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¿Qué es la renta presuntiva en el impuesto a la renta?

La renta presuntiva, como de su nombre se puede intuir, es una presunción de


ley, o una ficción legal, ya que se trata de la presunta ocurrencia de un hecho
que se puede convertir en base gravable, aunque no haya existido.
La renta presuntiva es aquella renta que la ley asume que debe producir un
determinado patrimonio. Todo patrimonio, que es un conjunto de bienes y
derechos, se supone que debe ser productivo, así que la ley asume que ese
patrimonio durante un año gravable debe generar un mínimo de renta, que
hoy en día es del 3.5%.
Así las cosas, si un contribuyente a 31 de diciembre del 2020 tenía un
patrimonio de $100.000.000, asume la ley que en el 2021 debió generar
una renta de por lo menos un 3.5%, es decir, $3.500.000; esa es en esencia
la renta presuntiva. La renta presuntiva es una base gravable sobre la cual
eventualmente hay que pagar el impuesto de renta.

Tarifas o porcentaje de renta presuntiva.


Respecto a las tarifas de la renta presuntiva señale el artículo 188 del
estatuto tributario:

Artículo 188. Base y porcentaje de la renta presuntiva


   Para efectos del impuesto sobre la renta, se presume que la renta líquida
del contribuyente no es inferior al tres y medio por ciento (3.5%) de su
patrimonio líquido, en el último día del ejercicio gravable inmediatamente
anterior.

El porcentaje de renta presuntiva al que se refiere este artículo se reducirá


al cero punto cinco por ciento (0,5%) en el año gravable 2020; y al cero por
ciento (0 %) a partir del año gravable 2021.

Los contribuyentes inscritos bajo el impuesto unificado bajo el Régimen


Simple de Tributación -SIMPLE no estarán sujetos a renta presuntiva
En razón a lo anterior, las tarifas de la renta presuntiva son las siguientes:
Año  Tarifa

2019  1.5%

2020  0.5%

2021 y siguientes  0%

El 3.5% estuvo vigente para los años gravables 2018 y anteriores.

Renta presuntiva en el 2021.


La declaración de renta que se presenta en el año 2021 corresponde a la
declaración del año gravable 2020, por consiguiente, la renta presuntiva que
se debe aplicar es del 0.5% sobre la base depurada como se explica más
adelante.
Para la declaración de renta del 2021, que se debe presentar en el 2022 la
tarifa de renta presuntiva es del 0%, de manera que desaparece la renta
presuntiva y no será necesario volverla a calcular.

Renta presuntiva en el 2022.


Para el 2022 no se calcula la renta presuntiva, pues esta estuvo vigente hasta
el año gravable 2020, último año en que se calculó con una tarifa del 0.5%.
Recordemos una vez más que en el 2022 se presenta la declaración del 2021,
donde ya no existe la renta presuntiva, y la del 2022 se presenta en e 2023,
cuando tampoco existe la renta presuntiva según la ley vigente a día de hoy.

¿Cómo se calcula la renta presuntiva?


La renta presuntiva se calcula aplicando el 3.5% sobre el patrimonio que el
contribuyente tenía a 31 de diciembre del año anterior.
La base sobre la que se calcula la renta presuntiva es el patrimonio líquido del
contribuyente, pero esa base puede depurarse con algunos conceptos que el
artículo 189 del estatuto tributario permite.

Depuración de la base en la renta presuntiva.


Para depurar la base sobre la que se debe calcular la renta presuntiva se
detraen o restan los siguientes conceptos del patrimonio líquido del
contribuyente:

