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AROLDO WILSON QUIROZ MONSALVO

Magistrado ponente

STC7636-2017
Radicación n.° 11001-02-03-000-2017-01189-00
(Aprobado en sesión de treinta y uno de mayo de dos mil diecisiete)

Bogotá, D. C., primero (1°) de junio de dos mil


diecisiete (2017).

Se decide la acción de tutela instaurada por Castro &


Pitre International Interprise Ltda. contra la Sala Civil-
Familia del Tribunal Superior del Distrito Judicial de
Barranquilla, extensiva al Juzgado Doce Civil del Circuito
de esa misma ciudad, trámite al cual se vinculó a las partes
e intervinientes en el proceso que origina la queja.

ANTECEDENTES

1. La promotora del amparo, a través de apoderado


judicial, reclamó protección constitucional de sus derechos
fundamentales al debido proceso, igualdad, buena fe y
acceso a la administración de justicia, que dice vulnerados
por la autoridad judicial accionada.
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Solicitó, en consecuencia, se ordene al Tribunal


proferir «una nueva decisión (…) en la que se valoren
adecuadamente los medios de prueba (…) que se encuentran
en el proceso, por medio de los cuales se acredita el
incumplimiento de la promesa de compraventa de fecha 22
de febrero de 2008».

2. Son hechos relevantes para la definición del


presente asunto los siguientes:

2.1. La accionante formuló demanda declarativa en


contra de Inversiones Vilú Ltda. en Liquidación, en la que
reclamó, como pretensión principal, se le ordenara a la
demandada «el cumplimiento de la obligación de hacer
estipulada en el contrato de promesa» antes mencionado, en
el que la demandada fungió como promitente vendedora,
esto es, que otorgue «la escritura pública de venta sobre el
inmueble identificado con el folio de matrícula inmobiliaria
No. 040-195630» y se le condenara al pago de la
indemnización de los perjuicios causados.

2.2. Mediante sentencia del 28 de abril de 2016, el


juzgado vinculado desestimó las súplicas de la demandante,
al encontrar que existía «un incumplimiento recíproco de los
contratantes», decisión que recurrió en apelación la gestora
del amparo, esgrimiendo, entre otras circunstancias, que
«la promitente vendedora (…) desde los inicios de la ejecución
contractual (…), incumplió todas las prestaciones que para
ella derivaban del contrato de promesa».

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2.3. A través de fallo del 16 de noviembre de 2016, el


Tribunal criticado confirmó la providencia apelada,
argumentando que «ambas partes incumplieron las
obligaciones pactadas».

2.4. Expresó la peticionaria que el estrado enjuiciado


«inobservó (…) las normas que resultaban pertinentes (…),
separándose por completo de los hechos debidamente
probados», los que daban cuenta que la que incumplió la
promesa «desde los inicios», fue la promitente vendedora,
específicamente, la obligación de entregar la tenencia del
bien prometido en venta al celebrar el referido pacto
preparatorio y, además, la de suscribir el contrato
prometido.

2.5. Agregó que el accionado se apartó «de las normas


procesales aplicables al caso»; y que omitió valorar «el
dictamen pericial aportado al interior del proceso», así como
la confesión ficta de la demandada al no haber asistido a
rendir su declaración de parte.

3. La Corte admitió la demanda de amparo, el 22 de


mayo de 2017, ordenó librar las comunicaciones de rigor y
pidió rendir los informes a que alude el artículo 19 del
Decreto 2591 de 1991.

LA RESPUESTA DE LOS ACCIONADOS Y VINCULADOS

1. La Sala Civil-Familia del Tribunal Superior del


Distrito Judicial de Barranquilla, tras reseñar las

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actuaciones que adelantó en el proceso objeto de reproche


constitucional, concluyó que «al no incurrirse en una vía de
hecho, al momento de proferirse la sentencia (…), se solicita
(…) se deniegue la acción».

2. El Juzgado Doce Civil del Circuito de esa misma


ciudad rindió informe sobre el trámite del asunto objeto de
la queja.

CONSIDERACIONES

1. Conforme al artículo 86 de la Constitución


Política, la acción de tutela es un mecanismo jurídico
concebido para proteger los derechos fundamentales,
cuando son vulnerados o amenazados por los actos u
omisiones de las autoridades públicas, en determinadas
hipótesis, de los particulares, cuya naturaleza subsidiaria y
residual no permite sustituir o desplazar a los jueces
funcionalmente competentes, ni los medios comunes de
defensa judicial.

Por lineamiento jurisprudencial, en tratándose de


actuaciones y providencias judiciales, el resguardo procede
de manera excepcional y limitado a la presencia de una
irrefutable vía de hecho, cuando “el proceder ilegítimo no es
dable removerlo a través de los medios ordinarios previstos
en la ley” (sentencia de 11 de mayo de 2001, exp. 11001-
22-03-000-2001-00183-01); y, por supuesto, se cumpla el
requisito de la inmediatez.

