Documentos de Académico
Documentos de Profesional
Documentos de Cultura
Son procedimientos en materia de Derecho Civil distintos al ordinario, los cuales tienen un inicio y
prosecución completamente distintos al comúnmente empleado para la obtención de una
sentencia definitivamente firme.
El “contumaz” es el Que no obedece las reglas del procedimiento por lo que puede ser contumaz
aun Estando en juicio pero desobedeciendo las reglas del proceso. ·Efectos: Puede generar
acciones reales o acciones noxales, es Decir, el demandante puede apoderarse de la cosa (reales)
o del esclavo (noxales). Si se está aún en la fase Ápud Iudicem, el demandado se le es
Condenado; si es el demandante será condenado, y si es el juez pasa a ser el Demandado
Procedimiento Arbitral
Era un acuerdo entre Las partes donde se llamaba a un tercero para que decidiera un asunto sin
Entrar al procedimiento ordinal.
Era la audiencia o el Arbitraje de los obispos donde los cristianos acudían para resolver sus
conflictos los cuales eran reconocidos por el Imperio. Aunque con el paso del Tiempo se limitó solo
a asuntos religiosos.
Para comprender mejor este tema, resulta necesario recordar que el pretor, en cuanto magistrado,
goza de facultad general de imperium, pero también ostenta la facultad especifica de administrar
justicia, la iurisdictio, el poder jurisdiccional, en cuanto magistrado encargado de ella. De allí que
sea necesario distinguir dos grupos de soluciones basadas en su imperium, es decir, en su poder
soberano coactivo y, otras, basadas en su jurisdicción, es decir, en su potestad de administrar
justicia.
En la época clásica del derecho romano los remedios complementarios con los que el magistrado
puede echar mano para agilizar la administración de justicia o para obtener resultado útiles más
allá de los límites precisos de las acciones son variados y sorprenden por su elaborada técnica de
creación y por el gran sentido práctico y equitativo de quienes les dieron vida y los aplicaron en los
casos concretos. En general, tales remedios aseguraban la protección a situaciones que no
poseían protección mediante las acciones civiles o pretorias, o facilitaban la actuación dentro de un
proceso actual o futuro.
Dentro de ellos podemos apreciar: los interdictos, las restitutiones in integrum, las stipulationes
praetoriae y misiones in possessionem.
LOS INTERDICTOS:
Los interdictos son órdenes de carácter sumario e urgente, dadas por el magistrado, a un
ciudadano tendiente a lograr una exhibición, una restitución o una prohibición de carácter
provisoria para proteger una situación de manera inmediata.
Procedimiento: En caso de que obedezca, allí termina el problema. Pero en el caso contrario se
inicia un verdadero juicio para determinar si la desobediencia es justificada o no. En el primer caso,
es decir, si la condición no correspondía a la realidad, el solicitante debe, generalmente, una multa
privada a la persona que recibió el interdicto; en el segundo caso, esta multa se paga al solicitante.
Clases: Los romanistas suelen clasificar los interdictos desde dos puntos de vista; uno atendiendo
al contenido de la orden del pretor, otro atendiendo al número de partes a quienes van dirigidos o a
su situación frente al interdicto.
Prohibitorios: Destinados a impedir que alguien realizare actos perturbatorios en el goce pacífico
de una cosa por otro.
Exhibitorios: son aquellos medios por los cuales el pretor ordenaba la exhibición de personas o
cosas determinadas para establecer la prueba de alguna situación especial.
Según el número y posición de los intervinientes los interdictos se dividen en simples dobles.
Simples: cuando el mandato va dirigido a una sola persona y a favor de otra de manera que es
posible distinguir las posiciones de solicitante y girado con facilidad.
Dobles: cuando el orden se dirige a ambos intervinientes de manera que cada uno está en igual
posición y tienen los mismos derechos en caso de incumplimiento.
Las estipulaciones pretorianas son aquellas impuestas por el pretor con el fin de extender la
protección del derecho civil a aquellas situaciones de hecho, que mereciéndola por justicia, no la
tenían. En otras palabras, las estipulaciones servían para proteger situaciones desprovistas de
tutela en la jurisprudencia y en el edicto.
Las estipulaciones pretorias, en el Derecho romano, eran aquellas estipulaciones impuestas por el
Pretor en ciertos supuestos para proteger determinados intereses, ya porque carecían de
protección o porque esta era insuficiente.
Estipulaciones voluntarias: se celebran al árbitro de las partes, libremente. Cumplen varios fines,
primeramente asegurar la comparecencia como sucedía con el Vadimonium, tenían por objeto
garantizar también una indemnización de perjuicios.
También tenían por objeto impedir que se perturbara a una persona que estaba ejerciendo un
derecho.
Estipulaciones Judiciales: son aquellas que se celebran ante el juez por instrucciones del
magistrado.
