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Escuela de Psicología

Magíster en Clínica Psicoanalítica con Niños y Jóvenes

ANALISIS TEORICO DE “SOSTÉN, MANIPULACIÓN Y PRESENTACIÓN


DE OBJETO”, TÉRMINOS WINNICOTTIANOS.

Tesis para optar por el grado de Magíster en Clínica Psicoanalítica con


Niños y Jóvenes.

Autora: LUCIA ISABEL TOSCANO VITERI

Profesora Guía: Gisela Forer, Mg. Psicología Clínica, Psicoanalista.

Santiago de Chile, Chile

28 de Julio, 2015

i
DEDICATORIA

A mi amor Carlos, a mis padres y a mis hermanos.

ii
AGRADECIMIENTOS

A todas aquellas personas involucradas en este camino de escritura y


aprendizaje. Mi profesora guía, Gisela, quien con tiempo y paciencia me
ayudó a sacar adelante el texto. A mis compañeros, de quienes aprendí
mucho a lo largo del Magíster. A mis pacientes, ya que ellos son la base de
mi lectura, mi clínica, mi pensamiento. A Carlos, mi amor, quien con una
palabra, un abrazo, un beso, estuvo siempre a mi lado.

iii
TABLA DE CONTENIDO

1 INTRODUCCIÓN ..........................................................................................................1

2 PROBLEMA DE INVESTIGACIÓN ...........................................................................3

2.1 Presentación del problema de investigación ..............................................3

2.2 Objetivos ..............................................................................................................6

2.2.1 Objetivo general ............................................................................................6

2.2.2 Objetivos específicos ...................................................................................6

2.3 Hipótesis de trabajo ...........................................................................................6

3 CAPITULO 1 .................................................................................................................8

3.1 Donald Winnicott: sostén, manipulación y presentación de objeto. .....9

3.1.1 Sostén ..........................................................................................................12

3.1.2 Manipulación ...............................................................................................14

3.1.3 Presentación de objeto ..............................................................................15

3.2 Lecturas contemporáneas de Donald Winnicott ......................................17

4 CAPITULO II ...............................................................................................................38

4.1 Javier ...................................................................................................................39

4.2 Laura....................................................................................................................47

5 MARCO METODOLÓGICO......................................................................................56

6 CONCLUSIONES.......................................................................................................58

7 BIBLIOGRAFÍA ..........................................................................................................67

iv
RESUMEN

El trabajo de tesis presentado a continuación se basa en una investigación


teórica sobre el pensamiento de Donald Winnicott y la pertinencia de este en
la clínica actual. La investigación nace a partir de la pregunta sobre el lugar
de este desarrollo teórico en el trabajo clínico con niños, a partir de los
conceptos de sostén, manipulación y presentación de objeto.

Se realiza un recorrido a través de los conceptos, establecidos por


Donald Winnicott, pensando continuamente en las posibilidades que esto
permite en el trabajo con los niños y sus padres.

Se realiza un análisis de cómo en ciertos momentos del desarrollo y la


relación que tiene el niño o niña con su ambiente, influyen al momento de
actuar o ser en esa realidad exterior a la que continuamente el sujeto se está
adaptando.

Además de estudiar a profundidad los escritos de Donald Winnicott,


se procura hacer un acercamiento a escritores contemporáneos que han
trabajado su obra, que son un aporte al trabajo que se pretende realizar.

Se presentan sobre el final dos casos clínicos, trabajados por la


autora, en situaciones distintas que permiten afianzar los conocimientos
adquiridos y presentar el desarrollo de la teoría en la práctica.

Palabras clave: sostén – manipulación – presentación de objeto –infancia.

v
ABSTRACT

The thesis presented below, is based on a theoretical investigation of


the thought of Donald Winnicott and the relevance of it in current clinical
work. The investigation begins with a question about the place of this thought
in the work with children, and the possibility of think about them from the
concepts of holding, handling and object presentation.

The theoretical course is made through the concepts introduced by


Donald Winnicott, previously named, continually thinking in the possibilities
that this labour allows in the work with children and their parents. It’s an
analysis of how certain moments in the development and the relationship
children have with the environment, influence them on how to behave or how
to adapt to external world.

Besides studying in depth the writings of Donald Winnicott, it seeks


important to make an approach to contemporary writers that have studied his
texts and how this can be an input to the development of the thesis.

Finally, there is a presentation of two clinical cases, treated by the


author, in different situations that let strengthen the acquired knowledge and
the relation between practice and theory.

Key words: holding – handling – object presentation – childhood.

vi
1 INTRODUCCIÓN

A continuación se presentará un trabajo de tesis teórico, que tiene como


objetivo analizar teóricamente los conceptos de sostén, manipulación y
presentación de objeto en el trabajo clínico infanto juvenil.

Se plantea el estudio de tesis ya que en la práctica clínica se observa


continuamente a niños que son derivados a recibir atención psicológica
debido a diversas dificultades, ya sea por falta de atención, problemas de
conducta, dificultad para permanecer en el aula de clases, entre otras. Se
reciben mayoritarimente, demandas de profesores y padres que refieren una
inquietud excesiva inquietud motora en niños junto a dificultades para
establecer relaciones interpersonales adecuadas.

Por otra parte, se considera importante para el trabajo clínico


continuamente pensar en las posibilidades de intervenir de manera
beneficiosa para el niño o niña, estudiando diversos puntos de vista,
diversos autores, cuyos planteamientos permitan abrir discusiones sobre las
posibilidades de tratamiento. Considerando que Winnicott se aproxima a la
psicopatología analizando la relación primaria del niño con su madre, resulta
interesante pensar y relevar los conceptos trabajados por él.

Winnicott en sus textos, habla de la madre como la que brinda los


primeros cuidados al bebé, no desmereciendo el trabajo que realiza el padre
de permitir que ella logre desarrollar de manera adecuada el cuidado del
hijo. Reconoce además que existen varias posibilidades que un bebé sea
cuidado por otro familiar que no sea la madre biológica. A lo largo de su
trabajo él realiza estas aclaraciones en función que se pueda entender lo
específico de su desarrollo en tanto las primeras relaciones del infante.

Cabe tener en cuenta que para Winnicott, lo ideal desde el inicio de la


vida es que el ambiente facilitador se organice inclusive antes del nacimiento
del bebé, de manera que el pequeño ser humano tenga posibilidades de
acercarse a la salud mental. El autor concluye lo anterior, luego de un largo
periodo de observación de bebés en la Unidad Neonatal del “St. Mary
Hospital”, en Inglaterra.

1
Considerando lo anterior, se propone un trabajo destinado a analizar tres
conceptos fundamentales en la teoría winnicottiana, la manipulación, sostén
y presentación de objeto (handling, holding, object presentation). La
profundización de estos conceptos, su evolución desde Donald Winnicott
hasta nuestros días, serán considerados a modos de ejes de la
investigación.

Con la elaboración de esta tesis, se busca además, generar hipótesis de


trabajo clínico, que permitan pensar en la importancia que tendrían en la
actualidad los conceptos previamente mencionados. Para lo cual, se realiza
un estudio de textos escritos por Donald Winnicott, además de otros autores
como Augusto Abello Blanco, Ricardo Rodulfo, Jan Abram, entre otros,
quienes en sus escritos también han centrado su atención en el desarrollo
del vínculo madre – hijo, generándose así una lectura desde distintos puntos
de vista.

La tesis se trabajará de manera cualitativa, es una tesis teórica, que se


caracteriza por la profundización de los conceptos centrales. Se divide en
dos capítulos extensos. El primero, presenta el trabajo de investigación de la
teoría, en el que además de los planteamientos realizados por Donald
Winnicott es posible para el lector extraer pensamientos de autores más
contemporáneos que han actualizado en su clínica las concepciones
winnicottianas. Algunos de ellos trabajando desde un enfoque relacional,
poniendo el acento en el vínculo y las relaciones del sujeto con el mundo,
mientras por otro lado se abarcan dichos conceptos desde el psicoanálisis
más tradicional.

El segundo capítulo ejemplifica el trabajo teórico, a través dos ejemplos


de casos clínicos. Allí se establecen relaciones teóricas, procurando analizar
el vínculo de las madres con sus hijos. Cabe decir, que este capítulo pone
en marcha un proceso de pensamiento importante al buscar generar
hipótesis de trabajo a través de las viñetas presentadas.

Al final, se trabajan las conclusiones a las que la autora llega después de


la profundización de los conceptos de sostén, manipulación y presentación
de objeto.

2
2 PROBLEMA DE INVESTIGACIÓN

2.1 PRESENTACIÓN DEL PROBLEMA DE INVESTIGACIÓN

El tema de investigación nace a partir de una pregunta en la clínica sobre


las posibilidades de abordaje de niños diagnosticados con problemas
atencionales. En torno a este tema, hay muchos desarrollos los cuales
abarcan distintas perspectivas. Una de las tendencias más marcadas es el
discurso médico, el cual fundamenta principalmente el trabajo en un manual
de atención para la salud mental, denominado DSM 5. En él se establece
una minuciosa clasificación en la que el Trastorno por déficit de atención
con hiperactividad tiene un apartado propio, subdividiéndose en las
siguientes categorías o clasificaciones:

- Hiperactividad e impulsividad.

- Otro trastorno por déficit de atención con hiperactividad.

- Trastorno por déficit de atención no especificado.

Caracterizados principalmente por la impulsividad, la desatención y/o


hiperactividad. El manual establece además que el profesional de la salud
mental, para confirmar un diagnóstico debe:

- Constatar el tiempo de aparición de los síntomas, (deben existir seis o


más síntomas por al menos seis meses en el caso de los niños, los
adultos o adolescentes deberían presentar al menos cinco síntomas).

- Verificar si hay una presencia combinada de los mismos, o si hay


más énfasis en la inatención, impulsividad o hiperactividad.

- Cerciorarse si en los últimos seis meses algunos de los síntomas ha


remitido y diferenciar si el trastorno es de gravedad leve, moderada o
severa. (Asociación Americana de Psiquiatría, DSM 5, 2014).

Frente a esta manera de comprender y diagnosticar comportamientos


que el DSM- 5 define como perturbadores en la infancia, un sector del
psicoanálisis ha generado nuevas conceptualizaciones y opciones clínicas,
que se ofrecen como alternativas de trabajo con niños -que por alguna u
otra razón- presenten dificultades para atender. Los psicoanalistas que
integran este grupo, proponen un acercamiento que se desliga de la
3
psicopatologización de la infancia, distinguiendo hipótesis clínicas fértiles
para el trabajo, capaces de reemplazar las certezas rotundas: “… la
psicopatología supone un saber sobre el sufrimiento humano. Ese saber
sobre el sufrimiento es hipotético, dinámico, si la psicopatología se
transforma en una certeza se psicopatologiza” Abana P. (2012).

O como lo piensa la psicoanalista argentina Beatriz Janín, quien busca


poner el acento en la importancia de tener distintas miradas frente a una
sintomatología parecida: “… un mismo trastorno (o síntoma) puede aparecer
en estructuras psíquicas muy diferentes. Es decir, no hay correlación entre el
síntoma y la estructura.” (Janín B., S. F., Pg. 1)

De este modo, las conductas disruptivas de los niños, comienzan a ser


leídas como vías de entrada para el entendimiento del mundo interno del
infante, a quien se lo piensa como un sujeto de palabra, que tiene algo que
decir en torno a lo que le ocurre.

Esta postura, no pretende remitir todas las dificultades atencionales a


variables de carácter intrapísquicas. Mas bien, pone el énfasis en el sentido
de los síntomas, considerando además la injerencia de otro tipo de variables:
el contexto, lo biológico, la relación del niño con su sus pares, el desarrollo
escolar, etc. Cada uno de estos elementos, integrados a la historia del
sujeto, son los que permiten una aproximación a las dificultades que pueda
estar viviendo un niño.

Ahora bien, para Winnicott y sus seguidores, la historia vincular del niño
con su madre constituye un factor fundamental y es precisamente por esta
razón que se justifica la realización de una investigación dirigida a contestar
la siguiente pregunta:

¿ Cuáles son las características del vínculo madre/hijo que se pueden


observar en niños o niñas en diversos contextos clínicos, a través del
análisis de los conceptos de manipulación, sostén y presentación de
objeto?

Cabe decir, que en el universo de tesis de la Universidad Alberto Hurtado,


no se han encontrado estudios teóricos parecidos, lo que aporta un matiz
nuevo en la revisión y profundización de corrientes psicoanalíticas, no sólo
para el estudio o tratamiento de niños diagnosticados con déficit atencional
con o sin hiperactividad, sino para el universo de casos clínicos que llegan
día a día a consulta psicológica.

4
Existe una tesis en la Universidad de Chile llamada: “Vínculo que
establece la diada madre hijo en niños hombres de 6 a 12 años con trastorno
de la identidad de género”, para optar al título de Magíster en Psicología
Clínica, mención infanto juvenil. En él la autora, Isolda Ximena Muñoz, hace
un recorrido teórico que inicia con el desarrollo psicosexual escrito por
Sigmund Freud y posterior a eso recorre diversos autores, entre ellos
Winnicott, en el que desarrolla la relación madre – hijo, explicando el
proceso de la dependencia a la independencia concluyendo que tanto la
madre como los otros significativos serán fundamentales para la constitución
del psiquismo del bebé y su identidad sexual.

Por otro lado, existe un trabajo del SENAME, del año 2006 que trata sobre el
perfil de las familias adoptivas chilenas, durante los últimos diez años, y
explora los mecanismos de la selección de postulantes a adopción en base a
la experiencia de organismos extranjeros. En dicho trabajo, existe un
postulado que habla teóricamente de lo que refiere Winnicott sobre la
funciónmaterna y la importancia de esta en el desarrollo del psiquismo del
niño, refiere además que la familia extendida y las instituciones son de suma
importancia almomento de contener a la madre y al niño, de manera que se
vuelven importantes para el desarrollo del ser humano. Esto para de a poco,
dar paso a la evaluación que se realiza de las familias adoptantes, teniendo
en cosnsideración que los niños susceptibele de adopción habrían tenido
una experiencia previa de abandono. Refiere el autor del texto, la
importancia de evaluar el deseo que el madre o el padre del niño susceptible
de adopción tiene, por ejemplo refiere que es importante que estos padres
hayan renunciado al deseo del embarazo, el parto, la lactancia. La
capacidad emocional de estos padres, que puedan procurar cuidado, afecto
y compañía al niño o niña a lo largo de su crecimiento. Hay una pérdida de la
paternidad biológica, por lo que se propone indagar a profundidad qué
ocurre con estos padres.

En el año 2012 Leonardo Madeiros, hace un trabajo titulado: “Winnicott


hoy día: Consideraciones psicoanalíticas acerca de las nuevas Bases
Técnicas del Sename sobre adopción”, para la revista de Psicología de la
Universidad de Chile, este es un trabajo crítico sobre las nuevas bases
técnicas del SENAME, refiere el autor que ciertos conceptos winnicottianos
son reinterpretados por estas bases, por ejemplo el de “objeto transicional”,
para darle una base técnica, el cual para el autor viene a ser un
reduccionismo de los escritos de Winnicott, considerando que para él no hay
una técnica homogeneizable para todos los casos.

5
Se encuentra además una tesis de la Universidad de Chile, en el que el
autor, Sebastián León, hace el análisis de “El complejo paterno”, a partir de
las contribuciones de Lacán, Freud y Winnicott. Profundizando en el rol del
padre en una sociedad patriarcal.

2.2 OBJETIVOS

2.2.1 OBJETIVO GENERAL

Analizar las características del vínculo de niños/as, con sus cuidadores


primarios, revisando los conceptos winnicottianos de sostén manipulación y
presentación de objeto, que contribuyen en la clínica.

2.2.2 OBJETIVOS ESPECÍFICOS

 Describir la manera en que se producen la manipulación, el sostén y


la presentación de objeto en la relación vincular madre/hijo.

 Analizar teóricamente dos casos clínicos que permitan dar cuenta de


la importancia de dicho marco teórico.

 Generar hipótesis clínicas a partir del recorrido teórico y el análisis de


casos.

2.3 HIPÓTESIS DE TRABAJO

La hipótesis principal del trabajo a continuación es la siguiente planteada


a modo de pregunta: ¿Cuáles son las características del vínculo
madre/hijo que se pueden observar en niños o niñas en diversos
contextos clínicos, a través del análisis de los conceptos de
manipulación, sostén y presentación de objeto?

6
Apoyada de las siguientes preguntas directrices que acompañarán y
direccionarán el desarrollo de la presente tesis. ¿Qué características del
vínculo madre/hijo contribuyen al análisis de casos de niños y niñas en el
área clínica? ¿En qué podría ayudar al tratamiento de niños y niñas la
profundización en los conceptos de sostén, manipulación y presentación de
objeto? ¿Son relevantes desde el punto de vista del psicoanálisis, enfocado
al trabajo con niños y adolescentes, los conceptos de sostén, manipulación y
presentación de objeto?

7
3 CAPITULO 1

Marco Teórico

A continuación se realizará un recorrido teórico y conceptual de los


fundamentos que han llevado a la escritura de la presente tesis. Cabe
recordar, que la investigación a continuación, se desarrolla a partir de un
interés clínico de la autora en pensar distintos caminos en el tratamiento de
niños referidos por presentar problemas atencionales a nivel escolar.

Por otra parte, está el interés en la conceptualización teórica y el


conocimiento profundo, que se ha suscitado para la autora, a partir de los
escritos de Donald Winnicott. El autor nombrado, realiza conferencias, da
entrevistas, escribe sobre sus casos clínicos, etc., haciendo una transmisión
continua de sus postulados. Cabe situar su escritura alrededor de los años
30 en adelante, estando gran parte de ella influenciada por la participación
del escritor durante la primera guerra mundial.

