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DEMOCRACIA EN ARGENTINA

La democracia es vista desde muchas aristas a lo largo de todo el mundo, pero lo cierto
es que si nos dirigimos al origen etimológico de ésta, podremos saber en principio, que
se trata del poder que ejerce el pueblo representando sus intereses de manera
efectiva, que se asemeja también a lo que entendemos por “soberanía popular”. Ahora
bien, ¿Quiénes tienen el poder, cómo lo ejercen y a través de quienes? Esas son tres
cuestiones teóricas que el concepto de democracia podría responder sin mayores
problemas, pero ¿Cómo se ejerce? ¿Cómo es entendida por los Gobiernos de turno?
Son interrogantes que difieren en su respuesta, y es precisamente en ello, que esta
situación ha dado origen a abusos y a desvirtuaciones de lo que realmente debe ser
entendido por verdadera democracia. Ya lo advertía Bernard Crick, planteándonos que
la democracia es la mejor herramienta para los gobiernos, ya que después de todo,
esta genera simpatía respecto de las relaciones tanto internas como externas de cada
país. Todos los países quieren ser democráticos, pero lo cierto es que no todos ellos
cumplen con los requisitos fundamentales para consagrarse como tal 1, es más, me
atrevería a decir que, muchos de ellos se autoproclaman democráticos, pero lo que
menos tienen es ello, porque no respetan los principios claves de lo que esto conlleva,
y uno de ellos es Argentina.
La democracia no es solo un juego teórico basado en un ideal social conforme a una
estructura política ni económica. No, la democracia tiene que ver con la forma que los
Gobiernos de turno, puedan representar fidedignamente la voz de la ciudadanía, no
solo de los que están mejor ubicados económicamente “los privilegiados”, sino de toda
la población, y eso se logra mediante un Estado de Derecho, sí, de una estructura
legal, que permita amparar todos los derechos y deberes de los ciudadanos, pero que
sea transparente, y que su funcionamiento no esté ligado a presiones políticas, ni a
intereses particulares. Todo ello nos lleva a dilucidar que hay una relación estrecha
entre democracia y bien común, y por tanto solo aquellos gobiernos que respeten todos
esos principios serán dignos de proclamarse como Estados democráticos, entendiendo
que esta no es una cuestión meramente teórica, sino también práctica, que es lo
verdaderamente relevante.
Esta antesala que propone llevar al lector por el camino correcto de lo que debe
entenderse por democracia, permite reflexionar que hay muchos países sobre todo en
América Latina, que si bien dicen ser democráticos, la verdad es que carecen de las
bases inherentes a esta calificación. Sería muy radical postular que no son

1
Crick, Bernard. En defensa de la política. Barcelona 2001
democráticos, ya que sí respetan en parte lo que conlleva la democracia, sin embargo,
hay una ausencia de deberes y una vulneración a los principios centrales que no nos
permiten estar seguros de que estamos ante un régimen democrático propiamente tal.
Es por ello, que llamaré “democracia imperfecta”, a aquellos países que dicen ser
democráticos, cumplen con algunos requisitos básicos, pero no logran consagrarse
como una democracia en su integridad, ya que mediante el abuso del poder, ya sea
político, económico ideológico o cultural, se encuentran violando los pilares
fundamentales de un Estado que asegure las libertades que el pueblo exige.
Es menester recordar que Chile no se libra de esta calificación de democracia a
medias, ya que si nos remitimos a recordar el Gobierno de Augusto Pinochet,
estaremos seguros que aún cuando el art. 4 de nuestra Constitución Política 2 no ha
presentado cambios desde ese Gobierno hasta la actualidad, es evidente que lo que
entendió el Gobierno de turno en ese entonces, era algo totalmente distinto a lo que
entendemos en la actualidad por democracia.
El ejemplar fidedigno de esta democracia que he llamado imperfecta es Argentina, que
me propondré analizar a continuación. Cabe preguntarse entonces dos cosas: ¿En qué
medida puede ser considerada una República democrática? y ¿En qué se aparta de
dicha calificación?
Repasando la historia presidencial de Argentina, puede establecerse que en el
Gobierno de Alfonsin hubo un intento por moderar las fuerzas militares, a fin de
menoscabar el accionar político en relación al terrorismo del Estado, y además de
entender a la democracia como una reparación de los crímenes contra la humanidad,
sin embargo fue un intento fallido, debido a las reiteradas insurrecciones que dieron
como resultado las Leyes de Punto Final y de Obediencia Debida mas una débil
consolidación del conjunto de las instituciones.
En el Gobierno de Menem, se avanzó respecto a la subordinación de las Fuerzas
Armadas, pero con grandes costos políticos, además hubo un progreso en materias
económicas respecto a las grandes crisis que generaron los golpes militares desde el
1930 hasta 1983. No obstante a estos cambios significativos, fue evidente que los
gobiernos radicales y peronistas3 se dejaron llevar por el clientelismo 4, corrupción y el
abuso, creando alianzas que les reportaran beneficios exclusivos a esa clase política, y
todo ello gracias al condensado poder Ejecutivo. En razón de ello, los actos de

