Está en la página 1de 6

Ensayo de la Bomba Atómica

La bomba atómica o también denominada bomba nuclear es un arma de


destrucción masiva que es caracterizada por provocar una capa de humo en
forma de hongo cuyo funcionamiento es crear una reacción nuclear expansiva,
esta bomba adquiere una gran acumulación de energía explosiva mediante
reacciones químicas. Las bombas atómicas son un gran avance científico,
principalmente para los físicos nucleares, un gran avance para el mundo, pero
también una gran desgracia para el mismo. La primera bomba nuclear tuvo
origen en el país de Estados Unidos, durante la Segunda Guerra Mundial en un
proyecto contra los Japoneses conocido como proyecto “Manhattan” con el
apoyo de Gran Bretaña y Canadá, este proyecto consistía en el desarrollo y
producción de armas bajo el mando del director general Leslie Groves y con la
ayuda del físico nuclear Robert Oppenheimer en los laboratorios.

Durante el proyecto “Manhattan” se desarrollaron dos tipos de armas


nucleares de manera simultánea durante el avance de la guerra uno es “un
arma de fisión de tipo balístico” y el otro de “implosión” este se lo
considero más complejo que el balístico, el tipo balístico se lo denomino
“Thin Man” este nombre fue la idea de un estudiante de Oppenheimer que
trabajaba en el proyecto “Manhattan” cuyo nombre era Robert Serber, el
eligió el nombre “Thin Man” de una novela policiaca de ese tiempo que se
llamaba “Thin Man” cuya traducción en español es “El hombre delgado”, ya
que el arma de tipo balístico era demasiado delgado y la arma de
implosión de lo denomino “Fat Man” porque era redonda y gorda y se la
denominó así gracias a un personaje llamado “Sydney Greenstreet” en
la serie americana “The Maltese Falcon”. Después surgió y se les ocurrió la
idea de crear un versión mejoradade “Thin Man” ya que creían que sería más
practico crear un arma con el uso del uranio ahí surgió una nueva versión de
“Thin Man” denominada “Little Boy”, esta arma utilizaba Uranio-235, un
isotopo que constituye el 0,7% del uranio en su forma natural, el
nombre de “Little Boy” fue idea del piloto Paul Tibbets. Estas bombas,
“Little Boy” y “Fat Man”, fueron arrojadas sobre poblaciones civiles, el
gobierno de Estados Unidos las arrojó sobre las ciudades japonesas de
Hiroshima y Nagasaki el 6 y 9 de agosto de 1945, respectivamente estas
bombas liquidaron instantáneamente a 140.000 y 80.000 personas en cada
ciudad, de las cuales un 15% a 20% fueron debido al envenenamiento
radiactivo, el cual dejó además secuelas genéticas hereditarias en la población.
El bombardeo tenía el propósito de obligar al gobierno japonés a rendirse
incondicionalmente, luego de la derrota de sus aliados alemanes e italianos.

La bomba atómica nos ha demostrado que el incremento de conocimientos


científicos y tecnológicos ha llevado al hombre a descubrir su potencial
autodestructivo, a la par que ha adquirido la capacidad de controlar sociedades
no solo por los poderes económicos y políticos, sino por el miedo intimidante
que produce la amenaza con armas biológicas y nucleares, solo tenemos que
ver lo que le paso a las dos ciudades de Japón para hacernos una idea. En este
trabajo queda trazado que el peligro no radica en la ciencia sino en los
hombres que hacen uso de ella y los fines que persiguen. La presencia de la
ética en la labor científica no es únicamente un beneficio, es una necesidad
para la humanidad, quien debe poner un límite a la investigación y
experimentación que atente contra la vida del hombre y la del planeta.
¿Debe el conocimiento ser accesible para todos o algunas informaciones
deben ser restringidas?

El conocimiento no debe tener límites, ya que es parte integral del desarrollo


humano, económico y del bienestar de las personas. Por ello debemos
considerar que hay que apostar decididamente por plataformas de acceso
abierto, por bibliotecas y hemerotecas digitales cada vez más universales
donde los saberes estén disponibles sin restricciones y donde podamos
desarrollar nuestra capacidad colectiva de generación de conocimiento.
Después de todo el conocimiento orienta el comportamiento y el pensamiento;
de la misma manera ordena los procesos para la toma de decisiones de las
personas. Se trata de un fenómeno bastante complejo, el cual se ve
determinado por diversas variables según el campo, sea de la filosofía, la
sociedad, psicología, biología, etc.

La globalización no puede convertirse en un proceso de dominación de los que


tienen conocimiento sobre los que no lo tienen, por ello los gobiernos deben
instaurar políticas en las que los derechos de propiedad intelectual dejen de
primar sobre los derechos a la salud de los seres humanos, para que el
conocimiento científico module la inequidad derivada de las diferencias
culturales y de los distintos niveles de desarrollo, es necesario que éste sea
accesible tanto a profesionales como a ciudadanos.

