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x “Felipe fue a buscar a Natanael y le dijo: —¡Hemos encontrado a aquel de quien Moisés y los profetas
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escribieron! Se llama Jesús, el hijo de José, de Nazaret. —¡Nazaret! —exclamó Natanael—. ¿Acaso
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siempre hablaw puede salir algo bueno de Nazaret? —Ven y compruébalo tú mismo —le respondió Felipe. Mientras ellos
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se acercaban, Jesús dijo: —Aquí viene un verdadero hijo de Israel, un hombre totalmente íntegro. —
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¿Cómo es que me conoces? —le preguntó Natanael. —Pude verte debajo de la higuera antes de que
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Felipe te encontrara —contestó Jesús. Entonces Natanael exclamó: —Rabí, ¡tú eres el Hijo de Dios, el Rey
Is de Israel! Jesús le preguntó: —¿Crees eso solo porque te dije que te había visto debajo de la higuera?
Por esto cregós
Verás cosas más grandes que esta.” Juan 1:45-50 NTV
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“A partir de ese momento, muchos de sus discípulos se apartaron de él y lo

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abandonaron. Entonces Jesús, mirando a los Doce, les preguntó: —¿Ustedes conocer a Jesós te
también van a marcharse? Simón Pedro le contestó: —Señor, ¿a quién B
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iríamos? Tú tienes las palabras que dan vida eterna. Nosotros creemos y declaración
sabemos que tú eres el Santo de Dios. Entonces Jesús dijo: —Yo los elegí a

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ustedes doce, pero hay uno de ustedes que es un diablo.” Juan 6:66-70 NTV ÉL nos eligio

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“Mientras caminaba, Jesús vio a un hombre que era ciego de nacimiento. —Rabí, ¿por qué nació ciego este
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hombre? —le preguntaron sus discípulos—. ¿Fue por sus propios pecados o por los de sus padres? —No
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fue por sus pecados ni tampoco por los de sus padres —contestó Jesús—. Nació ciego para que todos
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vieran el poder de Dios en él. Debemos llevar a cabo cuanto antes las tareas que nos encargó el que nos
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envió. Pronto viene la noche cuando nadie puede trabajar; pero mientras estoy aquí en el mundo, yo soy la
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es moy luz del mundo. Luego escupió en el suelo, hizo lodo con la saliva y lo untó en los ojos del ciego. Le dijo: «Ve
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creativo siempre a lavarte en el estanque de Siloé» (Siloé significa «enviado»). Entonces el hombre fue, se lavó, ¡y regresó
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nos sorbrende viendo!” Juan 9:1-7 NTV
“Cuando supo que Jesús había ido de Judea a Galilea, fue a verlo y le rogó que C
se dirigiera a Capernaúm para sanar a su hijo, quien estaba al borde de la p Yrdieon
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muerte. Jesús le preguntó: —¿Acaso nunca van a creer en mí a menos que

vean señales milagrosas y maravillas? —Señor, por favor —suplicó el
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funcionario—, ven ahora mismo, antes de que mi hijito se muera. Entonces
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Jesús le dijo: —Vuelve a tu casa. ¡Tu hijo vivirá! Y el hombre creyó lo que por sobre que .
Ahmarlo lo awe
Jesús le dijo y emprendió el regreso a su casa. Mientras el funcionario iba en por

camino, algunos de sus sirvientes salieron a su encuentro con la noticia de

que su hijo estaba vivo y sano. Entonces el padre se dio cuenta de que la B SuS discipolos to se

sanidad había ocurrido en el mismo instante en que Jesús le había dicho: «Tu enteraron de este milagro
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hijo vivirá». Y tanto él como todos los de su casa creyeron en Jesús.” Juan Lar mostitud taumpoco
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4:47-51, 53 NTV

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“Cuando Jesús pasó, miró a Zaqueo y lo llamó por su nombre: «¡Zaqueo! —le dijo—. ¡Baja enseguida! Debo hospedarme hoy en tu casa».

