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Popper Karl R., Conjectures and Refutations: The Growth of Scientific Knowledge. (en adelante CR)
Traducción castellana: El Desarrollo del Conocimiento Científico: Conjeturas y Refutaciones, Paidos, Buenos
Aires, 1968, p. 51-52.
2
La atribución a Popper de una refutabilidad completa y concluyente ha contribuido a identificarlo con el
positivismo lógico, acercándolo al criterio “verificacionista” y fundiendo su problema de la demarcación con el
problema del significado. Ni siquiera Hempel, sin dudas un buen conocedor de Popper, ha podido escapar a esta
lectura; véase la contribución de Hempel en El Positivismo Lógico. Lakatos imputa a Ayer ser el causante de esta
falsificación del pensamiento popperiano en Crítica y Desarrollo del Conocimiento Científico. Popper, por su
parte, recalca que su falsacionismo no tiene nada de concluyente en La Lógica de la Investigación Científica y en
An Intellectual Autobiography reafirma sus discrepancias y reconoce su deuda con el positivismo.
3
Lorenzano César Julio, La estructura del conocimiento científico, Zavalía, Buenos Aires, 1996, p. 41.
1
estos últimos cabe señalar al modo inductivo. Esto porque el “principio de la inducción” o la
justificación lógica de la inducción es un mito. Tal principio postula la validez de las
conclusiones inductivas, esto es, de enunciados universales (Nivel II) inferidos a partir de
enunciados singulares (Nivel II), resultantes de experimentos u observaciones inmediatos.
Ahora bien: desde un punto de vista lógico no se puede justificar la inferencia de enunciado
universales a partir de enunciados particulares por elevado que sea su número, ya que existe
siempre la posibilidad que éstos resulten falsos en alguna dimensión espacio – temporal. No
existe ningún motivo para pasar de un segmento conocido de la realidad a afirmaciones acerca
de sectores todavía desconocidos.
Junto con el principio de inducción cae también, según Popper, todo intento de basar
la ciencia en la psicología. Esta confusión entre cuestiones psicológicas y epistemológicas se
debe a que no se ha advertido la profunda distinción entre cuestiones de hecho y cuestiones de
justificación, planteadas ya por Kant.6 El conocimiento científico comienza en la experiencia
sensible o psicológica pero no con la experiencia sensible o psicológica. La confrontación de
una teoría con la experiencia es más bien la culminación del proceso científico.
El derrumbe del mito de la inducción arrastra consigo a otro mito, el de “lo dado”, que
caracterizó al antiguo empirismo gnoseológico y psicológico. Este empirismo asume a la
experiencia sensible como fuente y como justificación del conocimiento y conlleva una
exigencia de verificabilidad radical que deja fuera no sólo a los enunciados metafísicos sino a
4
Popper, Karl, CR, p. 53-60.
5
Popper Karl R., The Logic of Scientific Discovery (en adelante LSD). Traducción Castellana: La Lógica de la
Investigación Científica, Tecnos, Madrid, 1990, p. 28.
6
Popper, K., LSD, p. 31.
2
la mayoría de las hipótesis de la ciencia natural, ya que éstas tampoco pueden salir airosas de
la prueba a la que las somete el estrecho criterio de verificación.
Para los positivistas, pues, la verificabilidad era el criterio de demarcación entre los
enunciados acerca del mundo en cuanto significativos y no significativos. Según Bryan
Magee, Popper combatió esta concepción por varios motivos. En primer lugar, los enunciados
generales no son empíricamente verificables, por lo que el principio de verificación eliminaba
no sólo la metafísica, sino también la totalidad de la ciencia natural. En segundo lugar, según
este principio, toda metafísica carecía de significado; sin embargo, históricamente, la ciencia
ha surgido de la metafísica. Una idea que no sea contrastable, y sea metafísica, en
determinadas circunstancias, puede en otras llegar a ser contrastable y por lo tanto científica.