Ejemplos: Así, el propietario de un fundo teme que de las precarias condiciones del edificio vecino
pueden derivarse daños para su propiedad, pedirá al magistrado que ordene al dueño del fundo
del que podría provenir el daño, prestar una garantía por el daño temido (cautio damni infecti), esto
es, obligarse mediante una estipulación o resarcir el daño si éste llega realmente a producirse.
Otro ejemplo de estipulación pretoria era la cautio usufructuaria, esto es, la promesa solemne
prestada por orden del magistrado, bajo la forma de una estipulación, en virtud de la cual el
usufructuario garantizaba al nudo propietario que usaría y disfrutaría de la cosa según los criterios
de un bonus vir, y a restituirla al término del usufructo.
In integrum restitutio: restitución por entero, por completo. Medida jurídica consistente en la
cancelación plena de los efectos o consecuencias de un hecho o negocio jurídico, restableciendo
la cosa o situación en su estado anterior, como si tal hecho o negocio jurídico no se hubiera
realizado. En la esfera del derecho procesal romano constituye una de las medidas que tiene a su
alcance el magistrado para solucionar una cuestión en virtud de su imperium. La concedía por
decreto, previo conocimiento de causa, estimada justa, presente el adversario o declarada su
contumacia.La restitutio in integrum era un remedio extraordinario utilizado por el Pretor en
determinadas circunstancias, para anular un acto o negocio jurídico, que si bien perfectamente
válido, acarreaba consecuencias inicuas y producía efectos notoriamente injustos y perjudiciales.
En definitiva, con tal acto de autoridad, el Pretor no hacía otra cosa que "restablecer" la situación
jurídica preexistente, como si el acto o negocio no hubiese tenido lugar: a esto se llama restitutio in
integrum.
Clases: Existen distintos tipos de restitutio in integrum, según las circunstancias de hecho bajo la
cual se realizó el acto jurídico. Las Más comunes son: por miedo, por dolo, por fraude, error y
edad.
Son órdenes por la que el pretor autoriza a una persona para que tome posesión de los bienes de
otra.
Bajo esta expresión, que podemos a grandes rasgos identificar con el término del derecho
moderno “embargos”, pueden distinguirse, por una parte, las missiones in rem o in possessionem
rei, de las que el Edicto nos presenta numerosas variedades en cuanto que tienen por objeto la
toma de posesión de un bien singular o un conjunto de ellos fundado en diversas causas que
contempla el edicto; y, por otra parte, consideración autónoma merece la missio in bona o in
possessionem bonorum, que es un embargo de todo el patrimonio de un deudor rei servandae
causa, consecuencia ciertamente coactiva que se desencadena especialmente en sede de
ejecución de la sentencia sobre la base del ejercicio de acciones personales, pero que también
puede tener su aplicación en orden a asegurar el patrimonio íntegro del finado en tanto en cuanto
no quede determinado el sucesor. Se concreta en un in possessionem esse, que no deja de tener
un cierto aire de provisionalidad, pero que no excluye que se pueda llegar incluso a la atribución
del dominio. En este sentido, es evidente la asimilación que con el derecho de prenda presenta la
institución.
El caso más notorio es, como veremos, la missio in possessionem por causa del damnum
infectum, en el que mediante dos decretos de distinta intensidad se le confieren facultades al
missus respecto del predio que amenaza ruina.
Clases: Puede ser de dos tipos: - Missio in bona, sobre la totalidad del patrimonio - Missio in rem,
sobre bienes concretos. Desde otro ángulo, pueden ser: - Edictales, anunciadas en el edicto del
pretor - Otorgadas por decreto. Consisten en una detentación de los bienes para su conservación
y administración
Forma de actuación judicial que por utilizarse sólo en casos de excepción recibió el nombre de
procedimiento por conocimiento extraordinario conservándolo aún en el período post - clásico
durante el cual se llegó a eliminar por completo al sistema anterior.
Origen: Desde la época de Augusto, con el fortalecimiento del poder del Príncipe, aparece junto al
procedimiento formulario
El procedimiento cobra especial importancia debido a que los romanos consideran que si hay una
acción entonces hay un derecho. No puede sostenerse que se tiene un derecho, si no hay una
manera de exigir su respeto y cumplimiento. Como consecuencia de esto surge el llamado derecho
honorario, emitido por los pretores peregrinos quienes resolvían los asuntos en los que intervenían
extranjeros.
En un sentido formal la palabra acción se refiere al “instrumento que abre puertas al proceso”
(Iglesias González, 1972: 189), es decir, la búsqueda de la protección jurisdiccional y en un sentido
material, la acción se entiende “cual reclamación de un derecho” (Iglesias González, 1972: 189),
en el sentido de reclamación o pretensión.
Inicialmente, las partes deben acudir personalmente a juicio y no pueden ser representados salvo
en casos específicos de excepción cuando (Iglesias González, 1972: 87):
• El tutor actúa en nombre del pupilo,
DERECHO ROMANO El derecho romano tiene tres grandes etapas en su desarrollo procesal o
tres grandes sistemas procesales vigentes en las diferentes fases de su desarrollo; en algunos
momentos coexistieron dos sistemas procesales pero finalmente subsiste uno de ellos, el sistema
de las acciones de la ley coincide con el formulario, y éste, a su vez, coexiste con el procedimiento
extraordinario.
