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ANALISIS DE LOS PASOS PROCESALES PRINCIPALES IDENTIFICADOS EN LA

JUSTICIABILIDAD DEL CASO

255. En la presente sentencia la Corte ya ha realizado un análisis respecto de las


condiciones referentes a la vida digna, salud, educación y recreación en las
consideraciones respecto de los artículos 4 y 5 de la Convención, en relación con los
artículos 19 y 1.1 de la misma y con el artículo 13 del Protocolo de San Salvador. Por
ello, este Tribunal considera que no es necesario pronunciarse respecto del artículo 26
de la Convención.

TIPOS DE REPARACIONES DESARROLLADAS EN LA SENTENCIA

A) BENEFICIARIOS

267. La Corte resume ahora los argumentos de la Comisión Interamericana, de las


representantes y del Estado sobre quiénes deben ser considerados beneficiarios de las
reparaciones que la Corte dicte.

Alegatos de la Comisión

268. Respecto de los beneficiarios, la Comisión alegó que:

a) debe repararse tanto individual como colectivamente a todas las víctimas que
estuvieron privadas de su libertad en el Instituto entre el 14 de agosto de 1996 y el 25
de julio de 2001;

b) se puede identificar a todas las víctimas que perdieron su vida o resultaron


heridas durante la ocurrencia de los tres incendios; a los diversos niños privados de su
libertad en el Instituto en distintos momentos; y a todos los menores que se
encontraban recluidos en el Instituto al momento de su cierre definitivo en julio del
2001, y que fueron trasladados; y

c) las víctimas no son indeterminadas, ya que existe una serie de elementos que
permite identificarlas individual y personalmente. Por tanto, la Comisión señaló que
no está solicitando una reparación innominada sino individual a favor de cada una de
las víctimas.

B) DAÑO MATERIAL

283. La Corte determinará en este acápite lo correspondiente al daño material, el


cual supone la pérdida o detrimento de los ingresos de las víctimas, los gastos
efectuados con motivo de los hechos y las consecuencias de carácter pecuniario que
tengan un nexo causal con los hechos del caso sub judice, para lo cual fijará un monto
indemnizatorio que busque compensar las consecuencias patrimoniales de las
violaciones que han sido declaradas en la presente Sentencia1. Para ello, tendrá en
1
cuenta las pruebas reunidas en este caso, la jurisprudencia del propio Tribunal y las
pretensiones presentadas por la Comisión, las representantes y el Estado.

Alegatos de la Comisión

284. En cuanto a la indemnización por concepto de daño material, la Comisión


señaló que:

a) el daño emergente ya fue cubierto por el Estado, en virtud de que pagó


diversos gastos funerarios de las víctimas fallecidas, a menos de que exista prueba en
contrario; y de igual manera pagó los montos correspondientes a la atención médica
de los niños que resultaron heridos en los incendios; y

b) para determinar la pérdida de ingresos de una manera justa y equitativa, la


Corte debe considerar los salarios que las víctimas dejaron de percibir como
consecuencia de la violación a su derecho a la vida por parte del Estado, las edades de
éstas al momento de su deceso, el número de años que faltaban hasta llegar a la
esperanza de vida media en el Paraguay y el salario mínimo vigente. Al respecto, la
Comisión consideró que los internos fallecidos, al salir de la cárcel, se incorporarían a
los sectores productivos; y, ya que al momento de su fallecimiento los internos no se
encontraban trabajando, la Corte debe fijar una suma en equidad para determinar el
monto indemnizatorio que corresponde a cada uno de los internos fallecidos, tomando
en cuenta las circunstancias específicas de cada uno de ellos. Por último, la Comisión
consideró que debe determinarse una indemnización monetaria con relación a las
consecuencias posteriores a los incendios, sufridas por los niños que fueron heridos en
éstos, tales como los daños permanentes que tendrán un impacto en su desempeño
laboral futuro.

C) DAÑO INMATERIAL

295. La Corte pasa a considerar aquellos efectos lesivos de los hechos del caso que
no tienen carácter económico o patrimonial. El daño inmaterial puede comprender
tanto los sufrimientos y las aflicciones causados a las víctimas, el menoscabo de
valores muy significativos para las personas, así como las alteraciones en las
condiciones de existencia de la víctima o su familia. No siendo posible asignar al daño
inmaterial un preciso equivalente monetario, sólo puede ser objeto de compensación,
para los fines de la reparación integral a las víctimas, de dos maneras. En primer lugar,
mediante el pago de una cantidad de dinero o la entrega de bienes o servicios
apreciables en dinero, que el Tribunal determine en aplicación razonable del arbitrio
judicial y en términos de equidad. Y, en segundo lugar, mediante otros medios cuyo
objetivo es comprometer al Estado con los esfuerzos tendientes a que hechos similares
no vuelvan a ocurrir.
D) OTRAS FORMAS DE REPARACIÓN

310. En este apartado el Tribunal entrará a determinar aquellas medidas de


satisfacción que buscan reparar el daño inmaterial2. Estas medidas buscan, inter alia,
el reconocimiento de la dignidad de las víctimas, el consuelo de los derechos humanos
de que se trata, así como evitar que se repitan violaciones como las del presente caso 3.

Alegatos de la Comisión

311. La Comisión consideró que dadas las características especiales de este caso, las
medidas de reparación no pecuniarias adquieren una relevancia esencial. Por ello,
solicitó a la Corte que ordenara al Estado una reparación integral, lo cual implicaría no
sólo una reparación adecuada para las víctimas que fueron privadas de su libertad en
el Instituto, sino que constituiría una garantía suficiente de no repetición de estas
violaciones en el futuro. La Comisión solicitó que para que la reparación integral se
llevara a cabo, la Corte ordenara al Estado:

a) garantizar el respeto de los derechos de los niños y adolescentes privados de su


libertad;

b) la adecuación legislativa en materia de privación de libertad de niños y


adolescentes y su cabal cumplimiento por todas las autoridades del Estado, de
conformidad con las normas internacionales que rigen la materia. En particular, señaló
que el Estado debe establecer que la privación de la libertad debe ser una medida
excepcional y de utilización solamente como ultima ratio;

c) que implemente programas que claramente distingan entre inocentes y


condenados, y que tome en cuenta su condición de menores al privar a éstos de su
libertad;

d) la construcción de centros como los de Itauguá y La Salle, que estén en


condiciones de albergar internos sin sobrepoblación;

e) la separación inmediata y urgente de los niños y adolescentes que se


encuentren en cárceles de adultos;

f) la creación de un sistema de asistencia jurídica especializada y adecuada para


atender los procesos judiciales a los que se enfrentan los niños y adolescentes con
facultades y recursos suficientes para ejercer la defensa jurídica;

g) la revisión de todos los juicios que se siguen en contra de las víctimas que
estuvieron detenidas en el Instituto, de conformidad con lo que establece el Artículo
2

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249 incisos b y c del Código de la Niñez y la Adolescencia, que recientemente entró en
vigencia. El Estado deberá informar en el plazo de seis meses sobre los resultados de
tal revisión; y

h) la investigación, enjuiciamiento y sanción de los funcionarios que por acción u


omisión permitieron o facilitaron la ocurrencia de los tres incendios, así como la de los
funcionarios que diseñaron, implementaron y ejecutaron la política institucional que
permitió que los niños y adolescentes fueran detenidos en condiciones inhumanas en
el Instituto.

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