Popper no considera a la metafísica como un sin sentido. De hecho tenía creencias
metafísicas, por ejemplo sobre la existencia de regularidades en la naturaleza. Y por último, si
sólo las afirmaciones tautológicas o verificables son significativas, entonces un debate acerca
del concepto de “significado” debe tener enunciados sin sentido.8
Por estas razones el principio de verificación se vio sujeto a críticas severas. Muchos
lo consideraban como un principio metafísico, que en nombre de la ciencia condenaba el
sentido de cualquier otro discurso. La reformulación del criterio de verificabilidad por el
probabilidad (Reichembach) en nada cambia la cuestión, ya que así como las teorías
científicas son inverificables, también son improbables; el grado de probabilidad lógica,
absoluta o previa, de una ley universal, es cero.9 Otro intento de superación de esta
problemática (principio de verificación) de la primera fase (semántica) del Círculo de Viena
lo encarnan Otto Neurath y Rudolf Carnap. Ellos encauzan la tendencia semántica hacia la
dirección sintáctica o fisicalista. La consideración del lenguaje como hecho físico y la
eliminación de su función de representación proyectiva de los hechos llevan a un cambio
radical en el criterio de aceptabilidad. La teoría de la verdad como correspondencia entre una
proposición y un hecho queda sustituida por la teoría de la verdad como coherencia entre
proposiciones. Las proposiciones han de confrontarse con proposiciones y con experiencias,
ni con un mundo o con otra cosa. Este fisicalismo tiene dos puntos: la concepción del
lenguaje como un hecho físico y la exigencia de una ciencia unificada sobre bases fisicalistas.
Por esta razón el verificacionismo inicial del Círculo de Viena, que suponía la adopción de un
empirismo gnoseológico, fue sustituido por el empirismo sintáctico en el proyecto del
7
Reale Giovanni y Antiseri Darío, Historia del pensamiento filosófico y científico, Herder, Barcelona, 1995,
Tomo II, p. 870.
8
Magee Bryan, Popper, Colofón, México, 1994, p. 63.
9
Popper, K., LSD, p. 338.
3
lenguaje de la ciencia unificada. Este proyecto tenía como lema la unificación, la demarcación
y la reconstrucción de la ciencia en un lenguaje universal, el lenguaje físico.
Volviendo al problema de la inducción debemos decir que Popper busco una solución
aceptable a este problema y quizá ese fue su logro básico. La solución de Popper comienza
señalando una asimetría lógica entre “verificabilidad” y “falsabilidad”. El enunciado “todos
los cuervos son negros no se demuestra a partir del hecho de que los cuervos vistos hasta hoy
son negros, pero sería desmentido, es decir falsado, por la comparecencia ocasional de un
cuervo que no fuese negro. Por tanto, mientras repetidas observaciones empíricas no pueden
ser consideradas nunca como suficientes para verificar una “verdad de hecho” o una teoría,
basta con una observación empírica concreta para falsarla. De esta manera, Popper propone
sustituir el “principio de verificabilidad” por el principio de “falsabilidad” como criterio de
validez de las teorías o de verdad de los enunciados empíricos: las teorías científicas pueden
no ser verificadas inductivamente, aunque deber ser sometidas a la prueba de intentar
repetidamente su refutación; una teoría es válida mientras resiste los intentos de refutarla, no
en el caso contrario.
10
Esto podría llevarnos también a vincular el proyecto de Neurath con el pragmatismo de John Dewey. Y al
proyecto de ambos con el viraje hacia las prácticas de la epistemología actual Para profundizar en la
reconstrucción de las relaciones entre pragmatismo y empirismo y sus vinculaciones con la epistemología
contemporánea ver: Esteban José Miguel, Variaciones del pragmatismo en la filosofía contemporánea,
Ediciones mínimas, México, 2006. Especialmente el capítulo II “El Pragmatismo en la Enciclopedia Positivista
de la Ciencia Unificada”, p. 95-121.
4
una actitud poco crítica hacia la contrastación, y significaría que estas teorías no eran
contrastables con rigor suficiente. Por todo ello podemos decir, que Popper era un partidario
ingenuo de la falsación a nivel de la lógica, pero a nivel de la metodología era un falsacionista
crítico.11
Para Popper las teorías científicas son creaciones nuestras con las que intentamos
explicar el mundo. No hay observaciones o hechos puros: todos están interpretados desde
nuestras teorías. No hay enunciados “observacionales” o “protocolares” en el sentido que
reproduzcan la realidad. Todos los enunciados son teóricos. Las teorías científicas son
sistemas de conjeturas para explicar lo que llamamos el mundo (el carácter conjetural de las
teorías científicas lo separa sin embargo, radicalmente de Kant). Este sistema de
proposiciones universales tiene que ser susceptible de refutación por una proposición básica
que recoja un hecho singular. Esta posibilidad de refutación se basa en la asimetría entre
verificabilidad y refutabilidad de las proposiciones estrictamente universales, mediante
observaciones recogidas en proposiciones singulares. Una proposición es científica cuando
puede ser falseada por algún hecho que sería ejemplo de la posibilidad excluída por la
proposición.
