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TEMA 1

NOMENCLATURA GENERAL DE LA PRÁCTICA FORENSE CONSTITUCIONAL

1. LA CONSTITUCIÓN POLÍTICA DEL ESTADO.-


Como producto de la labor de la Asamblea Constituyente y luego de un
referéndum ratificatorio, a partir del 7 de febrero de 2009 se encuentra vigente
en nuestro país la Constitución Política del Estado que reemplaza a la C.P.E. de
1967 que había sido reformada en los años 1.994 y 2.004.
Por lo general, la ley fundamental de cualquier Estado y, lógicamente también la
nuestra, no se reduce únicamente al ámbito jurídico, pues, dado su contenido y
las materias que regula, abarca un espectro más amplio, como el sociológico, el
político, el cultural, el antropológico y el económico.
Desde la perspectiva jurídica, la Constitución es la ley suprema del Estado, porque
sus normas regulan el sistema constitucional, es decir, el modo y la forma en que
se organiza y estructura el Estado, lo que implica que:
a) Proclama los valores supremos y principios fundamentales sobre los que se
organiza el Estado;
b) Consagra los derechos fundamentales y garantías constitucionales de las
personas;
c) Define y delimita la estructura social, la económica – financiera, la jurídica, y la
estructura política, definiendo su forma, su régimen de gobierno, estableciendo
los órganos a través de los cuales se ejerce el poder político, determinando su
estructura, organización y el ámbito de sus competencias.
2. LA JUSTICIA CONSTITUCIONAL.-
La C.P.E. en su Art. 179 expresa: “I. La función judicial es única. La jurisdicción
ordinaria se ejerce por el Tribunal Supremo de Justicia, los tribunales
departamentales de justicia, los tribunales de sentencia y los jueces; la
jurisdicción agroambiental por el Tribunal y jueces agroambientales; la
jurisdicción indígena originaria campesina se ejerce por sus propias autoridades;
existirán jurisdicciones especializadas reguladas por la ley. II. La jurisdicción
ordinaria y la jurisdicción indígena originario campesina gozarán de igual
jerarquía. III. La justicia constitucional se ejerce por el Tribunal Constitucional
Plurinacional. IV. El Consejo de la Magistratura es parte del Órgano Judicial”.
Ese es el presupuesto constitucional sobre el cual el Tribunal Constitucional
Plurinacional desarrolla actualmente su actividad jurisdiccional, la cual en su parte
orgánica, está regulada por la Ley 027 de 6 de julio de 2010 que es la Ley del
Tribunal Constitucional Plurinacional.
Antonio Torres del Moral, a tiempo de abogar por la importancia de la jurisdicción
o justicia constitucional, señala que esta “ha contribuido notablemente a la
integración de la constitución en el ordenamiento jurídico, al que encabeza y
nutre de sentido, exigiendo que se le sometan todos los poderes públicos,
incluido el parlamento”.
La ley 1104 de 27 de septiembre de 2018 ha creado las Salas Constitucionales con
competencia para el conocimiento y resolución de las acciones de: libertad,
amparo constitucional, protección de privacidad, cumplimiento y popular. Sin
embargo la misma ley dispone de manera expresa que las acciones de libertad
también podrán ser interpuestas ante jueces y tribunales en materia penal.
2.1. EL TRIBUNAL CONSTITUCIONAL.-
En nuestro país el Tribunal Constitucional fue creado por las Reformas a la C.P.E.
del año 1.994 (Ley 1585 de 12 de agosto de 1.994; Art. 119 CPE Abr.).
Posteriormente tuvo una primera etapa de organización o “vacatiolegis”,
promulgándose durante esa etapa la Ley del Tribunal Constitucional Nro. 1836 de
1ro. de abril de 1.998., comenzando sus actividades en fecha 1ro. de junio de
1.999.
La actual Ley 027 del Tribunal Constitucional Plurinacional en la actualidad
únicamente tiene por objeto regular la estructura, organización y funcionamiento
del Tribunal Constitucional Plurinacional, en razón de que, todo cuanto se refiere
al procedimiento de los asuntos de su competencia, así como los procedimientos
de las acciones que son de conocimiento de los jueces y tribunales ordinarios,
llamados a precautelar el respeto y vigencia de los derechos y libertades
constitucionales, está regulado por la Ley 254 del Código Procesal Constitucional,
promulgada el 5 de julio de 2012 pero vigente desde el 6 de agosto del mismo
año.
El Tribunal Constitucional Plurinacional, tiene su sede la ciudad de Sucre, capital
del Estado Plurinacional de Bolivia. (Art. 11 LTCP) y está integrado por 9
magistrados titulares y 9 magistrados suplentes.
Para el conocimiento y resolución de asuntos en revisión se han conformado 3
Salas (Primera, Segunda y Tercera) más una Sala Cuarta (especializada),
compuestas cada una por dos magistrados.
2.2. CONTROL DE LA CONSTITUCIONALIDAD.-
De acuerdo al Art. 12 de la LTCP, las atribuciones del Tribunal Constitucional
Plurinacional son conocer y resolver:
1. Las acciones de inconstitucionalidad directas o de carácter abstracto sobre
leyes, estatutos autonómicos, cartas orgánicas, decretos y todo género de
ordenanzas y resoluciones no judiciales.
2. Las acciones de inconstitucionalidad indirectas o de carácter concreto sobre la
inconstitucionalidad de leyes, estatutos autonómicos, cartas orgánicas, decretos y
todo género de ordenanzas y resoluciones no judiciales.
3. Los conflictos de competencias y atribuciones entre órganos del poder público.
4. Los conflictos de competencias entre el gobierno plurinacional, las entidades
territoriales autónomas y descentralizadas, y entre éstas.
5. Los recursos contra tributos, impuestos, tasas, patentes, derechos o
contribuciones creados, modificados o suprimidos en contravención a lo
dispuesto en la Constitución Política del Estado.
6. Los recursos contra resoluciones del Órgano Legislativo, cuando sus
resoluciones afecten a uno o más derechos, cualesquiera sean las personas
afectadas.
7. La revisión de las acciones de libertad, amparo constitucional, protección de
privacidad, popular y de cumplimiento.
8. Las consultas del Presidente del Estado Plurinacional, de la Asamblea
Legislativa Plurinacional, del Tribunal Supremo de Justicia o del Tribunal
Agroambiental, sobre la constitucionalidad de proyectos de ley.
9. El control previo de constitucionalidad en la ratificación de los Tratados
Internacionales.
10. La constitucionalidad del procedimiento de reforma parcial de la Constitución
Política del Estado.
11. Los conflictos de competencia entre la jurisdicción indígena originario
campesina y las jurisdicciones ordinaria y agroambiental.
12. Las consultas de las autoridades indígena originario campesinas sobre la
aplicación de sus normas jurídicas a un caso concreto.
13. Los recursos directos de nulidad, y;
14. Otros asuntos establecidos por ley.
3. PRINCIPIOS DE LA JUSTICIA CONSTITUCIONAL.-
Los principios que rigen la justicia constitucional, de acuerdo al Art. 3 del Código
Procesal Constitucional, son los siguientes:
Conservación de la norma.
En los casos en que una ley admita diferentes interpretaciones, el Tribunal
Constitucional Plurinacional en todo momento debe optar por la interpretación
que sea compatible con el texto constitucional.
Dirección del proceso.
Los magistrados, jueces y tribunales deben conducir la intervención de las partes
y establecer los actos correctivos necesarios.
Impulso de oficio.
Las diferentes actuaciones procesales deben efectuarse sin necesidad de petición
de las partes.
Celeridad.
Obliga a resolver los procesos evitando dilaciones en su tramitación.
No formalismo.
Sólo pueden exigirse aquellas formalidades estrictamente necesarias para la
consecución de los fines del proceso.
Concentración.
En el proceso constitucional debe reunirse la mayor actividad procesal en el
menor número de actos posibles.
Motivación.
Obliga a fundamentar y argumentar un fallo de forma jurídicamente razonable.
Comprensión efectiva.
En toda resolución los fundamentos de hecho y derecho, así como los
razonamientos expuestos, deben ser de fácil comprensión para las partes que
intervienen en el proceso y la población en general.
4. PRESUNCIÓN DE CONSTITUCIONALIDAD.-
Se presume la constitucionalidad de toda ley, decreto, resolución y actos de los
Órganos del Estado en todos sus niveles, hasta tanto el Tribunal Constitucional
Plurinacional no declare su inconstitucionalidad.
5. INTERPRETACIÓN CONSTITUCIONAL.-
En su función interpretativa, el Tribunal Constitucional Plurinacional debe aplicar,
con preferencia, la voluntad del constituyente de acuerdo con los documentos,
actas y resoluciones de la Asamblea Constituyente, así como el tenor literal del
texto de la C.P.E.
En cualquier caso, las normas deben interpretarse de conformidad con el
contexto general de la Constitución Política del Estado, mediante un
entendimiento sistemático de ésta, orientado a la consecución de las finalidades
que persiga.
