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Universidad Tecnológica de Santiago

(UTESA)

Génesis Karina Peralta Castillo


Matricula: 1-20-0065

 Asignatura: Mecánica de suelos II

 Asignación: Resumen capítulo 12 y 3.

 Profesor: Agustín Almonte Santos

 Fecha de entrega: 29-08-2022


INTRODUCCION
En este informe desarrollare 2 capítulos: MUROS DE RETENCIÓN Y CORTES
APUNTALADOS y COMPACTACION DE SUELOS. Se define como Muro de
retención al elemento estructural dispuesto para mantener un empuje lateral de un
material a granel cuyo plano de fractura corta el cruce entre el muro y la plantilla.
Mientras que la compactación de suelos es el procedimiento de aplicar energía al suelo
suelto para eliminar espacios vacíos, aumentando así su densidad y en consecuencia, su
capacidad de soporte y estabilidad entre otras propiedades. Su objetivo es el
mejoramiento de las propiedades mecánicas del suelo.
MUROS DE RETENCIÓN Y CORTES
APUNTALADOS

Los muros de retención proporcionan soporte lateral permanente a taludes verticales o


casi verticales de suelo. También, a veces, los trabajos de construcción requieren
excavaciones del terreno con caras verticales o casi verticales, por ejemplo, sótanos de
edificios en áreas urbanas desarrolladas o trabajos subterráneos de transporte a poca
profundidad debajo de la superficie del terreno (tipo de construcción de excavar y
rellenar). Las caras verticales de los cortes deben ser protegidas por sistemas temporales
de apuntalamiento para evitar fallas que pueden ir acompañadas de asentamientos
considerables o fallas por capacidad de carga de cimentaciones cercanas. Esos cortes se
llaman cortes apuntalados. Este capítulo se divide en dos partes; la primera trata del
análisis de muros de retención y la segunda presenta el análisis de los cortes
apuntalados.
Los muros de retención son usados comúnmente en proyectos de construcción y se
agrupan en cuatro clasificaciones:
 Muros de retención de gravedad
 Muros de retención de
semigravedad
 Muros de retención en voladizo
 Muros de retención con
contrafuertes
Los muros de retención de gravedad se
construyen con concreto simple o
mampostería de piedra, ellos dependen
de su propio peso y del suelo que
descansa sobre la mampostería para su
estabilidad. Este tipo de construcción no
es económica para muros altos.
En muchos casos, una pequeña cantidad de acero se
usa para la construcción de los muros de gravedad,
minimizando así el tamaño de las secciones de los
muros, y se conocen generalmente como muros de
retención de semigravedad.

Los muros de retención en voladizo se construyen de concreto reforzado y consisten


en un tallo delgado y una losa de base; son económicos hasta una altura de
aproximadamente 8 m.

Los muros de retención con contrafuertes son similares a los muros en voladizo. Sin
embargo, a intervalos regulares tienen losas verticales delgadas de concreto conocidas
como contrafuertes que unen entre sí el muro con la losa de la base. El propósito de los
contrafuertes es reducir las fuerzas cortantes y los momentos flexionantes.
Dimensionamiento de muros de retención
Al diseñar muros de retención, los ingenieros deben suponer algunas de las
dimensiones, llamado esto proporcionamiento, para revisar las secciones de prueba por
estabilidad. Si la revisión de la estabilidad no da buenos resultados, las secciones se
cambian y vuelven a revisarse.
En el caso de muros de retención ordinarios, no se encuentran problemas de nivel de
agua ni de presión hidrostática. Siempre se proporcionan dispositivos para el drenaje de
los suelos retenidos. Para revisar la estabilidad de un muro de retención, se toman los
siguientes pasos:
1. Revisión por volteo respecto a la punta del muro.
2. Revisión de la falla por deslizamiento a lo largo de su base.
3. Revisión de la falla por capacidad de carga de la base.
4. Revisión por asentamiento.
5. Revisión por estabilidad del conjunto.