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2. En el caso bajo estudio esta acción constitucional


carece de vocación de prosperidad, habida cuenta que el
Tribunal convocado en la sentencia de 16 de noviembre de
2016, que confirmó la dictada el 28 de abril de 2016 por el
Juzgado Doce Civil del Circuito de Barranquilla, explicó los
motivos por los cuales no estaba llamada a prosperar la
pretensión de cumplimiento contractual que elevó la
quejosa, única sobre la cual versó la alzada1.

En efecto, en primer lugar, respecto de las obligaciones


que surgieron para las partes de la prenombrada promesa,
expresó el Tribunal que:

De acuerdo con lo estipulado en el contrato de promesa de venta,


las obligaciones de las partes eran las siguientes:

Para el promitente comprador: Primero, cancelar la suma de


veinte millones de pesos, lo que hicieron a la firma del contrato
de promesa de venta (…); segundo, cancelar el saldo del precio
(…) el día 28 de julio de 2008; y tercero, concurrir el 28 de julio a
las 2 PM para la suscripción de la escritura pública.

Las obligaciones de la promitente vendedora: Primero, entregar el


inmueble a título de mera tenencia a la promitente compradora el
día 22 de febrero de 2008 para efectuar los arreglos
correspondientes; segundo, concurrir el 28 de julio de 2008 a las
2 PM a la notaría (…) para la suscripción de la escritura pública.

Sobre el cumplimiento de las reseñadas cargas,


destacó que:

1
Cabe precisar que si bien el demandante planteó pretensiones subsidiarias, éstas
fueron desestimadas por el a quo, sin que el apelante presentara un reparo concreto
frente a tal determinación, pues la sustentación de su censura se fundamentó en
que estaba demostrado el cumplimiento de sus obligaciones y el incumplimiento de
su contraparte, cuestión que sólo atañía a la súplica principal.

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… en relación con el incumplimiento de la sociedad demandada


está demostrado que la misma no entregó el inmueble el día 22
de febrero de 2008 y su representante legal no acudió a la
notaría (…) a suscribir la escritura pública…

(…)

… en relación al incumplimiento de las obligaciones de la


sociedad demandante nos encontramos que en el hecho 2.2. de
la demanda, acepta expresamente que el representante legal de
la sociedad demandante, tampoco acudió a la notaría (…) a
suscribir la escritura de venta, lo que corrobora el incumplimiento
de esta obligación por parte de la sociedad demandante, ya que
ello constituye una confesión de acuerdo al artículo 194 del
Código de Procedimiento Civil.

En cuanto al pago del saldo del precio, si bien éste debía hacerse
al suscribirse la escritura pública de venta, no existe en el
plenario prueba alguna, ni es un hecho a presumir por la
inasistencia al interrogatorio de parte de la (…) sociedad
demandada, que la demandante estuvo presta a su cancelación
el día 28 de julio de 2008.

(…)

No es de recibo lo alegato por la parte demandante de no


haberse presentado a la notaría el día señalado por cuanto la
sociedad demandada no tenía flujo de caja para asumir los
costos de la negociación, ya que su deber era acercarse a la
notaría acordada, a la hora acordada, con el cheque o el dinero
en efectivo del saldo del precio a pagar y en caso de no
presentarse la parte demandada, levantar el acta
correspondiente, lo cual no hizo la parte demandante.

(…)

Determinadas las obligaciones de las partes se tiene que los


promitentes compradores incumplieron con la obligación de
concurrir a la notaría (…) el 28 de julio de 2008 (…) y que
estuvieron prestos a cancelar en esa fecha el saldo del precio; y
los promitentes vendedores incumplieron la obligación de
entregar el inmueble el día 22 de febrero de 2008 (…) así como la
obligación de concurrir a la notaría (…) para la suscripción de la

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escritura pública de venta, con lo que se concluye que ambas


partes incumplieron con las obligaciones pactadas.
Así las cosas, la Sala concluye que la decisión
controvertida no luce antojadiza, caprichosa o subjetiva,
encontrándose, incluso, acorde con la jurisprudencia de
esta Corporación, en la que se ha precisado que para poder
exigir judicialmente el cumplimiento de un determinado
convenio, en el que se pactaron obligaciones de ejecución
sucesiva y no simultánea, el demandante debe demostrar,
de un lado, el incumplimiento previo de su contraparte y,
por otro, que cumplió o se allanó a cumplir las prestaciones
que a su cargo surgieron.