Winnicott se habría interesado en el trabajo con niños a partir de su


carrera como Pediatra, para después convertirse en Psicoanalista,
estudiando los vaivenes intrapsíquicos de sus pacientes. Las observaciones
que él realiza en tanto la diada madre/hijo, tanto en el hospital como en el
trabajo clínico individual, le permiten teorizar, hipotetizar y generar
conceptos sobre los cuales asienta el desarrollo de su carrera.

Se considera fundamental explorar líneas de reflexión en torno a la


psicopatologización de la infancia, enfocándose en la realidad actual de los
niños y niñas, abordando distintos factores concernientes al contexto en el
que crece cada uno. Es por esto que se pretende dirigir la investigación
propuesta a través de un tema que invite a los interesados a discutir y
evaluar la importancia de la teorización de los conceptos de sostén,
manipulación y presentación de objeto.

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3.1 DONALD WINNICOTT : SOSTÉN, MANIPULACIÓN Y PRESENTACIÓN DE
OBJETO.

Donald Winnicott a lo largo de su trabajo teórico postula constantemente


la importancia de un “ambiente facilitador” para que el niño pase de un
estado inicial de dependencia absoluta a un estado de independencia,
logrando así alcanzar la salud mental. Todo esto, gracias al cuidado de una
madre “suficientemente buena”. Dice el autor, que la madre de manera
“natural” se adapta a las necesidades del niño, fisiológicas y psíquicas,
desde los primeros momentos de vida.

El niño y la madre atraviesan por diferentes momentos, en los que a


medida que el pequeño crece la madre lo frustra, de manera tan cuidadosa
que evita se produzca algún quiebre psíquico en el infante, logrando de esta
manera para el niño un permanente sentido de seguridad y pertenencia en el
mundo.

Esta adaptación a los procesos de la maduración del infante es


sumamente compleja… es la propia madre la que constituye el
ambiente facilitador. […] Lo que el infante necesita es
exactamente lo que suele lograr: el cuidado y la atención de
alguien que sigue siendo él mismo. […]El infante sólo puede
encontrar una presentación libre de confusiones de la realidad
externa si lo cuida un ser humano consagrado a él y a la tarea de
atenderlo. (Winnicott D., 1963)

Winnicott explica que a lo largo del crecimiento del niño, se van


generando diversos procesos en su mundo interno, que tienen que ver con
la posibilidad que la madre le entrega al infante, de “seguir siendo” en todos
los niveles de desarrollo. La formación del yo, del modo en que lo ve el
autor, tiene que ver con esta díada madre-bebé. El yo de la madre funciona
como “yo auxiliar” en las etapas más tempranas para ir fortaleciendo al yo
del bebé, hasta que este al fin logra diferenciar un “yo” de un “no-yo”,
estableciendo como límite con el mundo exterior, la piel, estructurándose
también un yo corporal.

El yo se basa en un yo corporal, pero sólo cuando todo marcha


bien la persona del bebé empieza a estar vinculada con el cuerpo
9
y las funciones corporales, con la piel como membrana limitadora.
[…] El yo inicia las relaciones objetales. Con un quehacer materno
suficientemente bueno al principio... (Winnicott D., 1962, pg. 998)

Casi sincrónicamente, aparece el “self”, que da cuenta de ese sentido de


unidad que adquiere el bebé, sintiéndose uno sólo, perteneciendo a su piel,
se integra, se diferencia. “…Ha empezado a establecer un self, una unidad
que está contenida físicamente dentro de la envoltura corporal de la piel y, a
la vez, está integrada psicológicamente.” (Winnicott D., 1962, pg. 358).
Winnicott piensa que si hubiese un fallo en el ambiente facilitador, surge un
“falso self”, el que se adapta al mundo exterior a modo de defensa, para
proteger al “verdadero self” de los ataques externos y de la posibilidad de
desintegrarse, evitando así que el sujeto caiga en una profunda angustia.

Para Donald Winnicott, uno de los logros que adquiere el individuo,


cuando el ambiente ha sido “suficientemente bueno”, es el “vivir
creativamente”. Tiene que ver con una sentimiento continuo que tiene el ser
humano de “ser”, de disfrutar su estar en el mundo, “La creatividad es, pues,
la conservación durante toda la vida de algo que en rigor pertenece a la
experiencia infantil: la capacidad de crear el mundo” (Winnicott D., 1970, pg.
1964). Es la experiencia de sentirse vivo, experiencia ligada a los orígenes
de la vida cuando el niño es capaz de crear el mundo y para después de un
tiempo darse cuenta que el mundo está ya disponible para que él pueda
seguir creando. Vivir con creatividad para el autor remite al dejarse
sorprender por pensamientos, por momentos, pequeños y grandes que
están en el ser, que se encuentran en esa zona intermedia, que le permite
al sujeto, hacer de una experiencia interna algo externo.

Ser creativo no es lo mismo que la “creación artística”. Para ella se


despliega un talento que no está al alcance de todos, los artistas pueden o
no vivir creativamente desde la visión winnicottiana. El vivir creativamente es
una experiencia que se hace necesaria a todos los seres humanos y que no
está empezada ni terminada en la primera infancia, tiene allí su origen y el
sujeto debe poder conservarla a través del tiempo.

Por otra parte, está el trabajo que Winnicott realiza sobre la “zona
intermedia”, entendiéndose que es aquella en la que todos nos encontramos.
Es la “zona” del vivir, es aquella que está entre los psíquico y lo exterior.
Winnicott describe tres zonas, la primera hace referencia a la realidad
psíquica del sujeto, “A partir de esta realidad psíquica personal es que el
individuo “alucina” o crea” o piensa las cosas o las “concibe”. (Winnicott D.,

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1959, pg. 77). Sobre la segunda zona Winnicott dice que tiene que ver con lo
exterior, con ello que es “distinto de mi”, aclarando que: “… los bebés y los
niños y los adultos traen hacia dentro suyo la realidad exterior, como ropaje
para revestir sus sueños, y se proyectan en los objetos y personas externos
enriqueciendo la realidad exterior mediante sus percepciones imaginativas”.
(Winnicott D., 1959, pg. 77). La tercera zona, la “zona intermedia”, sería en
la que nos encontramos todos, es la que corresponde a los fenómenos
transicionales, fenómenos que se espera hayan sido vivenciados
satisfactoriamente, así el bebé se vuelve capaz de crear símbolos,
representaciones, presencias – ausencias. “… una zona del vivir que
corresponde a los fenómenos transicionales del bebé y en verdad deriva de
éstos”. (Winnicott D., 1959, pg. 77).

En términos terapéuticos podemos pensar a esa zona intermedia como la


que se presenta entre el terapeuta y el niño al momento de jugar, esa zona
en la que el niño se acomoda y en la que empieza a soñar, a pensar, a
imaginar, a proyectar su mundo interno, desplegando ya sea lo bueno o lo
malo que se encuentra en él. Eso que precisamente se desarrolla con el
juego, en ese playing que Winnicott describe magistralmente, en el que los
juguetes no existen por sí mismos, sino por lo que el niño es capaz de hacer
con ellos, por las funciones que les otorga, volviendo a ser “omnipotente” por
un momento determinado.

Después de haber descrito a grandes rasgos algunos de los temas


fundantes en la teorización winnicottiana, se profundizará sobre los
conceptos propuestos al inicio del texto. Buscando además, el entendimiento
del pensamiento winnicottiano sobre el desarrollo humano. “No podemos
describir al bebé, si no describimos al ambiente.” (Winnicott D., 1969).

Winnicott a través de su observación clínica postula tres funciones de la


madre que son vitales en el desarrollo tanto físico como psíquico del bebé,
que además son funciones que son parte de lo propio de ser mamá cuando
esta experiencia se vive de manera “natural”.

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3.1.1 SOSTÉN

Donald Winnicott postula que el sostén es una función que ejecuta la


madre desde el primer día de vida del recién nacido. Tal como su nombre lo
indica, se refiere a brindar un lugar seguro al bebé a través del esfuerzo que
realiza la madre.

El fin es que el bebé sea sostenido por un ambiente que le haga dar
cuenta de a poco de su existencia, que le procure los recursos para tener
esta sensación por el resto de su vida a pesar de los peligros que existen en
el mundo exterior, peligros que no generen angustia excesiva. La madre,
protege al bebé tanto de los daños físicos como de los psíquicos, se encarga
de sostener al bebé e introducirlo al mundo.

Empleamos el término "sostén" para denotar no sólo el sostén


físico del infante, sino también toda la provisión ambiental anterior
al concepto de vivir con... El sostén, aunque comienza antes,
después se superpone con las experiencias instintivas que con el
transcurso del tiempo determinarán las relaciones objetales.
(Winnicott D., 1961, pg. 1575).

Winnicott propone a lo largo de su teorización, al sostén como de los


periodos más importantes en la vida del ser humano, ya que a través de este
proceso el infante lograría la integración del yo, atravesaría el narcicismo
primario, la etapa de autoerotismo y conseguiría la integración primaria. El
bebé estaría apto para reconocer su cuerpo diferenciándose del cuerpo de
los otros. “El infante se convierte en una persona, en un individuo por
derecho propio […]). La base de esta residencia es la vinculación de las
experiencias motrices, sensoriales y funcionales con el nuevo estado del
infante como persona”. (Winnicott D., 1961, pg. 1575).

Es en esta etapa en la que el infante logra generar esa sensación de


límite a través de su cuerpo, a través de la piel, como “membrana
limitadora”, etapa en la que logra diferenciar aquello que es “no-yo”, lo que
está fuera de sí.

A través del sostén, se producen diversos procesos psíquicos, el infante


comienza a generar una vida psíquica como tal, Winnicott dice que se
desarrolla:

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…el alborear de la inteligencia y el comienzo de la mente
como algo distinto de la psique. Allí se inicia la historia de los
procesos secundarios y del funcionamiento simbólico así como de
la organización de un contenido psíquico personal, que da base al
soñar y a las relaciones de vida. (Winnicott D., 1961, pg. 1576)

Es importante que todos estos procesos se establezcan adecuadamente


en el desarrollo de una vida “sana” en el infante, que se genere una base
segura para la existencia, son procesos que se mantendrán idealmente a lo
largo de la vida.

En el recorrido winnicottiano, lo que él denomina como “integración”, está


ligada al desarrollo del concepto de sostén, tiene que ver tanto con el
presente como con el futuro del ser humano, con la sensación de unidad del
bebé, si hay algo que irrumpa esta continuidad, Winnicott plantea que podría
enfrentarse el niño a una angustia sin límite:

Todas las fallas (que podrían producir angustia inconcebible)


generan una reacción del infante, y esta reacción corta el "seguir
siendo". Si el reaccionar que quiebra el "seguir siendo" se reitera
persistentemente, inicia una pauta de fragmentación del ser. El
infante con una pauta de fragmentación de la línea de continuidad
del ser tiene una tarea de desarrollo que casi desde el principio se
inclina hacia la psicopatología. (Winnicott D., 1962, pg. 998)

Se produciría un efecto contrario, el niño sentiría que existe por partes,


tendría una sensación de no – integración, de irrealidad, de inexistencia.

El análisis del sentido de integración cobra importancia en el proceso


terapéutico. Winnicott recomienda no perder de vista este punto, refiere que
el terapeuta se debe mantener alerta sobre lo que se va produciendo en
sesión, “La integración comienza en el mismo principio de la vida, pero en
nuestra labor jamás podemos darla por sentada. Tenemos que tenerla en
cuenta y vigilar sus fluctuaciones”. (Winnicott D., 1945, pg. 580).

La integración tiene que ver con la ubicación del sujeto en el tiempo y en


el espacio, nace a partir de las sensaciones que se procuran en el encuentro
con la madre a través del cual el bebé adquiere un sentido de existencia
propio. Como Winnicott la describe: “… la materia prima del narcisismo
primario”. (Winnicott D., 1962, pg. 998).

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3.1.2 M ANIPULACIÓN

La manipulación tiene que ver con el manejo que hace la madre del bebé
recién nacido. Con ese cuidado que se realiza de manera activa, tiene
directa relación con lo psicosomático, con el cuerpo, con la psique, con las
sensaciones. Cuando la madre toma al bebé, lo cambia, lo viste, lo baña, lo
acaricia, etc. “Sin una manipulación activa y adaptativa suficientemente
buena, realizar la tarea desde dentro bien puede resultar muy arduo, y quizá
demuestre que es realmente imposible que ese desarrollo de la interrelación
psicosomática quede adecuadamente establecido”. (Winnicott D., 1962, pg.
999). Este cuidado es fundamental, ya que permite vivir al niño la
experiencia del reconocimiento de su propio cuerpo a través del otro,
generándose así una adaptación adecuada de sí mismo. Si existiese algo
que falle en este momento de la manipulación, es probable que ocurra un
daño psíquico y el niño caiga en un estado de desconexión con el mundo
exterior. “…el riesgo de psicosis (esquizofrenia) tiene como base este
cuidado materno, que cuando es el correcto apenas se advierte y constituye
una prolongación de la provisión fisiológica característica del estado
prenatal.” (Winnicott D., 1961, pg. 1578).

La manipulación tiene que ver con la “personalización”, según lo postula


Winnicott en su texto de 1962, “La integración del yo en el desarrollo del
niño”, sin embargo allí no desarrolla con profundidad el tema. Lo realiza en
el año 1963, en el texto “Los casos de enfermedad mental”, y dice que la
personalización tiene que ver con la conexión que el individuo realiza entre
la psique y el soma, logrando sentirse persona en el propio cuerpo. Siendo lo
contrario de este estado el sentimiento de “despersonalización”, cuando la
persona siente que no está ligada a su cuerpo, se siente como en un cuerpo
ajeno, el yo del individuo se aleja del cuerpo, “… “despersonalización”
parece significar fundamentalmente una pérdida de la unión firme del yo con
el cuerpo, incluso con los impulsos y satisfacciones del ello”. (Winnicott,
1962, pg. 997).

Winnicott procura en el trabajo del clínico las funciones de sostén,


manipulación y presentación de objeto, dependiendo de las características
personales de los pacientes. También resulta importante lo que él como
terapeuta observe o escuche de los relatos que se hacen sobre los primeros
tiempos de vida del sujeto, postulaba que se puede realizar un trabajo

14
profundo a través de la transferencia. Estos cuidados pueden ser efectivos a
través de la palabra, del juego, de una escucha activa. “Un niño que no ha
experimentado cuidados preverbales en términos de sostén y manipulación
–de confiabilidad humana- es un niño deprivado. Lo único que por lógica
puede hacerse por él es prodigarle amor: amor en términos de sostén y
manipulación” (Winnicott, 1968, 973).

3.1.3 PRESENTACIÓN DE OBJETO

En términos winnicottianos la presentación de objeto tiene que ver en


primera instancia con ese objeto que presenta la madre al niño y que este
imagina que crea, para de ahí en un segundo momento generar relaciones
objetales. El niño en esta etapa atraviesa primero por la omnipotencia,
sentimiento que le permite creer que él crea el primer objeto proveedor y
además todos los otros objetos que existen a su alrededor, la madre se lo
permite, de este modo le entrega la posibilidad de sentirse real, vivo, de
existir.

La madre, poniendo en juego su capacidad de adaptación,


presenta el mundo al bebé de tal modo que éste recibe al
comienzo una ración de la experiencia de omnipotencia, lo cual
constituye una base apropiada para su posterior avenimiento con
el principio de realidad. (Winnicott, 1967, pg. 960).

La posibilidad del bebé de tener una relación adecuada con los objetos
externos a él, permite según Winnicott, tener una experiencia del vivir propia,
un sentido de existencia real, generar incesantemente mecanismos
proyectivos e introyectivos. Quien ha fracasado en esta etapa,
probablemente no será un individuo sano, hará un corte con la realidad,
probablemente no encontrará sentido a la vida, teniendo más bien un
continuo sentimiento de irrealidad, se podría hablar de alguien que no ha
conseguido crear su propio mundo.

En la enfermedad esquizoide, la formación de relaciones objetales


fracasa; el paciente se relaciona con un mundo subjetivo o es
incapaz de relacionarse con objetos ajenos al self. Ideas
delirantes confirman la omnipotencia. [...] En la salud, gran parte
de la vida tiene que ver con diversas clases de relaciones
objetales y con una alternancia entre la formación de relaciones
15
con objetos externos y con objetos internos. (Winnicott, 1967, pg.
960).

Los objetos que la madre presenta al niño en primera instancia son el


pecho, la leche, el biberón, esos objetos que el niño “llama” a través del
llanto y satisfacen sus necesidades fisiológicas, siempre y cuando haya la
participación del yo. “El yo inicia las relaciones objetales… el bebé no está
sometido a las gratificaciones instintivas, salvo en la medida en que haya
participación del yo”. (Winnicott, 1962, pg. 998).

La relación objetal, tiene que ver directamente con el comportamiento que


el objeto primordial tiene frente al bebé, ya sea si satisface o no sus
demandas, si lo frustra o no de manera adecuada, y lo que el bebé es capaz
de hacer con el objeto que le es presentado, cómo se relaciona con los
objetos externos e internos a partir de allí.

El infante se vuelve capaz de relacionarse con un objeto y de unir


la idea del objeto con una percepción de la persona total de la
madre. Esta capacidad para relacionarse con un objeto sólo se
desarrolla como resultado de una adaptación materna
suficientemente buena. (Winnicott D., 1963, pg.813).

Se puede concluir que los tres conceptos postulados por Winnicott, se


interrelacionan, trabajan en la psique de manera continua el uno con el otro.
Es importante entender que para Winnicott el factor ambiental es primordial,
por tanto desde esa postura, en el trabajo clínico se vuelve necesario
generar un espacio en el que se pueda entender cómo el niño se relacionó
con su cuidador primario. Es necesario tratar de rescatar esos primeros
momentos, de manera de poder hipotetizar sobre cómo estas relaciones
influyeron en la actualidad en el paciente.