Según Popper, la refutabilidad o testabilidad es, por lo tanto, lo que establece la línea
de demarcación entre teorías y enunciados científicos y teorías y enunciados metafísicos. Hay
grados de testabilidad. Los enunciados más simples y más audaces son más testables y
refutables; por eso son más científicos. Otros son menos testables. Otros son no-testables o
metafísicos. La línea de demarcación no puede ser absolutamente tajante y definitiva ya que,
por ejemplo, muchas teorías científicas se originaron en mitos. Esto revela que los mitos
pueden llegar a adquirir componentes testables. El problema de la demarcación nada tiene que
11
Cfr., Magee Bryan, Popper, p. 30-31.
5
ver con el problema del sentido (significado) planteado por los positivistas, ya que no propone
trazar un límite que coincida con los límites de un lenguaje dentro del cual quede la ciencia y
fuera la metafísica. La línea de demarcación propuesta por Popper se traza dentro del lenguaje
significativo y no fuera de él.
Así, pues, como dice Bryan Magee, la teoría popperiana del conocimiento linda con
una teoría de la evolución. La solución de problemas es la actividad primaria, y el problema
primario es la supervivencia. Y al igual que la de Darwin, la teoría de Popper no explica la
génesis, sino su desarrollo.14 A lo largo de su exposición de la evolución de la vida, la
aparición del hombre y el desarrollo de la civilización, Popper usa, además de la noción de un
mundo de cosas materiales (mundo 1), y de un mundo subjetivo de mentes (mundo 2), la
noción de un “tercer mundo”, un mundo de estructuras subjetivas producidas, de modo no
12
Popper K., LSD, p. 40.
13
Popper, Karl, CR, p. 47.
14
Magee Bryan, Popper, p. 76.
6
necesariamente intencional, por las mentes de las criaturas. Tales estructuras, una vez
producidas tendrían una existencia independiente, y pueden ser biológicas o abstractas. Estas
estructuras se convierten en la parte central y más importante del medio ambiente. Ejemplos
de estructuras biológicas en el mundo animal son los nidos de pájaros, hormigas, etc. Y
abstracta, su organización social. Las estructuras biológicas en el hombre puede ser la mano.
Las estructuras abstractas del hombre pueden ser el lenguaje, la ética, la religión, la filosofía,
las ciencias y las instituciones. Este “tercer mundo” es en gran medida autónomo, aunque
haya sido creado por nosotros. Es el mundo de nuestra herencia cultural.
Como dice Bryan Magee, la concepción de un “tercer mundo”, hecho por el hombre
pero autónomo, es uno de los puntos más prometedores en los que puede avanzar la filosofía
de Popper. El desarrollo más importante en la historia del “tercer mundo”, desde la aparición
del lenguaje, ha sido la aparición del pensamiento crítico, y más tarde la aceptación de ese
pensamiento crítico.
Como dijimos antes, Popper recomienda que se formulen las teorías del modo más
exacto posible, para exponerlas a refutación del modo menos ambiguo posible. Y al nivel
metodológico no deberíamos eludir la refutación reformulando continuamente o bien nuestra
teoría o bien nuestra evidencia empírica con el fin de mantenerlas de acuerdo. Para Popper, el
criterio de falsabilidad es también un criterio de demarcación de la cientificidad de una
teoría. La falsabilidad es el criterio de demarcación entre la ciencia y la no ciencia. Si una
15
Para profundizar la idea de racionalidad crítica ver: Albert Hans, Tratado sobre la razón crítica, Sur, Buenos
Aires, 1973. En particular el capitulo II y III, p. 49-118.
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teoría no es refutada, si todos los hechos posibles se adecuan a la misma, entonces no se trata
de una teoría científica.
