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¿Qué son los germinados y cuáles

son sus beneficios nutricionales?


Dra. Giulianna Saldarriaga Bravo - Nutrición23 Abril, 2021

Los germinados se han convertido rápidamente en una de las fuentes nutricionales más

populares y, sinceramente, no es para menos. Sus beneficios son varios y aportan mucho

a la salud de las personas. Sin duda has oído hablar de estos y quieres conocer los mejor

antes de integrarlos a tu dieta regular.

Aquella es una sabia decisión, ya que, a pesar de sus múltiples beneficios, estos

alimentos también implican un ligero riesgo. Por eso, en el siguiente artículo de la Dra.

Giulianna Saldarriaga Bravo, especialista en nutrición de Clínica Internacional,

obtendrás respuestas a todas tus dudas relacionadas a los germinados.

1. ¿Qué son los germinados?


En líneas generales, son semillas comestibles que son consideradas como alimentos

vivos. La germinación es el proceso natural por el que las semillas empiezan a mostrar

tallos, brotes y pequeñas hojas. Al tratarse de plantas jóvenes, poseen un alto valor

nutricional.

El proceso de germinación usualmente empieza cuando las semillas son mojadas por

varias horas. Luego, son expuestas a una combinación precisa de calor y humedad. Por

último, se les deja crecer por varios días. El producto final suelen ser semillas

germinadas que miden entre 2 y 5 centímetros de longitud.

2. ¿Qué semillas componen este grupo de


alimentos?
Es posible germinar casi cualquier semilla para el consumo humano. Aquí tienes una

pequeña lista sobre los tipos más comunes:

 Guisantes germinados: lentejas, garbanzos, frijoles, alverjas, etc.

 Granos germinados: arroz integral, trigo, amaranto, quinua, avena, granos de soya,

etc.

 Vegetales germinados: rábanos, brócoli, betarraga, cebolla, etc.

 Semillas germinadas: almendras, semillas de alfalfa, de calabaza, de sésamo, de

girasol, etc.

3. ¿Son recetados para combatir alguna


enfermedad?
Sí, los germinados poseen muchas ventajas que atenúan los síntomas de diversos

padecimientos. Para empezar, se trata de alimentos que poseen un alto contenido de

fibra, por lo que son frecuentemente recomendados para combatir el estreñimiento.


Asimismo, estas semillas tienen un alto contenido de potasio, lo cual las hace perfectas

para regular la presión arterial. Los germinados también pueden ayudar a controlar los

niveles de azúcar en la sangre.

Por otra parte, son ricos en fitoestrogenos, por lo cual se aconseja su consumo en

mujeres que atraviesan la menopausia. Es importante notar que estas son solo algunas

de sus funciones más comunes, ya que suelen usarse para combatir varios otros

padecimientos.

4. ¿Cuáles son las propiedades más


beneficiosas de los germinados? ¿En qué
aportan los germinados a nuestra nutrición y
salud?
A pesar de ser muy bajas en calorías, los germinados son una fuente muy rica de

nutrientes y compuestos vegetales beneficiosos. Estos suelen proporcionar una gran

variedad de vitaminas, minerales, proteína y fibra. Además, suelen ser mucho más

fáciles de digerir.

Si bien las vitaminas y contenido mineral pueden variar de acuerdo al tipo, por lo

general, los germinados ofrecen magnesio, fósforo, manganeso, vitamina C y K. Estas

propiedades te ayudarán a potenciar tu organismo y sus defensas, evitando deficiencias

de vitaminas y minerales. Asimismo, son también una gran fuente de antioxidantes

5. ¿Es cierto que ayudan a combatir el


cáncer?
Existen investigaciones en las que se relaciona a los germinados de brócoli y coles, con

la prevención del cáncer, especialmente el de colon y de estómago. Aquello se debe a

que este tipo  de alimentos contiene una sustancia denominada sulforafano que posee

una propiedades antimicrobial y anticarcinogénica, las cuales ayudan a contrarrestar

esta enfermedad en cierta medida.