16
3.2 LECTURAS CONTEMPORÁNEAS DE DONALD WINNICOTT

Resulta interesante para la continuación del trabajo de tesis, realizar una


lectura de diversos autores contemporáneos que han enfocado su postura
teórica en base a lo previamente expuesto sobre los conceptos elaborados
por Donald Winnicott.

Para comenzar, se hace un acercamiento a Ricardo Rodulfo,


psicoanalista argentino, quien ha hecho un extenso recorrido en el trabajo
clínico con niños, en su libro “El niño y el significante” (2008), ha retomado
conceptos de Lacan, Winnicott, entre otros, que han permitido ahondar en el
tema de la estructuración psíquica del niño a través de la contribución de la
función materna.

Rodulfo plantea, que el bebé irá adquiriendo significantes desde el día de


su nacimiento, pero para que esto suceda sin inconvenientes los padres
deberán brindarle ciertas condiciones. “El bebé tiene que trabajar y aún
luchar para adquirir significantes. Las funciones, parentales y otras, deben
auxiliarlo, brindándole las condiciones mínimas… si hubiera imposición de
significantes, si no se le permitiera hallarlos, fallaría lo esencial.” (Rodulfo R.,
2008, pg. 44) Con esta cita el autor da cuenta, de la importancia de un
ambiente facilitador, para un adecuado desarrollo psíquico del bebé,
desarrollo en el que Rodulfo profundiza cuando se dedica a observar en
terapia el juego que realiza el niño.

Para Rodulfo, el Otro en el desarrollo, con mayúscula como lo habría


escrito Lacan, es el lugar dónde el niño generará relaciones, armará
procesos psíquicos, se atribuirá significantes que lo identifiquen, “El cuerpo
del Otro es el yacimiento por excelencia” (Rodulfo R., 2008, pg. 70), con esta
contundente frase, Rodulfo señala la importancia que tiene la relación del
sujeto con el Otro desde el inicio de la vida. La misma que se constituye
desde los primeros días de vida, un psiquismo necesita del otro, depende del
otro. La madre es la primera persona que va al encuentro con el infante, es
quien va cargada de historia, de símbolos, quien permite al bebé adentrarse
en la familia y apropiarse de una historia transmitida por quienes lo rodean.
“… el cuerpo de la madre es el mito familiar […], si consideramos que el

17
cuerpo de la madre está habitado, compuesto, atravesado por (y que en él
están condensados) todos los mitos familiares…” (Rodulfo, 2008, pg. 71).

Si bien Rodulfo no hace referencia a una madre “suficientemente buena”


en términos explícitamente winnicottianos y agrega que la provisión de
significantes no está a cargo solamente de ella, plantea que es necesario
que al momento del nacimiento del pequeño, la madre atraviese por una
etapa transitoria de enamoramiento hacia el niño. “Si fracasa esa falización,
no hay con qué hacer un cuerpo, al no haberse transferido, endosado,
narcisismo del Otro, al pequeño otro”. (Rodulfo, 2008, pg. 82). Invita así al
lector, a pensar en las posibilidades que la madre otorga al pequeño durante
los primeros encuentros, a través de las miradas, las caricias, las palabras,
lo imaginado, lo deseado.

Ricardo Rodulfo teoriza profundamente sobre la sensación que el niño


adquiere de tener un cuerpo y no partes diferenciadas de él. Concuerda con
Winnicott en que el pasaje de un estado de no integración a integración
permite al ser humano sentirse como una unidad, consolidándose el cuerpo
durante la primera infancia, a través de las intervenciones del Otro. “Ese
estado de no integración, se sostiene bien en la medida en que acudan
funciones que aporten la integración faltante…”. (Rodulfo, 2008, pg. 130). El
autor da especial énfasis a las rutinas que se planifican para el bebé
diariamente, habla de estas como la construcción de superficies propias a
través del Otro que dona algo de sí mismo para generar esta unidad.

Es importante que exista ese Otro que elabore rutinas, que construya
junto al pequeño cotidianidades que le permitan paulatinamente ingresar al
mundo sintiéndose como uno. Si se piensa en términos winnicotianos, podría
este trabajo teórico de Rodulfo, leerse como una aproximación a los
conceptos de sostén y manipulación. “Las rutinas que un bebé necesita
suponen ciertas regularidades y ciertas previsiones […]. Las rutinas son
otros tantos nombres de la fabricación de superficies: cabe al Otro primordial
ofrecer por medio de ellas los medios para armar una cotidianeidad”.
(Rodulfo, 2008 R., pg. 132). Las rutinas generan la sensación de
continuidad, de armado, de reconocimiento del mundo. Ese mundo que en
un inicio se habría presentado como nuevo, de a poco se va haciendo
reconocible para el bebé, va asegurando su estadía en él, se apropia de él,
lo crea.

18
Rodulfo, habla de la dependencia del bebé, por lo tanto de la importancia
de poder sostenerlo, aunque al principio el bebé no lo sepa, mientras va
adquiriendo el proceso de independencia, dice que:

Hay que pensar que la dependencia del bebé es tan extrema y


polimorfa…. Que la única forma de soportarla es que no sea
requerido a tomar conciencia de ella hasta no haber logrado cierto
mínimo de autonomía. La función estructurante de la
omnipotencia temprana es justamente en tanto protege al infans
de percatarse tan precozmente de que es Otro el que lo sostiene y
que ese otro podría desaparecer… (Rodulfo R., 2008, pg. 143)

Vale decir, que el criterio con el que el autor trabaja pensando en el


bebé, tiene que ver con una función ambiental que estructura, que organiza,
que idealmente ocurre en una temporalidad y un espacio adecuados, que
sirven de protección al bebé mientras está listo para sentirse como uno
separado del otro.

Continuando con el recorrido teórico, se encuentra la psicoanalista


norteamericana, Joyce Anne Slochower. Ella, se ha interesado en el trabajo
de Winnicott releyendo sus textos desde un enfoque de la clínica relacional,
tal como lo relata en su libro “Holding and Psychoanalysis” (Sostén y
Psicoanálisis), en el cual explicita cómo utilizar el concepto de sostén
(contención) como parte del la dirección de la cura.

La autora se interesa en el concepto de holding, ya que para su trabajo


clínico ha sido fundamental en ciertos casos. Refiere que en el estudio del
psicoanálisis se ha pasado muchas veces por alto, la contención, el sostén
que un terapeuta hace con un paciente, a pesar de la importancia
terapéutica de este procedimiento. “La buena disposición de la analista para
generar contención en el entendimiento del proceso de la paciente, así como
en su propio proceso es, desde mi punto de vista, un aspecto esencial y
muchas veces pasado por alto”1. (Slochower J., 1996).

La analista, propone en su texto la utilización del término “ausencia


relativa”, dando cuenta de la posición que asume el analista de estar
disponible para el paciente, poniendo en suspenso su propia subjetividad,
pero al mismo tiempo estando allí para cuando él o ella la necesiten. La
finalidad de permanecer en este estado, sería la de otorgar al paciente un

1
Traducción no oficial del texto, “Holding and Psychoanalysis” de la autora Joyce Anne Slochower.

19
espacio de contención, un lugar seguro, para que este logre decir algo de sí
mismo, que logre “ser”.

Slochower, constantemente llama a pensar que en el trabajo que se


realiza durante las sesiones se superponen dos subjetividades, por lo tanto
allí está la inter-subjetividad en juego. Este trabajo está íntimamente ligado,
a las experiencias con las que llega el paciente y las propias experiencias
del analista, sumándose al trabajo terapéutico que este haya hecho sobre sí
mismo. Además, es desde ahí dónde se decidirá interpretar o no. Depende
lo que ocurra en ese encuentro terapéutico.

La autora, utiliza el término “holding” en un sentido amplio de la palabra,


no lo piensa únicamente como la posibilidad que el paciente sea visto como
un “bebé” y la terapeuta se posicione como “madre”, refiere que se puede
pensar al paciente también como un adulto, y el analista ubicarse en ese
lugar también. Disponiéndose en el espacio terapéutico como un
“contenedor” de emociones, adecuándose a las necesidades de cada
paciente.

Respecto de la “función terapéutica del holding”, la autora agrega: “…


visualizo el proceso de holding en el tratamiento psicoanalítico como una
experiencia afectiva real y como una metáfora que puede ser útil en describir
una dimensión central del trabajo entre la paciente y la analista.”2 (Slochower
J., 1996). Lo principal para la analista, sería brindar al paciente un espacio
protector, resguardado, procurando que el estado emocional, afectivo de la
terapeuta no interfiera en el proceso. Explica, que cada analista es quien
decidirá si es o no capaz de llevar un proceso de holding en la terapia,
reconoce que no a todos les parecerá adecuado y asegura que los límites
sólo los puede poner el terapeuta en concordancia a la situación del
paciente.

La autora refiere que los momentos de “holding” en terapia, tienen que


ver con la “buena voluntad” del analista, incluso de no interpretar, no
entregar significados otros a los relatos del paciente, ya que en ciertas
oportunidades esto puede ser tomado como una amenaza. El holding tiene
que ver con esa capacidad de escuchar, de esperar, de manera que el
paciente no sienta que hay intromisión alguna en su narración. Hay otros

2
Ibid, en adelante referencias serán de traducciones no oficiales, los textos originales se encuentran
escritos en inglés.

20
momentos en los que el analista sí hace una interpretación que tiene que ver
con contener al paciente.

“…, en otros momentos un proceso de holding puede ocurrir al


mismo tiempo que uno interpretativo. Esto se da especialmente
cuando la interpretación de la analista puede en si misma
funcionar como un contenedor para la experiencia de la
paciente…, la función analítica de holding puede llegar
comunicarse en si misma de manera simbólica hacia la paciente,
y hasta puede representar una interpretación implícita” 3
(Slochower, 1996).

Slochower aclara, que no siempre, que no en todos los casos aparecen


momentos de holding extendidos, dicha situación depende del paciente. En
algunos pacientes las necesidades de holding se presentan sólo por
instantes. Refiere constantemente que los momentos de holding, tampoco
son la única manera eficaz de llevar a cabo un tratamiento. “Las
experiencias de holding por sí solas no pueden surtir un efecto satisfactorio
en el tratamiento. Prácticamente cualquier proceso analítico satisfactorio
incluye una mezcla de procesos de holding, trabajo interpretativo y
exploratorio”4. (Slochower, 1996). Estos procesos, tienen la cualidad de ser
una “auto experiencia”, en la que idealmente el paciente llega a un
entendimiento de sí mismo separado del analista. Es decir, se espera que
quien acuda a terapia, logre comprender que el trabajo analítico es
“colaborativo”. A veces, esta experiencia de holding es el paso previo a la
“independencia” del paciente respecto de su terapeuta.

Por otra parte, para la autora es importante desmitificar a lo que ella llama
la visión “romántica” que según su lectura se tiene de la “madre” descrita por
Winnicott. Una madre que se entregaba por completo al bebé, dejando todo
de sí para adaptarse completamente a sus necesidades. Refiere que en la
actualidad, es muy difícil encontrarse con una madre así descrita, esa
imagen “idealizada” ha caído ya que pocas veces la madre se desprende por
completo de sí misma, de sus deseos, de sus necesidades. De hecho,
refiere que muchas madres tienen una lucha interna constante consigo
mismas por cubrir las necesidades de su recién nacido. La madre

3
Ibid.
4
Ibid.

21
contemporánea, es capaz de reconocer, con menos culpa, estos avatares
por los que atraviesa en el cuidado del infante.

Como lo mira Slochower, dependiendo del momento del análisis y del


paciente, el analista en ocasiones tendrá que actuar de “contenedor” y otras
de “actor”:

Las funciones de la analista se manifiestan de formas muy


variadas; en algunos momentos ella suaviza, refleja estados
afectivos, y contiene a la paciente. En otros momentos ella provee
una función estimulante- indagando, elaborando, interpretando o
cuestionando la experiencia de la paciente y activamente
estableciendo límites que estructuran la interacción analítica.
(Slochower, 1996).

El analista, es alguien que logra contener la subjetividad y aún la suya


propia, frente a los deseos por interpretar o confrontar. El holding, es un
recurso terapéutico en el cual se puede o no elaborar un proceso regresivo
con el o la paciente. Habrán momentos en que ocurran interferencias, que el
analista falle, habrán fallas terapéuticas, algunas pueden resultar
catastróficas, dependiendo del estado psíquico en el que se encuentre el
paciente.

La analista está ahí como una presencia de holding, y así


también, no lo está. Su capacidad de holding, aunque sea
relativamente buena, inevitablemente fallará de manera periódica
debido a que la analista debe y a la vez no puede contener a la
paciente de manera suficiente como para protegerla del impacto
sobre el objeto analítico. (Slochower, 1996).

Cabe recalcar, que durante el proceso de holding hay una ilusión de


sintonización analítica, en la que el paciente asume que el terapeuta está
disponible en todo momento. Tanto paciente como terapeuta ponen en
suspensión temporal el reconocimiento consciente de este periodo como
ilusorio. Reconoce aquí Slochower, que en ocasiones hay mucha presión
sobre el analista, ya que existen pacientes que son extremadamente
dependientes, demandantes, lo que podría generar en el terapeuta el
pensamiento de la imposibilidad del paciente a tolerar cualquier falla,
convirtiéndose así en una carga pesada. - Es probable que la terapeuta en
ocasiones se sienta tensa o satisfecha del proceso de holding -.

22
El terapeuta, puede llegar a sentir que tiene que sostener “viva” a su
paciente. Es improbable que el analista contenga al paciente
completamente, el paciente debe aprender a tolerar la ira o frustración que
las fallas se producen dentro del proceso. “…el nivel de sincronía afectiva
que la paciente necesita durante los periodos de regresión hace que esos
sentimientos sean especialmente difíciles para la analista”. (Slochower,
1996). El paciente debe aprender a tolerar esas fallas o frustraciones tal
como lo hace un bebé cuando la madre lo frustra momentáneamente.

El analista además, será capaz de reconocer los momentos en los que a


través de ciertos factores tanto conscientes como inconscientes, se vaya
direccionando el trabajo hacia un proceso de holding, durante el cual lo más
probable es que el terapeuta tendrá que cambiar su postura “analítica”. Se
percibe en ciertos pacientes, momentos de regresión, en los que se tiende a
reconstruir la relación primigenia con las figuras parentales y hay una
necesidad de “recrear” estos encuentros con la terapeuta, como para
“reparar” ciertos fallos de aquella época.

Desde la perspectiva que plantea Slochower, otra de las funciones del


analista es la capacidad de este para “auto-contenerse”, aunque en
ocasiones esto traiga consigo una gran dificultad.

Un aspecto primordial del proceso de holding incluye la capacidad


de la analista de contenerse a ella misma, lo cual sería, proveer
una función de holding auto-protectora durante el trabajo analítico.
Esta función de auto-holding incluye la lucha constante de la
analista de aferrarse a su estado afectivo aún cuando debiera
estar ampliamente excluido del trabajo analítico. (Slochower,
1996).

En este sentido, es que la autora refiere que el analista es el único que


puede mantener sus “arbitrarios” límites, ya sea a la hora agendar una
sesión, re-agendar a una paciente, tomarse vacaciones, etc. El encuadre
que haga la analista, genera un límite para él o la paciente y la necesidad de
satisfacción de demandas en el espacio terapéutico, además procura a la
terapeuta cierta tranquilidad.

Slochower, habla también del desarrollo vital del niño y de la importancia


de la relación de este con su entorno, dice que:

El niño/a en desarrollo necesita y depende de la presencia


consistente y discreta del padre o de la madre con el fin de
23
desarrollar y ejercitar completamente un sentido de “ser”... Los
padres contienen al niño/a gracias a que su disponibilidad
silenciosa…, incluso cuando los padres son ignorados y/o “dados
por hecho.” (Slochower J., 1996).

Hasta aquí, se puede ver como en cierta medida se requiere durante


momentos del proceso terapéutico, la necesidad de disponibilidad del
terapeuta frente a un proceso de holding en un ambiente suficientemente
bueno. Esto último, con el fin que el paciente logre explorar su ser, se
encuentre con su “verdadero self”, aún cuando lo único que se deba hacer
es permanecer frente al paciente en una silenciosa presencia. Tiene que ver
también, según la autora, con esa capacidad de “estar solo” en presencia de
otros. Esta expresión winnicottiana, se enfatiza en la experiencia analítica
durante una situación de holding.

… en los tratamientos psicoanalíticos llega un momento en que la


aptitud para estar a solas resulta importante para el paciente…
ello puede estar representado por una fase o sesión en silencio
que, lejos de indicar resistencia por parte del paciente, es en
realidad un logro... Quizá sea la primera vez que el paciente ha
sido capaz de estar a solas. (Winnicott D., 1958, pg. 841)

Slochower, habla también de aquellos pacientes que sufren de un


narcisismo poderoso, que tienen un “self-involvement” intenso, en los que
aparentemente la posición o intervención del analista no es tomada en
cuenta. Como si para estos pacientes la presencia del analista resultara
inocua. En este sentido, la analista comenta que trabaja desde un
“mantenerse afuera”, en la medida en la que esta no-intromisión, permita a la
paciente experimentar su self. Estos pacientes aparentemente, sufrirían
menos ante las posibles fallas del terapeuta, ya que están más
ensimismados.

La analista demuestra reiteradamente a la paciente narcisista que


ella puede tolerar el sentirse anulada sin efectivamente
desaparecer o inmiscuirse demasiado en la auto-experiencia de la
paciente. La analista se mantiene viva, intacta y es capaz de
sobrevivir dentro de un espacio que no afecta el espacio de su
paciente. De esta forma, la postura de holding en la analista
puede permitirle a la paciente una experiencia parecida a la
soledad en presencia de otro (Winnicott D., 1958 en Slochower J.,
1996).

