoa y Paramo (2021) quienes proponen que a pesar
del proceso de negociación con las Farc-Ep por parte del gobierno Santos (2010-2018), los
datos estadísticos que posee el Gaula de la Policía muestran que la extorsión continúa
creciendo. De acuerdo con las estadísticas que lleva la Dirección Antisecuestro y
Antiextorsión, en el periodo comprendido entre el 2008 y el 2014, de 830 casos registrados
en 2008 se llegó a 4634 en 2019 (Dirección Antisecuestro y Antiextorsión, 2020). Ochoa y
Paramo (2021) argumenta que es de vital importancia identificar el perfil del accionar de
estos grupos delictivos ya que esto permitirá establecer si los nuevos actores tienen vínculos
históricos con las Farc-Ep y determinar las características de las nuevas modalidades
extorsivas empleadas para, de este modo, plantear pautas, desde la investigación criminal, a
fin de lograr el esclarecimiento de algunos hechos no resueltos. De este modo se vería
necesario caracterizar la extorsión para crear una hoja de ruta en el esclarecimiento de
algunos hechos, y así poder impactar en la mitigación del delito, convertido en los últimos
años en el recurso financiero de las organizaciones criminales en las regiones.

Contexto territorial: Extorsión como mecanismo para el control territorial en


Barranquilla.

Aterrizando un poco el termino y el uso de la extorsión como mecanismo de control


territorial y ubicando el tema propuesto en el área de barranquilla el autor Luis Trejos
presenta tres investigaciones que permiten visualizar a los actores criminales en el territorio,
lo cual da una serie de parámetros para ubicar a los actores dentro del área estudiada y
deslumbrar las posibles fronteras invisibles y los grupos armados que las controlan.

De esta manera en su investigación, Trejos et al (2021) Afirman que entre los grupos que
se apropiaron del territorio en el área de barranquilla, después de las AUC se encuentran las
Águilas Negras, Los Nevados, Los paisas, el Escuadrón Mano Negra. Por otra parte, las
guerrillas de las FARC-EP y el ELN, ya debilitadas, lentamente se hicieron marginales en el
territorio y la disputa se centró en estos nuevos grupos producto de la atomización violenta de
las auc corroborado con la información de la Defensoría del Pueblo en el 2009.

“En esta primera etapa (2006-2009), Los Nevados (que habían comprado la “franquicia”
de la región al Clan Giraldo) fueron rápidamente debilitados por la captura y asesinato de
sus principales impulsores, los mellizos Víctor Manuel y Miguel Ángel Mejía Múnera. El
primero fue abatido por la Fuerza Pública el 29 de abril del 2008. El segundo fue capturado
el 2 de mayo del mismo año. El Escuadrón Mano Negra también se vio rápidamente debilita-
do por la acción de la Fuerza Pública y la fortaleza de los demás grupos opositores. No
obstante, este primer periodo se caracterizó por el fortalecimiento de cada uno de estos
grupos, con el fin de evitar perder terreno ante sus opositores. Por ello, el reclutamiento de
excombatientes de las auc se hizo cada vez más evidente y las represalias contra quienes no
acudieran al llamado eran claras: el 7,7 % del total de las personas asesinadas en el 2008
eran excombatientes de las AUC” (Trejos; Badillo; Orozco y Parra; 2021).

A través de esta modalidad de control territorial Trejos et al (2021) afirman que se


implementó con mayor fuerza la extorsiones e impusieron la prestación de servicios de
“seguridad” a comerciantes, personas dedicadas a la actividad turística, campesinos y
empresarios del agro. De este modo lentamente, los grupos más débiles empezaron a
desaparecer, y para el 2010, gran parte de las dinámicas de la violencia en la ciudad se
explicaban a partir de la rivalidad entre las AGC y Los paisas, posiblemente por la presión
que ejercían por el pago exigido.

De esta revisión de la literatura podemos concluir que, si buscamos entender la


problemática de la extorsión como mecanismo de control territorial, es necesario comprender
la trayectoria de los actores y de su influencia dentro de cada territorio, de tal forma que su
comportamiento influye en el desarrollo territorial, potencia o limita a la economía, teniendo
control de sus recursos y de la población.