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Zaqueo bajó rápidamente y, lleno de entusiasmo y alegría, llevó a Jesús a su casa; pero la gente estaba disgustada, y murmuraba: «Fue a
hospedarse en la casa de un pecador de mala fama». Mientras tanto, Zaqueo se puso de pie delante del Señor y dijo: —Señor, daré la mitad de
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mi riqueza a los pobres y, si estafé a alguien con sus impuestos, le devolveré cuatro veces más. Jesús respondió: —La salvación ha venido hoy
a esta casa, porque este hombre ha demostrado ser un verdadero hijo de Abraham. Pues el Hijo del Hombre vino a buscar y a salvar a los que
w están perdidos.” Lucas 19:5-10 NTV
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durante la celebración de la Pascua, muchos comenzaron a confiar W los

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en él; pero Jesús no confiaba en ellos porque conocía todo acerca
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de las personas. No hacía falta que nadie le dijera sobre la

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almat naturaleza humana, pues él sabía lo que había en el corazón de
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cada persona.” Juan 2:23-25 NTV
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Moestros Ones deben amarlo sin reservas

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Amamos
el sistema te dixe gue debes AMAR tuvida

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Aferrándonos
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mi seguidor, tiene que abandonar su propia manera de vivir, tomar su
cruz y seguirme. Si tratas de aferrarte a la vida, la perderás, pero si soltando

entregas tu vida por mi causa, la salvarás.” Mateo 16:24-25 NTV salvamos

“Es necesario que EOlwwo

él crezca, pero que yo Enwno
mengüe.”
S. Juan 3:30 RVR1960

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“Entonces Nabucodonosor se enfureció tanto con Sadrac, Mesac y Abed-nego que el rostro se le desfiguró a causa de la ira. Mandó calentar el horno siete

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veces más de lo habitual. Entonces ordenó que algunos de los hombres más fuertes de su ejército ataran a Sadrac, Mesac y Abed-nego y los arrojaran al
horno ardiente. Así que los ataron y los arrojaron al horno, totalmente vestidos con sus pantalones, turbantes, túnicas y demás ropas. Ya que el rey, en su
enojo, había exigido que el horno estuviera bien caliente, las llamas mataron a los soldados mientras arrojaban dentro a los tres hombres. De esa forma
Sadrac, Mesac y Abed-nego, firmemente atados, cayeron a las rugientes llamas. De pronto, Nabucodonosor, lleno de asombro, se puso de pie de un salto y
exclamó a sus asesores: —¿No eran tres los hombres que atamos y arrojamos dentro del horno? —Sí, su majestad, así es —le contestaron. —¡Miren! —
gritó Nabucodonosor—. ¡Yo veo a cuatro hombres desatados que caminan en medio del fuego sin sufrir daño! ¡Y el cuarto hombre se parece a un dios!
Entonces Nabucodonosor se acercó tanto como pudo a la puerta del horno en llamas y gritó: «¡Sadrac, Mesac y Abed-nego, siervos del Dios Altísimo, salgan y

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vengan aquí!». Así que Sadrac, Mesac y Abed-nego salieron del fuego. Entonces los altos funcionarios, autoridades, gobernadores y asesores los rodearon y
vieron que el fuego no los había tocado. No se les había chamuscado ni un cabello, ni se les había estropeado la ropa. ¡Ni siquiera olían a humo! Entonces
Nabucodonosor dijo: «¡Alabado sea el Dios de Sadrac, Mesac y Abed-nego! Envió a su ángel para rescatar a sus siervos que confiaron en él. Desafiaron el
mandato del rey y estuvieron dispuestos a morir en lugar de servir o rendir culto a otro dios que no fuera su propio Dios. Por lo tanto, yo decreto: si alguien,
cualquiera sea su raza, nación o lengua, habla en contra del Dios de Sadrac, Mesac y Abed-nego, será despedazado y su casa será reducida a un montón de
escombros. ¡No hay otro dios que pueda rescatar de esta manera!». Luego el rey ascendió a Sadrac, Mesac y Abed-nego a puestos aún más altos en la
provincia de Babilonia.”
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Daniel 3:19-30 NTV Tw situación glorificará
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