24
Los pacientes más narcisistas difícilmente aceptarán cierto nivel de
dependencia con la terapeuta. Aunque según Slochower, puede frente a
esta resistencia, existir un daño a nivel inconsciente, que de un momento a
otro resulte en ataques contra la terapeuta o el tratamiento termine de un
momento a otro.

Este proceso de holding involucra la lucha de la madre por


aceptar y contener la necesidad y la rabia sin tomar represalias ni
someterse a la provocación intencional o inintencional. El holding
describe aquí el intento de la madre de proveer una instancia
segura y afectivamente viva en donde la ira, la necesidad o la
angustia pueden ser libremente expresadas. (Slochower, 1996)

Se podría entender que para Slochower, el trabajo que realiza el analista


y su paciente, es una co-construcción que permite crear este espacio de
holding, si bien no es lo único para la terapia, permite un espacio otro,
nuevo, en el que por momentos el paciente siente que puede hablar, decir,
experimentar sus emociones más profundas, sin temor.

Continuando el trabajo de relectura de Winnicott, aparece Jan Abram,


psicoanalista de origen inglés, quien trabajó en la “Fundación Squiggle”
hasta el año 2000. Ha escrito textos en base a Winnicott, a quien ella
considera el siguiente gran pensador del Psicoanálisis después de Freud.
Jan Abram, dice de los textos de Winnicott que son originales, refiere que
marcan una diferencia en el quehacer clínico.

Abram dice que Winnicott se caracterizaba como teórico, debido a que


sus escritos y formulaciones estaban principalmente centrados en las
necesidades del ser humano desde el comienzo de la vida. La importancia
de los textos está en cómo una madre/ambiente de confianza ayuda al
sujeto a la consecución de un desarrollo adecuado.

Jan Abram, a lo largo de su investigación, encuentra que Winnicott no


era estudiado a la profundidad que merecía a pesar de los descubrimientos
realizados. Agrega además, que algunos de sus detractores llegarían a
burlarse de sus escritos, hecho que la lleva a ella a recopilar los conceptos
centrales en un diccionario llamado “The Language of Winnicott”, “El
lenguaje de Winnicott”, (1996).

En este texto, la autora plantea que Winnicott introduce el término holding


(sostén) para referirse a la función materna que durante los dos primeros
años de vida ayuda al niño a sentirse como una persona. Además se
25
desarrolla la capacidad de estar solo y la noción del tiempo. El bebé
adquiere en base a las rutinas establecidas por el tiempo de la madre “su
tiempo personal” (Winnicott, 1958, en Jan Abram, 1996). La autora refiere
que Winnicott pone especial énfasis en el holding que una madre realiza con
su bebé ya que dependiendo de este hay un adecuado desarrollo de la salud
mental. Agrega además que si se traslada esta idea a la relación terapéutica,
el holding vendría a ser el “escenario” que el análisis proporciona al
paciente. (Jan Abram, 1996, pg.110).

La manipulación, tiene que ver con el manejo que la madre (u otros)


realizan directamente sobre el cuerpo del bebé. El sostén y la manipulación
se desarrollan más o menos al mismo tiempo. Sobre la manipulación, nos
recuerda Abram las enseñanzas de Winnicott: “El manejo que el bebé recibe
de la madre y de los demás, toda la multitud de aspectos de la física de
atención contribuye al sentido del niño de sí mismo como persona”. (Jan
Abram, 1996, pg. 159). Este conjunto de acciones, contribuyen a que el
bebé sienta que es uno en su propio cuerpo a través de las intervenciones
de otro.

Sobre la presentación de objeto, pensando continuamente en los


planteamientos de Winnicott, la analista dice que es una de las capacidades
de la madre para entregar al niño un mundo seguro: “… lo cual depende de
su capacidad de ser ella misma (objeto presentadora)”. (Jan Abram, 1996,
pg. 140). Esto depende de la confiabilidad y consistencia de esta madre, la
capacidad de ser constante en el manejo, de crear la ilusión de omnipotencia
y no interrumpir esta continuidad de manera brusca.

Más adelante, en el año 2004, Jan Abram realiza su tesis teórica y la


presenta en la Universidad Middlesex de Londres para obtener su PHD.
Hace un trabajo continuado sobre los escritos de Winnicott y postula que los
tres conceptos que arman la matriz teórica del autor son: a) La relación
madre/hijo, b) la creatividad primaria y c) fenómenos transicionales.5

La autora refleja en su texto, la manera en que Winnicott durante su


trabajo y gracias a la observación de bebés, logra adentrarse e interesarse
en el mundo de la díada madre/hijo. Observa la dependencia del bebé hacia

5
Las citas en el texto sobre Jan Abram, son citas no textuales, ya que sus libros están originalmente
escritos en inglés. La traducción es mía, traducción no oficial, de la Tesis doctoral de Jan Abran, “The
survival of the object” (la supervivencia del objeto), año 2004, para acceder al título de PHD, en la
Middlesex University, London.

26
su madre y cómo de a poco este descubre el objeto externo. Describe
también la relación que la madre/ambiente tiene con el pequeño y como esta
se va adaptando a las necesidades de él. Es de suma importancia que
ocurran ciertos momentos entre madre/bebé para que emerja un sujeto, sin
dejar de lado la importancia de lo biológico en el desarrollo del nuevo ser
humano. Existen necesidades básicas/orgánicas que tienen que ser
cubiertas.

Al trabajar el tema de la creatividad primaria, la autora piensa este


concepto como si fuese la versión de Winnicott de la “teoría del instinto
(líbido)6” de Freud. De este modo, la autora hace referencia a la manera en
que las necesidades del bebé están siendo atendidas continuamente por la
madre/ambiente. Dichas necesidades no pueden ser separadas de los
requerimientos emocionales ni de los biológicos, debiendo los mismos estar
cubiertos desde el primer encuentro de la madre con el hijo. “Teóricamente
la primera alimentación en la vida real es la suma de muchas experiencias
de alimentación anteriores. Después de la primera alimentación teórica, el
bebé comienza a tener material con el cual crear.” (Winnicott 1953, en
Human Nature, en Jan Abram, 2004, pg. 23). Cabe decir que a partir de esta
primera experiencia, se crea una pauta para las siguientes oportunidades
que el bebé vaya a ser alimentado, además del lazo que se crea con la
madre.

Abram, refiere que para Winnicott cada ser humano nace con un
potencial creativo, que tiene también que ver con una necesidad innata del
cuerpo por crecer, por desarrollarse. En este sentido, es que la habilidad de
la madre la lleva a reconocer lo que el bebé demanda, ella responde de
manera oportuna, por ejemplo, le ofrece el pecho o un biberón cuando
“sabe” que su hijo tiene hambre. Así de a poco se va construyendo para el
bebé la ilusión de omnipotencia. El bebé piensa, que es capaz de satisfacer
sus necesidades por algo que él hace, por ejemplo, a través del llanto
consigue el alimento. Una madre “good enough” (suficientemente buena),
está en capacidad de conectarse con este lenguaje rudimentario. El bebé
cree que crea al objeto.

Por otra parte, la psicoanalista refiere que, para que la madre pueda
alimentar por primera vez a su bebé tiene que soportar la “crueldad” del
mismo, o como Winnicott lo llamaría la “agresión primaria”. Winnicott

6
En el texto de Abram, la palabra textual es “instinct”, está traducida literalmente.

27
describe este proceso como necesario, ya que más tarde el bebé se dará
cuenta como los suficientemente buenos, objetos externos, sobreviven a su
ataque primitivo. La madre suficientemente buena es capaz de tolerar este
ataque del bebé, buscando maneras de entenderlo y satisfacerlo, es
empática con él.

Para abordar el tema del espacio transicional, Abram nos recuerda que
Winnicott lo planteó como una zona intermedia, como un área que no está
en el mundo interno, pero tampoco en el mundo externo del bebé, está al
medio, funcionando como un espacio de creación, que puede ser
experimentado entre y en el interior de la diada. Jan Abram, piensa que algo
similar ocurre en el encuentro con los pacientes en la situación analítica.

Uno de los temas en los que más profundiza la autora, es en la


conceptualización del uso del objeto, procurando dar un paso más allá que
Winnicott en lo que tiene que ver con la “supervivencia del objeto” (survival
object). En primera instancia dice que Winnicott postula dos tipos de objetos:
los objetos subjetivos y los objetos percibidos objetivamente. Objetos que se
crean en la relación del bebé con sus padres. Cuando el bebé está
mezclado con el ambiente se organizan los objetos subjetivos, cuando es
capaz de separar “yo – no yo”, los objetos serán objetivamente percibidos. El
tránsito de un estado de apercepción a uno de percepción es facilitado por el
objeto transicional.

Cabe recordar que para Winnicott, el objeto transicional no es el objeto


clásico que se estudia en psicoanálisis en tanto la elección de objeto
amoroso, no tiene que ver con la triada edípica, pero sí con una relación que
se hace a ese primer otro que brinda los primeros cuidados. Este objeto
entre otras cualidades, es la primera “posesión no-yo” del infante. Se
relaciona incluso con las primeras palabras, esta primera posesión será
nombrada, llamada, con un sonido, con una sílaba, como bien lo dice
Winnicott con un “baa”. Un “baa” que dará noticia a los otros que el niño ha
identificado algo como suyo, tanto así que le ha obsequiado un nombre.

En una conferencia llamada “El destino del objeto transicional”, del año
1959, Winnicott reafirma la relación del objeto transicional a esta capacidad
de crear símbolos, “…esto pone en marcha la capacidad del bebé para el
uso de símbolos, y si el crecimiento prosigue su marcha el objeto transicional
resulta ser el primer símbolo.” Un símbolo recuerda a algo, evoca algo, no
está en el lugar de, más bien sus características, algún rasgo en particular
de algún objeto utilizado como símbolo remite a alguien o a algo que ese

28
símbolo recuerda. El objeto transicional es el símbolo de y en la primera
infancia. Es desde ahí que se continúan creando símbolos, la capacidad del
ser humano de imprimir algo de su interior en algo externo y así recordar,
viene marcado desde un momento imaginario. El objeto transicional con el
tiempo se abandona.

Regresando a Jan Abram, para la psicoanalista, la creación de objetos


percibidos objetivamente, implica la internalización del objeto, ese objeto
que es capaz de recibir el amor destructivo del sujeto y que sobrevive. Por la
habilidad que posee este objeto de no ser destruido, el sujeto que ataca (el
bebé) experimenta la supervivencia del objeto y lo internaliza. Sin un objeto
internalizado con estas características, el sujeto no es capaz de distinguir
sus proyecciones ni la integridad de otro. Para Jan Abram, el objeto no
puede ser internalizado completamente hasta la resolución de algunas
pruebas durante la época de la adolescencia. Dice:

…the intrapsychic surviving object is the result of a


developmental process that is ongoing throughout childhood
and reaches a particular peak of growth at the onset of
adulthood. From then on, the continued consolidation,
enrichment and growth of the internalised surviving object
comes about through ongoing interpsychic and personal
relationships. (Jan Abram, 2004, pg. 32) El objeto que sobrevive
es el resultado de un proceso de desarrollo que es continuo
durante la niñez y alcanza un peak de crecimiento en el comienzo
de la adultez. Desde ahí en adelante, la continua consolidación,
enriquecimiento y crecimiento del objeto internalizado
sobreviviente viene a través de las relaciones interpersonales e
intrapsíquicas.

Para Jan Abram esta es la clave para “vivir creativamente” y “sentirse


real”. En cambio, cuando el objeto no se ha internalizado correctamente, el
espacio analítico puede ser una vía para cumplir esta meta.

El recorrido que Jan Abram realiza, tiene la finalidad de explicar que la


teoría winnicottiana genera un entendimiento acerca de la necesidad del ser
humano de sentirse como uno, de desarrollar un verdadero self, desde los
primeros días de vida. Explica que la relación madre/hijo, tiene también que
ver con el cómo la madre se siente respecto de su bebé y del holding que
ella recibió.

29
En su texto: “”Squiggles, Clowns and Catherine Wheels: Violation of the
Self and Its Vicissitudes”7, recuerda la diferencia que existe para Winnicott
entre los bebés que han sido sostenidos y los que no, en tanto las
posibilidades de patologías futuras o la construcción de un falso self.
Idealmente, la madre durante la etapa de sostén, está en una saludable
etapa de preocupación maternal primaria. Pueden ocurrir irrupciones
bruscas que perturben la continuidad del ser, el “seguir siendo”, obligando al
bebé a reaccionar con una respuesta abrupta al medio ambiente,
generándose desconfianza en él.

Para terminar, Jan Abram agrega sobre el tema de la supervivencia del


objeto, que tiene que ver con la cualidad de suficientemente bueno de este
ambiente, del sostén, de la posibilidad de manejar al bebé y permitir que
este cree. Este proceso permite al sujeto a sentirse real. De este modo, el
análisis puede estar motivado, por la búsqueda inconsciente del paciente de
un objeto que pueda sobrevivir a sus instintos de destrucción.

Jan Abram reescribe, relata, teoriza los constructos establecidos por


Winnicott. Los trabaja en el desarrollo de su experiencia analítica y los ofrece
a través de su escritura.

Para finalizar este recorrido teórico, se escoge incluir el libro “Una


introducción a la obra de D.W. Winnicott” (2011), escrito por Ariel Lieberman
y Augusto Abello Blanco. Ambos psicoanalistas argentinos, residentes en
España, miembros de la IARPP, Asociación Internacional de Psicoanálisis y
Psicoterapia Relacional. Los autores, escriben este libro como contribución
personal al desarrollo de los conceptos winnicottianos desde un enfoque
relacional, escribiendo cada uno los distintos capítulos que lo conforman.

En el capítulo “Desarrollo emocional temprano”, Augusto Abello Blanco,


permite ver a través de su lectura, la relevancia de los cuidados corporales
del bebé dentro de la obra winnicottiana. Refiere que estos tienen que ver
con “… el origen del funcionamiento psíquico del bebé… nos encontramos
ante lo que para el analista inglés es la conformación del narcisismo
primario…” (Abello Blanco, 2011, pg 54). Este narcisismo primario vendría a
ser preverbal, de tiempos anteriores a la conformación del Complejo de
Edipo.

7
Texto que la autora adjunta como primer anexo a su tesis doctoral. No traduzco el título ya que
podría perder el sentido literal.

30
El autor en primera instancia, propone utilizar el término “temprano”, en
vez de “primitivo”8. De este modo, pone el énfasis en lo que ocurre desde el
inicio de la vida del ser humano. Dice por otra parte, que es importante
detenerse en las diferencias que hace Winnicott entre los términos
“temprano” y “profundo” para hablar de patologías. Recurre a Nemirovsky
para dicha aclaración:

a) Aquellos que tuvieron cuidados suficientes y el sufrimiento actual


es derivado de clásicos conflictos. En ellos los trastornos de
desarrollo son profundos.

b) Los que sufrieron un déficit en sus cuidados tempranos (falla


precoz de la función madre suficientemente buena). Estos son
pacientes con trastornos tempranos del desarrollo. [cursivas en el
original] (Nemirovsky, 2007 en Abello Blanco, 2011, pg. 58)

Para Augusto Abello Blanco es preciso decir, que en el análisis


conceptual que él realiza, la edad exacta de inicio de los logros del
desarrollo emocional temprano no son tan importantes como los logros en sí
mismo, en cómo estos influyen al sujeto y cómo se van reformulando a lo
largo de la vida. Para el autor, los logros del desarrollo se adquieren
continuamente de distintas maneras. Existe también la posibilidad que estos
se desvanezcan por distintos motivos. No hay nada que asegure que
permanezcan estables a lo largo de la vida para el sujeto.

Los logros de los que el autor habla son: la integración, la personalización


y la realización (conceptos winnicottianos), que se desarrollan en un
ambiente determinado desde el inicio de la vida y están estrechamente
relacionados con los procesos sostén, “manipuleo” 9 y presentación de
objeto.

Hay recordar que Winnicott refiere por un lado que la integración tiene
que ver con la sensación sentirse como una unidad, tiene que ver con el
sostén que haga la madre con el bebé, para que este logre ubicarse

8
“Primitivo”, término originalmente utilizado por Winnicott en su texto: “Desarrollo emocional
primitivo” (1945).
9
Augusto Abello Blanco utiliza el término manipuleo, no manipulación. “… tiene que ver con el
tratamiento que con las manos, especialmente pero no exclusivamente, la madre brindará a su bebé.
Podríamos también pensar que remite al ámbito de manejo corporal, o mejor del contacto corporal”.
(Abello Blanco, 2011, pg. 74).

31
también a un nivel temporal y espacial: “La integración se vuelve
rápidamente compleja y pronto incluye el concepto de tiempo. El proceso
inverso es el de la desintegración, y ésta es una palabra que también
describe un tipo de enfermedad mental…” (Winnicott, 1963, pg. 813). La
personalización, tiene que ver con la manipulación que se hace del bebé, es
un proceso madurativo que según Winnicott, tiene que ver con la capacidad
del sujeto bebé de sentir que el psique y el soma son parte del sí mismo: “La
palabra "personalización" puede utilizarse para designar el logro de una
relación estrecha entre la psique y el cuerpo… el logro en cada persona del
vínculo entre psique y soma. […] la ruptura del vínculo resulta en diversos
estados clínicos que reciben el nombre de "despersonalización". (Winnicott,
1963, pg. 813). El autor propone analizar a los pacientes “graves” desde
un punto de vista de las etapas tempranas de desarrollo emocional, para
comprender su etiología, mientras que a los pacientes “neuróticos”, los
piensa por medio del camino hecho por las dificultades propias del Complejo
de Edipo de Freud. “Por pacientes graves nos referimos a pacientes
fronterizos o borderlines, esquizoides, psicóticos en algún grado, con
trastorno de personalidad… y en tono más coloquial “pacientes difíciles””
(Abello Blanco, 2011, pg. 60). A lo largo del texto refiere que habrán
momentos en la vida adulta del ser humano, que durante o fuera de terapia,
se produzcan fallas profundas del desarrollo, volviéndose pacientes con
trastornos graves.