Si la problemática se estudia desde un entorno especifico se podrá abarcar de forma


concreta entendiendo su origen y su contexto.

4. Marco teórico

Cuando se habla de control territorial se presenta la cuestión entre el estado y los grupos
armados, donde se ve las soberanías en disputa, de esta forma Uribe (1999) indica cómo la
conformación de los órdenes alternos se produce en territorios excluidos, habitados por
personas que no hacían parte de la identidad fundante de la nación, compuesta por una
población heterogénea, de diversa procedencia étnica y condición social4, lugares
geográficos que después de 1950 fueron escogidos por las guerrillas para el reclutamiento de
integrantes y la consolidación de su base social, que coinciden con las zonas de siembra de
cultivos ilícitos y que posteriormente trataron de ser reconquistados por los paramilitares:
Para ilustrarlo, se puede pensar en Urabá, en el Magdalena Medio, en el Sur de Bolívar, en el
Bajo Cauca, en la Bota Caucana, en el páramo de Sumapaz, en el Ariari, en el Guaviare y en
las orillas de los ríos de las planicies orientales.

Estas organizaciones insurgentes, ante la precariedad del Estado en vastas zonas, se tornan
en reales instituciones sustitutivas que logran ejercer funciones de competencia exclusiva del
Estado. Se constituyen así en órdenes alternativos de hecho que proveen orden y
organización, cobran impuestos, configuran ejércitos con los que defienden sus territorios, y
disputan nuevos escenarios. Uribe (1999) retoma la expresión usada por Foucault, estados de
guerra, que permite explicar lo que ocurre en estos lugares: El poder institucional no es
soberano, por lo menos en algunas partes del territorio y entre sectores amplios de la
colectividad nacional, en los cuales prevalece la voluntad manifiesta de no someterse al orden
estatal y de resistirse a sus intentos de establecer dominio y control, manteniendo abierta la
posibilidad de confrontarlo y de combatirlo con las armas en la mano, así como de agrupar a
los sujetos sociales de su entorno en bandos capaces de matar y morir. (Uribe, 1999, p. 25 y
26). Así las cosas, el Estado no ejerce pleno monopolio de la fuerza, suceso que pone en
entredicho el concepto idílico que se tiene de él. Lo que se evidencia es “la coexistencia
conflictiva de la dominación estatal con otros tipos de controles políticos” (González, 2009,
p. 200).

En este sentido, el estado de guerra está acompañado de una soberanía en vilo, es decir, al
Estado se le imposibilita ejercer de manera exclusiva, imperante y única su autoridad en el
territorio. Estas realidades, aunque claras para evidenciar el proceder de los actores armados
ilegales tradicionales del conflicto interno del país, no se suscriben exclusivamente a ellos, en
tanto es posible observar las mismas consecuencias tratándose de organizaciones como
bandas o milicias: De ahí que la oferta de seguridad y vigilancia constituya hoy una práctica
común, tanto de los actores armados contrainstitucionales (guerrillas) o para institucionales
(paramilitares), como también de una gama amplia de organizaciones que cubren un espectro
que va desde las milicias urbanas y las bandas de barrio en las grandes ciudades, hasta grupos
de la fuerza pública que operan de manera encubierta, pasando por asociaciones vecinales
como las convivir. Bajo este entendido, los conceptos de poderes alternativos de facto,
soberanías en disputa y control territorial, son nociones relacionadas para aproximarse a la
realidad colombiana, y si bien evidencian unas manifestaciones dentro del conflicto armado,
su valor explicativo no se agota allí, en tanto con ellas es posible comprender fenómenos
cometidos por organizaciones delincuenciales en grandes urbes, como es el caso de la
extorsión en Barranquilla.
El contexto actual de esta ciudad con relación al control territorial y la soberanía en
disputa está ligado a sus antecedentes, que incluyen la existencia sucesiva y simultánea de 11
múltiples fenómenos de violencias y la presencia histórica de diferentes actores armados
ilegales, algunos que hacen parte del conflicto armado de manera directa y otros asociados
inicialmente a la delincuencia común. La existencia de bandas criminales y milicias urbanas,
el surgimiento y consolidación del narcotráfico y la incursión paulatina de las guerrillas y los
paramilitares estuvo marcada por procesos de cooptación, subordinación, exterminio y
absorción que se sucedieron con los combos y bandas que ya existían en la ciudad.