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compras

6. ¿Cómo consumir los germinados?


El consumo de germinados es bastante versátil. Por lo general, se pueden consumir

crudos en ensaladas, en forma de sándwich o en meriendas. Además, también es posible

ingerirlos ligeramente cocidos y acompañarlos de algún cárnico en guisos.

7. ¿Cómo incorporarlos en la dieta?

Al tratarse de vegetales, resulta bastante sencillo incorporarlos en la dieta diaria e

ingerirlos con normalidad y regularidad. Para empezar, es posible incluirlos en el

desayuno, como acompañante de un sándwich matutino o incluirlo en un omelette.

Para la hora del almuerzo o cena puedes preparar unas lentejas incluidos los germinados

o un pescado sudado con verduras y germinados de tu elección. Existe una gran

variedad de recetas. Con un poco de creatividad podrás crear diferentes platos con un

gran sabor y valor nutricional.


8. ¿Los germinados tienen alguna
contraindicación?
Sí. Es necesario tener una correcta manipulación de los germinados. El hecho de que

estos sean generalmente consumidos crudos o ligeramente cocinados añade cierto

riesgo. Aquello se debe a que estos alimentos crecen en condiciones húmedas y cálidas

en las cuales también pueden aparecer bacterias perjudiciales para nuestra salud.

Ahora conoces mejor qué son y cuáles son las propiedades y beneficios de los

germinados. Si piensas incorporarlos a tu dieta, debes hacerlo con cuidado. De esta

forma, empezarás a beneficiarte de sus múltiples cualidades. 

En Clínica Internacional te ayudaremos en lo que necesites ya que contamos con los

mejores especialistas, quienes tratarán tus problemas de salud. Si deseas reservar

una cita, puedes hacerlo a través de nuestra sección Citas en Línea.

Germina
dos
Vitales y rebosantes de valiosos nutrientes, las semillas germinadas son
un pequeño tesoro para el organismo. Incluirlas en la dieta es una
buena manera de consumir vegetales frescos y de premiarse no sólo
con su delicado sabor sino con su poder antioxidante y revitalizante.

Las semillas germinadas han formado parte de las ancestrales culturas


culinarias de todo el mundo.¿ Pero qué ocurre durante la germinación
para que se concentre en ellas tanta energía?

Las semillas, al ponerse en remojo, duplican su volumen, la cáscara se


ablanda y se abre, y las enzimas se activan gracias al agua y al oxígeno.

A los pocos días de conservarlos en un ambiente húmedo y cálido, los


brotes se van alzando hacia la luz en un proceso de intensa labor
metabólica que transforma y aumenta los nutrientes que atesoran los
granos en su interior.

Propiedades de
los germinados
Esos nutrientes son los que precisa la planta para crecer, pero en los
germinados se activan espectacularmente, se muestran más disponibles
y resultan más fáciles de digerir.

Los hidratos de carbono son predigeridos por las enzimas, que los
transforman en azúcares simples más asimilables. Las grasas se
transforman en ácidos grasos y las proteínas se descomponen en
cadenas más simples y, por tanto, más aprovechables.

Las vitaminas se multiplican igualmente y los minerales se vuelven más


fáciles de asimilar. Además se activa la clorofila, de alto poder
antioxidante.
Beneficios para la
salud de los
germinados
Sus beneficios para la salud son notables. Su consumo regular regenera
la flora intestinal y mejora la digestión. Son reconstituyentes,
remineralizantes y desintoxicantes, estimulan el metabolismo y los
jugos pancreáticos, fortalecen las defensas y apenas aportan calorías...

Su energía de crecimiento nos beneficia, sobre todo en los cambios


estacionales.

También resultan depuradoras del organismo, potenciadoras de la
producción de leche materna y reguladoras del sistema endocrino.
Además, incrementan el tono muscular, disminuyen el meteorismo... y
tienen probados efectos rejuvenecedores.

