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Resumen:
• LA LITERA SUPERIOR.
Esta historia transcurre en el camarote 105 de un barco de pasajeros. Los ocupantes de ese camarote se tiran por la borda durante
la noche y no saben el motivo. El último inquilino se niega a dejarlo a pesar de las insistentes propuestas recibidas por parte del
capitán y del médico. De esta forma, pudo comprobar como la litera superior es habitada todas las noches por un ser monstruoso.
• EN LA CARRETERA DE BRIGHTON.
Un vagabundo se despierta cubierto de nieve y se alegra de no haber muerto congelado. Empieza a caminar y rápido le acompaña
un joven que dice estar muerto y que ya ha muerto varias veces. En ese instante se empieza a encontrar mal y se lo llevan al
hospital. El vagabundo sigue caminando y poco después el mismo joven se le une en la caminata, diciéndole que había muerto
otra vez la noche anterior.
• CORAZONES PERDIDOS.
Un niño se queda huérfano y se va a vivir con el único tío que tiene. Una noche una pesadilla de una niña muerta en el cuarto de
baño lo despertó. A partir de ahí empezó a sospechar que algo extraño pasaba en la casa por lo que le preguntó a la doncella. Ella
le contó que su tío acogiera a dos niños que no tenían familia y que los dos se fueron sin avisar. Esa misma noche el niño los pudo
ver por la ventana y ambos tenían un agujero en el pecho y estaban manchados de sangre. Cuando fue a junto su tío lo encontró
con el mismo tipo de herida. Años después se enteró de que su tío pretendía matarlo a él también para conseguir la vida eterna.
• ROSE ROSE.
Esta historia trata sobre una modelo de pinturas que era muy requerida debido a su belleza. Tenía fama de llegar tarde, por lo que
el pintor le insistió en la puntualidad para el día siguiente. Tanto fue la insistencia que ella le prometió que asistiría viva o muerta
y eso hizo. Murió ese mismo día pero al día siguiente su espíritu asistió a la cita para que se pudiera terminar el lienzo.
• SE NECESITA FANTASMA.
Un hombre se compró un castillo con la esperanza de poder vivir con un fantasma, pero eso no ocurrió. Se desesperó tanto que
confió de la palabra de un hombre que encontró en el bar, así que aceptó que fuera a su casa esa noche y que invocara a fantasmas
para que pudiera elegir con el que convivir. Cuando el hombre llegó se encerró en una habitación del castillo. A la hora acordada
el dueño subió a la habitación y se bebió el líquido que el hombre le dio. A partir de ese momento no dejó de ver fantasmas hasta
que su mujer lo sobresaltó con el grito que dio al comprobar que los habían robado.