Revisión de falla por capacidad de carga


La presión vertical transmitida al suelo por la losa de base del muro de retención debe
revisarse contra la capacidad de carga última del suelo. La naturaleza de la variación de
la presión transmitida por la losa de base al suelo. Note que qpunta y qtalón son las
presiones máximas y mínimas que ocurren en los extremos de las secciones punta y
talón, respectivamente.

Comentarios relativos a estabilidad


Cuando un estrato de suelo débil se localiza a poca profundidad, es decir,
aproximadamente 1.5 veces la altura del muro de retención, la capacidad de carga del
estrato débil debe ser cuidadosamente investigada. La posibilidad de un asentamiento
excesivo debe también ser considerada. En algunos casos, el uso de material de relleno
ligero detrás del muro de retención resuelve el problema.
En muchos casos se usan pilotes para transmitir la carga de la cimentación a un estrato
más firme. Sin embargo, a menudo el empuje de la cuña deslizante de suelo, en el caso
de falla por cortante profunda, flexiona los pilotes y ocasiona que eventualmente fallen.
U na cuidadosa atención debe darse a esta posibilidad al considerar la opción de usar
una cimentación de pilotes para los muros de retención. (Las cimentaciones con pilotes
se requieren para los estribos de puentes y evitar así el problema de la socavación.)
El coeficiente de presión de tierra activa se usa para determinar la fuerza lateral del
relleno. El estado activo del relleno se establece sólo si el muro cede suficientemente, lo
que no pasa en todos los casos. El grado de cadencia del muro dependerá de su altura y
módulo de sección. Además, la fuerza lateral del relleno dependerá de muchos factores,
como los identificados por Casagrande (1973):
 Efecto de temperatura
 Fluctuación del agua subterránea
 Reajuste de las partículas de suelo debido a flujo plástico y lluvias prolongadas
 Cambios en las mareas
 Fuerte acción de olas
 Vibración por tránsito
 Sismos

Drenaje del relleno del muro de retención


Como resultado de la lluvia u otras condiciones de humedad, el material de relleno para
un muro de retención se satura, lo que incrementará la presión sobre el muro y crea una
condición de inestabilidad. Por esta razón, debe proporcionarse un drenaje adecuado
usando lloraderas y/o tubos perforados de drenaje.
Si se proporcionan lloraderas, deberán tener un diámetro mínimo de aproximadamente
0.1 m y estar adecuadamente espaciados. Note que siempre existe la posibilidad de que
el material de relleno sea lavado hacia los lloraderos o hacia los tubos de drenaje
obstruyéndolos. Por esto debe colocarse un filtro detrás de los lloraderos o alrededor de
los tubos de drenaje, según sea el caso; actualmente se usan los geotextiles para este fin.

Juntas en la construcción de muros de retención


Un muro de retención se construye con una o más de las siguientes juntas:
1. Las juntas de construcción son verticales y horizontales que se colocan entre dos
coladas sucesivas de concreto. Para incrementar el cortante en las juntas, se usan
dentellones de construcción. Si no se usan dentellones (o machihembrado), la
superficie de la primera colada se limpia y se raspa antes de efectuar la siguiente
colada de concreto.
2. Las juntas de contracción son ranuras verticales situadas en la cara de un muro
(desde la parte superior de la losa de base a la parte superior del muro) que
permite que el concreto se contraiga sin daño perceptible. Las ranuras son de
aproximadamente 6 a 8 mm de ancho y = 12 a 16 mm de profundidad.
3. Las juntas de expansión permiten la expansión del concreto causada por cambios
de temperatura: se usan también juntas de expansión verticales desde la base a la
parte superior del muro, y se llenan con relleno flexible para juntas. En la
mayoría de los casos, las barras de refuerzo horizontal de acero que corren a
través del tallo son continuas a través de todas las juntas. El acero es engrasado
para permitir que el concreto se expanda.