6. RESOLUCIONES CONSTITUCIONALES.-
Conforme al Art. 10 del Código Procesal Constitucional el Tribunal Constitucional
Plurinacional puede emitir las siguientes resoluciones:
Sentencias constitucionales.
Resuelven las acciones, demandas y recursos, así como en revisión las acciones de
defensa.
Declaraciones constitucionales.
Son adoptadas en caso de control previo o consultas realizadas al Tribunal
Constitucional Plurinacional.
Autos constitucionales.
Son decisiones de admisión o rechazo, desistimiento, cumplimiento y otras que se
emitan en el desarrollo del proceso.
6.1. OBLIGATORIEDAD Y VINCULATORIEDAD.-
Las sentencias, declaraciones y autos del Tribunal Constitucional Plurinacional son
de cumplimiento obligatorio para las partes intervinientes en un proceso
constitucional; excepto las dictadas en las acciones de inconstitucionalidad y
recurso contra tributos que tiene efecto general.
Las razones jurídicas de la decisión, en las resoluciones emitidas por el Tribunal
Constitucional Plurinacional constituyen jurisprudencia y tienen carácter
vinculante para los órganos del poder público, legisladores, autoridades,
tribunales y particulares.

TEMA 2
NORMAS COMUNES DE PROCEDIMIENTO EN ACCIONES DE DEFENSA

1. REGLAS GENERALES.-
En los procedimientos de las acciones de defensa, las salas constitucionales,
jueces y tribunales aplican las siguientes disposiciones generales:
1. La interposición de la acción se realiza en forma escrita (memorial),
con excepción de la acción de libertad que puede presentarse en forma oral. En
caso de ser oral, el secretario del juzgado o tribunal debe levantar un acta que
contenga la relación de los hechos que justifiquen la interposición de la acción.
2. Cuando la parte accionante no esté asistida por abogado particular,
el Juez o Tribunal, a petición expresa, debe designarle defensor público. En la
acción de libertad la parte accionante no requiere de la asistencia de abogado.
3. Cuando sea necesario, el Juez o Tribunal debe garantizar la presencia
de traductores.
4. El expediente debe constar por escrito y quedará integrado por:
a) El memorial o documento en el que se halle transcrita la pretensión
oral, en caso de la acción de libertad.
b) El auto de admisión y las providencias que se emitan.
c) Las notificaciones que correspondan.
d) El informe o contestación a la acción.
e) Los documentos que contengan elementos de prueba.
f) El acta de audiencia.
g) La resolución del Juez o Tribunal en acción de defensa.
5. Los plazos establecidos para las acciones de defensa son perentorios.
Para ese efecto se entiende por días hábiles de lunes a viernes, salvando los días
feriados. En el caso de acciones de libertad los plazos se computan en días
calendario.
6. Las citaciones se deben realizar en forma personal o mediante
cédula.
7. No es admisible una acción de defensa en los casos en los que exista
cosa juzgada constitucional.
8. El Ministerio Público, la Defensoría del Pueblo y la Procuraduría
General del Estado, intervienen en las acciones de defensa en el marco de sus
competencias.
2. IMPROCEDENCIA.-
En las acciones de amparo constitucional o de cumplimiento, el Juez o Tribunal
debe verificar el cumplimiento de lo establecido en los arts. 33, 53 y 66 del Código
Procesal Constitucional.
En caso de incumplimiento de lo establecido en el art. 33 del citado Código, el
tribunal dispone la subsanación en el plazo de tres días a partir de la notificación
con el auto respectivo.
Si cumplido ese plazo el accionante no subsana la observación, el tribunal dicta
resolución dando por no presentada la acción.
Si el juez o tribunal verifica la existencia de uno de los casos de improcedencia
establecidos por el art. 53 o el art. 66 del Código Procesal Constitucional,
mediante auto motivado, debe declarar la improcedencia de la acción
(improcedencia “in límine”).
2.1. IMPUGNACIÓN.
1. Notificada con el auto de declaratoria de improcedencia, la parte accionante
tiene el plazo de tres días para impugnarlo. Si no se presenta la impugnación, el
juez o tribunal dispone el archivo de obrados.
2. Si la parte accionante impugna el auto de improcedencia, el Juez o Tribunal, en
el plazo de dos días, debe remitir en revisión la decisión asumida ante el Tribunal
Constitucional Plurinacional.
3. Recibidos los antecedentes en el Tribunal Constitucional Plurinacional, la
Comisión de Admisión mediante auto puede confirmar la improcedencia o
determinar la admisión de la acción devolviendo el expediente al tribunal
remitente para la tramitación del proceso.
3. COMPARECENCIA DE TERCEROS.-
La persona natural o jurídica que pruebe interés legítimo en una acción de
defensa puede presentarse ante el Juez o Tribunal, quien de estimarlo necesario,
puede admitir sus alegaciones en audiencia.
Asimismo el Juez o Tribunal, de oficio o a petición de parte, cuando considere
necesario puede convocar a terceros interesados.
4. COMPETENCIA DE JUECES Y TRIBUNALES.-
Acción de amparo constitucional, cumplimiento, protección de privacidad y
popular.
4.1. Las Salas Constitucionales son competentes para conocer y resolver las
acciones de: libertad, amparo constitucional, protección de privacidad,
cumplimiento y popular, por hechos generados en las ciudades capitales de
departamento y los municipios que se encuentren a veinte (20) kilómetros de
aquellas.
2. En los municipios que se encuentren más allá de los 20 kilómetros, las acciones
señaladas pueden ser interpuestas ante cualquier juez público o Salas
Constitucionales de su departamento.
3. Cuando en el lugar no hubiera autoridad, será competente el juez, tribunal o
Sala Constitucional al que la parte pueda acceder por razones de cercanía
territorial o mejores condiciones de transporte.
4. Si la violación del derecho hubiese ocurrido fuera del lugar de residencia del
afectado, este podrá presentar la acción, si lo estima pertinente, ante la Sala o
Juzgado competente por razón de domicilio del accionante.
Acción de libertad.
Por mandato constitucional (Art. 125 de la C.P.E.) las acciones de libertad también
pueden interponerse ante cualquier Juez, Jueza o Tribunal competente, en
materia penal.
5. REQUISITOS PARA LA ACCIÓN.-
La acción debe contener al menos:
1. Nombre, apellido y generales de quien interpone la acción o de su
representante legal, acompañando en este último caso, la documentación que
acredite su personería. En el caso de terceras personas que tengan interés
legítimo, deben acreditar el interés alegado. Además, debe indicarse la dirección
de un correo electrónico u otro medio alternativo de comunicación inmediata.
2. Nombre y domicilio de la persona contra quien se dirige la acción, o
los datos básicos para identificarla, así como, en el caso de que se conozca, el
lugar dónde puede ser notificada.
3. Patrocinio de abogado cuando corresponda, o en su caso la solicitud
de defensor público.
4. Relación de los hechos.
5. Identificación de los derechos o garantías que se consideren
vulnerados.
6. Solicitud, en su caso, de medidas cautelares.
7. Las pruebas que tenga en su poder o señalamiento del lugar donde se
encuentren.
8. Petición.
6. MEDIDAS CAUTELARES.-
En todo momento, el Juez o Tribunal puede determinar de oficio o a petición de
parte, las medidas cautelares necesarias para evitar la consumación de la
restricción, supresión o amenaza de restricción, del derecho o garantía
constitucional que, a su juicio, pueda crear una situación irreparable.
7. PROCEDIMIENTO.-
1. Presentada la acción, la Sala Constitucional inmediatamente debe señalar día y
hora de audiencia pública, en los plazos establecidos para cada caso. También
dispone la notificación personal o por cédula de la parte accionada, así como
determina se remita la prueba que ésta tenga en su poder y establece las medidas
cautelares que considere necesarias.
2. De ser necesario, se ordena la notificación para la audiencia a terceros
interesados que puedan ser afectados en sus derechos o que aporten mayores
elementos de juicio, para dictarse resolución.
3. La parte accionada puede contestar la acción de defensa o informar antes o
durante la audiencia pública.
8. AUDIENCIA PÚBLICA.-
La audiencia pública se rige de acuerdo con el siguiente procedimiento:
1. La audiencia es oral y de su desarrollo se labra el acta respectiva
como constancia, pudiendo utilizarse otros medios de registro, excepto en los
casos prohibidos por Ley.
2. La inasistencia de las partes no impide el desarrollo de la audiencia.
3. Se debe dar lectura a la acción y al informe o contestación.
4. Se escuchan las exposiciones de las partes. Si el Juez o Tribunal,
considera oportuno, puede escuchar a otras personas o representantes de
instituciones propuestos por las partes.
5. Las partes pueden aportar las pruebas que demuestren los hechos
que alegan, o en su caso las que desvirtúen los de la otra parte. El Juez o Tribunal
puede desestimarlas cuando entiende que son impertinentes, o solicitar las que
considera necesarias.
6. Durante el transcurso de la audiencia, el Juez o Tribunal, puede hacer
las preguntas que crea oportunas para resolver el caso, así como controlar la
actividad de los participantes y evitar dilaciones innecesarias.
