Está en la página 1de 1

Procedo a responder la interrogante formulada por la moderadora Daniela Mori.

Habían mencionado mis


colegas que la ley de la reforma agraria significó el paso del latifundismo, que es el control desmedido y abuso
de poder por parte de los terratenientes, a un sistema de propiedad en donde el agricultor, en este caso el
campesino controlaba las tierras que trabajaba, también podríamos citar a la R. A., como la liberación del
campesino de la servidumbre. Como antecedentes tenemos que la ley de las bases de la reforma agraria no se
da en sí en el gobierno de Velasco, sino durante el gobierno de Pérez Godoy, además de que se desarrolló el
estatuto revolucionario, que era la base legal del gobierno de las fuerzas armadas, en reemplazo de la
constitución de 1933. Ahora, el contexto en el que se encontraba el agricultor no era el más favorable, estamos
hablando de agricultores y gente humilde siendo sumisa, pero no sumisa en el buen sentido de la palabra,
sabemos que sumisión tiene más de una acepción: la de servir, o sea, acatar órdenes por un superior y respeto.
Pero el respeto en este caso no se daba de manera mutua o recíproca. Es por ello que hago la acotación y les
doy a entender que lo que ocurría realmente era una humillación por parte de los terratenientes hacia los
agricultores. Lo que Velasco buscaba era que esta injusticia se termine, quiso de que, como bien todos sabemos,
las tierras pasen a ser para la gente que la trabaje, de ahí el famoso lema “Campesino, el patrón no comerá más
de tu pobreza”, esta frase es célebre, daba a entender que el agricultor podría tener las mismas posibilidades de
desarrollo que los terratenientes y la clase media inclusive, estábamos hablando, tengo acá los datos, de más de
17 millones de peruanos. Ahora, cuando se aplica la reforma agraria, desaparecen los latifundios, se crean
entonces las CAPS y las SAIS, todo ello para apaciguar el daño que se les había hecho a los terratenientes en
cierto modo. Todo ok, hasta cierto punto se logra una equidad, se le da lo que le corresponde al agricultor. El
problema surge cuando se evidencia la falta de administración de estas tierras por parte de los agricultores, es
decir, había una carencia de conocimientos, esto debido a la ignorancia, en cierto modo, de los mismos
agricultores. Nada que reprocharles, ellos no tenían la culpa, sabiendo que el contexto en el que se encontraban
no los favorecía para nada, los campesinos en su mayoría no tenía estudios y no estoy tan seguro sobre si eran o
no analfabetos, y de serlo así, de todas maneras no habría nada que recriminarles. “El Perú no es solo Lima”. En
base a este conciso y breve resumen de la aplicación de la reforma agraria de Velasco, más o menos ya
podemos ir sacando conclusiones con respecto a si esta fue justa o no, yo les puedo dar mi punto de vista, eso
sería demasiada subjetividad de mi parte, sin embargo, reitero la dicotomía entre subjetividad y objetividad;
por ejemplo para Carlos Mariños y Fransisco Mendoza, ambos licenciados en historia egresados de la
universidad nacional mayor de san marcos, sí fue justa la reforma agraria. Velasco buscaba la igualdad para
todos los peruanos con las mismas oportunidades de desarrollo y crecimiento nacional, los campesinos serían
capaces de realizar accionares a libre albedrío, dentro de lo que para ese entonces fue la constitución de 1933,
conocemos de que con la constitución del 79, en pleno gobierno de General Morales Bermudez se instaura la
igualdad de derechos para hombres y mujeres y se habilita el voto para la gente analfabeta y para la población,
en general mayor de 18 años.

También podría gustarte