Popper en La Sociedad abierta y sus enemigos extrae las consecuencias políticas del
principio de falsabilidad y sienta las bases de lo que debería ser la cientificidad de las ciencias
histórico – sociales. A partir del principio de falsación de Popper, nos encontramos inclinados
a pensar en nuestro conocimiento como algo provisional, esto es, conjetural, y pernnemente
controvertible. Ninguna teoría es en principio no falsable.
Una teoría objetiva es una teoría que puede ser contrastada, que no recurra a meras
intuiciones subjetivas. Desde este planteo Popper introduce el llamado “método cero” o
“lógica de la situación” o “principio metodológico de la racionalidad”, con la intención de
posibilitar la contrastabilidad de teorías sociales y políticas. El principio versa así: “los
individuos obran siempre de un modo adaptado a la situación en que se encuentra”.
8
Este principio metodológico reemplaza la afirmación psicológica de que los hombres
actúan generalmente de modo racional, adecuando las acciones a los fines que se proponen,
por el postulado metodológico que conjetura que los hombres actúan de acuerdo a la
información que poseen, en el marco de una situación. Los actores obran en el cuadro de un
modelo, sacan las conclusiones de lo que está implícito en la situación. Este principio no es
válido a priori y tampoco es una hipótesis empírica contrastable. Es un sub - producto
metodológico, como un principio regulador que acompaña a las teorías.
Popper cree que el origen, tanto de la vida como de las teorías no es susceptible de
explicación racional. En La Miseria del Historicismo dice que 1) el curso de la historia
humana está influido por el crecimiento de los conocimientos humanos; 2) no podemos
predecir, por métodos racionales o científicos, el crecimiento futuro de nuestros
conocimientos científicos; 3) no podemos predecir el curso futuro de la historia humana; 4)
esto significa que hemos de rechazar la posibilidad de una historia teórica, es decir, de una
ciencia histórica y social. No puede haber una teoría científica del desarrollo histórico que
sirva de base para la predicción histórica; 5) la meta fundamental de los métodos históricos
está mal concebida; y el historicismo cae por su base.
Popper entiende por historicismo un punto de vista sobre las ciencias sociales que
supone que la predicción histórica es el fin principal de éstas, y que supone que este fin es
alcanzable por medio del descubrimiento de los ritmos y leyes que yacen bajo la evolución de
la historia (Hegel). Los argumentos antes citados para refutar el historicismo no refutan la
posibilidad de toda clase de predicción social. Sólo refuta la posibilidad de predecir sucesos
históricos en tanto pueden ser influidos por el crecimiento de nuestros conocimientos. El paso
decisivo es la proposición 2. Mi prueba, dice Popper, consiste en mostrar que ningún
predictor científico tiene la posibilidad de predecir por métodos científicos sus propios
resultados futuros. En La Miseria del Historicismo intenta mostrar la importancia del
historicismo como una estructura intelectual fascinante. Y mostrar que su lógica sufre una
debilidad inherente e irreparable.
9
reiterarse un número suficiente de veces, permite por inducción, llegar a enunciados
generales, leyes o teorías (L). El método hipotético-deductivo no parte de la observación para
inducir luego una ley, sino que es la teoría la que muestra qué hechos se deben observar. Los
hechos se deducen de la teoría. Para luego ponerla a prueba de manera rigurosa. Por otro lado,
Popper nos dice que una teoría es una libre creación del espíritu humano, un intento audaz de
solucionar problemas (P), producto de la intuición. El esquema sería16:
P --------------intuición-----------L-----------deducción---------------E
Para Popper los problemas no nacen en el vacío. Por el contrario son, al igual que la
observación, producto de un encuadre teórico que hace que sean vistos como tales. También
dice que la crítica que efectúa el método hipotético deductivo a las teorías que fueron
presentadas como solución al problema conduce a nuevos problemas. Este hecho, de que a
partir de soluciones puedan presentarse nuevos problemas explica la circularidad en la
dinámica de la ciencia transformando el esquema lineal que había postulado el positivismo.
Según Popper existe un proceso creativo en la formulación de las leyes, los enunciados
generales o hipótesis.17 Esta creación establece un abismo entre la observación y las leyes;
además es posible imaginar hipótesis (leyes) por medios que no se refieran a observaciones
efectuadas. Y aquí se ve lo que ocurre cuando se postulan términos teóricos en las leyes, que
al ser inobservables no pueden provenir de la experiencia.