La primera etapa o primer sistema procesal de derecho romano se conoce como las “acciones
de la ley” o legis actiones que surge durante la monarquía y se establece en la Ley de las XII
Tablas.
El segundo sistema se denomina “procedimiento formulario”; fue creado a partir del pretor
peregrino y se dirigía principalmente a los extranjeros, aunque posteriormente se aplicó a
ciudadanos y se convirtió en el único sistema vigente.
La primitiva "in ius vocato" fue reemplazada en primer término por la "litis denuntiatio”, en la que el
actor comparecía ante el juez a quien va a conocer en la demanda, registrándola en su oficina,
corriéndosele traslado al "reus", que en la primera época se llevó a cabo personalmente por el
demandante en presencia de testigos y, a partir del siglo lV, con intervención de un funcionario
provisto del "ius acta conficiendo”.
A partir del siglo V, se instaura el procedimiento por "libellus", que se practicaba en casos
particulares de la época clásica, y es generalizada por una Constitución de Zenón, constituyendo
la única forma de citación que se conoce en el derecho Justiniano comprendiendo:
b) El "libellus contradictionis”, o de defensa, debe presentarse dentro del lapso de diez días, que
Novela 53, lo elevó a veinte previa caución que debía prestar al recibir el "libellus conventionis ",
de comparecer ante el "iudex". Si no comparecía era declarado rebelde, perdiendo el derecho de
interponer recurso de apelación contra la sentencia, sólo podía oponer un recurso llamado de
“oposición”.
LITIS CONTESTATIO: Así se llama al acto por el cual el demandado entrega al juez el libellus
contradictionis. Las partes se presentan al juicio con sus respectivos advocati y presentaban, pues,
su defensa frente al problema. Este proceso estaba desprovisto al máximo de las formalidades. El
juez puede buscar de oficio las pruebas, mas tiene el deber de sujetarse a ciertos criterios
determinados para la valorización de las pruebas.
En el Derecho romano el término litis contestatio varía según el tipo de procedimiento en que tiene
lugar. En el procedimiento de las acciones de la ley, la litis contestatio es el momento de la fase in
iure en que son llamados los testigos del juicio para que recuerden lo que en dicha fase ha
ocurrido y lo repitan ante el juez. En el procedimiento formulario la litis contestatio es un momento
jurídico procesal un poco más complejo, que suele confundirse con el momento en que el
demandado recibe la fórmula del demandante y la acepta, quedando así definido el juicio. Ya en la
cognitio extraordinem la litis contestatio adopta una fisonomía diferente, puesto que si bien remite
a un momento procesal específico, esto es, el momento en que la demanda es notificada al
demandado, sus efectos dejan de ser los que se habían configurado durante la vigencia del
procedimiento formulario.
LA PRUEBA Concepto
LA PRUEBA EN LA CONSTITUCIÓN
En procesos constitucionales a diferencia que lo que ocurre en los procesos ordinarios en que las
partes tienen la carga de la prueba, por lo que el juez sólo ordena prueba adicional y para mejor
resolver de manera excepcional, el juez constitucional tiene una participación activa en procurar la
prueba necesaria para resolver los casos sometidos a su jurisdicción.
De esa forma, los jueces constitucionales tienen amplios poderes para ordenar toda la prueba que
consideren necesaria para la averiguación real de los hechos objeto del proceso.
Generalmente suele decirse que objeto de la prueba son los hechos y el art. 281.1 LEC parece
entenderlo así: "La prueba tendrá como objeto los hechos que guarden relación con la tutela
judicial que se pretenda obtener en el proceso". En el proceso civil, donde la vigencia del principio
de aportación de parte determina que sólo éstas pueden realizar alegaciones, el objeto de la
prueba vendrá determinado precisamente por estas alegaciones, pero no todas deberán ser
probadas, siendo precisas distinguir:
Los hechos admitidos por todas las partes no precisan la prueba sobre los mismos. Están
exentos de prueba los hechos sobre los que exista plena conformidad de las partes, y esa
conformidad puede provenir de que las dos partes han afirmado un mismo hecho o de que el
hecho afirmado por una parte ha sido admitido por la contraria. La ley exige que las partes en sus
escritos de alegación se manifiesten expresamente sobre los hechos alegados por la contraria.
Los hechos no controvertidos deben entenderse que no cabe realización de la actividad
probatoria; la prueba referida a hechos no controvertidos es siempre inútil.
Los hechos notorios son aquellos hechos cuyo conocimiento de la cultura normal propia de
un determinado grupo social en el tiempo en que se produce la decisión judicial, incluyendo al juez.
Lo normal es que lo conozca el hombre dotado de una cultura de grado medio, entre los cuales
tiene que estar necesariamente el juez