1. El valor patrimonial neto de los aportes y acciones poseídos en sociedades


nacionales.
2. El valor patrimonial neto de los bienes afectados por hechos constitutivos de
fuerza mayor o caso fortuito, siempre que se demuestre la existencia de estos
hechos y la proporción en que influyeron en la determinación de una renta
líquida inferior.
3. El valor patrimonial neto de los bienes vinculados a empresas en período
improductivo.
4. A partir del año gravable 2002 el valor patrimonial neto de los bienes
vinculados directamente a empresas cuyo objeto social exclusivo sea la
minería distinta de la explotación de hidrocarburos líquidos y gaseosos.
5. Las primeras diecinueve mil (19.000) UVT de activos del contribuyente
destinados al sector agropecuario se excluirán de la base de aplicación de la
renta presuntiva sobre patrimonio líquido.
6. Las primeras ocho mil (8.000) UVT del valor de la vivienda de habitación del
contribuyente.
7. El valor patrimonial neto de los bienes destinados exclusivamente a
actividades deportivas de clubes sociales y deportivos.
Los anteriores conceptos se restan del patrimonio líquido del contribuyente, y
sobre ese resultado se aplica el 3.5%, y a ese resultado se le suman la renta
gravable que hayan podido generar los activos que se excluyeron del
patrimonio, y el resultado final es la renta presuntiva que se declara.
Un aspecto que se debe resaltar respecto a la deducción de los activos de
empresas en periodo improductivo, tiene que ver con que la norma se refiere
a las empresas en periodo improductivo, y no a los activos improductivos de
una empresa plenamente operativa.
Ejemplo de renta presuntiva. Así se calcula.
Un contribuyente obligado a liquidar renta presuntiva tiene los siguientes
datos.

 Patrimonio Bruto: $500.000.000.


 Patrimonio Líquido: $380.000.000

Sin embargo, dentro de su patrimonio bruto están incluidas unas acciones que
ascienden a $100.000.000 y dichas acciones generaron unos dividendos
gravados de $2.500.000.
Para hallar el valor patrimonial de las acciones se debe dividir el patrimonio
líquido entre el patrimonio bruto lo que nos da un porcentaje del 76%:
380.000.000 ÷ 500.000.000 = 76%.
En ese sentido la renta presuntiva excluyendo dichas acciones y sin excluirlas,
sería la siguiente:

Concepto Con exclusiones Sin exclusiones

Patrimonio líquido 380.000.000 380.000.000

Valor patrimonial de las


76.000.000 0
acciones

Base renta presuntiva 304.000.000 380.000.000

Renta presuntiva 10.640.000 13.300.000

Renta gravable de las


2.500.000 0
acciones
Renta presuntiva
13.140.000 13.300.000
definitiva

Como se puede observar, dependiendo de los dividendos que generen las


acciones, en un momento determinado puede ser más favorable para el
contribuyente optar por no excluir el valor patrimonial de las acciones, y con
eso evitará tributar por el sistema de renta presuntiva. Para un análisis más
completo el ejemplo de debe comprender entendiendo que por el sistema
ordinario, dichos dividendos deberán tributar.
Si las acciones hubieran tenido un rendimiento superior a 3.000.000, la renta
presuntiva hubiera sido mayor de haber excluido el valor patrimonial de las
acciones.
Recordemos que la obligación de sumar la renta producidas por las acciones
aplica sólo si se excluyen dichas acciones del patrimonio respecto al cual se
calcula la renta presuntiva.
Esta es una forma en la que el contribuyente dentro de la legalidad, puede
planear sus impuestos.
Es importante anotar que el contribuyente puede optar o no por depurar el
patrimonio para determinar la renta presuntiva, de manera que, si no le
conviene por las razones antes expuestas, no requiere hacerlo.
Es así porque la norma utiliza el verbo «podrá, podrán», por lo que es optativo
para el contribuyente recurrir a esa posibilidad que le ofrece a ley.

Contribuyentes excluidos del cálculo de la renta presuntiva.


Los siguientes contribuyentes están excluidos de la renta presuntiva, es decir,
no deben calcular renta presuntiva según el artículo 191 del estatuto
tributario:

