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en la hipertensión arterial
V. Barrios Alonso
Instituto de Cardiología. Hospital Ramón y Cajal. Madrid
L
as repercusiones de la hipertensión arterial
(HTA) sobre el electrocardiograma (ECG) como el factor de riesgo independiente más im-
son consecuencia fundamentalmente de portante en la predicción de las complicaciones
la hipertrofia ventricular izquierda (HVI) y de la cardiovasculares de la HTA7. De hecho, la HVI
posible aparición de complicaciones, como la is- es una de las variables incluidas en las clásicas
quemia miocárdica y/o las arritmias1. De ellas, tablas de Framingham y su detección para valo-
las alteraciones más características son las que rar el riesgo cardiovascular en la HTA está reco-
corresponden a la HVI, por las implicaciones mendada en todas las guías de actuación clínica.
clínicas específicas que ello conlleva en el ma- Por tanto, el despistaje de HVI debe considerarse
nejo del paciente hipertenso. obligado en la valoración clínica de todo pa-
ciente hipertenso y para ello se debe recurrir a
técnicas diagnósticas con la mayor sensibilidad
Importancia de la detección posible (pocos falsos negativos) y con una espe-
de hipertrofia ventricular izquierda cificidad elevada (pocos falsos positivos). Tanto
en la valoración clínica del hipertenso el ECG como el Eco tienen una buena especifi-
cidad, incluso superior al 90 %-95 % según la
El incremento de la masa del ventrículo izquier- técnica y criterios elegidos. Sin embargo, ambas téc-
do (VI) en el contexto de la HTA fue atribuido nicas diferen notablemente en la sensibilidad,
en principio a un mecanismo hemodinámico es decir, en el porcentaje de falsos negativos. En
secundario a un aumento de la postcarga. Sin este aspecto la rentabilidad del ECG es muy in-
dejar de ser cierta esta hipótesis, hoy se conoce ferior a la del Eco.
que existen otros factores neurohumorales que Clásicamente, la técnica utilizada para determi-
intervienen en la génesis de la HVI. Los prime- nar la HVI ha sido el ECG. Sin embargo, a pesar
ros datos procedentes del seguimiento de las de los diferentes criterios utilizados, su sensibili-
cohortes del estudio de Framingham pusieron dad no alcanza en el mejor de los casos el 50 %,
de manifiesto que cuando esta hipertrofia excede aunque conserva una elevada especificidad (90 %-
unos límites determinados pasa a ser perjudi- 99 % dependiendo del criterio utilizado). Esto ha-
cial. Así, los pacientes hipertensos con HVI de- ce que se pueden dejar de detectar muchos ca-
tectada por ECG presentaban una incidencia de sos de HVI si exclusivamente se utiliza el ECG.
eventos cardiovasculares fatales y no fatales su- En la actualidad el Eco ha demostrado ser la téc-
perior a aquellos hipertensos sin HVI por ECG2. nica de elección para el diagnóstico de HVI, ya
Si consideramos la HVI medida por medio del que presenta una sensibilidad próximo al 99 %,
ecocardiograma (Eco), los resultados proceden- manteniendo una especificidad superior al 90 %8,
tes del estudio Framingham3 y de otros estu- lo que ha llevado a algunos autores a considerar
dios4, 5 han confirmado también la mayor morbi- que la relación coste-efectividad del Eco es supe-
mortalidad cardiovascular de estos pacientes. Si rior a la del ECG en la HVI9. Aun así, se debe
bien la causa de este exceso de riesgo secunda- tener presente que el Eco también presenta
rio a la HVI no ha sido bien aclarada, se han algunas limitaciones importantes: una elevada
implicado diferentes razones que pueden influir variabilidad intra e interobservador10; la limita-
como: aterosclerosis acelerada, disminución de ción técnica de la ventana ecocardiográfica, que
la reserva coronaria, arritmias y muerte súbita6. hace que hasta en un 20 % de los casos no sea
posible obtener estudios con la suficiente cali-
dad11, y además hay que considerar que es una
Correspondencia: técnica más compleja que el ECG, que precisa
V. Barrios Alonso. de aprendizaje y entrenamiento y equipos más
Instituto de Cardiología.
Hospital Ramón y Cajal. costosos, lo que la hace menos asequible que el
28034 Madrid. ECG para la práctica clínica diaria. Por todo ello
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EDITORIAL
guimiento, datos concordantes con lo descrito 13. Sokolow M, Lyon A. The ventricular complex in left ventri-
cular hypertrophy as obtained by unipolar precordial and
en el estudio de Framingham34. Sin embargo, en limb leads. Am Heart J 1949; 37:161-186.
contraposición con otros trabajos, sorprende 14. Gubner R, Ungerleider HE. Electrochardiographic criteria for
en este estudio que los pacientes con anomalías left ventricular hypertrophy. Factors determining the evolu-
basales del ECG no se observara una incidencia tion of the electrocardiographic patterns in hypertrophy and
bundle branch block. Arch Intern Med 1943; 72:196-206.
superior de cardiopatía isquémica o arteriopatía 15. Lewis T. Observations upon ventricular hypertrophy with
periférica que en los pacientes con ECG basal special reference to preponderance of one or other cham-
normal. Probablemente el bajo número de even- ber. Heart 1914; 5:367-403.
tos observados y el pequeño número de pacien- 16. Fragola PV, Colivicchi F, Fabrizi E, Borzi M, Cannata D. As-
tes con ECG basal anormal (n = 80) pudo influir sessment of left ventricular hypertrophy in patients with es-
sential hypertension. Am J Hypertens 1993; 6:164-169.
decisivamente en este resultado, aparentemente 17. Schillaci G, Verdecchia P, Borgioni C, Ciucci A, Guerrieri M,
paradójico. En cualquier caso tenemos que feli- Zampi I, et al. Improved electrocardiographic diagnosis of
citar a los autores por este trabajo, que tiene una left ventricular hypertrophy. Am J Cardiol 1994; 74:714-719.
gran utilidad práctica en el contexto del manejo 18. Spodick DH, Koito II: Differential sensitivity of R6:R5 voltaje
ratio by pathogenesis of left ventricular hypertrophy and
clínico del paciente hipertenso en Atención Pri- diagnostic cutpoint. Am J Cardiol 1989; 64:817-819.
maria y cuyo mensaje debe ser una vez más in- 19. Rodríguez Padial L. Usefulness of total 12-lead QRS voltaje
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