2
Constitución Política de la República de Chile, artículo 4: “Chile es una República Democrática”.
3
Peronistas son aquellos que pertenecen a un movimiento de masas argentino creado alrededor de la figura de Juan
Domingo Perón que desde mediados de la década de 1940 es un protagonista importante en el país.
4
El clientelismo político es un extraoficial de intercambio de favores, en el cual los titulares de
cargos políticos regulan la concesión de prestaciones, obtenidas a través de su función pública o de contactos
relacionados con ella, a cambio de apoyo electoral
gobierno gozaron e la ausencia de practicas de control y tampoco brindaron garantías
de gestión pública hacia las instituciones, lo que produjo que se institucionalizara la
corrupción. De lo anterior es que se este tipo de democracias se conoce con el carácter
de delegativas5, que se opone abruptamente con lo que conocemos de democracias
representativas, que a mi juicio determinan una democracia pura.
Luego, bajo el mando de Kirchner se logra legitimar y dar credibilidad a la
institucionalización, mediante la declaración de inconstitucionalidad de algunas leyes
que había promulgado la Corte Suprema. Ahora bien, los cambios que pudo perpetrar
Kirchner también cubrieron al espectro social, en su intento de reducir la pobreza, una
redistribución de las riquezas, y además la promoción y el asociativismo con los
derechos de cada ciudadano, poniendo énfasis en los que respecta a derechos
humanos.
Y en la actualidad, bajo el poder de Cristina Fernández, se ha planteado que también
ha habido avances en relación a la ratificación de tratados internacionales, promoción
de derechos de los individuos, y además cambios económicos favorables. En un
intento por señalar cuales son los requisitos con los que Argentina cumple para ser
considerada en parte una República democrática, es posible atenerse a lo propuesto
por Robert Dahl6, ya que en esta nación, sí se refleja una participación efectiva, hay
igualdad de voto, e inclusión de los adultos.
Lo anterior permitiría decir en principio que Argentina sí es una República democrática,
pero cuidado, eso no lo es todo. Corroborando mi tesis de que Argentina solo obedece
a tener una democracia imperfecta, es que me permitiré mostrarles en qué falla, qué
derechos vulnera y cómo lo hace.
Uno de los principales problemas que conlleva a que la elección de los presidentes no
sea completamente consciente y de que no se haga frente a las malas decisiones
políticas que ha adoptado Argentina, se debe que aquí falla el requisito “comprensión
ilustrada”, que de tenerse, permitiría la formación de criterio razonable a fin de que
cada ciudadano pueda tomar decisiones teniendo en cuenta las proyecciones a futuro
que esto trae. ¿Por qué ocurre? Porque hay manipulación política detrás, por parte de
las autoridades, lo que ha llevado a la inexistencia de la libertad de prensa, a fin de
controlar arbitrariamente aquello que se les dará a conocer a la ciudadanía a través de
los medios de comunicación.
5
O’Donnell, Guillermo, Democracia Delegativa, “Las democracias delegativas se basan en la premisa de quien sea
que gane una elección presidencial tendrá el derecho a gobernar como él (o ella) considere apropiado, restringido
sólo por la dura realidad de las relaciones de poder existentes y por un período en funciones limitado
Constitucionalmente”.
6
Dahl, Robert. A. Democracia: una guía para los ciudadanos. Ed. Taurus. Madrid, 1999.
Hubo un intento por parte del Gobierno actual por hacerse cargo de Clarín 7, un diario
prestigioso de Argentina, lo que evidentemente vulnera el derecho a la libertad de
expresión, todo ello por restringir lo que se pueda opinar en los medios respecto del
gobierno, lo que evidencia el tipo de corrupción que puede darse de ese hecho.* Esto
es problemático desde el punto de vista que no permite la accesión real de la
información, y no se puede pretender que los individuos tengan una visión amplia del
panorama del gobierno, sin que se den las condiciones ni las libertades para poder
crearse una propia opinión válida. De hecho, me parece que esta falta de información y
ausencia de transparencia política, ha llevado a que los ciudadanos luego de la
elección de sus mandatarios, no vean reflejado sus intereses en ellos, lo que da cuenta
de la falta de representatividad y el no cumplimiento con las expectativas.
El otro gran problema que refleja Argentina, dice relación con los riesgos de la
democracias, propuesto por A. Touraine, y se refleja precisamente en que los
individuos se consideran más consumidores que ciudadanos 8, es decir, están mas
acostumbrados a exigir derechos pero no a participar activa ni responsablemente de la
política. Además de ello, se suma la falta de representatividad de los individuos por sus
autoridades políticas tanto como por las instituciones, que deberían responder a las
demandas ciudadanas por beneficio, justicia e igualdad. 9
Lo anterior nos permite corroborar que en Argentina no hay una democracia pura ni
absoluta, sino que mas bien obedece a una democracia imperfecta, con muchos
matices que deben ser considerados, si se quiere lograr una mayor representatividad
por parte de la población, ya que este es el pilar fundamental de toda democracia, es
decir, que cada ciudadano pueda ver en las decisiones políticas del gobierno, la
reproducción fiel de su pensamiento. Evidentemente no en todos los casos los
ciudadanos se verán representados, sin embargo esto se subsana dando
justificaciones razonables de las decisiones políticas tomadas.
Es menester recordar que cuando se habla de democracia debemos pensar en un ideal
de organización, esto ya lo anticipaba Josep Vallés, es decir necesitamos una
estructura política que tenga un máximo grado de autonomía institucional otorgado a la
política*, independencia que evidentemente no se ha visto reflejada en la “democracia
imperfecta” de Argentina, y por ende me lleva a afirmar que para que este país logre
consolidar una democracia pura, entonces deberá comenzar permitiendo que su
población vea ambas caras de la moneda, y no solo la favorable al Gobierno de turno.