Presión lateral de tierra en cortes apuntalados


Con cedencia suficiente del muro, la presión lateral de tierra es aproximadamente igual
a la obtenida con la teoría de Rankine o con la de Coulomb. En contraste con los muros
de retención, los cortes apuntalados muestran un tipo diferente de cedencia en sus
paredes.
La variación de la cantidad de deformación depende de varios factores, como el tipo de
suelo, la profundidad de la excavación y la mano de obra. Sin embargo, con muy poca
cedencia del muro en la parte superior del corte, la presión lateral de tierra será cercana
a la presión en reposo. En el fondo del muro o pared, con un grado mucho mayor de
cedencia, la presión lateral de tierra será considerablemente menor que la presión activa
de tierra de Rankine. Como resultado, la distribución de la presión lateral de tierra
variará considerablemente en comparación con la distribución lineal supuesta en el caso
de los muros de retención.

Limitaciones para las envolventes de presión


Al usar las envolventes de presión antes descritas, tenga en mente los siguientes puntos:
 A las envolventes de presión se les llama a veces envolventes de presión
aparente. Sin embargo, la distribución de la presión real es una función de la
secuencia de construcción y de la flexibilidad relativa del muro.
 Se aplican a excavaciones con profundidades mayores que aproximadamente 6
m.
 Se basan en la hipótesis de que el nivel del agua está debajo del fondo del corte.
 Se supone que la arena está drenada con O presión del agua de poro.
 Se supone que la arcilla no está drenada y no se considera la presión del agua de
poro.

Cedencia lateral de tablaestacas y asentamiento del terreno


En cortes apuntaladas es posible algún movimiento lateral de las paredes del
tablaestacado. La magnitud de la cedencia lateral depende de varios factores, el más
importante de los cuales es el tiempo transcurrido entre la excavación y la colocación de
los largueros y los puntales. Mana y Clough (1981) analizaron los registros de campo de
varios cortes apuntalados en arcilla de las áreas de San Francisco, Oslo (Noruega),
Boston, Chicago y Bowline Point (Nueva York).
Como vimos antes, en varios casos las tablaestacas (o las vigas montantes, según sea el
caso) son hincadas a una cierta profundidad debajo del fondo de la excavación. La razón
es reducir la cedencia lateral de los muros durante las últimas etapas de la excavación.
La cedencia lateral de los muros ocasionará que la superficie del terreno que rodea al
corte se asiente. Sin embargo, el grado de cedencia lateral depende principalmente del
tipo de suelo debajo del fondo del corte.
COMPACTACIÓN DE SUELOS

En la construcción de terraplenes para carreteras, presas de tierra y muchas otras


estructuras de la ingeniería, los suelos sueltos deben ser compactados para incrementar
sus pesos específicos. La compactación incrementa las características de resistencia de
los suelos, aumentando así la capacidad de carga de las cimentaciones construidas sobre
ellos. La compactación disminuye también la cantidad de asentamientos indeseables de
las estructuras e incrementa la estabilidad de los taludes de los terraplenes. Los rodillos
de ruedas lisas, los rodillos patas de cabra, los rodillos con neumáticos de hule y los
rodillos vibratorios son usados generalmente en el campo para la compactación del
suelo. Los rodillos vibratorios se usan principalmente para la densificación de los suelos
granulares.
En general, la compactación es la densificación del suelo por remoción de aire, lo que
requiere energía mecánica. El grado de compactación de un suelo se mide en términos
de su peso específico seco. Cuando se agrega agua al suelo durante la compactación,
ésta actúa como un agente ablandador de las partículas del suelo, que hace que se
deslicen entre sí y se muevan a una posición de empaque más denso.
La prueba de laboratorio usada generalmente para obtener el peso específico seco
máximo de compactación y el contenido de agua óptimo es la prueba Proctor de
compactación (Proctor, 1933).
Prueba Proctor estándar
E n la Prueba Proctor, el suelo es compactado en un molde que tiene un volumen de
943.3 cm^. El diámetro del molde es de 101.6mm. Durante la prueba de laboratorio, el
molde se une a una placa de base en el fondo y a una extensión en la parte superior. El
suelo se mezcla con cantidades variables de agua y luego se compacta en tres capas
iguales por medio de un pisón que transmite 25 golpes a cada capa. El pisón pesa 24.4
N y tiene una altura de caída de 304.8mm.
El procedimiento para la Prueba Proctor Estándar se da en la prueba D-698 de la ASTM
y en la prueba T-99 de la AASHTO. Para un contenido de agua dado, el peso específico
seco máximo teórico se obtiene cuando no existe aire en los espacios vacíos, es decir,
cuando el grado de saturación es igual a 100%.