Para definir a presencia de los grupos armados tomaremos 3 variables que analiza
Alvarado (2016) para definir crimen organizado, tomaremos en cuenta la estructura de los
grupos, que sea sofisticada y permita la figura de delegación para la ejecución de las
actividades, el uso de violencia hacia la comunidad, se puede ver con los asesinatos, números
de secuestros, extorsión y el miedo de la población, por último, la forma de suministrar
justicia, los grupos armados tienden a tomar las medidas para cualquier acto que vaya en
contra de su ley, cuando ellos están presentes en un territorio ellos dictan la ley.

En el contexto de Barranquilla y en este artículo nos apoyaremos en el argumento teórico


usado por Trejos et al (2021), que afirma que después de la desmovilización del actor
dominante, en el caso de barranquilla las AUC, puede haber una disminución o un aumento
de la violencia que dependerá de las características del territorio, especialmente los recursos
ilegales que este territorio pueda ofrecer, haciéndolo competitivo para el mercado de crimen
organizado y así el surgimiento y la competencia de los grupos para quedarse con el territorio
aumenta la violencia vivida en él.

Trejos et al (2021) nos muestra que los nuevos grupos dejan de lado la limpieza social y el
discurso contrainsurgente que manejaba las AUC, pero mantienen el punto “homicidios
retributivos, consistentes en asesinatos selectivos contra miembros de la organización que
incumplieran órdenes de sus superiores, civiles que desafiaran su control o no pagaran
extorsiones, o miembros de otros grupos armados que no se sometieran a la organización”.
De lo que podemos inferir que estos grupos para asentarse en el territorio buscaron del
mecanismo extorsivo y un aumento de la violencia por la competencia entre los grupos
emergentes que buscaban el poder de la ciudad.

La extorsión, utilizada por los grupos de crimen organizado se entiende como “el
constreñimiento que se hace a una persona con el propósito de tolerar u omitir alguna cosa
para obtener provecho, utilidad, o beneficio ilícito, para quien desarrolla el delito o para un
tercero” (Melamed, 2022), teniendo la extorsión como forma de financiación de los grupos
armados, por lo que si aumenta la oferta de grupos su demanda por la financiación también,
por lo tanto los mecanismos de financiación como la extorsión subirá con la oferta de los
grupos. Melamed (2022), también analiza la variable territorio, cuáles tienen mayor presencia
de grupos armados y extorsión, en su mapa nos muestra que estas áreas tienen en común la
vulnerabilidad de la población, que no conoce las rutas de denuncia o tienen desconfianza a
las autoridades y si denuncian los grupos pueden tomar represalias sobre ellos, concluyendo
que los grupos armados se situaran en lugares donde las autoridades tienen una presencia
marginal.

5. Hipótesis

H1: a mayor presencia de grupos armados, se ocasiona el aumento de las extorsiones como
un mecanismo de control territorial.

H2: Los grupos armados extorsionan en áreas geográficas estratégicas donde hay poca o
nula autoridad, facilitando el control territorial por parte de estos grupos.

Metodología:

Para el desarrollo de esta investigación se realizará el planteamiento de una metodología


de tipo Mixta, la cual combinan la perspectiva cuantitativa (cuanti) y cualitativa (cuali) en un
mismo estudio, con el objetivo de darle profundidad al análisis a la pregunta de investigación
planteada.

Dentro de los tipos de metodología mixta; se utilizará la de diseño explicativo la cual es


utilizada cuando los resultados o preguntas derivadas del estudio cuanti son investigadas
cualitativamente para producir datos, que puedan ser usados de manera complementaria o con
el fin de aclarar los hallazgos originales.

De esta forma la investigación tendrá como punto de partida la documentación de


información dentro de las cuales se utilizarán 4 fuentes primarias.