1. Las entidades del régimen especial de que trata el artículo 19.


2. Las empresas de servicios públicos domiciliarios.
3. Los fondos de inversión, de valores, comunes, de pensiones o de cesantías
contemplados en los artículos 23-1 y 23-2 de este Estatuto.
4. Las empresas del sistema de servicio público urbano de transporte masivo de
pasajeros, así como las empresas de transporte masivo de pasajeros por el
sistema de tren metropolitano.
5. Las empresas de servicios públicos que desarrollan la actividad
complementaria de generación de energía.
6. Las entidades oficiales prestadoras de los servicios de tratamiento de aguas
residuales y de aseo.
7. Las sociedades en concordato.
8. Las sociedades en liquidación por los primeros tres (3) años.
9. Las entidades sometidas al control y vigilancia de la Superintendencia Bancaria
que se les haya decretado la liquidación o que hayan sido objeto de toma de
posesión, por las causales señaladas en los literales a) o g) del artículo 114 del
estatuto orgánico del sistema financiero.
10. Los bancos de tierras de las entidades territoriales, destinados a ser
urbanizados con vivienda de interés social.
11. Los centros de eventos y convenciones en los cuales participen
mayoritariamente las Cámaras de Comercio y los constituidos como empresas
industriales y comerciales del estado o sociedades de economía mixta en las
cuales la participación de capital estatal sea superior al 51%, siempre que se
encuentren debidamente autorizados por el Ministerio de Comercio, Industria
y Turismo.
12. Las sociedades anónimas de naturaleza pública, cuyo objeto principal sea la
adquisición, enajenación y administración de activos improductivos de su
propiedad, o adquiridos de los establecimientos de crédito de la misma
naturaleza.
13. A partir del 1o de enero de 2003 y por el término de vigencia de la exención,
los activos vinculados a las actividades contempladas en los numerales 1o, 2o,
3o, 6o y 9o del artículo 207-2 de este Estatuto, en los términos que establezca
el reglamento.
Estos contribuyentes no deben calcular ni deben declarar renta presuntiva,
dejando en ceros la casilla respectiva del formulario del impuesto de renta.

Renta presuntiva cuando se declara por primera vez.


Cuando una persona jurídica declara por primera vez no debe calcular renta
presuntiva, en cambio, una persona natural que declara por primera
vez, según la Dian, sí debe calcular renta presuntiva.
Para el caso de las personas jurídicas, cuando declaran por primera vez no
existe un periodo anterior, por tanto, no habrá base para el cálculo de la renta
presuntiva.
Recordemos que una persona jurídica deberá declarar renta desde el primer
periodo en que se ha constituido, así sea por una fracción de año, de modo
que, en la primera declaración, así sea por fracción de año, es materialmente
imposible calcular la renta presuntiva por no existir un patrimonio sobre el
cual se pueda calcular.
En el caso de las personas naturales es diferente, puesto que cuando estas
declaran, es perfectamente posible que haya existido un periodo anterior, así
no se haya declarado ese periodo.
Una persona natural declara siempre y cuando supere alguno de los topes
contemplados por la ley para no estar obligado a declarar, por lo tanto, si en el
2018 debe declarar por primera vez, significa que en el 2017 no declaró, pero
eso no significa que en ese año no tuviera un patrimonio líquido, por tanto, sí
existe una base para el cálculo de la renta presuntiva.
En el año anterior, si la persona no declaró, fue porque su patrimonio era
inferior al monto que ha establecido la ley para no estar obligado a declarar,
pero efectivamente si existió un patrimonio, aunque sea poco, y en el caso de
la renta presuntiva, no existe patrimonio mínimo, sino que cualquiera que sea
su monto se debe calcular la renta que presuntamente debió generar ese
patrimonio.
En consecuencia, y según lo conceptuado por la Dian [Oficio 28005, 6 de mayo
de 2004], toda persona natural debe calcular renta presuntiva.

Renta presuntiva en las personas naturales.


La forma como se calcula la renta presuntiva en las personas naturales ha
cambiado drásticamente apartándose de los principios generales que
consagra los artículos 188 y 189 del estatuto tributario, aunque estos se toman
como referencia, y ese cambio obedece al sistema cedular que opera en el
impuesto a la renta de las personas naturales.
El decreto 1435 de 2020 modificó el artículo 1.2.1.19.15 al decreto 1625 de
2016, quedando de la siguiente manera:
«La determinación de la renta presuntiva a cargo de las personas naturales
residentes contribuyentes del impuesto sobre la renta, se realizará de la
siguiente manera:
1. Se determinará la renta presuntiva de conformidad con lo establecido en los
artículos 188 y 189 del Estatuto Tributario.
2. Al valor antes determinado se le detraerán las rentas exentas en proporción
a los montos máximos tomados por este concepto en las rentas de trabajo, de
capital y no laborales, dando como resultado la renta presuntiva materia de
comparación contra la renta de la cédula general, la cual corresponde a la
renta líquida gravable de la cédula general de conformidad con el artículo 336
del Estatuto Tributario, sin incluir las rentas líquidas gravables por otros
conceptos.
3. Cuando la renta presuntiva sea mayor se incluirá como renta líquida
gravable a la cédula general.
Si con ocasión de aplicar el procedimiento antes previsto se generan excesos
de renta presuntiva, estos se compensarán de conformidad con lo establecido
en el artículo 189 del Estatuto Tributario y en el artículo 1.2.1.19.16. de este
Decreto o la norma que lo modifique, adicione o sustituya.
Parágrafo. Las personas naturales no residentes obligadas a declarar, deberán
calcular su renta presuntiva si a ello hubiere lugar, de conformidad con el
patrimonio líquido poseído en el país en el año anterior y compararlo con la
renta líquida determinada de conformidad con lo previsto en el artículo 26 del
Estatuto Tributario.»
La renta presuntiva se debe comparar el resultado de la cédula general, que
recordemos comprende 3 sub cédulas:

 De trabajo.
 De capital.
 No laborales.

