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Cuerpo de luz
Este templo es el octavo de 10 edificados por la comunidad Bahá’í en el mundo. Un lugar
accesible de forma gratuita a toda la comunidad. Fue ideado por el arquitecto Siamak
Hariri como un cuerpo de luz, un edificio con forma de flor compuesto de 9 pétalos,
constituido por una estructura metálica recubierta en su exterior por vidrio fundido
“custom design” y en su interior por mármol portugués blanco traslúcido. La luz del día
penetra directamente por las ventanas en la unión de los 9 pétalos y de forma difusa por
la doble piel de vidrio fundido.
Los dos objetivos principales del proyecto de iluminación fueron: Convertir el templo en
un “cuerpo luminoso”, a través de un efecto “glow”; esto para lograr una visión desde el
exterior y conseguir un ambiente cálido en el interior, apto para la oración, la reflexión y
la meditación. Otro de los objetivos claves del proyecto fue realzar los elementos, las
formas y materiales de la arquitectura con la menor cantidad de elementos posible. El
cuidado el diseño y la integración de los instrumentos de iluminación fueron primordiales
para el éxito del proyecto. El efecto de “cuerpo luminoso” o “glow” se logra con 36
proyectores ubicados en los perfiles de bronce verticales que unen las ventanas a los
pétalos de mármol y que también iluminan el pétalo opuesto.
Dada la intimidad y delicadeza del templo es fácil pasar por alto la dureza inherente de la
estructura y la ingeniería requeridas para que el edificio pueda sobrellevar el clima
abrupto en esta región propensa a los terremotos durante los próximos 400 años.
La apertura y la transparencia definen tanto la estructura como su sitio. Se puede acceder
al Templo Bahá’í por nueve entradas situadas a intervalos regulares alrededor de la
estructura en forma de cúpula, mientras los senderos curvos invitan a los visitantes a una
caminata meditada atravesando ondulados jardines. El reconocido arquitecto paisajista
chileno Juan Grimm diseñó el paisaje sostenible que se extiende generosamente
alrededor del Templo.
Los visitantes del Templo pueden apreciar los serenos jardines que se acomodan en las
rutar de una vista privilegiada tanto del Templo como de Santiago, cuyo centro se
encuentra a sólo 14 kilómetros de distancia. Un trabajo de colaboración con la
Municipalidad de Peñalolén ha permitido plantar quillayes nativos en el marco de su
programa ambiental “Crece Verde”. Adicionalmente, más de 6000 árboles se han
plantado o están creciendo en un vivero establecido para el paisajismo del Templo.
El diseño de una estructura tan compleja y variada como las formas orgánicas de la
naturaleza requirió el uso de la tecnología informática más avanzada. El equipo de Hariri
Pontarini renovó su propio sistema de representación virtual del edificio, utilizando un
proceso de fabricación “de máquina a máquina” para crear en vidrio formas orgánicas
muy irregulares.
El proceso para lograr esto fue bastante extraordinario, involucrando las manos de
muchos artesanos e ingenieros de Canadá, Estados Unidos, Europa y Chile, y un equipo
de innumerables voluntarios globales y tarde 14 años en construirse.
Este cambio es propio del último siglo, desde mediados de la década de 1960”, lo que
atribuye a las trasformaciones vinculadas a la aparición del el Movimiento Moderno, que
incorporó nuevos materiales y replanteó la relación con otras vanguardias artísticas en la
pintura, la fotografía y las artes dinámicas. No obstante, agrega que a ello se adicionó
una “revolución litúrgica”, también del siglo pasado, que pretendía deshacerse de todo lo
accidental del culto, como adornos y otros elementos.
Parte importante de ese cambio lo explica el hecho de que las instituciones religiosas
hayan reconocido el valor de la arquitectura para que las personas puedan desarrollar
adecuadamente su espiritualidad. esto se contrapone a periodos pasados, donde
predominaron estilos recargados como el clásico, el románico, el barroco o el rococó,
donde el ser humano se dejó en un segundo plano para privilegiar la representación de
Dios,
Esa confluencia entre las dos revoluciones, la arquitectónica y la litúrgica, desencadeno
en que ya nadie sabía cómo había que construir las iglesias, Sin embargo, esta tendencia
está comenzando a clarificarse, hacia templos sobrios donde convergen distintas
religiones, como sería el caso del Templo Bahá'í; donde confluyen arquitectura y
espiritualidad. Para esto, la construcción se valió de todas las tecnologías disponibles
durante sus 14 años de realización. Es un cuerpo totalmente orgánico, que respecta la
forma que proclama su fe, con materiales nobles que invitan a la contemplación, a la
conexión con el yo mismo y a la idea de crear un lugar.
Referencias
Baldwin, E. (2019, December 1). Premio Internacional RAIC 2019: Siamak Hariri nos
habla sobre el diseño del Templo Bahá’í en América del Sur. ArchDaily México.
https://www.archdaily.mx/mx/929220/premio-internacional-raic-2019-siamak-
hariri-nos-habla-sobre-el-diseno-del-templo-bahai-en-america-del-sur
Cabrera, M. (2020, November 7). 10 Casas de Adoración Bahaís que debes conocer.
https://www.turismoreligioso.travel/turismo-religioso-en-el-mundo/bahai-templos-
en-el-mundo/
Capote, M. (2019, July 1). Templo Bahá’í : una de las nuevas maravillas arquitectónicas
https://www.revistaaxxis.com.co/arquitectura/el-templo-bahai-maravilla-
arquitectonica/
https://www.elmostrador.cl/cultura/2017/04/12/templo-bahai-gana-premio-a-la-
innovacion-en-arquitectura-en-canada/
Rojas, P. (2017, May 24). Limarí Lighting Design convierte al Templo Baha’í de
bahai-de-sudamerica-en-un-excepcional-cuerpo-luminoso
bahai-limari-lighting-desing/