7. En el desarrollo de la audiencia no pueden decretarse recesos hasta
dictarse la correspondiente resolución. Para concluir la audiencia pueden
habilitarse, si es necesario, horas extraordinarias.
8. La resolución que conceda o deniegue respectivamente la tutela
solicitada, debe ser emitida oralmente en la audiencia e inmediatamente
ejecutada. Su lectura implica la notificación a las partes que también la recibirán
posteriormente por escrito, mediante copia legalizada.
9. Los accionantes o accionados pueden solicitar aclaración, enmienda o
complementación, en la audiencia o en el plazo de veinticuatro horas desde la
notificación escrita. En el primer caso, la autoridad judicial debe responder en la
audiencia; en el segundo, en el plazo de veinticuatro horas a partir de la
presentación del escrito de aclaración, enmienda o complementación.
9. CONTENIDO DE LA RESOLUCIÓN.-
La resolución, que debe constar por escrito, contendrá:
1. Título y fecha de la resolución.
2. Identificación de quien interpone la acción y en su caso de su
representante legal.
3. Identificación de la autoridad, órgano o persona contra quien se
interpuso la acción.
4. Relación de los antecedentes procesales.
5. Relación de hechos y fundamentación de derecho que sustenten la
resolución.
6. Decisión.
10. REMISIÓN AL TRIBUNAL CONSTITUCIONAL PLURINACIONAL.-
La resolución y antecedentes de la acción de Defensa se eleva o remite de oficio,
en revisión, ante el Tribunal Constitucional Plurinacional en el plazo de
veinticuatro horas siguientes a la emisión de la resolución. El Auto de aclaración,
enmienda o complementación, si lo hubiere, debe ser elevado al Tribunal
Constitucional Plurinacional inmediatamente después de la notificación a las
partes.
11. RESPONSABILIDAD Y REPETICIÓN.-
La resolución que conceda la acción, puede determinar también, la existencia o
no de indicios de responsabilidad civil o penal, estimando en el primer supuesto el
monto a indemnizar por daños y perjuicios y en el segundo, remitiendo
antecedentes al Ministerio Público y a la Procuraduría General del Estado cuando
corresponda. A este efecto el Tribunal puede abrir un término de prueba de hasta
diez días, computables a partir de la notificación en la misma audiencia.
Si la responsabilidad fuera atribuible a una servidora o servidor público, el
Tribunal que concedió la acción, debe ordenar la remisión de una copia de la
resolución a la máxima autoridad administrativa de la entidad donde preste sus
servicios, para el inicio, si corresponde, del proceso disciplinario.
12. EJECUCIÓN INMEDIATA Y CUMPLIMIENTO DE RESOLUCIONES.-
Las resoluciones determinadas por un Juez o Tribunal en acciones de defensa,
deben ser ejecutadas inmediatamente, sin perjuicio de su remisión, para revisión,
ante el Tribunal Constitucional Plurinacional.
Para el cumplimiento de sus resoluciones, sin perjuicio de la responsabilidad
penal, el tribunal debe adoptar las medidas que sean necesarias, pudiendo
requerir la intervención de la fuerza pública y la imposición de multas progresivas
a la autoridad o particular renuente.

TEMA 3
ACCION DE LIBERTAD

1. OBJETO Y PROCEDENCIA.- OBJETO.


La acción de libertad, denominada en la C.P.E. abrogada como recurso de habeas
corpus, de acuerdo al art. 46 del Código Procesal Constitucional tiene por objeto
garantizar, proteger o tutelar los derechos a:
1. La vida, (Art. 15.I C.P.E.)
2. Integridad física, (Art. 15.I C.P.E.)
3. Libertad personal (Art. 23 C.P.E.) y
4. Libertad de circulación (Art. 21.7) C.P.E.),
De toda persona que crea estar indebida o ilegalmente:
1. Perseguida,
2. Detenida,
3. Procesada,
4. Presa o
5. Que considere que su vida o integridad física está en peligro.
La C.P.E. en el Art. 125 señala lo siguiente: “Toda persona que considere que su
vida está en peligro, que es ilegalmente perseguida, o que es indebidamente
procesada o privada de libertad personal, podrá interponer acción de libertad y
acudir, de manera oral o escrita, por sí o por cualquiera a su nombre y sin ninguna
formalidad procesal, ante cualquier juez o tribunal competente en materia penal,
y solicitará que se guarde tutela a su vida, cese la persecución indebida, se
restablezcan las formalidades legales o se restituya su derecho a la libertad”.
PROCEDENCIA.
De esa disposición legal, así como del Art. 47 del Código Procesal Constitucional,
se establece que la acción de libertad procede cuando cualquier persona
considere que:
1. Su vida está en peligro (o su integridad física)
2. Está ilegalmente (o indebidamente) perseguida, (libertad de circulación).
3. Está indebidamente procesada (vulneración del debido proceso).
4. Está indebidamente privada de libertad personal.
2. CLASIFICACIÓN O TIPOLOGÍA DOCTRINAL DE LA ACCIÓN DE LIBERTAD.
De acuerdo a la línea jurisprudencial constitucional trazada por sentencias como
la Sentencia Constitucional 0044/2010 de 20 de abril de 2010 y la Sentencia
Constitucional Plurinacional 1156/2013 de 26 de julio de 2013 la acción de
libertad puede ser reparadora, preventiva o correctiva.
2.1. ACCIÓN DE LIBERTAD REPARADORA.
La acción de libertad reparadora está vinculada con la libertad personal, ya sea
física o de locomoción. Es una acción tutelar que se puede activar frente a
privaciones o limitaciones arbitrarias, indebidas o ilegales de la libertad física o de
locomoción.
Su activación estará condicionada al agotamiento previo de los mecanismos
intraprocesales idóneos de defensa establecidos por el ordenamiento jurídico,
salvo el caso en el cual, no se esté ejerciendo un control jurisdiccional, situación
en la cual, la persona afectada, podrá activar directamente la acción de libertad,
sin necesidad de agotar previamente ninguna instancia.
2.2. ACCIÓN DE LIBERTAD PREVENTIVA.
La acción de libertad preventiva, tiene la finalidad de evitar la consumación de
lesiones a la libertad física o de locomoción. Se encuentra vinculada a la
persecución ilegal; en ese orden, tiene dos modalidades específicas:
2.2.1. La acción de libertad preventiva propiamente tal.
Este tipo de acción de libertad tutela toda persecución considerada ilegal por
haberse expedido al margen o en inobservancia de las formas y presupuestos
procesales vigentes, órdenes o mandamientos de aprehensión, captura, condena
u otras, que supriman, limiten o imposibiliten el ejercicio pleno de la libertad
física o de locomoción.
2.2.2. La acción de libertad preventiva de naturaleza restringida.
Esta tipología, se configura también como un medio de tutela frente a
persecuciones ilegales, provocadas por todo acto que implique hostigamiento,
búsqueda o persecución sin causa jurídica alguna. En ese orden, para estos
supuestos, siendo que en relación a ellos no existe control jurisdiccional activado,
la acción de libertad podrá ser interpuesta de manera directa.
2.3. ACCIÓN DE LIBERTAD CORRECTIVA.
Este mecanismo tutelar busca evitar que se agraven arbitraria e ilegalmente las
condiciones de las personas privadas de libertad. La persona o personas
afectadas, antes de activar este mecanismo, deben acudir ante la autoridad
encargada del control jurisdiccional ya sea en etapa de desarrollo del proceso
penal o en etapa de ejecución de sentencia, según sea el caso, salvo que exista
una vinculación directa del acto lesivo con el derecho a la vida, situación en la
cual, se podrá activar la acción de libertad de manera directa.
2.4. ACCIÓN DE LIBERTAD INSTRUCTIVA.
Está vinculada con la tutela a la vida. La tutela a la vida a través de la acción de
libertad, no solamente debe estar restringida a supuestos en los cuales la vida
esté vinculada a la libertad, sino en virtud a una interpretación extensiva de
derechos, debe establecerse que la acción de libertad en su modalidad
instructiva, contempla cualquier amenaza o limitación al derecho a la vida o la
integridad física.
2.5. ACCIÓN DE LIBERTAD EXPEDITIVA O DE PRONTO DESPACHO.
Tiene la finalidad de tutelar una garantía sustantiva esencial: La celeridad procesal
vinculada a la libertad física o de locomoción. No necesita el agotamiento previo
de mecanismos intraprocesales y puede ser interpuesta de manera directa”.
3. INTERPOSICIÓN DE LA ACCIÓN.-
1. La acción de libertad se puede interponer en forma escrita como oral, sin
ninguna formalidad procesal.
2. Si se presenta en forma oral, el secretario del juzgado o tribunal debe levantar
un acta que contenga la relación de los hechos que justifiquen la interposición de
la acción.