A una hipótesis podemos llegar desde distintos lugares. Una hipótesis puede surgir de
un sueño, de relatos míticos, observaciones, etc. A este lugar le vamos a llamar contexto de
descubrimiento o intuición. En este contexto, la observación de hechos particulares de la
inducción es un caso más de los tantos por los cuales se puede llegar a postular una hipótesis.
Por estas razones podemos pensar el surgimiento de una disciplina científica a partir de
intuiciones metafísicas, impensables para el positivismo.
16
El esquema es sacado de César Lorenzano, La estructura del conocimiento científico, p. 47.
17
Hipótesis es una proposición cuya verdad o falsedad se ignora, pero que se propone como una solución
verdadera al problema planteado.
18
Ver p. 1-2.
10
El método comienza con las hipótesis fundamentales, a las que llegamos mediante un
proceso intuitivo, y que consiste, en la mayoría de los casos, en enunciados generales. Si
deducimos a partir de estas hipótesis, llegamos a hipótesis derivadas, y desde allí hasta llegar
a hipótesis cuantificadas existencialmente19, a las cuales llamaremos consecuencias
observacionales de la hipótesis fundamental, que serán los enunciados de Nivel I a partir de
los cuales vamos a contrastarla. El conjunto de las hipótesis fundamentales, derivadas y
consecuencias observacionales forman un entramado deductivamente interconectado.
Hipótesis fundamental
deducción deducción
deducción deducción
19
Hay hipótesis que se derivan de la hipótesis fundamental y que están cuantificadas universalmente o
existencialmente en función del condicional. (x) (Px→Qx) es el condicional cuantificado universalmente. Y
podemos leerla así: Para todo x, si se da que x posee la propiedad P, deberá poseer la propiedad Q.
En las que el condicional esta cuantificado existencialmente tiene la siguiente forma: ( x) (Px → Qx) y
podemos leerla así: Existe al menos algún x, tal que si presenta la propiedad P, deberá presentar la propiedad Q.
11
siempre como hipótesis. Sólo las contrastamos severamente tratando de refutarlas, y si
fracasamos comenzamos a usarlas en la práctica científica, sin consideradas verificadas,
porque pueden ser refutadas más adelante.
La falibilidad de las leyes, que supuestamente obteníamos inductivamente, hizo decir a
Hume que la inducción, y por ello nuestro conocimiento, es injustificado. Esto porque una
inferencia no nos puede llevar desde la verdad de los enunciados de nivel I a leyes
presuntamente falsas. Este problema no tiene el hipotético – deductivista porque sabe que las
leyes son falibles, tanto como el inductivista, pero esa falibilidad resulta de la íntima conexión
lógica entre las leyes y la experiencia. El hipotético – deductivista no asciende por un método
desde la experiencia hacia la teoría, sino que arranca de la teoría para contrastarla, y de esta
contrastación sólo puede resultar refutada.
Por eso veamos ahora en que consiste este mecanismo de refutación de hipótesis. El
modus tollens20 es la forma lógica con la que se refutan permanentemente las hipótesis. Su
forma lógica es la siguiente:
Si A entonces B
-B
-A
Aclaremos un poco más la cuestión. Tenemos una hipótesis A unida por medio de un
condicional material (→), con su consecuencia contrastadora B. El tercer enunciado –B (no-B)
es el resultado negativo del experimento. El modus tollens nos permite inferir válidamente de
dos premisas, la segunda de las cuales es la negación del segundo término de un condicional, -
A (no-A o A es falsa). Con las dos premisas refutamos la hipótesis fundamental de la que
habíamos partido. -B es el enunciado básico refutador y resulta de la negación de lo afirmado
por la teoría, aquello que prohíbe la hipótesis a contrastar.
20
Se llama razonamiento deductivo a aquél en el que las premisas ofrecen fundamentos concluyentes (es decir a
prueba de dudas) para aceptar la conclusión. La conclusión se desprende necesariamente de las premisas, es
decir que las premisas garantizan plenamente la conclusión. En un razonamiento deductivo, si aceptamos la
verdad de las premisas debemos aceptar inevitablemente la verdad de la conclusión pues la misma, según la
definición de validez, no puede ser falsa; en otras palabras, aceptadas las premisas, la conclusión expresa un
conocimiento en sentido fuerte y no importa cuántas premisas le agregue la conclusión se mantendrá infalible.
