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Entre el año 1985 y 1990, durante el gobierno de Alan García, se aplicó el modelo heterodoxo de

política económica, con consecuencias desastrosas. Crecimiento negativo del PBI, emisión monetaria
inorgánica e hiperinflación, exoneraciones tributarias y déficit fiscal, balanza comercial negativa, no
pago de la deuda externa y aislamiento financiero internacional, así como las reservas internacionales
en rojo. Entre 1990 y el 2000 durante el gobierno de Alberto Fujimori, se aplicó el modelo de política
económica neoliberal, que empezó aplicando un shock a la economía para parar la hiperinflación, el
crecimiento del PBI no enfrentó las coyunturas, se inició un proceso de privatización para acabar con
el déficit fiscal.

La economía peruana durante 1990 pasó por dos etapas claramente diferenciadas: entre enero y julio
una etapa caracterizada por una inflación acelerada, aguda recesión y precios relativos
distorsionados; y de agosto a diciembre una etapa signada por la aplicación de un programa de
estabilización consistente, conducente a una reducción abrupta de la inflación, sustentado en una
drástica corrección de la distorsión de precios previa.

La reforma económica era urgente porque había que asegurar los ingresos fiscales para estabilizar la
economía, financiar el gasto social y las inversiones requeridas para iniciar el crecimiento. Se inició el
proceso de reinserción del Perú en la comunidad financiera internacional, había que efectuar los
pagos a los acreedores externos para lo cual se necesitaban recursos fiscales. Se logró entablar
acuerdos con el FMI, BM, BID y con los acreedores bilaterales dentro del marco del Club de París. El
Perú logra ingresar al APEC, como único país sudamericano.

El proceso de reforma fue integral y se constituyó en un proceso que empezó en 1990 y continuó
hasta el final del gobierno: incluyó la simplificación del sistema, la nacionalización de la legislación y la
creación de la SUNAT. Se reformó el sistema impositivo para hacerlo más fácil y efectivo. Se aplicaron
procedimientos y sistemas eficientes, introduciendo tecnología de alto nivel y racionalizando tanto la
estructura organizativa como la asignación de recursos. Gracias a estas medidas, hubo un incremento
de la recaudación que pasó del 10.8% del PBI en 1990 a 14.2% en 1996 lo que se alcanzó gracias a
la ampliación de la base tributaria, la reducción de los niveles de evasión, la generación de un primer
de conciencia tributaria y la sostenida disminución de la tasa de inflación. Paró la hiperinflación, la tasa
mensual cayó de 63% en Julio de 1990 a 6% en noviembre, después de haber llegado a 397% en
agosto de 1990. Se iniciaron reformas estructurales para flexibilizar el funcionamiento de los
mercados.

Así se consiguió estabilizar la economía, ponerla de nuevo en funcionamiento y reconstruir la


capacidad productiva. El mercado de moneda extranjera empezó a mostrar estabilidad y el BCRP
empezó a acumular reservas internacionales netas. Los ingresos fiscales empezaron a recuperarse y
el déficit del gobierno a disminuir. Logró mantener la estabilidad macroeconómica para promover la
inversión para así crear puestos de trabajo, lograr la elevación del ingreso y promover el turismo. Se
dejó al país más de 9,700 millones de dólares por conceptos de privatizaciones.

Área de Ciencias Básicas- Escuela de Estudios Generales UNMSM

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