Respecto al tópico en comento, ha destacado la Corte


que:

Según lo ha entendido la jurisprudencia de la Corte, “la


legitimación para impetrar la resolución o el cumplimiento del
contrato por uno de los contratantes, supone necesariamente el
cumplimiento de sus obligaciones contractuales o el allanarse a
cumplirlas”. (G.J. t. CCXXXIV, 1995, pág. 688). Con todo,
conforme lo expresa la Corporación en esta misma sentencia,
invocando como fuente la sentencia de 29 de noviembre de 1978,
G.J. t. CLVIII, pág. 299, conforme al art. 1609 del C. Civil, “En
los contratos bilaterales en que las recíprocas
obligaciones deben efectuarse sucesivamente, esto es,
primero las de uno de los contratantes y luego las del
otro, el que no recibe el pago que debía hacérsele
previamente sólo puede demandar el cumplimiento dentro
del contrato si él cumplió o se allanó a cumplir conforme
a lo pactado, pero puede demandar la resolución si no ha
cumplido ni se allana a hacerlo con fundamento en que la
otra parte incumplió con anterioridad”. (…)

Resumiendo se concluye:

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Si las obligaciones recíprocas son sucesivas, atendido este orden


cronológico el contratante que no vio satisfecha la previa
obligación sólo puede pretender el cumplimiento del
contrato si cumplió o se allanó a cumplir. Si no ha
cumplido ni se ha allanado a hacerlo, puede pretender la
resolución con fundamento en el art. 1609, es decir, por el
incumplimiento de las obligaciones antecedentes del otro
contratante. -Resaltado ajeno al texto- (CSJ SC, 4 sep.
2000, rad. 5420; reiterada CSJ SC9680-2015).

En tal orden de ideas, resultaba irrelevante que la


primera en incumplir sus obligaciones hubiese sido la
sociedad demandada en el proceso declarativo, pues lo
cierto es que al haberse exigido el cumplimiento del pacto
de voluntades y no su resolución, para el éxito de sus
súplicas la demandante había de demostrar, se reitera, que
cumplió o se allanó a cumplir los compromisos que para
ésta emanaron de la negociación, aun cuando fueren
posteriores.

3. Ahora, no desconoce la Corte que el Tribunal


omitió pronunciarse sobre el dictamen que se practicó como
prueba en el referido asunto declarativo, con el que la
actora pretendió probar que contaba con el dinero necesario
para cubrir el saldo del precio acordado. Sin embargo, tal
desatención resulta intrascendente, toda vez que la quejosa
no acreditó que asistió, en la fecha y hora acordada, a la
notaría fijada a efectos de celebrar el contrato prometido.

Ciertamente, tal y como lo destacó el Tribunal, la


propia promotora aceptó, en su demanda y con fuerza de
confesión, que «la promitente compradora, tampoco asistió a

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la notaría» y si bien expresó que ello aconteció por solicitud


de su antagonista, lo cierto es que como tal circunstancia
atañía a uno de los requisitos de validez de la promesa, la
época y el lugar en el cual habría de perfeccionarse el
contrato prometido (numerales 3º y 4º, artículo 1611 del
Código Civil), no bastaba la confesión ficta de la demandada
para acreditarlo, sino que se exigía prueba escrita de tal
variación.

Memórese que «el requisito atinente a la época para


perfeccionar el contrato prometido no puede quedar
acreditado por fuera de la promesa misma o de los
documentos suscritos por los contratantes para modificarla o
adicionarla, dada la solemnidad instrumental a la que por
ley se encuentra sometida» (CSJ SL, 23 jun. 2000, rad. C-
5295), por lo que la confesión ficta «no sirve, por vía de
ejemplo, para acreditar actos jurídicos solemnes, ni (…)
asuntos respecto de los cuales la ley exige específicos
medios de prueba» (CSJ SC, 14 nov. 2008, rad. 1999-
00403-01).

4. Lo expuesto en precedencia, permite descartar la


presencia de una vía de hecho, de manera que el reclamo de
la peticionaria no halla recibo en esta sede excepcional, por
lo que habrá de denegarse la protección pedida.

DECISIÓN

Con fundamento en lo expuesto, la Corte Suprema de


Justicia, en Sala de Casación Civil, administrando Justicia

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en nombre de la República y por autoridad de la Ley,


deniega el amparo solicitado.

Comuníquese telegráficamente lo aquí resuelto a las


partes y, en oportunidad, remítanse las diligencias a la Corte
Constitucional para su eventual revisión, en caso de no
impugnarse.

(Ausencia justificada)
LUIS ALONSO RICO PUERTA
Presidente de Sala

MARGARITA CABELLO BLANCO

ÁLVARO FERNANDO GARCÍA RESTREPO

AROLDO WILSON QUIROZ MONSALVO

ARIEL SALAZAR RAMÍREZ

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LUIS ARMANDO TOLOSA VILLABONA

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