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¡ QUÉ CARO ES SER POBRE !

“Cualquiera que haya lidiado con la pobreza sabe lo extremadamente caro que
resulta ser pobre”.
James Baldwin

Un pobre vive al día, por lo tanto compra en el momento lo que necesita para
satisfacer su necesidad inmediata; el precio de un chile jalapeñ o comprado en lata de
3.8 kg. en Sam´s puede multiplicarse por 5 o má s si se compra en una latita de 100 grs
en el abarrote de la esquina y, con la misma diná mica toma refrescos que son má s
caros que el agua de limó n y papas fritas que pueden costar hasta 15 veces el precio
de una papa cruda, y si de agua se trata es muy probable que no exista la
infraestructura y tenga que comprar el agua de pipas y transportarla en cubetas hasta
su hogar.

El dinero también se encarece de manera exponencial: Si tomamos tasas de


interés mensuales veremos que un empresario mediano puede conseguir dinero en el
Banco a tasas del 1%, mientras que en las cajas populares el dinero se consigue del
2% al 3%, con tarjeta de crédito puede rondar el 5%, con empresas de dinero express
puede dispararse hasta el 18% y con los agiotistas se puede catapultar a las nubes por
encima de estas tasas. Dinero que pocas veces se utiliza para actividades productivas,
y no se diga si tuvo la mala fortuna de firmar un aval para un excompadre que no pudo
pagar y tiene que cargar adicionalmente con la deuda ajena.

Un pobre compra una casa de interés social en las afueras de la ciudad, lejos de
todo, una parte importante del precio de la casa va a pagar su parte proporcional de
infraestructura: drenaje, alumbrado, energía eléctrica, banquetas, guarniciones y una
calle de concreto armado por la que pueda circular un carro que no tiene y esto só lo le
encarece aú n má s la vida pues tiene que dedicar una parte sustancial de su tiempo y
su reducido salario a pagar un transporte desarticulado caro e ineficiente o
endeudarse con dinero caro para hacerse de una carcachita que mermará aú n má s sus
finanzas en gasolina, mantenimiento y trá mites, por otra parte, si no tiene acceso a
vivienda a crédito construye al pasito su propio cuartito, también en las afueras de la
ciudad, para lo cual compra materiales caros al menudeo, sobredimensiona
generalmente columnas y trabes metiendo má s cemento y varilla de la necesaria y
desperdiciando mezcla mal calculada.

Iró nica e injustamente, en proporció n, un pobre paga má s predial que el que


pagan muchos de los que poseen los grandes baldíos urbanos y que ofrecen los
predios a precios inviables para los desarrolladores de vivienda en el esquema de
construcció n de casas de una planta, subsidiando de alguna manera a quienes
dificultan el crecimiento de las ciudades dentro de las ciudades.
Un pobre, como asalariado es un causante cautivo de Hacienda sin margen
alguno de maniobra fiscal, y si no está dado de alta tiene que pagar los altos costes de
atenció n de salud al acudir él y su familia a clínicas privadas.

Un pobre se casa y se llena de hijos siendo joven y, sin apenas darse cuenta ya
está metido hasta el cuello en este círculo perverso de pobreza y carencias.

Créanme mis 4 lectores que no es mi intenció n deprimirlos con estas cifras,


quiero simplemente poner en el escenario la realidad que se vive hoy en día en
nuestro Estado y hacer ver la urgencia por implementar acciones decididas para
detener esta inercia perversa. A la luz de estas cifras toman sentido las líneas
estratégicas del Plan 2035, entre otras: Educació n que proporcione a nuestros hijos
las herramientas indispensables para moverse en este mundo globalizado, Ciudades
Humanas que acerquen los servicios a los grandes asentamientos urbanos
privilegiando el transporte peatonal, ciclista y pú blico sobre el automó vil,
Competitividad para crear empleos aprovechando nuestra privilegiada posició n
logística en el corazó n del Diamante de México.

En un Guanajuato má s parejo, ser pobre no tendría por que ser tan caro.

Javier Hinojosa
Presidente del Iplaneg
javier.hinojosa@me.com

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