Uso en la cocina
de los germinados
Aunque no siempre resulta fácil hallar variedad de germinados en el
mercado (los de judía mungo, la mal llamada soja verde y los de alfalfa,
son los más comunes), podemos germinar gran variedad de semillas que
enriquecerán nuestros menús.

Se puede germinar la mayoría de semillas, incluidos los cereales y las


legumbres, que podrían considerarse categorías en sí mismas, con
tiempos de remojo y crecimiento diferentes.
 Semillas: fenogreco, rábano, remolacha, cebolla, puerro, girasol,
calabaza, mostaza, sésamo, berro, alfalfa... El remojo ha de ser suave
para que no se enmohezcan y se pudran. No se deben germinar las
semillas de solanáceas (la patata o el tomate), pues pueden resultar
tóxicas.
 Cereales: trigo, avena, trigo sarraceno, cebada, mijo y arroz. Necesitan
algo más de remojo, salvo la avena.
 Legumbres: lentejas, judías mungo, soja, garbanzos, alubias... Son más
duras, por lo que el remojo ha de ser mucho más largo. Conviene
escaldarlas ligeramente tras la germinación. Germinadas son más fáciles
de digerir que secas.

Pueden formar parte de diferentes platos: ensaladas, bocadillos,


tortillas, verduras, cereales...

Evitaremos cocciones prolongadas para que no pierdan sus cualidades,


agregando los germinados instantes antes de servirlos.

La mejor forma de aprovechar el valor nutritivo de las legumbres es


comerlas germinadas crudas. Pero si queremos cocinar judías secas, se
pueden hacer germinar levemente con anterioridad: serán más
digestivas y nutritivas y se cocerán más rápidamente.

Una manera muy original de recurrir a las especias es tomar germinados


de berro, rábano, mostaza, cebolla o fenogreco. Aportarán un
toque delicioso.

Si mezclamos varios tipos de germinados, no solo descubriremos


nuevos sabores sino también una nueva estética, complementándose
también nutricionalmente.

Sugerimos mezclar germinados de alfalfa con germinados de col y


lenteja. O compensar el sabor picante de los de rábano, cebolla, puerro
o mostaza combinándolos con germinados de cereales o legumbres. La
zanahoria germinada combina muy bien con la alfalfa, la col o la judía
mungo.

Precaución: si bien la mayoría de las semillas se pueden consumir tal


cual, las personas de estómago delicado pueden escaldar previamente
(1-2 minutos), las germinaciones de legumbres, dado su contenido en
antinutrientes que la germinación no elimina completamente. Por la
misma razón, las semillas que no germinen deben desecharse.
Hay que tener en cuenta que las semillas de solanáceas (tomate,
pimiento, berenjena, patata, etc.) resultan tóxicas, y no son válidas para
germinar. 

GERMINAR EN CASA

 En frasco: se pone una pequeña cantidad de semillas en el frasco (la


cuarta parte del frasco) y se cubre con 3 veces su volumen de agua. Se
guarda a oscuras a 15-20ºC y se dejan hidratar toda la noche.
Al día siguiente, se retira el agua, se tapa el frasco con una gasa o tela y
se guarda al abrigo de la luz.
Una vez al día se escurre el agua, se cuelan y se vuelven a tapar y a
dejar a oscuras.
En 4 o 5 días tendremos los germinados. Cuando ya estén listos,
deberemos poner el frasco en un lugar donde le llegue luz solar para
que los brotes activen su clorofila y se pongan verdes.
Para conservarlos, lo mejor es meterlos en un recipiente cerrado
herméticamente en la nevera, con papel de cocina en la base o un paño
fino de algodón que absorba la humedad.
 En germinadora: se colocan las semillas en el platillo inferior de la
germinadora cubiertas de agua.
Al día siguiente se aclaran y se ponen en el nivel siguiente, mientras el
nivel inferior se llena de nuevo de semillas en remojo.
Una vez los brotes comienzan a germinar se suben de nivel, hasta llegar
al superior, que ofrece los germinados listos para su consumo.

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