La renta de la cédula general, contra la cual se ha de comparar la rente


presuntiva, se debe determinar o liquidar conforme lo señala el artículo 336
del estatuto tributario.
Si al hacer la comparación la renta presuntiva resulta mayor a la renta de la
cédula general, esa se incluirá como renta líquida en dicha cédula, es decir,
que la renta presuntiva sustituye a la renta de la cédula.
No se debe sumar la renta presuntiva a la renta cedular, ya que se debe
tributar contra una de las dos, la que sea mayor, así que en los casos en que la
renta presuntiva resulta mayor a la renta de la cédula general, se tributa sobre
la renta presuntiva, que sustituye la renta determinada en la cédula general.
Los excesos de renta presuntiva se compensan como lo señala el artículo
1.2.1.19.16 del decreto 1625 de 2016:
«Procedimiento para la compensación de la renta presuntiva cedular. Las
personas naturales residentes contribuyentes del impuesto sobre la renta,
podrán compensar los excesos de renta presuntiva, hasta el valor de la renta
líquida gravable de la cédula general del período fiscal correspondiente, en los
términos previstos en el artículo 189 del Estatuto Tributario.»
Ese exceso se puede compensar contra la renta líquida determinada en los 5
años siguientes.
Compensación del exceso de renta presuntiva en las personas naturales.
En el caso de las personas naturales el proceso para determinar la renta
presuntiva debe considerar las cédulas que componen su renta.
Ese tratamiento especial para determinar la renta presuntiva cedular hace que
la compensación del exceso de renta presuntiva sea también especial para las
personas naturales.
Al respecto dice el artículo 1.2.1.19.16 del decreto 1625 de 2016 adicionado
por el decreto 2250 de 2017:
«Las personas naturales residentes contribuyentes del impuesto sobre la
renta, podrán compensar los excesos en renta presuntiva, hasta el valor de la
renta líquida gravable de la cédula de rentas no laborales del periodo fiscal
correspondiente, en los términos del artículo 189 del Estatuto Tributario.»
La norma está señalando que el exceso de renta presuntiva se compensa
hasta el valor de la cédula de rentas no laborales, pero ¿Qué pasa si el
contribuyente no tiene rentas de ese tipo?
Supongamos un contribuyente que sólo tiene rentas de trabajo, pero debe
tributar sobre renta presuntiva. ¿No puede compensar el exceso de renta
presuntiva?
El hecho de que un contribuyente sólo tenga rentas de trabajo no lo exime de
tributar sobre renta presuntiva, y en tal caso no podría compensar el exceso
de esa renta presuntiva, pues su renta no laboral sería cero, siendo cero el
monto que puede compensar.