Cuando hablamos de por qué es importante el conocimiento, podemos darnos


cuenta a través de sus características, que el mismo es esencial para la
constante evolución de las personas y para compartir el desarrollo de las
sociedades. Después de todo el conocimiento siempre es cultural, es decir, que
esta forma la cultura, y a su vez, a personas nutridas de información.
El poder de un pueblo descansa en el desarrollo de sus inteligencias. Quizá
nunca imaginamos porqué es importante para la vida de las sociedades el
acopio de conocimientos, no sólo científicos sino de todo tipo de sabiduría que
nuestra especie ha generado. Ya decía Bacón que el conocimiento es poder,
analizando esta máxima se sabrá si, en realidad aquella sentencia es una
verdad incuestionable.

El conocimiento destierra la ignorancia. Cuando vivimos en la ignorancia, al


no conocer el mundo, somos presa de errores vitales que nos conducen a una
vida difícil, llena de sacrificios, que incluso nos conducen a morir
prematuramente. Por ejemplo, cuando un ser humano carece de los
conocimientos básicos en el campo de la salud, al contraer una enfermedad,
recurre al brujo, creyendo que tal padecimiento es producto de circunstancias
mágicas y esta acción lo lleva a destruirse.

La ignorancia lo condujo a la superstición, de ahí la importancia del


conocimiento científico que le permitiría conocer la realidad, que lo apartaría
de los factores negativos. Miremos con claridad que la ignorancia y la
superstición son herramientas empleadas por los sistemas imperantes que
promueven en las masas tercermundistas aquellos factores o barreras que
impiden el progreso que las haría libres, organizadas, disciplinadas,
inteligentes y aptas para ejercer la democracia con plenitud, educadas,
urbanas, instruidas, cultas y felices.

El conocimiento es un elemento necesario para alcanzar el éxito, Don Benito


Juárez por su sabiduría alcanzó los más altos puestos públicos. El éxito social
guiado por la sola vanidad, no lo busca el sabio, pero llega por sí solo, pues,
una inteligencia equipada con los conocimientos suficientes, tarde o temprano
tiende a ser reconocido y ubicado en el lugar que le corresponde.. Sin
embargo, no todos piensan en la misma dirección y solo persiguen la fortuna
que el conocimiento también les otorga, por lo que es necesario que el saber se
finque sobre bases éticas, morales, sociales y anímicas positivas,

Otro atributo que el conocimiento da, es el de hacer poderosas a las naciones:


el país que promueve a sus inteligencias y las dota con el acopio suficiente de
conocimientos, llega a alcanzar un enorme poder, pues la inteligencia y el
conocimiento provocan el surgimiento de un avance hacia el progreso casi sin
límites y no precisamente un poder bélico, sino propicio para tener un pueblo
bien alimentado y mejor vestido, con un hogar cómodo, y una familia
satisfecha, con buenas perspectivas para los hijos y para una vejez digna, que
contribuyó, a su vez, en el progreso de su nación, lo cual vaticina un devenir
sin mayores sobresaltos.

Tenemos el ejemplo de Japón, nación que no posee arma atómica y que sólo
con sus inteligencias y el acervo de conocimientos que atesora ha alcanzado
un poder económico inmenso. Aún la bomba atómica que fue creada por la
mente del hombre dotado de conocimientos bastos es obra de la inteligencia,
pero esa energía, bien utilizada y bien manejada en todos sus aspectos podría
dar buenos frutos, sin peligro. Aquí es donde interviene la aplicación de la
ética, de la moral, del control de las ambiciones y del amor a la humanidad.

Otro ejemplo sería la nación estadounidense, poderosa no por su arma


atómica, sino por sus inteligencias que le han dado un brillo singular.
¿Quiénes crearon la electricidad, el telégrafo, el teléfono, la computadora, la
imprenta, la penicilina, etc. sino las inteligencias que bebieron de la fuente:
del conocimiento? Esto demuestra que la inteligencia sin conocimiento es
nula. ¿Quién puede negar el valor supremo del conocimiento que es la base
del avance de las inteligencias y por lo tanto de los pueblos del mundo?
Hombres esforzados, que no perdieron el tiempo y que sus sociedades de
alguna manera les abrieron el camino, creando las condiciones idóneas para
que lograran todas sus aspiraciones, aspiraciones que son las mismas que las
de todo el género humano. De ahí que, reitero, el conocimiento eleva a un país
ayudando a la solución de sus problemas complejos y también dotándolo de
bienestar y satisfacción.

Las necesidades del ser humano y de la sociedad, han promovido la búsqueda


del conocimiento para ser creativo. Los países que desarrollan la ciencia, la
cultura y el arte están a la vanguardia. Los pueblos que no se han preocupado
por darle mayor importancia a la preparación de la inteligencia de sus
ciudadanos, quedan rezagados. Los pueblos avanzados lo son, porque sus
políticas van encaminadas a apoyar en todos sentidos a sus ciudadanos, sobre
todo, les brindan el acceso a las fuentes del conocimiento para hacer realidad
la formación de personalidades eficientes. Por las anteriores razones pongo a
consideración que Bacón no estuvo equivocado en afirmar en su frase célebre
que le hizo inmortal: “El conocimiento es poder”.

También podría gustarte