3. La parte accionante no requiere de la asistencia de abogado.
4. Los plazos se computan en días calendario.
3. COMPETENCIA.-
La ley 1104 de 27 de septiembre de 2018 dispone que las Salas Constitucionales
de los Tribunales Departamentales de Justicia son competentes para conocer y
resolver las acciones de: libertad, amparo constitucional, protección de
privacidad, cumplimiento y popular, por hechos generados en las ciudades
capitales de departamento y los municipios que se encuentren a veinte (20)
kilómetros de aquellas.
En los municipios que se encuentren más allá de los 20 kilómetros, las acciones
señaladas pueden ser interpuestas ante cualquier juez público de o Salas
Constitucionales de su departamento.
Cuando en el lugar no hubiera autoridad, será competente el juez, tribunal o Sala
Constitucional al que la parte pueda acceder por razones de cercanía territorial o
mejores condiciones de transporte.
Si la violación del derecho hubiese ocurrido fuera del lugar de residencia del
afectado, este podrá presentar la acción, si lo estima pertinente, ante la Sala o
Juzgado competente por razón de domicilio del accionante.
Por mandato constitucional (Art. 125 de la C.P.E.) las acciones de libertad también
pueden interponerse ante cualquier Juez, Jueza o Tribunal competente, en
materia penal.
De esa interpretación constitucional se establece que, en el orden
correspondiente, los tribunales competentes para conocer y resolver una acción
de libertad son:
1. Las Salas Constitucionales de los Tribunales Departamentales de
Justicia.
2. Las Salas Penales de los Tribunales Departamentales de Justicia.
3. Jueces y Tribunales de Sentencia Penal en las Capitales de
Departamento.
(SEÑORES VOCALES DE LA SALA CONSTITUCIONAL Y SALAS PENALES, TRIBUNALES
Y JUZGADOS DE SENTENCIA PENAL Y JUZGADOS DE INSTRUUCIÓN PENAL DE
TURNO DEL TRIBUNAL DEPARTAMENTAL DE JUSTICIA)
4. Jueces Públicos y de Instrucción Mixtos en Provincias.
(SEÑOR JUEZ DE INSTRUCCIÓN MIXTO DE LAS PROVINCIAS… CON ASIENTO EN…)
4. LEGITIMACIÓN ACTIVA.-
Según el Art. 48 del Código Procesal Constitucional la acción de libertad puede ser
interpuesta por:
1. Toda persona que considere que su vida o integridad física está en peligro, que
está ilegalmente perseguida, indebidamente procesada, presa o privada de
libertad, por sí o por cualquiera a su nombre sin necesidad de poder.
2. La Defensoría del Pueblo.
3. La Defensoría de la Niñez y Adolescencia.
La legitimación activa es la relación directa que existe entre el accionante y el
derecho que se invoca como violado, en función del interés personal que tiene
quien pide la tutela.
La Sentencia Constitucional Nro. 0755/2005-R de 5 de julio, estableció que “…la
única que se encuentra investida de la potestad para ejercer la acción tutelar del
hábeas corpus (ahora acción de libertad), es la persona directamente agraviada
con la lesión del derecho fundamental a la libertad física o de locomoción; si bien
por previsión expresa de la Ley, la misma puede ser representada por un tercero
con poder notariado o sin él; empero, este no puede actuar sin el conocimiento y
consentimiento de aquélla; lo cual explica y justifica la exigencia de la legitimación
activa…// …el constituyente en atención a la naturaleza y fines del recurso de
hábeas corpus (ahora acción de libertad), y con el objeto de garantizar el efectivo
ejercicio de esta acción tutelar, ha prescindido de ciertas formalidades para su
interposición, como es el caso de la representación sin mandato; empero, tal
informalidad no implica, la permisión de utilizar este recurso extraordinario, con
otros fines o para responder a otros intereses.”
Por su lado la Sentencia Constitucional Plurinacional 1234/2015-S3 de 2 de
diciembre señaló: En lo que respecta a esta segunda situación; es decir, a la
activación de la acción de libertad por otro a su nombre sin ninguna formalidad
procesal; es decir, sin mandato escrito o poder notarial expreso; no debe ser
entendida de manera irracional como una actuación oficiosa, pues de ser así
significaría una representación apócrifa, sino ilegal, que no es el reflejo de la
voluntad personal del ofendido o agraviado; siendo en consecuencia, una
representación, si bien no formalista, pero sí real y efectiva en sentido de contar
con el conocimiento y consentimiento del agraviado. De tal manera que:// En los
casos en que el agraviado y supuesto representado del accionante, haga conocer
al tribunal de garantías o a este Tribunal, que no dio su consentimiento para la
interposición de la acción tutelar, tendrá que analizarse esta situación y si se
advierte la activación oficiosa de esta acción tutelar, se impondrá costas y multas
al accionante sin mandato, pero no por la denegatoria de tutela, sino por su
actitud procesal; puesto que, el activar una acción de defensa de manera desleal,
no sólo es reprochable jurídicamente, sino que también provoca una saturación
innecesaria de la labor jurisdiccional, y gastos a la parte demandada como al
propio Estado Plurinacional”.
5. NORMAS ESPECIALES EN EL PROCEDIMIENTO.-
La tramitación de la acción de libertad se sujeta al siguiente procedimiento:
1. Al momento de interponer la acción, el Juez o Tribunal debe señalar
día y hora de audiencia pública, que debe tener lugar dentro de las veinticuatro
(24) horas siguientes. Para tal efecto se dispone la notificación personal o por
cédula a la autoridad o persona accionada.
2. En caso que la persona privada de libertad se encuentre en una cárcel
u otro lugar de detención, la Jueza, Juez o Tribunal ordena también la notificación
de la encargada o encargado de dicho centro, para que conduzca a la persona
privada de libertad al lugar de la audiencia, en el día y hora señalados, disposición
que debe ser obedecida sin observación ni excusa.
3. En caso de peligro, resistencia de la autoridad u otra situación que a
criterio del Juez o Tribunal se justifique, puede decidir acudir inmediatamente al
lugar de la detención y allí instalar la audiencia.
4. Cualquier dilación constituye falta gravísima del Juez o Tribunal que
conoce la acción, de conformidad a la Ley del Órgano Judicial, sin perjuicio de la
responsabilidad penal que pudiera surgir por el daño causado.
5. Si la audiencia tuviera que celebrarse en sábado, domingo o feriado,
la acción de libertad debe ser tramitada ante el Juzgado de Turno (Juzgado de
Instrucción en materia Penal).
6. Aun habiendo cesado las causas que originaron la acción de libertad,
la audiencia debe realizarse en el día y hora señalados, a efectos de establecer las
responsabilidades que correspondan.
6. REPARACIÓN DE DAÑOS Y PERJUICIOS.- (Art. 50 Cód.Pr.Const.)
Si la acción fuera declarada procedente, las o los responsables de la violación del
derecho serán condenados a la reparación de daños y perjuicios, de conformidad
a lo establecido en el Artículo 39 del Código Procesal Constitucional.
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TIPOLOGÍA DE LA ACCIÓN DE LIBERTAD


TEMA Nro. 4
ACCION DE AMPARO CONSTITUCIONAL

1. OBJETO.-
Conforme a lo previsto por el Código Procesal Constitucional en el Art. 51, la
acción de amparo constitucional tiene el objeto de garantizar los derechos de
toda persona natural o jurídica, reconocidos por la Constitución Política del
Estado y la Ley, contra los actos ilegales o las omisiones indebidas de las y los
servidores públicos o particulares que los restrinjan, supriman o amenacen
restringir o suprimir.
En el mismo sentido lo establece la C.P.E. en el Art. 128.
Los derechos protegidos o tutelados por la acción de amparo constitucional son
los que están contenidos en la Constitución Política del Estado y en los tratados
internacionales sobre derechos humanos como la Declaración Universal de
Derechos Humanos, el Pacto Internacional de Derechos Civiles y Políticos, la
Convención Americana sobre Derechos Humanos o Pacto de San José de Costa
Rica.
2. REQUISITOS.-
La acción debe contener al menos:
1. Nombre, apellido y generales de quien interpone la acción o de su
representante legal, acompañando en este último caso, la documentación que
acredite su personería. En el caso de terceras personas que tengan interés
legítimo, deben acreditar el interés alegado. Además, debe indicarse la dirección
de un correo electrónico u otro medio alternativo de comunicación inmediata.
2. Nombre y domicilio de la persona contra quien se dirige la acción, o
los datos básicos para identificarla, así como, en el caso de que se conozca, el
lugar dónde puede ser notificada.
3. Patrocinio de abogado cuando corresponda, o en su caso la solicitud
de defensor público.
4. Relación de los hechos.
5. Identificación de los derechos o garantías que se consideren
vulnerados.
6. Solicitud, en su caso, de medidas cautelares.
7. Las pruebas que tenga en su poder o señalamiento del lugar donde se
encuentren.
8. Petición.
En función a lo anterior, el memorial de interposición de la acción debe cumplir
los siguientes requisitos:
1) La indicación del juez o tribunal ante quien se interpone la demanda.