Es importante, tener en cuenta que Augusto Abello Blanco utiliza en


diferentes contextos la palabra entorno y ambiente, procurando hacer una
diferencia teórica. “… entendemos que entorno es la parte del ambiente que
toma directamente contacto con el bebé, mientras que ambiente es un
concepto más amplio y que abarca zonas no directamente vinculadas con el
bebé” (Abello Blanco, 2011, pg. 67) Marca así una diferencia teórica
respecto de Winnicott y otros autores.

El primero de los logros que el autor trabaja es el de la integración, que


tiene que ver con el tiempo y el espacio que el bebé va creando para sí
mismo a través del contacto con el otro, tiene que ver con lo que la madre
hace con el infante a través de su cuidado. “Integración remite a la
dimensión temporal, a la relación con el espacio, con el propio cuerpo, y con
la realidad exterior. Todas esas variables deberán ser paulatinamente
integradas en el desarrollo psicofísico del bebé.” (Abello Blanco, 2011, pg.
67).

32
El proceso de integración está íntimamente ligado con la función de
sostén del entorno, función que está descrita como: “… el aporte que el
entorno en general y la madre en particular proveen – en la medida singular
de cada caso – para que la integración del bebé llegue a buen fin”: (Abello
Blanco, 2011, pg. 70). En este sentido, el sostén lo puede llevar a cabo la
madre o los miembros de la familia que estén más involucrados en la
cotidianeidad del bebé, ya que son quienes también lo sostienen, ya sea en
brazos, a través del cuidado, de la alimentación, etc., en pos de aliviar a la
madre momentáneamente y al mismo tiempo responder a las demandas del
bebé.

La realización o presentación de objetos, según un texto escrito por


Winnicott en el año de 1964, “Importancia del encuadre en el modo de tratar
la regresión en Psicoanálisis”, tiene que ver con un proceso propio del bebé,
como uno de los “…detalles del proceso madurativo” (Winnicott D., 1964, pg,
945). Se relaciona con la interacción del niño con los objetos que le
presentan, la relación que hace con ellos y su experiencia psicosomática. De
este modo, el sujeto que ha logrado generar que el psique resida en el
soma, una adecuada relación de objeto, además de la interacción de los
procesos intelectuales, a medida que crece y adquiere experiencias, va
realizando al mismo tiempo un camino a través del desarrollo emocional.
Winnicott aclara, “El proceso de maduración es lo heredado. No se vuelve
afectivo sino en un ambiente facilitador”. (Winnicott D., 1964, pg. 945).

Si bien el sostén tiene que ver con todo lo que son los cuidados físicos
del bebé: medición de temperatura, sensibilidad auditiva, preocupación por
que el bebé no se caiga, etc., es difícil, dice el autor, determinar cuáles son
exactamente lo cambios psicológicos que se producen en ese bebé ya que
se alcanzarán ciertos objetivos siempre y cuando exista una muy específica
relación de la madre con el bebé. Agrega, que el pequeño tiene una
capacidad innata, una “extrema sensibilidad” a lo que sucede en su entorno,
logra darse cuenta del estado emocional de la persona con la que se está
relacionando, pone como ejemplo cuando un recién nacido llora al estar en
brazos de alguien que no se siente seguro de poder sostenerlo.

El siguiente tema que aborda el autor es el de la personalización. Al


respecto formula que también tiene relación con el sostén, el manipuleo y la
presentación de objeto. Continúa diciendo que a lo largo de la vida, incluso
en la adultez, se presentarán estos procesos de distintas maneras, ya sea
en el cómo se reciben o brindan caricias, abrazos, en la voluntariedad del
contacto humano físico, la importancia que se da a las palabras, el cómo se
33
van presentando los nuevos objetos del mundo para relacionarse. El autor
insiste en que la personalización no es un logro acabado y que así mismo
como la integración no está garantizada para siempre.

… como los logros de este proceso nunca están garantizados del


todo, los fenómenos pueden ser todos aquellos conocidos como
despersonalización; desde los casos más severos que acontecen
en la psicosis o patologías muy graves, hasta aquellos casos de
los que todos podemos dar algún testimonio. La falta de sueño,
nos dice Winnicott, será suficiente para detectar que el registro
corporal que nos acompaña de manera cotidiana no es el mismo.
(Abello Blanco, 2011, pg. 74).

La personalización tiene que ver más estrechamente con el manipuleo,


lo que hace referencia al cuidado corporal que se hace respecto del bebé,
siendo lo más importante lo que ocurre en el momento de estos
intercambios. Qué ocurre con esa madre y ese bebé, del contacto “gozoso”
que hay entre ambos. “Todo ese repertorio relacional de acciones sutiles,
tiernas, placenteras, que tiene lugar en la relación temprana” (Abello Blanco,
2011, pg. 76). Permiten, según el autor, que el niño logre habitar su cuerpo.
Cabe decir, que Augusto Abello Blanco en todo su texto hace
constantemente hincapié en lo relacional, dando cuenta que las reacciones
del bebé también generan cambios psíquicos en la madre, respuestas
inconscientes que pueden beneficiar o no la relación.

Sobre la realización, Augusto Abello, nos recuerda que Winnicott


desarrolla este concepto en función de cómo el bebé se relaciona con la
realidad externa. Postula que este proceso se instaurará después que la
integración se haya realizado de manera suficiente. El autor hace un
pequeño esbozo de lo que Winnicott dice acerca de la relación madre-bebé,
trabajando sobre el momento exacto del encuentro boca-pecho, siendo que
este es un acto que incluye una relación de “mutualidad”. “… es esa
conexión singular la que arroja como resultado el poder vivir y sentir juntos y
sobre la que pondremos una y otra vez el acento”. (Abello Blanco, 2011, pg.
78). Este acto, nos recuerda los momentos más íntimos que una madre tiene
con su hijo, cuando lo mira, lo toma de la mano, lo acaricia y cuando al
mismo tiempo el bebé devuelve esa mirada, muerde o sonríe.

Es importante decir, que para el autor, no hay que perder de vista el


concepto de ilusión, que se relaciona con este último proceso y sobre el que
Winnicott trabaja a partir del encuentro madre e hijo. Este sentimiento

34
permanecerá inscrito a lo largo de la vida del sujeto. Para Augusto Abello
Blanco, tiene que ver con la “capacidad de ilusionarse” de cada uno.

Ilusionarse está tomado en el sentido más sano y profundo del


término, y no a aquella acepción que remite a iluso […] La
capacidad de ilusión – y su íntima relación con la capacidad de
esperanza – ocupan un lugar central… en la vida de cualquier
persona. (Abello Blanco, 2011, pg.78).

Para que el bebé se relacione con la realidad, habrá un otro que haga
una presentación de objeto, en el caso del bebé será la madre (o quien cuide
de él primariamente), que lo hará de manera desinteresada y sin
interrupciones dañinas o permanentes. Este proceso, permite al bebé creer
que ese encuentro fue creado por él, ya sea por su deseo de atacar al pecho
o por su deseo de comer. El autor refiere a este acto como fundamental y
fundacional, ya que el niño “… crea lo que le es presentado”. (Abello Blanco,
2011, pg. 79). Abello Blanco con esto nos dice, que no es necesario
sentarse a reclamar en términos racionales el sentido de la última frase, ya
que no sería posible y se convertiría en un sin sentido, aún cuando el mundo
esté preparado para el bebé, es necesario que en un primer momento
imagine que él es quien lo construye.

Hay que decir, que dependiendo cómo se realice la presentación del


mundo para el niño pequeño, este puede ser caótico, amenazante,
conflictivo al momento de relacionarse o puede ser un lugar afable, pacífico,
al que el niño ingresa sin mayores angustias, un mundo que es seguro para
él.

Para el autor, la relación íntima del bebé con su entorno, le permite


conocer la realidad externa de manera agradable. Por lo mismo, se requiere
un ambiente capaz introducir al bebé al mundo de modo paciente,
adecuándose al infante. Las madres, son quienes tienen idealmente la
capacidad de evaluar las aptitudes y posibilidades del niño de irse
integrando/ adaptando a su alrededor. Esto ocurre, según el autor, siempre y
cuando las cosas entre el bebé y su madre van bien.10

Augusto Abello Blanco, retoma a “la madre de Winnicott”, refiriéndose


con exclusividad a aquella persona que cumple las funciones ambientales

10
Término acuñado por los autores del libro, símil a lo que Winnicott define como “suficientemente
bueno (a)”

35
suficientes para que el bebé se desarrolle. Analiza todo lo que tiene que ver
con los logros obtenidos por el sujeto en función de esta madre. Da cuenta
de la importancia de los desarrollos teóricos de Winnicott en este sentido, a
pesar de haber sido escritos en un contexto histórico distinto al actual.

Aclara por una parte, que la madre suficientemente buena, no es llamada


así por su “condición de bondadosa” (Abello Blanco, 2011, pg.82), sino que
más bien tiene que ver con la capacidad de adaptarse al bebé y poder
generar una relación tal que les permita vivir y sentir juntos. Que tanto el
uno como el otro puedan dar algo de sí, así mismo como recibir algo para sí.

“…puede ofrecerle en cantidades suficientes aquello que necesita


el bebé en el momento en el que aún no se ha producido una
vivencia intolerable en el pequeño producto de la deprivación…
comunicarse con él de una manera suficientemente especial,
satisfacer las necesidades de su bebé porque le gusta hacerlo, y
así ofrecer un sostén suficiente. Es así mismo la que desea recibir
aquello que él ofrece…” (Abello Blanco, 2011, pg. 82).

El autor piensa que para que las fallas del ambiente sean “aniquiladoras”,
el bebé debe estar en un momento de “dependencia absoluta”, y deben
existir deficiencias en las acciones de sostén, manipuleo o presentación de
objeto. Es ahí cuando el bebé presentaría diversas reacciones, con sus
consecuentes interferencias psíquicas, que además dependerán del
momento vital en el que se encuentre, ya sea de integración, personalización
o realización.

El autor aclara que, ninguna adaptación madre-bebé se realiza al 100%.


Hay fallas que son tolerables y que ayudan a la formación del yo: “El proceso
requiere un nivel… de fallas de la madre y el entorno. Los fracasos…
tolerables por el bebé son aquellos que van formando la primera
organización del Yo”. (Abello Blanco, 2011, pg. 87). Postulando que el Yo se
vuelve cada vez más resistente ante posibles amenazas de aniquilación si
es que estas llegasen a ocurrir. Los efectos traumáticos en general, se
evitan gracias a que está ahí alguien que sale a la defensa del bebé y evita
que caiga, gracias al sostén, a esa conexión que existiría entre la madre y el
bebé.

Así, mientras el desarrollo emocional temprano se produce de manera


suficientemente buena, se genera un Yo saludable que permite al bebé de a
poco irse desprendiendo de la madre, siendo al mismo tiempo la madre
capaz de reconocer las necesidades del bebé en el momento adecuado,
36
logrando reconocer los requerimientos de independencia cada vez más
evidentes del pequeño.

Para finalizar, Abello Blanco escribe un capítulo llamado “El uso de un


objeto. La creación de la realidad compartida”. En dicho texto, habla sobre la
importancia de la creación de una “realidad compartida” y el uso que se da al
objeto en ella, dice: “La idea de poder usar… el objeto está estrechamente
ligada a la posibilidad del sujeto de colocar al objeto por fuera de la zona de
sus propios fenómenos subjetivos” (Abello Blanco, 2011, pg. 139). Aquí el
autor, una vez más remite a la necesidad de posibilitar el paso del niño a la
realidad externa a través del entendimiento que este tiene con la madre, el
tránsito desde un estado de dependencia absoluta a uno de independencia.
Recuerda el autor que para Winnicott este pasaje, implica la separación de
un objeto objetivo del primer objeto que siempre será subjetivo. Dice el autor,
que para que haya un objeto objetivo es necesaria la previa destrucción del
objeto subjetivo y su supervivencia, de modo tal que se cree una realidad
compartida y se avance al principio de realidad.

Cuando antes mencionamos que “el objeto sobrevive”,


queremos decir que el objeto sobrevive literalmente… sobrevive
sin ejercer venganza… el objeto le transmite al sujeto un mensaje
de extraordinaria importancia: ni tu fantasía destructiva, ni tu
forma de amor primario (…) acaban conmigo. Sobrevivo. Y lo
hago sin necesidad – ni deseo – de vengarme, sin sentir un odio
que requiera expresión y, por lo tanto, sin retaliación. (Abello
Blanco, 2011, pg. 144)

Cabe recalcar que el autor continuamente habla de Winnicott desde


un punto de vista relacional, refiere que la lectura sobre el uso del
objeto y los otros procesos psíquicos que ocurren en el bebé, tienen
también que ver con la respuesta que la madre tenga. Es decir hay una
relación que se establece, no es posible hablar únicamente de
individuo sin pensar en su interacción con otro primordial.

37
4 CAPITULO II

Presentación de viñetas clínicas

A continuación se presentarán dos viñetas clínicas a través de las cuales


se pretende analizar, evaluar y asociar los conceptos winnicottianos que se
han venido trabajando en este recorrido teórico.

Se reservarán los nombres de los pacientes y se cambiarán algunos


datos personales, con el objetivo de proteger la identidad de los mismos.
Cabe decir, que los dos casos han sido trabajados en contextos clínicos
distintos.

Se escoge para cada caso, un momento distinto en la terapia, de manera


de reconocer si es posible o no realizar un análisis conceptualmente
profundo en cada espacio terapéutico.

La primera viñeta clínica es el relato de una primera entrevista, en la que


se procura hacer un análisis a partir de lo que la madre relata en relación de
su hijo. Cabe decir, a modo de introducción, que se trata de un caso
derivado a atención psicológica por problemas atencionales que el niño,
Javier, presentaría en el establecimiento educativo.

La segunda viñeta que se relata, es acerca de un caso cuyo tratamiento


no llegó a término, por motivos ajenos a la terapia, pero cuyo análisis resulta
interesante al hablar de sostén, manipulación y presentación de objeto.
Laura, la paciente, fue derivada por tener problemas de comportamiento en
el aula de clases, además de relacionarse inadecuadamente con sus
compañeros y profesores.

38
4.1 JAVIER

Javier es un niño de 9 años que llega a consulta acompañado de su


madre, María. Se trata de un estudiante de 4to básico de un Colegio Católico
al que llegó puesto que sus padres buscaban un colegio estricto. Vive en
casa con ambos padres y su hermana mayor. El niño es derivado a terapia
desde el establecimiento educativo por presentar problemas atencionales.

Para Javier es difícil mantener la concentración, se “aburre” en el colegio,


suele no contestar las preguntas de los exámenes porque no tiene interés en
ello, aún si conoce las respuestas. María relata que Javier asiste a psicólogo
desde los 4 años, siempre con problemas parecidos, madre piensa que es
por “llamar la atención”. Actualmente toma aradix de 10 mg., para mejorar su
concentración. La madre no está muy de acuerdo con esta medida, ya que
no observa ningún cambio en particular. “En casa no lo medico, no lo
necesito tranquilo”. Al decir de la madre, es de pocos amigos: “no es de
grupo, porque es como líder, le gusta mandar, no que lo manden”. Madre
refiere que Javier divide al grupo de profesores entre “buenos” y “malos”. Lo
mismo hace con los niños dividiéndolos entre “amigos” y “compañeros”.

Por otro lado, la madre tiene la percepción que a su hijo en el colegio “lo
persiguen”, es decir, que los profesores están pendientes de todo lo que él
hace. Además “lo presionan”, dificultándole algunas tareas tales como la
lectura. La madre formula que ella preferiría que: “comprenda lo que lee a
que le estén contando el número de palabras.” María agrega que ha
intentado ayudarlo a estudiar en casa, pero siente que no puede. Por lo
mismo, recurre a su hija mayor, para que ayude a Javier a resolver sus
tareas. María cree que Javier tiene problemas de audición o de
comprensión de lectura, nunca lo ha llevado a un fonoaudiólogo, dice que
nadie “la pesca” con esa información. Lo anterior lo justifica a partir del
hecho que tiene que repetirle muchas veces las indicaciones antes que él
obedezca.

En casa Javier funciona de manera parecida, le cuesta organizar su


tiempo, lo ocupa mayoritariamente jugando solo, “me encanta su inocencia,
está siempre en su mundo, con sus monos”. Madre ayuda a Javier en temas
de cuidado personal, lo ayuda a bañarse, a vestirse, lo levanta, lo acuesta, le

39
recuerda las horas de comer, entre otras cosas. Ella formula que es porque
el niño es muy lento, se pregunta: “¿Será que no lo estoy dejando
crecer?”.

Al preguntar sobre el embarazo, la madre comenta que lo llevó con


“miedo”, ya que un mes antes había perdido un bebé, “no tuve tiempo de
pasar la pena y ya estaba embarazada”. Madre temía que le vuelva a ocurrir
lo mismo, agregando la importante diferencia de edad que tendría con su
hermana mayor, que para entonces contaba con nueve años de edad. Dado
que Javier nació sin mayores complicaciones, la madre vuelve a trabajar a
los pocos meses de vida del bebé. Dice: “yo he trabajado toda mi vida, por
eso me ha costado mucho este periodo” (lleva dos años sin trabajar
procurando con esta decisión ayudar a Javier a superar sus dificultades
atencionales).

María comenta que la lactancia dura diez meses, “él la dejó”. Los otros
logros del desarrollo: primeras palabras, marcha, utilización de pañales, “lo
hace todo antes del año”. Durante los dos primeros años de vida tuvo
dificultades respiratorias, incluso María dice que en ocasiones por la noche
lo escucha ahogarse. Hasta hace un año compartían habitación, ella dormía
con su esposo y Javier en una cama cerca, por un tema de espacio no podía
tener habitación propia. Actualmente, Javier está fuera de la habitación de
los padres, pero madre reconoce estar siempre al pendiente de si su hijo
logra descansar por las noches. Dice: “tiene muchos problemas para dormir
es inquieto, habla, pelea, se mueve, como que se ahoga”.