• medios de comunicación (locales, regionales, nacionales e internacionales,


privados y comunitarios),
• los documentos o informes oficiales (fuerza pública, ministerios públicos, entre
otros) como las Alertas Tempranas emitidas por la Defensoría del Pueblo
• la producción de centros de pensamiento (ONG y academia)
• las denuncias realizadas por comunidades, sus representantes y sus procesos
organizativos.

Estos datos fueron agrupados por distintos informes nacionales, que tienen en cuenta los
datos de la prensa y la policía para la tabulación de las tablas y los porcentajes de actividad
extorsiva.

Los hechos registrados son incorporados a una matriz para su organización, permitiendo
agrupar la información por actores, fechas, lugares y tipos de hecho.

Variables: En este estudio se analizarán dos tipos de variables, variables dependientes que
representan el producto o resultado cuya variación se está estudiando y las variables
independientes, también conocidas en un contexto estadístico como regresores, representan
insumos o causas, es decir, razones potenciales de variación

Variable dependiente:

Extorsión:

La extorsión, utilizada por los grupos de crimen organizado se entiende como “el
constreñimiento que se hace a una persona con el propósito de tolerar u omitir alguna cosa
para obtener provecho, utilidad, o beneficio ilícito, para quien desarrolla el delito o para un
tercero” (Melamed, 2022), teniendo la extorsión como forma de financiación de los grupos
armados, por lo que si aumenta la oferta de grupos su demanda por la financiación también,
por lo tanto los mecanismos de financiación como la extorsión subirá con la oferta de los
grupos. Melamed (2022).

Variable Independiente:

Grupos Armados:

• Autodefensas Gaitanistas De Colombia:


Grupo narcoparamilitar con mayor accionar en el país, al mando de Dairo Antonio Úsuga
David, alias ‘Otoniel’
Sus principales zonas de presencia son la costa Caribe y Pacífica, Córdoba, Sucre, Bolívar,
Atlántico, Magdalena, San Andrés, Chocó y en Antioquia parte de Urabá y el Bajo Cauca,
han buscado establecer corredores, para conectar laboratorios para de procesamiento de
droga, reclutamiento forzado y minería ilegal.
Entre sus integrantes tienen personas dedicadas al lavado de activos, por medio de
financiación de campañas políticas, creación de negocios fachada que van desde gasolineras
hasta empresas de construcción, también apadrinan futbolistas, grupos musicales, entre otros.
En la costa atlántica, las AGC hacen presencia desde 2012, allí han quedado de alguna
manera por debajo del poder predominante de Los Pachencas o como también se les conoce
Autodefensas Conquistadoras de la Sierra Nevada -ACSN-.
• Los Pachencas o Autodefensas Conquistadoras de La Sierra Nevada (ASCN)
Tiene sus orígenes en 2007 luego de la desmovilización de las AUC
· Su principal objetivo es luchar contra la insurgencia en un ‘trato amable’ con la fuerza
pública,
En momentos se definen como una organización armada y otras dentro de su discurso señalan
que son una empresa dedicada al gramaje por medio del control de vías principales como la
Troncal Caribe.
• Los Rastrojos:
Nacieron en 2002 en el Norte del Valle, por Wilber Varela, alias Jabón.
Tras la desmovilización de las AUC, se convierten en el brazo armado de los hermanos Calle
Serna, Los Comba, buscando el control de antiguas zonas del cartel y territorios
desmovilizados, siendo que para este momento ya tenían un gran número de hombres con un
entrenamiento importante bajo la dirección de Diego Rastrojo.
• El nuevo bloque costeño:
Suelen tener acciones en pequeños grupos, algunos son subcontratados por la grandes
estructuras en su mayoría narco paramilitares para que presten seguridad y vigilancia de sus
negocios ilegales, lleven a cabo acciones de lavado de dinero por medio de compra de bienes
y testaferrato, abran pasos o rutas y las controlen, obtengan el dominio sobre plazas de vicio
en ciudades principales, tráfico de armas y manejo de negocios que en su mayoría tienen que
ver con economías que parecen legales, como apuestas, loterías y otras como prostitución,
préstamos de dinero gota a gota y contratación de sicariato y amenazas.