SEÑOR PRESIDENTE Y VOCAL DE LA SALA CONSTITUCIONAL DE TURNO DEL
TRIBUNAL DEPARTAMENTAL DE JUSTICIA DE ORURO.
2) La suma o síntesis de la acción que se deduce.
a) AMPARO CONSTITUCIONAL
b) ACCIÓN DE AMPARO CONSTITUCIONAL
c) INTERPONE ACCIÓN DE AMPARO CONSTITUCIONAL
3) Nombre, apellido y generales de quien interpone la acción.
JUÁN PEREZ TERÁN, mayor de edad, natural y vecino de esta ciudad, domiciliado
en calle Bolivar Nro. 501 y Brasil, casado, ingeniero, con C.I. Nro. 3780640 Oruro,
hábil a los efectos de ley.
Nombre, apellido y generales de su representante legal, acompañando en este
último caso, la documentación que acredite su personería.
ROXANA HINOJOSA TORRELIO, mayor de edad, natural y vecina de esta ciudad,
domiciliada en urbanización Huajara, calle “A” Nro. 350, entre “C” y “D”, casada,
administradora de empresas, con C.I. Nro. 7806421, hábil a los efectos de ley,
Gerente Comercial de la Empresa “OASIS” Ltda.
4) Nombre y domicilio de la persona contra quien se dirige la acción, o los datos
básicos para identificarla, así como, en el caso de que se conozca, el lugar dónde
puede ser notificada.
FRANCISCO SORIA ARIAS, mayor de edad, natural y vecino de esta ciudad,
domiciliado en calle Sucre Nro. 534 y Petot, casado, arquitecto, con C.I. Nro.
8364067 La Paz, hábil por derecho.
GOBIERNO AUTÓNOMO MUNICIPAL DE ORURO, representado por la Lic. Rossío
Pimentel Flores H. ALCALDESA MUNICIPAL DE ORURO, mayor de edad, casada,
Comunicadora Social, domiciliada en calle Sucre Nro. 456 y Petot, con funciones
habituales en calle Bolivar Nro. 765, (Plaza Principal) Edificio de la H. Alcaldía
Municipal de Oruro, con C.I. Nro. 9585876 Oruro, hábil por derecho.
5) Relación de los hechos.
Se recomienda que la relación de los hechos llamada también CAUSA PETENDI, se
realice en forma ordenada y clara (orden cronológico), si es posible en párrafos
numerados.
El lenguaje que se utilice en la redacción debe ser correcto (respetando
estrictamente las normas de ortografía y de gramática), sencillo y breve.
6) Identificación de los derechos o garantías que se consideren vulnerados.
No es suficiente una simple enumeración de las disposiciones constitucionales.
Debe existir una exposición del nexo causal que vinculan los hechos con los
derechos vulnerados, desconocidos o violados.
7) Solicitud en su caso de medidas cautelares.
8) Las pruebas que tenga en su poder o señalamiento del lugar donde se
encuentren.
9) Petición.
10) Otrosíes.
Esta expresión, que significa “además”, se utiliza para solicitudes accesorias a lo
principal. Por ejm.; Medidas cautelares, designación y/o clasificación de la prueba
documental que se acompaña, domicilio procesal y otros.
11) Firmas del accionante y del abogado.
(La extinta Corte Suprema de Justicia de la Nación en fecha 13 de mayo de 2003
emitió la Circular Nro. 8/03 que establece que los memoriales deben respetar los
siguientes márgenes: superior 5.5 cm, inferior 2 cm, izquierdo 4 cm, derecho 2
cm).
3. LEGITIMACIÓN ACTIVA.-
La Acción de Amparo Constitucional puede ser interpuesta por:
1. Toda persona natural o jurídica cuyos derechos estén siendo
restringidos, suprimidos o amenazados de serlo, directamente u otra en su
nombre con poder suficiente.
2. El Ministerio Público.
3. La Defensoría del Pueblo.
4. La Procuraduría General del Estado.
5. La Defensoría de la Niñez y Adolescencia
4. IMPROCEDENCIA.-
La Acción de Amparo Constitucional no procede:
1. Contra resoluciones cuya ejecución estuviera suspendida por efecto de algún
medio de defensa o recurso ordinario o extraordinario interpuesto con
anterioridad por el recurrente, y en cuya razón pudieran ser revisadas,
modificadas, revocadas o anuladas.

2. Contra actos consentidos libre y expresamente, o cuando hayan cesado los


efectos del acto reclamado.
3. Contra resoluciones judiciales o administrativas que pudieran ser modificadas o
suprimidas por cualquier otro recurso, del cual no se haya hecho uso oportuno.
4. Cuando la omisión de la Servidora o Servidor Público, vulnere un mandato
expreso de la Constitución Política del Estado o la Ley, tutelado por la acción de
cumplimiento.
5. Cuando los derechos o garantías vulnerados correspondan ser tutelados por las
acciones de libertad, de protección de privacidad o popular.
5. SUBSIDIARIEDAD.-
La Acción de Amparo Constitucional no procede cuando existe otro medio o
recurso legal para la protección inmediata de los derechos y garantías
restringidos, suprimidos o amenazados de serlo.
Excepcionalmente, previa justificación fundada, dicha acción es viable cuando:
1. La protección puede resultar tardía.
2. Exista la inminencia de un daño irremediable e irreparable a
producirse de no otorgarse la tutela.
6. PLAZO PARA LA INTERPOSICIÓN DE LA ACCIÓN.-
La acción de amparo constitucional puede interponerse en el plazo máximo de
seis meses, computable a partir de la comisión de la vulneración alegada o de
conocido el hecho.
Para los casos de solicitud de complementación, aclaración y enmienda de una
decisión judicial o administrativa, el plazo se computa desde la notificación con la
resolución que la concede o rechaza.
7. EFECTOS DE LA RESOLUCIÓN.-
La resolución que concede el amparo debe:
1. Ordenar la restitución de los derechos y garantías restringidos, suprimidos o
amenazados con restringir o suprimir, y;
2. Puede establecer indicios de responsabilidad civil o penal de la accionada o
accionado, de conformidad a lo establecido en el artículo 39 del Código Procesal
Constitucional.
Si la acción es promovida por un acto ilegal o indebido, la sentencia determina la
nulidad del acto y la restitución del derecho.
Si la acción es promovida por una omisión ilegal o indebida, la sentencia ordenará
el cese de la omisión ilegal o indebida.
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Ingrese lo datos de la
SENTENCIA CONSTITUCIONAL PLURINACIONAL 0832/2018-S4
Sucre, 5 de diciembre de 2018
SALA CUARTA ESPECIALIZADA
Magistrado Relator: Gonzalo Miguel Hurtado Zamorano
Acción de amparo constitucional
Expediente: 24393-2018-49-AAC
Departamento: La Paz
En revisión la Resolución 05/2018 de 15 de junio, cursante de fs. 398 vta., a 403,
pronunciada dentro de la acción de amparo constitucional interpuesta por
Ricardo Suárez Tomelic contra Irma Villavicencio Suárez y Samuel Saucedo Iriarte,
Vocales de la Sala Civil y Comercial, Familia, Niñez y Adolescencia Vaiolencia
Intrafamiliar Doméstica y Pública Tercera del Tribuna Departamental de Justicia
de Santa Cruz; y Verónica Vásquez Salvatierra Jueza Pública Civil y Comercial
Décima Séptima del mismo departamento.
I. ANTECEDENTES CON RELEVANCIA JURÍDICA
I.1. Contenido de la demanda
Por memorial presentado el 22 de mayo de 2018, cursante de fs. 3 a 6 vta.,
subsanado por escrito de 30 del mismo año (fs. 62 a 64 vta.), el accionante
manifestó los siguientes fundamentos de hecho y de derecho:
I.1.1. Hechos que motivan la acción
Instaló su vivienda en el inmueble que ocupa, sin saber quién era el dueño hasta
que apareció Haroldo Vespa Rosales, indicando ser el propietario de dicho bien,
quien con amedrentamiento y coacción en su condición de abogado, siempre se
negó a firmar recibos, facturas, contrato de arrendamiento; sin embargo, después
de diez años de ser engañado descubrió que no era el propietario y que le
cobraba alquileres de un inmueble que no era de su propiedad, por lo que decidió
dejar de pagar e inició un proceso de usucapión el 22 de septiembre de 2015
sobre el terreno que ocupa, del cual Haroldo Vespa Rosales solo es vecino;
empero, éste a través de sus representantes Mariano Medina Calderón y Harly
Medina Lenstor, el 29 de abril de 2016, le inició un proceso monitorio de desalojo
de vivienda que fue radicado en el Juzgado Público Civil y Comercial Décimo
Séptimo del departamento de Santa Cruz.