Hay dos tipos especiales de razonamiento deductivo válido (constituyen leyes lógicas) que nos interesa resaltar
aquí pues nos serán útiles en las unidades que vienen: Modus Ponens y Modus Tollens.
21
Son dos las conocidas falacias formales (razonamientos formalmente inválidos). Uno de afirmación del
consecuente y otro de negación del antecedente. En ambas falacias, la conexión entre premisas y conclusión no
está establecida de manera concluyente. (Debemos aclarar que todo cuanto afirmamos del razonamiento
deductivo se refiere al razonamiento deductivo válido, pues aquel razonamiento deductivo que no es válido, en
rigor de verdad, ni siquiera es un razonamiento)
12
Si A entonces B
B
Hasta aquí hemos expuesto una versión “simple” del método hipotético deductivo, que
el epistemólogo Imre Lakatos llama refutacionismo ingenuo. Esta denominación proviene de
suponer que es posible descartar una hipótesis por el sólo hecho de que una observación
pertinente se halle en desacuerdo con una consecuencia observacional obtenida de ella.
Evidentemente este no es el proceder real de los científicos en sus investigaciones. Si
tomamos una hipótesis aislada entonces la refutación de una consecuencia observacional
involucra su refutación. Pero las hipótesis suelen estar acompañadas de muchas otras
hipótesis y teorias presupuestas, por lo cual la contrastación afecta a todo ese presunto
conocimiento. Esta razón es la que da lugar a lo que algunos llaman método hipotético –
deductivo en versión compleja o como lo hace Lakatos, refutacionismo sofisticado.
22
Klimovsky Gregorio, Las desventuras del conocimiento científico, A·Z, Buenos Aires, 2005, p. 147.
13
Según Popper podemos distinguir cuatro procedimientos para llevar a cabo la
contrastación de una teoría:
En primer lugar, se encuentra la comparación lógica de las conclusiones unas con otras
(someter a contraste la coherencia interna del sistema)
En segundo lugar, el estudio de la forma lógica de la teoría (teoría empírica –
científica - o tautológica)
En tercer lugar, comparamos la teoría con otras teorías (averiguar si la teoría puede ser
un adelanto científico en caso de sobrevivir a las contrastaciones).
Y finalmente, se la contrasta por medio de la aplicación empírica de las conclusiones
que pueden deducirse de ella. Aquí se pretende descubrir hasta qué punto satisfarán las
nuevas consecuencias de la teoría a los requerimientos de la práctica, ya provengan éstos de
experimentos puramente científicos o de aplicaciones tecnológicas. Todo el procedimiento de
contrastar resulta ser deductivo.23
23
Popper, K., LSD, p. 32.
14
hechos refutan la teoría. El refutacionista sofisticado destruye la seguridad en lo indudable de
los hechos.
La presencia del experimento altera de manera radical la sencilla “observabilidad” de
los hechos, puesto que no sólo el hecho es fabricado, sino que en el experimento los
resultados (los datos) son leídos a través de una teoría interpretativa, con la cual se diseñaron
instrumentos experimentales.
Con todo esto podemos decir que el refutacionismo sofisticado hace una distinción
entre tres niveles de hipótesis, de teorías, en el proceso de contrastación:
1- hipótesis – teorías – preceptúales, mediante las que se reconoce la realidad que nos
circunda;
2 – hipótesis – teorías – interpretativa, por las que diseñamos el experimento;
3 – la hipótesis – teoría – puesta a comprobación.
Después de todo esto podemos decir que “todo es teoría”. Los “hechos” ya no son más
simples hechos indubitables de la base empírica que controla a la teoría. Pero existen tres
niveles de teorías. Las teorías preceptúales y las interpretativas que brindan una base empírica
que ya no es más directa, sino metodológica que permite probar la hipótesis primera, y llegar
a desecharla luego de un proceso en el que los pasos se multiplican. La primera hipótesis no
“fabrica” su propia base empírica, sino que es fabricada por otras teorías, a las que puede
llegar a aceptar provisoriamente.
15