Anexos
Dentro de los aspectos a utilizar se encontrarán tablas e información extraída de:
González Perafán, L., Cabezas Palacios, J., Zimmerman, P. & González Posso, C. (2020).
Informe sobre presencia de grupos armados en Colombia. Bogotá: Indepaz.
Datos para la variable independiente “Grupos Armados”
Grupo Armado Municipios
Autodefensas Baranoa, Barranquilla, Galapa, Juan de
Gaitanistas De Acosta, Malambo, Puerto Colombia,
Colombia (AGC) Sabanalarga, Soledad
Los Caparros No tienen presencia
Los Pachencas o Barranquilla
Autodefensas
Conquistadoras de La
Sierra Nevada (ASCN)
Los Rastrojos Barranquilla, Galapa, Malambo, Puerto
Colombia, Soledad
Los Pelusos No tienen presencia
El Nuevo Bloque Barranquilla, Galapa, Malambo, Soledad
Costeño y Puerto Colombia
Grupos Post FARC-EP No tienen presencia
Ejército de Liberación Barranquilla
Nacional (ELN)

Datos para la Variable dependiente “Extorsión”.


Las siguientes tablas y datos son extraídas del informe Del observatorio de seguridad, (2021)

Balance General de seguridad en Barranquilla - Prepandemia

del 01/01/2019 del 01/01/2021 variación variación


DELITO al 31/12/2019 al 31/12/2021 absoluta porcentual

Delitos sexales 1107 585 -522 -47%


Violencia 1937 1958 21 1%
intrafamiliar
Secuestro 4 8 4 100%
Extorsión 127 154 27 21%

Balance General de seguridad en Barranquilla - Durante pandemia

del 01/01/2020 del 01/01/2021 variación variación


DELITO al 31/12/2020 al 31/12/2021 absoluta porcentual
pirateria 10 15 5 50%
terrestre
terrorismo 1 0 -1 -100%
delitos sexales 645 585 -60 -9%
violencia 1649 1958 309 37%
intrafamiliar
secuestro 2 8 6 300%
extorsión 121 154 33 27%
Para el 2021, la extorsión aumentó en un 27% si se compara con el 2020, y un 21% si se
compara con el 2019. Por ende, la ya difícil situación de seguridad en el Distrito se torna aún
más compleja si se toman en consideración los datos de aumento del delito de extorsión,
especialmente su concentración en algunos de los sectores de mayores condiciones de
vulnerabilidad socioeconómica de la ciudad. (pag 11)

(pag 11,
comparación del periodo 2016-2020 y el 2021 con el fin de mostrar que hay puntos
estratégicos que con el pasar del tiempo no dejan de reportar extorsiones)

• La permanencia en el tiempo de estas zonas de vulnerabilidad y el incremento de los


registros de extorsión en la ciudad, indican su instrumentalización como fuente de
financiamiento de estructuras criminales y a su vez, vulneran de manera directa el
derecho al desarrollo de la libre empresa fundamentalmente en pequeños y medianos
comercios.
Barrios en Barranquilla que presentan informe de extorsiones.


7. Referencias
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de México. URVIO - Revista Latinoamericana de Estudios de Seguridad, 19, 129.
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AltaVista, Medellín, Colombia. Ainkaa. Revista De Estudiantes De Ciencia Política, 5(9-10), 148-
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Azaola, E. (2009). El comercio con el dolor y la esperanza. La extorsión telefónica en México.


URVIO: Revista Latinoamericana de Estudios de Seguridad, (6), 115-122.

Bedoya, J., Ríos, J., & Arredondo, A. La coerción extorsiva en Medellín, Colombia Extortion
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Cadavid, M., Chamat, N., & Bedoya, J. (2017). Las amenazas y las extorsiones: desafío a la
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Castro, H. (2016). La extorsión y su incidencia en el desarrollo económico de Colombia en


un escenario de posconflicto.
Centro Nacional de Memoria Histórica (cnmh). (2014). Nuevos escenarios de conflicto
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Antioquia, Departamento de Chocó. cnmh.

Cumplido,M. (2016). Economía criminal y riesgo empresarial tras el proceso de paz en


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Melamed. J. (2022). El homicidio y la extorsión frente al balance de seguridad ciudadana en


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México. URVÍO, Revista Latinoamericana de Estudios de Seguridad, (19), 129-145.
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