Para la compensación del exceso de renta presuntiva no se requiere que esta


sea contabilizada.
Así se desprende de la lectura de la sentencia de la sección cuarta del Consejo
de estado con radiación 16887 del 10 de febrero de 2011, con ponencia del
magistrado William Giraldo:
«Esta deducción por exceso de renta presuntiva es un beneficio que sólo tiene
efectos tributarios. Por tal razón no se registra en las cuentas del balance. La
prueba de la existencia de un exceso de renta presuntiva está dada por las
declaraciones de renta. De manera que, si la actora demostró el exceso de
renta presuntiva en la declaración del año gravable 1997, y tenía dos años para
solicitar la deducción, lo podía hacer por los años 1998 y 1999, como en efecto
ocurrió.
La DIAN no discutió que la actora no pudiera solicitar la deducción por exceso
de renta presuntiva ajustada por inflación, ni que el porcentaje del ajuste no
fuera lo correcto, lo que ha cuestionado es su falta de registro en cuentas de
orden. Sin embargo, desde el punto de vista contable, las cuentas de orden
son cuentas de control en las que se registran las partidas conciliatorias entre
las cuentas fiscales y contables, y si bien, de acuerdo con el PUC, en el Código
82 se deben registrar las  diferencias existentes entre el valor de las cuentas de
naturaleza activa según la contabilidad, y las de igual naturaleza utilizadas para
propósitos de declaraciones tributarias, dentro de las cuales están conceptos
tales como diferencias entre costo contable y fiscal, pérdidas fiscales por
amortizar y exceso entre renta presuntiva y renta líquida por amortizar, para la
Sala, la falta de registro contable en esas cuentas, no implica la pérdida del
beneficio tributario.»
Vale aclarar que la sentencia utiliza la palabra deducción debido a que para la
fecha de los hechos este beneficio fiscal estaba contenido en el artículo 175 del
estatuto tributario, pero la esencia sigue siendo la misma, por lo que el hecho
que hoy no sea una deducción sino una compensación no afecta la tesis
expuesta por el Concejo de estado, pues sigue siendo un beneficio con efectos
únicamente fiscales, y para su determinación sigue siendo suficiente la
información contenida en la declaración de renta, máxime si se tiene en
cuenta que no existe un límite anual que se pueda compensar y que requiera
un control preciso.

Rentas exentas en la renta presuntiva.


Aunque del diseño del formulario se intuye, es importante resaltar que, en
caso de tributar sobre renta presuntiva, las rentas exentas se descontarán de
esta.
Si no se descuentan las rentas exentas de la renta presuntiva, no habría un
beneficio efectivo sobre las rentas consideradas por la ley como exentas,
puesto que se tributaria sobre una renta de la cual no se ha restado la renta,
sobre la cual no se debe pagar impuesto.
La renta exenta se resta no exactamente de la renta presuntiva, sino de la
renta mayor resultante de la comparación que se hace entre la renta líquida o
real y la renta presuntiva.
Supongamos los siguientes datos:

 Renta ordinaria 100.000


 Renta presuntiva: 60.000
 Renta exenta: 30.000

La renta exenta en este caso se resta de la renta líquida por cuanto esta
supera a la renta presuntiva. Su fuera lo contrario, es decir que la renta
presuntiva fuera superior a la renta líquida, la renta exenta de 30.000 se
restaría de la renta presuntiva.
En resumen, se puede decir que cualquiera sea la renta sobre la que se tributa,
se debe restar la renta exenta para determinar la renta líquida gravable,
habiendo previamente sumado las “rentas gravables” que figuran en el
formulario.
Se precisa que para el caso de las personas naturales el asunto cambia un
poco, tema que explica la Dian en concepto 5721 del 15 de marzo de 2018.

Sanción por no calcular la renta presuntiva.


¿Si un contribuyente omite calcular la renta presuntiva se debe pagar alguna
sanción?
Ninguna ley o decreto contempla expresamente una sanción por el hecho de
omitir el cálculo de la renta presuntiva, pero por vía de interpretación, es
probable que tal omisión si conlleve a la aplicación de una sanción. Veamos
por qué.
La renta presuntiva es una renta que eventualmente se puede convertir en
renta líquida gravable, o lo que es lo mismo, en base gravable.
Recordemos que la renta líquida gravable es la mayor renta entre la presuntiva
y la real [renta líquida], de allí que se deba hacer la comparación entre la una y
la otra, y de allí la necesidad de determinar la renta presuntiva.
El impuesto de renta se paga sobre la renta líquida gravable, esto es, sobre la
mayor entre renta presuntiva y real, lo que nos lleva a concluir que, si no se
calcula la renta presuntiva, no es posible determinar con certeza si se está
tributando correctamente, pues podría darse el caso que el impuesto se deba
pagar sobre la renta presuntiva que es más alta que la ordinaria.
Luego si la Dian determina que el contribuyente tributó menos debido a
que no calculó la renta presuntiva o a que la calculó mal, naturalmente
procederá la sanción por corrección y probablemente la sanción por
inexactitud, de modo que de forma indirecta sí es posible que el
contribuyente resulte sancionado, solo en el caso en que de haberse
determinado la renta presuntiva esta hubiera resultado mayor a la ordinaria.
Si la renta presuntiva que no se calculó era menor a la ordinaria, no pasa nada
porque el impuesto a pagar no se ve afectado por lo tanto no procede ni la
sanción por corrección ni la sanción por inexactitud.

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