En el mencionado proceso, se emitió la Sentencia 181 Bis de 30 de agosto de
2017, motivando que el 5 de septiembre del mismo año, interponga recurso de
apelación, pidiendo la nulidad de obrados hasta la admisión de la demanda por
carecer de los requisitos mínimos para su admisión, denunciando y probando que
el demandante no tiene título propietario sobre el inmueble objeto de litis; que su
inquilino es Nicolás Altman y no su persona; su propiedad se encuentra ubicada
en otro lugar; que no es inquilino de Haroldo Vespa Rosales y que éste nunca
emitió factura por concepto de arrendamiento o alquiler, tampoco presentó
talonario de facturas; que su persona es legítimo poseedor del inmueble en
cuestión; hechos probados que sustentan la procedencia de sus pretensión de
nulidad de obrados hasta la admisión de la demanda; empero los Vocales de la
Sala Civil y Comercial, Familia, Niñez y Adolescencia Violecia Intrafamiliar
Doméstica y Pública Tercera del Tribunal Departamental de Justicia de Santa Cruz,
resolvieron que su recurso no expone cual sería el agravio o perjuicio que le
ocasionó la Resolución de 30 de agosto de 2017, por lo que las autoridades
demandadas no escucharon, ni quisieron entender nada de lo que escribió.
Al admitir una demanda que no cumple con los requisitos exigidos para ello, tanto
la Jueza a quo, como los Vocales demandados, desconocieron el principio de
saneamiento previsto en el art. 1.8 del Código Procesal Civil (CPC), omitiendo su
aplicación a pesar de haber denunciado los mencionados defectos procesales,
tampoco se pronunciaron al respecto, siendo que estaban obligados a realizar una
revisión de oficio de los vicios de nulidad, admitiendo una demanda que no
cumplía con lo establecido por ley.
I.1.2. Derechos y garantías supuestamente vulnerados
El accionante denunció la lesión de sus derechos al debido proceso, a no ser
discriminado por su condición económica, al habitad y vivienda, a la propiedad
privada y a la tutela judicial efectiva, citando al efecto los arts. 14, 19, 56, 115 de
la Constitución Política del Estado (CPE).
I.1.3. Petitorio
Solicitó se conceda la tutela y se ordene a los miembros de la Sala Civil y
Comercial, Familia, Niñez y Adolescencia Violencia Intrafamiliar Doméstica y
Pública Tercera del Tribunal Departamental de Justicia de Santa Cruz, anular el
Auto de admisión de la demanda, por no cumplir con los requisitos mínimos para
ello.
I.2. Audiencia y Resolución de la Jueza de garantías
Celebrada la audiencia pública el 15 de junio de 2018, según consta en el acta
cursante de fs. 393 a 398 vta., con la concurrencia de la parte accionante y el
tercero interesado; en ausencia las autoridades demandadas; se produjeron los
siguientes actuados:
I.2.1. Ratificación y ampliación de la acción
El peticionante de tutela ratificó lo expuesto en su memorial de acción de amparo
constitucional, y ampliándola señaló que: a) Los procesos monitorios establecen
que mono significa uno, por lo que el demandado en este tipo de procesos no
tienen como defenderse, porque se entiende que la parte actora tiene contrato,
título de propiedad, impuestos pagados y facturas en orden; sin embargo, la Jueza
a quo desde su citación con la demanda, no manejó la materia o especialidad del
caso, incurriendo en la aberración jurídica de establecer que estarían en un
proceso ordinario, razón por la que solicitó la nulidad de obrados puesto que la
demanda no reúne los requisitos para su admisión; b) Posteriormente apeló
contra la Resolución de primera instancia y el Tribunal ad quem no observó todo
lo que presentó, ni se pronunció sobre la verdad o falsedad de la nulidad que
existiese desde el primer acto de la Jueza a quo al admitir la demanda; razón por
la que accionaron contra las autoridades de primera y segunda instancia por no
observar dichos vicios de nulidad, dando por bien hecho lo realizado, cuando los
tribunales están obligados a realizar una revisión de oficio y evitar vicios de
nulidad en los procesos.
I.2.2. Informe de las autoridades demandadas
Irma Villavicencio Suárez y Samuel Saucedo Iriarte, Vocales de la Sala Civil y
Comercial, de Familia, Niñez y Adolescencia Violencia Intrafamiliar Doméstica y
Pública Tercera del Tribunal Departamental de Justicia de Santa Cruz y Verónica
Vásquez Salvatierra Jueza Pública Civil y Comercial Décima Séptima del mismo
departamento, no presentaron informe escrito, ni asistieron a la audiencia de
consideración de esta acción de amparo constitucional, a pesar de su legal
citación cursante de fs. 72; 80 y 82.
I.2.3. Intervención de los terceros interesados
Mariano Medina Calderón y HarlyNeihder Medina Lenstor, en representación de
Haroldo Vespa Rosales, mediante memorial cursante de fs. 387 a 392, señalaron
que: 1) el accionante no vincula los derechos acusados de vulnerados con el
recurso de apelación y el Auto de Vista dictado por el Tribunal de segunda
instancia; 2) La acción de amparo constitucional es desordenada, inmotivada y
confusa, en la que el impetrante de tutela, menciona una serie de hechos y saca
sus propias conclusiones de manera subjetiva, no expone ningún fundamento que
ataque el supuesto acto ilegal, y vulneración de derechos fundamentales y la
vinculación con la normativa constitucional; 3) El peticionante de tutela discurre
narrando una serie de hechos sin llegar a determinar de manera concreta y
específica los derechos y garantías que considera vulnerados, incumpliendo lo
previsto en el art. 33.5 del Código Procesal Constitucional (CPCo), pues se refiere
a diversos hechos sin precisar de manera puntual en qué consiste la vulneración
de sus supuesto derecho subjetivo y de qué forma se lesionó éste; 4) El Tribunal
Constitucional Plurinacional no puede ejercer una función sustitutiva de la justicia
ordinaria y en el caso presente, la acción tutelar no se adecua a lo previsto por el
art. 129 de la CPE; y, 5) Todo lo manifestado por el accionante es falso, puesto
que las pruebas que cursan en el expediente, se evidencia que el proceso llevado
delante corresponde a una demanda de desalojo por contrato verbal de local
comercial, cuya existencia fue acreditada en la vía incidental.
I.2.3. Resolución
La Jueza Pública de Familia Décima Cuarta del departamento de Santa Cruz,
constituida en Jueza de garantías, a través de la Resolución 05/2018 de 15 de
junio, cursante de fs. 398 vta., a 403, denegó la tutela impetrada por Ricardo
Suárez Tomelic, bajo los siguientes fundamentos: i) Para que la jurisdicción
constitucional analice la actividad interpretativa, realizada por los tribunales de
justicia, los accionantes deben hacer una sucinta pero precisa relación de
vinculación entre los derechos fundamentales invocados y la actividad
interpretativa argumentativa desarrollada por la autoridad demandada,
evidenciándose que el impetrante de tutela no identificó por qué la parte
interpretativa no resulta suficientemente motivada, tomando en cuenta que
dichas actuaciones y observaciones fueron consentidas y aceptadas por el
peticionante de tutela; ya que el rechazo de las objeciones de admisión,
acumulación y excepción no fueron apeladas legalmente, toda vez que no se
ratificó la apelación en el efecto diferido ni se impugnó dentro el término de ley;
ii) Conforme a lo previsto por el art. 218.II núm. 1 inc. b) del CPC, el Tribunal de
alzada tienen la facultada de declarar la inadmisibilidad, si el recurso no cumple
con los presupuestos legales; en este entendido, se tiene que el peticionante de
tutela no demostró la relación de los hechos y los nexos de causalidad para
demostrar que la Resolución apelada es grosera, arbitraria y absurda o que
vulneró derechos constitucionales: iii) El accionante no fue discriminado por su
condición económica, ya que de la revisión del expediente no se verificó acto
alguno que pruebe tal extremo, asimismo no se evidencia la vulneración de su
derecho a la vivienda y un habitad, ya que existe una Sentencia que declaró
improbado su interdicto de retener la posesión, iniciado por el ahora impetrante
de tutela, tampoco demostró que se le despojó de un derecho propietario; y, iv)
El peticionante de tutela no precisó los derechos y garantías constitucionales que
fueron lesionados por los demandados, tampoco estableció el nexo de causalidad
entre la ausencia de motivación, que hubiera sido arbitraria y absurda con los
supuestos derechos lesionados.
II. CONCLUSIONES
De la revisión y compulsa de los antecedentes que cursan en obrados se establece
lo siguiente:
II.1. Por la Sentencia 181 Bis de 30 de agosto de 2017, la Jueza Pública Civil y
Comercial Décima Séptima del departamento de Santa Cruz, dentro del proceso
monitorio de desalojo de local comercial en régimen de libre contratación,
seguido por Haroldo Vespa Rosales contra Ricardo Suárez Tomelic, declaró
probada la demanda e improbadas las excepciones de falta de personería,
litispendencia, falta de legitimación y falsedad del título (fs. 320 a 321 vta.).
II.2. Mediante memorial de 5 de septiembre de 2017, el ahora accionante
interpuso recurso de apelación contra la Sentencia 181 Bis de 30 de agosto del
mismo año, concedido ante el Tribunal de segunda instancia, por Auto de 22 de
septiembre de 2017 (fs. 324 a 326 vta., y 334).