Factores que afectan la compactación


La sección anterior mostró que el contenido de agua tiene una gran influencia en el
grado de compactación logrado para un suelo dado. Además de esto, otros factores
importantes que afectan la compactación son el tipo de suelo y el esfuerzo de
compactación (energía por volumen unitario). La importancia de cada uno de esos dos
factores se describe con más detalle en esta sección.

Efectos del tipo de suelo


El tipo de suelo, es decir, su distribución granulométrica, la forma de los granos del
suelo, la densidad de sólidos del suelo y la cantidad y tipo de minerales arcillosos
presentes, tiene una gran influencia en el peso específico seco máximo y en el contenido
de agua óptimo. La figura 3.5 muestra curvas típicas de compactación para cinco suelos
diferentes. Las pruebas de laboratorio fueron conducidas de acuerdo con la prueba D-
698 de la ASTM. Note que la curva de compactación en forma de campana, mostrada
en la figura 3.4, es típica de la mayoría de los suelos arcillosos. Para arenas, el peso
específico seco tiene una tendencia general a decrecer primero, conforme el contenido
de agua crece, y luego a incrementarse a un valor máximo con aumentos de agua. El
decremento inicial del peso específico seco con un incremento del contenido de agua se
atribuye al efecto de la tensión capilar.
Lee y Suedkamp (1972) estudiaron las curvas de compactación de 35 muestras de
suelos diferentes, observando cuatro tipos diferentes de curvas de compactación, como
muestra la figura 3.6. Las curvas de compactación tipo A son aquellas que tienen un
solo pico, y se encuentran generalmente en suelos que tienen un límite líquido de entre
30 y 70. La curva tipo B es una curva con un pico y medio y la curva C es una curva de
tipo pico doble. Las curvas de compactación tipos B y C se encuentran en suelos que
tienen un límite líquido menor a aproximadamente 30. Las curvas de compactación tipo
D son aquellas que no tienen un pico definido y se designan como tipo raro. Los suelos
con un límite líquido mayor a aproximadamente 70 exhiben curvas de compactación del
tipo C o D. Los suelos que producen curvas del tipo C y D no son muy comunes.

Prueba Proctor modificada


Con el desarrollo de rodillos pesados y su uso en la compactación de campo, la Prueba
Proctor Estándar fue modificada para representar mejor las condiciones de campo. A
ésta se le llama prueba Proctor modificada (Prueba D-1557 de la ASTM y Prueba T-180
de la AASHTO ). Para llevar a cabo la prueba Proctor modificada se usa el mismo
molde, con un volumen de 943.3 cm^, como en el caso de la prueba Proctor estándar.
Sin embargo, el suelo es compactado en cinco capas por un pisón que pesa 44.5 N. La
caída del martillo es de 457.2 mm. El número de golpes de martillo por capa es de 25
como en el caso de la prueba Proctor estándar. Prueba Proctor modificada Con el
desarrollo de rodillos pesados y su uso en la compactación de campo, la Prueba Proctor
Estándar fue modificada para representar mejor las condiciones de campo. A ésta se le
llama prueba Proctor modificada (Prueba D-1557 de la ASTM y Prueba T-180 de la
AASHTO ). Para llevar a cabo la prueba Proctor modificada se usa el mismo molde,
con un volumen de 943.3 cm^, como en el caso de la prueba Proctor estándar. Sin
embargo, el suelo es compactado en cinco capas por un pisón que pesa 44.5 N. La caída
del martillo es de 457.2 mm. El número de golpes de martillo por capa es de 25 como en
el caso de la prueba Proctor estándar.