En tanto normas y límites ella sería la que se preocupa ya que prefiere


que el padre no intervenga, “es muy duro, Javier le tiene como miedo por su
voz, una vez lo golpeó y quedó traumado. Yo siempre intervengo para que
se tranquilice cuando habla con él”. Reconoce que a veces le es difícil
permitir la intervención paterna, debido a que ella tiene recuerdos de una
niñez con castigos “muy duros”, no quiere replicar eso con su hijo, para que
él no tenga que padecer como de recuerdos dolorosos. Javier no tiene
responsabilidades en casa, no tiene rutinas establecidas, ya que depende
más bien de si el padre llega o no temprano a casa para hacer o no tareas
de manera inmediata. María dice que por el miedo que Javier tiene a su
padre, las figuras importantes para él estarían determinadas en el siguiente
orden: mamá, hermana y papá. Lo describe además como un “niño de piel”.
Tiene buena relación con personas adultas, es confiado, se acerca sin miedo
lo que le genera a la madre el temor que algo malo le pueda ocurrir.

40
El padre de Javier pasa poco tiempo en casa, debido a las extendidas
jornadas laborales. La madre cuenta que en general cuando su esposo llega
a casa, no le gusta que haya desorden ni que estén haciendo tareas en el
comedor. La madre por otro lado, durante estos dos años que ha estado al
cuidado de Javier, ha ido generando un sentimiento de “impotencia”, porque
no nota ningún cambio en su hijo, además no está aportando
económicamente. Siente más bien que genera gastos extras al tener que
llevar a Javier al neurólogo y al psicólogo. Siente que no hace nada
importante. Tiene ganas de buscar trabajo, pero al mismo tiempo tiene
miedo de dejar solo a su hijo.

Reconoce que Javier es muy dependiente, no tolera estar mucho tiempo


sin ella, se asusta, “tiene miedo que algo malo ocurra”. Cuando el padre se
demora Javier, “tiene miedo, ansiedad que lo maten”. La madre trata de
calmarlo, habla con él y le refiere que “Dios está a su lado, que nada
ocurrirá”. En ocasiones incluso ha llamado al padre de Javier al celular, para
que el niño se tranquilice. María dice que no comprende el por qué de estas
angustias. Refiere que ella también suele tener estos pensamientos, desde
niña, pero “trato de no transmitir esos miedos”. María quisiera que a ella
también la analicen, que le indiquen qué hacer como madre ya que, todas
las veces que ha ido al psicólogo con su hijo el trabajo ha sido sólo con él,
ella se angustia de no saber si lo está haciendo bien o mal.

41
Análisis del caso

En la viñeta clínica presentada, hay varios puntos importantes a trabajar


que tienen que ver con la cuestión del maternaje, la relación madre e hijo y
los posibles efectos de la misma.

Para empezar, cabe decir que la primera impresión que se genera es que
en el relato que la madre hace de la historia, hay sentimientos variados. Por
un lado un sentimiento importante de abandono por parte del padre de
Javier, por otro lado está la constante pregunta que tiene respecto de su
función materna, además del miedo que le genera la posibilidad de perder a
este niño desde el día de su concepción, tal como le habría ocurrido un mes
atrás. Hay momentos en los que se identifica con su hijo, en otros, reconoce
las dificultades que tiene para educarlo. Da cuenta que el ambiente para ella
es más bien conflictivo, como de constante tensión, tratando ella de ubicarse
en un lugar de “mediadora”.

El ambiente, como María lo vive es poco contenedor, ya que ella siente


que no cuenta con un marido que la apoye en sus decisiones, en la crianza
del hijo de la manera que ella esperaría, como pareja, etc. Para María, estos
dos últimos años, han sido determinantes, por el conocimiento que está
haciendo de su hijo, por la ambivalencia que tiene respecto de la decisión de
volver o no a trabajar, por cuestionamientos propios acerca de su función
como madre. Hay un factor que se suma a este cuestionamiento sobre los
pocos cambios que ha visto en Javier desde que ella decidió quedarse a su
cargo, es el hecho de no colaborar económicamente en el hogar. Esto ha
provocado en María cierta inestabilidad emocional.

Se observa una madre angustiada, preocupada, con ganas que su hijo


interactúe con el mundo que lo rodea de manera adecuada. Quisiera que
para Javier no fuese tan difícil adaptarse a la escuela, como lo ha sido desde
su ingreso al sistema escolar. Se evidencia en su relato que tiene ganas de
ayudar a su hijo a salir al mundo sin angustia.

Se aprecian, por otro lado, las dificultades de esta madre para


involucrarse en el desarrollo vital de Javier, hace referencia más que nada a
la época en la que estuvo trabajando. Por esta razón, en una parte de la
entrevista, reconoce no saber muy bien en qué fechas Javier habría

42
desarrollado ciertos logros, ya que no estaba muy presente. Se puede
hipotetizar que en ese entonces era ella quien no “miraba” a su hijo, tal como
ella no habría sido “mirada” en su infancia. Este hijo, del que ella temía no
naciera tal como ocurrió con un bebé anterior, cuya pérdida María reconoce
no haberla elaborado en ese entonces.

Estos dos últimos años, en los que ha estado en casa, María focaliza su
atención en el cuidado de Javier, se genera una relación de dependencia
mutua. Se puede suponer que hay algo de ese cuidado materno que se
quiere retomar de los primeros años de vida de Javier. Genera un proceso
de sostén y manipulación con su hijo, lo ayuda a vestirse, bañarse, controla
los horarios de dormir y despertar, de comer, tal como si fuera un bebé, al
punto que ella misma se cuestiona si esto lo permitirá crecer
adecuadamente. Cabe recordar que en casa, Javier no tiene rutinas
establecidas, horarios, responsabilidades.

Impresiona, que la madre aún está delimitando su cuerpo y el del hijo,


siente que todavía debe sostenerlo, antes que él experimente el mundo por
sí mismo. Trata con dificultad, de establecer límites corporales. Hay
ocasiones en que le permite que “haga sus cosas solo”, pero todavía no
logra establecer con claridad una “membrana limitadora”, como dijera
Winnicott, todavía no hay una separación consciente madre/hijo.
Probablemente por esta misma razón se dificulta la generación de límites
claros para Javier, aunque madre siente que no son necesarios si ella está
ahí.

Idealmente, se esperaría que la madre permitiera a su hijo realizar el


pasaje hacia la independencia. Javier al estar anclado a esta relación de no-
separación, no ha logrado vivir creativamente por completo, no logra adquirir
otros intereses que no sean jugar solo o sólo jugar y refugiarse en su mundo
interno, que aparece más apacible que el exterior. Se puede pensar, por otro
parte, que Javier está atrapado en esta relación con la madre, generándose
para él dificultades para crecer y asumir responsabilidades del mundo
exterior. Es como si en esa “mutualidad”, como dice Abello Blanco, el niño
no lograra sentirse aún integrado como una unidad, es como si la madre
fuese parte de él y él parte de la madre. Probablemente esta es la razón por
la que el paciente aún divide al mundo entre “bueno” y “malo”, sin lograr
integrar características de ambas partes.

El mundo se ha presentado dicotómico para Javier. Divide a sus


compañeros y profesores en grupos opuestos. Así como la madre lo hace

43
inconscientemente, presentando el establecimiento educativo como un lugar
exigente, lleno de normas, “duro” para con su hijo. Mientras que en el hogar,
si ella está ahí, las normas y límites se vuelven más bien difusos, ella está
ahí para satisfacer las demandas de su hijo, incluso llegando a evitar que el
padre intervenga.

Llama la atención que Javier aún no haya logrado desarrollar un juego


compartido, clínicamente da cuenta que algo podría andar mal. Si se piensa
esto a partir de los planteamientos winnicottianos hay algo del playing, de
ese continuar siendo que no está sucediendo. Cabría preguntarse, ¿la
imposibilidad de jugar con otro, de crear con otro, tiene que ver con que
Javier aún no ha terminado su desarrollo emocional? O ¿Tiene más bien
que ver, con una etapa regresiva en el proceso madurativo, por la necesidad
de recobrar algo de los tiempos originales en relación a la función materna?

En momentos de la entrevista, se escucha cierta contradicción en lo que


dice la madre sobre lo que ella espera, ya que en un primer momento refiere
haber escogido el colegio precisamente por su normativa estricta,
reconociendo allí cierta necesidad de límite. Se construye un segundo
momento, en el que esta normativa para la madre se vuelve hostil,
castigadora e inclusive poco comprensiva con Javier. Hay que notar, que si
bien María se cuestiona sobre su función y la relación que tiene con su hijo,
hay momentos en los que ubica la responsabilidad de lo que ocurre con él
fuera de sí misma o del mismo niño. Puede estar en el padre, en el colegio,
en que Javier podría tener un “problema de sordera o de comprensión de
lectura” o que simplemente su hijo tiene ciertas dificultades porque quiere
“llamar la atención”. María reclama que en el colegio son exigentes con un
niño “cómo él”, lo marca como diferente respecto de sus otros compañeros,
a propósito del diagnóstico de “déficit atencional con hiperactividad.

La madre procura proteger a Javier de este mundo exterior “peligroso”,


del padre, del colegio. Otorga a su hijo la cualidad de “líder”, explicándose
así el por qué está más bien solo. Refiere que es “inocente”, respecto de sus
compañeros por su manera de jugar, María cambia de voz y se enternece al
imaginar a su hijo jugando, es como si se refiriera a la inocencia de un bebé
en el encuentro con su madre. María ha experimentado ella misma desde
niña el mundo exterior como peligroso, como un lugar del que tiene que
defenderse. Cabría preguntarse, ¿de qué manera le fueron presentados los
objetos al mundo a María?

44
Se podría pensar también, en palabras de Ricardo Rodulfo, que hay un
cierto nivel de “enamoramiento” o “falización”, hacia su hijo. Todo gira en
torno a él. Existe además, una especie de acomodamiento de ambos en la
relación que en alguna medida está impidiendo que Javier se separe de la
madre. Esta situación provoca que Javier no logre mantener relaciones
interpersonales adecuadas, de larga duración, con personas externas a su
grupo familiar. Si bien es atento con los adultos que lo rodean, no son
relaciones significativas o que le aporten algo de lo propio de su momento
vital.

Resulta interesante analizar también, el tema de los miedos que invaden


tanto a Javier como a María, el miedo a la muerte, a que “pase algo” con
algún miembro de la familia. Es decir, el temor por la muerte está presente,
traduciéndose probablemente en las dificultades que presenta el paciente
para dormir, para permanecer tranquilo en las noches. Hay que recordar que
antes de Javier ser concebido, madre sufrió una pérdida, la cual según sus
palabras, no tuvo tiempo de elaborar. Javier se concibe y nace en un mundo
de temores, de angustias que van más allá de las propias a la maternidad.
Es probable que el miedo de Javier sea un miedo inconsciente de caer, de
perderse, de que el mundo que conoce se disgregue. ¿Se podría pensar que
el sostén que Javier ha construido para sí se encontrará en el mundo que ha
creado con juguetes? Un mundo del que sólo él es partícipe, del cual sólo él
conoce las reglas, del cual él es el líder.

Hay una especie de transmisión inconsciente de los temores maternos,


que se han inscrito en Javier. En esa identificación que la madre hace con el
niño, encontrándose “parecida” en muchas de las cosas que él hace,
reactualiza sin darse cuenta, sus propios temores, deseos, angustias, de la
infancia. Estos temores se inscriben como un “mito familiar”, que
probablemente también le fueron transmitidos a ella, como diría Rodulfo,
cuya portadora es María. Javier, se vuelve una especie de
contenedor/receptor de estas angustias maternas y los resignifica en sus
sueños, en la dificultad para dormir, en sus palabras, en las angustias que
tiene.

María recuerda que ella es hija de una familia de doce hermanos, por lo
que siente no haber tenido la atención y el cuidado que requería. Por lo
mismo, recuerda con mucha pena que tuvo cuidar de sí misma desde muy
pequeña, dice: “el Javier me recuerda a mí, éramos muy parecidos, sólo que
a mí nadie me vio”. La frase: nadie me vio, la dice en referencia al
tratamiento psicológico, se hipotetiza que esta frase también le recuerda que
45
nadie la miró en su hogar. Winnicott nos enseña la importancia de pensar
sobre el ambiente de la madre o quien cuide del niño, durante su primera
infancia de modo de entender la actual relación entre ella y su hijo.

María trata en sus actos, de no repetir lo que ella vivió en su infancia. La


cual considera que fue de poco afecto y cuidado. Considera que desde su
función como madre, es importante no generar ausencias, como las que ella
vivió.

46
4.2 LAURA

Laura, tiene doce años de edad, llega a consulta acompañada de su


madre. Es derivada a tratamiento psicológico desde el establecimiento
educativo al que pertenece por problemas de relación con grupo de pares,
además de su inquietud motora. Su madre la describe como “desafiante” con
los profesores aunque mantiene buen rendimiento escolar. Cabe anotar, que
el ambiente escolar en el que Laura se desenvuelve es complicado por las
características propias de la institución; hay un gran número de alumnos por
aula, existen varios conflictos internos entre alumnos y con profesores,
varios de los compañeros de Laura toman medicación con la finalidad de
“controlar sus impulsos.”

Durante la entrevista inicial, lo primero que llama la atención es que la


madre de Laura, Verónica, llega en silla de ruedas, padece de un trastorno
congénito degenerativo; Trastorno de Charcot Marie Tooth, que le impide
una adecuada movilidad. Cuando se indaga sobre el nacimiento de Laura, la
madre da cuenta de un embarazo con varias dificultades debido a su
condición médica. Existía la constante posibilidad de perder a la bebé,
incluso la vida de la madre estaría en riesgo, pero Verónica dice que eso no
le importaba porque se sentía capaz de salir adelante con su hija, aunque
sus hermanos le sugerían que aborte. En ese entonces, tenía buena relación
con el padre de Laura, quien fue su pareja durante algún tiempo y la
acompañó durante el primer periodo de la infancia de la paciente sin ninguna
complicación.

Sobre el desarrollo vital de Laura, Verónica cuenta que la niña toma


pecho hasta los diez meses, camina al año y utiliza pañales hasta los dos.
Verónica era quien se ocupaba del cuidado corporal de la niña, siempre con
apoyo del padre. Con el pasar del tiempo, debido a su enfermedad, el
cuidado de la bebé se vuelve cada vez más complejo ya que sus manos van
perdiendo movilidad, hasta el punto que el padre, debe hacerse cargo por
completo con la ayuda de familiares.

La relación de pareja con el tiempo se deteriora, padre ejerce VIF tanto


física como psicológica en contra de la madre y en ocasiones en contra de
Laura. Esto deriva en la separación de ambos cuando Laura tiene cinco

47
años de edad. Laura y Verónica, se trasladan a vivir como allegadas a la
casa de un tío materno, allí comienzan a tener problemas porque Laura
replica conductas del padre, golpeando y gritando a su mamá.

La madre, por su lado, se siente incapaz de controlarla. En ocasiones


recurre a los golpes como solución y no tiene apoyo del padre ya que este
se ausenta por completo. Esta situación termina cuando a los seis años de
edad, Laura es llevada a vivir a un hogar de niñas, por la imposibilidad que la
madre tenía/sentía para cuidarla en esos momentos. Permanece allí por
aproximadamente cinco años, después de lo cual la madre decide hacerse
cargo de su cuidado personal, habiendo ella asistido a tratamiento
psicológico para no volver a maltratar a la niña. Laura a su vez, habría
recibido apoyo psicológico en el hogar de niñas. Verónica pensaba además,
que al Laura estar más grande, tendría posibilidades de mantener una mejor
relación, sobretodo porque los fines de semana que compartían juntas los
disfrutaban mucho.

A los once años de edad, Laura llega a vivir a casa de tío materno donde
madre reside hace varios años. Acuden a sesión cuando llevaban viviendo
juntas aproximadamente ocho meses. Los primeros meses de convivencia
fueron agradables, apacibles, pero poco a poco la relación comienza a
deteriorarse. Laura adquiere una fuerte rivalidad con su primo menor, ya
que sentía que las normas establecidas en casa eran distintas para ambos.
Reclama un espacio para ella, se sentía diferente. Tiene nuevamente
conductas agresivas hacia la madre, la golpea, la amenaza, grita, por lo cual,
tiene varios enfrentamientos con sus tíos. En una ocasión, incluso habría
perdido el control y según el relato de su madre, Laura la habría amenazado
con un cuchillo.

Por otra parte, Laura se responsabiliza en mucho del cuidado de


Verónica, es quien la ayuda a bañarse, a vestirse, la ayuda a cocinar y
juntas deben realizar el aseo de la casa como pago por su estadía.
Usualmente la acompaña a distintos sitios para ayudarla con el traslado, es
Laura quien empuja la silla de ruedas la mayoría del tiempo. Mientras la niña
permanece en el colegio, madre se moviliza sola. Cabe tener en cuenta que
la condición socioeconómica de la familia es de alta vulnerabilidad. La madre
cuenta únicamente con el bono por discapacidad y con algunos ingresos
extras que consigue por la venta de artículos en la feria. Laura se preocupa
constantemente por no generar gastos extras a la madre.

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En sesión, Laura se muestra como una niña afectiva, vincula de manera
espontánea con la terapeuta, busca abrazos por parte de esta y durante las
primeras sesiones trata de entregar muestras de afecto, buscando sentirse
aceptada. Realiza dibujos en los que escribe frases como: “te quiero mucho
tía”. Recuerda con nostalgia el hogar y a las “tías”, ya que allí no tenía
tantas obligaciones. La niña es capaz de agradecer el tiempo que la
cuidaron. En ese entonces, formula la niña, ella sabía cuáles eran los
reglamentos, compartía con niñas de su edad, a quienes las consideraba
casi como hermanas por el tiempo que vivieron juntas, además de estar en
la misma situación. Laura agrega, que evita hablar de estos sentimientos con
su madre porque teme que se sienta triste, espera regresar de visita algún
día.