II.3. La Sala Civil y Comercial, Familia, Niñez y Adolescencia Violencia Intrafamiliar
Doméstica y Pública Tercera del Tribunal Departamental de Justicia de Santa Cruz,
emitió el Auto de Vista 506/2017 de 4 de diciembre, que en su análisis respecto al
recurso de apelación planteado por el ahora accionante, declaró inadmisible el
mismo por considerar que el mencionado recurso carece de expresión de agravios
y fundamentación, conforme establecen los arts. 256 y 26.I del CPC; asimismo,
evidenciando un error de transcripción de la Jueza a quo en la parte resolutiva de
la Sentencia impugnada, revocó parcialmente la misma solo en lo concerniente al
punto 1 de la parte dispositiva en relación a que el plazo de sesenta días previsto
en el art. 393.2 del CPC, es computable para Ricardo Suárez Tomelic,
manteniendo incólume lo demás (fs. 370 a 371 vta.).
III. FUNDAMENTOS JURÍDICOS DEL FALLO
La accionante considera lesionados sus derechos al debido proceso, a no ser
discriminado por su condición económica, al habitad y vivienda, a la propiedad
privada y a la tutela judicial efectiva; porque la Jueza demandada admitió una
demanda que no cumple con los requisitos exigidos para ello y los Vocales
codemandados, desconocieron la existencia de principio de saneamiento previsto
en el art. 1.8 del CPC, siendo que estaban obligados a realizar un una revisión de
oficio y anular obrados hasta la admisión de la demanda, no obstante que
acreditó que el demandante no tiene título propietario sobre el inmueble objeto
de litis; que su inquilino es Nicolás Altman y no su persona; que su propiedad se
encuentra ubicada en otro lugar; que Haroldo Vespa Rosales nunca emitió factura
por concepto de arrendamiento o alquiler, tampoco presentó talonario de
facturas; que su persona es legítimo poseedor del inmueble en cuestión.
En consecuencia, corresponde dilucidar en revisión, si tales argumentos son
evidentes a fin de conceder o denegar la tutela solicitada.
III.1. Naturaleza de la acción de amparo constitucional
El amparo constitucional se constituye en un proceso constitucional diferente al
proceso ordinario, con un objeto específico, que se materializa en la protección y
restitución de derechos fundamentales reconocidos en la Constitución Política del
Estado; con un marco jurídico procesal propio, adquiere las características de
sumariedad e inmediatez en su tutela. A estas características se añade la de
generalidad, a través de la cual la acción puede ser presentada sin excepción
contra todo servidor público o persona individual o colectiva.
Con relación a la naturaleza y alcances de la acción de amparo constitucional la
SCP 002/2012 de 13 de marzo, ha establecido que esta: “…encuentra fundamento
directo en el artículo 25.1 de la CADH, instrumento que señala: "Toda persona
tiene derecho a un recurso sencillo y rápido o a cualquier otro recurso efectivo
ante los jueces o tribunales competentes, ampare contra actos que violen sus
derechos fundamentales reconocidos por la Constitución, la ley o la presente
Convención, aun cuando tal violación sea cometida por personas que actúen en
ejercicio de sus funciones oficiales". En el marco del citado precepto que forma
parte del Bloque de Constitucionalidad reconocido por el artículo 410 de la CPE,
se tiene que la dimensión procesal constitucional de la acción de amparo
constitucional debe ser estructurada a partir de este marco de disposiciones,
siendo evidente que el amparo constitucional constituye un mecanismo eficaz de
defensa para el resguardo de derechos fundamentales insertos en el bloque de
constitucionalidad “.
La acción de amparo constitucional se encuentra instituida en el art. 128 de la CPE
que establece: “La Acción de Amparo Constitucional tendrá lugar contra actos u
omisiones ilegales o indebidos de los servidores públicos, o de persona individual
o colectiva, que restrinjan, supriman o amenacen restringir o suprimir los
derechos reconocidos por la Constitución y la ley‟. A su vez el art. 129.I del
referido Texto Constitucional, dispone que: “La Acción de Amparo Constitucional
se interpondrá por la persona que se crea afectada, por otra a su nombre con
poder suficiente o por la autoridad correspondiente de acuerdo con la
Constitución, ante cualquier juez o tribunal competente, siempre que no exista
otro medio o recurso legal para la protección inmediata de los derechos y
garantías restringidos, suprimidos o amenazados”; en consecuencia, la
Constitución Política del Estado instituye esta acción como mecanismo de
protección, poniéndola al alcance de toda persona que sufra restricción,
supresión o amenaza a sus derechos y garantías reconocidos en la norma
suprema, siendo su objeto principal su restablecimiento inmediato y efectivo;
además procede solo cuando el ordenamiento jurídico ordinario no prevea un
medio idóneo y expedito para reparar la lesión producida.
En este sentido la SC 0428/2010-R de 28 de junio, refiriéndose a los principios que
rigen a la acción de amparo constitucional, ha establecido que:“…por mandato del
art. 19. V de la CPE abrg y 129. I de la CPE, se caracteriza por la vigencia del
principio de subsidiaridad, toda vez que este mecanismo no sustituye las otras
vías o mecanismos legales que las leyes confieren a los afectados para restituir los
derechos fundamentales afectados.
Siguiendo una interpretación bajo el criterio de "unidad constitucional" y a la luz
de la problemática concreta, se establece que el principio de subsidiaridad de la
acción de amparo constitucional, encuentra sustento en la ingeniería
constitucional establecida por el Constituyente para el órgano judicial, en ese
contexto, la jurisdicción ordinaria tiene la finalidad de administrar justicia al
amparo del principio de unidad jurisdiccional plasmado en el art. 179.I de la CPE;
por su parte, la justicia constitucional, tiene como misión garantizar el respeto a la
Constitución y la vigencia plena de los Derechos Fundamentales.
Lo expresado precedentemente, implica que la justicia ordinaria resuelve
conflictos con relevancia social y garantiza así la tan ansiada paz social, asimismo,
la justicia constitucional en relación a la primera, es garante de los derechos
fundamentales cuando estos han sido vulnerados en sede judicial ordinaria.
El postulado antes señalado tiene gran relevancia ya que el juez o tribunal
ordinario, no es solamente garante de la legalidad, sino que en su función de
administrador de justicia, es también garante de derechos fundamentales, por tal
razón, solamente en caso de incumplir este rol, puede operar la tutela
constitucional, ya que de lo contrario y de no agotarse todos los medios
procesales para el resguardo de los mismos en sede jurisdiccional ordinaria, se
tendrían justicias con roles paralelos, equivocando así el verdadero sentido de la
justicia constitucional y ocasionándose incoherencias jurídicas que afecten los
cimientos propios de la justicia ordinaria y constitucional.
Por lo expuesto, se colige que el amparo constitucional ha sido instituido por el
art. 19 de la CPEabrg, y consagrado en el art. 128 de la CPE, como un recurso
extraordinario que otorga protección inmediata contra los actos ilegales y las
omisiones indebidas de funcionarios o particulares que restrinjan, supriman, o
amenacen restringir o suprimir derechos y garantías fundamentales de la persona
reconocidos por la Constitución y las leyes, siempre que no hubiere otro medio o
recurso legal para la protección inmediata de esos derechos y garantías. En ese
sentido, la jurisprudencia constitucional ha establecido que el amparo tiene como
características esenciales: la subsidiariedad y la inmediatez, entendiéndose la
primera como el requisito de haber agotado todas las instancias y medios legales
idóneos antes de interponer el recurso, pues la tutela que brinda el amparo
constitucional está referida a los casos en que han sido agotados los medios que
la ley otorga para tal objeto, puesto que dicho recurso tiene como característica la
subsidiariedad y no puede ser utilizado como un mecanismo alternativo o
sustitutivo de protección, hecho que desnaturalizaría su esencia.
Siguiendo ese criterio la SCP 0249/2012 de 29 de mayo, respecto a las
mencionadas características de la acción de amparo constitucional estableció que:
“De la naturaleza jurídica de la acción de amparo constitucional se colige que ésta
se encuentra regida por los principios de subsidiariedad y de inmediatez; en
virtud al primero de los citados, corresponderá a los accionantes, agotar todos los
recursos de impugnación idóneos que la ley les otorga para el reclamo de sus
derechos que consideren vulnerados; y de persistirse en su lesión, recién podrán
solicitar la tutela constitucional, cuidando, en virtud al segundo principio citado,
que sea activada dentro del plazo máximo de seis meses a partir de la comisión de
la vulneración alegada o de la notificación con la última decisión judicial o
administrativa que se considere lesiva de los derechos y garantías alegados, en
cumplimiento a lo preceptuado por el art. 129.I y II de la norma constitucional,
que impele a las partes al cumplimiento de ambos principios previa interposición
de este mecanismo de defensa preventivo y reparador, norma concordante con
los arts. 59 y 76 de la Ley del Tribunal Constitucional Plurinacional (LTCP)”. (Las
negrillas nos pertenecen)
III.2. Relación de causalidad entre los hechos, derechos y petitorio como
requisitos de admisibilidad de la acción de amparo constitucional
La SCP 1774/2012 de 1 de octubre, al respecto señaló que: “…los requisitos de
admisibilidad que deben ser cumplidos a tiempo de interponerse una acción de
amparo constitucional; requisitos que si bien se encontraban prescriptos,
inicialmente en el art. 97 de la Ley 1836; y posteriormente en el art. 77 de la Ley
027 de 6 de julio de 2010; en la actualidad se encuentran establecidos en el art.