Estructura del suelo cohesivo compactado


Lambe (1958) estudió el efecto de la compactación sobre la estructura de los suelos
arcillosos. Los resultados de sus estudios están ilustrados en la figura 3.10. Si la arcilla
es compactada con un contenido de agua del lado seco del óptimo, representado por el
punto A , ésta adquiere una estructura floculenta, debido a que con un contenido de
agua bajo, las capas dobles difusas de iones que rodean a las partículas de arcilla no
están totalmente desarrolladas; por consiguiente, la repulsión entre partículas se reduce.
La menor repulsión conduce a una orientación más al azar de las partículas y a un peso
específico seco más bajo. Cuando el contenido de agua de compactación se incrementa,
como se muestra por el punto B, las capas dobles difusas alrededor de las partículas se
expanden, incrementado así la repulsión entre las partículas de arcilla y dando un menor
grado de floculación y un peso específico seco más alto. Un incremento continuado del
contenido de agua de 5 a C expande más aún las capas dobles, lo que resulta en un
incremento continuado de la repulsión entre las partículas. U na mayor repulsión da un
grado aún mayor de orientación a las partículas y una más o menos estructura dispersa.
Las observaciones sobre la microestructura del suelo cohesivo compactado, como se ha
visto aquí, tienen implicaciones prácticas: la compactación del lado seco del óptimo
produce una estructura floculada que típicamente da mayor resistencia, rigidez,
fragilidad y permeabilidad, mientras que la compactación del lado húmedo del óptimo
produce una estructura dispersa que típicamente da menor resistencia, rigidez, fragilidad
y permeabilidad pero más ductilidad. En consecuencia, la compactación del lado seco
del óptimo es usualmente más apropiada para la construcción de cimentaciones,
mientras que la compactación del lado húmedo del óptimo es más apropiada para la
construcción de delantales de rellenos y otras barreras contra la infiltración.
Compactación en campo
La mayor parte de las compactaciones de campo se hacen con compactadores de
rodillos, de los cuales hay cuatro tipos.

 Compactador de rodillos de rueda lisa (o rodillos de tambor liso)


 Compactador de neumáticos de hule
 Compactador con rodillos de pata de cabra
 Compactador de rodillos vibratorios
Los compactadores de rodillos lisos son apropiados para rodadas de prueba de
subrasantes y para la operación final de rellenos con suelos arenosos y arcillosos. Éstos
cubren el 100 % bajo las ruedas con presiones de contacto con el suelo de 310 hasta 380
kN/m^2, y no son apropiados para producir altos pesos específicos de compactación al
usarse en capas gruesas.
Los rodillos vibratorios son muy eficientes en la compactación de suelos granulares.
Los vibradores se unen a los rodillos lisos, a los de neumáticos o a los rodillos pata de
cabra para suministrar efectos vibratorios al suelo. La vibración es producida girando
pesos excéntricos. Las placas vibratorias manuales se usan para la compactación
efectiva de suelos granulares sobre un área limitada. Las placas vibratorias también se
montan sobre maquinaria, y se usan en áreas menos restringidas. E n adición al tipo de
suelo y contenido de agua, se consideran otros factores para alcanzar el peso específico
deseado por compactación en el campo.

Especificaciones para compactación en campo


En la mayoría de la especificaciones para trabajos de terracerías, una estipulación es
que el contratista debe lograr un peso específico seco por compactación en campo del
90% al 95% del peso específico seco máximo determinado en laboratorio por la prueba
Proctor estándar o por la modificada.
Determinación del peso específico de campo después de la compactación
Cuando el trabajo de compactación va progresando en el campo, es conveniente saber
si el peso volumétrico especificado se está logrando o no. Tres procedimientos estándar
se usan para determinar el peso específico de campo de compactación:
1. Método del cono de arena
2. Método del globo de hule
3. Método nuclear
CONCLUSION
Para culminar, la realización de este reporte o informe, nos ayuda a complementar
nuestros conocimientos previos, y a fortalecer cada uno de los temas. Un muro de
retención sirve para soportar la tierra y aislar el suelo. Es una estructura volumétrica
formada por bloques, diseñada para sostener pendientes junto a edificios en áreas
urbanas, puentes, carreteras o calles, estabilizando la presión y conteniendo la tierra
para que no se hunda. La importancia de la compactación de suelos estriba en el
aumento de la resistencia y disminución de la capacidad de deformación que se obtiene
al someter el suelo a técnicas convenientes, que aumentan el peso específico seco,
disminuyendo sus vacíos.

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