Hay periodos del tratamiento, en los que la paciente refiere sentir enojo
con la vida por la condición física de la madre, siente que “no es justo”, su
sueño es ser doctora para curarla. Da cuenta de un humor cambiante, hay
sesiones a las que llega de muy buen humor, dispuesta a trabajar y otras
que demuestra su molestia, llegando incluso a llorar y gritar, después de
discutir con madre. Tiene poca relación con compañeros de curso, dice que
“la molestan”, la llaman “ojos de sapo”, es incapaz de defenderse o acudir a
su madre, no quiere molestar.

Cuando Laura agrede a su madre, esta no logra defenderse, a menos que


el tío esté cerca, él logra tranquilizarla. Madre ha llegado a sentir miedo por
las reacciones de Laura, ha tenido ganas de golpearla, pero se controla, no
quiere repetir la historia. La paciente, reconoce sus errores, pero dice: “no
sé qué me pasa, no me puedo controlar”. No le gusta dormir sola, dice que
aunque haya otra cama ella quiere dormir con su madre, “para recuperar el
tiempo perdido”.

Por un periodo durante la terapia, Laura mejora su comportamiento, se


adecúa a su nueva vida e inclusive llegaría a sostener una positiva
interacción con sus compañeros. Sin embargo, por dificultades propias a la
institución donde es atendida, llega un momento en el que las sesiones se
ven más distanciadas la una de la otra y Laura pierde los logros obtenidos.
Esto genera que la madre, comience a cuestionar el trabajo realizado y lo
poco que ha logrado conseguir para su hija. Al mismo tiempo, durante el
tratamiento terapéutico, interviene una terapeuta ocupacional, quien procura
organizar la rutina de Laura y Verónica, en la medida en que puedan
adecuarse la una a la otra, sin que haya una sobrecarga. Por la condición de
la madre este se vuelve un trabajo muy complejo. Verónica refiere que su
49
hija es la única ayuda que tiene. Después de aproximadamente seis meses
de terapia, con intervención de Asistente Social y a petición de la madre,
Laura regresa a la casa de acogida en la que vivía. Se sostendrán visitas
durante los fines de semana con Verónica, quien a su vez, fue a vivir de
allegada a casa de otra hermana.

50
Análisis del caso

El trabajo con Laura resulta complejo desde sus inicios, por un lado
debido a las condiciones socioeconómicas de la familia y por otro a la
dificultad física que tiene la madre de la paciente.

En principio, dada la situación de Verónica y Laura, cabría preguntarse si


durante el desarrollo vital de la paciente, ¿Verónica logró ejercer la función
materna como lo anhelaba?, ya que ella desde que supo que estaba
embarazada sentía que era capaz de cuidar de su hija de una manera
suficientemente buena, a pesar de sus limitaciones físicas. ¿Qué ocurrió a
nivel psíquico con Verónica cuando tuvo que entregar por completo el
cuidado de su bebé? La realidad se le presentó, cada vez fue más difícil
cuidar del cuerpo de Laura. Llevar a cabo de manera propicia el sostén, la
manipulación y por tanto la presentación de objeto, se convirtió en una
posibilidad limitada.

Hay que reconocer, el esfuerzo de esta madre por conectarse a su hija y


generar un ambiente suficiente para ella desde el día de su nacimiento hasta
los diez meses de edad, tiempo en el cual se marca la primera separación
física, aún cuando ella siempre procuraba estar al tanto de los logros de la
niña y lo que el padre hacía con ella. La función paterna en este periodo de
desarrollo temprano, como diría Abello Blanco, cumple un papel
“fundamental y fundacional”, ya que permitió a la bebé la cercanía con su
madre en un ambiente apacible, además de un conocimiento primario del
mundo tranquilo.

Cabe por otro lado, tener en cuenta que el embarazo en sí mismo para la
madre implicó una lucha por su vida y por la de su hija, habiendo vivido ya
una lucha continua en contra de la discriminación y los problemas propios a
su condición. Madre en algún momento de la entrevista, recuerda su infancia
como difícil, ya que inclusive se sentía marginada por sus padres. No quería
lo mismo para Laura. Este sentido de lucha se ve recompensado, por lo
menos en primera instancia, al tener el apoyo de la pareja quien la sostuvo
haciéndose cargo del cuidado de Laura, contando además con el apoyo de
los otros miembros de la familia, quienes también procurarían generar un
ambiente propicio para Laura y su madre.

51
Gracias a estos cuidados tempranos, de sostén y manipulación, Laura fue
capaz de lograr la integración, personalización y realización. Está anclada a
la realidad externa, aunque por momentos en la terapia rondaba la pregunta
si Laura ¿habría encontrado su verdadero self? O ¿vivía en un continuo
estado de defensa?

De alguna manera, su estadía y permanencia en el hogar de niñas, le


permitió sentirse resguardada por las “tías”, se sentía cuidada, organizada,
tenía un sentido de pertenencia, podía ser sin temor ya que conocía ese
mundo, existía cierta cotidianeidad. En el hogar de niñas, se puede pensar,
se generaron límites, corporales, espaciales, temporales.

Regresando a la primera infancia de Laura, hay que recordar que con el


paso del tiempo y un padre más bien cansado, el ambiente se vuelve
conflictivo, tenso. Existe violencia física en contra de la madre y de la niña
por parte del padre, hay una importante falla ambiental. Hay momentos
marcados por la agresión y la desconfianza. Este lenguaje es transmitido a
Laura como un lenguaje familiar. Se aprecia aquí, un objeto primario
disminuido, rodeado de otros que la abandonan. Laura debe reaccionar,
debe defenderse, evitar su caída psíquica, responde de igual manera que el
padre, se vuelve contra la madre, su objeto de amor y odio.

El ingreso al mundo de Laura se torna violento, el mundo exterior de


pronto se vuelve peligroso, con pocas posibilidades de ser un lugar tierno,
afable, cálido. No hay afectos que estén asegurados, sus objetos de amor
están en constante batalla. Hay una ambivalencia respecto del padre,
respecto de la madre, la niña queda atrapada momentáneamente como
objeto de discusión, de pelea, es difícil para la pequeña salir sin sentir que
continuamente deba estar alerta, al cuidado, con pocas posibilidades de
defenderse o sentirse protegida en la realidad, frente a sus compañeros por
ejemplo.

Llama la atención como Laura en cierta medida ha logrado identificarse


con la madre, está puesta en escena la indefensión, es como si Laura
repitiera con sus compañeros, la respuesta que la madre tiene cuando ella la
agrede. No hace nada por defenderse, se atemoriza. Laura es incapaz de
responder a los ataques de los otros, en ocasiones incluso habría llegado
lastimada a casa. Se puede pensar, que para Laura en la realidad, el objeto
interiorizado es un objeto al que se lo puede atacar, que probablemente
termine dañado en la realidad frente a esos deseos primitivos, un objeto
percibido como incompleto. Un objeto frente al cual ella no puede “controlar”

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sus impulsos agresivos. Al mismo tiempo es un objeto al cual ella quiere
curar “siendo doctora”, un objeto de amor que quiere cuidar.

Los constantes cambios de humor de Laura, parecieran ser una muestra


en su carácter de los constantes cambios que ha tenido a lo largo de su vida.
Una repetición de las discontinuidades por las que se ha marcado su ser en
el mundo. Se lo podría leer tal vez, como una marca de su disconformidad
con la realidad. Si bien reconoce como positivo el espacio que le entregaron
en el hogar de niñas, hay algo de la ausencia de su madre que también la
marcó.

Hay por otra parte, el deseo de “recuperar el tiempo perdido”, tanto de la


madre como de la hija. Ambas querían tener una relación madre/hija ideal,
en la que ambas estuvieran felices de haberse reencontrado. Sin embargo,
la realidad física, económica, el contexto escolar, familiar, la realidad
externa, se muestra distinta a lo esperado y esta ilusión cae. La convivencia
en muchas oportunidades hace que la madre rememore el tiempo conflictivo
que vivieron junto al padre.

Abello Blanco, postula que los logros del desarrollo son continuos, todo el
tiempo están generándose y pueden o no permanecer en el sujeto,
dependiendo de las situaciones a las que se exponga. En el caso de Laura
el constante cambio de hogar, de figuras representativas, de continuidades,
provoca avances y retrocesos. Se provocan un sinfín de respuestas que dan
cuenta de un sufrimiento profundo en la paciente.

Se puede pensar por otra parte, que algo de la provisión ambiental falla
desde el momento en que los otros cercanos (familiares), sugieren a
Verónica que aborte, esos otros que en la actualidad sugieren que la niña
regrese al hogar de niñas, ya que allí, como en los tiempos originales, sería
un problema menos. Sugieren que de ese modo, Verónica encontraría más
momentos de tranquilidad, están dispuestos a ofrecer su ayuda si Laura no
está. Laura, desde antes de nacer, fue significada por los otros como un
inconveniente para la madre, en el imaginario de sus tíos probablemente lo
mejor hubiera sido que no nazca, así Verónica se habría asegurado una vida
sin algún riesgo potencial. Cabe preguntarse ¿Qué fantasías existían
respecto de Laura desde antes de su nacimiento?, ¿El padre habría
imaginado una realidad muy distinta?

Cabe decir, que este caso en ciertos momentos, genera la sensación de


una inversión de papeles, dada una vez más por el trastorno congénito de la
madre. Laura, se convierte en cierta medida en la proveedora ambiental de
53
Verónica cuando regresar a vivir con ella. Empieza a hacerse cargo de los
cuidados básicos del cuerpo de la madre, de la casa, de la atención a sus
tíos. Esto lo hace por fuerza, por amor, aunque lo tolera poco. Es la
condición para permanecer juntas. Reclama su espacio de hija, el mundo
interno se debilita, la figura primordial está disgregada, por una parte la
reconoce como madre, pero por otra parte la mira como un ser limitado. Esto
la lleva continuamente a regresar en su mente, en sus recuerdos al hogar de
niñas, dónde por primera vez algo en ella se organizó, donde pudo tener un
espacio propio. El hogar constituido por “las tías” y las niñas que allí viven,
donó a Laura un ambiente de sostén, de cuidado, de contención, desde
donde sujetarse al mundo. Es un ambiente suficientemente bueno,
proveedor de tranquilidad.

Laura, tiene otro signo particular en su forma de actuar, quiere dormir con
su madre por fuerza aunque la cama sea pequeña. Se puede leer este gesto
como una especie de regresión a los primeros tiempos de vida, una especie
de búsqueda del cuerpo materno del que tuvo que desprenderse
tempranamente, un cuerpo que le fue arrebatado en el tiempo y el espacio,
tiempo al que quisiera regresar, donde probablemente encontraría la calma
de la que alguna vez fue cómplice. El cuerpo de la madre en la realidad, es
un cuerpo vivido como mutilado, que genera ambivalencia, que a veces debe
ser atacado, es el contenedor de los impulsos agresivos. Es un cuerpo que
sobrevive a sus ataques. Otras veces, este cuerpo requiere ser abrazado,
acariciado, cuidado. Es un cuerpo frente al cual Laura no sabe muy bien qué
hacer, es un cuerpo que está vivo para ella. Un cuerpo que a pesar de las
dificultades cumple una función materna.

La terapia para Laura se presenta como un lugar de contención. Allí


deposita sus afectos, tanto positivos como negativos, se vincula, permanece
en el tiempo como un espacio seguro al cual acudir. Como lo dice
Slochower, con la paciente fue necesario co-construir un espacio de holding,
en el que ella pudiese desplegar su mundo interno de manera segura.
Volviéndose la terapeuta co-participe de las ocurrencias de Laura, estando
disponible para ella, evitando interpretaciones apresuradas, más bien
permitiéndole elaborar aquellas fantasías, sueños, sentimientos que la
atravesaban en ese entonces. Se evidencia una búsqueda continua de
afectos, de un lugar seguro, de lograr relacionarse con alguien de manera
permanente en el tiempo, que no vaya a fallar. Por momentos la paciente
demanda que la terapeuta la mire, le responda, esté ahí sin fallar.

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Laura, quiere en el espacio terapéutico, encontrar un espacio para seguir
siendo sin ser castigada, aniquilada. La interrupción de este espacio es
nuevamente una pérdida significativa, hay una intromisión abrupta, hay
nuevamente un corte del que tiene que defenderse. Hay algo que
nuevamente falla en su ambiente. Por momentos reniega de la decisión
tomada por su madre, pregunta hasta cuándo debe permanecer allí, le
parece mucho tiempo hasta los dieciocho años. En otros momentos, se
alegra por regresar al hogar, se encontrará nuevamente con sus amigas y
sus “tías”, quienes le enseñaron que el mundo también puede ser bueno.

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5 MARCO METODOLÓGICO

A continuación se presentará una revisión del proceso que se utilizó para


desarrollar la tesis de modelo teórico. El trabajo, asienta sus bases en la
pregunta inicial que determina el interés de la autora para el desarrollo del
texto. Cabe decir, que el análisis de conceptos teóricos realizado, busca
generar profundización en de los conceptos de sostén, manipulación y
presentación de objeto, términos acuñados por Donald Winnicott y su
análisis en tanto el vínculo madre/hijo de niños diagnosticados con
problemas atencionales.

Al escribir una tesis teórica, hay que mencionar que se caracteriza


principalmente por la búsqueda de aprehensión de determinados conceptos
o determinadas teorías más bien abstractas.

… es una tesis que se propone afrontar un problema abstracto


que ha podido ser, o no, objeto de otras reflexiones, se caracteriza
por la profundización de ciertos conceptos teóricos, con la
intención de generar conocimiento y reflexión sobre lo que se
trabaja. (Eco, 1977, pg. 33)

En este sentido, los conceptos abordados para el desarrollo de la tesis,


no son cuantificables, ni se encuentran en un espacio tangible del sujeto o
fuera de él, son conceptos que tienen que ver con el desarrollo psíquico del
ser humano. Se procura orientar a una reflexión clínica, a partir del
conocimiento que se genera.

El proceso de realización de la tesis se elabora de la siguiente manera:

 Elección y delimitación de un tema a partir de una pregunta de interés


para la investigadora.

 Presentación del problema y el tema de investigación.

 Elaboración de objetivos.

 Estudio y revisión bibliográfica tanto del autor Donald Winnicott, Joyce


Slochower, Ricardo Rodulfo, entre otros.

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 Elaboración del marco teórico, a partir de bibliografía estudiada.

 Presentación de dos viñetas clínicas, como apoyo a la teoría.

 Elaboración de conclusiones.

La elaboración del material se realiza bajo la supervisión y


acompañamiento de la profesora guía, quien continuamente genera
procesos de devolución con la finalidad de abordar la temática de la manera
más adecuada, evitando la tendencia a salir de los límites propuestos en
primera instancia.

El estudio realizado tiene características propias a la metodología


cualitativa, ya que busca el entendimiento profundo de determinados
conceptos al considerárselos importantes para el desarrollo de la clínica
psicoanalítica con niños y adolescentes. “La investigación cualitativa se está
estableciendo en las ciencias sociales y en la psicología. […] Cada método
se basa en una comprensión específica de su objeto”. (Flick, 2007, pg. 15).

La recolección de información se realiza a través de lecturas de libros,


textos on-line, textos que profundizan los conceptos que se proponen en el
estudio inicial y sirven de guía para generar conocimiento. El desarrollo de la
investigación se genera a través de una hipótesis central que guía el estudio
y que al mismo tiempo permite generar deducciones teóricas pertinentes. “La
doble función de la hipótesis consiste en generalizar y ampliar los
conocimientos empíricos, de una parte, y de la otra, ser punto de partida de
las deducciones teóricas”. (Nuñez J., 1989, pg71).

La presente investigación, se realiza para postular al grado de Magíster


en clínica psicoanalítica con niños y jóvenes, de la Escuela de Psicología de
la Universidad Alberto Hurtado, se rige por normas éticas concernientes al
sujeto, resguardando la confidencialidad y el anonimato de los casos clínicos
utilizados a modo de ejemplo para sustentar la teoría. Utiliza el método de
citación propuesto por APA.

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6 CONCLUSIONES

A continuación se presentarán las conclusiones que se rescatan del


trabajo de investigación teórica realizado. Es importante decir que se
responderán primero los objetivos específicos, que guiarán para llegar a
conclusiones que aborden el objetivo general. Esto con la finalidad de
trabajar a partir de ellos la hipótesis a manera de pregunta, que se plantea al
inicio del texto: ¿Cuáles son las características del vínculo madre/hijo
que se pueden observar en niños en diversos contextos clínicos, a
través del análisis de los conceptos de manipulación, sostén y
presentación de objeto?

Respecto el objetivo específico número uno, formulado en los siguientes


términos, describir la manera en que se producen la manipulación, el
sostén y la presentación de objeto en la relación vincular madre/hijo, se
pueden decir varias cosas. Por un lado, a partir del estudio teórico, se
conocen a profundidad los conceptos postulados por Donald Winnicott a lo
largo de sus escritos, el estudio bibliográfico genera de manera continua el
aprendizaje de formulaciones y ligeras reformulaciones que Winnicott realiza
a lo largo de los años en lo que tiene que ver con los términos de sostén,
manipulación y presentación de objeto. Vale decir, que estos tres conceptos,
para la autora de la tesis son considerados fundamentales en el cuerpo
teórico winnicottiano. Se reconoce que estos conceptos no varían mucho
para Winnicott a través del tiempo y sirven para entender otros conceptos
sobre el desarrollo emocional temprano.