33 del Código de Procesal Constitucional (CPCo), disponiendo lo siguiente: ʽLa
acción deberá contener al menos: 1. Nombre, apellido y generales de quien
interpone la acción o de su representante legal, acompañando en este último
caso, la documentación que acredite su personería. En el caso de terceras
personas que tengan interés legítimo, deberán acreditar el interés alegado.
Además, deberá indicarse la dirección de un correo electrónico u otro medio
alternativo de comunicación inmediata. 2. Nombre y domicilio contra quien se
dirige la acción, o los datos básicos para identificarla o identificarlo, así como, en
el caso de que se conozca, el lugar dónde pueda ser notificada o notificado. 3.
Patrocinio de abogado cuando corresponda, o en su caso la solicitud de defensor
público. 4. Relación de los hechos. 5. Identificación de los derechos o garantías
que se consideren vulnerados. 6. Solicitud, en su caso, de medidas cautelares. 7.
Las pruebas que tenga en su poder o señalamiento del lugar donde se
encuentren. 8. Peticiónʼ. Normativa de la que se extrae, que el legislador de
manera expresa, clara y precisa, estableció ciertas exigencias básicas, que deben
contener la acciones tutelares, que necesariamente deberán ser cumplidas por
parte de aquellas personas que interpongan una acción tutelar ante la jurisdicción
constitucional; esto con la finalidad, de que el Juez constitucional, tenga pleno
conocimiento: de los datos y de la legitimación de los sujetos procesales que
puedan participar en la acción, de los hechos denunciados que sustentan la
acción, de los derechos presuntamente vulnerados o amenazados de ser
vulnerados, el nexo de causalidad entre éstos, y del petitorio entendido como el
núcleo mismo de la pretensión, que deberá estar en plena coherencia con la
causa petendi; es decir, con los hechos denunciados y derechos presuntamente
vulnerados; requisitos que de igual manera deberán ser cumplidos, en resguardo
al derecho a la defensa de la parte demandada, así como de los intereses de
terceros, puesto que de esa manera, podrán conocer íntegramente de los hechos
que se denuncian y de los derechos vulnerados, para asumir defensa de sus
intereses”. (la negrilla pertenece la texto original).
Respecto a los requisitos actualmente contenidos en el Art.33 núm. 4 del CPCo,
referido a la relación de los hechos que deben ser expuestos con precisión y
claridad, de modo que sirvan de fundamento para la acción de amparo
constitucional, la SC 0365/2005-R de 13 de abril, estableció que: “Se trata de una
relación fáctica que debe hacer el recurrente; pues está referida a los hechos que
sirven de fundamento del recurso o de la razón o razones en la que el recurrente
apoya la protección que solicita, que no siempre está referido a un solo hecho
sino a varios hechos, que de manera congruente se reconducen y sirven de
fundamento del petitorio (…).
En síntesis, el elemento fáctico aludido (conjunto de hechos) y su calificación
jurídica (derechos o garantías supuestamente violados) constituyen lo que la
doctrina denomina genéricamente ʽla causa de pedirʼ; causa de pedir que debe
ser claramente precisada y delimitada por el recurrente.
Conforme a lo señalado, los hechos jurídicamente relevantes que sirven de
fundamento fáctico del recurso deben ser, como lo expresa la ley, expuestos con
precisión y claridad, dado que los mismos delimitan la causa de pedir y vinculan al
Tribunal de amparo, es decir que éste, deberá resolver la problemática planteada
conforme en esa descripción de los hechos y su calificación jurídica (derechos
lesionados) y no otra”.
Por otra parte, en cuanto la exigencia contenida en el art. 33 num. 5 del CPCo, de
precisar los derechos y garantías que se consideren restringidos, suprimidos o
amenazados, la SC 0365/2005-R de 13 de abril, señaló que: “Como quedó
precisado en el punto anterior, la causa de pedir contiene dos elementos: 1) el
elemento fáctico que está referido a los hechos que sirven de fundamento al
recurso; 2) el elemento normativo, es decir, los derechos o garantías invocados
como lesionados por esos hechos, que deben ser precisados por el recurrente; sin
embargo, como en los hechos debe acreditarse el derecho vulnerado, es preciso
que exista una relación de causalidad entre el hecho que sirve de fundamento y la
lesión causada al derecho o garantía. De ahí que el cumplimiento de esta
exigencia no se reduce a enumerar artículos, sino a explicar desde el punto de
vista causal, cómo esos hechos han lesionado el derecho en cuestión
(…)
Por principio general, el Juez de tutela está obligado a conferir solamente lo que
se le ha pedido; esto muestra la enorme importancia que tiene el petitium de la
causa, pues, el Juez está vinculado a la misma; esto es, deberá conceder o negar
el petitorio formulado; sólo excepcionalmente, dada la naturaleza de los derechos
protegidos es posible que el Juez constitucional pueda conceder una tutela ultra
petita, de cara a dar efectividad e inmediatez a la protección del derecho o la
garantía vulnerada, cuando advierta que existió error a tiempo de formular el
petitorio. Extremo que deberá ser ponderado en cada caso concreto, al tratarse
de una excepción”.
III.3. Análisis del caso concreto
El accionante considera lesionados el debido proceso, así como sus derechos a no
ser discriminado por su condición económica, al habitad y vivienda, a la propiedad
privada y a la tutela judicial efectiva; porque la Jueza a quo, admitió una acción
monitora que no cumple los requisitos exigidos para ello, y los vocales
codemandados omitieron anular obrados hasta la admisión de la demanda, no
obstante haber probado que el demándate no tiene título propietario sobre el
inmueble objeto de Litis; que su inquilino es Nicolás Altmann y no su persona; que
la propiedad alegada se encuentra ubicada en otro lugar; que Haroldo Vespa
Rosales nunca emitió factura por concepto de arrendamiento o alquiler, tampoco
presentó talonario de facturas; y que su persona es legítimo poseedor del
inmueble en cuestión, desconociendo dichas autoridades el principio de
saneamiento previsto en el art. 1.8 CPC, por el que estaban obligados a realizar
una revisión de oficio.
Del análisis del memorial de acción de amparo constitucional y el escrito de
subsanación, se evidencia que el fundamento del mismo tiende a desarrollar una
sucinta relación de antecedentes respecto a los motivos por los que se hubiese
planteado la demanda monitoria de “desalojo de local comercial en régimen de
libre contratación”, fundamentando posteriormente, que la demanda no debió
ser admitida, ya que hubiese probado que no concurrían los requisitos para ello,
alegando que las autoridades demandas no hubiesen aplicado el principio de
saneamiento previsto en el art. 1.8 CPC, solicitando en su petitorio la nulidad del
Auto de admisión de la demanda, relación de hechos que no tiene vinculación con
la última resolución emitida en el mencionado proceso, que posibilitó la
activación de la presente acción tutelar, es el Auto de Vista 506/2017 que declaró
la inadmisibilidad de su recurso de apelación por considerar que el mismo carecía
de expresión de agravios y fundamentación. De esto, se colige que el accionante
que el impetrante de tutela, incurrió en el error de no establecer una relación de
causalidad entre los hechos que tiende a cuestionar respecto a que no debió
admitirse la demanda monitoria; los derechos como el debido proceso, a no ser
discriminado por su condición económica, al habitad y vivienda, a la propiedad
privada y a la tutela judicial efectiva; y su petitorio que busca la nulidad del Auto
de admisión de la referida demanda monitoria, que no tienen nada que ver con lo
resuelto en el Auto de Vista 506/2017, emitido ante la interposición del recurso
de apelación por parte del ahora peticionante de tutela, incumpliendo con los
requisitos de procedencia de la acción de amparo constitucional desarrollados en
el Fundamento Jurídico III.2 de la presente Sentencia Constitucional Plurinacional.
En consecuencia, la Jueza de garantías, al denegar la tutela solicitada, efectuó un
correcto análisis y compulsa de los antecedentes.
POR TANTO
El Tribunal Constitucional Plurinacional, en su Sala Cuarta Especializada; en virtud
de la autoridad que le confiere la Constitución Política del Estado y el art. 12.7 de
la Ley del Tribunal Constitucional Plurinacional; en revisión, resuelve: CONFIRMAR
Resolución 05/2018 de 15 de junio, cursante de fs. 398 vta., a 403, pronunciada
por La Jueza Pública de Familia Décima Cuarta del departamento de Santa Cruz; y
en consecuencia, DENEGAR la tutela impetrada.
Regístrese, notifíquese y publíquese en la Gaceta Constitucional Plurinacional.

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