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Caso: Sin visión de futuro

La empresa T y T, es una compañía subcontratista en el rubro de las


telecomunicaciones y su función básica es prestar servicios de
instalación de cable, internet y telefonía a empresas más grandes.
Está compuesta básicamente por 2 socios, 2 secretarias, 2
administrativos y 10instaladores. Uno de los socios, quien dedica menos
tiempo a la empresa por considerar la pequeña y de poca proyección en
el mercado, en muchas ocasiones utiliza a T y T para otro tipo de
contratos particulares y el tiempo de los instaladores se reparte entre T
y T y los servicios particulares del ingeniero. De hecho, el sentido de
tener dos secretarias en la empresa, es porque precisamente debe n
atender las subcontrataciones de T y T y los contratos del ingeniero. Lo
que nunca ha podido quedar claro en la empresa es qué tipo de contrato
es de la empresa, donde las ganancias deben ser repartidas y qué
contrato es del ingeniero donde las ganancias son sólo para él.
Asimismo, tampoco está establecida responsabilidad salarial de los
empleados, quienes por nómina son de T y T, aunque haya días enteros
en que trabajen para el ingeniero. En medio de todo este panorama, los
instaladores se han confabulado con las secretarias para ellos hacer
también algunos trabajos por su cuenta, lo que significa que una
empresa tan pequeña atiende a muchos intereses particulares. La
verdad de las cosas es que bajo estas circunstancias, ni a los
instaladores y mucho menos a las secretarias les preocupa quién se
haga cargo de la empresa y quién deba cancelar las horas extras de
trabajo, pues ellos por su parte y aprovechando el desorden de estos
socios, están cobrando por derecho lo que ellos creen les pertenece. El
segundo socio, quien sólo aporta capital para T y T, es Arquitecto y por
las pocas ganancias que esta empresa le representa, le presta muy poca
atención; para él es suficiente el reporte mensual que las secretarias le
hacen de la empresa.

La falta de honradez de todas las personas dentro de la empresa es


precisamente lo que no ha permitido que T y T surja como una gran
empresa en el rubro de las telecomunicaciones. La falta de atención del
Arquitecto hacia los negocios de la pequeña empresa y el manejo de los
contratos, el aprovechamiento del material y el tiempo de los empleados
por parte del Ingeniero, ha llevado a que los empleados, aprovechando
el desorden, hagan de la empresa T y T su empresa, la fachada para sus
contratos, con la errónea noción de estar cobrando lo justo.
Las secretarias cobran su sueldo y un porcentaje por contrato entregado
directamente a los instaladores sin informar a los socios, mientras
que éstos por su parte cobran sueldo, horas extras y aprovechan el
nombre y los materiales de T y T para hacer sus propios trabajos. Como
se puede observar, se trata de una empresa pequeña que atiende a los
intereses de todos y la falta de comunicación y de diálogo ha generado
este caos en la empresa. El cuidado de ambas secretarias, junto con los
del área contable para que exista un equilibrio entre los ingresos y los
gastos de operación de la empresa, ha permitido la permanencia de ésta
en el mercado, pues por los múltiples beneficios que todos allí reciben, a
nadie le conviene que la empresa quiebre y tenga que cerrar
sus puertas. En todo caso, la mayor injusticia se comete con el
Arquitecto, quien trabaja por fuera para inyectarle capital a T y T. La
injusticia la comete, en primer lugar, el ingeniero, pues es directamente
responsable de la empresa y además fomenta las irregularidades a
partir de sus prácticas. Las secretarias, quienes siempre han gozado y
abusado de la confianza que todos los empleados depositan en ellas,
también son responsables de esto, cayendo en casos de corrupción y
abuso de poder.
Pasados los años en la misma situación, el Arquitecto y socio de la
empresa decidió vender su parte al ingeniero, en un precio casi irrisorio,
porque los balances de la empresa mostraban más deudas que
ganancias. Como era de esperarse, el ingeniero tuvo que organizarla
empresa para evitar el descalabro económico, pues ya no tenía socio
que le inyectará capital a la empresa. Lo primero que hizo fue prescindir
de las secretarias, de los administrativos y de la mayoría de los
instaladores, ya que todos estos empleados estaban demasiado viciados
como para sacar a la empresa adelante con la misma gente.
Obviamente todos estos cambios trajeron unos gastos bastante grandes
que le hicieron ver al ingeniero lo mal que estaba llevando la empresa.
Tanto las secretarias, como los instaladores, terminaron trabajando
temporalmente porque nadie los contrataba, pues se sabía de los vicios
que ellos habían adquirido durante la permanencia en T y T, empresa
que terminó quebrando por la falta de un socio que le inyectara capital.

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