Es interesante la revisión que se hace de otros autores, que en Jan


Abram en Inglaterra, Augusto Abello Blanco en España, Joyce Slochower
en Estados Unidos y Ricardo Rodulfo en Argentina, recogen la teoría de
Donald Winnicott, la profundizan y le dan un giro a propio a través de lo que
ellos observan en la clínica, tal como lo habría hecho Winnicott en su
momento. La clínica contemporánea revisada en textos, da cuenta de la
vigencia de Donald Winnicott y sus conceptualizaciones, además de generar
la sensación de estar frente a un campo fértil para la construcción de teoría.

El enfoque del psicoanálisis relacional, teoría que se conoce a partir del


desarrollo de esta tesis, es uno de los enfoques contemporáneos que más
se apegan a las teorías vinculares de Donald Winnicott, tomando en cuenta
la relación de la madre con el hijo y más que nada del sujeto particular en el
58
ámbito de las relaciones que él ha ido tejiendo. Hay un cierto punto, en el
que la clínica de niños y el psicoanálisis relacional se encuentran, es desde
el énfasis que se pone en conocer acerca del vínculo madre/hijo y los
efectos a nivel emocional que ocurren con el sujeto a partir de ahí.

Vale decir, que el acento de lo relacional, desde lo que se puede extraer


de los textos, está puesto en la relación misma del sujeto con el mundo, lo
que incluye no solamente a la madre de Winnicott, sino también a las otras
relaciones intersubjetivas que el sujeto construye, a partir de experiencias a
lo largo del crecimiento, así como las propias a las primeras relaciones
facilitadas por, idealmente, ambos padres. Se reconoce, un nuevo campo
de conocimiento a ser estudiado, ya que además el psicoanálisis relacional
es un movimiento contemporáneo que según Rosa Velasco, miembro de la
IARPP España, surge aproximadamente hace 25 años. La autora dice del
psicoanálisis relacional:

Conjunto de desarrollos teóricos, técnicos y clínicos que vienen


contribuyendo a la evolución de la terapia psicoanalítica hacia una
forma de psicoterapia que explica la dinámica intrapsíquica en su
ámbito natural de origen y evolución: la intersubjetividad, o la
amplia trama de relaciones que constituyen y en la que se
despliega la subjetividad. (Velasco R., 2009, pg. 2).

En el ámbito de estudio que interesa a la autora y para la profundización


del objeto de estudio, cabe decir que a través del recorrido teórico realizado
se genera una base teórica potente que permite plantearse un nuevo modo
de pensar frente a los casos de niños que presentarían dificultades
atencionales. Se plantea la importancia de tomar en cuenta cómo estos
niños viven sus relaciones intersubjetivas, en distintos ámbitos, en qué
momento del desarrollo emocional se encuentran, qué ha produce para cada
niño la relación primaria con sus padres. De este modo, esta tesis se
desmarca de la unificación de síntomas como diagnóstico de una
psicopatología con determinado modo de tratamiento.

Las variables de estudio: sostén, manipulación y presentación de objeto,


se vuelven válidas y responden las expectativas previas que se tenían al
inicio del trabajo de investigación. Son una guía que permite ahondar en el
estudio acerca del trabajo clínico con niños. A partir del interés con el que se
desarrolla la tesis, es posible describir estos términos de la manera
esperada.

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En respuesta al segundo objetivo específico planteado, analizar
teóricamente dos casos clínicos que permitan dar cuenta de la
importancia de dicho marco teórico, se logra la escritura de dos casos
clínicos, que por un lado fueron escogidos al azar y por otro, se caracterizan
por la diferencia del contexto en el que fueron atendidos. Cabe decir, que el
trabajo de relación de conceptos con la historia vital de cada niño resulta
complejo e interesante al mismo tiempo, ya que se plantean muchas
posibilidades a la hora de generar dicho trabajo. Se generan hipótesis y
preguntas que amplían la visión de cada situación clínica.

La autora se encuentra con la necesidad de plantear por un lado la


historia de la relación vincular tanto de Javier como de Laura, además de
explorar ciertas características que surgen a partir de los relatos de ambas
madres sobre los recuerdos de sus relaciones infantiles. Hay que recalcar
en este punto, que el planteamiento winnicottiano de pensar además en el
ambiente facilitador del que la madre proviene, ayuda a la reflexión sobre el
niño.

El pensar tanto en el ambiente facilitador del niño, como de quienes lo


están cuidando, permite hipotetizar y flexibilizar un camino hacia la cura. Da
cuenta en cierta medida, cómo la madre ha ido construyendo la relación con
el niño. ¿Se parece a la relación que tenía con sus padres? O por el
contrario ¿Madre procura hacer algo totalmente distinto? ¿El hijo o hija le
recuerda a la madre alguna parte de su propia infancia? ¿Existe función
paterna? De esta manera, se afirma en este campo la importancia que tiene
para el trabajo clínico con niños las intervenciones que se pueden realizar
con sus padres, ya que son ellos quienes de mejor manera podrán decir qué
ocurre en el ambiente del paciente. En los relatos que las madres realizan,
en la manera de comunicarse de los niños, a través de sus actitudes, juegos,
dibujos, se observan los efectos/afectos de su relación con el mundo.

La relación de los términos de sostén, manipulación y presentación de


objeto con la realidad de los casos presentados, permiten posicionarse en el
trabajo clínico a partir de una mirada más bien winnicottiana. Dan cuenta
además, de la importancia de plantearse los casos desde una posición
teórico-práctica que permita al sujeto emerger y que responda a las
necesidades del mismo. Ya sea en alguna medida generando contención,
resignificando las figuras primarias, procurando establecer en terapia un
ambiente que brinde seguridad al sujeto, etc.

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El autor Augusto Abello Blanco, plantea la posibilidad de trabajar los
casos más borderline desde los planteamientos teóricos winnicottianos y los
casos más en la estructura de lo neurótico, pensarlos desde un
planteamiento Freudiano en base al complejo de Edipo. Sin embargo, se
piensa que es posible trabajar también desde los planteamientos
winnicottianos, casos que no necesariamente tengan características
borderline. Pensando en el caso de niños diagnosticados con problemas
atencionales, cabe plantearse maneras diferentes de pensar. Se propone
evaluar la presentación de los síntomas de estos niños, a través del análisis
de sus relaciones infantiles primarias, como cierta disconformidad con el
mundo que conocen y hacer pausas en la medida de poder profundizar, en
el caso a caso qué ocurre con ellos y sus familias. Tratar de escuchar lo que
ellos quieren decir a través de su cuerpo.

En el caso de Javier, se hipotetiza, sobre las dificultades que el niño tiene


de relacionarse al mundo, por una relación más bien simbiótica con la
madre, una relación que no le ha permitido explorar el mundo exterior,
traduciéndose en problemas de relación con otros niños de su edad o gente
exterior a su núcleo familiar.

En el caso de Laura, se hipotetiza sobre una imposibilidad de generar


una continuidad en ese mundo exterior que se presenta ambiguo, agresivo,
conflictivo. Un mundo en el que la relación con la madre desde el origen es
ambivalente. Un mundo del que ella se tiene que defender.

Así, se puede entender, que en el trabajo clínico que se realiza además


de las técnicas que se utilizan en terapia, ya sea de juego, dibujo, etc., es
posible pensar un poco más allá respecto de estos niños con problemas
atencionales. Cabe preguntarse ¿Qué es lo que no les permite organizarse
en el mundo exterior? ¿La integración es un proceso que han completado?
¿Sienten que existen como una unidad? ¿Se sienten reales?

Del objetivo número tres, generar hipótesis clínicas a partir del


recorrido teórico y el análisis de casos, se puede decir que está en
directa relación con la descripción de lo que ocurre en los dos objetivos
previos. Hay que decir, que la generación de hipótesis constituye un trabajo
de pensamiento, que no se da sin un trabajo de recorrido teórico serio.

61
El generar hipótesis clínicas posibilita el descubrimiento de un nuevo
campo clínico, ya que se puede agregar conocimiento y profundización
frente a los casos. Esta práctica debe ser continua en la clínica personal, ya
que genera un beneficio tanto para los pacientes como para los terapeutas.
Permite en alguna medida acceder a lineamientos teóricos que generan una
determinada posición clínica en el terapeuta a la hora de escuchar a sus
pacientes e intervenir con ellos.

Se considera importante, por otro lado compartir estas hipótesis clínicas


con otros, hacer una transmisión adecuada de esta conceptualización, ya
que abre en el ámbito clínico un abanico de posibilidades para aquel
interesado en el trabajo con niños. Este proceso puede llevar al clínico a
nuevos cuestionamientos.

Una de las conclusiones a las que se llega, es que no cabe hablar de


patología cuya ocurrencia sea igual para todos los niños. Se podría plantear,
que hay un sufrimiento psíquico por el que los niños con problemas
atencionales en el ámbito escolar atraviesan. El mismo tiene que ver con
diversos factores que deben ser analizados en terapia. Tal como en el caso
de Javier, muchos niños han sido evaluados y medicados en base al
diagnóstico de déficit atencional, sin que se haya realizado una historización
de sus vivencias, más bien hay cierto reduccionismo a la observación de
ciertos signos en el comportamiento.

Cabe decir, que una de las herramientas que más aparecen en la


actualidad, en la consulta terapéutica, es el llamado Test de Conners. El
cual es un cuestionario formulado en base a lo que se observa en el aula de
clases respecto del comportamiento del niño. Se observa en la clínica, que
depende de quién responda dicho cuestionario para acceder a una
evaluación positiva o negativa respecto del paciente. Es válido suponer, que
el niño se relaciona de manera distinta en cada lugar y con cada persona.
Por lo tanto, es posible suponer que la evaluación dependa en gran medida
de la subjetividad del profesor o profesora y de cierto nivel de tolerancia que
tenga frente a ciertos comportamientos del alumno. Esta herramienta
posibilita al terapeuta evaluar alguno de los aspectos de relación del
paciente en determinados ámbitos o determinadas personas, pero genera la
sensación que no hay un nivel de profundización como al que se puede
acceder en terapia. Podría ser un punto de partida, pero no se lo puede
utilizar como determinante sobre quién es ese niño, qué es lo que piensa,
cómo se constituye, etc.

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Cabe decir, que en el contexto del trabajo psicoanalítico con niños, a
partir de la posibilidad de generar hipótesis clínicas, no se toma en cuenta
únicamente lo observado en el colegio. Se procura relevar la importancia de
los otros ámbitos en los que se desenvuelve el niño se da importancia a la
manera en que este responde a la realidad desde su subjetividad.

Por otro lado, es posible indagar más aún en la importancia del proceso
de holding que se puede realizar en terapia, tal como lo propone Joyce
Slochower. Siendo este un aspecto que el terapeuta podría desarrollar
dependiendo de la disponibilidad que este tenga frente al paciente. Se
concluye, que este es un trabajo arduo, que requiere poner en suspenso la
propia subjetividad, la propia creatividad, el deseo de interpretar o de
direccionar la cura de cierta manera. De lo que se extrae del texto, hay un
esfuerzo además en reconocer cuando se está generando con el paciente
un proceso de holding, de manera que esta ocurrencia no pase
desapercibida y se logre llegar a un entendimiento de los modos de relación
y por tanto de las necesidades del paciente.

Se considera pertinente llamar la atención sobre lo que los autores


estudiados ponen de relieve. Es el estudio de esa madre/ambiente, una
madre que no necesariamente es “bondadosa”, como dice uno de ellos, es
una madre que simplemente ES y es su subjetividad con la que llega a
adaptarse al bebé recién nacido. La importancia está en lo que se piensa
acerca de la construcción del sujeto a partir de allí, de cómo los primeros
vínculos influyen a lo largo del camino del desarrollo emocional, que por
cierto se puede decir, está constituyéndose a lo largo de la vida. Se
profundiza en cómo esto que se genera a partir de la primera infancia va
variando de acuerdo a la experiencia que el sujeto adquiere a lo largo de la
vida, pero que al mismo se profundiza sobre las reminiscencias que
permanecen de aquella relación de los tiempos originales.

Por último, se toma en cuenta lo que ocurre con el sujeto en esa época
pre-verbal, aquello que se puede obtener en terapia a partir del discurso de
la madre. De alguien que cuente de la historia del niño, de alguien que lo
relate, además de lo que el paciente comunique. Aquí, se abre otra variable
a estudiar en el campo del conocimiento del ser humano, se piensa en la
observación de bebés como un campo a explorar basando ciertas pre
concepciones a partir del trabajo teórico aquí descrito.

63
Para finalizar el trabajo de elaboración de conclusiones, se aborda el
objetivo general, analizar las características del vínculo de niños/as, con
sus cuidadores primarios, revisando los conceptos winnicottianos de
sostén manipulación y presentación de objeto, que contribuyen en la
clínica, mismo que se ha ido respondiendo paulatinamente a partir de los
objetivos específicos. Habría que agregar algunas cosas.

A lo largo del estudio de la presente tesis, se logra dar cuenta que las
características del vínculo madre/hijo, vienen dadas por la relación que se
construye en los primeros tiempos de vida, cabe decir que el aporte de
Winnicott con los conceptos de sostén, manipulación y presentación de
objeto, ayuda a un entendimiento amplio de dicho vínculo. Cabe decir, que
Winnicott, toma en cuenta para la historización del paciente el contexto, no
desvaloriza la función del padre, pero centra su atención en la díada
madre/hijo.

Es posible, analizar el vínculo madre/hijo de niños y niñas a partir de los


desarrollos winnicottianos, dado que permite un entendimiento profundo de
los modos de ser de cada paciente. Sumado además al contexto biológico,
social, escolar. En este punto hay que decir que con aquellos niños que
llegan a consulta derivados por problemas para sostener la atención, por
conductas disruptivas, por problemas interpersonales con compañeros o
profesores, requieren un espacio propio de escucha en el que se pueda ir
descifrando el por qué de estas dificultades a adaptarse a ciertos espacios,
buscando generar alivio para ellos en un espacio personal.

Si bien es cierto, las características de cada caso son particulares, en el


trabajo clínico con niños y niñas, habría que arriesgarse a sugerir, se
trabajen a profundidad los conceptos de sostén, manipulación y presentación
de objeto, ya que esto da cuenta de cómo fue la entrada al mundo para el
niño, como su cuidador primario lo pensó, lo imaginó y cómo influye esto a lo
largo de la vida del paciente. Preguntarse, ¿cómo una probable falla
ambiental se re-significa como síntoma a través del cuerpo, del movimiento,
de la distracción?, ¿Qué de esos tiempos originales se (des) organiza en el
niño o su cuidador primario, de manera tal que se generen interferencias
intersubjetivas?

Se descubre en el estudio y lectura de los diversos textos, que estos


conceptos también ayudan en el entendimiento general de diversos
pacientes, aún si se encuentran más desconectados con la realidad. En este
64
sentido, se sostiene la importancia de entender que con los procesos de
sostén, manipulación y presentación de objeto, se trabajan además los
procesos que les corresponden, que vienen a ser la integración, la
personalización y relación de objeto. Conceptos que además permiten
aprehender sobre los logros que se esperan del ser humano.

El trabajo del terapeuta se vuelve complejo en cada caso atendido,


considerando que se maneja un mundo de variables para cada sujeto, un
mundo de relaciones y diferentes posturas. El terapeuta, cumple un rol
importante en la vida de aquellos que buscan su escucha para aliviar de
alguna manera su malestar, es por tanto que debe estar preparado y contar
con herramientas tanto teóricas como clínicas que le permitan permanecer
en una posición pertinente. Es necesario estar disponible para el paciente,
en la medida de estar dispuesto a hacer un trabajo profundo de
conocimiento personal, estar dispuesto a acompañarlo en los avatares
propios del espacio terapéutico que por momentos se vuelve más complejo y
poder sostener las fantasías, imaginarios, ideas con las que llegan a sesión.
Todo esto bajo la premisa de dejar algo de lo propio entre paréntesis,
entregando un espacio nuevo para cada paciente que llega.

Se piensa además, que el espacio terapéutico al tener la característica de


ser en lo posible, estable en el tiempo, con una rutina estructurada tanto en
lugar y tiempo de atención, ya es en sí mismo un espacio que procura
continuidad. En muchos de los casos esta característica sirve para empezar
a generar bordes, a generar cuerpo, límites, zonas intermedias y sobre todo
un espacio resguardado para aquellos que el mundo les ha sido presentado
de manera más bien conflictiva.

Se descubre, en los textos de Winnicott un trabajo teórico profundo. Cabe


decir que este autor como pensador, genera la sensación de estar frente a
un teórico que no perdió de vista ningún detalle y se arriesgó
suficientemente para elaborar una teoría del ser humano. Hay que decir, que
a lo largo de la lectura, se encuentra la delicadeza con la que Winnicott
trabaja el caso a caso con los niños. No una delicadeza como buen trato
solamente, sino que hace un trabajo paulatino de ir enhebrando los hilos
psíquicos en cada situación analítica. Utiliza técnicas, como el squiggle, que
le permiten adentrarse a ese mundo interno, sin que esto resulte en una
intromisión para el niño. Esto conduce a pensar, que con los niños,
específicamente con problemas atencionales, cabe tener además esa
delicadeza que Winnicott transmite a través de sus textos, de manera que el
espacio terapéutico no sea un lugar en el que se sientan juzgados.
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Para finalizar, la tesis implicó un esfuerzo arduo de lectura, interpretación
de textos y análisis de casos. Se considera que podría tener otros alcances
para quien se interese en el estudio de las propuestas teóricas de Donald
Winnicott. Cabe decir, que los conceptos de manipulación, sostén y
presentación de objeto, están íntimamente ligados entre sí. Son sincrónicos
y están en el sujeto produciéndose continuamente. Hay una separación
descriptiva en la tesis, que tiene que ver con la posibilidad de realizar una
exposición de mayor claridad que permita al lector su comprensión.

66
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