7
Cox, Robert en Diario Clarin, “¿La Argentina seguirá siendo una democracia?15.09.2010
8
Touraine, Alain. “¿Qué es la democracia?”, Fondo Cultura Económica, México, 1995, páginas 13- 34.
9
Waidatt, Leila. “La calidad de la democracia en Argentina, Chile y Perú”.Inferencia política nº2. Dic. 2011
Bibliografía

 Crick, Bernard. En defensa de la política. Barcelona 2001


 Constitución Política de la República de Chile, artículo 4: “Chile es una
República Democrática”.
 O’Donnell, Guillermo, Democracia Delegativa
 Dahl, Robert. A. Democracia: una guía para los ciudadanos. Ed. Taurus. Madrid,
1999.
 Cox, Robert en Diario Clarin, “¿La Argentina seguirá siendo una democracia?
15.09.2010
Disponible en:http://www.clarin.com/opinion/Argentina-seguira-democracia_0_335966466.html
 Touraine, Alain. “¿Qué es la democracia?”, Fondo Cultura Económica, México,
1995, páginas 13- 34.
 Waidatt, Leila. “La calidad de la democracia en Argentina, Chile y Perú”.
Inferencia política nº2. Dic. 2011
UNIVERSIDAD ADOLFO IBÁÑEZ
ESCUELA DE GOBIERNO

“LA DEMOCRACIA EN ARGENTINA”

Nombre: Daniela Escuti Iturra.

Curso: Políticas: Instituciones.

Profesor: Eugenio Rengifo Grau.

Fecha: 13 de junio de 2012.

Seccion 4.

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